«Una obra para no subirse al discurso de odio»

«Una obra para no subirse al discurso de odio»

“Mi vida anterior” trata la historia real de una madre, exoficial montonera, que intenta relatar a su hijo las vejaciones por las que pasó durante su secuestro y los pasos que dio por su supervivencia.

‘’Hay gente que la ha pasado mal. Del otro lado no se puede empatizar, con el horror no se puede empatizar, con los crímenes de lesa humanidad no hay empatía posible, eso es incomprensible’’, dice Teresa Donato mientras habla de Mi vida anterior.

Arriba de las tablas del Centro Cultural San Martín, se cuenta una historia que tuvo lugar hace varias décadas. Dennis Smith se pone en la piel de una madre, oficial montonera, a la vez que interpreta a un hijo que escucha por primera vez la historia de su madre secuestrada luego de que su padre muriera en un enfrentamiento. La obra unipersonal que se estrenó en el Festival Internacional de Buenos AIres (FIBA) invita a ponerse en los zapatos del otro, ‘’para no subirse tan rápido al discurso de odio’’

El unipersonal que estrenó el 29 de octubre en el San Martín -la primera función contó con la presencia de Guillermo Ledesma, uno de los jueces que condenó a las juntas militares en 1985- y continúa en noviembre y diciembre difundiendo esta historia que es tan fuerte como  verdadera. Con un despliegue visual y musical muy interesante, cuenta la historia de una mujer que es secuestrada y se salva al ser elegida, por un militar, como su amante.Tras sobrevivir al horror, es considerada como traicionera por el resto de sus compañeros. Años más tarde, su hijo conoce la historia de su madre, que a pesar del parentesco, él la define como una ‘’incógnita’’.

Detrás de la narración de esta historia, se encuentra Teresa Donato, quien está a cargo del guion de la obra, con colaboración de Smith. Todo nace cuando en 2022 la protagonista de la historia le pide a la autora que escriba un libro sobre su experiencia. ‘’Su hijo le pidió que le cuente su historia pero sentía que no tenía la fuerza para escucharla cara a cara por el temor al dolor que iba a sentir cuando su madre se lo contara’’ cuenta Donato en diálogo con ANCCOM. Con esto, recurre a ella para que escriba un libro –Desaparecida dos veces– y de ese texto surge la adaptación al teatro.

‘’Es una obra que habla del dolor de una mujer; una mujer que pudo haber sido muchas y una mujer que puede ser muchas otras; que es el de las mujeres cuando son prisioneras, por el motivo que sea, siempre sufren vejaciones, violaciones, son tomadas como botines de guerra. No solo nuestras mujeres desaparecidas sino otras tantas que sufren este tipo de cosas alrededor del mundo’’ cuenta la escritora.

Coincidiendo con el 40º aniversario del informe de la Conadep, la obra tiene como fin  ponerse en los zapatos del otro, empatizar con el otro. Donato, que siempre se sintió muy conmovida por las historias de las personas que ponen el cuerpo por sus ideales, intenta construir un lugar ‘’donde se escuche, donde se juzgue menos, donde se cancele menos. Que se entienda su dolor para que no te subas al discurso de odio tan rápido’’. Una de las cosas que muestra la obra es que algunas de las personas que se llegaban a salvar del cautiverio, que lograban salir vivas de la clandestinidad, eran consideradas traidoras por parte de sus compañeros, personas que se quedaban solas. 

La historia de arriba del escenario cuenta con muy pocos elementos, pero tiene una puesta visual muy interesante que hace que resalte el texto. Smith, además de ser actor, es cantante, por lo que en la obra luce entonando canciones. La música funciona como un respiro ante lo impactante del texto; permite tomar fuerza, para seguir escuchando. 

