Liberaron a las mapuches de Villa Mascardi

Liberaron a las mapuches de Villa Mascardi

Las cuatro mujeres habían sido detenidas en el violento desalojo de octubre pasado. Se firmó un acuerdo por el que recuperan su espacio ceremonial y sus viviendas.

Luego de ocho largos meses, Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas, Luciana Jaramillo y María Celeste Ardaiz Guenumil obtuvieron, el 5 de junio pasado, su libertad. Habían sido detenidas durante el violento desalojo  de los integrantes de la comunidad índigena Lafken Winkul Mapu en octubre del 2022, en Villa Mascardi. El operativo había terminado con la destrucción de viviendas, la toma de su rewe (espacio ceremonial) y el procesamiento de las cuatro mujeres por la jueza federal María Silvana Dominguez, quien las acusó del delito de usurpación. 

Las lamngen (hermanas) estuvieron encerradas en condiciones de hacinamiento junto a sus nueve hijos e hijas, en una vivienda insalubre, sin cloacas, con una calefacción insuficiente, sanitarios deficientes, instalación eléctrica riesgosa. A este contexto deplorable se le debe sumar el hecho de que una de las mujeres debió dar a luz con custodia policial. Desde el Instagram “Wiñotupe Taiñ Machi ñi Rewe mew”, donde se brinda información sobre las presas políticas mapuche puelche, se dio a conocer la noticia de su libertad y se publicaron fotos de su firma. “Ocho meses de injusta prisión, con montajes, con estigmatización, con todas las violencias que el estado ejerció y demostró que puede ejercer”, dice la descripción que acompaña la imagen. “Sin embargo, aquí estamos, ahora firmando la libertad que se consiguió gracias a la larga historia de nuestro pueblo que una vez más se propuso parlamentar, la lucha y la organización”.

Frente al sexto pedido de excarcelación por parte de los abogados de las mujeres, la resolución por parte del Tribunal Oral Federal de General Roca plantea que “no se podrá recurrir a una prisión cautelar cuando la pena prevista para el delito imputado no sea privativa de la libertad” y les otorga la excarcelación bajo caución juratoria a las cuatro mujeres implicadas con la imposición de ciertas reglas de conducta a cumplir. La abogada Laura Taffetani, defensora y miembro de la Gremial de Abogados y Abogadas, en diálogo con ANCCOM dijo que legalmente no correspondía que estuvieran presas por ser un delito excarcelable y por su condición de Pueblo originario. Se esperó con la intención de negociar “en términos desventajosos para ellas”. 

Esta buena noticia se da días más tarde de la concreción de la Mesa de Diálogo, tan prometida como postergada, que reunió al secretario nacional de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, al presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Alejandro Marmoni y otros funcionarios del gabinete de Alberto Fernández, junto a representantes indígenas –Orlando Carriqueo, Isabel Huala y Soraya Guitart, entre otros– y veedores de organismos de derechos humanos como Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel. El 1 de junio en la sede de la secretaría de Derechos Humanos en la EXESMA, acordaron lo que ya había sido prometido en febrero en la Casa Rosada y que estuvo a punto de no concretarse. El retorno de la machi (autoridad espiritual) Betiana al rewe, la construcción de tres viviendas que fueron destruidas al momento de la represión, para que ella y su familia vivan allí y puedan ejercer sus tareas espirituales y medicinales con sus asistentes.

Desde el lado mapuche se aceptó la reubicación del resto de la comunidad en tierras que aún no fueron definidas pero que serán cedidas por Parques Nacionales. Pero uno de los puntos más importantes fue el compromiso de firmar un “acuerdo de conciliación” entre las partes, que destrabara el proceso judicial por el cual estaban detenidas las mujeres, objetivo que en la actualidad está logrado y que implica el reconocimiento por primera vez del Estado nacional a la comunidad y a la autoridad de la machi. 

Por otra parte, el Ministerio de Seguridad se comprometió a garantizar la seguridad del rewe que en la actualidad se encuentra vulnerado. Las mujeres mapuches, luego de recorrer su territorio se han encontrado con destrozos, abandono y la ausencia de la armonía que implicaba ese espacio para la comunidad. “Estamos libres pero aun queda camino para que esto termine. No hay reparación para los graves daños que atentaron contra nuestras vidas y de nuestrsx hijxs”, escribieron las lamngen en su último comunicado.

