Una marea orgullosa y diversa contra el fascismo

Una marea orgullosa y diversa contra el fascismo

Cientos de miles de personas organizadas, sueltas y autoconvocadas se reunieron en una gran marcha del orgullo antifascista y antirracista que se extendió a lo largo del todo el país y a nivel internacional. La movilización en la Ciudad de Buenos Aires convocó una multitud desde el Congreso a Plaza de Mayo.

“Estamos acá. No vamos a parar de seguir defendiéndonos y acompañándonos, y en el proceso de defendernos, encontrar una afectividad mucho más grande, ampliar nuestra red, ampliar nuestra comunidad, abrazar cada vez más causas y construir una nueva humanidad”, expresa una de las fundadoras de la organización El Teje y coordinadora del taller de infancias travestis trans, no binarias, con discapacidad y del espectro autista, Juana Molinari. En medio de la marcha del Orgullo, antifascista y antiracista. La convocatoria definida en la asamblea antifascista LGBTIQ+ autoconvocada en Parque Lezama, fue una reacción a los dichos odiantes del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos y la amenaza del gobierno de presentar proyectos de ley para borrar los derechos conquistados y el avances en la legislación como el Cupo Laboral Trans, la figura penal del femicidio y el DNI No Binarie.

El la Ciudad de Buenos Aires la movilización se extendió del Congreso de La Nación hasta la Casa Rosada y participaron fue además de masiva, diversa. A la comunidad LGBTQI+ se sumaron organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Abuelas de Plaza de Mayo, sindicatos docentes como Conadu y AGD UBA, ATE, CGT; trabajadores de la economía popular; clubes deportivos; ex-combatientes de Malvinas; centros de estudiantes; movimientos antirracistas e identidad marrón; trabajadores de la salud pública como los trabajadores y trabajadoras del Hospital Laura Bonaparte; jubilados y jubiladas; el colectivo Discas en Lucha, entre otros, cientos de personas sueltas, amigos, familias, que se acercaron a poner un freno al gobierno de Javier Milei que no para de ajustar y avasallar derechos a los y las ciudadanas. 

Abrazar todas las causas

No llueve pero abundan arcoíris. Se despliegan en abanicos al compás de los bombos, maracas y maricas, trompetas y murga. Hay baile. Flamenco y Voguing. El Club de Rugby Ciervos Pampas taclea las figuras de Patricia Bullrich, Javier Milei, el Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, Donald Trump y Elon Musk. Sobre los hombros, las capas multicolor y los niños a cococho. Un bastón en alto entre la multitud es la bandera de un jubilado. De las frentes brota sudor, glitter y protector solar. El sol se refleja en los strasses y atraviesa los paraguas que se abren orgullosos de sus colores. Los puestos de choripan conviven con las hamburguesas veganas. Una camiseta rosa del diez, pecheras blancas de Abuelas de Plaza de Mayo y alguien lleva en el pecho escrito “No es mi wokismo es tu fascismo”. Una gorra rosa dice “Make Argentina Gay Again». Los pañuelos verdes protegen las nucas del sol. Pañuelos blancos se pintan sobre los colores de una bandera de la comunidad, que camina entre celestes y blancas, Palestinas, una roja y negra Antifascista, Whipalas, Mapuches, Trans, No binaries, Tortas, Bisexuales y esvásticas tachadas.

“Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo históricamente abrazaron a las travas, incluso cuando no se nombraba tanto la palabra trans y la palabra trava era un insulto”, cuenta la activista de El Teje Juana Molinari en diálogo con ANCCOM.

Avanza la imagen grabada de una Madre de Plaza de Mayo sosteniendo la foto de su hijo desaparecido mientras otra chica lleva el cartel que dice “Soy hija de una víctima de femicidio”. “Lo que tenemos en común es la defensa de los derechos humanos y la defensa de nuestra existencia. El fascismo lo que ataca es a nuestra existencia”, explica Molinari y concluye: “Algo hermoso y algo histórico que hace nuestro movimiento es abrazar a todas las causas, unirse a la defensa de derechos humanos, unirse a las Abuelas de Plaza de Mayo, unirse a la lucha de jubilades”.

Exceso de fascismo

El bona no se vende, Al calabozo no volvemos nunca más, Como a los nazis les va a pasar adonde vayan los iremos a buscar, Fuera, fuera, fuera facho fuera, Abuelas de la Plaza el pueblo las abraza, Paro, paro, paro general. Los cantos se intercalan, apagan, prenden y resurgen, pero no hay silencio, no es su idioma.

“Lo primero que tenemos que entender es que ese discurso pone nuestra vida en riesgo. Ya hay más de un ejemplo de lo que estuvo pasando estos últimos meses de ataques a lesbianas, el lesbicidio en Barracas y la prendida de fuego a un hogar hace dos días. Eso pone nuestra vida en riesgo”, reflexiona Juana Molinari. Los discursos de odio y la violencia contra las personas de la comunidad aumentaron en los últimos años en Argentina. Según el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT durante 2023 hubo 133 crímenes de odio en donde la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto para la violencia, un aumento respecto a 2022, (año que tuvo 129 crímenes de odio) y el 2021 (120). El 88% de las víctimas son mujeres trans, le siguen los varones gays cis, varones trans, personas no binarias y lesbianas.

