Una década de autogestión

Una década de autogestión

La gráfica Madygraf cumplió diez años desde que sus obreros la recuperaron y comenzaron a producir sin patrón. El rol de las mujeres y el aporte al cuidado del ambiente en una planta donde trabajan cien personas.

En la mañana del 11 de agosto de 2014 las vidas de los 400 empleados de la empresa gráfica R. R. Donnelley se detuvieron. Las máquinas también. Un comunicado de la compañía, pegado de manera muy improvisada sobre el portón de la entrada, anunciaba la quiebra y el cierre definitivo de la firma. Todos habían perdido sus trabajos sin ningún tipo de indemnización ni explicación.

Lo que no se detuvo aquella mañana de invierno fue la iniciativa de los empleados. La mitad de los despedidos decidió acatar la decisión, pero el resto optó por la resistencia. Ese mismo día encendieron las máquinas rotativas y comenzaron a hacer lo único que deseaban: trabajar. De esta manera recuperaron la planta y nació Madygraf. Diez años después celebran la hazaña.

Un poco de historia

R.R. Donnelley se instaló en Argentina en 1992 tras la compra de la editorial Atlántida. Su fundador había comenzado con su propia imprenta en Chicago el siglo anterior, pero la empresa creció de manera tan exponencial que Estados Unidos le quedó pequeño. 

En 2001, tras varios años soportando la implementación de las doce horas de trabajo y el turno americano, que los obligaba a trabajar sábados y domingos, ocurrió un conflicto previo. A raíz de esto, hubo cincuenta despidos. La tensión, lejos de desaparecer, aumentó con el correr del tiempo.

En julio de 2014, un mes antes de la quiebra y posterior recuperación, la empresa solicitó al Estado un subsidio alegando una situación económica muy complicada. Para ello, presentaron un plan de crisis que constaba de más de cien despidos y una reducción considerable de los salarios. La propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo que se trataba de fondos buitres, tal como denunciaban los trabajadores.

Finalmente, el 11 de agosto llegó y el comunicado del cierre de la planta también. Muchos de los, por ese entonces, desempleados decidieron rápidamente la toma del establecimiento. No fue necesario romper puertas ni candados. Al día siguiente, los mismos guardias entregaron las llaves y, desde allí, fueron conservadas por sus trabajadores. 

Una vez dentro se encontraron con que la Editorial Atlántida tenía su papel para imprimir en uno de los depósitos. Por supuesto que cuando se enteraron de la noticia quisieron llevárselo, pero en ese mismo instante los trabajadores acordaron terminar las revistas. De esta manera, pudieron mostrar que no solo querían  trabajar, sino que también podían hacerlo sin la necesidad de un empleador. “No hacen falta patrones para poner en movimiento una fábrica. Ellos no saben encender una máquina, nosotros sí”, resumió de manera contundente a ANCCOM Marcelo “El pollo” Ortega, trabajador de Madygraf desde el año 2012.

Son cien las personas que forman Madygraf, aunque 70 se encuentra en actividad. Ante la ausencia de la patronal, las decisiones son tomadas enteramente por los trabajadores de manera colectiva en asambleas que se realizan habitualmente. Cada sector tiene su propia comisión, lo cual permite que problemas más pequeños puedan ser resueltos de manera más rápida.

Los roles rotan constantemente y muchos son sometidos a votación. Año a año son los mismos obreros los que deciden quiénes serán los encargados de ocupar los cargos en la presidencia, la tesorería y la secretaría. “Acá podemos organizarnos, debatir y votar democráticamente. En un laburo bajo la mirada de un patrón eso no lo podes hacer, no tenes voz”, afirmó Érica Gramajo, trabajadora de Madygraf desde 2015.

 

Memorias propias

El solo recorrido de la planta, ubicada en Garín, cuenta su propia historia. Justo en la entrada, un cartel con letras de todos colores da la bienvenida y presenta uno de los mayores logros de los obreros: la juegoteca, una guardería donde las mujeres dejan a sus hijos mientras cumplen su horario laboral. Se encuentra en el mismo sector donde funcionaba la Secretaría de Derechos Humanos durante la época de Donnelley, lo cual la carga aún más de sentido. Allí interactúan con otros niños en su misma situación bajo la mirada atenta de docentes y trabajadores sociales. Este logro fue mérito de las mujeres, quienes al momento de la toma parecían inexistentes, pero que luego lograron un rol imprescindible. 

Continuando el recorrido, al lado de la juegoteca, se puede vislumbrar una pared con varias tapas enmarcadas: Paparazzi, Billiken, Para Ti, todas revistas impresas aquí mismo. Más adelante, también encuadrado, uno de los cuadernillos característicos, aquel que cuenta la historia de esta gráfica recuperada y que es entregado a alumnos y alumnas de escuelas estatales. 

Las camisetas de fútbol de clubes de barrios aledaños también dan el presente en esa enorme pared que funciona como una vitrina de logros. Es que Madygraf hace tiempo dejó de ser solo una empresa recuperada para convertirse en un símbolo de lucha y de resistencia. “Nosotros cumplimos un rol social y tenemos el apoyo de la comunidad”, mencionó Ortega.

Las mujeres 

Al momento de la recuperación de la planta, solo había algunas pocas mujeres en el sector de administración. Eso hoy cambió rotundamente. Fue un proceso paulatino, no ocurrió de un día para el otro.