Las mapuches de Villa Mascardi más cerca de la libertad y de recuperar su espacio ceremonial

Las mapuches de Villa Mascardi más cerca de la libertad y de recuperar su espacio ceremonial

El Estado y la comunidad originaria firmaron un acuerdo por el cual se le reconoce sus tierras y se desistiría de las causas penales por las que ocho mujeres están en prisión domiciliaria.

Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas, Luciana Jaramillo y María Celeste Ardaiz Guenumil son los nombres de las mujeres pertenecientes a la comunidad mapuche que se encuentran encerradas con sus hijos e hijas en condiciones lamentables desde octubre del año pasado cuando se produjo un violento desalojo en Villa Mascardi en manos del Comando Unificado de fuerzas represivas. Desde hace casi ocho meses están cumpliendo prisión domiciliaria en una casa de Bariloche, luego de haber sido procesadas por la jueza federal María Silvana Domínguez. Pero a partir del acuerdo firmado ayer durante la tercera Mesa de Diálogo entre el Estado nacional y referentes de las comunidades indígenas de la Patagonia se encuentran más cerca de la libertad, y sobre todo de recuperar su rewe (espacio ceremonial) en un sector del Parque Nacional Nahuel Huapi, territorio que reclaman como propio. ANCCOM habló con su abogada y reconstruyó estas últimas intensas horas.

Luego de sucesivas postergaciones, en la sede de la secretaría de Derechos Humanos en la exESMA poco después de las 14 comenzó la reunión encabezada por el anfitrión, el secretario nacional del área Horacio Pietragalla, el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas Alejandro Marmoni y otros funcionarios del gabinete de Alberto Fernández, junto a representantes indígenas –Orlando Carriqueo, Isabel Huala y Soraya Guitart, entre otros– y veedores de organismos de derechos humanos como Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel. La firma del acuerdo había sido prometida en febrero en la Casa Rosada y estuvo a punto de no concretarse. Tras un cuarto intermedio y cerca de las 20 llegaron a la redacción final que hará posible el retorno de la machi (autoridad espiritual) Betiana, al rewe, lo cual implica un reconocimiento como sitio sagrado, y la construcción de tres viviendas, que fueron destruidas al momento de la represión, para que ella y su familia viva allí y pueda ejercer sus tareas espirituales y medicinales con sus asistentes. 

La parte mapuche aceptó que los demás integrantes de la comunidad que fueron desalojados en octubre de 2020 sean reubicados en tierras aún no definidas, asunto a abordar en la próxima mesa de diálogo. Asimismo, el Ministerio de Seguridad se comprometió a garantizar la seguridad de rewe, recientemente vandalizado. Pero uno de los puntos más importantes fue el compromiso de firmar un “acuerdo de conciliación” entre las partes, que podría destrabar el proceso judicial por el cual están detenidas con prisión domiciliaria las cuatro mujeres integrantes de la comunidad, quienes recuperarían su libertad.

Este ítem se refiere a la llamada “causa madre” del 2017, cuyo querellante es Parques Nacionales, y a la que se abrió en 2022. Las comunidades y el Estado llegarían a esta “conciliación” según los términos del Artículo 34 del Código Procesal Penal. Este contempla como “no punible” a aquel que obra en defensa propia o de sus derechos. Laura Taffetani, defensora y miembro de la Gremial de Abogados y Abogadas, en diálogo con ANCCOM dijo que “la conciliación entre las lamngen (hermanas) que son las imputadas y Parques Nacionales, la parte damnificada, permitiría que se extingan las causas penales, pero aún dependemos de lo que haga la justicia con este acuerdo, tenemos una lucha más que dar”. En el caso de que cualquiera de las partes no cumpla con dichas pautas, el acuerdo conciliatorio cae y por lo tanto resurgirán las causas penales. Sin embargo, Taffetani destacó que “en este acuerdo por primera vez el Estado nacional reconoce a la comunidad y a la autoridad de la machi”.

