«La UBA me hizo médico y Larreta, piquetero»

«La UBA me hizo médico y Larreta, piquetero»

Residentes, concurrentes, médicos de planta, enfermeros y administrativos de los hospitales públicos porteños reclaman por mejoras salariales y condiciones dignas de trabajo. Los concurrentes trabajan a la par que residentes, pero lo hacen sin percibir salario y sin seguro laboral.

Tras ocho semanas de innumerables reclamos y paro en los servicios de salud pública de la Ciudad de Buenos Aires, la precaria situación de los residentes y concurrentes continúa. En el paro del pasado 8 de noviembre, confluyeron además las demandas de médicos de planta, enfermeros, administrativos. En resumen: participó toda la comunidad hospitalaria.

Macarena Machado es concurrente de Psicología del hospital Penna. Entrevistada por ANCCOM, sostuvo que el paro se debe a que el gobierno de la Ciudad no da respuestas: «Ni Horacio Rodríguez Larreta ni Fernán Quirós ni el Ministerio de Salud porteño contestan. El trabajo de los concurrentes no está reconocido, no solo de manera económica, sino que ni siquiera nos reconocen como trabajadores de la salud pública”, asegura.

Otra de las problemáticas por las que los concurrentes reclaman es que, a pesar de que rinden el mismo examen que los residentes, que hacen las mismas rotaciones y que tienen las mismas responsabilidades, no perciben un salario. “No tenemos ni viáticos, ni ART. Por eso también estamos parando”, continúa Macarena.

Gisel es médica concurrente de quinto  año del Servicio de Neurología del hospital Durand. Dice que “trabaja cuatro días por semana sin cobrar un peso”. Al respecto, asegura que hace “todo tipo de procedimiento a la par que los residentes», y añade una larga lista de tareas no reconocidas: «A la vez, superviso a los concurrentes y residentes de años anteriores, hago historias clínicas, las firmo y estoy expuesta a muchísimas enfermedades en sala: trabajé en plena pandemia en la parte de clínica médica sin ningún tipo de cobertura ni ART, obligada además a concurrir bajo amenazas (en el hospital Álvarez en su momento). Esto que pedimos es para que se nos considere como trabajadores, que se nos pague por lo que estamos haciendo, que nos den ART y obra social como a cualquier trabajador”.

Alejandro Ierimonti es presidente de la Asociación de Médicos Municipales, desde ese rol gremial explica que “la falta de inversiones es palpable. Comenzando con el pobre reconocimiento al personal de salud, que lleva a que cada vez más el hospital público no sea la primera opción de trabajo. No se estimula la capacitación y/o la investigación. Solo se mira la agenda de turnos, la estadística”.

 

La lucha y los reclamos continúan. Las últimas semanas se sumaron los hospitales Garrahan y Posadas. Norma Lezana, secretaria General de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT), señaló: «El actual plan de lucha de la APyT comenzó el 25 de agosto pasado con un abrazo al Hospital Garrahan en su 35° aniversario, y luego dos jornadas de paro: los días 29 de septiembre y 19 de octubre pasados. En esas oportunidades, con marchas al Ministerio de Salud de la Nación y al Ministerio de Economía de la Nación, respectivamente, para reclamar al Gobierno nacional un 80 por ciento de recomposición salarial por la pérdida desde 2017 más el ajuste por inflación de este año, que llegará aproximadamente al 100 por ciento», detalla.

A lo largo de estas semanas, distintas pancartas se leyeron en el centro porteño: “La UBA me hizo médica, Larreta piquetera”, “Residentes y concurrentes en lucha”, “Recomposición salarial ya”, “Estudié 8 años para ser pobre”, “Atiendo a tu hijx por 300 pesos la hora”, entre otras.

Mario Mateo es bioquímico, médico de planta del Hospital Muñiz y subraya: “Fui residente, conozco bien la problemática. Ganan 120 mil pesos por mes. ¿Te parece que es un sueldo para gente que ha estudiado toda su vida? Es la precarización absoluta. Además de eso, los hospitales cada vez están peor, sin infraestructura, sin insumo ¿Es más importante arreglar una vereda o mantener la salud de la gente? Hay muchas personas que no tienen recursos, que vienen al hospital público. El día que no exista más, ¿qué van a hacer? Esa es la problemática. El plan es luchar y luchar, son años de estudio, de vocación, para que después no puedas ganar un sueldo que ni siquiera llegue a la canasta básica”, dijo en diálogo con ANCCOM.

