Piden perpetua para nueve represores

Piden perpetua para nueve represores

Tras una semana de alegatos en la causa que investiga los crímenes de la dictadura en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y la Brigada de Lanús, las querellas exigieron justicia.

La querella de Abuelas de Plaza de Mayo pidió prisión perpetua para los represores Luis Horacio Castillo , Jorge Antonio Bergés , Juan Miguel Wolf , Federico Minicucci, Roberto Armando Balmaceda , Jorge Di Pasquale , Guillermo Dominguez Matheu, Carlos María Romero Pavón, Carlos Gustavo Fontana por los delitos de lesa humanidad perpetrados en las Brigadas de Investigaciones de la Policía Bonaerense de Banfield, Quilmes y Lanús, con asiento en Avellaneda.

En el Tribunal Oral Federal N° 1 comenzó el alegato de la querella de Abuelas de Plaza de Mayo en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el “Pozo de Banfield”, el “Pozo de Quilmes” y “el Infierno” de Lanús, el martes 5 de marzo último.

En una audiencia extensa semipresencial ante el TOF N° 1 de La Plata integrado por Walter Venditti, Ricardo Basílico y Esteban Carlos Rodríguez Eggers se desarrollaron los alegatos del CODESEDH , del doctor Claudio Yacoy por la Municipalidad de Avellaneda y el de Abuelas de Plaza de Mayo a cargo de los abogados Collen Torre y Emanuel Lovelli .

En el marco de la audiencia número 135 la querella de Abuelas de Plaza de Mayo repasó algunos de los testimonios de sobrevivientes acompañados por un grupo de nietos y nietas que estuvieron presentes , entre ellos Daniel Santucho, el último nieto que recuperó su identidad el año pasado, mientras se desarrollaba este juicio.

Abuelas de Plaza de Mayo es querellante junto con los nietos restituidos Carlos D’Elía, Victoria Moyano Artigas, Pedro Nadal, María José Lavalle Lemos y su hermana María Lavalle, Laura Garack , Pablo Díaz y Graciela Borelli Cattaneo.

“Además de los casos querellantes y que representamos por los que acusamos también vamos a acusar por las mujeres embarazadas víctimas desaparecidas que pasaron por esos tres centros clandestinos y por los niños y niñas que nacieron allí pero antes nos parece importante destacar el funcionamiento del conocido Pozo de Banfield como maternidad clandestina”, comenzaba la abogada Colleen Torre.

“Los responsables del terrorismo de Estado –señaló- montaron las maternidades clandestinas en los distintos centros de detención, uno de los más grandes de la Provincia de Buenos Aires fue el Pozo de Banfield. Los nacimientos se daban en estos lugares específicos, lo pudimos ver cuando hicimos la inspección ocular”

Coleen Torre recordó los testimonios de los sobrevivientes en las audiencias que contaron cómo las embarazadas eran obligadas a dar a luz rodeadas de los represores, generalmente en las mesadas de las cocinas, mientras las insultaban y eran tabicadas y atadas de manos. Luego –coincidieron los sobrevivientes- eran separadas de sus hijos que fueron entregados a sus apropiadores. La abogada recordó también que tras el parto, las madres eran obligadas a limpiar el lugar y que las condiciones de su detención eran las mismas que tenían los demás detenidos y detenidas .

“De las 23 mujeres embarazadas por las que estamos hoy pidiendo justicia, veinte estuvieron secuestradas en el Pozo de Banfield y una de ellas, Liliana Ross, fue asesinada antes de dar a luz. Y de los diez nacimientos probados en estos juicios, ya sea por testimonio o porque el niño o niña, hoy adultos, fueron restituidos a sus familias, nueve sucedieron en el Pozo de Banfield”.

La letrada argumentó que las apropiaciones se dieron en el marco de un plan de exterminio de quienes los militares consideraban como un ´enemigo interno´. “Y en ese plan –continuó- también tenían que aniquilar a las mujeres que se habían alejado de los mandatos de una sociedad patriarcal y habían abandonado los estereotipos de género para ingresar al escenario público, a la militancia política». Por este motivo, explicó la letrada, los militares “le quitaron el derecho a criar a sus hijos e hijas».

Antes de terminar, Torre leyó las palabras escritas por algunos nietos y nietas que restituyeron su identidad acerca de lo que significa este juicio para ellos y para ellas. Pedro Nadal, uno de los nietos querellante en la causa, escribió  “Quiero agradecer al tribunal y a la fiscalía por la sensibilidad para abordar este juicio , pero no entiendo cómo las víctimas están presentes en cada audiencia y los imputados están ausentes . Algunos, comiendo, nos veían por telecomunicación desde sus hogares , otros reivindican sus atrocidades de manera obscena desde una cámara y hasta nos mandan mensajes para que sepamos que, según ellos, lo mejor que pudieron hacer es hacer desaparecer a nuestros padres y apropiarnos para educarnos mejor”.