Para que el público pueda ponerse en los zapatos de estos personajes, primero los creadores deben intentarlo. ‘’A mí no me costó trabajo ponerme en su lugar porque es un tema que conozco desde muy pequeña. La cuestión de los desaparecidos se sabía, era bastante claro que había gente que no estaba, y que en algún lugar tenían que estar’’.

A Smith, en cambio, la obra lo saca de su temática habitual y lo inserta en un tema que nunca antes había abordado. Se pone en el lugar de la madre y del hijo, por momentos del padre, y aporta su emoción a la historia. 

‘’Nosotros queremos que la gente salga distinta de la sala. Que salgan y charlen de lo que pasó, que salgan transformados, más en este momento en donde hay algunos temas que están siendo tratados de una manera liviana, como poco humana, cuando estamos siempre hablando de personas’’ agrega Donato. 

Mi vida anterior puede verse durante el mes de noviembre y diciembre en el Centro Cultural San Martín. Las entradas se pueden conseguir a través de Entradas BA o por las boleterías del centro cultural. 

Con el brillo de las letras

Con el brillo de las letras

Un taller de escritura para adolescentes y jóvenes de la Villa 21-24, publicó «Sin el brillo de la virulana», un libro con los textos producidos por sus participantes que los ayuda a sustraerse del consumo de paco y mejorar su calidad de vida.

En la villa 21-24, ubicada entre Parque Patricios y Barracas, los pibes y pibas del barrio escribieron su primer libro, relataron sus experiencias y vivencias desde el lado más sentimental y sincero. “Dame la hoja para escribir que hoy sin el brillo de la virulana estoy inspirado”, dijo Ángel uno de los compañeros del taller literario, frase que le dio nombre al libro, Sin el brillo de la virulana.. El título hace referencia al uso de la virulana, que es utilizada como filtro a la hora de encender el paco y que al hacerlo queda brillosa. “Mientras uno está en consumo busca ese brillo, pero después te das cuenta que sin él uno tiene más vida”, dijo Angel. A pesar de lo crudo de cada historia que relatan, hay un momento de claridad del cual surgen sus fragmentos.

El libro se creó en el año 2023, entre los meses de febrero y agosto, en el taller literario del Hogar de Cristo Padre Hurtado, una organización comunitaria que asiste y acompaña a personas del barrio en situación de calle. Su objetivo principal es que los pibes salgan del consumo para ampliar sus oportunidades a una vida mejor. Una de las tantas asistencias y herramientas que brinda el Hurtado es la oportunidad de escribir y expresarse creativamente.

El taller funciona como una actividad opcional, el que tiene ganas se puede acercar a escribir o solo a escuchar. No todos los integrantes que escribieron el libro participaron durante todo el año de su desarrollo, debido a la situación vulnerable en la que se encontraban. Algunas de las dinámicas que trabajaban en el taller era escribir un poema colectivo, sobre cierta temática, ya sea de enamoramiento, amistad, trabajo, en la que cada uno pensaba una frase al azar y la escribía en el papel, sin saber que ponían los demás. Luego todos los fragmentos se juntaban y sorprendentemente coincidían en sentidos, emociones y vivencias.

Alejo, uno de los protagonistas del libro, contó en diálogo con ANCCOM, que él siempre encontró una conexión con la escritura desde que era chico, siempre le gusto redactar historias de su vida. “El año pasado me pasaron muchas cosas oscuras, de las cuales me pude hacer cargo gracias a la escritura”, dijo Alejo, y agregó que “antes tenía un problema y me refugiaba solo en la droga y ese problema se hacía cada vez más grande, lo anulaba mientras duraba el efecto del paco”. Anterior a  su llegada al Hurtado, Alejo trabajaba vendiendo frutas y verduras, golosinas y jabón líquido en el barrio de Zabaleta. En ese momento la policía lo perseguia debido a la venta ambulante. Una vez volvió de trabajar todo el día en la calle y le avisaron que le quemaron el cuarto que alquilaba en el barrio, perdió todas sus pertenencias. Alejo cree que fue obra de la policía. Se quedó en la calle, y así es como terminó conociendo el Hurtado en la Villa 21-24. “En el barrio está lleno de transas, en todos los pasillos, arriba y abajo, es muy difícil no caer, la realidad del barrio es esa” contó Alejo lamentándose, y agregó: “Yo pude encontrar un lugar neutro en los costados de la villa”. En el libro le dedica un cuento a su hijo, el cual no vió durante 8 años  hasta que se enteró que estaba en situación de calle, y en consumo, en la provincia de Neuquén. “Cuando supe su paradero en un hogar de Neuquén, la escritura me ayudó a poder comunicarme con él, gracias a la ayuda de mis compañeros pude traerlo de vuelta conmigo”, dijo Alejo.

