«Es un protocolo claramente inconstitucional»

 «Es un protocolo claramente inconstitucional»

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció una normativa antipiquete que avanza sobre los derechos a la libertad de expresión, a la protesta y a peticionar a las autoridades. Además, habilita mecanismos de inteligencia interna prohibidos por la legislación. El objetivo: generar temor para inhibir protestas ante un ajuste inédito.

El martes, Luis Caputo, ministro de Economía, presentó una feroz devaluación y medidas de ajuste. Para controlar los efectos de ese paquete económico, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, realizó este jueves el segundo anuncio del nuevo gobierno: el protocolo antipiquetes. “Las cuatro fuerzas federales, más el Servicio Penitenciario Federal que se ha unido a este Ministerio, van a intervenir frente a cortes, piquetes y bloqueos, sean totales o parciales. La ley no se cumple a medias: se cumple o no se cumple. Nosotros la vamos a cumplir”.

“La resolución 943/23, dictada por el Ministerio de Seguridad de la Nación y conocida como ‘protocolo antipiquetes’, tiene un problema estructural muy serio: su ilegalidad e inconstitucionalidad”, dijo Roberto Cipriano García, secretario ejecutivo de la Comisión Provincial por la Memoria, en diálogo con ANCCOM. Recordó que los derechos puestos en juego son parte de la ley porque están incorporados a la Constitución por la adhesión a tratados internacionales. “Sólo podrían ser regulados mediante una ley del Congreso nacional, que sería el único instrumento jurídico que podría regularlos, no un acta administrativa del Ministerio de Seguridad. Es un instrumento ilegal que debe ser tomado inmediatamente por la Justicia para impedir su aplicación”.

En la presentación, Bullrich justificó el protocolo represivo con las molestias y tardanzas que generan los cortes de calle: “Vamos a ordenar el país para que la gente pueda vivir en paz y llegar a sus trabajos, escuelas o adonde tenga que ir”. Frente a esto, Andrés Gil Dominguez, abogado constitucionalista, clarificó: “Ante una posible colisión determinada por el modo de la protesta entre el derecho de tránsito y el derecho de reunión corresponde tener en cuenta que el derecho a la libertad de expresión es uno de los primeros y más importantes fundamentos de toda la estructura democrática”. Asimismo, añadió que el derecho a la protesta pacífica engloba la libertad de expresión y sindical, el derecho de reunión, de huelga y de petición, entre otros.

En la lectura del protocolo , Bullrich declaró: “Serán identificados los autores, cómplices e instigadores de este tipo de delito. También se van a identificar los vehículos, sus conductores y todas las infracciones administrativas y/o penales existentes. Se va a proceder a incautar los vehículos que no estén bajo las normas de tránsito o cuyos conductores no tengan la documentación que tienen que tener”.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) se pronunció en contra del anuncio realizado por la ministra de Seguridad: “Las medidas atacan el derecho a la protesta, criminalizan a quienes se manifiestan y persiguen a la organización social y política. Hasta regula un registro de organizaciones habilitadas a protestar. Pretenden saltarse la intervención judicial, lo que limita derechos y garantías”. Además, con la derogación del protocolo garantista de Nilda Garré consideraron que “más que una limitación del uso de la fuerza policial hay una habilitación para ejercer violencia contra los manifestantes”.

Cipriano García agregó que mandar a las Fuerzas de Seguridad a hacer acciones de inteligencia, como el registro de las organizaciones y quiénes las integran, está expresamente prohibido. “Es un protocolo claramente inconstitucional que avanza sobre derechos fundamentales y sobre una tradición largamente arraigada en nuestra democracia que es la posibilidad de la manifestación pública frente a las arbitrariedades y decisiones que afectan a nuestro pueblo que dictan los distintos gobiernos”.

Hacia el final de su discurso, la ministra también advirtió la creación de un registro de las organizaciones que participan y que hacen de voceros de los movilizaciones. En la misma línea, el abogado Roberto Gargarella, aportó: “Es un nivel de improvisación y de prejuicio ideológico y con el enojo tan desatado de los primeros días, le diría que calme un poco el ánimo y vuelva a aferrarse al derecho”.

También, Gargarella argumentó: “El derecho a la protesta es el que sostiene los demás derechos. Si cortamos ese, lesionamos todos los demás. Eso no quiere decir que en su nombre puedo hacer cualquier cosa. Todo lo que se está haciendo hoy es consagrar como si hubiera derechos de un solo lado, como si estuviéramos en una situación bélica, como si el que ejerciera los derechos de protesta fuera un delincuente y no… es más bien lo contrario”.

“Se va a actuar hasta dejar totalmente liberado el espacio de circulación. Para llevar a cabo estas medidas las Fuerzas emplearán la mínima fuerza necesaria y suficiente y será graduada en proporción a la resistencia”, afirmó la excandidata de JxC y actual ministra de Seguridad.. 

