Hacer cine, hacer historia – Estuve Ahí

Hacer cine, hacer historia – Estuve Ahí

Héctor Olivera tenía decidido ser arquitecto hasta que su madre, vestuarista de cine, lo llevó a un set de filmación. Movilizado por esa experiencia, decidió abandonar sus estudios en el Liceo Militar para volcarse de lleno al mundo cinematográfico. La creación del INCAA en 1957 lo animó a fundar, junto a Fernando Ayala, la productora Aries cinematográfica. Bajo ese sello propio, dirigió películas emblemáticas de la Argentina como La patagonia rebelde, La nona y La noche de los lápices.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
15 años sin Luciano Arruga

15 años sin Luciano Arruga

Se cumplió un nuevo aniversario del secuestro del adolescente que se negaba a robar para la policía. Una marcha lo recordó y exigió justicia.

El acto de homenaje finalizó con la ya tradicional quema de un patrullero de cartón como forma de denuncia y repudio al accionar policial que derivó en la desaparición del adolescente.

 

En la tarde de este sábado 27, bajo el sol intenso de enero, familiares, amigos y militantes de agrupaciones sociales, políticas y antirrepresivas marcharon desde avenida General Paz y Mosconi hasta la plaza Luciano Nahuel Arruga, para recordar los 15 años desde la desaparición forzada del adolescente de 16 años que era hostigado por los policías de Lomas del Mirador por haberse negado a robar para ellos.

Arruga había nacido el 29 de febrero de 1992, era fanático de River y trabajaba en una fundición. Estuvo desaparecido desde el 31 de enero de 2009 hasta el 17 de octubre del año 2014. Con la intensa tarea de difusión de la familia, mientras peleaba para que jueces y fiscales buscaran a Luciano, el país comenzó a conocer la historia de este joven que había sido detenido por la policía bonaerense en una esquina cerca de su casa en el barrio 12 de Octubre. Estuvo desaparecido y su cuerpo apareció cinco años después, enterrado en el Cementerio de la Chacarita, registrado como un NN. Había llegado al hospital Santojanni luego de haber sido atropellado por un auto en General Paz y Mosconi. Su familia cree que fue obligado a cruzar esa vía rápida por los propios uniformados que lo habían secuestrado.

Este fin de semana, diferentes agrupaciones, familiares, amigos y vecinos de Luciano marcharon para volver a pedir el esclarecimiento del crimen con la consigna “sin justicia siempre habrá fuego». La hermana de Luciano, Vanesa Orieta, habló a la multitud que caminaba con sus banderas ocupando varias cuadras: “Es un momento más para recordarlo, pero también es un momento más para poder cristalizar que llevamos 15 años de organización y de lucha intentando llegar a la verdad y a la justicia”. Micrófono en mano, mientras caminaba al lado del camioncito de sonido, agregó: “Por más que la resistencia sea nuestro motor, no corresponde que tengamos que poner tanto el cuerpo para poder saber qué pasó con un joven que se negó a robar para la policía, para conseguir condenas a los responsables materiales y políticos”.

«La causa judicial que investiga la desaparición forzada se mantiene en etapa de instrucción», denunció Vanesa Orieta, la hermana de Luciano Arruga.

Una vez en la plaza, Orieta diálogo con ANCCOM: “La causa judicial que investiga su desaparición forzada se mantiene en etapa de instrucción, llevamos años denunciando la impunidad ahí y también en el juicio político que emprendimos por las responsabilidades de un juez y dos fiscales, Gustavo Banco, Roxana Castelli y Celia Cejas”. Para ella, es un momento de “poder visibilizar la realidad que sufren niños, niñas, adolescentes y jóvenes cuando no acceden a sus derechos, y cuando esto repercute sobre sus cuerpos a través de la represión”.

La hermana de Luciano reiteró un concepto que había mencionado durante la marcha. “Violencia institucional es la falta de acceso a derechos fundamentales por parte de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Es necesario no desvirtuar con palabras livianas una problemática que se llama represión estatal, que implica graves violaciones a los derechos humanos, por hostigamiento, fusilamientos y desapariciones forzadas”.

