El hermano 139

El hermano 139

Ramón Inama tiene 53 años, habla despacio y luce tranquilo aunque confiesa que hace días que no puede dormir.  Es hijo de Daniel Inama, militante del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), desaparecido en noviembre de 1977 en un operativo realizado en Barrio Norte, CABA. Al momento de su desaparición, Daniel esperaba un hijo con Noemí Macedo, a quien conoció militando en el PCML. Macedo fue secuestrada en noviembre de 1977 al igual que Inama, mientras cursaba su sexto o séptimo mes de embarazo. Él tenía 25 años y ella 22. El pasado lunes, Ramón recibió la noticia de que la hija de Noemí y Daniel, su hermana, había sido encontrada por Abuelas de Plaza de Mayo, siendo la nieta 139 en restituir su identidad. 

“Lo primero en lo que pensé cuando recibí la noticia fue en ellos dos”, confiesa, “viste que cuando aparece un nieto o una nieta, lo primero en que se focaliza es en él o ella, porque  es una persona que vive y que es super movilizante lo que le pasa y se está a la expectativa, pero bueno esa persona no creció de un repollo sino que viene de una pareja que ya no está, que la quiso, la deseó”, reflexiona Inama.

¿Cuándo tomaste conciencia de que eras hijo de un desaparecido?

Desde siempre, yo tenía seis años cuando secuestraron a mi papá. Incluso estuve con ellos una semana antes de su secuestro.  Ellos vivían en Mar del Plata, mi viejo escapando de la persecución que se sufría acá, él estaba casi clandestino. Allá conoce a Noemí. Como hijo de padres separados fui la última semana de octubre a pasar mi cumpleaños con él y estuve unos días. Ya no tengo el registro, son más que nada flashes de memoria, de estar dando vueltas con él en el auto, pero yo estoy convencido de que estuve con Noemí también, no pude no haber estado. 

Ramón trabaja en la subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires como editor de MeVeJu (Memoria, Verdad y Justicia), una editorial que funciona dentro del área de prensa. Su padre fue secuestrado cuando él tenía seis años, y además del bebé que esperaba con Noemí, tenía otra hija con otra compañera. Tanto Ramón como su hermana Paula, siempre supieron del embarazo de Macedo. 

Al preguntarle cómo está desde que se enteró la noticia, Inama contesta: “Todavía no caigo, o sea sí caigo porque siempre, francamente siempre la buscamos y supimos de su existencia”. 

¿Vos te enterás de que había una investigación en curso al momento en que se identifica a tu hermana o sabías previamente? 

No, no sabía nada. A mí me sorprendió completamente. Nosotros pensábamos que por la edad de las Abuelas y por la coyuntura, la forma en la que se llegaba hoy a encontrarse con nietos o nietas era más que nada a través de la presentación espontánea o alguna denuncia anónima, pero no. En nuestro caso vino Manuel Gonçalves Granada el lunes pasado, a contarme la novedad y me dijo que era una línea de investigación de CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad).

“Todavía no caigo, o sea sí caigo porque siempre, francamente siempre la buscamos y supimos de su existencia”.

¿Y cómo se llega a esa línea?

Ellos investigan a partir de una serie de irregularidades que encuentran, ya sea en las partidas de nacimiento o en documentación, que hace que se generen dudas sobre la identidad real de ciertas personas. A partir de lo que encuentran,  ellos como organismo oficial se comunican con vos, para informarte que encontraron determinada documentación y te invitan a que vayas a sus oficinas a verlos, a charlar con ellos y que vos des una muestra de sangre y aceptes la comparación. Y bueno eso hicieron con mi hermana, la llamaron y ella como buena ciudadana fue, pensando hasta ese momento que ella era hija de quienes creía que eran sus padres, un poco dubitativa al principio pero bueno,  aparentemente la información que tenían desde CONADI era bastante contundente así que ella aceptó dar su muestra. Entonces bueno, fue todo de golpe. Yo no sabía y Manu me contó que mi hermana fue a dar la muestra el 1 de noviembre del año pasado. Como se estaba siguiendo una pista sospechosa pero no específica, el ADN se comparó con todas las muestras que hay en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), hasta que se encontró que era hija de Noemí y Daniel. 

¿Cómo es el proceso mediante el cual se informa el resultado?