La mayoría de los profesionales que atiende en hospitales públicos son residentes y concurrentes: “no estamos atendiendo para que el impacto sea mayor y que toda la población que se atiende en el  hospital público vea lo que está pasando”, concluyó Macarena Machado.

Ni yankees ni marxistas, humoristas

Ni yankees ni marxistas, humoristas

La revista Satiricón cumple 50 años y fue homenajeada en la Biblioteca Nacional. A principios de los setenta, marcó una revolución en el periodismo por su desfachatada irreverencia. Sexo y política en medio de la violencia y la censura.

Este 9 de noviembre la revista Satiricón cumple 50 años. La semana pasada, en el Centro de la Historieta y Humor Gráfico Argentinos de la Biblioteca Nacional, sus protagonistas celebraron la publicación que rompió el molde de lo políticamente correcto.

Este  homenaje a Satiricón sintetiza también un cambio de época en la manera de producir humor gráfico y hacer periodismo. Del encuentro moderado por Juan Sasturain, director de la Biblioteca Nacional, participaron Carlos Ulanovsky, Tomás Sanz y Oskar Blotta. Entre el público, asomaban Mario Mactas y Carlos Blotta, entre otros colaboradores. 

La idea de comenzar una revista surgió durante un almuerzo: corría el año 1972 cuando, motivados por el deseo de dibujar, Oskar Blotta y Andrés Cascioli, que trabajaban juntos en la agencia de publicidad de Carlos Blotta, le propusieron iniciar el proyecto. “Nos entrevistamos con él, le comentamos la idea y Carlos obviamente se sorprendió, nos dijo que la idea era un peligro pero le encantó”, explicó Oskar. “Parte del secreto  de Satiricón fue ser concebida en una agencia de publicidad”, continuó. Sus técnicas eran completamente distintas a las del periodismo de entonces, “sobre todo en el diseño”.

Una vez que el proyecto estuvo más consolidado, se lo presentaron a Dante Quinterno, creador de Patoruzú. No lo apoyó. “Estos chicos no saben lo que es sugerir, creen que todo tiene que estar explícito en el humor. Chicas desnudas y temas políticos son para países más maduros. El poder político no lo va a tolerar y la gente se va a escandalizar”, sentenció.

Aún teniendo en cuenta las adversidades, la revista de tirada mensual se publicó por primera vez el 9 de noviembre de 1972, a un precio de 4 pesos, en medio de la conmoción por el regreso de Juan Domingo Perón a nuestro país. “Salió sin número cero. Se trabajó sin red, sin el respaldo del señor un millón de dólares, solo guiados por la intuición de Carlos Blotta”. explicó Ulanovsky en diálogo con ANCCOM.

Ubicada en Viamonte 759, Oskar Blotta, Andrés Cascioli, Tomás Sanz, Carlos Ulanovsky, Mario Mactas, Landrú, Alicia Gallotti (que saltó a la fama con entrevista al popular boxieador Ringo Bonavena a quien desnudó metafórica y literalmente), Viviana Gómez Thorpe, Jorge Guinzburg y Carlos Abrevaya, entre otros colaboradores, escribían e ilustraban secciones como “El último es cola de perro”, “Estamos podridos de…” y “El Sátiro Virgen”, Satiricón hablaba de política, de sexo y se burlaba de todos con crueldad y sin piedad, incluso de sus lectores.

 La publicación fue definida por Ulanovsky como “una revista totalmente sincrónica con su tiempo que tuvo que ver con lo que ocurría alrededor”. El maestro de periodistas destacó además su relación con la libertad con la que se trataba cada tema y el corrimiento constante de los límites”. Para Ulanovsky esa fue la clave del éxito. La primera tirada contó con 33.000 ejemplares. En menos de un año, ya se imprimían más de 156.000 y en octubre de 1974 rondaba los 200.000. “No nos creíamos nada. Ese fue uno de los motivos de la repercusión de la revista. Los éxitos se alcanzan cuando uno menos los busca”, agregó. Con la publicación en su mejor momento, llegó la censura. La Ley 21.840, mejor conocida como “antisubversiva», penaba toda actividad que atentara contra la estabilidad del orden constitucional. La revista fue clausurada durante un año, mediante un decreto. En consecuencia, varios de sus integrantes partieron amenazados al exilio, entre ellos: Carlos Ulanovsky. “Siempre es una cosa muy desagradable que la censura te respire en la nuca pero creo que una de las grandes enseñanzas es que no hay que autocensurarse, en todo caso es mejor retirarse”, reflexionó.

