«Lo verdadero, lo bello y lo bueno»

«Lo verdadero, lo bello y lo bueno»

Dante Choi, presidente de la Asociación Civil Coreana en Argentina y dueño de la marca Peabody, cuenta desde su llegada al país durante la dictadura hasta las iniciativas de su firma respecto al desarrollo y la inclusión social. .

A la corta edad de 12 años Dante Choi, empresario y actual dueño de Peabody, llegó de Corea del Sur a la Argentina junto a su familia en busca de un futuro. “Ingresamos vía Paraguay y desde desde ahí vinimos con micro durante muchas horas; pasamos por Liniers. Buenos Aires me pareció una gran ciudad. Nos radicamos el primer año en Fuerte Apache”, recuerda Choi. Reconoce como “muy difíciles” sus primeros tiempos en Argentina: “No conocíamos el idioma, no teníamos total conocimiento de la cultura local y, además, éramos inmigrantes ilegales. Entonces, económicamente éramos muy pobres, pero culturalmente éramos más pobres todavía”, rememora. En ese momento, Argentina se encontraba transitando la dictadura cívico-militar.

Cuando Choi se instaló en el país, él ya había concluido sus estudios en un colegio primario en Corea e incluso había iniciado el secundario, pero una vez en Argentina debido al desconocimiento del idioma y no poseer un documento, tuvo inconvenientes para poder continuar su escolaridad. “Cuando llegué, creo que me pusieron en sexto grado y después rendí el examen para poder ingresar a la secundaria. Pero a los tres meses me echaron del colegio porque no tenía documento”, recuerda. Además, menciona que tuvo que recurrir a “institutos privados y cursar como oyente, sin la posibilidad de poder graduarme y tener regularidad escolar”. Choi recalca que fueron años “muy difíciles” pero que esto “se revirtió recién en 1983, con la llegada de la democracia en Argentina”.

Cómo mantener las raíces

Cerca de sus 21 años Choi regresó a Corea y recapitula este hecho como algo “muy importante”. En ese entonces se encontraba trabajando para Evo Corporation, una empresa multinacional de Corea, quienes lo enviaron a su país natal para capacitarse. “Fue una etapa donde yo era muy joven y me dieron esa posibilidad de aprender y capacitarme. Porque en eso yo no había tenido básicamente una educación. Esa empresa coreana en la que estaba trabajando, me dio muchos elementos”, reconoce.

A su regreso, su primer empleo fue como traductor en la empresa coreana Daewoo Corporation que tenía una sede en Argentina. En un inicio fue una relación laboral temporal, pero terminó siendo un trabajo de más de quince años. Incluso llegó a obtener el cargo de gerente comercial. Sin embargo, en 1997 Daewoo quebró y Choi decidió fundar una compañía que importaba insumos eléctricos para fabricas de Tierra del Fuego, pero la crisis del 2001 en Argentina no lo dejó continuar con su proyecto. Fue recién en 2003 que decidió apostar por un emprendimiento personal bajo el nombre de Goldmund, que hasta hoy sigue dando sus frutos fabricando los electrodomésticos marca Peaboy.

En la actualidad, Choi es el presidente de la Asociación Civil Coreana en Argentina. “La inmigración coreana va a cumplir el 60 aniversario en el año 2025. En este momento hay alrededor de 20.000 miembros de la colectividad coreana en la Argentina”, menciona. El empresario comenta que hay una “diferencia muy grande entre la primera generación o la segunda generación -como en mi caso-, con los chicos de segunda, tercera, cuarta generación”. Menciona que “esos chicos son directamente argentinos” y “lamentablemente muchos no hablan coreano, pero tienen el ADN de la cultura coreana y están inmersos en la sociedad argentina”.

“Muchos argentinos, cuando viajan a Corea, dicen que los coreanos tienen un temperamento latino, que festejan y que tienen el mismo carácter. Pero en cuanto a funcionamiento y los valores de la sociedad, me parece que hay muchísima diferencia”, menciona Choi respecto a si encuentra similitudes y diferencias entre la sociedad coreana y la sociedad argentina.

