Desde que asumió Javier Milei hubo 37 detenidos por protestar

Desde que asumió Javier Milei hubo 37 detenidos por protestar

La mayoría de los casos son al voleo, cuando finalizan las manifestaciones. Los casos de mayor resonancia ocurrieron en CABA, durante el debate de la Ley Ómnibus. Pero también los hubo en Mendoza y Jujuy.

En el marco de las protestas sociales que se realizan desde la semana pasada en todo el país en contra de la Ley Ómnibus, los casos de detenciones confeccionaron una lista tan larga como arbitraria. La administración Mlei-Bullrich reflota una modalidad que ésta última ya había puesto en práctica en 2017, cuando integraba el gabinete de Mauricio Macri: los arrestos son al voleo, mucho después de terminadas las marchas, y luego de una cacería por parte de las fuerzas conjuntas que intervienen: Gendarmería, Prefectura, Policía de la Ciudad (o provincial) y Policía Federal. Desde la asunción de Javier Milei como presidente la Coordinación contra la represión policial e institucional (Correpi) ha registrado 37 personas privadas de su libertad.

Uno de ellos es Martín Rodríguez, reconocido dirigente sindical y miembro del Polo Obrero, detenido en la provincia de Mendoza luego de participar de la marcha del 24 de enero convocada por la CGT. Luego de casi una semana se lo condenó a dos años y ocho meses de prisión condicional que se hará efectiva si no cumple con lo pedido: no volver a protestar.

Según el fiscal Fernando Giunta la detención no fue arbitraria si no que se debe a una reiteración en sus delitos: “Tiene ocho causas por el delito de entorpecimiento del transporte. Como esos delitos son in fraganti y la reiterancia está clara, se procedió a la detención.” El Código Procesal Penal de Mendoza, modificado por Alfredo Cornejo, establece la reiteración como causal de detención y mantenimiento en prisión hasta que se produzca una sentencia. “Es una figura inventada” declaraba hace un año Víctor Da Vila, otro miembro del Polo Obrero quien también se vio afectado por las detenciones de la marcha de la semana pasada, pero fue liberado bajo fianza. “Cualquier persona puede denunciar a un vecino reiteradas veces y esa persona ya es detenida”.

Martín Rodriguez. Foto de Archivo / PRENSA OBRERA

El martes 6 de febrero por la mañana se realizó la audiencia de Martín Rodríguez en el Primer Juzgado Penal Colegiado de la provincia. La misma respondía a casos anteriores de cortes de calle, por las cuales se encontraba en libertad con caución y condiciones, a las que se le sumaron los hechos de la semana pasada. La abogada de Rodríguez, Liliana Alaniz, planteó a ANCCOM que no consideran que “movilizarse por sus derechos sea un delito. Seguimos proclamando que el Artículo 194 que reprime con prisión al que impide o estorbe el funcionamiento del transporte es inconstitucional y está siendo aplicado para extorsionar”. Alaniz considera que están frente a una persecución encabezada por Cornejo y la justicia, pero que es acorde a una política de Estado. “La justicia se convirtió en un pelotón de fusilamiento, nos impusieron un juicio que no tuvo una pena de prisión efectiva, pero que sí tiene unos ribetes incómodos para lo que es la actividad de Martín. Seguimos luchando y reivindicando nuestro derecho a manifestarnos”.

El día anterior a su liberación, en las cercanías de la Casa de Gobierno de Mendoza se realizó una conferencia de prensa para pedir por este “rehén, quien no creemos que haya cometido ningún delito”. También se manifestaron contra el protocolo de Bullrich y la política represiva de Cornejo y Juntos por el Cambio. Y reclamaron que Mendoza no sea la avanzada represiva. Entre los presentes se destacaban Romina del Pla y Christian Castillo, diputados nacionales por el Frente de Izquierda, junto a Alejandrina Barry quién es legisladora de CABA por el FITUnidad/PTS y militante de Derechos Humanos; Vilma Ripoll, representantes del Serpaj, de la Secretaría Gremial de la CGT Mendoza y de la AGD-UBA, entre otras organizaciones.