Molinari cuenta que en El Teje se encontraron con “la necesidad de ponerle voz a las experiencias de las adolescencias trans y las infancias trans, sin convertirlos en un trofeo de lucha, sin exponerlos. Son niñeces que tendrían que estar no pensando discursos para combatir el fascismo, sino jugando e imaginando sus posibilidades de existencia por fuera de la norma, y el fascismo les está haciendo pensar en discursos para defenderse. El fascismo y el discurso fascista los usa como trofeo para convertir en enemigos” y suma “(el presidente) Habla de intervenciones quirúrgicas en infancias, de hormonización en infancias y en estos dos años y medio de experiencia no conozco ninguna infancia hormonada ni que haya tenido intervenciones quirúrgicas”.

En referencia a la intención del gobierno de eliminar la figura penal del femicidio, la conductora mediática, Florencia de la V en diálogo con ANCCOM expresó que implica “Retroceder. Es no reconocer lo que sucede con la violencia en las mujeres. Es negar algo que está pasando. Ya murieron 29 mujeres en lo que va del año”. Este dato está respaldado por el observatorio de violencia de género Ahora Que Sí Nos Ven que amplía la información informando que en 2024 hubo 267 femicidios, ⁠28 niñas y adolescentes asesinadas, ⁠319 intentos de femicidios directos y vinculados y ⁠267 niñxs huérfanxs.

Caio Sigmaringa, marica y migrante positiva, miembro fundador de Act Up, denuncia que hubo faltas, cambios y demoras en la medicación para VIH. Además, la Fundación Huésped expuso que el Ministerio de Salud de la Nación despidió al 40% de la planta de la Dirección de Respuesta al VIH y al 30% de la Dirección de Vacunas. Un personal que ya estaba reducido y tenía dificultades para cumplir con las licitaciones, fiscalizaciones y el trabajo de coordinación. En consecuencia los hospitales, “No dan abasto hoy en día que no hay una pandemia y no hay una crisis. Si llega a pasar una crisis, no hay capacidad y no hay financiación. Ahora que no hay presupuesto, no sabemos de cuánto se va a dar. Considerando que también se cortó la prevención, que tampoco hay preservativos, ESI. No sabemos cuántas personas estarán viviendo con VIH”.

En la marcha los octogonales del etiquetado frontal advierten “Exceso de fascismo” “Exceso de racismo” “Exceso de homofobia y crueldad”. La activista Molinari refiere al rol de los discursos de odio y concluye: “El discurso fascista es una estrategia de un plan económico que define quienes pueden acceder al capital y quienes no”.

No me arrepiento de este amor

Los pasos se vuelven más cortos a medida que se llega a Plaza de Mayo. Las distancias se achican, los cuerpos se amontonan, se pierden, encuentran, se funden en abrazos, caricias y mimos. Las manos se toman y los besos se dan. Hay risas y enojos. Se comenta la política, el clima caluroso y las relaciones amorosas. El maquillaje corrido, las botellas de agua vacías, el barro en los pies. Los brazos cansados mantienen las banderas en alto. Las voces afónicas continúan cantando. La policía no avanza, las vallas no encierran, el protocolo antipiquetes queda viejo y en desuso. Para Molinari, la lucha en este momento requiere de cuidado y acompañamiento: “La actividad principal de El Teje dentro de la organización es el acompañamiento político entendido desde la escucha, desde la efectividad, desde el amor y acompañar. Todo lo que implica acompañar desde proteger y garantizar derechos, es todo lo que hacemos y cada vez hay que abrazar a más personas y acá estamos agrandando el abrazo.”

En su camino, la marea antifascista fue dejando grafitis, afiches, brillos, colores, sudor, música, baile y poesía: “Si te odiara, el mundo no se inmutaría: nunca el mundo se ensaña con los que odian. En cambio te amo y todo es catástrofe alrededor: las voces las manos los rostros, todos quieren apedrearnos”.

Sin parar de abanicarse con su abanico multicolor, Flor de la V expresa: “Tenemos leyes que nos abrazan que nos costaron mucho sudor sangre y lágrimas, porque hay mucha gente que murió en el camino, en las calles luchando por eso” y finaliza: “Queremos que las leyes se cumplan. Punto. Ni más ni menos”.

“La salud no es una mercancía”

“La salud no es una mercancía”

Los trabajadores del Hospital Nacional “Laura Bonaparte” realizaron un masivo acto en repudio a la intervención, el vaciamiento y el despido de 200 profesionales de distintas áreas del centro de salud.

Con 200 trabajadores menos, que ni siquiera tienen la garantía de incorporarse en otros hospitales, la comunidad del Bonaparte continúa en pie de lucha contra el desmantelamiento y el ataque del gobierno de Javier Milei a la salud pública.

Entre los profesionales despedidos hay psicólogos, psiquiatras, farmacéuticos y kinesiólogos, y en el camino quedan cientos de pacientes desamparados que no podrán recibir una atención de calidad. El argumento oficial –como en otros sectores– es que existiría una sobredotación de personal y por tanto habría que reorganizar todos los servicios del único hospital de salud mental dependiente del Estado nacional en el AMBA, sin dar escuchar lo que dicen los trabajadores, los pacientes y las familias.

La última convocatoria en defensa del Bonaparte, realizada este viernes 31 de enero en las puertas del establecimiento, en el barrio porteño de Parque Patricios, comenzó al mediodía. Allí se podían ver los carteles, banderas y coloridas pancartas en apoyo a la lucha de sus trabajadores. Además de los profesionales en actividad y despedidos, también participaron de la manifestación agrupaciones políticas, gremiales, centros de jubilados, vecinos, músicos, pacientes y hasta el cura párroco de la iglesia aledaña al Bonaparte que llevó su apoyo al Bonaparte.