Allá por 2011, tres años antes de la toma, 19 empleados fueron despedidos. Sus compañeros y parejas decidieron dar la batalla y lograron la reincorporación de todos. Pero en el medio hubo muchas protestas y acampes frente a la puerta de la fábrica. Allí fue donde se conocieron las mujeres que pasaron de ser solo las esposas o novias de los empleados de Donnelley a integrear Madygraf. “Teníamos muchas cosas en común y se formaron vínculos. Desde ahí no paramos más y ya tenemos 13 años de organización”, expresó Gramajo. El resultado de ello fue la creación de la Comisión de Mujeres, fundada en 2011.

Una vez recuperada la empresa, esas mujeres que lucharon codo a codo a la par de sus parejas y compañeros no podían quedar relegadas. Por eso pasaron a formar parte de la gráfica y hoy en día son maquinistas, presidentas y tesoreras, a la par de los varones. “El cierre de la planta nos encontró organizadas y pudimos recibir nuevas mujeres. La organización es fundamental”, agregó Érica.

El proceso de aceptación fue largo, hubo muchos palos en la rueda y resistencia. La deconstrucción fue necesaria, algunos chistes y algunas maneras de actuar cotidianamente tuvieron que cambiar para mejorar el día a día entre compañeros y compañeras. “Eran batallas contra nosotros mismos porque no podíamos tener los mismos valores que nos dictaban los de arriba que nos querían dividir. Nosotros teníamos que ser mejores personas”, manifestó Ortega. 

El presente

Aunque en el cartel de la entrada sobre el km 36,7 de la Panamericana aún se puede leer “Donnelley”, así como también en las cajas dentro de la planta, el nombre Madygraf se lleva con mucho orgullo entre los obreros, ya que carga con mucho simbolismo para ellos y ellas. 

El nombre Madygraf nació en honor a la hija de uno de los empleados de la gráfica que se encontraba al momento de la toma. Madeleine era una niña que había sufrido un accidente que le complicó su salud y que la condenó a una expectativa de vida de 10 años, pero Mady finalmente vivió más de 20 años y es considerada aún como una luchadora. 

Ellos mismos también se consideran luchadores. Han tenido que reinventarse más de una vez y constantemente. No solo tuvieron que experimentar crisis económicas y una pandemia que los obligó a la confección de sanitizantes y barbijos, sino también la caída abrupta del consumo de revistas gráficas en formato papel. Por eso hoy apuestan a las bolsas de papel, una labor a favor del medio ambiente que ofrece opciones para reemplazar al plástico. 

Muchas de las grandes máquinas que integran la planta en Garín hoy están paradas, pero el sector que se encarga de aquellas bolsas, mayormente conformado por mujeres, está más vivo que nunca. 

Lamentablemente la impresión de cuadernillos y manuales de uso escolar es cada vez más baja, aunque sea una prioridad para los trabajadores. Especialmente desde la llegada de Javier Milei.

Los integrantes de Madygraf subrayan el rol clave que podría jugar el Estado en esta gráfica y reclaman la estatización de la planta para producir libros escolares, entre otros productos, a bajo costo. “Nosotros sabemos todo lo que imprime y puede imprimir el Estado. Ellos tranquilamente podrían estatizar la fábrica y hacer un montón de cosas para las escuelas y las universidades”, denunció Érica.

Pero la estatización no es el único de los deseos de los trabajadores.  Guillermo Kane y María Laura Cano, ambos diputados bonaerenses del Frente de Izquierda, están llevando a cabo el proyecto por la expropiación. Por el momento contó con dictamen positivo de la Comisión de Tierras, pero el trayecto es más largo y debe pasar por otras comisiones antes de ser aprobado en el recinto.

 

Una década después 

El relato de esta historia se puede oír de la voz de sus propios trabajadores y trabajadoras en el documental Huellas de un futuro, antesala de una celebración que parece recién haber comenzado.

Este mes también anunciaron la publicación del libro Trincheras de Libertad, donde Eduardo «Chavo» Ayala y Jimena Gale, ambos trabajadores de Madygraf, relatan la historia de organización de los obreros de Donnelley. Además, festejaron a lo grande con el Festival por la Expropiación Definitiva para Madygraf en el playón de la fábrica. Allí se presentaron, C4 Reggae Combativo, Las Manos de Filippi, Grupo Anaconda y Sonido de Cumbia. 

«¿Por qué ser freelancer cuando se puede construir una empresa junto a compañeros?»

«¿Por qué ser freelancer cuando se puede construir una empresa junto a compañeros?»

La cooperativa de Desarrollo de Software Libre GCOOP creó INNOVA, un proyecto destinado a incubar proyectos tecnológicos asociativos.

La cooperativa de Desarrollo de Software Libre GCOOP lanzó INNOVA, una marca de incubación de proyectos tecnológicos cooperativos. Desde este espacio, se abren las puertas a cualquier proyecto asociativo que quiera comenzar o fortalecer el trabajo que ya viene realizando, tanto para mejorar sus procesos como sus productos.

INNOVA formaliza el trabajo que ya hacían en GCOOP, cooperativa que funciona desde 2007. Sus integrantes proponen trabajar entre pares, como una apuesta por obtener mejores resultados y en mejores condiciones. Invitan a preguntarse: ¿por qué ser freelancer cuando podés construir una empresa junto a compañeros? Elegir está forma de organización es también reflexionar sobre la eficiencia, la innovación y el tipo de ambiente en el que queremos trabajar.