También en la Ciudad de Buenos Aires

Siguiendo con la lista pero ahora en CABA, otros dos detenidos fueron Aníbal Maidana y Facundo Caamaño quienes, además, recibieron una orden de restricción perimetral por parte del fiscal Martín Pellocori, que los obliga a mantener una distancia de mil metros con el Congreso de la Nación. Una medida inaudita, pero que tiene su antecedente en el caso de Marina Schiffrin, docente de Río Negro quien fue detenida en 1997 por interrumpir el tránsito en un puente ubicado en la entrada de Bariloche en una manifestación en defensa de la escuela pública. El resultado fueron tres meses de prisión y la prohibición de concurrir a manifestaciones públicas por dos años.

En diálogo con ANCCOM, el abogado de ambos detenidos, Juan Manuel Combi contó que sus defendidos no pertenecen a ninguna organización y que se encontraban manifestando de forma pacífica contra la Ley Ómnibus cuando recibieron la represión de un grupo de policías motorizados lo que resultó en el impacto de siete balas de goma en el cuerpo de Facundo. Estuvieron detenidos 12 horas en una centro de detención con reclusos de hechos comunes, “luego fueron puestos en libertad ―una libertad entre comillas, vigilada― ya que tienen que concurrir una vez por mes a un juzgado, no pueden salir del país y no pueden ejercer su derecho de protesta”.

Párrafo aparte merecen las detenciones de cuatro mujeres el miércoles 31 por la noche en las inmediaciones del Congreso de la Nación mientras se manifestaban en contra de la Ley Ómnibus. Minutos después de ser apresadas, se viralizó un video de una de las detenidas, la militante radical Ivana Bunge, en donde contaba que fueron arrestadas por cantar el Himno Nacional mientras estaban sentadas de forma pacífica en la vereda y que las hicieron dar “dar vueltas” con el patrullero en la madrugada.

 

Un caso más escandaloso aún es el de los jujeños Marcelo Nahuel Morandini y Humberto Roque Villegas quienes sufrieron una detención el pasado 4 de enero por tuitear y compartir flyers y memes sobre el exgobernador Gerardo Morales.

También lo fue el de Maximiliano Sosa, un hombre en situación de calle y con problemas de salud mental que fue apresado junto a once personas durante las protestas bajo la carátula de presunto atentado y resistencia a la autoridad. Gracias a la ayuda de un grupo formado por abogadas, asambleas barriales, organizaciones y autoconvocados, se presentó un Habeas Corpus que lo puso en libertad el pasado domingo. Sosa fue recibido por Proyecto 7, una organización de personas en situación de calle en el Hogar Monteagudo. Como señala el abogado Combi en relación a sus defendidos: “Conjuntamente tenemos que trabajar para que de alguna manera vivamos en un país un poquito más justo. Yo apunto a la racionalidad y a que el pueblo argentino pueda darse cuenta que estas detenciones pueden pasarnos a cualquiera”.

 

«No van a callarnos»

«No van a callarnos»

Los reporteros gráficos realizaron un camarazo frente al Congreso de la Nación para protestar por la represión sufrida mientras realizaban su trabajo periodístico durante el debate de la Ley ómnibus.

Con la consigna “¡Basta de balas de goma! ¡Basta de gas pimienta! Nuestro ojos miran”, un grupo numeroso de reporteros gráficos organizados en aRGa, FATPREN Y SiPreBA se manifestó frente al Congreso de la Nación contra la represión llevada a cabo por las fuerzas de seguridad a cargo de la Ministra Patricia Bullrich durante el debate de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, más conocida como Ley Ómnibus.

Los trabajadores gráficos se concentraron por la tarde del 6 de febrero en la Plaza del Congreso. Llevaban sus credenciales y sus chalecos de prensa y levantaron sus cámaras al canto de “¡Unidad de los trabajadores!”.

Mediante un comunicado, SiPreBA informó que fueron más de 30 los trabajadores de prensa heridos con impactos de bala de goma y gases lacrimógenos. Desde el sindicato, se llamó a un cese del accionar represivo y se exigió que los trabajadores de prensa “puedan realizar su tarea periodística en paz, sin agresiones ni impedimentos”.

“Hay una agresión marcada a los reporteros y reporteras gráficos y a los periodistas en general. Los gases que están utilizando son más fuertes y te inhabilitan para seguir trabajando, dejas de ver -afirmó Mariana Nedelcu, reportera gráfica-. En este contexto, el periodismo gráfico tiene un rol fundamental: tenemos la responsabilidad social de documentar las atrocidades que se están cometiendo”.