Satiricón ya había sufrido censuras parciales: en diciembre de 1972, el segundo número fue declarado de exhibición limitada por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y en abril de 1973, el número 6 resultó retenido pero a partir de la vuelta de Perón a la Argentina, los integrantes de la revista comenzaron a recibir mensajes: “a él le gusta hacer muchos chistes pero no le gusta que que hagan chistes sobre él”. La cuestión se agravó con su fallecimiento, recordó Ulanovsky, ya que “empezó a operar la Triple A y eso fue todavía más difícil de sortear. Intentamos eludir el tema con una serie de números temáticos especiales, el humor negro, chancho, sexual, morboso”.

En diciembre de 1975, la revista publicó un nuevo ejemplar  pero el regreso fue breve. La primera etapa de Satiricón tuvo 22 números. El último salió en marzo de 1976, en la tapa se leía “El demonio nos gobierna». Precio de tapa: 8 pesos y fin de un primer ciclo marcado por las balas de metralla y la represión.  A pesar de su corta vida, la publicación fundo un tipo de periodismo que poco después derivaría en el quincenario Humor, el medio de comunicación que más haya resistido y erosionado a la dictadura militar que se instaló en 1976.

Sus ediciones se encuentran disponibles en el Archivo Histórico de Revistas Argentinas y en el Centro de Historieta y Humor Gráfico de la Biblioteca Nacional. Son piezas clave para entender un momento clave de nuestra memoria cultural y política.

Comenzó el juicio contra el tío de Victoria Donda por su apropiación

Comenzó el juicio contra el tío de Victoria Donda por su apropiación

El exoficial de la Armada Adolfo Donda Tigel es acusado de facilitar la sustracción y ocultamiento de identidad de su sobrina, nacida en la ESMA.

La vida de Victoria Donda dio un giro radical cuando en 2004, tras conocerse los resultados de la prueba a la que se había sometido en el Banco Nacional de Datos Genéticos, determinó que su familia biológica no era la que la había criado, y que su apropiador perteneció a las Fuerzas Armadas durante la última dictadura militar. Un capítulo más de esta historia comenzó el lunes en Comodoro Py cuando el Tribunal Oral Federal (TOF) N° 6 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires abrió el juicio contra el exmarino Adolfo Miguel Donda Tigel. 

El tío de la hoy titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) es imputado por su participación en la apropiación de Victoria y por la desaparición de su hermano José María Laureano Donda, arrojándolo en los denominados “vuelos de la muerte” al Río de la Plata. Durante el juicio se buscará probar si Donda Tigel tenía vinculación militar con el prefecto Juan Antonio Azic, condenado por este hecho en 2012 a catorce años y medio de prisión (la cumple de manera domiciliaria por una cuestión de salud).

En esta primera jornada, el TOF 6 —integrado por Ricardo Basílico, como presidente, María Gabriela López Iñiguez y Daniel Horacio Obligado— leyó los hechos descriptos por parte de integrantes del Ministerio Publico Fiscal, representado por la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado; y también las acusaciones de la querella que asesora a Victoria. 

El fiscal general Pablo Parenti destacó, durante el requerimiento de elevación a juicio oral, que la responsabilidad de Donda Tigel en los hechos se inscribe dentro de un plan “urdido, de manera sistemática, para el robo de bebés” durante el régimen dictatorial. 

Su alocución fue seguida con detenimiento por Victoria Donda y su equipo legal de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, mientras que Adolfo Donda Tigel presenció la sesión de forma virtual desde la Unidad Nº 31 del ServicioPenitenciario. El acusado ya ha sido condenado dos veces a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad en las causas ESMA II y ESMA Unificada. Sin embargo, la Cámara Federal de Casación Penal le otorgó el beneficio de salidas transitorias. 

