Para el que sufre la crisis, ni siquiera el rebusque

Para el que sufre la crisis, ni siquiera el rebusque

Tras el desalojo de los manteros de Parque Centenario y Parque Patricios, el Gobierno porteño continúa con la misma mecánica en otras plazas de la ciudad. Ahora les tocó a las emprendedoras de la Plaza Egipto, en el barrio de Palermo, a quienes la policía amenazó con sacarles la mercadería. «A los vecinos les molesta», argumentó Jorge Macri.

Todos los fines de semana, en la Plaza República Árabe de Egipto, frente al Planetario Galileo Galilei, pequeñas emprendedoras desplegaban sus mantas y ponían a la venta sus productos de merchandising–papelería, bijouteriee indumentaria–, que eran la atracción de adolescentes y jóvenes que buscaban algún artículo de sus artistas favoritos. La mayoría de los emprendimientos están manejados por pibas, incluso adolescentes,que se publicitan por redes sociales y se asocian entre sí formando ferias en la plaza.

El fin de semana anterior al desalojo en Parque Centenario, las emprendedoras tuvieron que reorganizarse, ya que la Policía de la Ciudad también ordenó desalojar la zona. En diálogo con ANCCOM, una fuente que prefiere mantenerse anónima cuenta: “Le dijeron a las chicas que estaban detrás del Planetario que no podían estar ahí porque ahora cambió el comisario y es más estricto. Les dijeron que en Plaza Egipto no habría problema porque no pasaba tanta gente por ahí”. Al cruzarhacia allí, la policía comenzó a sacar fotos de los emprendimientos, especialmente de aquellos que ofrecían comida, y les avisó a todas las feriantes que si no se iban en 20 minutos, les sacarían la mercadería.

Aldana, emprendedora de Somos Racat, relata: “Nos levantaron a las dos horas de comenzada la feria. Por lo que noté, fue todo en buenos términos,Siempre tuvimos en cuenta que existía la posibilidad de que nos levanten o de que no les guste que estemos ahí, así que desde la organización siempre se mantuvo el orden y la limpieza. Sé que está pasando en otras plazas. No volvería a feriar en espacio público”.

Desde Feria Malta denuncian haber sufrido amenazas y destrato por parte de los vendedores de pochoclos y algodones de azúcar, que claman que ellos sí tienen permiso para vender en la vía pública. Cabe recordar que la Feria Swiftie se inició en este espacio y se vieron forzadas no sólo por cuestiones climáticas sino también por el mismo maltrato de otros vendedores, a realizar sus ferias en lugares cerrados.

Para organizar una feria de este estilo es necesario tener un permiso del Gobierno de la Ciudad que se puede tramitar en su página web tras haberse registrado. Uno de los requisitos es tener un domicilio legal en CABA, lo cual muchas veces no sucede, ya que los emprendedores se trasladan desde el conurbano a las plazas donde saben que habrá más concurrencia. El trámite incluye un listado de rubros aceptados entre los que se encuentran aromatizantes, decoración, papelería, indumentaria, entre otros. Sin embargo, un grupo de k-popers que se juntaban a bailar y vender productos del género en las Barrancas de Belgrano presentaron un proyecto hace dos años y todavía no tuvieron respuesta oficial. En ese parque los manteros también han sufrido desalojos.

“Nos dijeron que no puede haber intercambio de plata. La denuncia la hicieron por los que vendían alimentos, pero tenían orden de levantar a cualquiera que venda cualquier tipo de mercadería. Muy ridículos, pero bueno, era porque llevábamos las mantas y entregábamos, nada más, sin exponer mercadería, y ellos vigilaban que no recibamos plata, ni tengamos nada con precio, ni nada en las mantas”. Las emprendedoras, que sólo pueden estar ahí como punto de entrega, afirman que la vigilancia constante es un método invasivo. Al preguntarles si eran agentes de la Policía de la Ciudad, indicaron que eran miembros de la Agencia Gubernamental de Control, supuestas autoridades de la Comuna 13 que vestían chalecos verdes y tenían permiso para levantar mercadería.

Según algunas emprendedoras, la mecánica de los desalojos se repite en localidades del conurbano, como San Miguel, en espacios donde antes podían instalarse a vender. “A varias en distintos puntos les pasó lo mismo, que fueron a echarlas. Será una cuestión nueva, que ahora no se pueden hacer más ferias sin registrarse oficialmente”, comenta una de ellas.

