Por Ornella Rodríguez
Fotografía: La Retaguardia, TELAM

El tribunal lo consideró culpable de apropiación y ocultación de la identidad y le dictó quince años de prisión.

El Tribunal Oral Federal en lo Criminal Nº 6 condenó a quince años de prisión a Adolfo Donda Tigel por la apropiación y ocultación de la identidad de su sobrina Victoria Donda Perez.

El lunes 4 de marzo pasadas las 15 horas, el Tribunal Oral Federal Nº 6 -integrado por Ricardo Basilico, Daniel Horacio Obligado y Gabriela López Iñíguez- dictó la sentencia al imputado quien siguió el juicio de manera virtual desde el penal de Ezeiza, donde cumple condena perpetua por las causas ESMA II y ESMA Unificada.

En una jornada llena de expectativa e incertidumbre, periodistas, representantes de organismos de derechos humanos y personas que quisieron acompañar a Victoria Donda se hicieron presentes en la audiencia pública. 

Victoria nació en la clandestinidad de la ESMA y fue apropiada por el prefecto Juan Antonio Azic. El 28 de marzo de 1977 María Hilda Pérez había sido secuestrada, embarazada de 5 meses, en la zona oeste del conurbano bonaerense y en agosto de 1977 fue trasladada a la ESMA. En el 2004 Victoria Analía Donda Perez, hija de María Hilda Pérez y José Laureano Donda, quienes continúan desaparecidos, recuperó su identidad.

En noviembre del año pasado Emanuel Lovelli y Carolina Vilella, los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo, dejaron en claro la posición de la querella en este juicio y solicitaron que Adolfo Donda Tigel, el único imputado, sea condenado a la pena de quince años de prisión por la sustracción, retención y ocultamiento de su sobrina Victoria Donda, el máximo de la pena prevista para estos delitos.

Carolina Vilella quedó conforme al respecto de la sentencia: “Estamos muy satisfechos y muy conformes, celebramos la sentencia que se dictó más que nada por este caso que tiene una gravedad especial, que involucra a un tío y que en desmedro de los vínculos de sangre, de lo que él se jactaba, de hacer honor a la institución de la familia, en esta ocasión se demostró que era todo una farsa y que muy tristemente no tuvo reparos en atacar a su propia familia. Es una sentencia importante porque se reconoció su participación, que no tuvo límites al momento de mostrar su compromiso con la lucha contra la subversión como lo denominaban” le declaró a ANCCOM.

“ No sé si la palabra es contenta pero sí me siento como satisfecha de haber cumplido con una deuda que sentía que tenía con mis padres y para mí esta etapa terminó. Siento que ahora empiezo a cicatrizar”, declaró Victoria Donda.

El Tribunal le dio lugar a Adolfo Donda para decir unas palabras y negó haber estado en la ESMA durante 1977 y conocer tanto él como sus padres de que su cuñada estaba embarazada. Luego de conocerse el veredicto, su abogado defensor Guillermo Fanego, abandonó el lugar y cerró la puerta de un portazo. Victoria respondió inmediatamente gritando “¡Cobarde!” y los letrados pidieron silencio en la sala mientras el público presente celebraba con aplausos. Todos los presentes presenciaron el abrazo prolongado y sentido de Victoria con Vilella.

“Creo que el abrazo es algo sentido y que habla un poco de la lucha que nos transmitieron siempre las Abuelas y de cómo estos procesos buscan justicia y reparar tanto daño que se ha hecho. Fue un abrazo de alegría, de cierre y de paz, tantos años para que la justicia reconozca la participación y la responsabilidad de Donda en estos hechos. La justicia llega y es importante porque tiene un sentido de la reparación muy profunda, Victoria también lo dijo, esta sentencia le trae paz y creo que tiene que ver con eso” decía Vilella.

ANCCOM también dialogó con Victoria Donda y al respecto del veredicto declaró : “ No sé si la palabra es contenta pero sí me siento como satisfecha de haber cumplido con una deuda que sentía que tenía con mis padres y para mí esta etapa terminó. Siento que ahora empiezo a cicatrizar”.

“Aunque nos quieran borrar la memoria para poder llevar adelante los planes que tienen para esta patria les digo que el pueblo sigue teniendo memoria”, cerraba Victoria.

“La importancia de estos juicios se vienen dado por múltiples aspectos, la más conocida tiene que ver con el cumplimiento de las obligaciones del Estado de investigar, juzgar y sancionar a los responsables por estos delitos. Por otro lado, la reparación integral de las víctimas y en este sentido es algo muy difícil de considerar porque si no hay reparación no hay juzgamiento. Otra arista es el valor de estos juicios para la reconstrucción de la memoria colectiva, para el conocimiento de la verdad y de lo que pasó en nuestro país, y esto es muy importante porque nos encontramos con un resurgimiento del negacionismo”, declaró Victoria Donda.

“Es importante que se pueda conocer y difundir. El terrorismo de Estado es esto, es la violencia sin límite y desmedida, cuando hablamos de terrorismo de estado hablamos de lo más oscuro de las cosas.” concluía la defensa de Abuelas.