Puertas afuera del encuentro, el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir” transmitió en vivo la palabra de dos de las mujeres detenidas. Con la consigna “Libertad a las presas políticas Mapuche” primero Romina y luego la machi Betiana aclararon que se encuentran “prisioneras del Estado que ha sembrado el terror, sin tener una condena y que, en caso de que existiera un juicio y una pena, esta sería excarcelable”. Dijeron que se las acusa de “usurpadoras cuando el pueblo mapuche tiene el derecho a tener estas tierras que hemos habitado desde siempre”. Desde Bariloche, las mujeres reclamaron nuevamente la acción del Estado para que cumpla la promesa que estuvo postergando. “Confiamos en que quieren solucionar el conflicto pero nos han mentido y se han burlado”, señaló Romina, quién al momento de la represión se encontraba transitando un embarazo de 40 semanas y tuvo que parir bajo la mirada de la custodia policial.

Betiana se lamentó por las condiciones de su espacio ceremonial sagrado que hoy se encuentra militarizado y que sufrió el martes 30 de mayo un acto de vandalismo denunciado por Lof Lafken Winkul Mapu. Recordó también lo sucedido en el 2017 cuando fue asesinado por la espalda Rafael Nahuel, joven del Alto barilochense que estaba transitando su proceso de reconocerse mapuche. “Él sigue allí presente, en ese territorio que no se vende ni se negocia, la lucha sigue mientras nuestra sangre resista”, aseguró la machi. Para ella, “la mal llamada Conquista del Desierto hoy continúa con represión, castigo y presos políticos por defender y luchar la vida de los territorios libres, queremos que nuestros hijos sean libres y que tengan un espacio para poder desarrollarse y crecer”. Y Romina apuntó: “El problema son los intereses que hay detrás, el Estado termina siendo un títere y por eso nos ven a nosotras como terroristas cuando en realidad estamos cuidando el territorio”.

El miércoles 31 de mayo se había producido un reclamo con cortes intermitentes del tránsito en Viedma por parte de integrantes de los pueblos originarios y de la CTA Autónoma de Río Negro, con la finalidad de pedir la liberación de las cuatro mujeres, que se sumó a cantidad de convocatorias en distintos puntos del país para continuar protestando y visibilizando por ellas, a quienes consideran “presas políticas”. Desde Rosario hasta la Embajada de Argentina en Chile, los “vecinos conscientes”, o los wenuy (amigo blanco) no quieren quedarse afuera del reclamo. 

De todas ellas, Celeste Guenumil está más cerca de la libertad dado que la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al recurso presentado por su defensa y atendió al “principio de interés superior del niño” en relación a sus tres hijos. Guenumil, a diferencia de sus compañeras, no está imputada en la llamada “causa madre” por la usurpación del territorio.

Por su parte, Orlando Carriqueo, coordinador del Parlamento Mapuche-Tehuelche,  dijo a TeleSISA que “en el contexto de “criminalización del pueblo mapuche y de un ataque fascista de la derecha lograr la devolución del rewe es un objetivo impensado años atrás”. También hizo hincapié en la importancia de hacer públicas las conclusiones, “que la sociedad esté al tanto de lo que está en juego para lograr un debate social sobre las falencias de la democracia” y “discutir la verdadera identidad de la Argentina”.

 

Los mapuches aguardan por su tierra en Villa Mascardi

Los mapuches aguardan por su tierra en Villa Mascardi

A pocas horas de que venza el plazo acordado para que Parques Nacionales devuelva a la comunidad su espacio ceremonial, el lugar apareció vandalizado.

A pesar de las instancias de diálogo, no hay paz ni soluciones a la vista en el conflicto mapuche en Villa Mascardi, donde fue asesinado Rafael Nahuel a finales de 2017. A pocas horas de que se venza el plazo para la devolución del rewe (espacio ceremonial) a su comunidad, tal como había sido acordado en febrero, ese sitio apareció vandalizado. 

Este capítulo de esta larga pugna, que por momentos parece interminable, comenzó el 4 de octubre de 2022, cuando se produjo el violento desalojo de la comunidad indígena Lafken Winkul Mapu por parte del Comando Unificado de fuerzas represivas. Con gases lacrimógenos y balas de goma, efectivos de Gendarmería, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Federal y Prefectura destruyeron las viviendas y luego de perseguir a algunos de los jóvenes mapuches que escaparon hacia el cerro y el bosque, detuvieron a siete mujeres de la comunidad junto a sus bebés y niños. 

