Por Pablo Esquivel
Fotografía: Cris Sille, Lucia Barrera Oro

El exoficial de la Armada Adolfo Donda Tigel es acusado de facilitar la sustracción y ocultamiento de identidad de su sobrina, nacida en la ESMA.

La vida de Victoria Donda dio un giro radical cuando en 2004, tras conocerse los resultados de la prueba a la que se había sometido en el Banco Nacional de Datos Genéticos, determinó que su familia biológica no era la que la había criado, y que su apropiador perteneció a las Fuerzas Armadas durante la última dictadura militar. Un capítulo más de esta historia comenzó el lunes en Comodoro Py cuando el Tribunal Oral Federal (TOF) N° 6 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires abrió el juicio contra el exmarino Adolfo Miguel Donda Tigel. 

El tío de la hoy titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) es imputado por su participación en la apropiación de Victoria y por la desaparición de su hermano José María Laureano Donda, arrojándolo en los denominados “vuelos de la muerte” al Río de la Plata. Durante el juicio se buscará probar si Donda Tigel tenía vinculación militar con el prefecto Juan Antonio Azic, condenado por este hecho en 2012 a catorce años y medio de prisión (la cumple de manera domiciliaria por una cuestión de salud).

En esta primera jornada, el TOF 6 —integrado por Ricardo Basílico, como presidente, María Gabriela López Iñiguez y Daniel Horacio Obligado— leyó los hechos descriptos por parte de integrantes del Ministerio Publico Fiscal, representado por la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado; y también las acusaciones de la querella que asesora a Victoria. 

El fiscal general Pablo Parenti destacó, durante el requerimiento de elevación a juicio oral, que la responsabilidad de Donda Tigel en los hechos se inscribe dentro de un plan “urdido, de manera sistemática, para el robo de bebés” durante el régimen dictatorial. 

Su alocución fue seguida con detenimiento por Victoria Donda y su equipo legal de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, mientras que Adolfo Donda Tigel presenció la sesión de forma virtual desde la Unidad Nº 31 del ServicioPenitenciario. El acusado ya ha sido condenado dos veces a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad en las causas ESMA II y ESMA Unificada. Sin embargo, la Cámara Federal de Casación Penal le otorgó el beneficio de salidas transitorias. 

Victoria, visiblemente afectada durante esta primera audiencia, no brindó declaraciones en su salida de los tribunales. Unos días antes había señalado a la prensa que este juicio se trataba de una “deuda” con su padre y su madre, y calcula que en febrero o marzo del próximo año le tocará su declaración.   

 

La familia

María Hilda Pérez —embarazada de cinco meses— fue secuestrada en marzo de 1977 por un comando de tareas que respondía a la Fuerza Aérea. Lo mismo ocurrió con su marido José María Laureano Donda —hermano del acusado Donda Tigel— en mayo de ese año. Ambos eran militantes de la agrupación Montoneros y fueron vistos, de acuerdo a declaraciones de testigos, en la Comisaría Nº3 de Castelar. 

De acuerdo a lo indicado por Parenti, entre el 10 y el 15 de mayo de ese año, la mujer fue trasladada a la ESMA y en agosto dio a luz a quien sería su hija Victoria Donda Pérez. El parto fue asistido por el médico de la Armada, Jorge Luis Magnacco, quien fuera detenido en otras causas por el delito de apropiación de bebés en el año 2000 y condenado en 2005 a diez años de cárcel por prestar asistencia a un parto, con conocimiento de la sustracción de un bebe recién nacido. 

Aproximadamente quince días después del nacimiento de Victoria en la pieza de embarazadas de la ESMA, conocida en el ámbito castrense como “Maternidad Sardá” o “la Sárda por Izquierda”, María Hilda fue llevada hacia otro lugar y se desconoce su paradero desde entonces. Unas horas luego de este hecho, la beba fue inscripta con los nombres y apellido de su apropiador. En esa nueva partida —firmada por el médico Horacio Pessino— figuró como hija de Azic y de su esposa, Noemí Esther Abrego. 

Parenti expresó que hubo un vínculo de connivencia entre Azic y Donda Tigel, que en esos meses aún no formaba parte del plantel estable en la ESMA. Una vez que se sumó al Grupo de Tareas 3.32 de la Escuela de Mecánica, el exmarino actuó conjuntamente con otros miembros de la Armada en secuestros, en la aplicación de tormentos y en la sustracción de bienes de personas ilegítimamente privadas de su libertad. 

“Testigos indicaron que el imputado estuvo en el cuarto de embarazadas y le dijo a María Hilda que la niña sería entregada a la familia. Esa circunstancia junto a otros indicios obrantes en la causa, permiten afirmar que participó de la sustracción de la menor», señaló el fiscal.

El 8 de octubre de 2004, casi 37 años después de su sustracción, Victoria pudo confirmar que era hija de María Hilda y José. En los próximos meses, la justicia escribirá otra página que, sin dudas, sentará otro paso para las causas de lesa humanidad en nuestro país.