Colleen Torre finalizó diciendo que los organismos de derechos humanos seguirán buscando a los 30.000 desaparecidos y a cada uno de los nietos que fueron apropiados para restituirles su identidad.

Las otras querellas

El jueves 7, en el TOF Nº 1 se escucharon los alegatos de las querellas de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) y UNIÓN, representadas por los abogados Guadalupe Godoy y Pablo Llonto quienes se sumaron al pedido condenatorio.

Llonto citó al presidente Javier Milei en el discurso que pronunció en su excolegio cuando les sugirió a los y las adolescentes que «lean las dos bibliotecas», en torno de lo que sucedió durante la última dictadura. El letrado le respondió : “ Es una invitación a que leyeran las bibliotecas de los genocidas para que de allí tomen su lenguaje y explicaciones sobre lo que iban a hacer y lo que hicieron . Algo así como si en Europa algún jefe de Estado les dijera a estudiantes secundarios y universitarios: “Ustedes que no han vivido la Segunda Guerra Mundial o el Holocausto agarren las bibliotecas de los nazis para encontrar las explicaciones de por qué había que exterminar judíos , gitanos , homosexuales y así se pueden formar una idea de lo que pasó. Por eso pedimos, por favor jueces y juezas, señalen en las sentencias la dimensión del daño para que no ocurra más“, cerraba Llonto. 

En una sala colmada, el viernes 8, el último día de las querellas, se escucharon los alegatos del colectivo Justicia YA!, representados por Pía Garralda y Luz Santos Morón. “Habiendo pasado 17 años de impunidad, lo hacemos también por nuestro compañero Jorge Julio Lopez. Seremos su voz en este nuevo juicio pese a lo que pretendieron los responsables de su segunda desaparición forzada. El devenir político de nuestro país hace que el alegato que presentamos transcurra en un contexto de un peligroso avance de sectores que niegan el genocidio y reivindican a la distadura”, comenzó Luz Santos Morón.

“En tiempos donde nos invitan a olvidar y a ser sumisos, en tiempos de mirar para otro lado, en pozos donde entierran a la historia nos hemos unidos y hermanados, en tiempos donde hablan por la libertad y no la escuchan pues ella es hija de la madre de los que luchan, nunca de los que creen en el dios mercado, entiendan que no hay libertad posible si en la panza de nuestro niños y niñas hacen ruido las tripas de los desolados. Sepan señores que con nuestro hambre no construirán sus imperios. Como hemos dicho siempre, cárcel común perpetua y efectiva para todos los genocidas. No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos. Son 30000 y fue un genocidio”, cerraba la audiencia la doctora Pía Garralda.

A cada nombre de desaparecidos mencionado por las letradas, el público respondía a una sola voz : «¡Presente!»

 

Condenaron a Donda Tigel por la apropiación de su sobrina Victoria

Condenaron a Donda Tigel por la apropiación de su sobrina Victoria

El tribunal lo consideró culpable de apropiación y ocultación de la identidad y le dictó quince años de prisión.

El Tribunal Oral Federal en lo Criminal Nº 6 condenó a quince años de prisión a Adolfo Donda Tigel por la apropiación y ocultación de la identidad de su sobrina Victoria Donda Perez.

El lunes 4 de marzo pasadas las 15 horas, el Tribunal Oral Federal Nº 6 -integrado por Ricardo Basilico, Daniel Horacio Obligado y Gabriela López Iñíguez- dictó la sentencia al imputado quien siguió el juicio de manera virtual desde el penal de Ezeiza, donde cumple condena perpetua por las causas ESMA II y ESMA Unificada.

En una jornada llena de expectativa e incertidumbre, periodistas, representantes de organismos de derechos humanos y personas que quisieron acompañar a Victoria Donda se hicieron presentes en la audiencia pública. 

Victoria nació en la clandestinidad de la ESMA y fue apropiada por el prefecto Juan Antonio Azic. El 28 de marzo de 1977 María Hilda Pérez había sido secuestrada, embarazada de 5 meses, en la zona oeste del conurbano bonaerense y en agosto de 1977 fue trasladada a la ESMA. En el 2004 Victoria Analía Donda Perez, hija de María Hilda Pérez y José Laureano Donda, quienes continúan desaparecidos, recuperó su identidad.

En noviembre del año pasado Emanuel Lovelli y Carolina Vilella, los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo, dejaron en claro la posición de la querella en este juicio y solicitaron que Adolfo Donda Tigel, el único imputado, sea condenado a la pena de quince años de prisión por la sustracción, retención y ocultamiento de su sobrina Victoria Donda, el máximo de la pena prevista para estos delitos.