El protocolo de Abuelas es que a la primera persona a la que se le avisa cuando hay un resultado de compatibilidad es al nieto o nieta que fue a buscar su identidad. Inmediatamente después, el BNDG le hace entrega formal de un informe donde está el resultado del ADN que también contiene entrevistas que se hicieron alguna vez a familiares, tiene fotos, tiene más cosas como para que vos te lleves un mapa de la familia que estás encontrando. Después de informarla a ella, se informa a la familia que la busca. En el caso de mi hermana ella estaba de vacaciones y no pudo estar presente, así que se lo informaron por videollamada, después hablaron conmigo y después fuimos a hablar con mi otra hermana. Ella aceptó que nos contaran que es madre, que tiene un hijo de 18 años y una hija de 7 y les pasó una foto para que nos muestren. Aún no pudimos hablar con ella, pero cada uno sabe del otro.

Aún no hablaron pero está la posibilidad de que te lea, te escuche en las notas que das. ¿Qué le decís? ¿Qué mensaje le querés hacer llegar?

Primero que nada trato todo el tiempo de pensar mucho lo que digo, entendiendo que su lugar es distinto al mío. Tanto yo como mi hermana siempre supimos de su existencia  y ella no, partimos de dos realidades distintas. Yo militando en H.I.J.O.S La Plata en el año 2006-2007 me puse a trabajar de lleno en la Comisión de Hermanos. En ese momento teníamos entre veintipico y treinta años y nos parecía que teníamos más llegada generacionalmente a los pibes y pibas que buscaban su identidad. De alguna manera fue así, pero bueno también nos encontramos con muchas puertas cerradas, dudas, en ese momento ellos y ellas por ahí vivían con sus apropiadores o tenían una relación de dependencia que hacía más difícil acercarse, que te escuchen, que se dé lugar a un diálogo en que se abran las dudas como para pensar realmente si sos un caso o no.  En cambio ahora mi hermana vive sola. Y yo tengo esperanzas de que ese tiempo transcurrido, si bien debe ser super shockeante porque ella ya tiene una vida armada, le da ese espacio individual y personal para poder transitar esto como pueda, como le salga. 

Yo tenía 18 y vivía con mi mamá,  en el barrio era re común ver a una madre soltera con un hijo porque el padre se borró. La sociedad tapaba de esa manera la historia y los vecinos conocían, sabían que mi viejo no se había ido de vacaciones, pero era más fácil explicarlo así, la figura del desaparecido no estaba presente todavía

¿Sabés si se van a encontrar? 

Ahora en teoría ella vuelve de las vacaciones y ahí Abuelas le ofrece la posibilidad de contacto, de ser intermediarias, que nos encontremos ahí y después hay miles de posibilidades, no hay ninguna fórmula ni receta. Sé que esto va a ser una implosión en su familia seguramente y  eso hay que saberlo acompañar. Nosotros no sabemos cuánto contó, cuánto sabe su familia. Sus apropiadores pueden llegar a saber que ella llegó por ese lado, por apropiación, pero por ahí no saben la identidad de sus padres biológicos.  Entonces bueno, esas respuestas las tendrán que dar ellos. Yo apelo a que su posibilidad de pensarlo sola la haga procesarlo de otra manera. Siempre esto genera problemas por la preocupación de qué puede pasar legalmente con los apropiadores, que bueno es un lugar común que se repite en la mayoría de los casos. Eso puede hacer que se acerquen y después se alejen. Pero nada, yo espero tranquilo. Porque no sirve de nada apurarse. Hemos tenido casos de compañeras  y compañeros que medio impulsivamente han acelerado cosas y no nos ha ido bien así.

¿Cómo es crecer con preguntas sobre tu historia, la de tu padre y tu hermana? ¿Cómo se forja la propia identidad desde la incertidumbre? 

Se construye siempre como un rompecabezas, siempre incompleta, como que en algún punto te constituye esa incerteza. Yo tenía 18 y vivía con mi mamá,  en el barrio era re común ver a una madre soltera con un hijo porque el padre se borró. La sociedad tapaba de esa manera la historia y los vecinos conocían, sabían que mi viejo no se había ido de vacaciones, pero era más fácil explicarlo así, la figura del desaparecido no estaba presente todavía. Después cuando aparece H.I.J.O.S se revaloriza eso y lo que antes era un karma empieza a ser resignificado. Aparece también la militancia, pero la militancia es una parte de la vida, no toda. Aparecen los amigos y bueno vas completando,  pero siempre de a partes. La historia de mi hermana es eso, una parte más, incompleta, del rompecabezas.