GCOOP

La sede de Villa Urquiza de GCOOP consiste en una oficina con varios espacios luminosos. En el patio, un mural pintado por La Garganta Poderosa asegura: “Las cooperativas construyen un mundo mejor”. En la habitación central, se encuentran algunos de los veinte socios que conforman la cooperativa. La mayoría son programadores aunque también hay dos que se encargan de la parte administrativa y otras tres que integran el Área de Gestión de Proyectos. Durante el horario del almuerzo se los ve a todos juntos en la cocina. Mientras algunos terminan de servir la comida otros juegan al metegol.

Durante el almuerzo cuentan: “Tenemos baja rotación de personal”, dato que contrasta con otras empresas de software que cambian constantemente. “La idea es que acá todos podamos sentirnos a gusto. Al ser una cooperativa tenemos más responsabilidad; es nuestra propia empresa y queremos que funcione”, sostiene uno de los socios.

 

Pablo Vannini, uno de los seis fundadores de GCOOP, explica que la cooperativa decidió no expandirse más. Todos los socios tienen empleo y están satisfechos con su situación actual, por ese motivo eligen no seguir creciendo pero sí acompañar a que nazcan otras cooperativas, de ahí la decisión de crear INNOVA. Desde hace varios años, dan charlas en universidades y en distintos espacios. Revelan que en la letra chica de trabajar bajo tus propias reglas, no se contempla la enfermedad, el imprevisto o las vacaciones. “¿Cómo se baja la incertidumbre? Compartiendo las responsabilidades con otro. ¿Cómo hacer proyectos complejos si sos uno solo? No hay forma”, afirma. En una cooperativa se puede diseñar un proyecto de principio a fin. “Es más óptimo económicamente en un sentido distinto de lo económico. No sólo en relación a cuánto ganas, sino en cómo lo hacés”, asegura.

Así se fueron formando un montón de cooperativas. Desde GCOOP también motorizaron la Federación de Cooperativas de Trabajo tecnologías Innovación y conocimiento (FACTTIC). En la actualidad son cuarenta cooperativas y alrededor de cuatrocientos profesionales que desarrollan software organizados como cooperativas y coordinados por la Federación, que a su vez es parte del movimiento cooperativo nacional e internacional.

INNOVA no ofrece una receta única que funcione para todos los casos. En lugar de eso, evalúa las necesidades específicas de cada proyecto y se pregunta: ¿qué es lo más eficiente? La forma de trabajar consiste en ir haciendo de a poco, buscan algo posible. Hacen pruebas y si funciona lo piensan como proyecto. “La idea es que si alguien quiere hacer una cooperativa, asesorarlos en dos o tres reuniones, sacarles las dudas, acompañarlos a hacer los trámites necesarios”. En principio no tiene un costo.

La militancia del software libre

Muchos de los socios de GCOOP se conocieron en la militancia de software libre, que nace del movimiento de las tecnologías libres en la década del setenta. Antes no eran libres o no libres, simplemente eran. “Cuando el mercado entiende que hay un potencial negocio y empieza a incidir en internet, lo que hace es privatizar el software”, sostiene Vannini.

En países no desarrollados, plantea Vannini, innovadoras son las tecnologías libres, es decir, compartir cómo está hecha esa tecnología. Lo explica retomando la idea de Newton: “Todos sabemos porque nos paramos sobre el conocimiento de otros. Nadie es un genio o genia solo, se te ocurre lo que es parte de tu época, y gracias al conocimiento que se viene acumulando socialmente” afirma y reflexiona que, “cuanto más se impide el acceso al conocimiento o a la tecnología, menos capacidad de desarrollo hay”. En el caso del software es muy claro: “No hay nada mejor para desarrollar tecnología que hacerlo entre pares”.

Beneficios del cooperativismo

Una cooperativa es una sociedad de personas donde cada socio tiene voz y voto. “Yo hace 17 años que trabajo acá y Marian hace 4, los dos tenemos el mismo voto”, sostiene Vannini. Se diferencia de una empresa, donde el voto depende del capital que haya invertido la persona.

Argentina es un país fuerte en cooperativismo porque llegaron muchos inmigrantes de Europa que venían de la experiencia cooperativa, con perspectivas socialistas y anarquistas, a lugares donde no había ningún servicio: “El privado no iba a invertir en Choele Choel en principios de 1900”. El Estado no existía en esos lugares, entonces hicieron cooperativas para satisfacer necesidades humanas, como agua o luz.

Vannini reconoce que actualmente existen muchos problemas: “Hay un punto en que te apabullan las necesidades y las cosas que se podrían hacer, así como la falta de recursos y de tiempo”. Sin embargo, esto no los detiene: “Ante la crisis hay que hacer más. Nosotros estamos haciendo más”, sostiene y su tono se vuelve más animado: “Dentro del mundo en el que estamos, queremos mostrar que lo mejor es juntarse”.

Para cualquier proyecto cooperativo que esté gestándose o que necesite una actualización, pueden contactar a INNOVA y disponer de su servicio de acompañamiento. Para más información pueden acceder a la página web o contactarse por instagram.

El personal del Garrahan bajo la línea de pobreza

El personal del Garrahan bajo la línea de pobreza

Los trabajadores del hospital pediátrico hicieron un paro de 24 horas. Piden salarios dignos, mejores condiciones laborales y mayor presupuesto.