Cabe subrayar que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires llevó a cabo el operativo de desalojo en el Parque Centenario justo un día antes del Día de las Infancias, fecha en la que muchas familias buscan un regalo para los más pequeños. Así, los comerciantes informales se vieron perjudicados y no pudieron colocarse en el espacio público. Con la justificación de no cumplir con las obligaciones fiscales que sí tienen los locales y los “fuertes reclamos de los vecinos que no pueden circular”–en palabras de Jorge Macri–, la policía e inspectores vaciaron el lugar. Como si esto fuera poco, los feriantes que poseen puestos formales,tal es el caso de los de libros usados, también se vieron perjudicados, ya que, por pedido expreso del Gobierno, no pudieron abrir ese fin de semana para “no atraer de nuevo a los manteros”.

Abrazo por la memoria y contra los despidos

Abrazo por la memoria y contra los despidos

Los trabajadores del exCentro de Detención Clandestino Club Atlético organizaron un abrazo al sitio de la memoria contra los despidos y el desguace de las estructuras del centro iniciado desde hace días por el gobierno negacionista de Javier Milei.

El horror tiene la mala costumbre de reptar el cuerpo, como una serpiente que asfixia a su presa y la toma por completo. Pararse en un sitio de memoria implica dejar que ese horror histórico suba desde la planta de los pies, que de a poco empiece a ocupar espacio. Primero cosquilleando entre los pelos de las piernas y los brazos, subiendo pausadamente para asentarse en el estómago, para hacerlo pesar y retorcerse. Después, toma la garganta para enredarse en ella y desde allí encuentra la forma de subir hasta los ojos, ojos que se humedecen por demás. Los oídos no son inmunes,
-Y me dijeron, que te diviertas con los gusanos.
Las palabras llegan susurradas a través de un tubo. Son parte de un poema escrito por Dardo S. Dorranzoro, y una susurradora, entre muchas otras, se encarga de hacerlas llegar a los presentes en el abrazo solidario al sitio de memoria y exCentro de Detención Clandestino Club Atlético.
El sol del mediodía se alza alto sobre la autopista pero no consigue inmiscuirse en la escena. La sombra le gana terreno. Desde lo alto, los motores y las bocinas ahogan las voces de los pocos ansiosos que llegaron a horario. Son pequeñas figuras debajo de un gigante de cemento que está haciendo todo lo posible por ocultarlos. Entre el barullo, el recorte generado por las susurradoras se vuelve solemne, la voz toma forma y se independiza, se abre y cede potestad para dejar que la tome alguien más. Alguien a quien hayan desaparecido junto con su voz.

Hay algo imponente en la estructura, en sus columnas anchas de cemento gris, en lo lúgubre del espacio que los banderines colgados no logran alegrar. Huele a tierra y humo de caño de escape, de nuevo los gusanos. Que la autopista circule sobre un ex centro clandestino no es casualidad, como tampoco lo es que haya llevado años de lucha, burocracia y reuniones de ingenieros y arquitectos encontrar la forma de quitar el talud de tierra que mantenía ocultas las celdas en las que estuvieron secuestradas 1500 personas. Hoy la continuidad de las excavaciones peligra.

-En 2023 avanzamos la excavación y vinieron sobrevivientes a reconocer las celdas. La semana pasada se llevaron el trailer que usábamos de oficina, la anterior se llevaron los baños químicos. El desarme es doloroso, no hay baños, hay despidos y hay trabajadores cansados – dice Vanina, trabajadora del Área de Arqueología y Conservación del Espacio para la Memoria y Promoción de los Derechos Humanos del ExCCDYE Club Atlético, mientras imprime el dibujo de un pañuelo con un stencil de goma. Los entrega en retazos de lienzo.

-Esto termina en el bolsillo de un delantal, colgado de un balcón, en un patio, en un aula. El otro día fui a otro sitio de memoria y había uno ahí. Se ve que alguien me lo había pedido y lo dejó allá, porque comunica y crea un lazo.