Mauro Benente, doctor en Derecho y docente de las universidades de Buenos Aires y de José C. Paz, recordó: “Para el Sistema Interamericano y para el Comité de Derechos Humanos ‘las calles y plazas son lugares privilegiados para la expresión pública’ y las protestas ‘pueden tener un efecto perturbador inherente o deliberado y requerir un grado de tolerancia considerable’”.

En la red social X, “#MileiEsUnaEstafa” y “Estado de sitio” se volvieron trending topic. María del Carmen Verdú, abogada y militante de CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional), señala: “En 2017 decíamos algo similar: impusieron un estado de excepción sin declararlo. Acá ya te lo declararon, no formalmente, pero sí en el mensaje transmitido”.

Durante la presidencia de Mauricio Macri, Bullrich presentó un protocolo antipiquete “con la particularidad de que ella era el ala más dura y más reaccionaria junto con Petri, Kravetz y Wolff. Hoy, frente a Milei y Villarruel, explícitos reivindicadores y apologetas de la dictadura cívico-militar-eclesiástica y del terrorismo de Estado, no es lo más duro. Con lo cual es lo mismo, pero peor: viene con un empaquetamiento político a partir del poder acumulado por el actual presidente, por 54% de los votos además, que lo hace muchísimo más grave y sustentable. Aquel lo pudimos frenar”, declaró Verdú con preocupación agitada a ANCCOM.

Por otro lado, el protocolo permite el control represivo en medios de transporte público por las fuerzas de seguridad  y plantea que se envíen las facturas de “todos los costos vinculados a los operativos de seguridad a las organizaciones o individuos responsables”. En este sentido, Verdú sintetizó: “Además de que te van a cagar a palos, cagar a gases, meter en cana y armarte la causa, todavía vas a tener que pagar el desplazamiento de la Policía, de la Gendarmería, de la Prefectura y del Servicio Penitenciario”.

Verdú consideró que el miedo a la represión es válido y en el caso de Bullrich está fundado por cifras concretas y lamentables, pero también apuntó a no desmovilizar. “El punto es cómo hacemos para que ese miedo, desde el punto de vista colectivo de las organizaciones, no nos paralice tampoco. A cuidarse y movilizar con criterio”, concluyó.

Qué pasó y qué puede pasar con el voto

Qué pasó y qué puede pasar con el voto

La mirada de tres especialistas sobre los resultados electorales, y las consignas inmediatas que surgieron de los discursos de los dos candidatos que llegaron al balotaje. Cómo se abren los caminos hacia el 19 de noviembre.

Son las 22:57 del domingo 22 de noviembre. Javier Milei sube al escenario montado en el Libertador Hotel, se dirige hacia el atril ubicado en el centro y se coloca unos anteojos redondos. El público le canta el Feliz Cumpleaños y él agradece los regalos recibidos, mientras los mira por encima de sus lentes. En el mismo lugar, donde dos meses antes exclamaba que “una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”, ahora clama por la unión con los viejos conocidos de la política nacional para destruir al kirchnerismo.

¿Qué pasó en el medio? ¿Cómo pasó de ser el único “salvador” de los destinos del país a necesitar la ayuda de aquellos a los que denominaba como casta?

-Hay un poco de sorpresa pero también hay algunos fenómenos que eran esperados – explica Nayet Kademian, miembro de la consultora Zubán–Córdoba– Por un lado, la incapacidad de Bullrich para retener a todos los votantes de Larreta, por otro lado el aumento de la capacidad electoral respecto a las PASO, la disminución del voto en blanco y otros aspectos que entran en juego a la hora de votar. En las PASO siempre entra en juego un voto más visceral, más emocional, y en las generales aparece uno más racional.

El politólogo y doctor en Ciencias Sociales, Fabricio Castro, coincide en que los números del domingo fueron inesperados: “La sorpresa es un poco la palabra que suena en todos lados, no obstante, mi impresión es que si uno indaga en la campaña del último tiempo, daría la impresión de que la de La Libertad Avanza se llenó de excesos y de tropiezos. Con lo cual, si uno lo mira en perspectiva, sería lógico que gran parte de la población sintiera extrañeza por algunas propuestas”.

 

Con respecto a este punto, la investigadora en Comunicación Natalia Romé, sostiene: “Hay una cuestión de cómo se empobrece la práctica política, que es la reducción de la política a la estrategia electoral. La política ejercida solamente en estado de campaña, en estado de marketing político. Es empobrecedor, porque la política no consiste solamente en captar qué es lo que vos querés que yo te diga, sino que también consiste en producir lo que juntos tenemos que pensar y no habíamos pensado antes. Hay toda una dimensión de los discursos políticos que no son solamente sondearte. Me parece que entonces, cuando la preocupación por la política se produce solamente en términos electorales, también sacamos muy malas conclusiones”.

En este sentido, agrega: “Por ejemplo, la conclusión de que quien vota por un candidato, suscribe de cabo a rabo todo lo que ese candidato dice, en lugar de tener otros elementos para entender e interpretar la distancia que hay entre lo que uno piensa, lo que uno escucha de lo que el otro piensa y cómo eso empuja o no una decisión electoral. Porque son tan insondables y tan difíciles de comprender los motivos por los cuales alguien toma su decisión de voto, que no se pueden reducir a unos pocos elementos discursivos de una campaña”.