Técnicos y profesionales del área de salud del Hospital Garrahan realizaron un paro de 24 horas en reclamo de mejoras salariales. La medida de fuerza, que tuvo un acatamiento total, se extendió desde las 7 del miércoles 3 hasta las 7 del día siguiente.

Según Norma Lezana, médica nutricionista especializada en pacientes diabéticos, delegada y vocera de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), es una burla lo que el gobierno de Javier Milei quiere darle a los trabajadores de la salud, “un aumento de un dos o tres por ciento”, cuando desde el gremio están pidiendo una recomposición del 100 por ciento y así llegar a un monto mínimo de 1.400.000 pesos.

“Es una vergüenza que funcionarios de altos cargos se sigan subiendo el sueldo como si nada, con desfachatez, mientras que los trabajadores del área de salud, tanto del Garrahan como de los diferentes centros hospitalarios del AMBA y el resto de las provincias, siguen teniendo un salario por debajo de la línea de pobreza”, manifestó Lezana, en diálogo con ANCCOM.

Un profesional de la salud, refirió Lezana, cuenta con formación académica específica y sigue especializándose a lo largo de su carrera, tomando cursos para estar cada vez más preparado.“Que el Gobierno no valore el esfuerzo y la capacidad en el área de salud, también hace que los jóvenes profesionales estén un tiempo y luego renuncien, en busca de mejores oportunidades salariales, ya sea en clínicas privadas o fuera del país. Esto es una pérdida lamentable y una fuga de cerebros”, agregó con angustia en su voz.

La protesta del personal, que dio comienzo al paro, tuvo lugar en las afueras del Garrahan, sobre la calle Combate de los Pozos, durante la mañana del miércoles. En una muestra de compañerismo y unidad, participaron trabajadores de las distintas especialidades –nutrición, radiología, kinesiología, neurología, neonatología, farmacia, lactarios–, así como de enfermería y mantenimiento, entre otros.

La convocatoria incluyó a referentes políticos, sociales y sindicales que se acercaron para manifestar su apoyo y la presencia de un grupo de cantantes líricos que transmitieron fuerza y esperanza a los trabajadores.

Fundado en 1987, el Hospital Garrahan, de gestión compartida entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires, es el centro pediátrico de referencia en salud pública, gratuita y de alta complejidad de la Argentina y de la región. El sistema funcional del establecimiento se basa en el cuidado del paciente, lo que significa que su estructura de servicios debe satisfacer las necesidades médicas, de enfermería y de todos los sectores, ya que cada uno brinda atención de calidad en cada etapa de la enfermedad, con equipos de trabajo constituidos para realizar las diferentes tareas asistenciales.

El Garrahan asegura a toda la población un acceso público e igualitario, ya que sus pacientes no solamente pertenecen al área metropolitana, sino también del resto del país.

Los trabajadores continuarán luchando por los que consideran un reclamo justo, por salarios dignos, mejores condiciones laborales, y que el Gobierno otorgue un mayor presupuesto a la salud pública y valorice la labor de cada uno de los profesionales, entre los que se cuentan los del sector de enfermería, que aún no es considerado como profesional.

A lo largo de las 24 horas de paro, el hospital funcionó con guardias mínimas similares a los días domingos y feriados.Tras la protesta del miércoles por la mañana, los trabajadores culminaron la jornada de lucha con un semaforazo, sobre la calle Pichincha, vestidos con sus ambos y delantales blancos, sosteniendo pancartas y carteles, acompañados por ciudadanos comunes que se acercaron en solidaridad. Al final del día, los representantes gremiales se reunieron en una asamblea para evaluar la medida y los próximos pasos.

Los trabajadores de prensa reclaman un salario por arriba de la línea de pobreza

Los trabajadores de prensa reclaman un salario por arriba de la línea de pobreza

Tras meses de negociaciones fallidas y aumentos adeudados, SiPreBA intenta negociar salarios dignos. Un redactor hoy cobra por debajo de la línea de indigencia.

Como resultado de la crítica situación económica nacional, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) reclama el aumento de los sueldos base de sus representados. Esta semana se realizaron audiencias paritarias que el gremio considera insuficientes, por lo que convocó a nuevas asambleas en los medios para discutir los pasos a seguir en pos de una recomposición salarial.

Ailín Bullentini, delegada de Página/12, comentó: “Estamos negociando el segundo trimestre del período que corresponde al año 2024 y 2025. Empezamos con un sueldo básico de $328.000 para la categoría de redactor, en bruto, por debajo de la línea de indigencia y sin los adicionales que pueden ser antigüedad, refrigerios y esas cosas que están estandarizadas pero tienen ciertas diferencias entre cada empresa y que se calculan sobre ese básico, por lo cual, todo es muy precario”.

Bullentini agregó: “Hasta octubre del año pasado, en la mesa a negociar paritarias se sentaba la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), que no tenía absolutamente ninguna representatividad entre los trabajadores y trabajadoras de prensa escrita pero que se llevaba muy bien con las cámaras y que firmó, año tras año, acuerdos muy a la baja y es, en parte, responsable de nuestra pérdida de poder adquisitivo”.