Cuesta escucharla porque al sonido de los autos se le suma el de las voces de los asistentes, que ahora son más, y la de Marcela Bublik que está empezando a entonar sus primeras notas.
La gente hace malabares para sostener en las manos un vaso de gaseosa, un chori, el celu y los papeles que van recolectando a lo largo del abrazo. Alguno que otro logra encontrar el equilibrio justo para poder fumar.
Bublik canta y la gente se le suma. Para cuando llega al coro de “Y qué más” la canción se transforma en protesta y muta, la hacen propia.
“Y qué más/ qué más quisiera /que no haya más despidos / y los compas estén de vuelta”.
Las sillas se fueron ocupando de a poco y la suave caída de la tarde hace que los abrigos se vuelvan un problema porque ahora sí pega el sol. Los más chicos corren por el lugar y gritan. Tienen los dedos manchados de tempera. Se ríen y el sonido rebota en el espacio. Se mezcla con la chacarera que comienzan a tocar artistas chilenos que también buscan personas. Al “Cholo” se lo llevó la dictadura de Pinochet, y ahora sus familiares transforman su recuerdo en canción, una a la que los presentes se suman, porque también quieren recordar. Y es un grito y los autos ya no se escuchan, y el sol que se cuela entre los puentes por fin empujó la sombra, no están enterrados, ni tapados, ni escondidos.
Para las seis de la tarde el lugar vibra y varios suertudos sonríen con sus premios de la rifa bajo el brazo. Es entonces cuando los asistentes cruzan Paseo Colón para ir al sitio de la excavación, donde se encuentra una silueta en honor a los desaparecidos y un mural con la cara de todos ellos, quienes fueron secuestrados y desaparecidos en el ex “Club Atlético”. Las celdas donde los encerraron y torturaron están a metros nada más, los ladrillos cómplices se asoman y el horror atenta con reaparecer, el pecho se tensa.

Elia Espen, Madre de la Plaza de Mayo, Línea Fundadora, recibió toda la tarde las miradas de quienes creen tener frente a sí a un prócer. Pero un prócer no es de carne, no tiene las manos arrugadas ni las venas calcadas a través de su piel traslúcida, el prócer se vuelve inalcanzable. Elia camina pausadamente entre la gente, sobre los restos del lugar donde sufrió su hijo. Se acerca hacía el mural con las fotografías acompañada por dos amigas.
-Mirá, acá está.
Le señalan la foto de Hugo, su hijo, desaparecido. En una inscripción en el lugar se lee 18/02/77. Instintivamente se lleva las manos al pañuelo que lleva en la cabeza, donde la misma fotografía está impresa. Limpia con los dedos la foto del mural, como una caricia, una de todas aquellas que les fueron arrebatadas a ambos. Se lleva la mano a la boca y se la besa, para luego posar aquel beso sobre la cara de Hugo. Luego ella se va, pero son muchos, muchísimos, los otros que se acercan a buscar a sus familiares y amigos en el lugar. El coro invitado comienza a cantar y los familiares prenden las antorchas de la silueta. Para no ser invisibles nunca más, resistir, luchar, cantar.

(…) Que te diviertas con los gusanos
pero olvidaron
de borrar las huellas
que mis pasos marcaron
entre tantas calles y caminos del mundo.
Dardo S. Dorranzoro.

Exigen soluciones urgentes al Gobierno porteño

Exigen soluciones urgentes al Gobierno porteño

Organizaciones políticas y sociales entregaron un petitorio al Jefe de Gobierno Porteño, en el que se reclama intervención en políticas públicas desfinanciadas en la ciudad con más presupuesto del país.

Organizaciones políticas, sindicales, asociaciones civiles, centros de jubilados y de estudiantes entregaron el viernes último un petitorio al Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, que reúne focos de conflicto de diferentes sectores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, CABA. El objetivo fue visibilizar los distintos reclamos en la jefatura de gobierno, ubicada en Uspallata al 3150. La convocatoria también llevó a cabo una radio abierta y una merienda popular.

El petitorio aborda ejes como la educación, la salud, el acceso a la vivienda, el transporte, los derechos humanos, el trabajo estatal, la economía social, la seguridad, los merenderos y comedores comunitarios, las personas mayores, la cultura, los clubes deportivos y la situación de calle. Diferentes referentes de cada una de estas problemáticas compartieron sus reclamos en el escenario armado en la vereda de la sede porteña.

“Venimos de muchos años de una gestión a cargo de Soledad Acuña que se empecinó en vaciar la educación pública y no solo eso, si no también en hostigar a las comunidades”, declaró Lucía Cancela, subsecretaria de “Docentes nóveles” y “Estudiantes de la Unión de Trabajadores de la Educación de CTERA”, en diálogo con ANCCOM. “Si bien ahora hubo un cambio de gestión en el Ministerio, es importante organizarnos porque el Estado de la situación de la educación después de muchos años de desfinanciamiento y de vaciamiento es muy grave y tenemos que discutir la educación que nuestros pibes necesitan y en qué condiciones se puede desarrollar eso”.