La orden provino de la jueza federal de Bariloche Silvina Dominguez, que procesó a cuatro de ellas por el delito de usurpación: la machi (autoridad espiritual) Betiana Colhuan Nahuel, Romina Rosas, quien debió dar a luz con custodia policial, Luciana Jaramillo y María Celeste Ardaiz Guenumil. Tras ocho meses, estas mujeres continúan encerradas bajo arresto domiciliario en el Centro Mapuche de Bariloche, en condiciones de hacinamiento, con nueve niños y niñas en una vivienda insalubre, sin cloacas, con una calefacción insuficiente, sanitarios deficientes, instalación eléctrica riesgosa y un sostén alimentario que depende de la solidaridad de la gente, los “vecinos conscientes” como los llaman.

El 24 de mayo se realizó un trawun (reunión donde circula la palabra) en esa casa, con la intención de reunir tanto a mapuches como no mapuches y lograr en conjunto “ideas, propuestas que puedan ser llevadas adelante”, en palabras de la machi. La reunión contó con la participación de Isabel Huala y militantes de organizaciones sociales, feministas, de derechos humanos, comunicadores populares y vecinos de las provincias patagónicas. De este encuentro surgió un comunicado que denunció que “el Estado no solo se ha desentendido de su responsabilidad, sino que las está dejando morir lentamente. Las mujeres, niños y niñas están afectadas severamente en su salud física, psicológica y espiritual”.

Luego de tres postergaciones, las comunidades mapuche y mapuche-tehuelche esperan que este 1 de junio finalmente el Estado nacional y de la provincia de Río Negro, junto a Parques Nacionales, pongan la firma prometida en la última mesa de diálogo realizada el 10 de febrero en la Casa Rosada, cuando se acordó el retorno de la machi al rewe y al territorio donde podrán reconstruir su casa. Parques Nacionales accedió a ceder siete hectáreas, más otras 10 en el lago Guillelmo, relocalizando a la comunidad.  Una gran lista de organizaciones reclama y exige a los funcionarios que conforman la Mesa de Diálogo que sin más dilaciones “asuman el compromiso y responsabilidad política de convocar a la reunión programada y la firma del acuerdo con las comunidades mapuche”, de lo contrario darán por entendido que “el Estado abandona la solución al conflicto”. Además, no dudan en señalar que el territorio está siendo custodiado por decreto del presidente de la Nación y a pedido de la gobernadora Arabela Carreras cuidando “los intereses económicos que los empresarios ven en la biodiversidad, donde sólo buscan explotar y destruir”.

El martes 30 de mayo, aún palpitando los ecos de su reunión y a la espera de la firma prometida por la Mesa de Diálogo, un comunicado público de Lof Lafken Winkul Mapu informó la grave situación en la que se encuentra su espacio ceremonial tras sufrir un acto de vandalismo. Hicieron responsables al Ministerio de Seguridad, al gobierno Provincial y Nacional ya que “el rewe ha quedado a disposición del ‘Comando Unificado’ que se ha mostrado inoperante para garantizar el resguardo de nuestro espacio sagrado y ceremonial”. Incluso, desde la comunidad no descartaron la hipótesis de que el mismo Comando haya sido el responsable del ataque, y reiteraron el pedido de disolución del mismo ya que solo trae “detenciones, torturas, desapariciones y muerte”. 

El abogado de algunas de las mujeres mapuches y vicepresidente de la Asociación Gremial de Abogados y Abogadas de Argentina, Luis Virgilio Sánchez, señaló que sus defendidas pertenecen “a un sector vulnerable a quien se acusa de usurpar un territorio que consideran propio por convicción y cultura”. Amparadas por el Artículo 75, Inciso 17 de la Constitucional Nacional reformada en 1994 que reconoce la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas, Rubén Marigo y Ezequiel Palavecino, pertenecientes a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, opinaron que la injustificada detención “tiene como origen el haber ejercido el derecho a la recuperación de sus tierras, que vienen reclamando ancestralmente”. Por otro lado, Sánchez aseguró que la jurisprudencia que mantiene detenidas a las mujeres proviene, nada menos, que de juicios de lesa humanidad. 

A 40 años del retorno de la democracia, la comunidad mapuche de Villa Mascardi aún debe reclamar el cese de la violencia, persecución y criminalización en su contra. “Esta democracia, tal como está, genera una tiranía racista que alimenta figuras electorales patéticas y peligrosas que atentan contra la libertad y los derechos humanos que debería resguardar”, expresó la machi Colhuan. Con los ánimos deteriorados pero sin perder la esperanza, ellas y sus compañeros y compañeras de lucha aguardan la llegada del jueves para conocer la acción que tomará finalmente el Estado. 