Desde el escenario, que incluyó una pantalla gigante, uno a uno fueron expresando su solidaridad, la necesidad de unidad en la lucha y el peligro que significa este gobierno para la salud de todos, que

debería ser cuidada y protegida. A medida que se desarrolló la jornada, se fueron sumando más

participantes y organizaciones para hacer oír, entre aplausos y cánticos, el reclamo de reincorporación de los trabajadores despedidos. En diálogo con ANCCOM, Ramón, jubilado y vecino del lugar, afirmó: “El gobierno debe tener mucho odio y dolor para querer cerrar un

hospital y despedir masivamente a sus profesionales. La educación y la salud son los dos pilares fundamentales que quiere destruir. Esto no va a pasar si hay una continuidad de la lucha, la sociedad tiene que unirse y decir no a estas medidas. Los trabajadores unidos jamás serán vencidos”.

Cualquier persona puede atenderse en el Bonaparte, también niños y adolescentes con problemáticas mentales y consumos problemáticos. Se trata del único hospital de referencia con un servicio de 24 horas en salud mental y –hasta hace poco– con un 0800 disponible para urgencias.

Toda la comunidad del Bonaparte tiene garantizados además servicios de clínica médica, odontología, kinesiología, entre otros, y aparte talleres integradores de escritura y de reflexión para quienes deseen participar.

Los recortes del gobierno se dan en áreas esenciales como internación, fundamental en cualquier hospital para recibir a los pacientes y brindarles tratamientos específicos y de largo plazo. Mariana, una psicóloga despedida del Bonaparte, se refirió a la importancia de defender la salud mental de todos y todas ante el ataque del gobierno: “Es una falta de respeto y un abuso, piensan que

la salud es descartable, no se puede brindar salud de calidad si no hay profesionales para la atención de los pacientes. Recortan los presupuestos para los insumos, ni hablar de los salarios, que están

por debajo de la línea de pobreza. No se puede confiar en el gobierno de Milei, hay que defender a capa y espada la salud hospitalaria. Se llenan la boca diciendo que somos especiales y nos tratan como desechables. La salud mental es indispensable para todos”. “Es mentira que hay una reorganización del hospital –denunció la profesional que trabajó tres años en el Bonaparte–. No nos van a derivar a otros establecimientos, es todo una mentira de este gobierno. Con la salud no se juega, no es una mercancía, no se compra ni se vende”.

La protesta se extendió hasta alrededor de las 20, con la Policía de la Ciudad apostada allí cerca, y en el cierre se pusieron en pantalla a trabajadores del Bonaparte compartiendo sus reflexiones de lo que significa ofrecer un servicio de salud mental abierto a la comunidad.

Como parte del plan de lucha, que hace un par de semanas incluyó un abrazo multitudinario al hospital, los profesionales del Bonaparte anticipan nuevas medidas, entre ellas un paro general de la salud a nivel nacional si los trabajadores despedidos no son reincorporados en el sistema.

El hermano 139

El hermano 139

Ramón Inama tiene 53 años, habla despacio y luce tranquilo aunque confiesa que hace días que no puede dormir.  Es hijo de Daniel Inama, militante del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), desaparecido en noviembre de 1977 en un operativo realizado en Barrio Norte, CABA. Al momento de su desaparición, Daniel esperaba un hijo con Noemí Macedo, a quien conoció militando en el PCML. Macedo fue secuestrada en noviembre de 1977 al igual que Inama, mientras cursaba su sexto o séptimo mes de embarazo. Él tenía 25 años y ella 22. El pasado lunes, Ramón recibió la noticia de que la hija de Noemí y Daniel, su hermana, había sido encontrada por Abuelas de Plaza de Mayo, siendo la nieta 139 en restituir su identidad. 

“Lo primero en lo que pensé cuando recibí la noticia fue en ellos dos”, confiesa, “viste que cuando aparece un nieto o una nieta, lo primero en que se focaliza es en él o ella, porque  es una persona que vive y que es super movilizante lo que le pasa y se está a la expectativa, pero bueno esa persona no creció de un repollo sino que viene de una pareja que ya no está, que la quiso, la deseó”, reflexiona Inama.

¿Cuándo tomaste conciencia de que eras hijo de un desaparecido?

Desde siempre, yo tenía seis años cuando secuestraron a mi papá. Incluso estuve con ellos una semana antes de su secuestro.  Ellos vivían en Mar del Plata, mi viejo escapando de la persecución que se sufría acá, él estaba casi clandestino. Allá conoce a Noemí. Como hijo de padres separados fui la última semana de octubre a pasar mi cumpleaños con él y estuve unos días. Ya no tengo el registro, son más que nada flashes de memoria, de estar dando vueltas con él en el auto, pero yo estoy convencido de que estuve con Noemí también, no pude no haber estado. 

Ramón trabaja en la subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires como editor de MeVeJu (Memoria, Verdad y Justicia), una editorial que funciona dentro del área de prensa. Su padre fue secuestrado cuando él tenía seis años, y además del bebé que esperaba con Noemí, tenía otra hija con otra compañera. Tanto Ramón como su hermana Paula, siempre supieron del embarazo de Macedo. 