Morena Ferrari, es una mujer trans, también protagonista del libro, que dejó su casa a los 15 años debido a que su familia aceptaba su identificación de género. “Soy una chica trans con consumos problemáticos que se esfuerza por poder salir adelante y sobrevivir, me gustaría que sepan de mí historia, para ayudar a otros que están tirados y que piensan que no se puede salir”, dijo Morena. Durante sus años en la calle conoció a su primera pareja, quien falleció al poco tiempo. Morena le dedicó dos poemas que describen cómo vivieron esa etapa de su vida juntos en la calle.

Los relatos del libro invitan a escuchar y reflexionar sobre la realidad del barrio desde la voz de los propios protagonistas que lo habitan, caminan, aman, tropiezan y salen adelante. Evidencia las contradicciones e injusticias de la sociedad, y que además, no solo en la villa se encuentran cosas malas, también hay amor, amistad, cultura, costumbres y compañerismo. Contiene diversas vivencias con ganas de ser escuchadas. “Lo que buscamos con el libro es llenar de realidad a un mundo que está lleno de mentiras”, dijo San Martín, y agregó: “No siempre el consumo es el origen de las problemáticas, sino que las demás problemáticas de la vida cotidiana son las que llevan al consumo, absorbemos cosas que debería hacer el Estado, nos organizamos como podemos”. El Estado no está ausente dentro de la villa, sino que está más presente que nunca,  es el que fomenta el consumo en los pibes, desorganizando su vida cotidiana y cerrando las puertas para salir de la villa.

La escritura popular es expresada desde una población vulnerada, una herramienta que ayuda a que los pibes salgan del consumo. Anónimos aunque presentes. Un escrito colectivo de –y para– los pibes y pibas de la villa. Estos fragmentos vuelven a remarcar que lo colectivo sabe sanar, y que de poco sirve lo individual. El libro salió a la venta en noviembre, tiene un valor de 13.500 pesos, con la preventa se realizará la impresión de los escritos vendidos, y de algunos que quedarán en la organización para difundir y repartir entre compañeros y colegas. 

La arquitectura porteña del «no lugar»

La arquitectura porteña del «no lugar»

La desidia estatal, la concentración de poder privado y la clara alineación entre la ley y los intereses del sector inmobiliario conforman la tríada que da luz verde a las demoliciones de miles de edificios históricos en Buenos Aires. En el medio, arquitectos, artistas, vecinos y organizaciones sociales resisten y denuncian: «El mercado especulativo modela la ciudad».

En la ciudad de Buenos Aires existen más de 140.000 edificios históricos anteriores a 1941, de los cuales sólo 5.800 están catalogados como protegidos por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP). Pero en más de una oportunidad fueron quitados de esa  lista por pedidos particulares. Además, este número resulta ínfimo frente a la cantidad de construcciones con valor patrimonial que tiene la ciudad.