Posteriormente, “el SiPreBA arrancó a negociar y, por supuesto, esto no le cayó para nada bien al sector empresario porque no les iba a ser tan fácil cerrar una negociación paritaria. Los últimos años la han cerrado con dos audiencias sin ningún tipo de consulta a las bases ni de resistencia. Lo que proponían las empresas se firmaba y chau. En paralelo, gana Milei las elecciones y, esta política de ajuste feroz que prometía y que finalmente cumplió, le cae muy bien sobre todo a las empresas periodísticas que es un sector que se complejizó más aún con el cierre de la pauta oficial”, describió la delegada.

Por su parte, Ignacio Petuchi, delegado del diario Ámbito Financiero, contó que en su medio “el aguinaldo lo abonaron en tres cuotas, la primera en junio, la segunda en julio y la tercera el 23 de agosto. Nosotros veníamos haciendo medidas de fuerza porque hubo un mes que de la nada llegó el cuarto día hábil y nos avisaron que no iban a estar los sueldos acreditados. Automáticamente llamamos a asamblea e hicimos paro por tiempo indeterminado hasta que se cobre la totalidad del sueldo. El problema se repitió en los meses siguientes, aunque últimamente los paros eran por horas debido a cierto desgaste.

“Llegó el cuarto día hábil de agosto y empezaron a llegar los telegramas de despidos, además nos habían descontado un montón de horas, a mí me descontaron un cuarto del sueldo, por todos los ceses de tareas que habíamos hecho. Nos pusimos a disposición de los compañeros y ellos no decidieron iniciar ningún proceso de lucha sindical, sino más bien judicial, y finalmente quedaron todos desvinculados”, agregó Petuchi.

Sobre lo difíciles que se vuelven las negociaciones, Bullentini contó: “Nos costó mucho la negociación de enero a abril, algunas empresas, como Página/12, estuvieron cuatro meses sin dar ni un punto de aumento. Otras sí, pero en la negociación paritaria colectiva se mostraron muy duras. Tanto, que la cámara, AEDBA (Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires), la que nuclea a diarios como La Nación, Clarín, Página/12, Perfil y otros, no quisieron firmar acuerdo, de hecho se retiraron de la negociación paritaria poniéndola en riesgo”. Si bien aclaró que “no se retiraron del todo, porque participan de las reuniones pero no quisieron poner su gancho, por lo cual, para algunos trabajadores no era tan dañina la situación porque individualmente, puertas adentro, esas empresas dieron aumentos, incluso más que lo que se firmó en ese acuerdo, pero otras como Perfil o Página/12 nos ha costado mucho cobrar. De hecho, en Página/12 todavía no cobramos los aumentos que se firmaron para el primer tramo de 2024 y 2025: mayo, junio y julio”.

 

Divide y reinarás

La delegada de Página/12 también denunció: “El medio está queriendo partir la organización gremial hacia dentro con beneficios para aquellas persona que no participan ni se sindicalizan. Pagos extras, aumentos que no nos dan a nosotros se los dan a ellos. Lo hizo siempre, pero en los últimos tiempos se acrecentó porque creció la conflictividad”.

“La situación sigue siendo muy difícil porque AEDBA ahora están jugando a ir dividida. Hay dos ofertas, una mala y otra peor, entonces nos obliga a nosotros a rechazar una oferta que es mala pero que ayudaría a la situación de los compañeros y compañeras en pos de presionar al resto de las empresas que, por otro lado, si bien no ofrecen nada en la negociación paritaria, sí ofrecen de manera individual. Clarín está dando aumentos todos los meses, pero en la negociación paritaria se niega a firmar un acuerdo”, explicó Bullentini sobre las estrategias empresariales. “Es muy difícil porque complica mucho la movilización y organización porque las personas tienen, en esta situación de precariedad, de salarios de hambre y de multitrabajo, el cuerpo muy cansado y la cabeza muy desgastada. El pluriempleo precario ya ronda la locura, estamos con dos o tres laburos, en algunos casos de otra cosa, superponiendo tareas. Cuesta mucho que los compañeros y compañeras comprendan que de esta situación se sale con el cuerpo en la calle, lo único que quieren es un poco de paz. Si aparece algo de guita para poder estar un poco más tranquilos, no van a ponerla en riesgo. A todo esto hay que sumarle que no hay laburo de periodista, los que hay son pésimos, entonces también uno tiene cierto temor de quedarse sin trabajo”.

Sobre la precarización laboral, Bullentini comentó que “colaboradores y colaboradoras hay muchos y es muy difícil organizar ese sector, en Página/12 están cobrando por una nota A que es la más importante en la página, 13 mil pesos brutos. ¿Cuántas notas tenés que hacer o en cuántos medios tenés que trabajar para que te resguarde de la pobreza?”. Por eso recalcó que “para nosotros fue muy importante que el SiPreBA logre el reconocimiento que se merece porque es el sindicato que tiene representación en las redacciones y es nuestra voz ahí. Por supuesto que no es gratis, pero lo vamos a sostener con lucha”.

Gabriel Castelli, delegado de Crónica, opinó que “el Ministerio de Trabajo nunca funcionó de manera eficaz para ponerle los puntos a las empresas en lo que respecta a normalizar las contrataciones. Hoy, devenida en secretaría, mucho menos”.