Al preguntarle cómo está desde que se enteró la noticia, Inama contesta: “Todavía no caigo, o sea sí caigo porque siempre, francamente siempre la buscamos y supimos de su existencia”. 

¿Vos te enterás de que había una investigación en curso al momento en que se identifica a tu hermana o sabías previamente? 

No, no sabía nada. A mí me sorprendió completamente. Nosotros pensábamos que por la edad de las Abuelas y por la coyuntura, la forma en la que se llegaba hoy a encontrarse con nietos o nietas era más que nada a través de la presentación espontánea o alguna denuncia anónima, pero no. En nuestro caso vino Manuel Gonçalves Granada el lunes pasado, a contarme la novedad y me dijo que era una línea de investigación de CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad).

“Todavía no caigo, o sea sí caigo porque siempre, francamente siempre la buscamos y supimos de su existencia”.

¿Y cómo se llega a esa línea?

Ellos investigan a partir de una serie de irregularidades que encuentran, ya sea en las partidas de nacimiento o en documentación, que hace que se generen dudas sobre la identidad real de ciertas personas. A partir de lo que encuentran,  ellos como organismo oficial se comunican con vos, para informarte que encontraron determinada documentación y te invitan a que vayas a sus oficinas a verlos, a charlar con ellos y que vos des una muestra de sangre y aceptes la comparación. Y bueno eso hicieron con mi hermana, la llamaron y ella como buena ciudadana fue, pensando hasta ese momento que ella era hija de quienes creía que eran sus padres, un poco dubitativa al principio pero bueno,  aparentemente la información que tenían desde CONADI era bastante contundente así que ella aceptó dar su muestra. Entonces bueno, fue todo de golpe. Yo no sabía y Manu me contó que mi hermana fue a dar la muestra el 1 de noviembre del año pasado. Como se estaba siguiendo una pista sospechosa pero no específica, el ADN se comparó con todas las muestras que hay en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), hasta que se encontró que era hija de Noemí y Daniel. 

¿Cómo es el proceso mediante el cual se informa el resultado?

El protocolo de Abuelas es que a la primera persona a la que se le avisa cuando hay un resultado de compatibilidad es al nieto o nieta que fue a buscar su identidad. Inmediatamente después, el BNDG le hace entrega formal de un informe donde está el resultado del ADN que también contiene entrevistas que se hicieron alguna vez a familiares, tiene fotos, tiene más cosas como para que vos te lleves un mapa de la familia que estás encontrando. Después de informarla a ella, se informa a la familia que la busca. En el caso de mi hermana ella estaba de vacaciones y no pudo estar presente, así que se lo informaron por videollamada, después hablaron conmigo y después fuimos a hablar con mi otra hermana. Ella aceptó que nos contaran que es madre, que tiene un hijo de 18 años y una hija de 7 y les pasó una foto para que nos muestren. Aún no pudimos hablar con ella, pero cada uno sabe del otro.

Aún no hablaron pero está la posibilidad de que te lea, te escuche en las notas que das. ¿Qué le decís? ¿Qué mensaje le querés hacer llegar?

Primero que nada trato todo el tiempo de pensar mucho lo que digo, entendiendo que su lugar es distinto al mío. Tanto yo como mi hermana siempre supimos de su existencia  y ella no, partimos de dos realidades distintas. Yo militando en H.I.J.O.S La Plata en el año 2006-2007 me puse a trabajar de lleno en la Comisión de Hermanos. En ese momento teníamos entre veintipico y treinta años y nos parecía que teníamos más llegada generacionalmente a los pibes y pibas que buscaban su identidad. De alguna manera fue así, pero bueno también nos encontramos con muchas puertas cerradas, dudas, en ese momento ellos y ellas por ahí vivían con sus apropiadores o tenían una relación de dependencia que hacía más difícil acercarse, que te escuchen, que se dé lugar a un diálogo en que se abran las dudas como para pensar realmente si sos un caso o no.  En cambio ahora mi hermana vive sola. Y yo tengo esperanzas de que ese tiempo transcurrido, si bien debe ser super shockeante porque ella ya tiene una vida armada, le da ese espacio individual y personal para poder transitar esto como pueda, como le salga. 

Yo tenía 18 y vivía con mi mamá,  en el barrio era re común ver a una madre soltera con un hijo porque el padre se borró. La sociedad tapaba de esa manera la historia y los vecinos conocían, sabían que mi viejo no se había ido de vacaciones, pero era más fácil explicarlo así, la figura del desaparecido no estaba presente todavía

¿Sabés si se van a encontrar? 

Ahora en teoría ella vuelve de las vacaciones y ahí Abuelas le ofrece la posibilidad de contacto, de ser intermediarias, que nos encontremos ahí y después hay miles de posibilidades, no hay ninguna fórmula ni receta. Sé que esto va a ser una implosión en su familia seguramente y  eso hay que saberlo acompañar. Nosotros no sabemos cuánto contó, cuánto sabe su familia. Sus apropiadores pueden llegar a saber que ella llegó por ese lado, por apropiación, pero por ahí no saben la identidad de sus padres biológicos.  Entonces bueno, esas respuestas las tendrán que dar ellos. Yo apelo a que su posibilidad de pensarlo sola la haga procesarlo de otra manera. Siempre esto genera problemas por la preocupación de qué puede pasar legalmente con los apropiadores, que bueno es un lugar común que se repite en la mayoría de los casos. Eso puede hacer que se acerquen y después se alejen. Pero nada, yo espero tranquilo. Porque no sirve de nada apurarse. Hemos tenido casos de compañeras  y compañeros que medio impulsivamente han acelerado cosas y no nos ha ido bien así.