Para Kamedian, esto ha sido clave en el desarrollo del proceso electoral, donde los resultados de las PASO aparecieron como una respuesta negativa a la defensa de los derechos humanos y la violencia hacia las mujeres: “Creo que el hecho de que Milei no haya crecido se explica porque trazó una línea muy fuerte con gran parte de la ciudadanía, con sus alocuciones respecto del terrorismo de Estado y la desigualdad de género. Sobre todo con las mujeres, que es un electorado al cual Massa estuvo intentando apelar en el debate. Milei no hizo un cambio desde las PASO, entonces hizo que gente que antes no había ido a votar, ahora se inclinara por otros espacios por miedo”.

Por su parte Castro, opina que el mal desempeño del líder libertario tiene que ver con su dificultad para comprender los tiempos políticos: “Es algo que le sucedió no solo a él, sino a los que lo acompañaron. Sucede algo curioso, que los votantes de Milei aclaran lo que él sostiene, suavizándolo. Las campañas de Massa y Bullrich pusieron sus intereses sobre el tapete y mucha de la población se preguntó si no estábamos corriendo un riesgo”.

 

El camino al balotaje

En el discurso brindado el domingo por la noche, el referente de La Libertad Avanza llamó a formar una alianza para derrotar ya no a la casta política, sino al kirchnerismo tal como prometió Patricia Bullrich. 

-Yo creo que ese clivaje hoy en Argentina no funciona, me parece que la pregunta es dónde está el kirchnerismo ¿Está el kirchnerismo en primer lugar y dónde?– postula Kamedian-. Creo que si vemos las dos últimas elecciones presidenciales en Argentina, el kirchnerismo no pudo poner un candidato de su propio espacio, creo que está completamente conurbanizado, como le decimos aquí en Córdoba, y que Cristina está corrida de la escena política. Es un clivaje que a Bullrich efectivamente no  le sirvió. Entonces creo que, por un lado, puede llegar a servirle una atenuación del discurso aunque de manera limitada, porque siempre se queda con el primer impacto, con el discurso de que quiere la liberalización de armas, es muy difícil volver atrás, y también veo limitado por hacer uso del recurso de kirchnerismo – antikirchnerismo, que es un clivaje que a Bullrich efectivamente no le sirvió.

Los puentes que se intentan establecer con Juntos por el Cambio están asentados en un pasado donde hubo acusaciones de todo tipo, incluyendo atentados a jardines de infantes. Por este motivo, Castro sugiere: “Se desdibuja el personaje de Milei, aparecerá como una persona que transa y no como un idealista. Entonces esa imagen de revolucionario, de cruzada moral que él tenía y que yo creo que lo representa más genuinamente, va a tener que contaminarse de pragmatismo político, y eso lo incomoda mucho”.

Desde el oficialismo, la propuesta fue llamar a un gobierno de coalición que esté integrado por miembros de todo el espectro político. 

-En el discurso de Milei, lo que prima es la idea de que el restablecimiento de la armonía social, lo que él entiende como una sociedad de gente decente, depende de la eliminación de un antagonista, que es el kirchnerismo –propone Romé-.  Su idea de armonía es una idea confrontativa y antagonista, mientras que en el caso del discurso de Massa donde también me parece que hay una reconfiguración del nosotros y donde hay un discurso que habla con el objetivo de construir una nueva mayoría. El elemento que prima es el de la reparación del lazo de la comunidad política, con elementos básicamente mayoritarios como el de Malvinas, la identidad nacional. También aparece una dimensión del restablecimiento de la comunidad de afecto basado en la presencia del catolicismo.

Entre las dos propuestas, se encuentran los millones de votos que fueron emitidos a favor de los otros candidatos. En este marco, el lugar del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti es clave.

-Me parece que el votante peronista de Schiaretti va a ir orgánicamente a Massa, si es que ya no fue y no cortó boleta –señala Kamedian- Pero son una porción pequeña de los votos y no es algo lineal. Los votos de Schiaretti no son del peronismo, son de Schiaretti.  Entonces es probable que algunos de sus votantes apoyen a Milei. Y viendo cómo se estuvo manejando el peronismo cordobés, yo no creo que haya una decisión de apoyo mediático explícito a Massa, no lo veo factible.

Y añade: “El cordobés es un votante muy particular, que siempre votó distinto en elecciones provinciales y en elecciones generales. En las provinciales hace más de 20 años que gobierna el peronismo, en la ciudad y en la provincia fueron reelectos hace poco, y en elecciones nacionales siempre votó por opciones antiperonistas”.

Para Romé, será fundamental la propuesta de país que se imponga en el discurso público: “Creo que en ambos casos hay una apuesta que es del orden del afecto, y que va a funcionar en base a que la ciudadanía tenga ganas de confrontar, o que esté cansada de eso y crea necesario que haya una etapa donde la convivencia prime por sobre la polaridad”. 