Ramón se crió con su mamá y sus abuelos paternos, en la misma casa donde se crió su padre. Su abuelo falleció en 2011 por problemas de salud, y su abuela Lucila Ahumada murió en 2013 a causa de la inundación que azotó a la ciudad de La Plata el 2 de abril de ese año. 

¿Qué recuerdos u objetos tenés de tu papá? 

Tenemos re pocas cosas, somos una familia que perdió muchas cosas, en la inundación también se perdieron un montón de cosas. Y nos quedan algunas fotos, yo en la mochila siempre llevo una libreta de él con notas, que se ve su letra. No tenemos ropa de él. Tenemos unas hojas de esa que se usa en colegio industrial, porque él iba a una técnica que no terminó, en la que se ve el trazo y se ve que era un pibe medio desprolijo, que no le gustaría la escuela, con letra fea. Que se yo, pero son cosas que humanizan, son pavadas que para quienes tienen un interés particular sobre él significan un montón, es como acercarse a él un poco.  Tengo una foto en la que se fue de mochilero y  en el reverso le escribe algo a mi mamá y bueno, eso es un pequeño rastro, una huella de él. Y así está formada la identidad, de a cachitos, de a pedacitos, nunca completa. 

Tenés muchos años de militancia y de búsqueda. ¿Cómo ponés en perspectiva esos años desde ser un joven que busca a su hermana hasta hoy en día un adulto que finalmente la encontró?

Este tipo de lucha es colectiva, por más que uno la impulse desde lo personal, siento que siempre está  esa mano invisible de las Abuelas.  En la búsqueda de familiares hay momentos de subida y de bajada de la intensidad que uno puede poner, y las abuelas es como que se mantienen en una línea siempre constante. Yo no pensaba que esto iba a pasar, no pensaba de ninguna manera. Entonces la perspectiva es esa, la importancia de que estas políticas las asumamos todos y todas, entonces cuando uno está más flojo el otro la sigue y se va armando un especie de lazo, de comunidad, una construcción colectiva. 

¿Qué te pasó el día de la conferencia donde se anuncia la restitución?

Mirá hay algo que me marcó mucho que fue el gesto simbólico de esa caminata cortita con Estela a cambiar el número, lo pienso y se me pone la piel de gallina porque me movilizó mucho. Es una pavada, es un gesto, pero vos ahí entendés todo porque está tan bien pensando simbólicamente que significa mucho. Sacas un número y pones otro, y eso significa el hallazgo de una persona más. Y bueno, ver a Estela ahí tan entera, con 94 años. Recuerdo que me decían “bueno Ramón, fijate, sostenela con el brazo”, y al final fue ella la que me llevó a mí, no yo a ella. 

¿Qué te genera la coyuntura actual en materia de políticas de Derechos Humanos?  

La memoria está en disputa permanente, y es algo que yo ideológicamente pienso como militante de organismos de derechos humanos. Por ahí hemos pensado que porque ciertas políticas se institucionalizaron, eso garantizaba una continuidad sin cuestionamientos. Para mí no había nada saldado, porque yo cuando crecí y me formé en la militancia estábamos en desventaja siempre. Después con los gobiernos de Nestor y Cristina eso cambió y fue un paso importantísimo y un salto hacia adelante porque hubo cosas que se institucionalizaron, por ejemplo  el perfeccionamiento y el equipamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos o la CONADI, que es fundamental. Por otro lado están los juicios, la continuidad de los juicios es algo que necesita del motor nuestro, porque después la justicia ya la conocemos, depende del juez que te toque, la coyuntura influye un montón en cuánto avanzan o no esas causas también. Ahora pasa que los discursos de odio, que siempre existieron,  tienen más escucha, más lugar. Y eso tiene una intención muy clara que es historizar para borrar la historia.  Así la única historia que tenemos es una que nadie recuerda, esa República floreciente de la que habla Milei. Entonces tenemos que conservar la historia, es fundamental que lo que pasó en  la última dictadura sea algo que el pueblo lo incorpore como propio, que sienta que los desaparecidos son de todos y todas, y que la deuda de justicia para con eso es una deuda que, cuando saldamos una parte, cada vez que hay un condenado, cada vez que aparece un nieto, eso hace que el país sea un poco más sano.  Son cosas que nos pasaron, que dejamos que pasen, que en un momento dado por imperio de la fuerza se haya establecido un plan para desaparecer personas, matarlas y sacarle a sus hijos, es aberrante. Si uno lo pone ahora como hecho concreto en un canal de noticias amarillista, cualquiera diría que es algo aberrante, pero sin embargo hay como una mirada asociada a la dictadura que es como “bueno no se sabe bien que paso”.