Rodrigo Ruiz es reportero gráfico para Revista Cítrica, un medio gráfico cooperativo. En diálogo con ANCCOM relató cómo fue el accionar represivo de las fuerzas de seguridad el jueves pasado, cuando aún en el Congreso se debatía la Ley Ómnibus. “En un momento sorpresivo, la policía motorizada enciende los motores de sus vehículos y dispara. Sentí un impacto en la pierna izquierda. Levanté la mirada y alrededor mío solo había colegas, fácilmente identificables, que hacían su trabajo”, afirmó. En su pierna quedó incrustado un perdigón.

Alfredo Luna, reportero gráfico de Telam, otra víctima de la represión policial durante la tarde del jueves, también brindó su testimonio: “A eso de las 19:30 llegaron unos camiones de gendarmería con muchos efectivos, que comenzaron a avanzar sobre los manifestantes que estaban en la Plaza del Congreso y en la Avenida Rivadavia. El gas que tiraron me impactó directamente en la cara y quedé enceguecido. Me costó recuperarme. Cuando lo logré, vi que las motos de la policía pasaban y disparaban sobre la gente”.

En relación a las declaraciones de la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich y del vocero presidencial Manuel Adorni, Luna afirma que es otra forma de violencia por parte de las instituciones. Bullrich había afirmado que los trabajadores no se encontraban debidamente identificados mientras que, por su parte, Adorni subió memes en sus redes sociales que aluden a la pregunta que le realizó un periodista respecto del accionar represivo de las fuerzas de seguridad hacia los trabajadores de prensa.

“Los gases que tiraron mientras hacíamos la cobertura nos dejaron quemaduras, que duraron por horas. Eso nos saca del juego y nos imposibilita seguir con nuestro trabajo. Lo que está en juego es el derecho a la libertad de expresión, la sociedad tiene derecho a informarse. Vamos a seguir reunidos, no van a callarnos”, afirmó Leandro Teysseire, reportero gráfico de Página/12 y editor de ANCCOM, quien fue reprimido durante el debate de la Ley Ómnibus.

Desde SipreBA, afirman que la libertad de prensa es “un pilar fundamental de la democracia que debe ser defendido, garantizado y respetado por todos los poderes del Estado y por todos los sectores políticos y económicos que forman parte de nuestra sociedad”.

Mientras cae el sol pasando el mediodía, siguen los reclamos de los reporteros gráficos y una pareja de jubilados se sienta en uno de los bancos de la plaza: venden pañuelos celestes. Los pañuelos llevan impresa una consigna: “la patria no se vende”. Detrás, las vallas que resguardan al Congreso fueron intervenidas: “Traidores, la casta no anda en tren y bondi. No a la Ley Ómnibus”.

Después de tres días de represión, hubo uno de festejos

Después de tres días de represión, hubo uno de festejos

A pesar de las detenciones y las balas de goma de las jornadas anteriores, las asambleas autoconvocadas, los partidos de izquierda, los movimientos sociales y las agrupaciones de jubilados volvieron a convocarse enfrente del Congreso para rechazar la Ley Ómnibus mientras se votaba artículo por artículo. Hubo bocinazos, cánticos y festejos cuando se cayó el proyecto oficialista. Mirá las fotos de ANCCOM.

“Una ley que traiciona al pueblo argentino”

“Una ley que traiciona al pueblo argentino”

En el tercer día de debate de la “Ley Ómnibus”, unas cinco mil personas protestaron frente al Congreso de la Nación, desafiando las provocaciones de las fuerzas de seguridad. Tras la media sanción, la policía desató una cacería de manifestantes.

“Se acaba de aprobar una ley que traiciona al pueblo argentino. Vamos a seguir manifestándonos. Es importante que la comunidad rechace en su conjunto las reformas que se van a venir porque atentan contra los derechos ganados en estos 40 años de democracia”, afirmó Daniel Catalano, el secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado de Capital Federal (ATE), en diálogo con ANCCOM, tras conocerse la votación en Diputados.

En medio de la ola de calor, organizaciones sociales, sindicatos, partidos de izquierda, jubilados, estudiantes, asambleas vecinales y trabajadores de la cultura se manifestaron frente al Congreso de la Nación para expresar su rechazo a la denominada “Ley Ómnibus” y al megadecreto impulsados por el presidente de ultraderecha Javier Milei.