Massa lo dio vuelta

Massa lo dio vuelta

El candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, entró al balotaje con 36, 6 por ciento de los votos y revirtió una elección que hace un mes parecía difícil. Javier Milei conservó el 30 por ciento de seguidores y Bullrich se quedó afuera de todo. En la Ciudad, Santoro entraba al balotaje con Jorge Macri y en la Provincia de Buenos Aires, arrasó Axel Kiciloff.

“Voy a ser un presidente que va a honrar nuestra constitución y nuestra bandera”, expresó Sergio Massa en el bunker de Unión por la Patria. Con el 97,84% de las mesas escrutadas, Sergio Massa se convirtió en el candidato a presidente más votado con el 36,63%, mientras que Javier Milen fue el segundo con el 30,02 %, llevándolos a ambos a balotaje el domingo 19 de noviembre. Patricia Bullrich quedó afuera con el 23,83%. A diferencia de las PASO en las que había votado el 69,62 %, en estas elecciones generales votó el 77,67% del padrón.

Massa subió al escenario al sonido de la canción Tierra Zanta, del trapero argentino Trueno, y en esta ocasión no estaba acompañado. Una vez arriba del escenario, Massa se tomó su tiempo para hablar mientras escuchaba al público “Sergio querido, el pueblo está contigo”, que agitaba a coro. “Voy a convocar un gobierno de unidad nacional el 10 de diciembre, construido sobre la base de convocar a los mejores, sin importar su fuerza política”, adelantó Massa.

“Quiero convocar a construir a aquellos que quieren más y mejor educación pública, de calidad e inclusiva frente aquellos que pretenden váuchers para nuestros hijos”, declaró Massa con determinación. “Estoy convencido de que este es un gran país, en el que entre todos lo vamos a poner en el lugar que se merece”, expresó, seguido del canto del público “Argentina, Argentina, Argentina”. Mientras tanto, las lágrimas se hacian presentes en las mejillas de algunos de los espectadores.