Luis Autalán, también de Bae Negocios, diario del grupo Crónica, comentó :“En la era del macrismo, quedamos con expedientes pendientes después de 22 audiencias. Ahora, uno de los reclamos para el que no tenemos agenda prevista porque no nos otorgan la audiencia, tiene que ver con que, en su momento, Massa dio un bono de 40 mil pesos para quienes no cobraran más de183 mil. Hay empresas que no lo abonaron y la vía de reclamo es la Secretaría de Trabajo, que no nos atiende”.

Castelli, del mismo medio, añadió: “El empresario la cuenta que hace es ‘si contrato pibes que viven con mamá y papá, no pagan alquiler, entonces con lo que yo les pago les alcanza’. Hacen esa ecuación maldita, que es horrible, pero nos lo han planteado en algunas ocasiones. No deberían hacer esa cuenta, sino pagar un salario acorde, como mínimo, a la canasta básica. Los empresarios te dicen que les está yendo mal y que no están facturando, la realidad es que al empresario que no le camina el negocio, lo corta y arranca de nuevo con otra cosa. Son medio mentirosos en ese sentido”.

Autalán agregó que “ellos al sueldo lo consideran una pérdida y no es así, hay una contraprestación”. Por otro lado, destacó que “la famosa batalla cultural, que en realidad es una guerra, hace que hoy haya compañeros que piensen que vos no sos un delegado, vos sos un empleado de ellos. Ahí se pierde un concepto básico que es la solidaridad, es antipático decirlo pero en algunos casos pasa y duele. Ser delegado es hacerte cargo de la realidad de tus compañeros, de los que querés y de los que no querés, y de sus familias”.

Autalán mencionó que, a pesar de todo, “tenemos un gran atributo que no es nota de tapa: de alguna manera trabajamos de lo que nos gusta. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el mercado laboral mundial, no llega al 11por ciento la cantidad de gente que realmente trabaja de lo que le gusta. No hay periodistas por obligación”.

“Las escuelas en Neuquén son verdaderas trampas mortales”

“Las escuelas en Neuquén son verdaderas trampas mortales”

Por séptima semana consecutiva, los docenes de Neuquén se encuentran de paro. Reclaman mayores salarios, mejoras en la infraestructura y más presupuesto para el refrigerio de los estudiantes. También hay conflictos en Misiones y Entre Ríos.

Los docentes de Neuquén finalizan su séptima semana de lucha y anuncian la continuidad de las medidas de fuerza frente al silencio del gobierno de Rolando Figueroa. En Misiones y Entre Ríos también están en conflicto.
Los maestros y maestras neuquinos denuncian el grave estado de las escuelas, el ataque al régimen de licencias y las maagras partidas para refrigerios de 140 pesos por alumno.
“El gobierno tiene la política de sentarse a esperar que el paro se deshilache solo. Pero estamos en la séptima semana y tenemos un 75% de acatamiento”, declaró a ANCCOM Angélica Lagunas, Secretaria General de ATEN Capital.
El pasado viernes la asamblea de ATEN acordó un paro de 72 horas que comenzó el martes, jornada en la cual se llevaron adelante volanteadas en rutas. El miércoles se realizó una marcha en Neuquén capital que recorrió desde la Legislatura hasta la Casa de Gobierno, donde estiman que hubo diez mil personas. Hoy se convocó nuevamente a asamblea, donde por mayoría decidió la continuidad del paro para el lunes y martes de la próxima semana.

El reclamo tiene tres ejes. Por un lado, se exige un aumento de las partidas para los refrigerios escolares. “En Neuquén uno de cada dos chicos se va a dormir sin comer”, explica Lagunas. 

También exigen al gobierno un aumento del presupuesto educativo destinado a infraestructura.  Esta semana se llevó a cabo el juicio por la explosión de una escuela en Aguada San Roque, que ocurrió en junio del 2021 y donde fallecieron tres trabajadores en lo que Lagunas llamó “un triple crimen laboral”. Asimismo, el lunes en la Escuela N° 68 del paraje Collipili, al norte de la provincia, explotó un termotanque causándole quemaduras a un auxiliar de servicio.  “Las escuelas son verdaderas trampas mortales, porque no se destina el presupuesto necesario para que estén en condiciones”, alertó la dirigente.

El tercer eje de los reclamos exige la derogación de la Ley  de Adicional al Desarrollo Profesional Docente, que ataca el régimen de licencias y establece un plus salarial para quienes no faltan. Los primeros días de julio antes del receso invernal los docentes neuquinos se encontraban en las aulas luego de haber acordado, al principio del año, un aumento salarial. El gobierno de la provincia presentó, trató y aprobó rápidamente un proyecto de ley en la Legislatura. “Nosotros decimos que es un plus extorsivo, ellos dicen que es para premiar a quienes van todos los días a trabajar”, aclaró la secretaria general. 

La ley plantea un plus salarial del 15% para aquellos docentes que no falten más de tres veces durante un trimestre, sin superar las dos faltas mensuales. También establece un plazo mínimo de cuatro meses de permanencia en el puesto para los suplentes, como condición básica para acceder al régimen de licencias. Lo que sucede es que los plazos de licencias del docente titular no son prorrogables ni acumulativos, por lo cual “el suplente va a ser el eterno suplente de los 30 días. Nunca va a cumplir los cuatro meses, ni hacer uso del régimen de licencia”, explicó Lagunas. 

