
Malvinizar desde el escenario
Con humor, ternura y memoria, Alguien contará esta historia, de Gina Cundari, recupera voces y cartas de excombatientes de Malvinas. La obra cruza ficción y realidad para rescatar lo colectivo y humanizar la experiencia de la guerra.

Alguien contará esta historia, escrita y dirigida por Gina Cundari, nace de relatos y cartas de excombatientes de la Guerra de Malvinas. En escena, un suboficial, su ayudante y dos soldados, en su humilde casita de madera, esperan órdenes, comida, mensajes de radioaficionados, bombas y cartas de las personas que aman.
En esta obra, la ternura y la risa aparecen como formas de resistir y recordar la guerra. El suboficial ayudante Barreiro —interpretado por Manuel Di Francesco— recibió una carta de su novia dejándolo y está en crisis: no come, no habla, no se levanta de la cama. Para devolverle la vida, sus compañeros le inventan una novia epistolar ficticia. En medio de la intemperie, un fogonero de luz ámbar calienta el centro de la escena. “Las cartas eran lo que nos hacía más felices”, comentó a ANCCOM el excombatiente Alejandro Martin. Una carta de amor como contradicción, como apuro, como espera, como querer volver.
El trabajo de Cundari, hija de un excombatiente, se apoyó en entrevistas con los veteranos. “Fue un archivo de primera mano, a partir de sus voces. Cada uno me mostraba uniformes, cartas, fotos y recuerdos que guardaron”, dice la directora.

La obra propone unas Malvinas vistas desde lo humano. Estos cuatro pichiciegos con la vista nublada, los oídos confundidos, las ganas de volver y los miedos se abrazan, se miran, se cuidan. El suboficial Saraza —interpretado por Martín Betella De Vitta— intenta sostenerlos: los escucha, les charla, los anima. “Nos van a recibir con aplausos, actos de honor, medallas. Esto no se va a olvidar, ¿saben por qué? Porque se recuerdan siempre los actos nobles”, repite el personaje. Una gota cae sin cesar contra una olla en medio del escenario.
La función terminó y entre los aplausos emergieron el verdadero suboficial Miguel Saraza —fuente del personaje— y tres excombatientes que compartieron sus memorias para construir el texto. Ficción y realidad se cruzaron y Saraza exclamó: “Esto que hemos visto hoy es Malvinizar. Si todo el mundo hace una lucha cultural como esta, las Malvinas van a ser argentinas hasta la eternidad”.
Saraza sostiene que la obra no habla del soldado como un ser victimizado “ni como un héroe de bronce, sino como un hombre que asume una actitud responsable. Ese compromiso con la Patria y con sus camaradas lo hace trascender aún más”. Para él, la lucha no es ni fue con armas, sino que es “cultura, interna y colectiva. Fue necesaria la unidad para no caer, ni dejar caer a ningún compañero en la tristeza y la depresión”.
Así, en la obra, el personaje de Saraza dice a sus soldados jóvenes y asustados Orfanotti y Palacios, interpretados por Tomi Capano y Lautaro Bakir: “Miedo no podemos tener nunca, soldados. Hay que hacer realidad las palabras del general Pueyrredón que decía: yo no quiero vida, sino la vida de mi patria y viviré por ella y moriré por darle vida”. Entre los apagones, repiquetea la gotera contra la chapa, suenan los llantos y sonidos de guerra, el tiempo de la obra se detiene, se congela.

Para la directora y dramaturga Gina Cundari, contar estas historias es urgente: “Hay algo de la memoria que está quedando solamente en los excombatientes y, si no se cuenta, muere con ellos. Me preocupa porque es lo que nos construye como pueblo, nuestra identidad. Si no lo conocemos por ellos, el día que no estén, será demasiado tarde”.
Alguien contará esta historia, que tuvo la asesoría de dirección del proyecto de Luciano Borges, también rescata lo colectivo frente al aislamiento. “En un tiempo donde el individualismo está tan presente, es importante saber que la salida solo puede ser colectiva”, dice Cundari. Y agrega sobre su decisión de llevar esta historia a escena: “Sentí la necesidad de compartir esta historia y rendirles homenaje. Hay algo muy complejo en su identidad: no terminan de reconocerse ni como víctimas ni como héroes. Con esta obra, intenta acercarse “a lo humano, porque creo que en esa dimensión se comprende lo que pasó y lo que sigue pasando en cada uno de ellos”.
Cundari y su obra recibieron el reconocimiento del dramaturgo y director Mauricio Kartun: “Hay en Buenos Aires una generación de dramaturgos muy jóvenes que le aseguran al oficio no solo la supervivencia sino la necesaria renovación estética. Conmueve ver a esa camada sub-30 que toma hoy este lenguaje de veinte siglos y juega con él, lo hace suyo, lo actualiza, lo revitaliza”. Al respecto, el excombatiente Martin comenta que están movilizados de que una joven que nació muchos años después les rinda homenaje a sus recuerdos con tanto cariño.
Mientras el gobierno mileísta presenta una política de desmalvinización y se discuten proyectos que ponen en peligro la soberanía en la Antártida y Atlántico Sur, Alguien contará esta historia hace visible y refogonea lo que el silencio y la nieve quieren esconder.
Alguien contará esta historia se puede ver los domingos de septiembre a las 17 en el Centro Cultural (Pedro Morán 2147, CABA). Entradas en este link.