Denuncian al Gobierno mendocino por discriminación

Denuncian al Gobierno mendocino por discriminación

Integrantes de comunidades mapuches realizaron una presentación en el INADI y en el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial luego de que el Parlamento local los calificara como pueblo extranjero.

Luego de la aprobación del proyecto de ley provincial que afirma que “los mapuches no deben ser considerados pueblos originarios argentinos”, el pueblo indígena denunció al Gobierno mendocino por racismo y discriminación. La medida fue presentada ante el INADI y el CERD (Comite para la Eliminación de la Discriminación Racial). 

Hace casi un mes, la Cámara de Diputados de Mendoza afirmó, a través de su página web, que la insólita resolución se decidió “con base en los aportes científicos, históricos, antropológicos aportados al momento del tratamiento en comisión por especialistas en el tema indígena”.

Incluso, Rodolfo Suárez, gobernador de la provincia, expresó en sus redes sociales que “si no le damos la seriedad y la institucionalidad que el tema merece, alejándonos de los discursos fanáticos, vamos a tener estos grupos exigiendo la entrega de propiedades en toda Mendoza”. En sintonía con Suárez, el senador nacional Alfredo Cornejo afirmó que “no hay ni hubo mapuches en Mendoza” a través de su Twitter.

Damián Andrada, investigador y especialista en pueblos indígenas, comentó a ANCCOM que “la Legislatura mendocina no tiene la potestad de decir que integrantes de un pueblo indígena son argentinos. Además, no corresponde a ningún criterio científico”. 

Orlando Carriqueo, referente del pueblo mapuche, declaró a esta agencia que el proyecto representa “un acto racista, fascista, alejado de la verdad y fundamentalmente antidemocrático” y destacó que “tienen como claro objetivo deslegitimar la presencia mapuche y sus reclamos territoriales”.

Respecto a las discusiones sobre si los mapuches son extranjeros o no, Andrada explicó que “los pueblos indígenas están desde antes de la conformación del Estado Nacional. Existen antes de la conformación del Estado argentino y chileno.” A su vez, Diego Escolar,  antropólogo e investigador del CONICET experto en el tema, dijo que “la presencia indígena de los ancestros del mapuche en Mendoza data de más de mil años”.

El referente mapuche planteó que “la Argentina debe repensar su identidad, debe repensar su historia y debe aceptar primero que no venimos de los barcos y, segundo, que hay una gran identidad indígena en nuestra sociedad”.

Además, Escolar reveló que “el término mapuche como término de identidad, no es tan antiguo. Se empieza a generalizar en el siglo veinte y desde el siglo diecinueve. Antes, esos mismos grupos tenían otros nombres, por lo que es un error buscar datos del mapuche nombrados así en el periodo colonial”.

En referencia a cómo se trató la cuestión, Andrada sintetizó: “Cuando nos encontramos con pueblos que en lugar de desistir frente a estos avasallamientos, buscan resistir, rápidamente el poder económico lo toma como un enemigo. Los medios de comunicación que representan esos intereses, los ubican también como un chivo expiatorio, al igual que los movimientos y partidos políticos que se posicionan del lado de los poderosos”.

A la denuncia por racismo y discrimnación presentada por la comunidad mapuche, se suman la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) y el INADI quienes en el pasado manifestaron su preocupación por las medidas tomadas en Mendoza, ya que consideran que “este tipo de normas fomentan la reproducción de discursos de odio y legitiman prácticas muy peligrosas”.

Carriqueo afirmó que “ha habido un avance de discursos antimapuches, racistas y negacionista pero claramente tiene que ver con un problema que arrastra el Estado y la misma sociedad que es no reconocer el primer genocidio que ocurrió en Argentina y que tiene que ver con la campaña del desierto”. Agregó: “La democracia le debe a la sociedad el reconocimiento de ese genocidio y una discusion mucha mas amplia para poder desarmar y desarticular el racismo estructural que hay. Los partidos políticos no están ajenos a ese racismo que se ve fundamentalmente en el desconocimiento de la historia”.

 

Una muestra para recuperar voces silenciadas

Una muestra para recuperar voces silenciadas

El Centro Cultural Borges inauguró una exposición de imágenes de rituales propios de las comunidades originarias tomadas por el fotógrafo Pablo Piovano. La apertura, que contó con la presencia de Madres de Plaza de Mayo, el ministro de Cultura, Tristán Bauer, e integrantes de ARGRA, se realizó en el contexto de la represión al pueblo mapuche en la Cordillera.