Respecto del momento político actual, Orieta apuntó que “todos los gobiernos constitucionales llevaron adelante políticas represivas, por eso tenemos que seguir ocupando las calles exigiendo verdad y justicia por cada persona afectada por la represión estatal. Tenemos que llegar a esa sociedad que pide más patrulleros para decirle que eso no soluciona nada, y no tiene que ver con la democracia”. Y agregó: “Hoy nos toca luchar contra este gobierno de Milei que viene por todo. Algo no hicimos, hay que hacer memoria, fueron 30 mil, el fantasma genocida sigue presente en democracia, o acaso no es violación de los derechos humanos la desaparición forzada, el encarcelamiento, las torturas, las muertes. Por eso seguiremos luchando para que haya un cambio de raíz”

Familiares de otras victimas de la violencia policial acompañaron a la familia Arruga en el acto de homenaje.

Muchos Lucianos

La marcha tuvo el acompañamiento de varias familias que sufrieron la represión estatal, padres y madres que perdieron a sus hijos y estuvieron presentes para pedir justicia por todas las víctimas que sufrieron hechos similares. Según cifras de la Correpi (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional), hubo más de 9.000 personas asesinadas por gatillo fácil, muertes en encierro, fusilamientos y desapariciones desde 1983.

Luego de la caminata durante la cual gritaron varias veces “Luciano presente, ahora y siempre”, la mamá de Marcelo “Peca” Rivero, Estela, también diálogo con ANCCOM: “Estamos pidiendo justicia por mi hijo, van a ser 37 años. Siempre vamos a estar presentes, porque es la forma de que haya justicia algún día y esperamos justicia para otros pibes”. Peca tenía 17 años cuando fue asesinado por la policía bonaerense en el Barrio Central.

En el escenario de la plaza del barrio 12 de Octubre, que lleva el nombre de Luciano, la familia de Arruga agradeció por la participación de las personas que se acercaron, y a los medios comunitarios que los vienen acompañando en esta década y media. Uno de los tres hermanos de Luciano, Sebastián, dijo: “Estoy agradeciendo a todos los que se tomaron su tiempo para poder estar acá, concientizando a un barrio que en un momento fue ajeno a las problemáticas que sufría esta familia. Nos encargamos de poner el nombre de mi hermano en lo alto y pedir justicia y esclarecimiento por lo que pasó con él”. Minutos antes su mamá había dicho que está orgullosa de sus hijos, Sebastián acaba de terminar la secundaria y era la primera vez que hablaba. “A Vanesa ya la escucharon, y Mauro está finalizando su carrera”, apuntó.

Fue el principio del emotivo cierre del acto, entre abrazos y lágrimas. Luego vino el show de la cantante y compositora de hip hop Sara Hebe, que hizo bailar a todos y todas. Y finalmente se produjo la tradicional “quema del patrullero”, que en esta oportunidad incluyó algunas maquetas con el nombre de instituciones, que ardieron en el centro del espacio público, tomado esa noche por la evocación de la memoria de Luciano Arruga.

 

 

El ómnibus también atropella a las semillas

El ómnibus también atropella a las semillas

El proyecto de ley enviado por Javier Milei al Congreso también avanza sobre las normas que regulan los usos de las semillas. Perjudica a quienes cultivan para uso propio y a quienes realizan investigaciones genéticas.

En nuestro país el mercado hegemónico de semillas se encuentra concentrado en empresas como Don Mario, Syngenta, Bayer, Monsanto, Bioceres entre otras. Estas firmas, a su vez, controlan la innovación y reproducción de la semilla. En paralelo, de forma regional y más dispersa, existen los sistemas agroecológicos que se manejan con cultivos más diversos e intercambios de semillas.

Dentro de la Ley Ómnibus está contemplado aplicar a UPOV 91, una disposición internacional que viene resistiéndose desde el Mercosur y que impactaría en el desarrollo de semillas para los productores agrícolas, sobre todo en lo conocido como “uso propio”: es decir, que estos, luego de la cosecha, pueden utilizar la descendencia de semillas compradas que tienen protección y propiedad para utilizar en su campo sin que esto implique el pago de regalías extendidas al ente vendedor. Sería el derecho de los productores a controlar su propia semilla. El tema tiene su complejidad y vale la pena hacer un repaso histórico de cómo se manejan las semillas que están en la base de la economía argentina.

Un poco de historia

Desde 1930, Argentina regulaba por medio de créditos, precios mínimos o subsidios la relación entre grandes y medianos productores con campesinos ligados a los complejos agroindustriales, aquellos que encadenan la producción primaria con industrialización para mercado interno y externo. En paralelo, desde 1973 rige en el país la Ley Nacional de Semillas con el objeto de “promover una eficiente actividad de producción y comercialización de semillas, asegurar a los productores agrarios la identidad y calidad de la simiente que adquieren y proteger la propiedad de las creaciones fitogenéticas”.