La metodología de trabajo del CAAP consiste en realizar reuniones en las que se decide el futuro de edificios cuyas características son evaluadas a partir de fotos y a cada uno se le puede dedicar unos pocos minutos. En este proceso, el 90% de los casos son descartados. Con el resto, considerado “de valor”, se inicia un largo trámite por el Ejecutivo y la Legislatura hasta alcanzar su incorporación al catálogo. La desidia estatal deja en un limbo legal a miles de viviendas que terminan en posterior demolición, violenta y sistemática.

“Tiene que ver con una clara intención de no sostener esa arquitectura porque evidentemente no sólo hay una desvalorización y una desestimación por parte del CAAP, sino también un empecinamiento en destruir lo que tuvo que ver con la conformación del tejido de Buenos Aires, esa ciudad que albergaba multiculturalidad. Cada vez hay más carteles de venta del terreno, se vende el lote como si no hubiera existido arquitectura previa. Es muy grave destruir algo tan representativo de tu ciudad, que te define, que es hilo de memoria y en buen estado” señala Natalia Karbabian, arquitecta y artista, creadora de Ilustro para no Olvidar, un proyecto cultural de registro de memoria demolida.

A partir de sus ilustraciones, no sólo busca generar conciencia sino también manifestarla “solastalgia”(nota de la r: término que alude al dolor que se siente cuando el lugar donde uno vive está amenazado) que produce la destrucción de la “casa grande, como ella misma la define. “En cada ilustración mucha gente se ve a ella misma, porque recuerda su barrio, se reencuentra en su casa, es una forma de poder volver a la memoria”, explica.

En la misma línea, en diálogo con ANCCOM, Marcelo Magadán, arquitecto especializado en la restauración de edificios históricos y en la gestión de conservación del patrimonio cultural, remarca que “de la misma manera que muchos tenemos una cajita donde guardamos recuerdos, la ciudad guarda los recuerdos colectivos de una comunidad, de los vecinos que nos reconocemos en esos ámbitos”. Y agrega: “Estamos hablando de destrucción de edificios, pero también de paisajes urbanos históricos, de memoria, de identidad, de relaciones sociales, de calidad ambiental. Se trata de lugares que facilitan la trasmisión de ciertos mensajes a través del tiempo, la explicación y comprensión de hechos del pasado”.

Al igual que Karbabian, observa una clara desidia y falta de criterio por parte de la autoridad de aplicación. El CAAP trabaja en sintonía con el proyecto político del Gobierno de la Ciudad, en el que no tiene lugar el ‘populismo para mantener un edificio de patrimonio si no tiene valor’ en las propias palabras de Álvaro García Resta, secretario de Desarrollo Urbano, en una nota con La Nación a fines de agosto pasado. “Está claro que se ha ignorado a los vecinos cuando la participación de la comunidad en la definición de lo que es su patrimonio es esencial, al punto que es un requisito fundamental para la incorporación de nuevos sitios a la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO. Entonces, lo que está haciendo el Gobierno de la Ciudad va a contramano de la normativa internacional en la materia”, señala.

Esta situación también se replica en otros puntos del país, como es el caso de Purmamarca y Tilcara (Jujuy), el centro histórico de Salta y Pueblo Liebig y Colón (Entre Ríos). “Se observa la falta de identificación de las carácterísticas arquitectónicas y los valores patrimoniales y paisajísticos de cada lugar, pero también la falta de una adecuada legislación de protección, mecanismos de gestión y órganos de control conformados por personal capacitado” explica Magadán. En estos casos el turismo juega un papel clave. Si bien es motor de promoción económica, cuando no se desarrolla dentro de ciertos parámetros se convierte en un factor de deterioro que destruye el recurso.

En este contexto, la aprobación de la última modificación del Código Urbanístico en septiembre pasado no es casual. En una clara alineación entre la ley y el sector privado, plantea alturas homogéneas por áreas sin tener en cuenta las particularidades de los barrios. Resulta llamativo que la altura más baja establecida por el Código es superior a la del promedio de muchos barrios de la ciudad. Por ejemplo, en la comuna 3, el 60 % de las construcciones tienen uno o dos pisos de altura (entre 5 y 7 m), mientras que el Código habilita la construcción de 12 o 14,60 m.

