Por Gimena Luque
Fotografía: Archivo ANCCOM

Integrantes de comunidades mapuches realizaron una presentación en el INADI y en el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial luego de que el Parlamento local los calificara como pueblo extranjero.

Luego de la aprobación del proyecto de ley provincial que afirma que “los mapuches no deben ser considerados pueblos originarios argentinos”, el pueblo indígena denunció al Gobierno mendocino por racismo y discriminación. La medida fue presentada ante el INADI y el CERD (Comite para la Eliminación de la Discriminación Racial). 

Hace casi un mes, la Cámara de Diputados de Mendoza afirmó, a través de su página web, que la insólita resolución se decidió “con base en los aportes científicos, históricos, antropológicos aportados al momento del tratamiento en comisión por especialistas en el tema indígena”.

Incluso, Rodolfo Suárez, gobernador de la provincia, expresó en sus redes sociales que “si no le damos la seriedad y la institucionalidad que el tema merece, alejándonos de los discursos fanáticos, vamos a tener estos grupos exigiendo la entrega de propiedades en toda Mendoza”. En sintonía con Suárez, el senador nacional Alfredo Cornejo afirmó que “no hay ni hubo mapuches en Mendoza” a través de su Twitter.

Damián Andrada, investigador y especialista en pueblos indígenas, comentó a ANCCOM que “la Legislatura mendocina no tiene la potestad de decir que integrantes de un pueblo indígena son argentinos. Además, no corresponde a ningún criterio científico”. 

Orlando Carriqueo, referente del pueblo mapuche, declaró a esta agencia que el proyecto representa “un acto racista, fascista, alejado de la verdad y fundamentalmente antidemocrático” y destacó que “tienen como claro objetivo deslegitimar la presencia mapuche y sus reclamos territoriales”.

Respecto a las discusiones sobre si los mapuches son extranjeros o no, Andrada explicó que “los pueblos indígenas están desde antes de la conformación del Estado Nacional. Existen antes de la conformación del Estado argentino y chileno.” A su vez, Diego Escolar,  antropólogo e investigador del CONICET experto en el tema, dijo que “la presencia indígena de los ancestros del mapuche en Mendoza data de más de mil años”.

El referente mapuche planteó que “la Argentina debe repensar su identidad, debe repensar su historia y debe aceptar primero que no venimos de los barcos y, segundo, que hay una gran identidad indígena en nuestra sociedad”.

Además, Escolar reveló que “el término mapuche como término de identidad, no es tan antiguo. Se empieza a generalizar en el siglo veinte y desde el siglo diecinueve. Antes, esos mismos grupos tenían otros nombres, por lo que es un error buscar datos del mapuche nombrados así en el periodo colonial”.

En referencia a cómo se trató la cuestión, Andrada sintetizó: “Cuando nos encontramos con pueblos que en lugar de desistir frente a estos avasallamientos, buscan resistir, rápidamente el poder económico lo toma como un enemigo. Los medios de comunicación que representan esos intereses, los ubican también como un chivo expiatorio, al igual que los movimientos y partidos políticos que se posicionan del lado de los poderosos”.

A la denuncia por racismo y discrimnación presentada por la comunidad mapuche, se suman la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, el INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) y el INADI quienes en el pasado manifestaron su preocupación por las medidas tomadas en Mendoza, ya que consideran que “este tipo de normas fomentan la reproducción de discursos de odio y legitiman prácticas muy peligrosas”.

Carriqueo afirmó que “ha habido un avance de discursos antimapuches, racistas y negacionista pero claramente tiene que ver con un problema que arrastra el Estado y la misma sociedad que es no reconocer el primer genocidio que ocurrió en Argentina y que tiene que ver con la campaña del desierto”. Agregó: “La democracia le debe a la sociedad el reconocimiento de ese genocidio y una discusion mucha mas amplia para poder desarmar y desarticular el racismo estructural que hay. Los partidos políticos no están ajenos a ese racismo que se ve fundamentalmente en el desconocimiento de la historia”.