¿Cómo es crecer con preguntas sobre tu historia, la de tu padre y tu hermana? ¿Cómo se forja la propia identidad desde la incertidumbre? 

Se construye siempre como un rompecabezas, siempre incompleta, como que en algún punto te constituye esa incerteza. Yo tenía 18 y vivía con mi mamá,  en el barrio era re común ver a una madre soltera con un hijo porque el padre se borró. La sociedad tapaba de esa manera la historia y los vecinos conocían, sabían que mi viejo no se había ido de vacaciones, pero era más fácil explicarlo así, la figura del desaparecido no estaba presente todavía. Después cuando aparece H.I.J.O.S se revaloriza eso y lo que antes era un karma empieza a ser resignificado. Aparece también la militancia, pero la militancia es una parte de la vida, no toda. Aparecen los amigos y bueno vas completando,  pero siempre de a partes. La historia de mi hermana es eso, una parte más, incompleta, del rompecabezas.

Ramón se crió con su mamá y sus abuelos paternos, en la misma casa donde se crió su padre. Su abuelo falleció en 2011 por problemas de salud, y su abuela Lucila Ahumada murió en 2013 a causa de la inundación que azotó a la ciudad de La Plata el 2 de abril de ese año. 

¿Qué recuerdos u objetos tenés de tu papá? 

Tenemos re pocas cosas, somos una familia que perdió muchas cosas, en la inundación también se perdieron un montón de cosas. Y nos quedan algunas fotos, yo en la mochila siempre llevo una libreta de él con notas, que se ve su letra. No tenemos ropa de él. Tenemos unas hojas de esa que se usa en colegio industrial, porque él iba a una técnica que no terminó, en la que se ve el trazo y se ve que era un pibe medio desprolijo, que no le gustaría la escuela, con letra fea. Que se yo, pero son cosas que humanizan, son pavadas que para quienes tienen un interés particular sobre él significan un montón, es como acercarse a él un poco.  Tengo una foto en la que se fue de mochilero y  en el reverso le escribe algo a mi mamá y bueno, eso es un pequeño rastro, una huella de él. Y así está formada la identidad, de a cachitos, de a pedacitos, nunca completa. 

Tenés muchos años de militancia y de búsqueda. ¿Cómo ponés en perspectiva esos años desde ser un joven que busca a su hermana hasta hoy en día un adulto que finalmente la encontró?

Este tipo de lucha es colectiva, por más que uno la impulse desde lo personal, siento que siempre está  esa mano invisible de las Abuelas.  En la búsqueda de familiares hay momentos de subida y de bajada de la intensidad que uno puede poner, y las abuelas es como que se mantienen en una línea siempre constante. Yo no pensaba que esto iba a pasar, no pensaba de ninguna manera. Entonces la perspectiva es esa, la importancia de que estas políticas las asumamos todos y todas, entonces cuando uno está más flojo el otro la sigue y se va armando un especie de lazo, de comunidad, una construcción colectiva. 

¿Qué te pasó el día de la conferencia donde se anuncia la restitución?

Mirá hay algo que me marcó mucho que fue el gesto simbólico de esa caminata cortita con Estela a cambiar el número, lo pienso y se me pone la piel de gallina porque me movilizó mucho. Es una pavada, es un gesto, pero vos ahí entendés todo porque está tan bien pensando simbólicamente que significa mucho. Sacas un número y pones otro, y eso significa el hallazgo de una persona más. Y bueno, ver a Estela ahí tan entera, con 94 años. Recuerdo que me decían “bueno Ramón, fijate, sostenela con el brazo”, y al final fue ella la que me llevó a mí, no yo a ella. 

¿Qué te genera la coyuntura actual en materia de políticas de Derechos Humanos?  

La memoria está en disputa permanente, y es algo que yo ideológicamente pienso como militante de organismos de derechos humanos. Por ahí hemos pensado que porque ciertas políticas se institucionalizaron, eso garantizaba una continuidad sin cuestionamientos. Para mí no había nada saldado, porque yo cuando crecí y me formé en la militancia estábamos en desventaja siempre. Después con los gobiernos de Nestor y Cristina eso cambió y fue un paso importantísimo y un salto hacia adelante porque hubo cosas que se institucionalizaron, por ejemplo  el perfeccionamiento y el equipamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos o la CONADI, que es fundamental. Por otro lado están los juicios, la continuidad de los juicios es algo que necesita del motor nuestro, porque después la justicia ya la conocemos, depende del juez que te toque, la coyuntura influye un montón en cuánto avanzan o no esas causas también. Ahora pasa que los discursos de odio, que siempre existieron,  tienen más escucha, más lugar. Y eso tiene una intención muy clara que es historizar para borrar la historia.  Así la única historia que tenemos es una que nadie recuerda, esa República floreciente de la que habla Milei. Entonces tenemos que conservar la historia, es fundamental que lo que pasó en  la última dictadura sea algo que el pueblo lo incorpore como propio, que sienta que los desaparecidos son de todos y todas, y que la deuda de justicia para con eso es una deuda que, cuando saldamos una parte, cada vez que hay un condenado, cada vez que aparece un nieto, eso hace que el país sea un poco más sano.  Son cosas que nos pasaron, que dejamos que pasen, que en un momento dado por imperio de la fuerza se haya establecido un plan para desaparecer personas, matarlas y sacarle a sus hijos, es aberrante. Si uno lo pone ahora como hecho concreto en un canal de noticias amarillista, cualquiera diría que es algo aberrante, pero sin embargo hay como una mirada asociada a la dictadura que es como “bueno no se sabe bien que paso”.