“El mercado, de la mano de la especulación, modela la ciudad. El grueso de lo que se construye se hace con fines especulativos donde el objetivo es maximizar la ganancia sin importar la calidad del diseño, de los materiales, la mano de obra o el resultado estético”, explica Magadán. La sustitución de la arquitectura existente por edificios en altura se convierte en la salida más fácil y barata, en lugar de la rehabilitación y adaptación del parque edificado para diferentes usos.

Karbabian analiza que se trata de una homogeneización de espacios que se resuelve rápidamente y se propone como arquitectura de “no lugar”. “Son modelos que se repiten como una serialización de formas que garantizan un esquema de negociadoy que nos desconectan a nosotros de las peculiaridades, de la materia con sentido y emoción”, remarca.

En esta línea, Mauro Sbarbati, arquitecto y miembro de la ONG Basta de Demoler señala que “nunca hubo un mercado de casas o bienes patrimoniales porque nunca les interesó incentivar ese mercado”. Por su parte, Magadán agrega: “Estamos hablando de un proceso de rehabilitación que requiere de inversores, de empresas constructoras, de materiales, en definitiva de otra forma de hacer negocio”.

Esta arquitectura del “no lugar”deja al descubierto una clara desconexión con las necesidades reales de la ciudanía, que no puede acceder a una vivienda digna. En pocas palabras, representa una pérdida de foco de lo que implica el ejercicio de una arquitectura puesta al servicio de la gente y no al oportunismo de unos pocos. “No hay créditos disponibles, hay muchísima vivienda ociosa, inaccesible y de mala calidad a nivel asoleamiento y ventilación, que son cosas básicas, acompañado además de talas de árboles de forma indiscriminada e innecesaria, lo que genera una gran densificación constructiva y la pérdida de suelo absorbente”, remarca Karbabian. A esto hay que sumarle los graves problemas de provisión de agua potable, de alimentación eléctrica y saturación de desagües cloacales que ya enfrentan los barrios.

El patrimonio no es una palabra anquilosada en el tiempo, es memoria viva y proyección de la propia identidad. “Sin patrimonio no hay futuro. En las calles de Buenos Aires está escrito el pasado y sin pasado no se construye sociedad. Si no sabemos de dónde venimos, ¿cómo vamos a saber hacia dónde vamos?”, señala Ana Bas, presidenta de Basta de Demoler.

El próximo miércoles 27 se llevará a cabo una audiencia pública sobre los 4.271 edificios en proceso de catalogación, en la sede de la Legislatura porteña, Perú 160, desde las 14. “Hay que sostener la participación, no hay que entender a esta concentración de poderes como un imposible, somos muchos más. No hay que entregar más nuestro propio poder, hay que recuperarlo”, concluye Karbabian.

Marcha contra un gobierno misógino

Marcha contra un gobierno misógino

Impulsada por Ni Una Menos, se desarrolló la marcha por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Los reclamos se concentraron en el abandono por parte del Estado de las políticas de género por parte del gobierno de Javier Milei.

Cada 25 de noviembre se conmemora en el mundo entero el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Particularmente en Argentina, la convocatoria fue impulsada por el colectivo Ni Una Menos con una multitud que marchó desde Avenida de Mayo y 9 de Julio, hasta Plaza de Mayo, en donde previamente se realizaron actividades artísticas con el objetivo de visibilizar, prevenir y erradicar esta problemática.

Bajo el lema al unísono de  “vivas, libres, desendeudadas y sin hambre nos queremos” en conjunto con organizaciones políticas, sociales y sindicales feministas como la ATE, No matarás, Suteba, La Cámpora, Mumalá, Utep, Pan y Rosas, entre otras. El reclamo tuvo como eje el ajuste que sufrieron las políticas públicas de protección hacia la mujer durante el gobierno de Javier Milei en el 2024: el programa Acompañar disminuyó un 79% y la Línea 144 un 25%, marcando un registro de sólo el 12% de víctimas que han realizado una denuncia por violencia de género. Según Mumala, esta es la cifra más baja de los últimos cinco años.