“Nos parece importante que las direcciones sindicales, la CGT y las CTA, vuelvan a convocar un paro. Evidentemente con un solo paro nacional no va alcanzar para frenar esto, es un Gobierno que está decidido a todo y que tiene cómplices de todo tipo. Va a haber resistencia del pueblo en las calles”, expresó Giselle Santana, trabajadora del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

La ley perjudicará a diversos grupos y sectores de la sociedad, especialmente a aquellos que dependen de políticas públicas. “Es una vergüenza lo que se le paga a los jubilados, con el pequeño bono que dio este gobierno, la mínima es de 160 mil pesos. Que me explique alguien quién puede vivir con ese dinero, ni hablar si uno tiene que alquilar”, se quejó Fernando Sacarelo, integrante de la agrupación Jubilados de Izquierda.

La protesta de ayer incluyó un festival para evitar “el apagón cultural” –la ley terminaría con el fomento a la música, el cine y el teatro– en el que se presentaron artistas como Julieta Laso, Las Manos de Filippi y Peteco Carabajal. Las anunciadas privatizaciones de medios públicos también afectarían gravemente la producción y difusión de la cultura. “Estamos siendo amenazados de privatización o cierre. En nuestro caso, en Radio Nacional, tenemos 49 emisoras distribuidas en todo el país. La radio pública es el único medio de comunicación que tienen los pobladores de zonas rurales, por eso la defendemos”, remarcó Cecilia Vari, trabajadora de Radio Nacional Argentina.

Bajo la consigna «La Patria no se vende», a la protesta se sumaron los excombatientes de Malvinas. “Venimos a defender la soberanía como lo hicimos en 1982, como simples ciudadanos para nuestro pueblo y no para ninguna dictadura cívico-militar. Ahora vemos a la pata civil de la dictadura en el poder que quiere entregar Malvinas y la Antártida y el resto del país a los británicos y a los grupos económicos. ¡Eso es traición!”, subrayó Héctor Francia, veterano de Malvinas.

Los alrededores del Congreso fueron, por tercera jornada consecutiva, escenario de represión. “Nos reprimieron con balas de goma, nos tiraron gases, hay compañeros que están lastimados, de hecho, uno de ellos tiene cuatro balazos de goma en las piernas y otro casi pierde un ojo. Este protocolo que quiere implementar la ministra de Seguridad Patricia Bullrich es sumamente agresivo”, sostuvo Luciana García, integrante de la Asamblea de Barracas y La Boca.

Decenas de manifestantes resultaron heridos a causa del accionar desproporcionado de las fuerzas de seguridad –algunos fueron atendidos en una posta sanitaria instalada en el lugar por las organizaciones– y anoche además se registraron más detenciones. Organismos de derechos humanos y referentes de la oposición condenaron la represión y exigieron una investigación exhaustiva sobre el uso desmedido de la fuerza por parte de las autoridades.

“Ayer se reprimió violentamente una manifestación pacífica, por eso reiteramos nuestra presencia acá para monitorear y denunciar el accionar violento e inadecuado de la policía. Protestar es un derecho constitucional en nuestro país”, señaló María Elena Saraví, trabajadora de la Comisión Provincial por la Memoria.

Anoche, luego de la media sanción en Diputados, las fuerzas federales –armadas con cascos, escudos, bastones, gases y armas con balas de goma– volvieron a provocar a los manifestantes y detuvieron a una docena de ellos, jóvenes en su mayoría. Mientras, los legisladores que dieron su voto positivo, se iban del parlamento en sus autos con vidrios polarizados.

 

Periodistas y asesores legislativos heridos

Periodistas y asesores legislativos heridos

Duerante la manifestación contra la Ley Omnibus del jueves, más de treinta periodistas resultaron heridos de balas de goma por la desmedida represión policial. Un asesor legislativo también fue impactado y corre el riesgo de perder un ojo.

El jueves, miles de ciudadanos estuvieron presentes frente al Congreso de la Nación Argentina para manifestarse en contra de las medidas que dispone la Ley Ómnibus. Como ocurrió al final de cada jornada durante el debate legislativo, las fuerzas de seguridad reprimieron a los manifestantes y esta vez resultaron heridos con balas de goma periodistas, manifestantes y asesores de diputados.

Fue una jornada de protesta que se había desarrollado en forma pacífica hasta que alrededor de las 20 el grupo motorizado GOM de la Policía Federal comenzó a disparar balas de goma a mansalva contra la multitud que estaba en la plaza Congreso. El saldo fueron 60 heridos, de los cuales más de 30 fueron trabajadores de prensa, y tres detenidos.

