Los reporteros gráficos realizaron un camarazo frente al Congreso de la Nación para protestar por la represión sufrida mientras realizaban su trabajo periodístico durante el debate de la Ley ómnibus.
Con la consigna “¡Basta de balas de goma! ¡Basta de gas pimienta! Nuestro ojos miran”, un grupo numeroso de reporteros gráficos organizados en aRGa, FATPREN Y SiPreBA se manifestó frente al Congreso de la Nación contra la represión llevada a cabo por las fuerzas de seguridad a cargo de la Ministra Patricia Bullrich durante el debate de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, más conocida como Ley Ómnibus.
Los trabajadores gráficos se concentraron por la tarde del 6 de febrero en la Plaza del Congreso. Llevaban sus credenciales y sus chalecos de prensa y levantaron sus cámaras al canto de “¡Unidad de los trabajadores!”.
Mediante un comunicado, SiPreBA informó que fueron más de 30 los trabajadores de prensa heridos con impactos de bala de goma y gases lacrimógenos. Desde el sindicato, se llamó a un cese del accionar represivo y se exigió que los trabajadores de prensa “puedan realizar su tarea periodística en paz, sin agresiones ni impedimentos”.
“Hay una agresión marcada a los reporteros y reporteras gráficos y a los periodistas en general. Los gases que están utilizando son más fuertes y te inhabilitan para seguir trabajando, dejas de ver -afirmó Mariana Nedelcu, reportera gráfica-. En este contexto, el periodismo gráfico tiene un rol fundamental: tenemos la responsabilidad social de documentar las atrocidades que se están cometiendo”.
Rodrigo Ruiz es reportero gráfico para Revista Cítrica, un medio gráfico cooperativo. En diálogo con ANCCOM relató cómo fue el accionar represivo de las fuerzas de seguridad el jueves pasado, cuando aún en el Congreso se debatía la Ley Ómnibus. “En un momento sorpresivo, la policía motorizada enciende los motores de sus vehículos y dispara. Sentí un impacto en la pierna izquierda. Levanté la mirada y alrededor mío solo había colegas, fácilmente identificables, que hacían su trabajo”, afirmó. En su pierna quedó incrustado un perdigón.
Alfredo Luna, reportero gráfico de Telam, otra víctima de la represión policial durante la tarde del jueves, también brindó su testimonio: “A eso de las 19:30 llegaron unos camiones de gendarmería con muchos efectivos, que comenzaron a avanzar sobre los manifestantes que estaban en la Plaza del Congreso y en la Avenida Rivadavia. El gas que tiraron me impactó directamente en la cara y quedé enceguecido. Me costó recuperarme. Cuando lo logré, vi que las motos de la policía pasaban y disparaban sobre la gente”.
En relación a las declaraciones de la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich y del vocero presidencial Manuel Adorni, Luna afirma que es otra forma de violencia por parte de las instituciones. Bullrich había afirmado que los trabajadores no se encontraban debidamente identificados mientras que, por su parte, Adorni subió memes en sus redes sociales que aluden a la pregunta que le realizó un periodista respecto del accionar represivo de las fuerzas de seguridad hacia los trabajadores de prensa.
“Los gases que tiraron mientras hacíamos la cobertura nos dejaron quemaduras, que duraron por horas. Eso nos saca del juego y nos imposibilita seguir con nuestro trabajo. Lo que está en juego es el derecho a la libertad de expresión, la sociedad tiene derecho a informarse. Vamos a seguir reunidos, no van a callarnos”, afirmó Leandro Teysseire, reportero gráfico de Página/12 y editor de ANCCOM, quien fue reprimido durante el debate de la Ley Ómnibus.
Desde SipreBA, afirman que la libertad de prensa es “un pilar fundamental de la democracia que debe ser defendido, garantizado y respetado por todos los poderes del Estado y por todos los sectores políticos y económicos que forman parte de nuestra sociedad”.
Mientras cae el sol pasando el mediodía, siguen los reclamos de los reporteros gráficos y una pareja de jubilados se sienta en uno de los bancos de la plaza: venden pañuelos celestes. Los pañuelos llevan impresa una consigna: “la patria no se vende”. Detrás, las vallas que resguardan al Congreso fueron intervenidas: “Traidores, la casta no anda en tren y bondi. No a la Ley Ómnibus”.