En 1991, con el decreto 2284/91, esta defensa general a la pequeña producción se quebró por la eliminación de organismos reguladores. Diego Domínguez, investigador del CONICET y profesor en Estudios Rurales y Ecología Política (UBA), denuncia que esto significó la “desaparición de casi 100.000 productores”. Para el especialista: “Bajo mediación estatal, el control de la semilla registraba cierta democratización y los productores compartían conocimiento e innovaciones genéticas. En los años 90 se quiebran industrias regionales y se desarticula la participación de los pequeños campesinos y familiares en las cadenas de valor”.

“Hoy el Estado lo que hace es coaccionar la circulación de ese material genético”, en el que tienen permiso “las semillas con trazabilidad corporativa mientras aquella con trazabilidad local y certificaciones de tipo social, no”. Esto, en paralelo al control monopólico del mercado y del desarrollo tecnológico, termina empujando a los productores que, “para garantizar ciertos rindes y costos, deben caer en el paquete tecnológico y semillas digitadas por este andamiaje empresarial” ya que se les exige determinados comprobantes y requisitos. Así los productores abandonan “la reproducción propia de semilla e incorporan semillas producidas por otros”.

Desde 2003, hay debates en torno a la reforma de estas leyes y para el 2012, en el marco de la CONASE (Comisión Nacional de Semillas) se realizaron negociaciones con participación de organismos públicos como el INTA, el Ministerio de Agricultura, y el INASE, entre otros, pero sin considerar otros actores de las semillas como las organizaciones campesinas indígenas o grupos de la agricultura familiar.

Juan O’Farrell, coordinador del área de Recursos Naturales de la organización Fundar, afirma que es necesaria una modificación, pero que su debate se encuentra frenado “a nivel político y entre los actores privados” y que “incluir la adhesión a UPOV 91 es una forma que proponen algunos de resolver esa falta de acuerdos. Es un atajo”. El especialista también advirtió sobre las consecuencias sobre la gestión de la semillas previstas en la Ley Ómnibus.

Marcos legales y UPOV 91

Desde la década del 60 existe la Unión para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), un organismo con sede en Ginebra en donde, mediante diferentes convenciones, se establecieron distintos tipos de protección a la producción de semillas. El país tiene adhesión internacional a la UPOV de 1978, cuya disposición protege a los obtentores pero también al uso propio y al fitomejoramiento, en el cual una semilla protegida por derechos de propiedad puede ser usada para fines de experimentación e investigación.

A la vez, en la Argentina, los derechos de propiedad intelectual sobre las variedades vegetalesse ejercen mediante los derechos del obtentor, contemplados en la Ley de Semillas del 73, que le otorga dicha propiedad sobre una semilla a la persona que la registra a su nombre y es de quien se requiere autorización para utilizarla con fines comerciales. Sobre esta ley pesa una discusión que lleva años y en caso de que se adhiera a la UPOV 91 se ampliaría el derecho de obtentores, pero se perderían dos derechos que ella asegura. Uno es el mencionado fitomejoramiento, que con UPOV 91 se crea la figura de “variedades esencialmente derivadas”, que requiere que el fitomejorador solicite autorización al que la registró.

O’Farrell explica: “Esa autorización es problemática porque no está claro y es muy difícil definir, qué es una variedad esencialmente derivada”. Y complementa que esta no-definición puede generar miedo en los fitomejoradores al punto de “no impulsar ciertas agenda con el desarrollo por temor a ser perseguidos legalmente por otras empresas”. El otro es la excepción del uso propio de los agricultores que cuya limitación los obligaría a comprar más insumos de semillas, dolarizadas, encareciendo los costos de producción e impactando en el precio de los alimentos.

La Federación Rural para la Producción y el Arraigo es una organización que nuclea más de 30.000 productores agropecuarios de “sectores históricamente postergados de la ruralidad argentina” como arrendatarios o pequeños y pequeñas productores agrícolas y ganaderos, trabajadores sin tierra, cooperativistas, pueblos originarios, entre otros. Según hicieron saber desde allí, los debates instalados desde hace 21 años para la modificación de la  ley “se tradujeron en tentativas de adherir a la UPOV 91” para que esta sea “adaptada al nuevo marco internacional”. Los anteproyectos que circularon impactaban “en los derechos de los productores agrarios a guardar, conservar, intercambiar y reproducir sus propias semillas”.