Carolina Vilella quedó conforme al respecto de la sentencia: “Estamos muy satisfechos y muy conformes, celebramos la sentencia que se dictó más que nada por este caso que tiene una gravedad especial, que involucra a un tío y que en desmedro de los vínculos de sangre, de lo que él se jactaba, de hacer honor a la institución de la familia, en esta ocasión se demostró que era todo una farsa y que muy tristemente no tuvo reparos en atacar a su propia familia. Es una sentencia importante porque se reconoció su participación, que no tuvo límites al momento de mostrar su compromiso con la lucha contra la subversión como lo denominaban” le declaró a ANCCOM.

“ No sé si la palabra es contenta pero sí me siento como satisfecha de haber cumplido con una deuda que sentía que tenía con mis padres y para mí esta etapa terminó. Siento que ahora empiezo a cicatrizar”, declaró Victoria Donda.

El Tribunal le dio lugar a Adolfo Donda para decir unas palabras y negó haber estado en la ESMA durante 1977 y conocer tanto él como sus padres de que su cuñada estaba embarazada. Luego de conocerse el veredicto, su abogado defensor Guillermo Fanego, abandonó el lugar y cerró la puerta de un portazo. Victoria respondió inmediatamente gritando “¡Cobarde!” y los letrados pidieron silencio en la sala mientras el público presente celebraba con aplausos. Todos los presentes presenciaron el abrazo prolongado y sentido de Victoria con Vilella.

“Creo que el abrazo es algo sentido y que habla un poco de la lucha que nos transmitieron siempre las Abuelas y de cómo estos procesos buscan justicia y reparar tanto daño que se ha hecho. Fue un abrazo de alegría, de cierre y de paz, tantos años para que la justicia reconozca la participación y la responsabilidad de Donda en estos hechos. La justicia llega y es importante porque tiene un sentido de la reparación muy profunda, Victoria también lo dijo, esta sentencia le trae paz y creo que tiene que ver con eso” decía Vilella.

ANCCOM también dialogó con Victoria Donda y al respecto del veredicto declaró : “ No sé si la palabra es contenta pero sí me siento como satisfecha de haber cumplido con una deuda que sentía que tenía con mis padres y para mí esta etapa terminó. Siento que ahora empiezo a cicatrizar”.

“Aunque nos quieran borrar la memoria para poder llevar adelante los planes que tienen para esta patria les digo que el pueblo sigue teniendo memoria”, cerraba Victoria.

“La importancia de estos juicios se vienen dado por múltiples aspectos, la más conocida tiene que ver con el cumplimiento de las obligaciones del Estado de investigar, juzgar y sancionar a los responsables por estos delitos. Por otro lado, la reparación integral de las víctimas y en este sentido es algo muy difícil de considerar porque si no hay reparación no hay juzgamiento. Otra arista es el valor de estos juicios para la reconstrucción de la memoria colectiva, para el conocimiento de la verdad y de lo que pasó en nuestro país, y esto es muy importante porque nos encontramos con un resurgimiento del negacionismo”, declaró Victoria Donda.

“Es importante que se pueda conocer y difundir. El terrorismo de Estado es esto, es la violencia sin límite y desmedida, cuando hablamos de terrorismo de estado hablamos de lo más oscuro de las cosas.” concluía la defensa de Abuelas.

Contar para no olvidar

Contar para no olvidar

En el teatro de la UMET se presentó «Los nietos te cuentan cómo fue», el libro que narra 13 casos de restitución de identidad a través del trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo. Las autoras son la periodista Analía Argento y dos protagonistas que narran sus propias historias: Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Guillino Valenzuela Negro.

“Escribí este libro porque hay desaparecidos que pueden aparecer, y con cada nieto que aparece se le devuelve la esperanza a este país”, fueron las palabras de Analía Argento periodista, escritora y coautora de Los nietos te cuentan cómo fue, sobre la obra que escribió junto a las nietas restituidas Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Gullino Valenzuela Negro, esta última, a cargo de las ilustraciones.

El libro está destinado a un público adolescente y juvenil porque como sostiene la autora es necesario hacer el ejercicio de la memoria y volver a contar una y otra vez esta parte de nuestro pasado reciente. En Los nietos te cuentan cómo fue se narran trece historias de nietos y nietas de Argentina y Uruguay que restituyeron su derecho a la identidad, relatos únicos y diferentes pero atravesadas por el mismo horror: el secuestro y la apropiación de bebés durante la última dictadura cívico militar. 