Con el bono salarial del 15% por presentismo y el descuento a quienes hacen paro, el gobierno provincial busca resolver el ausentismo docente. Desde el sindicato replican que esa no es la herramienta, y que lo que podría resolver el problema sería que una maestra con un sólo cargo pueda tener un sueldo que cubra  la canasta familiar. “Acá el problema es que ni el cuerpo ni la mente se bancan la situación de desgaste que significa la condición laboral que tenemos”, afirmó. 

“En Neuquén uno de cada dos chicos se va a dormir sin comer”, explica Lagunas.

En ese sentido, desde ATEN rechazan la política del Gobierno nacional, acompañada por los dirigentes provinciales, de determinar la educación como un servicio esencial. De acuerdo a la ley, aquellos servicios declarados como esenciales deben garantizar, incluso en jornadas de protesta, que se brinde un 30% del servicio. Esta medida afectaría considerablemente el derecho a huelga y quitaría a los docentes una herramienta de lucha clave: el paro. Además, desde ATEN sostienen que el servicio esencial viene a “dinamitar lo poco que queda de la escuela pública” al definirla como un servicio que se ofrece, se compra y se vende como una mercancía.  “La educación no es un servicio, es un derecho y quienes tienen la obligación de garantizarlo son los Estados nacional y Provincial”, sostuvo la dirigente.

En búsqueda de que los docentes vuelvan a las aulas pero sin proponer una mesa de diálogo, el gobierno provincial abrió una línea de WhatsApp destinada a que padres, familiares, directores y demás trabajadores de las escuelas, informen el estado de las instituciones en los días de paro, como así también qué docentes se adhirieron. Para Lagunas,  lo que busca la medida es inclinar la balanza en favor del gobierno dentro de la comunidad educativa: “Nosotros tenemos un trabajo muy importante realizado con directores y directoras, que son compañeros de trabajo, no son patrones, no son funcionarios”. En ese sentido, Lagunas explicó que estos compañeros han decidido no informar al gobierno quiénes paran “primero porque no es su trabajo, y segundo porque el paro no es una novedad, es una acción colectiva que se informa donde debe ser informada“.  A partir de este accionar, el gobierno no obtuvo la información necesaria para descontar los días de paro a quienes lo acataron, por lo que hizo un descuento general. Para Lagunas eso le genera al gobierno un doble problema, ya que quienes fueron a trabajar e igual percibieron el descuento, es probable que se sumen al próximo paro, y segundo porque los padres y madres no han acatado masivamente el pedido. 

En ese sentido, la gremialista reconoce que la situación es muy compleja y que estar de paro por séptima semana genera un cansancio normal  en la comunidad que pretende que haya clases. Si bien existe un grupo llamado Padres Autoconvocados que exigen a los docentes el regreso a las aulas, admite que “la comunidad obviamente no aplaude que haya paro docente, pero en su mayoría ha entendido que la responsabilidad de cada día que pasa sin clases, es del gobierno y que debe resolverlo convocando a una mesa de diálogo”. 

Pero tras casi dos meses de conflicto ni el gobernador Rolando Figueroa ni la ministra de Educación Soledad Martínez han dado respuestas. 

De la Patagonia al Litoral

Estos reclamos se replican en diferentes puntos del país. En Misiones, desde el principio del ciclo lectivo los docentes se manifestaron por el aumento salarial y las mejoras de sus condiciones laborales. Los trabajadores de la educación realizaron paros con un porcentaje muy alto de acatamiento, movilizaciones, cortes de ruta y  asambleas públicas que se extendieron por toda la provincia y lograron duplicar sus salarios hasta el medio millón de pesos. Ahora se encuentran haciendo paros y asambleas para concientizar sobre el impacto negativo que tendría la ley nacional que declara la educación como “servicio esencial”.

 En Entre Ríos la situación escaló un paso más. Los docentes sostienen que desde el comienzo del año, sus salarios han perdido un 30% de poder adquisitivo.  De esta manera, dos semanas atrás, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) votó por la realización de 48 horas de paro los días 22 y 23 de agosto. La medida de fuerza no pudo llevarse a cabo ya que el gobierno respondió con una conciliación obligatoria.  A través de esta medida, los docentes se ven forzados a suspender por el plazo de 20 días cualquier tipo de protesta. 

En respuesta al accionar del gobierno misionero, los padres y familiares de los niños se organizaron para no enviarlos a la escuela, en solidaridad con el reclamo docente. “Por un sueldo digno para nuestra seño y para todos los docentes”, era una de las frases que circuló vía WhatsApp en los grupos de madres y padres, junto con la convocatoria en apoyo al reclamo.  Tanto en Misiones como en Neuquén surge un apoyo concreto de las familias que exigen soluciones a los gobiernos y no a los maestros y maestras. conflicto y reanudar las clases”. 

La educación es esencial para regular los paros pero no para financiarla

La educación es esencial para regular los paros pero no para financiarla

La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de ley que declara a la educación como un servicio estratégico esencial. Sindicatos y funcionarios de la oposición advierten que la norma va en contra del derecho a huelga y la legislación internacional. También reclaman al oficialismo inversión en la educación. El impulsor del proyecto insiste.

El sistema educativo se encuentra en estado de alerta tras la aprobación en la Cámara de Diputados del proyecto de ley que reglamenta a la educación como un servicio estratégico esencial. La norma, entre otras cuestiones, tiene como objetivo garantizar la apertura de todos los establecimientos educativos todos los días que establecidos en el calendario lectivo y una asistencia del 30% de docentes los días de paro, proporción que se incrementa a medida que aumenten los días de medidas de fuerza.