Con un juicio popular simbólico con gigantografías de cartón personificados en Patricia Bullrich, Luis Caputo, Javier Milei y Sandra Pettovelo frente a Casa Rosada se dio por iniciado el acto. Según manifestantes y organizaciones, son los culpables de ser los “hambreadores del pueblo.”

En diálogo con ANCCOM, Eva Mieri, del Frente de Mujeres de la Cámpora, denunció que “son quienes están en las máximas autoridades del Gobierno nacional. El feminismo es el enemigo público de Javier Milei y de todo el gobierno. Pero nosotras desde nuestro lugar, estamos poniendo el cuerpo, la cabeza y el corazón, para seguir fortaleciendo las redes de solidaridad y sororidad en práctica política.” 

En igual medida Silvana Franco, secretaria General del gremio docente de la Universidad Nacional de las Artes, hizo referencia a “un gobierno machista y negacionista, que cree que el discurso de género es un invento ideológico.” Y agregó que  “es de ese discurso que las mayorías feministas y diversidades sexuales tenemos que mostrarnos como opositores”.

De espaldas a la Casa Rosada se abrió una pancarta, compuesta de rostros de 240 víctimas de femicidios, transfemicidios, travesticidios y lesbicidios durante el 2024. Con megáfonos, dos mujeres comenzaron a llamarlas por nombre y apellido mientras de entre las presentes, espontáneamente, una a una se tumbaban al piso.

Maira Carlos, de la Asociación de Docentes Artistas Investigadores, destacó que fue una manera de visibilizar “las muertes sistemáticas que se han consumado por falta de presencia del Estado en situaciones de violencia de género, con esto se quiso mostrar la multiplicidad de mujeres que pierden la vida por un estado ausente.”

También se concentró el reclamo por el retroceso en políticas de género y el acceso a derechos sexuales y reproductivos: se eliminó la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género; se redujo de 105 a 24 los Centros de Acceso a la Justicia (CAJ) ubicados en todo el país; se eliminó el programa de ayuda económica para personas trans; se paralizó la distribución de insumos esenciales a las provincias para garantizar la interrupción voluntaria del embarazo; se frenaron los procesos de licitación para la compra de Misoprostol y Mifepristona; se interrumpió la asignación presupuestaria al Plan de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (Plan ENIA).

Mientras Argentina es el único país que vota en contra de la resolución que promueve la prevención de la violencia digital contra mujeres y niñas;  fuentes oficiales revelan que hay 1 femicidio cada 29 horas y 1 de cada 2 mujeres en pareja, sufre o sufrió violencia de género. 

Además, de cara al año 2025 todavía no se ha puesto en marcha un plan de acción a discutir en el Congreso de la Nación, para que se combata esta problemática estructural. Desde las organizaciones con la lectura del documento final, se dejó en claro que no estarían dispuestas a retroceder, porque “la lucha es ahora y en las calles”. 

O sole de la villa

O sole de la villa

Con un concierto de orquesta que reunió a músicos adultos, jóvenes y niños, cerró una nueva edición del Festival de Ópera Villera en la 1-11-14. La cultura como herramienta de inclusión.