Una especialista en semillas de la Federación explica: “Siempre que hablamos de leyes, políticas, acuerdos que implican avanzar en el control sobre las semillas, estamos hablando de un control sobre los alimentos. La discusión de las semillas es una discusión de soberanía alimentaria” y continúa con que “hace mucho tiempo se vienen intentando distintas estrategias para acotar el uso propio”.

Según O’Farrell, muchos analistas consideran a la UPOV 91 como un régimen similar al de patentes y que estos promueven la innovación, pero es un debate aún sin saldar y sin “evidencia clara” de que esa innovación suceda. “Lo que es necesario es tener un debate integral. No estamos hablando solamente de propiedad intelectual y de innovación, sino de cómo estas normas afectan el modelo de producción agrícola en los países donde se aplican.

Este debate hoy está ausente porque se está tratando a las apuradas”, completa. En cuanto a diferencias de protección, cualquier persona que desarrolle una semilla, ya sea un investigador, científico, entidades públicas o privadas, al registrarla a su nombre en el Registro Nacional de Cultivares (RNC), pasa a ser un obtentor. Tanto el derecho de éste, como con una patente, son propiedades intelectuales; la diferencia radica en que mientras el primero se creó para regular la propiedad de las semillas, la segunda tiene un carácter más genérico y aplicable a desarrollos industriales. Esto implicaría que se avale la posibilidad de patentar genes y así que se patente el «evento (semilla) transgénico».

Ambiente, comunidades y desarrollo

El Artículo 241 se inscribe en una larga trayectoria de derechos de propiedad sobre distintas formas de vida: desde la tierra hasta la información genética, pasando por las semillas, ecosistemas, microorganismos. Domínguez asevera: “La semilla, desde la invención de la agricultura hace más de 10.000 años, viene siendo conservada y cuidada por comunidades. Es parte del acervo cultural de los pueblos. Nadie cobró por innovaciones tecnológicas y se vienen haciendo modificaciones en estos diez mil años. ¿Con qué derecho un puñado de empresas, por haber hecho en el último tramo una serie de ‘innovaciones’ se consideran con derecho a patentarlas?”.

“Hay un déficit en la protección que ofrece el marco normativo argentino. Hay cosas que se pueden hacer para darle a los obtentores y a las empresas de semillas más garantías, incentivos a que innoven e inviertan, sin ir hacia un régimen tan restrictivo como el UPOV 91. Sobre todo fiscalizar y evitar lo que se conoce como la bolsa blanca, que es un mercado ilegal de semillas sobre todo en soja y trigo”, explica O’Farrell.

Según el especialista, ese mercado ilegal es “una de las razones por las cuales muchas de las empresas de semillas, que participan de esos mercados, tengan problemas de financiamiento para invertir en I+D”. O’Farrell cree que la producción de semillas en Argentina debería ser considerada como un sector estratégico, por un lado “para aumentar la productividad de la agricultura” y por otro porque “es un sector que demanda cada vez más biotecnología, que genera todo otro tipo de efectos dinámicos sobre la estructura productiva”.

Desde una mirada puesta en el desarrollo, es fundamental promover una estructura diversificada que proteja y consolide al sector de las semillas, que son, al fin y al cabo, el origen de toda soberanía sobre los alimentos, elemento básico para la vida.

Los peces de Chascomús toman anticonceptivos femeninos

Los peces de Chascomús toman anticonceptivos femeninos

Investigadores argentinos detectaron en esa laguna altos niveles de hormonas naturales y sintéticas que impactan en cambios de género de algunas especies de peces.

«Peces transgénero por culpa de los químicos que tiramos por el inodoro”, «Los peces se ‘beben’ los anticonceptivos humanos», “Peces transgénero: el increíble efecto colateral de los anticonceptivos”. Así, con titulares catástrofe, ilustraron distintos artículos periodísticos el hallazgo de altos niveles de hormonas naturales y sintéticas en cuerpos de agua, los cuales impactan, potencialmente, en la sexualidad de los peces que las habitan. Este fenómeno cobró importancia mediática como consecuencia del tratamiento que medios nacionales hicieron respecto de distintos estudios científicos llevados adelante en la Provincia de Buenos Aires, más precisamente en ¨Las encadenadas¨, el sistema de lagunas conexas, entre las cuales se destaca por su extensión la Laguna de Chascomús. El trabajo de especialistas registró casos de esterilización e inversión del sexo de especies nativas como el pejerrey y la madrecita de agua.