“Voy a ser el presidente del trabajo y de la seguridad por sobre todas las cosas, ese es mi mayor compromiso”, adelantó Massa. A los 20 minutos de discurso, el candidato a presidente por Unión por la Patria agradeció a su familia y subieron al escenario su esposa Malena Galmarini junto a sus dos hijos, y al candidato a vicepresidente Agustín Rossi quien también subió al escenario junto a su familia.
“El 19 de noviembre tenemos que definir si construimos un país que abraza a todos o un país del sálvese quien pueda, voy abrazar a cada argentino y a cada argentina; cuenten conmigo yo cuento con cada uno de ustedes, gracias de todo corazón”, concluyó Massa.
Las mesas de votación cerraron en toda la república Argentina a las 18. Los primero en llegar a las afueras del bunker de Unión por la Patria fueron los representantes del sindicato Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) con bombos y platillos, utilizando algunas vallas sueltas como escaleras, lograron poner en alto pancartas en los postes “UOCRA presente, Massa presidente” se alcanzaba a leer. La Cámpora, el Movimiento Evita y Barrios de Pie fueron algunas de las otras organizaciones que se movilizaron a las afueras de las inmediaciones del búnker.
Los primeros voceros en arribar y brindar declaraciones fueron el ministro de Turismo y Deporte Matías Lammens y la diputada nacional Paula Penacca, quien en esta ocasión va por la reelección. Lammens declaró que a 40 años de democracia “estamos convencidos y convencidas que la mejor manera de celebrarla es ejerciendo nuestro derecho al voto como pueblo”.
Si bien se podían observar caras de incertidumbre, los rumores de supuestos primeros resultados se corrían de boca en boca “hay balotaje entre Milei y Massa, Patricia quedó afuera. ¿Schiaretti? Le fue bien en Córdoba, por eso Patricia quedó afuera”, eran algunos de los rumores al cierre de los comicios. Las expectativas en el bunker de Unión por la Patria crecieron, acerca de que a Juntos por el Cambio solo le quedaban esperanzas en la Ciudad de Buenos Aires empezó a circular con fuerzas con el paso de las horas.
El diputado Sergio Palazo y la ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Cristina Álvarez Rodríguez se acercaron a la sala de prensa cerca de las 20 pero no dieron ningún dato certero, solo agradecieron a la población argentina, fiscales de mesa y a las fuerzas de seguridad por una “buena jornada electoral”. A esta altura de la jornada los bombos y platillos seguían agitando con más fuerza desde afuera.
Cerca de las 21 se comenzaron a pedir los primeros resultados, pero hasta entonces por los parlantes se escuchaban avisos de modificación respecto a quienes serían los siguientes voceros. Diez minutos después aparecieron: “Las mesas testigos siguen trabajando”, declaró la senadora Juliana Di Tullio. “Tenemos que seguir esperando un poquito más”, agregó la candidata a diputada nacional Victoria Tolosa Paz. La euforia y ansias crecieron.
“A los que les interesa el buffet, en un rato vienen los platos calientes”, exclamó el encargado de servir. Pero los datos calientes llegaron pasadas las 21 cuando Julio Vitobello, secretario general de la presidencia dio los primero resultados con el 76,12% de las mesas escrutadas, confirmándose el massazo: Sergio Massa con 35,90%, Javier Milei 30,52%, Patricia Bullrich 23,61%, Juan Schiaretti 7,34% y Miriam Bregman 2,62%. “Que locura por favor”, se escuchó seguido de algunos aplausos. Sucedió lo que quizás para algunos no era posible y al parecer para muchos sí, Sergio Massa dio vuelta las elecciones.
En las afueras del búnker el clima fue de celebración, ambientado por Turf que sonaba a todo volumen desde los parlantes. En la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof obtuvo el 44,88%, seguido por Néstor Grindetti con 26,62%, Carolina Píparo 24,59%, Rubén Sobrero 3,94%. No era necesario seguir los resultados, Kicillof ganaba por amplia mayoría y obtenía su reelección. En la Ciudad de Buenos Aires el predomino era de Juntos por el Cambio, con 49,29% por parte de Jorge Macri contra 32,25% de Leandro Santoro, 14,11% de Ramiro Marra y 4,32% de Vanina Biasi. A pesar de la gran diferencia, Jorge Macri no puede evitar el balotaje ante Santoro.
Pasadas las 21, subieron al escenario Axel Kicillof y Verónica Magario, acompañados de asesores y compañeros: “Empiezo diciendo que estamos muy emocionados”, expresó Kicillof. “Este año estamos cumpliendo 40 años de democracia, este año votamos por decima vez candidato a presidente en la Argentina y quiero dejar en claro que esta democracia se basa en la profunda memoria de una noche genocida y que este voto significa dictadura nunca más”, declaró Kicillof con voz quebrada. El público cantó a coro: “Axel querido, el pueblo está contigo”.
22.34, Leandro Santoro se acercó a hablar con los periodistas: “La constitución prevé que hay que llegar a un 50% para evitar al balotaje”, aclaró Santoro y agregó que decidieron “esperar al conteo oficial de los próximas días”. Además, adelanto lo más esperado de la jornada “en unos minutos sale a hablar Sergio Massa”. Mientras tanto, la movilización ubicada en la esquina de avenida Corrientes y Dorrego seguían festejando la victoria electoral.
Luego de dar su discurso, Massa salió al escenario que estaba instalado fuera del búnker para saludar a la militancia “Con humildad y poniendo la otra mejilla mostremos que somos más los argentinos que amamos nuestra Patria. Viva la Patria, viva Argentina”, concluyó. Pidió a la militancia seguir caminando y convenciendo de cara al balotaje y se comprometió a trabajar para que el año que viene el Papa Francisco visite la Argentina, un tiro más para diferenciarse de La Libertad Avanza que pidió romper relaciones diplomáticas con El Vaticano. A diferencia de la escena del interior del bunker, en el escenario exterior subieron otros dirigentes, que lo acompañaron, como Axel Kicillof y Wado de Pedro, con quien se dio un afectuoso abrazo. Mientras tanto, la militancia contaba: “En noviembre cueste lo que cueste, en noviembre tenemos que ganar”.

Patricia Bullrich, afuera

Patricia Bullrich, afuera

Dramática jornada electoral para Juntos para el Cambio: con el 23,85 por ciento de los votos, Patricia Bullrich quedó fuera del balotaje presidencial y se abre una incógnita respecto al futuro de la coalición. Grindetti quedó lejos en la elección bonaerense y Jorge Macri, favorito para gobernar CABA, disputará una segunda vuelta con Leandro Santoro.

El domingo fue gris incluso cuando cayó la noche en el salón Goldcenter de Parque Norte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En el búnker de Juntos por el Cambio se reconoció la derrota a las 22:20, con palabras de la candidata Patricia Bullrich: «Quizás nuestros valores hoy se han quedado dormidos, pero nosotros los vamos a despertar en nuevos días de lucha por la Argentina». Rodeada por Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Elisa Carrió, Mauricio Macri y los principales dirigentes del PRO, la candidata presidencial aceptó la contundente derrota en las elecciones presidenciales. Con el 96,68 por ciento de las mesas escrutadas, Bullrich quedó en tercer lugar y fuera del balotaje con un 23,85 por ciento de los votos. Sergio Massa de Unión por la Patria quedó primero en estas elecciones presidenciales con un 36,56 por ciento de votos a nivel nacional, seguido por Javier Milei de La Libertad Avanza con 30,05 por ciento, ambos se medirán el próximo 19 de noviembre para definir la presidencia del país en los próximos cuatro años. A diferencia de las PASO, en donde se dio una participación del 69,62 por ciento, en esta oportunidad la actuación cívica de los ciudadanos democráticos fue de un 77,65 por ciento, y sigue siendo motivo de celebración en vísperas de los 40 años de la democracia.