El festival de ópera villera cerró su cuarta edición el sábado con una gala lírica en el centro del barrio Padre Rodolfo Ricciardelli, ex 1-11-14, de la capital porteña. “El objetivo del festival es difundir el arte de la ópera y comulgar entre distintos espacios, que la comunidad de la música académica venga a los barrios y que los barrios generen sus propias óperas y su propia música no solo en repertorio, sino también en escribir nuevas dramaturgias, nuevas historias”, explicó la compositora Mailen Ubiedo Myskow fundadora del evento y del Centro Artístico Solidario Argentino (C.A.S.A), un grupo de músicos profesionales que dan clases gratuitas en el Bajo Flores y Villa Soldati. La actividad se realizó en el Club Atlético Madre del Pueblo, frente a la cancha histórica del barrio y fue el cierre de diferentes actividades que se hicieron durante la semana que duró el festival.

“Acá se mezclan todos, los chicos que están aprendiendo a tocar, los grandes que tocan, gente del barrio, gente que no es del barrio, cantantes que cantan en el Colón y que vienen a regalar sus canciones. Es como el cierre del trabajo de todo el año”, expresó Noelia Pirsic, integrante del C.A.S.A y parte de la organización del festival. Del espectáculo participaron tres orquestas La Juvenil de Adultos, una orquesta escuela para adultos, la Orquesta Jardín Suzuki, compuesta por los niños de “El Jardín de las Mariposas» de la Escuela Infantil Nº 9 de Villa Soldati, y las Orquesta del C.A.S.A de la sede Madre del Pueblo y de la sede Fátima. Además, estuvieron presentes los cantantes líricos, Camila Piccolo, Lucia Alonso Moser, Carolina Mion, Sofía Skele y Gabriel García y demás músicos profesionales que se ofrecieron como voluntarios para la ocasión. Desde la organización pusieron colectivos desde el Teatro Colón para movilizar a músicos y voluntarios y así facilitar el acceso al lugar.

“Hace diez años que empecé a estudiar en el C.A.S.A y ahora enseño así que me emociona mucho estar acá”, expresó Geraldine Lara de 22 años, profesora e integrante de la Orquesta Juvenil de Adultos que luego detalló: “Yo vivo en el barrio y me parece importante difundir y compartir este mundo que por ahí no es cercano para los vecinos, creo que ver que varios de acá, como yo, somos parte de esto les puede hacer pensar que ellos y sus hijos también pueden, me parece que es una experiencia muy linda”, detalló la joven.

Los instrumentos comenzaron a sonar al mediodía, los violines, chelos y saxos dibujaban algunas notas mientras esperaban a que esté todo listo para arrancar. Mientras llegaban los niños de la orquesta Suzuki, las “profes” armaban el lugar para que los pequeños músicos pudieran tocar con sus respectivas sillitas y violines preparados para su tamaño en un espacio delante de la orquesta. “Enseñamos a niños de 4, 5 y 6 años, violín y cello como parte de la currícula y desde ese aprendizaje tenemos este tipo de experiencias maravillosas en la que venimos a formar parte de una orquesta sinfónica más grande”, expresó Eugenia Turovetzky, profesora de la orquesta Suzuki. “Venir acá –continuó- es la frutilla del postre, es puro placer disfrutar de estos eventos de la comunidad y, en lo que a mí concierne personalmente, ver a mis alumnos desenvolverse con una suficiencia total y con alegría es algo inconmensurable”, finalizó la docente. La coordinadora de la Orquesta del Jardín, Maritza Pacheco Blanco detalló: “Este es un proyecto muy importante para el barrio porque es abrir una puerta, una posibilidad a los niños y a las familias de participar en actividades que por ahí usualmente no son de fácil acceso por diferentes cuestiones, creo que este tipo de espacios son una oportunidad para que los niños puedan ver el mundo desde otro lugar”.