El informe “Financiamiento educativo provincial”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, demuestra que CABA fue la jurisdicción del país en la que más cayó el presupuesto para Educación entre 2004 y 2021. Este año se ha destinado un 20% al área. Lucía agrega que se necesita que “el presupuesto educativo aumente notablemente y que eso tenga un correlato en los programas que hacen al ingreso y a la permanencia de los pibes en el sistema”.

El petitorio de cinco páginas pone de manifiesto que en CABA se concentra el mayor presupuesto por habitante en términos comparativos con el resto de las jurisdicciones argentinas. “Si a esto le sumamos la presencia de recursos del Estado Nacional y la menor superficie a abordar en relación con las provincias del país, las condiciones de vida de una gran parte de quienes habitan esta ciudad solo se explican por la falta de respuestas concretas a los conflictos”, dice el petitorio.

El documento también trata sobre la falta de las políticas de ayuda económica a los clubes de barrio frente a los tarifazos en los servicios y reclama por un aumento en la infraestructura deportiva por ser de vital importancia para la contención social y el desarrollo de la comunidad. “Tenemos muchos becados porque los padres no pueden pagar la cuota del club, no queremos que los pibes dejen de practicar un deporte por la crisis”, alertó Ana Rodríguez, presidenta del club Malvinas Argentinas y miembro de “Defendamos los clubes”, en diálogo con ANCCOM. “Acá hay un consejo asesor del deporte en la ciudad que da un subsidio a un monto de 2 millones anuales como máximo. Con esa plata para un club para todo el año no podes hacer nada. Entra menos dinero de las cuotas, menos dinero de los Deportes, sube el precio de los servicios y es insostenible”.

En el petitorio también se reclama por el cumplimiento de la Ley 3706 de “Protección y Garantía Integral de los Derechos de las Personas en Situación de Calle y en Riesgo de Situación de Calle”, de 2013. En esta se manifiesta la necesidad de la formulación e implementación de políticas públicas en materia de salud, educación, vivienda, trabajo para los ciudadanos que viven por debajo de la línea de la pobreza.

“Hubo más de 10 personas que fallecieron por el frío en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires este año. La respuesta del Gobierno de la Ciudad fue represiva con operativos desde el BAP que es el organismo que se encarga, en teoría, de asistir a la gente que está en situaciones habitacionales complicadas. Iban y les sacaban las cosas como los colchones o la ropa”, describió Lucía Hamilton, secretaria adjunta de la Juventud Peronista de CABA.

El acto cerró con una merienda popular para los vecinos del barrio, a la que se acercaron varias personas en situación de calle para pedir comida. “La ciudad es autónoma como lo marca su constitución, por ende tiene la facultades para dar respuesta a cada uno de estos reclamos”, sentenció Juan Cruz Ayala, secretario de deporte, cultura y medioambiente de la juventud peronista. Y agregó que “hay un montón de vacíos de los que la ciudad tiene que hacerse cargo porque ya pasó el tiempo suficiente en estos siete meses como para que se acomoden en la gestión y encuentren la botonera para dar respuestas”.

El petitorio fue firmado por Juventud Peronista CABA – La Cámpora – Grupo Bicentenario- Peronismo por la Ciudad Simón Bolívar – Peronismo Militante – Unidos y Organizados – El Hormiguero – Soberana – Partido Comunista- Federación Juvenil Comunista CABA – Partido Comunista Congreso – Extraordinario – Nuevo Encuentro – Militancia Popular – Puebla – Juventudes del Instituto Patria – Kolina – Flores Solidario – Juventud Comunista Revolucionaria – Frente Papa Francisco – Frente Social Peronista – Proyecto 7 – Cuidadores de la Casa Común – Juventud Sindical de la CGT – Juventud de la CTA de los Trabajadores – Juventud de la CTA Autónoma – Asociación de Trabajadores del Estado – Sindicato de Prensa de Buenos Aires – Club Social y Deportivo Rodrigo Bueno – Defendamos Los Clubes – Asamblea Permanente por los Derechos Humanos – Vecinos Unidos de la Ex AU3 – Organizaciones Populares – Hábitat Autogestivo Urbano – Ley 341 – Coordinadora de Estudiantes de Base – Red Nacional de Centros de Estudiantes – Frente de Adultos Mayores – Juventud de la Confederación General Empresaria – Resistentes – HIJOS CABA.