Matías Aufieri, abogado del CeProDH/PTS y asesor del bloque de diputados y diputadas del FIT-U, estuvo presente en la protesta como verdor de derechos humanos y fue alcanzado en su ojo izquierdo por un balazo de goma. El letrado fue operado de urgencia pero solo la recuperación dirá si pierde la vista o no por esta grave herida.

Virginia Rom, vocera de Myriam Bregman y Nicolás Del Caño, se refirió así sobre lo sucedido: “Ayer él estaba en la plazoleta, donde está la dársena de los colectivos sobre Hipólito Yrigoyen. Empezaron a disparar a mansalva, para atrás, para adelante y uno de los balazos le dio a él (a Matías Aufieri). Hubo varios disparos: a él le dieron en el ojo e, incluso, me contó que, cuando querían irse y varios compañeros lo estaban asistiendo para llevárselo, les seguían disparando”.

Además, Rom detalla: “No lo dejaban irse, continuó donde estaba”. También señaló lo que pasó en el sanatorio cuando lo llevaron para ser asistido: “Está en una clínica de la obra social, donde hicimos varias consultas. Lo operaron urgente para que no pierda el ojo. Ahora, recién operado, está internado con la presión muy baja. Creo que hoy le van a dar el alta pero los médicos pidieron que no estuviéramos encima porque no se estaba recuperando muy bien de la cirugía y hay que dejar que repose. Igualmente, está fuera de peligro”.

Alejandrina Barry, legisladora porteña del FIT-Unidad, también estuvo presente y señaló que estaba en la plazoleta haciendo relevamiento de los heridos y de la situación. “Fue en la última represión donde la ‘cana’ empezó a tirar directamente a la cara”.

Aufieri intervino en causas por delitos de lesa humanidad, criminalización de la protesta y recientemente en el proceso por el espionaje ilegal al hermano y la familia de Santiago Maldonado.

Los testimonios que circularon en la jornada coincidieron en marcar que los disparos fueron del torso hacia arriba, tal como ocurrió en 2021 en Chile, pero antes aún en la misma plaza Congreso en diciembre de 2017 cuando una multitud que protestaba contra la reforma previsional que pretendía hacer Mauricio Macri fue reprimida ferozmente. Varios de aquellos manifestantes resultaron heridos en sus ojos y los perdieron.

Disparen contra la prensa

Por otro lado, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) emitió un comunicado en el que repudia la represión contra quienes se manifestaban en el Congreso “mientras se discutían las reformas regresivas para la sociedad contenidas en la llamada Ley Ómnibus.” Además, la entidad gremial desmintió a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien justificó los balazos contra los periodistas con el argumento de que no estaban “identificados”, cuando en los hechos casi todos los lastimados tenían chalecos con la insignia PRENSA o en su defecto los cubos en los micrófonos con los isologos de los diferentes medios.

Sipreba difundió la lista de los más de 30 trabajadores de prensa heridos, tanto en la jornada de ayer como en la del miércoles 31 de enero:

  • Victor Carreira, reportero gráfico, Télam, un balazo de goma en la pantorrilla.
  • Alfredo Luna, reportero gráfico, Télam, delegado de SIPREBA, un balazo de goma en el muslo.
  • Lorena Tapia, periodista, TVP, bala de goma en la cintura.
  • Ignacio Petunchi, reportero gráfico, Ámbito Financiero, delegado de SIPREBA, Balazo de goma en la espalda.
  • Bernardino Avila, reportero gráfico, Página/12. Bala de goma en el gemelo.
  • Hernán Nucera, cronista, C5N, cuatro balas de goma.
  • Nicolás Ramos, reportero gráfico, AnRed, dos balas de goma en la pierna y muslo.
  • Susi Maresca, reportera gráfica, recibió tres impactos de bala de goma.
  • Rodrigo Ruiz, reportero gráfico, Cítrica, herida de impacto x perdigón en pierna izquierda.
  • Celeste Alonso, reportera gráfica, freelance. Gas pimienta en la cara.
  • Santiago Loidl, Télam.
  • Daiana Quiroz, Telesisa. Bala de goma.
  • Laki Quispe, Telesisa. Gas pimienta.
  • Bruno Ganje, camarógrafo, Canal 9/IP. Bala de goma.
  • Agustín Maicas, cronista audiovisual, Télam. Aspiró mucho gas y se desmayó.
  • Martín Vega, Revista Crisis, dos balazos de goma, mano y pierna.
  • Juan Santiago Valeiro, reportero gráfico Revista Mu, balazo de goma en el brazo.
  • Sol Erazo, Tramas.ar, varios balazos de goma en la pierna.
  • Kresta Pepe, reportero gráfico, La Izquierda Diario, balazo de goma en la cara.
  • Germán Darío de Los Santos, reportero gráfico, DTL!, bala de goma.
  • Jerónimo Rojas, Télam, golpe en la costilla.
  • Antú Divito Trejo, reportero gráfico, La Retaguardia, gas pimienta en la cara.
  • Daniela María Coradeghini, Afro Decires, bala de goma en la pierna.
  • Movilero de La Garganta Poderosa, cuello quemado con gas pimienta.
  • Ernesto Germán López, freelance. Una bala en el pie, otra en la pantorrilla.
  • Pablo Guillermo Bovet, cuatro balazos de goma.
  • Leandro Teysseire, reportero gráfico, Página/12, gas pimienta.
  • Hernán Vitenberg, fotógrafo freelance, balas de goma.
  • Paula Acunzo, fotógrafa freelance, balas de goma en la pierna y golpes en el cuerpo.
  • Andrés Pelozo, fotógrafo de De Ramos Digital, gas pimienta.
  • Lucas Pedulla, Revista Mu, golpes (reprimido el miércoles 31).
  • Rodrigo Abd, reportero gráfico de The Associated Press, (reprimido el miércoles 31).
  • German Romeo Pena, reportero gráfico, ANRed (gas lacrimógeno el 31/01).