“Nosotros entendemos que la educación no es un servicio, es un derecho y que en realidad a lo que apunta esta ley es a prohibir el derecho a huelga”, explicó Sonia Alesso, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). En esta misma línea se mostró, Alberto Sileoni, ex ministro de Educación durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y actual director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires que detalló: “El objetivo de esta norma es el disciplinamiento de las organizaciones gremiales, es regular un derecho constitucional. La educación es un derecho universal para ciudadanos y ciudadanas y no un servicio para clientes, para pocos”.

La medida fue impulsada por el exministro de Educación y actual diputado del PRO, Alejandro Finocchiaro, y obtuvo 131 votos positivos, mayoría constituida por la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza, ante 95 negativos, correspondientes a Unión por la Patria y el Frente de Izquierda. Además, hubo dos abstenciones. El proyecto declara que el Estado debe garantizar el ejercicio del derecho a la educación durante todo el ciclo lectivo y pone el foco en los días de clases perdidos por las distintas medidas de fuerza directas o indirectas del personal docente y no docente que afecten al calendario y desarrollo curricular establecido.

En diálogo con ANCCOM el legislador del PRO explicó el motivo de su proyecto: “Declarar a la educación como servicio estratégico esencial para garantizar el derecho a educarse fue el punto de equilibrio que encontramos ante el conflicto de derechos: el derecho a huelga y el derecho a la educación de los niños y adolescentes”. En contraparte, Sileoni crítico de la media sanción aprobada sostiene que “las medidas no pueden ser zócalos de TV o medidas efectistas, tienen que ser de verdad, tienen que tener profundidad, por tanto, tampoco creemos que la educación sea esencial para este gobierno. Si no, no la estarían desfinanciado”. Sobre la situación en la provincia de Buenos Aires, profundizó: “Tenemos 1.000 obras paradas por Nación de las cuales 80 son escuelas, no hay distribución de libros, no hay distribución de tecnología, no hay una política de formación docente, entonces: ¿dónde se ve el aprecio que este gobierno tiene por la educación?”

Para la Organización Internacional del trabajo (OIT), de la que Argentina es miembro, un servicio esencial es aquel cuya interrupción pondría en peligro la vida, la seguridad personal o la salud de la totalidad o parte de la población, y por lo tanto prohíbe o regula el derecho a huelga. Alesso sostiene que en base a este reglamento hay dos fallos judiciales que dicen que la educación no se encuentra dentro de los servicios esenciales, además detalla: “Este proyecto tiene varios aspectos cuestionables: en primer lugar no puede ir contra la Constitución Nacional y la OIT. Además, en el trámite parlamentario el tratamiento de la ley no pasó por la Comisión del Trabajo o la de presupuesto y solo lo hizo por la Comisión de Educación y, por último, no se dio un debate a fondo, no se tuvo en cuenta la participación de los docentes pese a que pedimos que nos dejaran hablar y algunos legisladores estuvieron de acuerdo. Nos quitaron la palabra y eso que nos estaban declarando como servicio esencial”.

«a lo que apunta esta ley es a prohibir el derecho a huelga”, explicó Sonia Alesso. FOTO: ARCHIVO

En cambio, Finocchiaro explica que la ley no habla de servicio esencial en los términos de la OIT, ya que la norma se refiere a servicio estratégico-esencial y pone énfasis en la palabra estratégico para diferenciar los conceptos. Además, justificó la ausencia de docentes al debate debido al tiempo acotado y a las difíciles negociaciones en las cámaras legislativas para lograr aprobar leyes. “No hay sector más democrático que el Congreso, ahí estamos todos representados y las discusiones las tenemos que dar los representantes en las cámaras, porque para eso fuimos elegidos. Muchas veces las presentaciones lo único que hacen es dilatar las resoluciones”, sostuvo el presidente de la Comisión de Educación en Diputados, quien también se refirió a la necesidad de ampliar el debate ya que “tenemos una escuela del siglo XIX, docentes del siglo XX y alumnos del siglo XXI, algo está fallando”. 

Alesso, por su parte, descree de la preocupación del gobierno por la educación y sostiene que “pensar que los problemas de la educación se resuelven sin financiamiento educativo, sin resolver los problemas salariales, sin discutir los temas de fondo y prohibiendo el derecho a huelga, nos parece que es empezar al revés o poner el carro adelante del caballo”; y detalló la difícil situación que atraviesan los docentes: “Venimos desde diciembre sin paritarias que aumenten el piso nacional. Además, el gobierno eliminó de forma unilateral el fondo de incentivo docente, no se están enviando los fondos para infraestructura escolar, no se amplían los fondos para la copa de leche, ninguna de las políticas que tengan que ver con mejorar la educación este gobierno las ha tomado”.

Con todo este panorama, el conflicto entre el Gobierno y el sector educativo está lejos de apaciguarse, a este frente debe sumarse el que mantienen las universidades nacionales que siguen reclamando la emergencia presupuestaria y salarial. “Si el presupuesto sigue subejecutándose y si, además, no aumentan los salarios y la conflictividad lejos de bajar va a subir”, sostiene Alesso, que aunque suene como advertencia es lo que marca la experiencia. El proyecto deberá tratarse en el Senado y para ese momento desde CTERA buscarán informar, convocar y movilizar para evitar su aprobación.