La presentación del volumen se realizó el martes 12 de diciembre en el auditorio de la UMET con la presencia de miembros de Abuelas de Plaza de Mayo, nietos y nietas restituidas, familiares y amigos de las autoras. Entre el público se destacaron también Mariana Herrera Piñero, directora del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG); la periodista, sobreviviente y titular de la Defensoría del Público, Miriam Lewin, entre otras figuras destacadas del ámbito de los derechos humanos.

historias, moderó la mesa de presentación y sostuvo: “Es un momento político difícil, pero seguiremos luchando por la memoria, la verdad y la justicia”. Tanto Brunet, como Analía Argento, Zaffaroni Islas y Gullino Valenzuela Negro insistieron en la necesidad de transmitir la historia a los más jóvenes, aunque parezca que se contó muchas veces y pareciera no ser necesario seguir haciéndolo. “Mientras tengamos a los protagonistas, es un documento testimonial que tiene que quedar. El Operativo Cóndor estuvo en las dos orillas, no permitiremos el avance del negacionismo”, afirmó Zaffaroni Islas, quien a partir de su propia historia describió: “Yo soy una sola persona con dos vidas. Es importante tender un puente porque son muchos los nietos por recuperar. No siempre es fácil recuperar la identidad, pero es sanador, no hay una sola forma de recibir la noticia, ni de expresarlo, todo es válido.”

La ilustradora Sabrina Gullino Valenzuela Negro declaró que nos encontraremos con un libro que tiene una buena lectura para los jóvenes y que es necesario hacer puentes intergeneracionales. “Tiene una apuesta para ser soporte pedagógico, para ser utilizado en el aula. Es una cartografía poética y también política”. “La memoria y la identidad es conflicto y dolor. Pienso en las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo frente a lo trágico, ellas nos dan una clase magistral de ciudadanía”, finalizó Guillino Valenzuela Negro, quien restituyó su identidad en 2008 y como se autodenomina “hermana que busca” porque su hermano mellizo continúa desaparecido. 

“Necesitamos la verdad para ser libres. Los que faltan encontrar no son libres, siguen presos del delito”, subrayó Argento, quien sostuvo que es muy compleja la restitución de la identidad pero que es necesario saber y conocer esa parte de la historia que es propia de un país. “Escribí este libro porque hay desaparecidos que pueden aparecer y en cada nieto que aparece le devuelve la esperanza a este país. Les tenemos que contar a los jóvenes que eso estuvo mal, y que está demostrado en la justicia”, explicó. Y en diálogo con ANCCOM, al terminar la presentación se explayó: “Yo creo que a veces es difícil contar lo que sucedió porque no hace mucho que ocurrió, de hecho, muchos de los protagonistas están vivos, y a los nietos se los siguen buscando y todavía son víctimas, entonces es muy reciente esta historia. Pero al mismo tiempo como es reciente podemos contarlas a través de las personas que la vivieron directamente. Por eso, en el caso de los nietos me parece muy importante para reconstruir la memoria hablar con los protagonistas, hablar con las víctimas y sobre todo hablar mucho con los nietos porque son una prueba en vida de lo que fue el secuestro, la tortura, el robo de bebés, el plan sistemático”.

Argento continuó sobre la vigencia del delito de apropiación: “En el libro hay un caso de un nieto, Ezequiel, que cuando el Equipo Argentino de Antropología Forense encontró los restos que podían ser de sus padres se identificaron esos restos gracias a su sangre. Entonces, todo eso sigue ocurriendo y es parte de nuestra vida. Pero hay que seguir contándolo ahora porque dentro de algunos años ninguno de nosotros va a estar, entonces hay que ir contándolo para ahora, para que los que van naciendo conozcan la verdad y también para el futuro. Para que cuando esto sea histórico o muy viejo tengamos estos testimonios para la posteridad”.

Las coautoras Mariana Zaffaroni Islas y Sabrina Gullino Valenzuela Negro, cuyas historias también son parte del libro, contaron lo que significó volver a escribir y a contar una vez más sus propias vidas. “Realmente fue muy movilizante, al escribir cada historia se te vuelve a pasar por el cuerpo la tuya y decís esto yo lo sentí, yo sé cómo se sintió y entiendo lo que es haber pasado por eso y comparto esto, también había cosas que decía qué loco lo que le paso, qué tremendo, que terrible: esto gracias a Dios a mí no me paso. Hay como un permanente ponerse en el lugar del otro o saber cómo se siente el otro, y, por otro lado, también hay experiencias y vivencias totalmente nuevas”, confesó Zaffaroni Islas. “Sin ninguna duda, lo más difícil fue escribir mi historia en primera persona porque yo dije, ´Bueno ya lo conté muchíusimas veces´ y no es una vez más porque escribirla yo y elegir qué contar fue un montón. También es movilizante leer las otras historias que contó Analía, todas las historias son increíbles y son únicas como cada una de las personas que la vivió”, concluyó.