“En esta noche donde no hemos logrado los objetivos que queríamos para nuestra Argentina, venimos a ratificar con toda la fuerza los valores de nuestra causa”, sostuvo Bullrich al reconocer su derrota. “Lo aceptamos pero tenemos la convicción profunda de que los valores que llevamos dentro de la república, (para que se lleven a cabo) los valores de la transparencia, de la lucha contra la corrupción, se debe abandonar el populismo”, expresó Bullrich con tono serio y con una mirada firme al público. La candidata afirmó severamente que el populismo es el causante de la pobreza, la corrupción y la decadencia del país y dejó en claro que no iba a felicitarlos (a quienes ganen en esta contienda) por el ascenso al poder. “Hemos tenido buenos y malos momentos. Pero jamás vamos a dejar de ser lo que somos para la Argentina. Nunca vamos a ser cómplices del populismo para la Argentina. Y nunca vamos a ser cómplices de las mafias que destruyeron este país. Desde el lugar que me toque no me voy a rendir nunca y nadie de Juntos por el Cambio se va a rendir nunca”.

Al final de su discurso, Bullrich expresó con esperanzas, que tal vez haya un momento en el que aquellos argentinos que no la votaron, vuelvan más adelante hacia su fuerza. “Estamos convencidos de que va a haber una comprensión de lo que hemos planteado y vamos a volver a tener una oportunidad”, cerró la candidata. 

En el escenario también estaba el candidato de Juntos por el Cambio para la gobernación bonaerense, Néstor Grindetti, que con el 26,66 por ciento quedó lejos del gobernador reelecto Axel Kicillof, de Unión por la Patria, que obtuvo un 44,86 por ciento. En tercer lugar se posicionó Carolina Píparo, de La Libertad Avanza, con 24,60 por ciento.

También se eligieron los cargos de jefe y vicejefe de Gobierno porteño: no le alcanzó aún a Jorge Macri, candidato del equipo de Bullrich, para ser electo en primera vuelta: obtuvo un 49,61 por ciento y disputará el balotaje frente a Leandro Santoro, candidato de Unión por la Patria, que llegó en segundo lugar con un 32,20 por ciento. En tercer lugar quedó Ramiro Marra, candidato de Milei, con un 13,89 por ciento de votos.

Las voces

Martín Yeza, candidato a diputado para la Provincia de Buenos Aires e intendente de Pinamar, había aparecido temprano en el búnker, cuando aún la incertidumbre reinaba en el país, y en la temprana tarde sostenía, optimista, que estaba totalmente convencido de que la Argentina necesita una nueva cultura del poder. En aquellas horas, todavía tenía “mucha fe” en que su fuerza contaba con el equipo para gobernar Argentina. Faltaba que avanzara el reloj para saber que no iban a llegar a obtener los números que les habilitaran la oportunidad. Por su parte, Damián Arabia, candidato a diputado de CABA, fue otro de los que asistió temprano. También en esos primeros momentos de especulaciones sin datos aseguraba que “a los argentinos les hemos brindado la mejor opción que tenía la Argentina”. Por entonces creía que los argentinos los iban a acompañar. Aún faltaba tiempo para conocer los resultados que le indicarían que la mayoría de los argentinos y las argentinas no elegirían esa opción.

Por aquel mismo momento, Fernando de Andreis, jefe de prensa de Jorge Macri, había brindado una conferencia a las 19 y resaltaba que que en Ciudad de Buenos Aires el resultado era muy positivo para Juntos por el Cambio, con una sonrisa no demasiado convencida. Frente a los números obtenidos, a las 22 Jorge Macri dedicó algunas palabras a todos aquellos ciudadanos porteños que confiaron en él para llevar a cabo la tarea de jefe de Gobierno de la Ciudad. “Ahí vamos a estar unidos, defendiéndonos como lo hicimos en el pasado y como lo seguiremos haciendo en el futuro. Porteños: muchas gracias por esta chance de gobernar nuestra ciudad”, cerró.

Sabor  a poco

Sabor a poco

ANCCOM miró el segundo debate presidencial junto a un grupo de ciudadanos de diversas edades y pensamientos políticos. Aseguraron que no se llevaron mucho, que los candidatos no contestaban lo que les preguntaban y propusieron sus propios cuestionarios.

 

Comienza el segundo debate presidencial del 2023, a tan sólo dos semanas del pase de los argentinos por las urnas. Al igual que el domingo 1°, un grupo de personas de generaciones, situaciones socio-económicas y orientaciones políticas distintas se reúnen a presenciar el evento frente a la televisión, invitadas por ANCCOM

Es una de las primeras noches de calor del año en la Ciudad de Buenos Aires y la temperatura atraviesa las paredes. Las espaldas se posan, más que el domingo anterior, contra los respaldos del sillón y de las sillas. Hoy se los nota a todos un poco más cansados y las palabras cuestan más de lo usual durante la primera media hora de debate. 