¿Qué pensas del futuro? ¿Hacia dónde orientar la lucha?

Yo creo que tenemos que ponernos a pensar para pasar al frente nosotros, poner en agenda lo que nos parece importante más allá de la agenda que quiere marcar el gobierno. En particular en relación a la Memoria,  creo que tiene que ver con la posibilidad de que esas luchas, de que esas heridas de la dictadura, del genocidio y lo que signficó eso materialmente, sea algo que podamos hacer de la historia propia todos y todas, que exceda la cuestión biologica, de parentesco lineal.  Ahora parece que está otra vez en tela de juicio el tema de la participación política como si fuera algo denostado, eso pasó en los años 90. Pero en esa época igualmente tenía un valor social muy fuerte y era algo bastante indiscutible que la militancia política por los derechos humanos tenía que ver con un compromiso personal, con algo en lo que creías, no estaba ese tema de los curros que empezó Macri y que siguen sosteniendo ahora.  Entonces para mi,  a futuro lo que hay que lograr es eso, que esto se impregne socialmente, que es lo que intentamos hacer siempre, pero hoy en particular veo el peligro de nuevas generaciones que no sepan que es un 24 de marzo, ni qué es un desaparecido y que entonces eso termine en una banalización. Creo que es un camino en que no hay que bajar los brazos, no hay que deprimirse, es un laburo de hormiga pero que hay que hacerlo. Es una disputa permanente que hay que mantenerla en la calle, generando lazos. 

 

En defensa del Virrey Cevallos

En defensa del Virrey Cevallos

Como lo habían decidido en el último abrazo, este sábado se realizó un festival en defensa de los trabajadores del ex CC Virrey Cevallos, y contra la política de cierre de los centros de la memoria. 

En las callecitas de Monserrat, Ciudad de Buenos Aires, el calor brotaba del pavimento y el silencio se hacía cada vez más profundo, típico de la hora de la siesta. Pero en esa quietud, la calle Virrey Cevallos al 600 estaba cortada y ocupada por un escenario, puestos de feria, paseantes, familias y artistas, todos presentes para apoyar a los trabajadores despedidos del ex Centro clandestino de esa misma cuadra. Había comenzado el festival contra su vaciamiento y lo que ardía no era el calor, sino la memoria.

Las rejas de las ventanas de los edificios fueron los soportes de las banderas que se acercaron a defender el Cevallos: centros de estudiantes del profesorado Joaquín B. González y la Facultad de Sociales UBA; asambleas barriales como la de Barracas y San Telmo; Jubiladxs Insurgentes, trabajadores del Hospital Bonaparte, hasta alguna que otra bandera de Palestina que se alzaba al grito de los 30 mil desaparecidos presentes -fiel al legado de Norita, donde todas las injusticias son una. 

Mientras tanto, las banderas LGBTIQ+ estaban a 20 cuadras de distancia, en el anfiteatro del Parque Lezama: tras el brutal discurso de Javier Milei en Davos contra la diversidad sexual, más de 5 mil autoconvocades se reunieron y definieron la Marcha Federal Antifascista para el próximo 1 de febrero. Un caldo de cultivo que no deja de hervir.

Para los invitados del festival Cevallos hay que recuperar debates que no entran en los caracteres contados de X (antes Twitter) o las descripciones acotadas de Instagram. Evelyn -militante de Nietes- contaba entre tererés cómo supo de la desaparición de su abuelo materno, Julio César Colaneri. Su familia contuvo la verdad hasta sus 16 años por el terror fundado en aquella madrugada del secuestro. Desde intentar encontrar su paradero hasta conocer qué escribía o qué música escuchaba, la curiosidad la llevó a reconstruir toda esa historia y a pelear por ella, cargando una foto de su abuelo en su pecho, todavía desaparecido, con la esperanza de que, algún día, alguien le diga: «Yo lo conocí».

Más adelante, frente al escenario, unos ojos vidriosos reflejaban las lucecitas de la noche al entonar La cigarra, de Maria Elena Walsh, a la par del guitarrista y de todo su público. El canto del festival parecía correr más allá de la cuadra, rebotando en los corazones de todo el barrio. Pero dentro de esa reverberancia, los poemitas susurrados parecían sonar más fuerte:

Que nada nos lastime,

que nada nos defina,

que nada nos sujete.

Que la libertad sea

nuestra propia sustancia.

Simone de Beauvoir

«¡Bienvenida a la verdad querida nieta!»

«¡Bienvenida a la verdad querida nieta!»

A pesar del desmantelamiento de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, las Abuelas de Plaza de Mayo lograron restituir la identidad de otra nieta apropiada. Es el caso resuelto número 139, hija de Daniel Inama y Noemí Macedo.