Crear oportunidades

El Premio Peabody es una iniciativa que tomó Choi desde su empresa, que consiste en un concurso de diseño industrial y genera oportunidades para jóvenes estudiantes. Choi declara que la iniciativa surgió a base de su historia personal y la cuestión de la identidad: “Al ser inmigrante y al llegar a la Argentina cuando tenía 12 años, tuve que cuestionarme mucho sobre mi identidad personal y cultural. Un inmigrante es una persona que deja su identidad cultural individual que ha recibido, y que tiene que construir su propio lugar en el mundo en otra sociedad, construir su nueva identidad cultural e individual en otra sociedad”.

A base de “esa crisis de identidad” que tuvo siendo inmigrante, Choi declara que lo “ayudó después a pensar en la identidad” de su empresa. A su vez, menciona que también tuvo “una crisis de identidad” por su compañía, por lo que en la actualidad se encuentra “muy agradecido con el sistema argentino que nos dio nada más ni nada menos la identidad marcaria”. A raíz de querer profundizar en el diseño, es entonces que decide organizar el concurso de Premio Peabody en diseño industrial. En la actualidad uno de sus productos destacados de su empresa es el termo eléctrico, que surgió en la primera edición del concurso: “Realmente nos ha dado mucha satisfacción, yo creo que es muy importante porque ese concurso está abierto para los jóvenes estudiantes y eso nos permite retroalimentarnos”, reconoce Choi.

El futuro

Respecto al contexto político actual en Argentina, Choi menciona que cree que “lo importante es cerrar la grieta que está presente, más o menos, en Argentina desde la década de los 70. En estos momentos se ha establecido una discusión sobre lo que pasó en la década 70 y 80, yo creo que es muy importante cerrar esa grieta y no volver a las discusiones superadas”. Desde su punto de vista como empresario reconoce que desde su compañía se encuentran “muy atentos y preocupados porque lo que propone la ideología del nuevo gobierno es un cambio rotundo de los últimos años de la manera de vivir, de la sociedad argentina”.

Choi tuvo la oportunidad de estudiar Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, y rememora que en una de sus clases un profesor le dejó una enseñanza que hasta hoy implementa: “La primera clase él habló de la esencia, escribió en el pizarrón una frase en francés del libro El Principito donde dice ‘lo esencial es invisible a los ojos’ y otra frase de Heráclito donde el filósofo griego dice que ‘la verdad cuesta ocultarse’”. Estos son algunos de los valores que Choi quiere transmitir a los jóvenes, además de los valores de identidad y fidelidad: “Tener presente cuál es la esencia de nuestro proyecto y tener presente la identidad de esos proyectos y dedicarnos con total plenitud a los mismos, con esos valores uno va a poder lograr su propósito”.

En su oficina ubicada en el barrio porteño de Palermo, además de su escritorio Choi cuenta con tocadiscos y long plays de vinilo, desde Mozart hasta Elvis Presley. En su biblioteca se pueden observar un pañuelo de Abuelas de Plaza de Mayo enmarcado y un diploma de “Inmigrante Destacado” que le fue entregado por el Ministerio del Interior, además de una variedad de libros. En la pared frente a su escritorio reposa una fotografía del edificio de la Alte Oper de Frankfurt: “Esta foto la saqué yo, el motivo por el cual yo visité y saqué la foto es por las palabras que están grabadas en el edificio que son ‘Dem Wahren Schoenen Gute’ que significa ‘lo verdadero, lo bello y lo bueno’. Yo creo que esto es lo que necesitamos como sociedad”, afirma Choi, concluyendo con que “siempre cuento, sobre todo a los jóvenes, sobre esos valores; la verdad, la belleza y la bondad”.

La carrera de la ministra

La carrera de la ministra

Sandra Pettovello, la ministra de Capital Humano, amenazó con quitarle la ayuda social a aquellos que protesten en las calles. Estudió Ciencias de la Familia. ¿De qué se trata esa carrera?

El pasado 10 de diciembre, Sandra Pettovello asumió como ministra de Capital Humano, área que absorbe los exministerios de Educación, Cultura, Trabajo y Desarrollo Social, ahora reducidos a secretarías por el Decreto 8/2023. En su primera aparición pública, en una pieza televisiva grabada y ladeada por una bandera argentina, amenazó a los que realicen protestas callejeras advirtiendo que no cobrarán planes socials aquellos que corten calles. Desde su nombramiento, la formación académica de Petovello llamó la atención por acreditar como estudio más reciente una carrera virtual de dos años en la Universidad Austral: la Licenciatura en Ciencias para la Familia.