Victoria, visiblemente afectada durante esta primera audiencia, no brindó declaraciones en su salida de los tribunales. Unos días antes había señalado a la prensa que este juicio se trataba de una “deuda” con su padre y su madre, y calcula que en febrero o marzo del próximo año le tocará su declaración.   

 

La familia

María Hilda Pérez —embarazada de cinco meses— fue secuestrada en marzo de 1977 por un comando de tareas que respondía a la Fuerza Aérea. Lo mismo ocurrió con su marido José María Laureano Donda —hermano del acusado Donda Tigel— en mayo de ese año. Ambos eran militantes de la agrupación Montoneros y fueron vistos, de acuerdo a declaraciones de testigos, en la Comisaría Nº3 de Castelar. 

De acuerdo a lo indicado por Parenti, entre el 10 y el 15 de mayo de ese año, la mujer fue trasladada a la ESMA y en agosto dio a luz a quien sería su hija Victoria Donda Pérez. El parto fue asistido por el médico de la Armada, Jorge Luis Magnacco, quien fuera detenido en otras causas por el delito de apropiación de bebés en el año 2000 y condenado en 2005 a diez años de cárcel por prestar asistencia a un parto, con conocimiento de la sustracción de un bebe recién nacido. 

Aproximadamente quince días después del nacimiento de Victoria en la pieza de embarazadas de la ESMA, conocida en el ámbito castrense como “Maternidad Sardá” o “la Sárda por Izquierda”, María Hilda fue llevada hacia otro lugar y se desconoce su paradero desde entonces. Unas horas luego de este hecho, la beba fue inscripta con los nombres y apellido de su apropiador. En esa nueva partida —firmada por el médico Horacio Pessino— figuró como hija de Azic y de su esposa, Noemí Esther Abrego. 

Parenti expresó que hubo un vínculo de connivencia entre Azic y Donda Tigel, que en esos meses aún no formaba parte del plantel estable en la ESMA. Una vez que se sumó al Grupo de Tareas 3.32 de la Escuela de Mecánica, el exmarino actuó conjuntamente con otros miembros de la Armada en secuestros, en la aplicación de tormentos y en la sustracción de bienes de personas ilegítimamente privadas de su libertad. 

“Testigos indicaron que el imputado estuvo en el cuarto de embarazadas y le dijo a María Hilda que la niña sería entregada a la familia. Esa circunstancia junto a otros indicios obrantes en la causa, permiten afirmar que participó de la sustracción de la menor», señaló el fiscal.

El 8 de octubre de 2004, casi 37 años después de su sustracción, Victoria pudo confirmar que era hija de María Hilda y José. En los próximos meses, la justicia escribirá otra página que, sin dudas, sentará otro paso para las causas de lesa humanidad en nuestro país. 

«Llegó la hora de la mujer»

«Llegó la hora de la mujer»

Se presentó «Toda la vida luchando por el tiempo», el cuarto cuadernillo de consulta y formación de las Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores. La reducción de la jornada laboral en el centro del debate.

Las Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores presentaron el cuarto cuadernillo Toda la vida luchando por el tiempo, un material que apunta a ser de formación y consulta para las y los trabajadores y traza en la historia de las luchas obreras para la conquista de derechos.

Principalmente, el hincapié está puesto en la jornada laboral de las mujeres y explica que, desde donde les toque trabajar, se genera el efecto de la doble presencia y la doble ausencia al tener que cumplir con los horarios laborales y las tareas de cuidado. También pone en eje el debate sobre la reducción de la jornada laboral que, en otras partes del mundo y en algunas empresas nacionales, ya se lleva a adelante y que puede dar resultados positivos no solo en la productividad, sino también en la calidad de vida de las y los trabajadores. 

Hicieron uso de la palabra cinco referentas de Mujeres Sindicalistas: Vanesa Siley, Claudia Lazzaro, Soledad Alonso, Claudia Ormachea y María Rosa Martínez. De igual manera, participó de la mesa Hugo Yasky y por último el Ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, Walter Correa. 