Por su parte, Sabrina describió: “Para mí fue un gran desafío, porque si bien algunas de las historias las conocía, volverlas a leer te atraviesa cada vivencia de los protagonistas. Está tan lindo escrito, es muy ameno pero no deja de ser bastante fuerte y en relación a cada una de las experiencias, pero también es sanador y creo que en cada una de estas historias que no son tan conocidas también es un reconocimiento necesario y una visibilización a las historias que parecen estar más alejadas, me parece que también es darle voz y darles un lugar, una visibilidad gráfica, desde mi lugar, a estas historias que son muchas, distintas y todas tienen sus características y particularidades”.

Los nietos te cuentan cómo fue se terminó de imprimir en diciembre de 2023, al cumplirse 40 años de la recuperación de la democracia más larga de la República Argentina. “Estamos convencidas de la necesidad de seguir contando para no olvidar, para que el Nunca Más no se repita y para seguir encontrando a los que faltan”, es el deseo de las autoras, la editorial y de gran parte del pueblo argentino que seguirá sosteniendo la memoria.

El juicio por los crímenes del “Villazo” seguirá en febrero

El juicio por los crímenes del “Villazo” seguirá en febrero

En los Tribunales Federales de Rosario se lleva el proceso oral y público en la que se juzga la participación del empresariado de Acindar y civiles en la represión desplegada antes y durante el golpe militar y La Triple A contra los obreros metalúrgicos

El Villazo de 1974 resurge estos días con el inicio del juicio que tratará la represión vivida por los obreros metalúrgicos de la ciudad de Villa Constitución en la provincia de Santa Fe. El 13 de noviembre comenzó en los Tribunales Federales de Rosario, el proceso oral y público de esta importante causa en la que se juzga la participación del empresariado de Acindar y civiles en aquella represión desplegada antes y durante el golpe militar. La Triple A, las fuerzas represivas y la empresa Acindar serán juzgados en la ciudad donde ocurrieron los hechos y deberán escuchar los testimonios de las víctimas y sus familiares, luego de diez años de investigación por parte de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos. 

En la última audiencia se escuchó la detallada declaración de Oscar “Pacho” Juárez, militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) en los años setenta y hoy del MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores), quien vivió en carne propia lo que es capaz de hacer la clase obrera y el pueblo para defenderse frente a la represión. En diálogo con ANCCOM contó cómo fueron esos días y adelantó que el juicio continuará en febrero de 2024. 

Un poco de historia

El Cordobazo de 1969 abrió un importante movimiento de luchas obreras y populares que se extendieron por distintos puntos del país. Un “azo” poco conocido es el llamado Villazo que se dio en Villa Constitución, al sur de la provincia de Santa Fe en 1974, que se enfrentó y sufrió la represión de un gobierno constitucional: el tercer mandato peronista.

Todo comenzó con un proceso de defensa de las comisiones internas y de los delegados combativos de dicha ciudad, particularmente en la poderosa empresa Acindar que tenía como uno de sus gerentes a José Alfredo Martínez de Hoz, quien poco después se convertiría en el conocido ministro de economía de la dictadura. 

Cuando la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) convocó a elecciones en enero de 1974 en todas las seccionales, menos en Villa Constitución ―donde la burocracia sindical tenía posibilidades de perderla―, las asambleas no se hicieron esperar y más de seis mil obreros se organizaron contra ella. “Queríamos evitar el robo de los descuentos para la obra social que todos los meses nos hacían, cuando en Villa no había ni siquiera una ambulancia. Recuperar los aportes y lograr una asistencia social como se merecía la gente era una de las razones por las cuales la Lista Marrón obtuvo gran apoyo en la población de Villa Constitución”, recuerda Oscar “Pacho” Juarez.

Estalló una gran huelga metalúrgica en defensa de los delegados, con el fin de que se realizaran elecciones libres. Se logró establecer un comité con el compromiso de normalizar el sindicato en un lapso de ciento veinte días, con dos delegados de cada una de las fábricas que habían participado en el conflicto y con el compromiso de llamar a elecciones. Mil doscientas personas, es decir la mitad de la ciudad,  celebraron este triunfo de los obreros y trabajadores: este fue el primer Villazo, el 16 de marzo de 1974. Sin embargo, “ese triunfo demoró en concretarse porque el sindicalismo perdedor de Lorenzo Miguel no cumplió lo que había firmado en el acta y recién otorgó las elecciones a fines de noviembre del 74’ y entregó el sindicato los primeros días de diciembre”, cuenta “Pacho”.

Operativo “Serpiente Roja del Paraná”

Frente al triunfo de la Lista Marrón con el 67% de los votos, las patronales decidieron militarizar la fábrica de Acindar con la Policía Federal convirtiéndose en la antesala de lo que luego sería un centro de detención clandestina.