Según reza el portal de la institución, la propuesta de la carrera es “formar profesionales especializados en el estudio de la realidad familiar, desde un abordaje interdisciplinar”. Para ingresar, es necesario contar con un título previo de grado, profesorado o pregrado de un mínimo 1.600 horas de cursada, tener conocimientos básicos en sistemas y superar una entrevista de admisión. La propia plataforma anticipa que, en promedio, la cursada requiere de tres horas de estudio por día, quince por semana.

“El plan de carrera tiene como objetivo transversal la profundización en el estudio de la familia como sistema, desde una perspectiva holística y socioecológica”, continúa la presentación oficial. En su abordaje interdisciplinar, la carrera incluye materias como Doctrina Social de la Iglesia, Bioética de la familia, Psicología de la Personalidad, Derechos Humanos y Familia, Antropología, Pedagogía Familiar, Macroeconomía y Familia y, como toda licenciatura, Metodología de la Investigación. Si bien la licenciatura es de corte teórico, su objetivo principal es la formación de profesionales capaces de formular políticas públicas.

Dios y familia

En diálogo con ANCCOM, José María Randle, director de la carrera, profundizó sobre la perspectiva religiosa de algunas asignaturas: “Doctrina Social de la Iglesia apunta a los aspectos sociales que existen en los documentos eclesiales históricos, que tienen de 1.800 a 2.000 años y que promueven cambios sociales, como por ejemplo la reducción de la pobreza y el trabajo digno”. Esto concuerda con la identidad cristiana de la institución, que dice buscar “la armonía entre la fe y la razón, respondiendo a los problemas concretos del mundo de hoy”.

De todas formas, la “familia” como campo de estudio no queda limitada a un dogma religioso. Randle explica: “Nosotros apuntamos a la realidad familiar, es decir, intentamos pensar políticas públicas que ayuden a todas las personas, porque la composición de la familia es tan variada como las personas que existen en el universo. Muchas veces depende del grado socioeconómico o sociocultural, existe vulnerabilidad en un montón de aspectos: el tejido familiar es distinto si una madre que dispone de recursos económicos muy bajos trabaja 18 horas por día para poder mantener a su hijo y ese hijo queda a cargo de la abuela. Nosotros tratamos de apuntar a toda la realidad”. Si bien sus composiciones son diversas, la familia es entendida por la institución como el principal ámbito educativo y de desarrollo emocional de la niñez.

El Instituto de Ciencias para la Familia (ICF), unidad académica equivalente a una Facultad, que también organiza la Licenciatura de Orientación Familiar, va a cumplir 30 años en 2024. En sus inicios estuvo vinculado a la Universidad de Navarra, en España, y en la actualidad integra la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia (REDIFAM), asociación de la que también son parte instituciones familiares de Chile, Perú, Ecuador, Colombia, México y Honduras. El ICF, además, trabaja con ONGs de distintas provincias en el asesoramiento y/o formulación de políticas públicas, asesora organismos internacionales y ofrece dos maestrías de reciente creación, una en Violencias y otra en Intervención en Poblaciones Vulnerables.

Como la carrera solo inscribe a profesionales ya formados en otras áreas, la mixtura es algo esperable: “Cerca del 50% son educadores o psicopedagogos. Luego hay un porcentaje intermedio conformado por aquellos de las ciencias de la Psicología o la Sociología, y por último un porcentaje menor de abogados o economistas. Después hay algunos profesionales que llaman la atención, como una odontóloga y una bioquímica”, cuenta Randle. De hecho, la ministra Pettovello es también Licenciada en Periodismo por la Universidad de Belgrano.

ANCCOM también habló con María Victoria Di Francisco, licenciada en Ciencias para la Familia y Psicopedagoga, sobre su decisión de cursar la carrera: “La elegí porque es una carrera sumamente nueva y actualizada a la realidad social que estamos viviendo. Es un complemento ideal para mi rol de psicopedagoga, ya que me brinda herramientas para trabajar de forma integral con las distintas familias”. También ahondó en sus expectativas profesionales: “Yo vivo en Arrecifes, un pueblo donde esta carrera aún sigue siendo desconocida, pero de a poco voy trabajando para que empiece a valorarse más y para poder en un futuro crear un COF (Centro de Orientación Familiar)”. Actualmente, Di Francisco dirige el Consultorio EducARTE, un espacio orientado al vínculo educativo entre padres e hijos, con recomendaciones y asesoramiento para familias en procesos de crianza.

