Por Lucila Rojas Moreyra

Javier Milei se reunió anoche con la jefa del Comando Sur Laura Richardson. Excombatientes, dirigentes y ciudadanos de la provincia expresaron su conmoción y repudio ante una alianza-político militar que se avizora.

El presidente Javier Milei recibió en Ushuaia a la generala del Ejército estadounidense Laura Richardson en lo que preanuncia una alianza político-militar con el gigante del norte. La bandera de ese país flamea desde el mediodía de ayer en el mástil exterior de la Base Naval Austral. La visita de una autoridad militar extranjera con un jefe de Estado es la única ocasión en que esto es posible y se permite.

La reunión contó con la presencia de jefes de las Fuerzas Armadas, el Ministro de Defensa, Luis Petri, y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Paralelamente fue notoria la falta del gobernador de la provincia.

El propio Gustavo Melella confirmó durante su discurso el 2 de abril que no participaría en la reunión. “No vamos a recibir formalmente, oficialmente y de ninguna manera a la Jefa del Comando Sur de Estados Unidos porque realizan prácticas militares junto a Gran Bretaña en el Atlántico Sur”.

Mara, una vecina de Ushuaia, en diálogo con ANCCOM, expresa las diferentes reacciones que tuvo el pueblo fueguino: “Las opiniones son muy divididas y más en una provincia donde en las elecciones ganó La Libertad Avanza. Igualmente, es evidente el enojo de gran parte los sindicatos y de los ciudadanos que lo consideran una falta de respeto a los excombatientes y al país por no cortar con la tendencia colonial. Por otro lado, parte de los fueguinos lo justifican y se enorgullecen. La indignación es inevitable, más allá de todo supuesto protocolo que se deba tener, no es buena señal ver flameando una bandera de un país que tiene claro interés en los recursos de nuestro territorio”.

“Puede que el significado de la OTAN no sea tan claro para todo el país, que no sea conocido como corresponde, no se recuerde o no se le dé la importancia que se debería para entender cómo se relacionan países como Estados Unidos y Gran Bretaña con la Argentina, y el grave daño que ocasionaron en ciertos momentos de la historia de nuestro país. En redes sociales esta confusión se ve con claridad entre aquellos usuarios que ven la intención de esta clase de visitas y aquellos que no, en sus argumentos y el constante conflicto entre ambas posiciones de Ushuaia”, agrega Mara.

Si bien el izado de la bandera es una cuestión protocolar, los ciudadanos comparten un sentimiento de preocupación frente a la posible acción estratégica que el gobierno de Milei podría cederle a los Estados Unidos, y la posible intervención de la OTAN no es menos preocupante. Richardson es la encargada de promover los intereses estadounidenses en la región, su visita en el enclave geopolítico en el Cono Sur es definitivamente estratégica.

“La provincia de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, tiene parte de su territorio usurpado sin poder ejercer soberanía plena y otro sector como el Antártico bajo una constante amenaza por parte de la OTAN de respaldar explotaciones de todo tipo de recursos una vez finalizado el actual Tratado Antártico. Ninguna deestas acciones generará beneficios para el mundo en general y los impactosmedioambientales se sentirán mucho más fuerte en la región”, asegura Alejandro Ascar, vecino de la ciudad de Río Grande.

La actitud es diplomática, pero el cuadro es impactante para los ciudadanos y las ciudadanas de toda la provincia, teniendo en cuenta que allí se encuentra la famosa Capital de la Vigilia, Río Grande. La ciudad se encuentra en la costa norte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Con una población de más de 100 mil habitantes, es el núcleo urbano con mayor densidad demográfica de la isla.

El pasado 2 de abril, más de 30.000 personas, autóctonas de la Ciudad Heroica y de todo el país, participaron en la Vigilia Nacional por la Gloriosa Gesta de Malvinas. La conmemoración tiene un objetivo claro: recordar y honrar a los soldados caídos en su misión de recuperar la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

“Es indignante ver cómo el presidente Javier Milei nos arrastra, en su afán de demostrar el grado de servidumbre que está dispuesto a aceptar a cambio de recibir apoyo simbólico que le permita sostener sus negociaciones entreguistas a cambio de un minuto de gloria enfermiza. Que el Presidente de nuestro país se reúna con la generala estadounidense en Ushuaia, tiene una simbología geopolítica demasiado fuerte para ser ignorada, en total oposición a las acciones y declaraciones constantes del pueblo y el gobierno de la provincia de Tierra del Fuego. Es muy triste ver cómo gran parte de nuestra sociedad desconoce y banaliza temas tan importantes sobre el ejercicio de la soberanía de nuestro territorio en la Patagonia, el Atlántico Sur, la Antártida, nuestras vías fluviales en el Río Paraná y el uso del Canal Magdalena”, concluye Ascar.