 

La violencia en primera persona

Algunos de los trabajadores heridos dialogaron con ANCCOM. Alfredo Luna, reportero gráfico para Télam y delegado de SiPreBA, contó su vivencia: “Cerca de las 19:30 (los policías) armaron el cordón de Gendarmería sobre Avenida de Mayo y lo que hicieron fue desalojar la calle. Lograron que todos los manifestantes estén sobre la plaza del Congreso. En ese momento se empiezan a dar varios empujones y posteriormente los gases de parte de la Policía Federal. A mí me dio de lleno el gas pimienta en la cara, perdí la visión por el ardor de ojos y me asistieron con limón y agua.”

Bernardino Avila, también reportero gráfico, en este caso para Página 12, no se sorprendió por la represión: “Era de esperar. Poniendo tanta policía en la calle, provocando, y tratando la ley que están tratando, era seguro que en cualquier momento se iba a armar. Reprimen a la prensa, a militantes y a ciudadanos. Es una cuestión de reprimir a todo el mundo, no se fijan (los policías).”

En esas calientes horas, la violencia se trasladó de los gases hacia las balas. “Yo estaba cubriendo para la agencia Télam, pero tenía que volver a mi casa. Fue mi compañero Víctor Carreira a reemplazarme. Nos juntamos en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos cuando a las 20:30, la policía comienza a hacer un círculo, pasa una segunda tanda de motos y siento un roce de una bala de goma. Mi compañero recibe un impacto en el gemelo y luego a mí me dan un balazo de goma en el muslo. Nos replegamos hacia la reja, pero la policía seguía disparando a los colegas”, cuenta Alfredo Luna.

 

Denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

Por Nicolás Montecinigher

A raíz de la represión policial de las jornadas del 31 de enero y del 1 y 2 de febrero, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una denuncia “con la finalidad de solicitar medidas cautelares a favor de los trabajadores de prensa y abogados defensores de manifestantes.”

El escrito, que constó de 30 páginas, alegó el “uso abusivo de armas ‘menos letales’ y de la fuerza”, las “detenciones arbitrarias”, la presencia de personal de seguridad con insignias políticas y el “ataque a trabajadores de la prensa.” Por otro lado, con el artículo 13 de la CIDH en mano, citó que “la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece el principio de universalidad del ejercicio del derecho a la información”, donde “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, y aclaró expresamente que su ejercicio no puede ser objeto de censura.” Días atrás había hecho un planteo similar la ONG Naturaleza de Derechos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos se anticipó a la respuesta formal a esos pedidos y emitió un comunicado en el que le recordó al gobierno que “la protesta social es un elemento esencial en las sociedades democráticas”. Y agregó: “En contexto de protestas, el uso de la fuerza es excepcional y se limita a circunstancias en las que se acredite la legalidad, necesidad y proporcionalidad de la misma. El actuar de las fuerzas civiles y policiales debe orientarse con estricta observación al respeto de derechos humanos.”