“La Fiesta del Libro Usado es un acto de resistencia”

“La Fiesta del Libro Usado es un acto de resistencia”

Se realizó el tercer encuentro de la FLU, un evento que nuclea decenas de vendedores de ejemplares usados que promueven la lectura y pasión por la literatura.

“En estos tiempos, con un gobierno industricida, hambreador, segregacionista, endeudador, enemigo de la educación y de la salud pública, la FLU es un acto de resistencia”, expresó el escritor Jorge Consiglio en el discurso de apertura de la tercera edición de la Fiesta del Libro Usado (FLU), un evento gratuito que, bajo el lema “leer es una fiesta”, busca promover la lectura y el encuentro entre lectores, escritores, libreros y artistas.

Cientos de personas se acercaron este sábado a la Plazoleta del Lector de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno para disfrutar de una tarde de pleno sol, donde la literatura fue la gran protagonista, acompañada de charlas, música e intervenciones performáticas. Aficionados de todas las edades recorrieron los 40 puestos de librerías para conseguir ejemplares usados “buenos, bonitos y baratos”, algunos con historias propias marcadas en sus páginas.

“Me parece que el rol del libro usado, compartido, girado, o de bibliotecas propias pero que se hacen colectivas, es súper interesante porque nos habilita a leer”, contó Sofía Ponce Martínez, una jóven de 26 años que disfrutó del primer día de la FLU junto con amigas. Además de la venta de libros, el evento ofreció diversas actividades que permitieron el encuentro cercano de los lectores con reconocidos escritores. “Cuando lees un libro subrayado, un libro leído, estás leyendo otras cosas también. Estás leyendo el libro base y también la interpretación de otra persona”, agregó Sofía en relación a la actividad “lectura de subrayados”, protagonizada por la escritora Selva Almada y la cantante Paula Maffía.

La atmósfera festiva también se nutrió de la música en vivo y las performance artísticas, que le dieron al encuentro un toque de arte interdisciplinario. Al ritmo de la música, muchos aprovecharon para relajarse y disfrutaron de charlas e intercambios con sus pares bajo el sol de la tarde. En este sentido, Ricardo Zabaleta, un lector de 66 años, comentó: “Me encanta encontrarme con alguien y hablar de libros, de historias, de experiencias que hemos tenido”. A su vez, remarcó la importancia de la iniciativa “más en estos momentos, que nuestro país anda a los tropiezos”.

El interés por la lectura no discriminó edades. Los puestos ofrecían desde cuentos infantiles hasta clásicos de la literatura universal y libros de historia, algunos con más de un siglo de antigüedad. “Yo creo que el libro es el mejor regalo. Te acompaña en todos los momentos de la vida”, afirmó Silvia López, una filósofa de 76 años que decidió acercarse al evento a compartir un día en familia. “La vida es así, es una montaña rusa. Cuando tocás fondo, la literatura te sana”, reflexionó.

Este evento no solo promueve la lectura, sino que también se ha consolidado como un espacio de resistencia cultural y un homenaje al poder transformador de los libros. En tiempos difíciles, leer se convierte en un acto de reivindicación y lucha.

Las víctimas toman la palabra y buscan justicia

Las víctimas toman la palabra y buscan justicia

En una nueva audiencia del juicio que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Comisaría 5ª de La Plata, declararon el sobreviviente, Carlos de Francesco y el nieto apropiado y restituido Leonardo Fossati, quien nació en ese Centro Clandestino.

En una nueva audiencia del juicio por los crímenes de lesa humanidad ocurridos en la Comisaría 5ª durante la última dictadura militar, ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, ayer brindaron testimonio Leonardo Fossati, nieto restituido nacido en ese centro clandestino de detención, tortura y exterminio y Carlos de Francesco, uno de los pocos sobrevivientes. Mientras tanto los imputados Jorge Bergés, Pedro Muñóz y José Saravia Day se conectaron mediante videoconferencia . Este juicio investiga los crímenes contra 131 víctimas, entre ellas embarazadas desaparecidas, además de nietas y nietos apropiados que fueron restituidos. Los ex policías Cecilio Reinaldo Gómez y Néstor Ramón Buzzato también estaban imputados en esta causa pero fallecieron antes de llegar a esta instancia.