Las Abuelas de Plaza de Mayo dieron a conocer la restitución de la identidad de una nueva nieta. En la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos ex-Esma, Estela de Carlotto y Buscarita Roa, presidenta y vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, llevaron adelante la conferencia de prensa donde dieron a conocer los detalles sobre la búsqueda y la familia biológica. “Inexorablemente la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz“, afirmó Carlotto al comenzar, rodeada por Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo; Manuel Gonçalves Granada, nieto recuperado e integrante del directorio de Abuelas, y Ramón Inama, hermano de la nieta 139.

La nieta 139 es la hija de Noemí Macedo y Daniel Inama y nació en cautiverio entre enero y febrero de 1978. Daniel y Noemí, oriunda de Mar del Plata, militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y se conocieron en La Plata. Fueron secuestrados el 2 de noviembre de 1977 cuando Macedo, se estima, estaba embarazada de 6 o 7 meses. Ambos fueron vistos por sobrevivientes en el Centro Clandestino Club Atlético.  

Antes de su secuestro y desaparición, Daniel tuvo dos hijos, Ramón y Paula, quienes se criaron juntos gracias al buen vínculo entre sus madres y siempre supieron del embarazo de Noemí. Ellos llevaron adelante una búsqueda que se extendió durante años, hasta ahora.  “Mi viejo y Noemí se conocieron en Mar del Plata, militando en ese partido que era una organización política maoísta, muy pequeña, que fue diezmada” contó Inama. “Esa organización tiene muchísimos desaparecidos, militantes revolucionarios que dieron la vida por lo que creían. Noemí y Daniel son un ejemplo de eso, dos personas comprometidas con su realidad y con ganas de vida”, afirmó.

Noemí Macedo, la mamá de la nieta 139, fue secuestrada cuando cursaba el sexto o séptimo mes de embarazo.

 

Manuel Gonçalves Granada fue quien detalló el proceso de búsqueda que se llevó adelante para poder celebrar la restitución de la nieta 139.  “Abuelas de Plaza de Mayo recibió información anónima. Luego de la articulación con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) se continuó con el abordaje del caso. Desde la CONADI se requirió la información a las diferentes dependencias nacionales y provinciales, cuya respuesta en tiempo y forma fueron fundamentales para la resolución de esta búsqueda”, destacó Gonçalves Granada. “A partir de todo este exhaustivo trabajo se logró contactar a la posible nieta. En este marco la mujer fue convocada por la CONADI en noviembre de 2024. Ella accedió a asistir al Banco Nacional de Datos Genéticos para dejar su muestra de ADN y ayer el Banco confirmó que es hija de Noemí y Daniel” relató.  

Gonçalves Granada, nieto recuperado número 57, también remarcó la importancia y la motivación de tantos años de trabajo incansable por la verdad. “Al fin y al cabo, de eso se trata esta lucha, de reparar lo que el Terrorismo de Estado quiso destruir, nos impulsa el amor, la ternura, la certeza de que la verdad, aunque parezca dolorosa, puede sanar en parte las heridas y eso lo hemos comprobado en estos 139 casos” concluyó. 

En el mismo sentido se expresó Inama. “En La Plata buscamos a esta hermana muchísimo y pensamos que habíamos agotado todas las instancias, que era un caso cerrado, pero las Abuelas nos demuestran 139 veces que nunca es la última esperanza”. En una intervención cargada de emotividad, donde recordó los largos años de búsqueda,  preguntándose cómo sería su hermana o hermano, si tendría dudas sobre su identidad o si alguna vez, sin saberlo, se habrían cruzado,  Inama afirmó: “Esto es un acto de justicia, es una reparación, es una certeza que nunca más va a ser incertidumbre, hoy alguien más puede decir quién es, porque lo sabe”. 

«Noemí y Daniel (los padres desaparecidos de mi hermana) son un ejemplo de dos personas comprometidas con su realidad y con ganas de vida”, afirmó el hermano de la nieta restituida 139.

Buscarita Roa resaltó la urgencia que sienten las Abuelas, pero también la tarea y la lucha que se heredan. “Ustedes saben que los años pasan muy rápido, y estamos muy viejitas, quedamos poquitas, entonces estamos desesperadas porque los nietos vayan apareciendo lo antes posible. Igual, van a quedar todos ustedes con el compromiso de seguir adelante buscando los nietos que nos faltan”. 

 

A pesar del vaciamiento, siguen los hallazgos

Es ineludible enmarcar la restitución de esta nueva nieta en el contexto de desmantelamiento y desguace de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia por parte del gobierno nacional, con su posición negacionista y apologética de la dictadura. A pocos días de terminar el año, cientos de trabajadores de la secretaría de Derechos Humanos fueron informados que no iban a renovar su contrato a partir del 1 de enero, y lo mismo sucedió con las y los trabajadores del Centro Cultural Harlodo Conti, quienes se enteraron el 31 de diciembre a través de Whatsapp del cierre del espacio. 

“Nada hubiéramos podido lograr solas, esta es una lucha colectiva, la continuidad de las políticas de estado es fundamental para terminar con los delitos de lesa humanidad” afirmó Carlotto. Y resaltó que “por eso es central el papel de las instituciones como la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, sus políticas deben seguir siendo sostenidas por el gobierno con la totalidad de sus trabajadores y trabajadoras, y mantener sus instrumentos para poder continuar con el proceso Memoria Verdad y Justicia”. En ese momento, las palabras de la presidenta de Abuelas fueron interrumpidas por un extenso aplauso de quienes se encontraban presentes. “Todo esto ha sido fruto del diálogo entre el Estado y la sociedad civil, un verdadero consenso democrático para que los derechos de todos y todas y de las futuras generaciones estén garantizados. ¡Bienvenida a la verdad querida nieta!” concluyó. 