Mientras en la Patagonia los pueblos originarios resisten una represión inusitada, el Centro Cultural Borges inauguró la exposición “Mapuche, el retorno de las voces antiguas”, obra del fotógrafo Pablo Piovano. A través de esta iniciativa, se puede observar algunos de los rituales de las comunidades originarias que viven en la periferia de la Cordillera de los Andes y los paisajes por los que circulan.

En diálogo con ANCCOM, Piovano explicó que la muestra llegó luego de “un trabajo de cuatro años, que empezó en 2018 cuando asesinaron a Camilo Catrillanca, pero en verdad empezó cuando desaparecieron a Santiago”. En la misma línea, denunció que “Vaca Muerta se puso encima de 20 comunidades mapuche; las hidroeléctricas en el sur también; las forestales en toda la zona de la Araucanía y del Río Biobío, también están sobre territorio ancestral mapuche. Ahí el poder económico es el que marca los lineamientos de gobierno, las decisiones. El que la paga siempre es el más débil. Se perpetúa el colonialismo y la persecución”.

Durante la inauguración estuvieron presentes las Madres de Plaza de Mayo Taty Almeida, Nora Cortiñas y Vera Jarach; el ministro de Cultura, Tristán Bauer; Sergio Maldonado, hermano de Santiago y la Asociación de Reporteros Gráficos. En el acto de apertura, el primero en tomar la palabra fue Piovano. “Muchas gracias por abrir este espacio, para que pueda presentar mis respetos al pueblo Mapuche. – expresó el fotógrafo – Presentarle mi respeto a un pueblo que ha sufrido un genocidio, en donde para comenzar desde el principio, deberíamos decir que la Constitución se escribió con la sangre y el aniquilamiento de un pueblo.

En el acto de apertura, el primero en tomar la palabra fue Piovano. “Muchas gracias por abrir este espacio, para que pueda presentar mis respetos al pueblo Mapuche. – expresó el fotógrafo – Presentarle mi respeto a un pueblo que ha sufrido un genocidio, en donde para comenzar desde el principio, deberíamos decir que la Constitución se escribió con la sangre y el aniquilamiento de un pueblo.

La siguiente en hablar fue Almeida, quien sostuvo que “no se justifica de ninguna manera esa represión brutal de la que han sido víctimas los pueblos mapuche”. En la misma línea, Jarach declaró que “las reivindicaciones son cada vez más fuertes, más justas”. Cortiñas, por su parte, consideró “una infamia” que se llevaran “a las mujeres casi de los pelos, embarazadas, con los bebés”.

Por otro lado, Maldonado llamó a no continuar con la agenda política de Patricia Bullrich cuando no está en el gobierno y pidió solidaridad con las comunidades reprimidas. Además, manifestó que “muchos mapuche habían muerto, muchos habían desaparecido. Sin embargo, con Santiago se generó una empatía, se trajo toda esta problemática, porque Santiago era carismático, era rubio y eso no se puede dejar de lado”.

Rodolfo Walsh decía que tenemos que dar testimonio de tiempos difíciles. Y sin dudas, vos Pablo, con tu cámara, con tu equipo, nos dejás ese testimonio de tiempos difíciles – manifestó Tristán Bauer –. Espero que esta muestra que es con y para la lucha, por y para la paz, tenga muchos visitantes.

Antes de cerrar, una representante de la Asociación de Reporteros Gráficos se hizo presente para condenar las amenazas sufridas a través de las redes sociales por la fotógrafa Alejandra Bartoliche, quien actualmente está cubriendo la avanzada de Gendarmería en las inmediaciones del Lago Mascardi.

La inauguración finalizó con un audio de una integrante de una comunidad mapuche, quien sostuvo que “se están viviendo horas muy difíciles” a partir de “tanta avanzada represiva” y denunció que no se sabía si los integrantes desaparecidos están “detenidos por el comando unificado creado por Aníbal Fernández, con la complicidad de este gobierno nacional y popular”.

La muestra permanecerá en CABA  hasta el 20 de noviembre. A partir de entonces, comenzará una gira por todo el país. Se puede visitar de miércoles a domingos, en el Pabellón II, en el horario de 14 a 20. La entrada es libre y gratuita.