Colleen Torres abogada querellante de Abuelas de Plaza de Mayo y representante de Fossati en este juicio expresó en relación a los dos testimoniantes: “Son dos miradas distintas, dos experiencias diferentes de lo que fue el terrorismo de Estado. La importancia que tienen son la inmediatez de que los jueces, juezas y personas presentes puedan conocer en primera persona lo que fueron estas historias, no solamente por las que fueron victimizados, sino también las consecuencias que tiene para las familias de las víctimas”.

 Leonardo Fossati nació el 12 de marzo de 1977 en la Comisaría 5ª de La Plata. Él inició la jornada de testimonios guiado por las preguntas de Colleen Torre: “Desde el 11 de agosto de2005, en estos tribunales, el juez Corazza me informó que yo había nacido en la Comisaría 5ª. Me brindó el expediente y me dijo que no me habían abandonado, como yo creía, sino que mi mamá y mi papá aún están desaparecidos desde la última dictadura militar”. Sobre las dudas de su identidad, desde que era pequeño, por las diferencias físicas, repasó: “En marzo del 2004 me acerqué por primera vez a la filial La Plata de Abuelas de Plaza de Mayo. Ahí inició la investigación con los documentos que pude llevar. Me realicé un estudio de sangre para confirmar que mis padres son  Inés Beatriz Ortega y Rubén Leonardo Fossati”.

Leonardo es el nieto restituido número 81, gracias a los testimonios de Adriana Calvo y de otros testigos que compartieron cautiverio con sus padres, pudo reconstruir su historia: “Mis papás eran muy jóvenes, mi mamá tenía 17 años, estaba embarazada de siete meses y era militante en la Unión de Estudiantes Secundarios de Parque Castelli, mientras que mi papá tenía 22 años y militaba en la Juventud Peronista. Los secuestraron en Quilmes, un 21 de enero de 1977, se supo que llegaron a esa esquina varios Falcon verdes y que cuando los interceptaron cada uno se fue corriendo para lados contrarios, pero cuando agarraron a mi mamá, mi papá vuelve para entregarse”.

Fueron llevados a la Comisaría 5ª y es ahí donde nació Leonardo: “Adriana Calvo compartió celda con mi mamá, dijo que realizó el trabajo previo de parto, que llamaba insistentemente para que vaya un doctor, y fue recién a la tarde fue el médico que supuestamente era Bergés. También me dijo que a mi mamá la ataron de manos y pies en la mesa de la cocina, y mientras yo nacía la escupían y se escuchaban los insultos de los policías. Parir también era una tortura”, detalló Leonardo sobre las condiciones en las que su madre lo dio a luz en esa “maternidad clandestina, que de maternidad no tenía nada”.

También pudo saber, gracias al testimonio de Calvo el breve momento que estuvo con su madre: “Me dijo que no estuve mucho tiempo con ella, se cree que solamente un día. Hasta que entraron en la celda y dijeron que el coronel me quería conocer, desde ese momento nunca más la vi. Le dijeron a mi mamá que me llevaron con mi familia materna”. Pero eso nunca ocurrió.

Fossati pudo encontrarse con su familia recién en 2005, luego de haber iniciado su proceso de búsqueda, que lo llevó a enterarse de que era hijo de personas desaparecidas: «Fue muy lindo y también doloroso. Porque me encontré con un montón de compañeros y amigos de mi papá y mi mamá, pero también muy doloroso, porque supe que no los iba a encontrar. Y por el dolor en mi familia», describió su proceso de restitución “que sigue hasta el día de hoy”. La abogada Collen Torre agregó: “Son delitos que trascienden generaciones, porque no solo se restituyó la identidad de Fossati sino también de su hijo, que en 2005 tenía 8 años”.

Al finalizar su testimonio, Fossati mostró imágenes de sus padres en los momentos más cercanos a su desaparición: «Son pequeños tesoros -dijo- porque buscaron borrar todo. Pero ese legado sigue en pie”. Entonces la sala entera respondió a su cierre de pie: “¡30.000 compañeros detenidos-desaparecidos, presente! ¡Ahora y siempre!”.