Abrió las exposiciones Vanesa Siley, diputada nacional del Frente de Todos y secretaria general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales de la República Argentina (SITRAJU): “Me da orgullo ser una mujer sindicalista”, y agregó, en torno a los cuadernillos, que “detrás de cada producción colectiva, de cada una de nuestras banderas, hay mucha militancia y trabajo colectivo. Como todas las buenas cosas”. Además, desarrolló: “El sindicalismo muchas veces es criticado, vapuleado o maltratado por los centros de poder, no deja ver o entrever todo lo que saben o todo lo que pueden aportar para la mejora de la condición de vida en su conjunto. Los trabajadores y trabajadoras no sólo desarrollan poniendo su esfuerzo mental y físico, sino también pueden hacer la mejora a esa tarea, a esa labor y de esta manera hacer mejor el ámbito pleno donde la desarrollan”.

Siley destacó por qué esta producción habla del tiempo: “Vamos a hablar de la reducción de la jornada laboral. Es una de las metas. Acá los compañeros y compañeras hemos presentado proyectos a tales fines, pero no se trata de modificar un artículo en una ley. La reducción de la jornada laboral, no viene de ahora, no es una bandera nueva. Es una lucha histórica de la clase trabajadora argentina

La encargada del Área de Género y Derechos humanos en el Sindicato de Curtidores y Directora de Políticas de Equidad, Formación Laboral y Cuidados, del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Claudia Lazzaro, continuó la exposición: “A muchos les estuvimos aclarando la cabeza con cómo son los cuidados, cuáles son las brechas, dónde estamos participando las mujeres. Este cuadernillo es el más peronista de los cuatro. No solo por la letra, sino por la concepción. Si bien el eje son las personas, es recuperar la humanidad. Queda claro que las personas humanas importamos y somos las que hacemos la riqueza de muchos”. Y añadió que “en función de ello, hay que valorar el contenido, pero pone en manifiesto que cuando uno empieza a verse no lo hace como un sujeto individual, sino como sujeto colectivo. Entonces, cuando hablamos de la reducción de la jornada laboral vemos que nos puede impactar a nosotras como mujeres trabajadoras, pero también entendemos que puede impactar a nuestra patria en concepto de volver a tener la rueda productiva activa”. 

María Rosa Martínez, diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires, recitó una frase de Eva Perón: “Cuando pensé en el tiempo pensé en aquella frase Eva que decía ‘ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración de la política de los destinos de su país’. Es la hora”. Y continuó: “Todavía las mujeres estamos en desventaja. Hablar de reducción de jornada laboral también tiene que ver con eso: con la posibilidad de que, al haber una jornada reducida, tenemos más tiempo para aquellas cosas de las cuales nos ocupamos en el medio de la vorágine”. 

Respecto de la reducción de la jornada laboral explicó que “es importante que haya una reforma laboral progresiva, para los trabajadores y trabajadoras en el sentido de avance de derechos. Es importante que se debatan estas cosas”. Martínez concluyó: “Muchas veces a nosotras se nos dice que hay que esperar. En la discusión de IVE el argumento mayor era que no era el momento. Tampoco fue el momento para el voto de las mujeres, para ser candidatas. Evita lo dijo hace 70 años. Ha llegado la hora”.

Acto seguido, Soledad Alonso, legisladora provincial de Buenos Aires, quien se desempeñó como Secretaria de Prensa del Sindicato de Trabajadores del Anses (SECASFPI), en línea con Martínez, señaló: “Las mujeres tenemos otro tipo de obligaciones que tienen los hombres. Las mujeres venimos luchando toda la vida y que hoy sean las mujeres sindicalistas las que están planteando la reducción de la jornada laboral, que sea nuestra bandera y que no nos la quiera sacar la derecha y venir con el tema de la flexibilización laboral”. A continuación, reflexionó: “Si no logramos vencer el sistema patriarcal, sino logramos vencer esta situación cultural que nos hace a que seamos las mujeres las que seguimos manteniendo las tareas de cuidado, por más que trabajemos 6 horas, todo lo demás va a estar sobre nuestra espalda”.