Sus caras, a modo de premonición, ya aparecen algo amargadas. Juzgando por las opiniones de la vez pasada, no es difícil deducir que los integrantes de este debate no guardan demasiada expectativa sobre la jornada de hoy. 

Sin embargo, de a poco, las opiniones comienzan a fluir; algunas de ellas hacia la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich. Las palabras de Bullrich son retratadas y recibidas de distintas formas en el grupo. Carolina, de 22, al principio sostiene que la nota muy nerviosa a pesar de sus intentos por mostrarse más fuerte y ordenada; más tarde coincidiría con Gabriela en que se la ve mucho más firme que la última vez. Rodolfo, por su parte, asiente ante la promesa de que, bajo el mandato de la candidata, el orden va a ser el primer fundamento; mientras tanto, Sergio la nota más agresiva y no se declara muy fan. Francisco, de 23, tampoco. Responde un irónico “ah, bueno, ¡muy bien!”, cuando Bullrich habla de bajar la edad de imputabilidad a los 14 años. 

-Además dijo que nos protegió contra las mafias. No sé, me parece a mí eh, que los jubilados nunca fueron una mafia- comenta.

Muy pronto, los candidatos a presidente demuestran no tener tiempo que perder. Los esfuerzos de los dirigentes parecen dedicarse, sistemática y exclusivamente, a tirar palos a todos los demás. Es la estrategia del día. En el proceso, la formulación de propuestas concretas decae, y las respuestas se tornan difíciles de encontrar. Schiaretti consulta a Bullrich por sus intenciones respecto a la infraestructura en el norte de Argentina; Bullrich responde, sí, pero sus palabras no hablan ni del norte, ni de infraestructura. 

-Es muy grosero, hizo de todo menos responder- dice Gabriela entre risas. 

-¡Sí, sí! -responde Fran- No dijo nada, sólo le pegó a los demás, se supone que eso tiene que hacerlo en la réplica, no acá. 

-Es tremendo como no hay ida y vuelta en las preguntas -coincide Sergio-. Nadie dice demasiado. 

-Es que tienen escritos todos los derechos de réplica de todos los candidatos, de todos los temas, para retrucarlo en cualquier cosa -hipotetiza Fran-, porque se nota que ni se escuchan entre ellos. Uno dice algo y el otro ya tiene el derecho de réplica escrito

que no tiene nada que ver con lo que dijo. Bullrich se puso a hablar de Insaurralde en una réplica sobre seguridad. 

-Sí, el derecho de réplica se está usando para extender la parte de la emisión de la opinión. Es muy evidente -concuerda Gabriela-.

El grupo coincide también sobre la importancia de las formas, particularmente en el debate de hoy; ante la deficiencia en el contenido, la silueta de lo que se dice cobra una importancia fundamental. En ese sentido, Massa es admirado por esta tribu de televidentes: cree que se ordena muy bien, muestra una oratoria superior a la mayoría de los candidatos, tiene mucha práctica encima. 

-Para mí debe vivir mirándose al espejo y practicando- dice Rodolfo.

-Pestañeá… Pestañeá… Pestañeá…-le pide por lo bajo Gabriela al candidato.

Massa no es el único que destaca en sus formas; el grupo resalta también a Patricia Bullrich. 

-Cambió su manera de hablar -dice Fran-, es evidente que la están empujando a ser más agresiva, a que pelee. De alguna manera le están diciendo eso. Para mí los asesores le dijeron: “Milei vende porque es violento, hagamos lo mismo”. 

Algo que toma lugar en esta ocasión, más que en la anterior, es el hincapié en el debate en sí. En sus formatos, en cómo mejorarlo, en su impacto sobre la sociedad. Caro expresa que sí cree en la influencia del debate en la intención de voto, mientras que Fran, por ejemplo, sostiene que ese sólo es el caso para los indecisos, y los que ya están determinados van a hacer de todo por atajarse a lo que diga su candidato. 

-Para mí no sé qué tanto sirve el debate a la hora de votar, es algo que no puedo saber -reflexiona Gabriela-. Pero sí creo que sirve para leer las personalidades de los candidatos, por más guionados que estén. Igual es difícil, porque todos van llevando las temáticas hacia el lugar que manejan. A Milei le preguntan del medio ambiente y el tipo termina hablando otra vez de economía, ¿no? Porque es donde se siente cómodo. 

-Y para mí están demasiado contenidos -opina Rodolfo-.O sea, tanta regla le sacó el gusto. Habría que dejarles, no sé, diez minutos libres para que se puteen entre ellos. 

-Vos fijate qué cagones y qué predeterminados son todos. Porque ¿qué hubiera sido un buen derecho a réplica? Decirle a Massa ‘vos sos un hijo de puta que dos semanas antes largás todas estas medidas para conquistar a la gente a último momento y cagarla el 11 de diciembre’. Y nadie le dijo eso -argumenta Gabriela.

-Es lo que se estaba diciendo el otro día, que este es como el modelo de debate más seguro para los candidatos. Está todo esquematizado y las preguntas, acordadas -responde Fran. 