Luego de un cuarto intermedio declaró Carlos De Francesco que fue detenido ilegalmente en la Comisaría en Arana y luego trasladado a la Comisaría 5ª de La Plata: “Yo fui detenido un 9 de diciembre de 1976. En ese momento estaba haciendo mi tesis de física química y era docente. Yo no tenía intereses políticos, ni era afiliado de partidos políticos. Era solamente un investigador científico”. Además agregó: “Primero me llevaron a una Comisaría en Arana pero a los días me trasladaron en auto a la Comisaría 5ª, ahí me torturaron con picana eléctrica. Todo era una tortura, dormíamos sobre cemento, no nos daban nada para taparnos y teníamos que brindarnos calor entre nosotros, aparte nos daban de comer cada 3 días, yo baje 20 kilos en 4 meses”.

Luego de reconocer a algunos desaparecidos que la fiscal Ana Oberlin le fue nombrando durante la audiencia, recordó a la mamá de Leonardo Fossati -a quien luego del parto le hicieron limpiar el espacio- y se detuvo unos segundos con los brazos cruzados y con la voz entrecortada dijo reiteradas veces: “Hay que ser muy malas personas para hacer eso”. Luego de unos minutos prosiguió con el testimonio: “Había detenidas mujeres también y muchas embarazadas. Adriana Calvo nos pasaba la información de lo que pasaba en el sector donde estaban las mujeres. Lo más relevante que nos dijo fue de un nacimiento de un chico en la mesa de la cocina. Y ese chico era Leonardo Fossati. El padre estuvo con nosotros un tiempo; era hijo de un ordenanza del Departamento de Física, muy querido por todos”. Finalmente, en abril de 1977 fue liberado junto a otros compañeros de celda: “Cuando el auto se alejó y nos dimos cuenta que no nos iban a tirar un tiro, nos sacamos las vendas y nos abrazamos”.

Un Espacio de Memoria

Leonardo Fossati durante su testimonio explicó cómo se logró llegar a que la Comisaría 5ª se transforme en un espacio para la memoria: “Con Abuelas de Plaza de Mayo solicitamos colectivamente que la Comisaría sea un espacio de memoria para que el lugar no sea impune y para recordar a las víctimas que pasaron por ahí. Hoy soy coordinador de este espacio. Es un orgullo formar parte de ese equipo”, señaló. Sobre su lugar en Abuelas de Plaza de Mayo describió: “Para mí es parte de un proceso de sanación que lo he visto en familiares, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, que es poner todo ese dolor en acción, en generar las herramientas para que esto no ocurra nunca más y que se haga justicia”.

Colleen Torres agregó, en diálogo con ANCCOM: “La resignificación del dolor, del terrorismo de Estado se ve reflejado en que funciona como un espacio de memoria y también allí está la filial de La Plata de Abuelas de Plaza de Mayo. En ese lugar hoy buscamos a los nietos y nietas que no conocen su verdadera identidad. Allí se cuenta todos los días a muchos jóvenes la historia de lo sucedido para que puedan conocer la historia del centro de detención y de las personas que pasaron por ahí”.

“Muchas generaciones han luchado por un mundo mejor”

“Muchas generaciones han luchado por un mundo mejor”

En “Tiempo largo y jodido. ¿Qué quieres que te diga?”, el militante revolucionario peruano Ricardo Napurí, quien acaba de cumplir 99 años, cuenta su vida, desde su llegada a la Argentina en 1948, hasta sus encuentros con el Che Guevara y con Hugo Chávez. Un documental histórico para pensar el presente.

En 2019, el cineasta Hugo Alfredo Lescano y el periodista Carlos Rodríguez se encontraban inmersos en una investigación para un documental sobre François Chiappe, un terrorista francés que residió en Argentina en la década del sesenta. Para ello, fueron a la casa de Ricardo Napurí, de 94 años, suponiendo que él podría brindar testimonio acerca de aquel personaje y de la época.

“Ese no es mi tema”, respondió Napurí al ser consultado por el periodista. Pero, a cambio, comenzó a relatar algo que sí conocía, su historia como militante revolucionario de Praxis, el movimiento juvenil marxista fundado por el abogado e intelectual Silvio Frondizi, hermano del expresidente Arturo Frondizi, asesinado en 1974 por la Triple A.

Al escuchar la frase inicial de Napurí, Lescano dio la orden para que las cámaras no corten y sigan rodando. Sabía que se había encontrado con un personaje especial y su documental viró hacia él: “Lo que está empezando a contar este hombre es alucinante”, rememora Lescano.