La respuesta al movimiento de los obreros y al Villazo llegó en la madrugada del 20 de marzo de 1975. La ciudad fue invadida por un operativo enviado por el gobierno de Estela Martínez de Perón, con la complicidad de Martínez de Hoz, acusándolos de una conspiración subversiva. 

Más de cuatro mil agentes de las fuerzas represivas legales e ilegales como la Triple A y la Juventud Sindical Peronista, efectivos policiales y una caravana de Falcón llegaban desde las ciudades de Rosario y Buenos Aires. Coparon la ciudad, allanaron las casas y el sindicato, y encarcelaron a casi toda la conducción de la seccional. 

“Me fueron a buscar, yo vivía en una pensión, pero me salvó que era delegado y estaba trabajando en el turno noche. Se veía desde la fábrica una caravana inmensa de autos y camiones con las luces encendidas. Se desplegaron por todos los barrios, llevaban las direcciones de las credenciales que, se cree, las patronales le habían pasado”. El resultado fue una cacería de delegados, militantes y activistas obreros, en su mayoría de la UOM, que dejó un saldo de sesenta y nueve víctimas y la detención de unos doscientos trabajadores.  

 

A la espera de la justicia

A casi 50 años de los hechos, a mediados de noviembre comenzó el juicio por la causa Villazo donde 22 imputados –entre ellos dos civiles empleados de Acindar– serán juzgados por los crímenes de lesa humanidad cometidos por el Ejército y la Triple A, que incluyen la privación ilegítima, torturas, asociación ilícita y homicidios, en perjuicio de 69 víctimas. Es importante señalar que gracias al reclamo de los familiares, las víctimas y los organismos de derechos humanos, se tiene en cuenta que la represión inició antes del golpe militar, para probar que el terrorismo de Estado comenzó con anterioridad al 24 de marzo de 1976. Por otra parte, fue gracias a la insistencia de la querella que el Tribunal Oral Federal 1 de Rosario permitió que las víctimas y sus familiares declaren en Villa Constitución. 

Tras diez años de investigación por parte de la APDH, el juicio –que conducen los jueces Germán Sutter Schneider, Ricardo Moisés Vázquez y Otmar Paulucci, con la acusación fiscal de  Adolfo Villate, de la Unidad de Derechos Humanos de Rosario–, será retomado en febrero de 2024 luego de la feria judicial. “Existió un gran encubrimiento de los gobiernos, de los partidos políticos que se jugaban en las campañas electorales y se negaban rotundamente a sacar un tema como el que hoy estamos juzgando. En esta provincia el peronismo tuvo la mayoría de los gobernadores. Lo mismo sucedió por dos o tres mandatos por parte de los radicales y los socialistas. Sostenían que los crímenes habían empezado en el 76’ ”, explica “Pacho” en relación al tiempo transcurrido.

Entre los veintidós imputados están los exjefes de personal de la empresa Acindar, Roberto Pellegrini y Ricardo Torralvo, que colaboraron con los represores al señalar a trabajadores y líderes sindicales. Es la primera vez que en la provincia se juzga también a los empresarios y responsables civiles de la dictadura. “Están muy comprometidos, tenemos los sobres sueltos que Acindar le pagaba para reprimir. Ellos fueron parte, Acindar fue parte del plan”, reflexiona Juárez.

En la audiencia del 4 de diciembre, con la presencia de los diputados del MST en el FIT-Unidad Alejandro Bodart y Cele Fierro, “Pacho” declaró que estuvo detenido por más de un mes junto a otros compañeros, y contó lo que sucedió con el local sindical de Villa Constitución: “Esa patota lo convirtió en un lugar de tortura donde luego entregaban a los compañeros a la Federal o a la Triple A. Lo mismo sucedió en Acindar”. En su testimonio también describió cómo se organizaron desde el Comité de Huelga y contó que ese movimiento no solo incluía a los metalúrgicos, “sino a toda la población de Villa y de localidades vecinas”. También destacó el rol de la Comisión de Mujeres que se organizaron en los barrios para atender a los heridos y sostener la huelga. 

Hasta ahora hubo 16 declaraciones de las 110 que aún esperan declarar y que el juez ha aceptado. “Teníamos como 500 testigos, pero tuvimos que bajarlos a 200 y luego a 110 porque de lo contrario se hacía muy largo”, aclaró Juárez. Los acusados han seguido la lectura de las pruebas fundamentales de cada una de sus víctimas y la explicación de los intereses que compartían el estado constitucional, el poder económico representado por Acindar y la burocracia que desembocaron en el operativo contra el movimiento obrero. 