¿Qué pensas del futuro? ¿Hacia dónde orientar la lucha?

Yo creo que tenemos que ponernos a pensar para pasar al frente nosotros, poner en agenda lo que nos parece importante más allá de la agenda que quiere marcar el gobierno. En particular en relación a la Memoria,  creo que tiene que ver con la posibilidad de que esas luchas, de que esas heridas de la dictadura, del genocidio y lo que signficó eso materialmente, sea algo que podamos hacer de la historia propia todos y todas, que exceda la cuestión biologica, de parentesco lineal.  Ahora parece que está otra vez en tela de juicio el tema de la participación política como si fuera algo denostado, eso pasó en los años 90. Pero en esa época igualmente tenía un valor social muy fuerte y era algo bastante indiscutible que la militancia política por los derechos humanos tenía que ver con un compromiso personal, con algo en lo que creías, no estaba ese tema de los curros que empezó Macri y que siguen sosteniendo ahora.  Entonces para mi,  a futuro lo que hay que lograr es eso, que esto se impregne socialmente, que es lo que intentamos hacer siempre, pero hoy en particular veo el peligro de nuevas generaciones que no sepan que es un 24 de marzo, ni qué es un desaparecido y que entonces eso termine en una banalización. Creo que es un camino en que no hay que bajar los brazos, no hay que deprimirse, es un laburo de hormiga pero que hay que hacerlo. Es una disputa permanente que hay que mantenerla en la calle, generando lazos. 

 

En defensa del Virrey Cevallos

En defensa del Virrey Cevallos

Como lo habían decidido en el último abrazo, este sábado se realizó un festival en defensa de los trabajadores del ex CC Virrey Cevallos, y contra la política de cierre de los centros de la memoria. 

En las callecitas de Monserrat, Ciudad de Buenos Aires, el calor brotaba del pavimento y el silencio se hacía cada vez más profundo, típico de la hora de la siesta. Pero en esa quietud, la calle Virrey Cevallos al 600 estaba cortada y ocupada por un escenario, puestos de feria, paseantes, familias y artistas, todos presentes para apoyar a los trabajadores despedidos del ex Centro clandestino de esa misma cuadra. Había comenzado el festival contra su vaciamiento y lo que ardía no era el calor, sino la memoria.

Las rejas de las ventanas de los edificios fueron los soportes de las banderas que se acercaron a defender el Cevallos: centros de estudiantes del profesorado Joaquín B. González y la Facultad de Sociales UBA; asambleas barriales como la de Barracas y San Telmo; Jubiladxs Insurgentes, trabajadores del Hospital Bonaparte, hasta alguna que otra bandera de Palestina que se alzaba al grito de los 30 mil desaparecidos presentes -fiel al legado de Norita, donde todas las injusticias son una. 

Mientras tanto, las banderas LGBTIQ+ estaban a 20 cuadras de distancia, en el anfiteatro del Parque Lezama: tras el brutal discurso de Javier Milei en Davos contra la diversidad sexual, más de 5 mil autoconvocades se reunieron y definieron la Marcha Federal Antifascista para el próximo 1 de febrero. Un caldo de cultivo que no deja de hervir.

Para los invitados del festival Cevallos hay que recuperar debates que no entran en los caracteres contados de X (antes Twitter) o las descripciones acotadas de Instagram. Evelyn -militante de Nietes- contaba entre tererés cómo supo de la desaparición de su abuelo materno, Julio César Colaneri. Su familia contuvo la verdad hasta sus 16 años por el terror fundado en aquella madrugada del secuestro. Desde intentar encontrar su paradero hasta conocer qué escribía o qué música escuchaba, la curiosidad la llevó a reconstruir toda esa historia y a pelear por ella, cargando una foto de su abuelo en su pecho, todavía desaparecido, con la esperanza de que, algún día, alguien le diga: «Yo lo conocí».