Los candidatos dan curso a la sección sobre seguridad. Cuando terminan, Gabriela observa que todos -menos Bregman- fueron bastante por derecha. Coinciden con Rodolfo en que la temática es muy compleja y los candidatos tomaron en su mayoría el camino fácil, queriendo tratar el problema desde el síntoma más que desde su raíz. 

Pero no todo es tan serio y no todo gira en torno a los candidatos más populares en las encuestas. El grupo nota a Schiaretti incluso más que la vez anterior -algo no tan difícil de lograr, considerando que el domingo pasado el cordobés por poco no pasa totalmente desapercibido-. Los comentarios sobre el candidato vacilan entre la pena, la admiración y la comicidad. Pena cuando nadie le pide réplica, lástima cuando Massa le pregunta por el Mundial 2030, dando la sensación de que no se le ocurrió nada para preguntarle; admiración cuando habla de federalismo o del futuro de los jóvenes, y finalmente pena de nuevo: “Es coherente pero no tiene fuerza política” dice Caro, y Ludmi y Gabriela asienten lastimosamente. Los memes han abundado en la última semana respecto al indisimulable amor de Schiaretti por Córdoba. Acá también este humor parece encontrar su público. Entre chistes e imitaciones frente al televisor, la lástima deviene risa. 

Sucede también que la risa aleja las exigencias de responsabilidad hacia los candidatos y abre paso a un trato más humano. Ante otros candidatos, la percepción no es la misma. La responsabilidad y los reclamos son más evidentes, explícitos y justificados ante aquellos que cuentan con una función central en las redes político-estatales actuales. Es el caso de Massa. Fuera de ciertas cabezas que asienten cuando habla -por ejemplo, parece gustar lo de que la justicia rinda cuentas ante la sociedad- sus aportes son señalados constantemente con el dedo, un dedo que osa atravesar la tele de un sopetón.

-No pestañea, es verdad eh- observa Caro.

Massa habla de incluir a Hamas en la lista que Argentina califica como organizaciones terroristas, y Francisco responde cómicamente: “Genial, buenísimo, eso me sirve mucho para la situación del país”. Caro y Ludmi comparten una carcajada. 

Los demás momentos que ganan la risa del grupo sobran, y los fallidos -como el “a todas y a todas” de Massa, la “pantomina” (según el sic de Milei), o el “cavar más fondo el pozo” de Bullrich- y las metáforas -desde hacer puré hasta comparar las reservas del Banco Central con el ‘-10’ en el Chinchón- se llevan el premio.  

“¿Tienen alguna posibilidad de hacer un mea culpa y que eso lleve consecuencias y decisiones para poder modificar este rumbo?” Por ejemplo, les preguntaría concretamente: ¿Se te ocurrió bajarte un poquito el sueldo? ¿Sacarte la mitad de tus asesores? ¿Tener el presentismo mínimo?”. dice Gabriela.

Una pregunta en particular despierta al grupo. Si estuvieran ahí, en el debate, y les dieran la posibilidad de preguntar lo que sea, ¿qué preguntarían? Fran y Ludmi dicen que le preguntarían a Milei por la educación sexual integral. Caro no sabe bien qué preguntaría; a Rodolfo le pasa algo parecido.

-No sé si me saldría una pregunta -reflexiona Rodolfo-, es como que para preguntar algo vos tenés que esperar una respuesta. Y yo sé que la mayoría de las cosas que te van a poder decir son vaguedades o mentiras directamente. Así que aprovecharía para putearlos un poco, y para hablarle al resto de los que están ahí. 

-Yo sí les preguntaría -responde Gabriela saliendo de su simpática narcolepsia-. Vos partís de toda gente que de alguna u otra manera  es responsable de lo que está pasando en Argentina. Entonces, la pregunta que yo querría hacer es: “¿Tienen alguna posibilidad de hacer un mea culpa y que eso lleve consecuencias y decisiones para poder modificar este rumbo?” Por ejemplo, concretamente, “¿se te ocurrió bajarte un poquito el sueldo? ¿Sacarte la mitad de tus asesores? ¿Tener el presentismo mínimo?” Si vos tenés todos esos gestos como político, me parece que vas a poder tener un montón de otros gestos buenos para y por la gente.

El debate termina, y las últimas palabras de la jornada tocan brevemente el tema del voto en blanco: por qué sí, por qué no, en qué instancia lo haría cada uno. De acá al 22 de octubre quedan pocas semanas, menos de las que se pueden contar con una sola mano. La volatilidad del país admite, a esta altura, cualquier cosa; de hoy hasta que toque soltar al candidato o candidata hacia el interior de las urnas, un voto en blanco puede pasar de blanco a marrón, de marrón a rosa, de rosa a turquesa, y así por todos los colores, hasta que la fuerza de la inercia, la decisión, el miedo, la fe, alguna de ellas o todas juntas, muevan las manos de los ciudadanos dentro del cuarto oscuro y hagan decidir por uno. Quedan dos semanas. Por hoy, sólo resta ir a dormir.