Con una ciudad en vilo y expectante por el resultado de este esperado juicio, el Tribunal Oral retomará las declaraciones luego de la feria judicial en febrero de 2024.

La Fiscalía pidió 15 años de prisión para Donda Tigel

La Fiscalía pidió 15 años de prisión para Donda Tigel

El Ministerio Público Fiscal acusó al militar de haber sido partícipe y coautor de la apropiación de su sobrina, Victoria Donda. Durante cuatro audiencias desplegó las pruebas que dan cuenta del conocimiento, participación y ocultamiento del delito.

El Ministerio Público Fiscal pidió, ante el Tribunal Oral Federal N° 6, quince años de prisión para Adolfo Donda Tigel, la pena máxima prevista por el delito de sustracción y ocultamiento de una menor. En este caso, de su sobrina Victoria Donda, restituida en 2004.

“Por todo lo expuesto Adolfo Donda deberá responder como partícipe necesario en la sustracción de una menor del poder de sus padres y como coautor en su retención y ocultación de una menor. Teniendo en cuenta todos los argumentos expuestos hasta este momento y por la gravedad de los hechos solicitamos que se lo condene a quince años de prisión”, fueron las palabras del Fiscal General Pablo Parenti; quien junto al doctor Iván Polaco, finalizaron de exponer su alegato el miércoles último, luego de cuatro audiencias destinadas a tal fin. Semanas antes, la querella de Abuelas había pedido la misma pena luego de un alegato de tres audiencias.

“Solicitamos al Tribunal que se declare expresamente, que los hechos constituyen por un lado un crimen de lesa humanidad, y por otro, que implicaron una forma específica de violencia contra la mujer por su condición de tal, es decir, que se trató de una conducta constitutiva de violencia de género”, agregó Pablo Parenti.

Durante las cuatro audiencias que duró el alegato, los representantes del Ministerio Público Fiscal hicieron un recorrido con testimonios de sobrevivientes y pruebas que sostienen que Donda Tigel prestaba servicios en la ESMA en agosto de 1977, fecha en la que se presume el nacimiento de Victoria. “Vamos a formular nuestra acusación contra Adolfo Donda, dado que a la luz de la prueba producida en este juicio quedó demostrado que fue partícipe necesario de la sustracción de Victoria y coautor de su posterior retención y ocultación”, comenzó en su alegato el doctor Pablo Parenti. 

“Vamos a referirnos a lo que dijo Donda en las indagatorias. Donda se coloca prácticamente en situación de víctima de la Armada. Según él acusado, y así lo dijo textualmente, todos sabían menos él”, subrayó el fiscal. “El sería una víctima de la Armada porque le ocultaron que su cuñada estuvo meses secuestrada en la ESMA, que tuvo a su hija en el lugar y que la beba fue entregada a un integrante del grupo de tareas de la ESMA. Donda, según su versión, sería una de las víctimas de la ocultación y prácticamente podría ser querellante y no acusado en este juicio. La verdadera historia es que no se le ocultó nada, la Armada decidió hacerlo parte de los hechos y él dio claras muestras de fidelidad y compromiso”, sentenció Parenti.

“Las familias estaban desesperadas. Presentaban habeas corpus y hacían mención de que María Hilda “Cori” tenía un embarazo avanzado, obviamente no podían denunciar que estaba secuestrada porque no lo sabían. Sí lo sabía Donda, pero su compromiso era con la Armada y con el plan represivo antes que con su propia familia. Su silencio garantizó que efectivamente el parto, la sustracción y la desaparición de Victoria se produjeran en condiciones de clandestinidad”, explicó en otros pasajes del alegato el Fiscal General. “Donda callaba, pero Leontina, la madre de María Hilda Pérez, se ponía en riesgo y salía a la calle mientras fundaba “Abuelas de Plaza de Mayo” en 1977 en plena dictadura. Muchas de estas mujeres eran vigiladas y desaparecidas nada menos que por integrantes del grupo de tareas de la ESMA”, señaló Parenti.

El fiscal Iván Polaco se refirió a cuando el imputado declaró anteriormente no haber visto a María Hilda en la ESMA y negó cualquier conocimiento acerca de lo que sucedió luego: “Cuando esta fiscalía le preguntó si durante 1976 había desempeñado alguna función en la llamada lucha contra la subversión, dijo que en esa época no podía haber ningún miembro de la Armada que no estuviera afectado a la lucha contra el terrorismo. Frente al tono evasivo de sus respuestas, el presidente del tribunal le preguntó concretamente si cumplió funciones en la ESMA en 1976 y Donda lo negó”. 