Según Leandro Miranda, director del Laboratorio de Ictiofisiología y Acuicultura del Instituto Tecnológico, son numerosas las coberturas mediáticas sobre la  temática que predisponen a una lectura apocalíptica y simplista. «La palabra contaminación es muy dramática, y el hecho de que haya un contaminante no significa que la laguna esté contaminada. Hay que conocer cuál es la problemática, qué es una laguna, qué peces la habitan, y también cuáles son los ciclos que atraviesa un ecosistema”, afirma el especialista en estresores ambientales y antropogénicos. De acuerdo al biólogo, en la divulgación mediática de estos fenómenos suele quedar ignorado, además, el sustrato biológico específico que hace que, entre los peces, desde su origen, la plasticidad sexual sea la regla y no la excepción: “Naturalmente un pez se puede feminizar o masculinizar. No es una aberración de la naturaleza”. 

El estudio y el impacto

 Un estudio publicado en la revista Science of The Total Environment en 2020 detectó siete hormonas eyectadas por humanos en distintos puntos del Arroyo Girado, que desemboca en la Laguna de Chascomús, donde se  ubica la salida del desagüe de los líquidos cloacales provenientes de la ciudad bonaerense. En el trabajo científico trabajaron la doctora en Biotecnología Anelisa González, del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), y Gustavo Somoza, director del Instituto Tecnológico de Chascomús (INTECH), junto con expertos del Centro de Investigaciones del Medioambiente y la estadounidense Universidad de Florida. Según el informe, una de las hormonas encontrada en el agua es la sintética etinilestradiol o EE2, estrógeno utilizado en la elaboración de las pastillas anticonceptivas, que se hallaba más concentrada en las inmediaciones del desagüe cloacal. Las moléculas residuales del consumo de este químico se liberan por la orina y se mantienen metabólicamente activas luego de haber dejado el cuerpo de la mujer.

 Los investigadores advierten que, dependiendo de las fases hidrológicas, que afectan sobre el volumen de agua en la cuenca, y del grado de eficiencia del tratamiento de los efluentes, la presencia de este componente puede producir desequilibrios en la endocrinología de distintas especies de peces, afectando sus caracteres sexuales y, en consecuencia, su reproducción. Miranda contextualiza el escenario: “Un estudio es una foto, y no una película. Con una laguna seca, las concentraciones de muchas sustancias sufren un desbalance y todo el ecosistema siente el impacto. Cuando la laguna está alta, en cambio, es mucho más difícil saturarla de contaminantes”. En resumen, el potencial que un ecosistema tiene para procesar y neutralizar distintas sustancias es relativo, y esto debe ser considerado a la hora de evaluar su impacto sobre un determinado hábitat.

Otro factor importante a tener en cuenta a la hora de evaluar el estado del ecosistema es la calidad del tratamiento de los efluentes provenientes de los distintos poblados. Miranda afirma que el crecimiento poblacional y turístico de Chascomús desbordó la capacidad de procesamiento de la planta cloacal, de manera que se vuelve necesario reformarla. Si bien hay proyectos que apuntan en esta dirección, no hay novedades en ese frente. Por otra parte, un monitoreo mensual de las aguas permitiría obtener un panorama más completo de los distintos momentos que atraviesa el ecosistema, y registrar posibles desequilibrios en el mismo, para actuar en consecuencia. En la actualidad, los municipios implicados no cuentan con los recursos económicos necesarios para hacer frente a estas políticas. 

El estudio publicado en Science advierte también sobre otra consecuencia que puede implicar el desbalance en el ecosistema: la madrecita de agua, una de las tantas especies nativas afectadas por el contacto con las hormonas, cumple un rol fundamental en el control de la reproducción de mosquitos. Un cambio significativo en esta población de peces podría llevar a un mayor auge en la propagación de enfermedades como el dengue, que ha que han generado crisis sanitarias en la Argentina. 

 

¿Qué pasa en el mundo?

“Los grandes lagos de Canadá y Estados Unidos fueron los primeros sitios del planeta en los que se detectó el químico etinilestradiol a partir de estudios realizados entre 1980 y 1990”, sostiene Miranda. “En la actualidad, esta problemática está extendida alrededor del globo. Los ríos Támesis y Rin son dos de los puntos en los que se encontró mayor carga de desechos de pastillas anticonceptivas”.