Cuando llegaron todos los músicos, la orquesta ya definida realizó un repaso de algunos temas para ensamblarse con los niños y algunos cantantes hicieron algunas pruebas antes de arrancar. Al mismo tiempo, los organizadores corrían de un lado a otro acarreando banquetas para armar las tribunas, las ollas y jarras con jugos y las salchichas para alimentar con panchos a los pequeños músicos que iban a dar todo en el escenario. Al costado del público, se colocó una mesa que hizo de barra para la “Feria del Plato” en la que se vendían empanadas, gaseosas y chipas, entre otras cosas, para recaudar fondos para que el C.A.S.A pueda seguir realizando sus actividades de enseñanza y de préstamo de instrumentos para que los chicos puedan practicar en casa. En este sentido, desde la organización, tanto Ubiedo Myskow como Pirsic detallaron que son momentos difíciles desde lo económico ya que este año el Gobierno de la Ciudad recortó subsidios para el proyecto y todo se hizo cuesta arriba, incluso otras actividades como vestuario y escenografía que han sido parte del festival en las otras ediciones no se pudieron hacer. “Nosotros pudimos sostener esto a través de un sistema de suscripción donde la gente puede colaborar, y la verdad que ayudan todos los meses, así pudimos sostener esto, además de la colaboración de los músicos que son voluntarios, hoy vinieron varios de distintas orquestas”, detalló Ubido Myskow.

Minutos después de las 14, cuando los espectadores habían copado las butacas, algunos niños corrían, los padres más orgullosos tomaban fotos a sus hijos con el instrumento, se terminó el repaso y el ensamble estuvo listo: comenzó a sonar la orquesta bajo la batuta de Emiliano García Pérez que se encargó de dirigir la mayoría de las piezas. Ubiedo Myskow fue la capitana del barco en otras.

Algunas de los clásicos que sonaron fueron los instrumentales, Molihua y Can Can, en la que los presentes se coparon con las palmas para acompañar a la orquesta y canciones como O sole mío, Que nadie duerma y La doña, en la que los cantantes hicieron gala de su voz que no necesitaba estar microfoneada para cautivar a los presentes. Además, mientras cantaban, se metían entre el público para jugar con una coreografía improvisada. Fiama Cardoso, que hace dos años empezó a estudiar violín en el C.A.S.A y fue parte de la orquesta durante la gala manifestó: “Todavía me da nervios tocar en una orquesta porque estoy acostumbrada a tocar sola, en una clase cerrada sin que nadie me vea y que me vean y me escuchen tocar todavía me causa nervios. Pero la pasé bien, a pesar de los nervios, me sentí muy bien”, explicó la joven música. El tenor Gabriel García, también se refirió a sus sensaciones luego del espectáculo: “La ópera está mal conceptuada, como algo aburrido para gente de plata y es todo lo contrario y los chicos son los que más rápido absorben la música clásica, la ópera y se vio hoy en la orquesta Suzuki: los chicos, concentrados, están haciendo algo divertido, mucho más divertido que estar con el celular o la play”. 

Luego del espectáculo operístico, llegó el turno del grupo Tinkus de Madre del Pueblo. “Queremos que este sea un lugar de encuentro en el que diferentes culturas puedan compartirse”, expresó desde el centro Ubiedo Myskow y los niños y las niñas vestidos con el colorido traje irrumpieron en escena para realizar su tradicional danza andina. Tras este número artístico todos los artistas salieron del lugar con su respectivo instrumento y cruzaron una calle para instalarse en el centro de la simbólica cancha del barrio, allí realizaron la tradicional foto de cierre, entre sonrisas, abrazos y agradecimientos. “La idea de todo esto es que los chicos puedan tener nuevas oportunidades, que los chicos sientan que pueden tener un proyecto de vida, encontrar un porqué, una vocación y si justo es la música, salir adelante con esto y si no, también desarrollan un montón de otras aptitudes a nivel social, a nivel capacidades de concentración, de lectura y que colaboran con uno como persona”, concluyó su testimonio Ubiedo Myskow.

La jornada terminó minutos después de las 15:30 entre sonrisas, abrazos y agradecimientos, los familiares y asistentes emprendieron la retirada con sus pequeñas estrellas y la salida de los colectivos significó el regreso a casa de los músicos y voluntarios que aún quedaban en el lugar.