El imputado también sostuvo que sus padres tampoco supieron sobre el embarazo de su cuñada. Al respecto, explicó que su hermano había enviado dos cartas a su madre, y que en ninguna de las dos había dicho que María Hilda estuviera embarazada y tampoco lo manifestó en ninguna otra oportunidad. Por lo demás, Donda negó haber visto mujeres embarazadas en la ESMA, así como la existencia de un sector especial para los partos.  

La fiscalía recordó a la testigo María Iris Pérez, tía de Victoria, cuando en este juicio declaró que desde el primer momento se buscó recurrir a Adolfo Donda para que los ayudara. La testigo contó, en este sentido, que “Cuqui”, madre del imputado, recibió un llamado de su hijo José María, avisándole que habían secuestrado a “Cori”, y le dijo específicamente que hablen con el “Doctor Donda”. el pedido de ayuda no podría ser más explícito. Por lo tanto, la versión presentada por el imputado acerca del desconocimiento de sus padres sobre el embarazo se encuentra claramente refutada.

“Cada una de estas afirmaciones dirigidas a evadir su responsabilidad son refutadas por toda la prueba documental y testimonial producida durante este juicio. Además, existe una prueba documental de Donda en la ESMA en 1976, cumpliendo tareas represivas por las que fue calificado elogiosamente y a estas pruebas se le suman testimonios”, concluyó el fiscal Polaco. 

El doctor Pablo Parenti se refirió a la relación entre el acusado y dos protagonistas claves de la apropiación, Héctor Febres (miembro de los grupos de tareas de la ESMA) y Antonio Azic (apropiador de Victoria): “Es claro que Adolfo Donda durante años cumplió funciones en la ESMA. Secuestraba, torturaba y también sustraía a los bebés de otras detenidas que, como su cuñada, tuvieron que pasar por la pieza de las embarazadas, parir allí a sus bebés y después ver cómo se las sacaban de sus brazos para no volver a verlos nunca más. Compartía sus días con Febres, el encargado de las embarazadas. Febres era el que, como el propio Donda hizo con “Cori”, le prometía a las detenidas que sus bebés iban a estar bien y que los iban a llevar con sus familias”.

“Febres era uno de sus compañeros, mejor dicho, uno de sus subordinados durante años, el padrino de su sobrina. Otro de sus compañeros de la ESMA por años, con el que secuestraba, torturaba y también se apropiaba de los bienes de los secuestrados, era Azic, el apropiador de su sobrina Victoria. En este juicio quedó acreditada la relación y vínculo personal que unía a Donda con Azic”, describió Parenti. 

El fiscal general mencionó la declaración del testigo Carlos Muñoz, secuestrado en la ESMA desde noviembre de 1978 hasta febrero de 1980: “La alta valoración que hacían el resto de los oficiales sobre Donda, reafirmaba que evidentemente, algo había, como un plus en el reconocimiento de Donda. Evidentemente estaba asociado al caso de “Cori” que constituye una excepción a la regla en dos sentidos”.

El caso de Victoria presentó dos elementos distintivos. Su madre María Hilda “Cori” Pérez fue trasladada a la ESMA desde otro centro clandestino a cargo de la Fuerza Aérea, varios meses antes de la fecha del parto. La segunda circunstancia distintiva es que se rompió una especie de “regla general” según la cual los bebés nacidos en la ESMA provenientes de secuestros realizados por otras fuerzas regresaban al dominio de esas fuerzas, una regla que parecía inquebrantable, pero aparentemente no fue así, y el caso de Victoria lo demuestra. El incumplimiento de esta regla puede explicarse por el parentesco de Adolfo Donda con la niña y su intervención directa en el caso. “Debe valorarse especialmente el parentesco del acusado con las víctimas ya dijimos que se trata de un caso atroz dentro de lo atroz en el que el acusado mantuvo una lealtad absoluta a los planes criminales de la Armada a pesar de que afectaban gravísimamente a su familia. Estamos hablando de una conducta que implicó callar, ocultar a su familia que su cuñada iba a ser obligada a parir en la ESMA y de que su cuñada iba a parir allí en esas condiciones, mientras su hermano desaparecido enviaba mensajes a su familia implorando su ayuda. Le dijo a su cuñada que se quedara tranquila, que su bebe iba a ser llevado con sus abuelos. Pero luego de que se la arrancaron de sus brazos, se la entregaron a un integrante del grupo de tareas, a quien (Donda) veía cotidianamente por años. Él siguió ocultando los hechos frente a su papá, su mamá y frente a Eva Daniela, esto también debe reflejarse en la pena a aplicar”, finalizó Pablo Parenti.

Con toda la prueba desplegada, el Ministerio Público Fiscal pidió quince años de prisión para el acusado, la misma pena que solicitó la querella de Abuelas de Plaza de Mayo. El juicio continuará el miércoles 20 de diciembre con el alegato de la defensa del acusado.