Luego, fue el turno de Hugo Yasky, diputado nacional: “Hay un fuerte retroceso producto de un capitalismo que ha entrado en crisis a nivel global producto de sectores de poder que han construido un discurso que trata de posicionar nuevamente el pensamiento patriarcal, machista, de derecha, conservador, discriminatorio y racista. En este contexto, el protagonismo de las mujeres de nuestro país es realmente una lluvia en medio de la sequía. Tenemos que lograr que siga creciendo el protagonismo”, declaró.

La autora de este proyecto de Ley de Reducción de la Jornada Laboral y diputada nacional por el bloque del Frente de Todos, Claudia Omarchea, también opinó sobre el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Ellos atentaron contra la democracia en nuestro país y no solo eso, sino con la forma que queremos vivir y elegimos como proyecto de país. Es algo que no podemos dejar pasar. Cristina encarna esta posibilidad. No está sola. Somos capaces de defender el sistema que elegimos para vivir y que somos capaces como mujeres de convocarnos, de poner el cuerpo y de la defensa porque no la vamos a dejar sola”.  

En cuanto al proyecto de ley, Omarchea explicó que “como el de teletrabajo y el de cuidados, buscan ampliar derechos para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras, para que se pueda cumplir con lo que hace tantos años las mujeres venimos luchando. Hemos crecido muchísimo. Hemos ocupado espacios importantes. Pero queremos la mesa donde se toman decisiones en los sindicatos y en lo político. Recién ahí es donde nosotras podemos incluir la perspectiva de género, nuestra mirada, nuestra solidaridad, la forma horizontal de hacer política. Esa es una de las características de las mujeres que tenemos que resaltar, tenemos que recuperar y tenemos que reforzar”. 

El Ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires cerró el panel: “Está bueno que empecemos a discutir y debatir sobre la jornada de trabajo. Los argentinos y argentinas tenemos la jornada semanal más extensa. Por eso, cuando hablamos de la jornada, me parece bárbaro que sigamos peleando por el criterio de raciocinio, con respecto de cómo repartimos el tiempo de nuestras vidas, con nuestros hijos e hijas, nuestros compañeros y compañeras, y es una pelea que hay que darla. Este es uno”. 

“Estoy a favor de reducir la jornada de trabajo. Es un ejercicio que ya venimos haciendo. No es una novedad. Lo venimos haciendo nosotros que tenemos un concepto básico y elemental que es ser solidario. Tuve la suerte de ser testigo de la marea verde. Sentirme parte de esa marea verde. Pero tengo que ser sinceros con ustedes y conmigo mismo, esa marea verde no está, pero sí hay otra ola que pega a cada segundo, a cada minuto, y a cada instante. Son las olas de las mujeres que pelean para romper esa rosca permanentemente que son las compañeras sindicalistas que la pelean día a día”. 

Finalmente, Claudia Lázaro manifestó que “las mujeres sindicalistas vinimos a marcar la huella del movimiento obrero y en el movimiento obrero. Pero también la huella de nuestro país. Este es un momento histórico, este cuadernillo de formación sindical con el que se va a discutir en las universidades y escuelas, un material que es producto de los obreros y obreras”. Yesica Álvarez del Sindicato Único de Fleteros de la República Argentina (SIUNFLETRA) celebró el encuentro con un centenar de mujeres sindicalistas en el encuentro y remarcó la importancia del cuadernillo: “Es muy enriquecedor porque habla sobre los derechos de las mujeres y de la igualdad que tenemos hoy en día. Es fantástico que estemos hablando de ello en todos los ámbitos”, señaló a ANCCOM. Por último, Nahir Llanos del Equipo de Salud Laboral CGT Lanusense indicó que “como han nombrado a Eva ha llegado la hora de la mujer, no solo ha llegado la hora de la mujer, sino también del hombre de extracción sindical y llega a lugares de poder. A veces para discutir política, que se utiliza a favor de la mujer, es necesario que esté el hombre de por medio. Porque los trabajadores somos mujeres y hombres, necesitamos que los compañeros nos acompañen y los impulsen. Es una pata fundamental para impulsar cualquier ley que sea a favor de los trabajadores y trabajadoras”.

Una obra social en terapia intensiva

Una obra social en terapia intensiva

Prestaciones suspendidas, copagos encubiertos, un solo sanatorio para miles de familias, turnos a tres o cuatro meses, desmanejos financieros: la dramática realidad que viven los 280 mil afiliados de ObsBA, todos ellos empleados de la Ciudad.