Tiempo largo y jodido, ¿qué quieres que te diga?, así se tituló, finalmente, la película dirigida, guionada y producida por Lescano. “En ese momento, le hicimos una entrevista que duró más de dos horas. Al poco tiempo, cuando queremos volver para retomar este documental, ocurre la pandemia. Estuvimos hasta 2021 sin poder tener contacto directo con él. Ni bien se pudo, ese año, volvimos y retomamos el trabajo”.

Realizador, autor y docente, Lescano registró dos entrevistas al peruano Napurí, en las que este cuenta su vida, desde sus orígenes como aviador militar en su tierra natal, incluida su negativa a bombardear compatriotas civiles durante el golpe de Estado al gobierno modernizador de José Luis Bustamante y Rivero en 1948. Hijo de madre argentina, Napurí llegó a Buenos Aires expulsado por la Fuerza Aérea peruana y aquí se convirtió en uno de los discípulos de Silvio Frondizi, líder del Movimiento Izquierda Revolucionaria (MIR-Praxis).

Este mes, Napurí cumplió 99 años. En el largometraje brinda testimonio de su larga experiencia en una Latinoamérica convulsionada por revoluciones y por el surgimiento de referentes de la política regional que le permitieron tener un vínculo prematuro con eventos como las guerrillas peruanas, la Revolución Cubana, y hasta ser quien le acercó bibliografía de Trotsky al Che Guevara. El documental pone sobre la mesa conversaciones y reflexiones sobre la vida política en América latina y la circularidad y persistencias en el presente.

“Me identifico con lo que dice la película, más allá de cualquier matiz que pueda haber, es el mensaje que quiero dar a través de un hombre que vivió, que es protagonista de la historia. No es un profesor de la facultad o un historiador el que nos está contando la historia, lo está contando el propio protagonista. Y lo que él dice es comprobable y se puede corroborar”, afirma Lescano, quien realizó, junto a su equipo de producción, una investigación para recabar un sinfín de material de archivo que acredita las vivencias de Napuri, como su nexo con Frondizi, su reunión con el Che Guevara y su intervención en el programa televisivo del expresidente Hugo Chávez, Aló Presidente, el mismo día que Diego Maradona visitó esos estudios.

Resulta destacable cómo Lescano resolvió el giro del enfoque de su documental, que le dio material en crudo para más de tres horas de película –la última versión quedó en 81 minutos–, y el título de la obra. “La edición no fue fácil, porque tenía como base los dos reportajes, él hablando, y eso puede servir para un archivo, para que vaya gente y consulte quién era Ricardo Napurí. Pero como vengo del cine de ficción, me gusta también contar una historia. Entonces tomé todo lo que él había dicho y ahí recién hice el guion”, detalla Lescano, a la vez que refiere que introdujo animaciones hechas por su hijo, Juan Gabriel Lescano, editor del filme, que ayudaron a darle un respiro a la historia y al relato.

Respecto al título, Lescano aclara: “Fue toda una decisión, porque es el antitítulo comercial, es largo, y hay una pregunta. No me importa, porque me parece que es lo que quiere expresar la película: que hay un tiempo largo y que es jodido. El ‘¿Qué quieres que te diga?’ es lo que está diciendo él… Entonces no me importó”.

Antes del estreno de prensa, Napurí pudo ver la película y Lescano, al recordarlo, sonríe: “Tenía cierta ansiedad por mostrarle el documental. Traté de ser lo más objetivo posible en la narración y no desviarlo del discurso, aceptarlo y respetarlo. Él estaba muy satisfecho porque me dijo que la película lo representa, que él estaba más contento de poder dejar este legado que de ser el protagonista en el filme. Yo lo que hice fue contextualizar históricamente. La objetividad absoluta no existe, pero traté de tomar todo lo que él dijo. Es una película que pienso para la juventud. Ahí no abandoné al profesor”.

Tiempo largo y jodido ¿Qué quieres que te diga? se estrena el 29 de agosto en las salas del Espacio INCAA del Cine Gaumont, y hay expectativas de que Napurí pueda asistir al estreno. “No tengo esa cosa de que mi película tiene que gustarle a todo el mundo. Pero sí que la película genere discusión. Como dice el propio Ricardo Napurí: reflexionar, pensar y explicar determinadas cosas y saber que la historia no nace hoy con Milei y que venimos de una larga trayectoria donde muchas generaciones han luchado por un mundo mejor. Bueno, Ricardo tiene su ideología concreta y él sigue luchando”.