Más adelante, frente al escenario, unos ojos vidriosos reflejaban las lucecitas de la noche al entonar La cigarra, de Maria Elena Walsh, a la par del guitarrista y de todo su público. El canto del festival parecía correr más allá de la cuadra, rebotando en los corazones de todo el barrio. Pero dentro de esa reverberancia, los poemitas susurrados parecían sonar más fuerte:

Que nada nos lastime,

que nada nos defina,

que nada nos sujete.

Que la libertad sea

nuestra propia sustancia.

Simone de Beauvoir

Manicomios nunca más

Manicomios nunca más

Entre tantas medidas que contiene la “Ley Ómnibus” que mandó el Poder Ejecutivo al Congreso, se incluyen cambios en aspectos esenciales de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657. La opinión de profesionales sobre esta cuestión.

 Hospital Borda. Foto de Archivo. 

El Gobierno nacional mandó al Congreso de la Nación un proyecto de ley con más de 600 artículos. Dentro de este combo de leyes, busca modificar cuestiones de relevancia de la Ley Nacional de Salud Mental. Marcela Bottinelli, doctora en salud mental comunitaria, docente e investigadora, afirma que “las derogaciones de la Ley Ómnibus en materia de salud mental son muy complejas porque quitan derechos adquiridos”. Entre estas modificaciones, se plantea la continuidad del modelo de manicomios, la judicialización de la atención sanitaria y la no intervención del Estado y de los colectivos de usuarios, familiares, profesionales y de derechos humanos en la función de control.

La ley 26.657, sancionada en 2010, es fruto de una elaboración colectiva donde participaron organizaciones de derechos humanos, de personas usuarias y familiares, de trabajadores de la salud, universidades, profesionales de la salud mental y la justicia. Ricardo Antonowiz, docente y ex coordinador de actividades asistenciales del Hospital Borda, remarca: “Esta ley tardó tres años en reglamentarse, me resulta llamativo que se busque modificarla tan rápidamente”.

Para lograr la eficacia y la celeridad de la atención en salud mental es fundamental un mayor financiamiento del sistema público y la regulación del sistema privado. Asimismo, resulta necesario el incremento y accesibilidad de recursos en materia de salud mental, al igual que un aumento de trabajadores y trabajadoras en hospitales públicos con el objetivo de reemplazar los mecanismos de encierro que provoca sufrimiento humano. “La ley actual contempla todos los beneficios para un paciente, si no se cumple, hay que hacerla cumplir, no modificarla”, agrega Antonowiz.

Sobre el artículo que busca darle la decisión de internación o externación involuntaria de un paciente a los jueces, Bottinelli aseguró “el criterio que debe primar para definir el tipo de tratamiento que necesita una persona es el de los profesionales de salud, que son quienes estudiamos para eso, que el juez decida esto con los tiempos que tiene la justicia, y luego puede intervenir un profesional de salud, puede implicar que una persona quede encerrada durante bastante tiempo o incluso estar internada cuando no lo necesitase. La justicia tiene que convocar al equipo interdisciplinario para poder actuar”.

En relación a la vuelta de los manicomios, Antonowiz subraya “la idea de que un paciente se interne –cuando lo considere el equipo interdisciplinario– y cumpla su tratamiento, es rehabilitarlo para reinsertarse en la sociedad, no para que quede en un lugar para toda su vida. El manicomio es un depósito de pacientes”. Y añade: “Estas modificaciones no van a mejorar la calidad de vida de las personas que requieran de servicios de salud mental, más bien al contrario, esto puede llegar a acrecentar los problemas porque todo se vuelve un negocio”.

En este sentido, Bottinelli señala: “Muchos colectivos venimos trabajando internacionalmente en poder mostrar y demostrar que las internaciones prolongadas no son útiles para la atención de las personas. Todas las evidencias científicas muestran que, cuando una persona está mucho tiempo encerrada, pierde los lazos sociales, las lógicas de comunicación, las relaciones con otros y eso trastoca su posibilidad de volver a estar socialmente activo y recuperarse con dignidad”. Además, agrega que el hecho de que se vuelvan a proponer las instituciones de encierro y los manicomios, es un claro retroceso que atenta contra los derechos de las personas.