“Inexorablemente la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz“, dijo Carlotto.

Taty Almeida también se expresó sobre el tema. “Le pregunto a la señora Villarruel y a sus amigos los genocidas ¿va a negar que las Abuelas y todas y todos hemos encontrado una nieta? ¿Cómo se van a atrever los negacionistas a negar esto que es evidente?”, se preguntó. “Sepan que se va a seguir buscando y van a seguir apareciendo nietos”, desafió la Madre de Plaza de Mayo.

La jornada concluyó en el hall de la Casa por la Identidad, donde entre aplausos, cantos y vitoreos las Abuelas, junto con Inama, cambiaron el 8 por el 9 en la cartelera de la entrada, que ahora dice: “Gracias a esa lucha son ya 139 los nietos que recuperaron su verdadera identidad”. Al salir por la calle arbolada que separa la Casa por la Identidad de la salida del predio se escucharon risas, charlas animadas, aplausos. Los presentes coincidieron en cuán necesarias resultan esas noticias, se abrazaron, y así pusieron en evidencia el poder de la lucha de Abuelas, que en tiempos como los que corren, siguen dando buenas noticias.

Un abrazo por la memoria

Un abrazo por la memoria

Los trabajadores del sitio de la memoria ex-Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio Virrey Cevallos convocaron a una asamblea pública este lunes 13 contra los despidos de todos sus trabajadores, ordenados por el secretario de Derechos Humanos Alberto Baños.

—Empecemos a sentarnos en el piso así entramos todos- dispuso una mujer para organizar el poco espacio que quedaba en un garage del barrio de Monserrat. La gente ya había ocupado la bicisenda que pasaba frente al ingreso, cortando el paso de ciclistas furiosos que echaban puteadas a toda velocidad. Quizás no conseguían leer lo que decían los carteles de estos “desubicados”, o no llegaban a escuchar lo que los “imbéciles» que no estaban sobre la vereda, como corresponde, decían por el micrófono. Quizás no se percataban, al igual que los vecinos del barrio en su momento, que detrás de ese garage, sobre la calle Virrey Cevallos, funcionó un centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la dictadura cívico-militar. «En esa época, mi viejo tenía el local a la vuelta. Nunca supo lo que pasaba ahí dentro hasta que se recuperó como espacio para la memoria», contaba Franco, dueño de la cancha de padel frente al centro.

El Virrey Cevallos convocó a una asamblea abierta por su situación crítica: todos sus trabajadores fueron despedidos por la Secretaría de Derechos Humanos y la tajante directiva del «No hay plata». Para quienes sostienen el funcionamiento del centro desde hace veinte años, no es casualidad el brusco ataque al espacio de memoria más pequeño de los siete -más el museo ex-Esma- que hay en la Ciudad de Buenos Aires. Un eslabón fácil, pensaban, sin considerar la comunidad que florece cada vez más rápido para defender a la Memoria, Verdad y Justicia. 

Frente a las muestras de apoyo de los distintos sindicatos, agrupaciones y autoconvocados, también hay organización. El Virrey Cevallos convoca a un festival junto a los demás espacios para el próximo 25 de enero en su mismo centro: «Allá está nuestra compañera para anotar a todos y todas que tengan algo para ofrecer y participar; puede ser un espectáculo, algo para vender, lo que sea. También les recordamos que si trabajan o conocen a dirigentes políticos, o sindicales, o agrupaciones que les parezca importante que conozcan el centro, los invitamos a enviarnos un mensaje para organizar visitas guiadas. Habitar estos espacios es lo que los mantiene vivos», dijo Malena, una de las trabajadoras despedidas. El próximo sábado 18 de enero habrá una visita guiada para quien quiera acercarse.

“No vino tanta gente como esperaba”, expresó un vecino del barrio, algo desencantado. Las 10 mil personas que asistieron al pasado festival contra el cierre del Haroldo Conti dejó la vara alta y esperanzada. Sin embargo, en la cuadra del Virrey Cevallos no dejaban de aparecer abrazos espontáneos, sentidos, con camaradería. 

—¡Qué hacés, Rolo! -gritó un hombre emocionado al encontrarse con su compañero de marchas. También estaba Araceli, la mujer mayor que vende sus llaveros en todas las convocatorias: «Esta es mi fuente de ingreso, con la jubilación no me alcanza. A veces no puedo estar en todas, pero intento participar y colaborar siempre. Hace poco le llevé llaveros de pañuelos blancos a las Abuelas para que pudieran recaudar algo más con ellos», dijo mientras señalaba la mercadería que produce junto a su nieta.

Quizás, el vecino de más arriba no se encontró con el mismo escenario populoso de la ex-Esma; pero en esa oscura casa del barrio de Monserrat, el amor y el apoyo de la comunidad se contagiaban en la lucha por mantener viva una causa todavía sin concluir. 

«Nosotros nos estamos yendo de a poco, pero hay que seguir estando», le dijo un señor con boina y bastón a un joven compenetrado con las palabras del adulto. Lo marcaron, porque al poco tiempo no aguantó decirle a sus dos compañeros: «Me parece importante que vengamos el sábado que viene. Tenemos que ser más la próxima vez».