La obra social de los empleados públicos de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra al borde de la quiebra. Las víctimas son sus 280 mil afiliados, cifra que incluye trabajadores activos y pasivos, la mayor parte, casi 120 mil, docentes y auxiliares.

Fundada hace 22 años, por la Ley N 472 de la Legislatura de CABA —como continuación del Instituto Municipal de Obra Social (IMOS)—, está establecido que sus principales acciones y decisiones pasan por un directorio cuyos miembros son designados por el Jefe de Gobierno porteño.

El directorio se compone de cinco representantes propuestos por el Ejecutivo de la Ciudad (vicepresidente y cuatro directores); cinco por el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la ciudad (SUTECBA), presidente y cuatro directores; y dos representantes profesionales (un docente y un médico municipal). ObsBA tiene un sanatorio central propio, el Julio Méndez, ubicado en el barrio de Caballito.

Agrupaciones como la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS), el Colectivo de Trabajadores y Afiliadxs en Defensa de ObsBA, y la Asociación de Profesionales del Sanatorio Julio Mendez (ASIPRO), denuncian desde hace años el vaciamiento de la obra social y el ajuste en sus prestaciones.

La integrante del Colectivo de Trabajadores y Afiliados, Ana Belinco, señala que el 90 por ciento de las prestaciones fueron suspendidas. “Hay compañeros que necesitan tratamientos oncológicos, de diálisis, algunos de ellos con discapacidad”, se queja. Además, afirma que los prestadores “cobran copagos a los afiliados, quienes ya aportan el 6 por ciento de su salario a ObsBA, a diferencia de la mayoría que retienen el 3 por ciento”.

ObsBA cubre a jubilados, de manera que los trabajadores activos sostienen a los pasivos. “Cuando un trabajador se jubila puede optar por la cobertura de PAMI u ObsBA, pero si elige PAMI, igual debe aportar a ObsBA”, explica Belinco.

El Colectivo de Trabajadores y Afiliadxs se movilizó el 6 y el 11 de octubre frente al Méndez para exigir un aumento salarial para sus empleados, la restitución de las prestaciones, y la apertura de los libros contables para que los afiliados puedan controlar la situación económica y financiera de la obra social.

El secretario adjunto de ADEMyS, Jorge Adaro, apunta al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta como principal responsable de la crisis financiera en la obra social, pero también a SUTECBA: “Desde el sindicato han llevado adelante la administración con un alto grado de connivencia con el Ejecutivo”, sostiene.

Según Adaro, la comisión revisora de cuentas jamás informó a los afiliados sobre la situación deficitaria: “Supongamos que efectivamente detecta problemas financieros, entonces no debería prestar su conformidad al aprobar los balances”, plantea. Por eso, desde las organizaciones en lucha, reclaman la creación de un dispositivo que permita la fiscalización de los afiliados.

El pasado 31 de octubre, Juan Carlos Cela renunció al cargo de presidente del directorio de ObsBA. En julio de este año Cela firmó la Disposición N° 269 en donde advertía sobre la “difícil situación económico-financiera”, dispuso el cierre de las residencias turísticas de la obra social, y suspendió todo movimiento de fondos y erogaciones con destino a tales residencias, excepto aquellos gastos que impliquen sostener un “mantenimiento mínimo e indispensable”.

Tras su renuncia, fue reemplazado por el legislador del Frente de Todos Alejandro Amor, cercano al secretario de SUTECBA, Amadeo Genta. Previo a esto, el 13 de octubre, SUTECBA emitió un comunicado en el que anunció la restitución de 13 instituciones y de los centros turísticos, a excepción de la residencia de Mina Clavero, que permanece cerrada “por refacciones para mejorar el servicio”.

Sin embargo, Belinco destaca que muchas de las instituciones que se mencionan en el comunicado, en realidad cobran copagos y/o siguen suspendidas. “El Sanatorio Méndez es el único centro de salud con el que pueden contar los afiliados, por lo que se satura, y ofrece turnos a tres o cuatro meses”, agrega. Consultados al respecto por ANCCOM, desde SUTECBA no brindaron ninguna respuesta.