Por Ornella Rodríguez
Fotografía: Captura de pantalla de La Retaguardia

Tras una semana de alegatos en la causa que investiga los crímenes de la dictadura en el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y la Brigada de Lanús, las querellas exigieron justicia.

La querella de Abuelas de Plaza de Mayo pidió prisión perpetua para los represores Luis Horacio Castillo , Jorge Antonio Bergés , Juan Miguel Wolf , Federico Minicucci, Roberto Armando Balmaceda , Jorge Di Pasquale , Guillermo Dominguez Matheu, Carlos María Romero Pavón, Carlos Gustavo Fontana por los delitos de lesa humanidad perpetrados en las Brigadas de Investigaciones de la Policía Bonaerense de Banfield, Quilmes y Lanús, con asiento en Avellaneda.

En el Tribunal Oral Federal N° 1 comenzó el alegato de la querella de Abuelas de Plaza de Mayo en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el “Pozo de Banfield”, el “Pozo de Quilmes” y “el Infierno” de Lanús, el martes 5 de marzo último.

En una audiencia extensa semipresencial ante el TOF N° 1 de La Plata integrado por Walter Venditti, Ricardo Basílico y Esteban Carlos Rodríguez Eggers se desarrollaron los alegatos del CODESEDH , del doctor Claudio Yacoy por la Municipalidad de Avellaneda y el de Abuelas de Plaza de Mayo a cargo de los abogados Collen Torre y Emanuel Lovelli .

En el marco de la audiencia número 135 la querella de Abuelas de Plaza de Mayo repasó algunos de los testimonios de sobrevivientes acompañados por un grupo de nietos y nietas que estuvieron presentes , entre ellos Daniel Santucho, el último nieto que recuperó su identidad el año pasado, mientras se desarrollaba este juicio.

Abuelas de Plaza de Mayo es querellante junto con los nietos restituidos Carlos D’Elía, Victoria Moyano Artigas, Pedro Nadal, María José Lavalle Lemos y su hermana María Lavalle, Laura Garack , Pablo Díaz y Graciela Borelli Cattaneo.

“Además de los casos querellantes y que representamos por los que acusamos también vamos a acusar por las mujeres embarazadas víctimas desaparecidas que pasaron por esos tres centros clandestinos y por los niños y niñas que nacieron allí pero antes nos parece importante destacar el funcionamiento del conocido Pozo de Banfield como maternidad clandestina”, comenzaba la abogada Colleen Torre.

“Los responsables del terrorismo de Estado –señaló- montaron las maternidades clandestinas en los distintos centros de detención, uno de los más grandes de la Provincia de Buenos Aires fue el Pozo de Banfield. Los nacimientos se daban en estos lugares específicos, lo pudimos ver cuando hicimos la inspección ocular”

Coleen Torre recordó los testimonios de los sobrevivientes en las audiencias que contaron cómo las embarazadas eran obligadas a dar a luz rodeadas de los represores, generalmente en las mesadas de las cocinas, mientras las insultaban y eran tabicadas y atadas de manos. Luego –coincidieron los sobrevivientes- eran separadas de sus hijos que fueron entregados a sus apropiadores. La abogada recordó también que tras el parto, las madres eran obligadas a limpiar el lugar y que las condiciones de su detención eran las mismas que tenían los demás detenidos y detenidas .

“De las 23 mujeres embarazadas por las que estamos hoy pidiendo justicia, veinte estuvieron secuestradas en el Pozo de Banfield y una de ellas, Liliana Ross, fue asesinada antes de dar a luz. Y de los diez nacimientos probados en estos juicios, ya sea por testimonio o porque el niño o niña, hoy adultos, fueron restituidos a sus familias, nueve sucedieron en el Pozo de Banfield”.

La letrada argumentó que las apropiaciones se dieron en el marco de un plan de exterminio de quienes los militares consideraban como un ´enemigo interno´. “Y en ese plan –continuó- también tenían que aniquilar a las mujeres que se habían alejado de los mandatos de una sociedad patriarcal y habían abandonado los estereotipos de género para ingresar al escenario público, a la militancia política». Por este motivo, explicó la letrada, los militares “le quitaron el derecho a criar a sus hijos e hijas».

Antes de terminar, Torre leyó las palabras escritas por algunos nietos y nietas que restituyeron su identidad acerca de lo que significa este juicio para ellos y para ellas. Pedro Nadal, uno de los nietos querellante en la causa, escribió  “Quiero agradecer al tribunal y a la fiscalía por la sensibilidad para abordar este juicio , pero no entiendo cómo las víctimas están presentes en cada audiencia y los imputados están ausentes . Algunos, comiendo, nos veían por telecomunicación desde sus hogares , otros reivindican sus atrocidades de manera obscena desde una cámara y hasta nos mandan mensajes para que sepamos que, según ellos, lo mejor que pudieron hacer es hacer desaparecer a nuestros padres y apropiarnos para educarnos mejor”.

Colleen Torre finalizó diciendo que los organismos de derechos humanos seguirán buscando a los 30.000 desaparecidos y a cada uno de los nietos que fueron apropiados para restituirles su identidad.

Las otras querellas

El jueves 7, en el TOF Nº 1 se escucharon los alegatos de las querellas de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) y UNIÓN, representadas por los abogados Guadalupe Godoy y Pablo Llonto quienes se sumaron al pedido condenatorio.

Llonto citó al presidente Javier Milei en el discurso que pronunció en su excolegio cuando les sugirió a los y las adolescentes que «lean las dos bibliotecas», en torno de lo que sucedió durante la última dictadura. El letrado le respondió : “ Es una invitación a que leyeran las bibliotecas de los genocidas para que de allí tomen su lenguaje y explicaciones sobre lo que iban a hacer y lo que hicieron . Algo así como si en Europa algún jefe de Estado les dijera a estudiantes secundarios y universitarios: “Ustedes que no han vivido la Segunda Guerra Mundial o el Holocausto agarren las bibliotecas de los nazis para encontrar las explicaciones de por qué había que exterminar judíos , gitanos , homosexuales y así se pueden formar una idea de lo que pasó. Por eso pedimos, por favor jueces y juezas, señalen en las sentencias la dimensión del daño para que no ocurra más“, cerraba Llonto. 

En una sala colmada, el viernes 8, el último día de las querellas, se escucharon los alegatos del colectivo Justicia YA!, representados por Pía Garralda y Luz Santos Morón. “Habiendo pasado 17 años de impunidad, lo hacemos también por nuestro compañero Jorge Julio Lopez. Seremos su voz en este nuevo juicio pese a lo que pretendieron los responsables de su segunda desaparición forzada. El devenir político de nuestro país hace que el alegato que presentamos transcurra en un contexto de un peligroso avance de sectores que niegan el genocidio y reivindican a la distadura”, comenzó Luz Santos Morón.

“En tiempos donde nos invitan a olvidar y a ser sumisos, en tiempos de mirar para otro lado, en pozos donde entierran a la historia nos hemos unidos y hermanados, en tiempos donde hablan por la libertad y no la escuchan pues ella es hija de la madre de los que luchan, nunca de los que creen en el dios mercado, entiendan que no hay libertad posible si en la panza de nuestro niños y niñas hacen ruido las tripas de los desolados. Sepan señores que con nuestro hambre no construirán sus imperios. Como hemos dicho siempre, cárcel común perpetua y efectiva para todos los genocidas. No olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos. Son 30000 y fue un genocidio”, cerraba la audiencia la doctora Pía Garralda.

A cada nombre de desaparecidos mencionado por las letradas, el público respondía a una sola voz : «¡Presente!»