“Tenemos la preocupación de que entre tantos articulados esto pase desapercibido. Esperemos que los legisladores defiendan que se mantenga la Ley de Salud Mental y que se cumpla en su totalidad”, reflexionó Bottinelli. En este punto, desde todos los colectivos –trabajadores, personas usuarias, familiares, profesionales, gremios, asociaciones, universidades, investigadores– se están tratando de informar sobre estos cambios. El 24 de enero, el colectivo Salud Mental y Democracia convoca a movilizar para decirle no al DNU y al proyecto de ley del Gobierno Nacional.

El precio de protestar

El precio de protestar

El Ministerio de Seguridad con Patricia Bullrich a la cabeza, intimó vía cartas documento a distintas organizaciones sociales y sindicatos a pagar los gastos ocasionados por la movilización a Plaza Lavalle del 27 de diciembre. Se trata de un grave atropello al derecho a la protesta y es claramente anticonstitucional.

El derecho a protestar se encuentra consagrado por la Constitución Nacional en su artículo 14 y en varios tratados internacionales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la que Argentina adhiere con fuerza de ley. En un intento de limitar las manifestaciones contra las medidas que se están intentando aplicar por parte del gobierno, desde el Ministerio de Seguridad redactaron un “protocolo antipiquetes” que avasalla la libertad de expresar disconformidad con las medidas impopulares que se llevan adelante.

El artículo 11 de la controversial resolución dice: “EL MINISTERIO DE SEGURIDAD, por medio de sus servicios jurídicos, podrá demandar judicialmente a las organizaciones a las que se refiere el artículo 8°, así como a las personas individuales que resultaren responsables, por el costo de los operativos que se hubieren desplegado para hacer cesar los actos ilegítimos. Asimismo, se remitirán los datos a las jurisdicciones pertinentes, a los efectos de que las entidades perjudicadas puedan iniciar acciones de resarcimiento por los daños y perjuicios que hubieren ocasionado contra el patrimonio público y las personas. En caso de tratarse de extranjeros con residencia provisoria en el territorio argentino, se enviarán sus datos a la DIRECCIÓN NACIONAL DE MIGRACIONES, a los fines pertinentes”.

En este contexto, de claro atropello a las libertades democráticas, diversos movimientos sociales y sindicatos recibieron intimaciones por 40.419.227,56 pesos para cubrir los gastos del operativo de seguridad desplegado en la movilización convocada por la Confederación General del Trabajo para presentar un amparo contra el DNU 70/2023 el 27 de diciembre del 2023, en Plaza Lavalle.

Condicionados

Por su parte, Agustín Lecchi secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPresBA), indicó en diálogo con ANCCOM que junto a todos los gremios víctimas de la persecución que busca criminalizar la protesta van a realizar una “propuesta colectiva de carácter legal” porque la intimidación es un hecho que no tienen antecedentes en los cuarenta años de democracia y aclaró: “También es parte de un show de Bullrich. Esa movilización fue frente a tribunales y no se cortó ninguna calle, no fue un piquete. Pero aún si así lo fuera, estamos amparados”. Para Lecchi la respuesta tiene que ser el 24 de enero, el día del paro nacional y movilización, con millones en el Congreso exigiendo a los diputados que levanten la mano en favor del pueblo y en contra de la ley ómnibus y el Decreto de Necesidad y Urgencia inconstitucional: “una ley donde Milei pretende obtener la suma del poder público y que además tiene un contenido que entrega la soberanía de la patria”, concluyó.

Silvia Saravia, dirigente nacional de Libres del Sur, expresó en una gacetilla difundida por su organización que “el gobierno de Milei pretende condicionar la protesta social antes que resolver los problemas de la gente” y que la única respuesta es una sanción económica aún sin haber cortado calles, lo que constituye “una provocación más de un gobierno nacional que no duda en avasallar derechos constitucionales”.

El diputado nacional electo por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unida, Juan Carlos Giordano, en diálogo con ANCCOM, se preguntó qué pasaría si se da la paradoja de que las propias víctimas del ajuste del presidente y la ministra de seguridad tuvieran que pagar las balas y gases que “gasta” la policía contra los que luchan; es la línea de “cárcel o bala” de Jose Luis Espert. “Esto llevó a que haya varios asesinados en la rebelión popular del Argentinazo en 2001 bajo el gobierno de De La Rúa que Bullrich también integró”, concluyó.