Según la Asociación Toxicológica Argentina, se han encontrado peces masculinos feminizados en todos los continentes, excepto en la Antártida. Charles Tyler, fisiólogo y ecotoxicólogo inglés, realizó junto a su equipo de la Universidad de Exeter un estudio de distintas especies de agua dulce en el Reino Unido que constató más efectos: las hormonas no sólo afectan su sexualidad, también pueden incidir en la forma en que se comportan, su sistema inmunológico y desarrollo óseo. Además de los ingredientes de la pastilla anticonceptiva, identificaron otros desencadenantes de los desequilibrios, como son distintos químicos presentes en productos de limpieza, plásticos y cosméticos.

En algunos países se han tomado medidas para paliar el asunto, como en los casos de la descontaminación de ríos como el Támesis (Inglaterra) y el Sena (Francia) mediante la inversión en tratamientos con radiación ultravioleta (UV) y ozono, entre otros. Por otro lado, en enero de 2023, la Comisión Europea ratificó su intención de continuar regulando la problemática de la elevada presencia de estrógenos en efluentes bajo la Directiva Marco del Agua, ya vigente desde el 2006, norma que tiene como objetivo la protección de las aguas continentales europeas. Según la revista científica Nature, el costo de la instalación de un sistema de filtros de carbono para la absorción de estrógeno residual de una población de 250.000 habitantes se cotiza en 8 millones de euros, mientras que el servicio y la manutención anual se situaría en los 800 mil euros. La publicación británica plantea que la puesta en marcha de un proyecto así está ligada a un dilema sin resolver: ¿La población mundial está dispuesta a absorber los costos que estos procesos conllevan, en pos de cuidar el medio ambiente?

¿Hacia un futuro sostenible?

De acuerdo con los especialistas consultados, hay una serie de medidas y políticas públicas que, de implementarse, llevarían a una mejora de la situación actual de los ecosistemas, así como a una mayor concientización ambiental, con el objetivo de evitar la persistencia de este tipo de problemáticas en el futuro. Hacen hincapié especialmente en la puesta en marcha de planes de educación para el cuidado del medioambiente, para que la población tenga más herramientas y conocimiento sobre la temática. Esto permitiría que haya un cambio a nivel social, en cuanto a las prácticas y conductas que conciernen a la protección de la biósfera. “Si la cabeza de la población cambia, después ella misma les exige a las autoridades lo que hace falta para sostener las mejoras y los cambios”, enfatizó Miranda.

Ricardo Miccino, director de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Chascomús, indica: “Se ha industrializado todo tanto y los consumos están tan individualizados que terminamos con estos impactos en los sistemas de depuración de aguas residuales”. Frente a esto, insiste en la capacidad transformadora de la conciencia ambiental, a través de buenas prácticas como el compostaje y el reciclado. Sin embargo, plantea que hay cuestiones que incumben directamente al Estado: “Esto no se revierte hasta que no haya un cambio en el modelo productivo que tenga en cuenta a la naturaleza y a las personas. O sea, ampliar el espectro para decir que es una cuestión ambiental, pero también económica y social”.

Los especialistas coinciden en que, a nivel infraestructural, es preciso aumentar la capacidad depuradora de las plantas potabilizadoras, para que éstas guarden relación con el crecimiento poblacional de las distintas localidades, a la vez que son necesarias modificaciones en el proceso mediante el cual los residuos son desechados en los cuerpos de agua. Para esto, podrían implementarse humedales artificiales compuestos de plantas acuáticas que filtren de manera natural los metales pesados, purificando el agua antes de que esta sea vertida, finalmente, en grandes masas de agua, en un proceso alternativo a los que utilizan carbón activado, ozono y rayos UV, y con menores costos.

A su vez, los científicos destacan que, si bien las consecuencias actuales de esta problemática no ameritan una reacción de pánico ni de emergencia, los efectos a largo plazo son indeterminados, por lo que es importante pensar en el futuro, tanto de las especies acuáticas como de los ecosistemas en conjunto, involucrando también a las personas.

Hacer teatro en un país en llamas – Estuve Ahí

Hacer teatro en un país en llamas – Estuve Ahí

Carlos Rottemberg cumplió 48 años de trayectoria como empresario teatral. Su desarrollo profesional comenzó en los inicios de la dictadura, cuando aún no había cumplido la mayoría de edad, y luego acompañó al período democrático más extenso que vivió la Argentina. ¿Cómo acompañó el teatro el devenir del país en estas cuatro décadas?

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

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Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
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