Lo cierto es que hay una intención manifiesta de criminalizar la protesta social porque el ajuste que prometieron sobre “la casta” y que están llevando contra el pueblo trabajador, no cierra si no hay represión. Con el devenir del tiempo, estas maniobras e intentos de provocación, serán una constante de un gobierno que paradójicamente se adjudica defender las ideas de la “libertad”.

Siguen las persecuciones en Jujuy

Siguen las persecuciones en Jujuy

Luego del encarcelamiento de dos ciudadanos por compartir información del ex gobernador en redes sociales, el mismo fiscal a cargo de esas detenciones llamó a indagatoria a 21 integrantes del Malón de la Paz.

En los últimos días, el Poder Judicial jujeño solicitó la detención de ciudadanos, dirigentes sindicales y referentes del Tercer Malón de La Paz y de la Comunidad Kolla de Caspalá. Denuncian que se trata de causas armadas para perseguir a opositores al gobierno provincial.

A solo cuatro días de la detención de Marcelo Nahuel Morandini y el trabajador independiente Humberto Roque Villegas por la difusión de un tuit sobre la situación sentimental del ex gobernador Gerardo Morales en las redes sociales, el mismo fiscal que dictaminó la detención, Walter Hugo Rondón, citó a veintiún ciudadanos, dirigentes sindicales y referentes del Tercer Malón de La Paz y de la Comunidad Kolla de Caspalá a juicio, en el marco de los cortes de la Ruta Nacional 9 que realizaron contra la reforma constitucional jujeña en julio de 2023.

La imputación se había catalogado a fines del año pasado como delito de “homicidio culposo”, ya que la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Administración Pública 1 vincula un corte de ruta en el que las comunidades indican no haber siquiera participado, con el fallecimiento de una mujer que se encontraba de viaje. “No hay pruebas de que hayamos tenido algún grado de participación o incidencia en el hecho (la muerte de la pasajera)”, declaró en conferencia de prensa Armando Quispe Maita, integrante del Tercer Malón de La Paz. Y agregó que “vienen por los recursos y por los territorios e invitan a callar las voces de quienes defendemos lo sagrado, los derechos y la democracia”.

Por otro lado, el sábado 6 de enero último, se notificó a siete mujeres de la Comunidad Kolla de Caspalá que debían presentarse el próximo viernes, a las 11 horas en la Fiscalía Penal de Humahuaca, a raíz de “daños agravados, robo agravado y usurpación” de sus propias tierras. Fueron denunciadas por el Ministerio de Educación de la provincia. El origen de este conflicto se remonta a noviembre del año 2021 cuando el gobierno provincial, a través de las fuerzas policiales y sin consulta previa, libre e informada, reprimió a miembros de la comunidad para avanzar sobre espacios comunitarios que eran usados como sitios de recreación y deporte.

 

Otra más

El último viernes 5 de enero, la justicia jujeña ordenó la detención de cinco dirigentes del Sindicato de Empleados y Obreros Municipales (SEOM), entre los cuales aparece su Secretario General, Sebastián López. Si bien en el día de ayer la orden de detención fue desestimada, la causa seguirá en pie y atentará contra un gremio que “denuncia y actúa frente a las injusticias” (en palabras del dirigente mencionado).

Jujuy atraviesa una crisis social que viene acompañada de una ola de despidos en el ámbito municipal, con más de 500 desempleados en el último mes. ¿El Poder Judicial? Responde a los poderes oligárquicos de la provincia a través de una persecución política y clasista, según los dirigentes de la Multisectorial de Jujuy.

Natalia Morales, diputada de la Provincia por el PTS-Frente de Izquierda, afirmó, en diálogo con Accom: “No es casual que salgan estas acusaciones de parte de un Ministerio Público, que no pierde tiempo, en plena feria, de imputar a siete mujeres Kollas sin hacer ninguna averiguación sobre la represión vivida a mujeres indígenas en junio de 2023, ni tampoco de que ese territorio que ‘usurpan’ es el que habitan desde tiempos ancestrales. El caso de los maloneros también constituye una criminalización. Ahí se ve la impunidad que hay del otro lado”.

Por su parte, Armando Quispe Maita, describió la situación en la Conferencia: “Vivimos en un sistema de amedrentamiento hacia todos los referentes que luchamos en contra de la reforma. Ante esta avanzada a nivel nacional con el DNU, donde ya no hay límites para que los extranjeros compren tierras en la República Argentina, quieren que las organizaciones nos callemos así tienen vía libre para hacer lo que deseen”.