Billetera mata plan

En el marco de un plan de fuerte ajuste por parte del gobierno nacional, que hoy implica  devaluación del peso argentino, recorte en subsidios a la energía y el transporte y reducción del aparato estatal, el presidente Javier Milei declaró antes de asumir que la única “billetera abierta” será la de Sandra Pettovello, en su gestión del superministerio de Capital Humano.

Respecto a las aptitudes que las Ciencias para la Familia pueden aportar a la posición política que actualmente ocupa la ministra, José María Randle expresó: “Todos los que han pasado por nuestras aulas están capacitados para plantear políticas públicas. No sé si Sandra podrá hacerlo o no, yo solamente la conozco como alumna. Lo que puedo decir es que la carrera prepara a los alumnos para que puedan implementar políticas públicas. De ahí a que sean buenas o malas, que lo hagan bien o lo hagan mal, eso ya depende de cada uno”.

Tecnología popular y solidaria

Tecnología popular y solidaria

La cooperativa Fray Luis Beltrán, de La Boca, repara computadoras y celulares en desuso para ofrecerlos a muy bajo costo o canjearlas por otros productos.

La Cooperativa Fray Luis Beltrán se dedica al reciclaje de tecnología, a través de computadoras y celulares rotos o en desuso para reutilizar sus partes y donarlas o venderlas a precios muy accesibles. Los modelos de dispositivos que ofrece la organización suelen tener un valor debajo del 40 o 50 por ciento de lo que se encuentra en el mercado.

La cooperativa se ubica en el corazón del barrio de La Boca, en Suárez 421.La inmensa pared de la exfábrica de motores de lancha donde funciona el taller, tiene un cartel en el medio con el nombre de “Los Pibes”, una organización social y política que nuclea distintos proyectos -además de la Cooperativa Fray Luis Beltrán-, como la FM Riachuelo, la Cocina de Suárez”, y el Gimnasio Popular los Pibes.

 

La cooperativa ha bautizado los distintos  modelos de computadoras que vende con nombres de próceres que colaboraron en los ejércitos de liberación nacional: así hay equipos denominados Juan Bautista Cabral, Martín Miguel de Güemes o Juana Azurduy.

Las máquinas más sofisticadas que poseen son computadoras de cuatro núcleos que tienen un buen rendimiento y sirven para cualquier tarea operativas perteneciente al paquete de Office; además soportan algunos programas de edición básica, juegos y pueden ser modificadas para complejizar aún más sus funciones.

El taller de la cooperativa se encuentra en el primer piso. Josué Lucero de 23 años, es uno de sus integrantes y cuenta: “Esta fábrica cerró durante la década de 1990 y nosotros la volvimos a utilizar en el 2004. Primero alquilamos el lugar y después, ante un intento de desalojo que logramos resistir, juntamos el dinero necesario para comprar el espacio”.

Para acceder a las computadoras no es necesario sí o sí contar con el dinero; la cooperativa trabaja con la lógica de la economía popular y tiene sus propios circuitos de ayuda mutua. Bajo esa lógica aceptan trocar sus productos por los que pueda llegar a ofrecer algún interesado. “Hace poco se acercó una vecina que hace pastas caseras, y para llevarse una PC nos dio 11 kilos de ñoquis( 1 kilo para cada integrante de la cooperativa), varias cajas de ravioles que utilizamos en un almuerzo que tuvimos todos juntos y 15 mil pesos”.

Otra manera de acceder a la tecnología que ofrecen es a través de donaciones: la única condición para acceder a la misma es que la organización que reciba la computadora envíe a uno de sus miembros a tomar un curso de reparación en la Fray Beltrán.

Martin Alejandro Sanguinetti es otro miembro de la cooperativa, tiene 22 años  y hace un año está trabajando en ella. “La Beltrán no solo se dedica al armado y reparación de PC sino que también damos clases gratuitas durante la semana para otorgarle a la gente un medio de subsistencia. Intentamos que las actividades que tenemos con Los Pibes sean organizadas en distintos días y horarios para que convivan entre sí.”

La cooperativa nació durante la pandemia con la intención de acortar la brecha digital; algunos de sus miembros provienen de centros de atención y acompañamiento comunitario y hoy poseen un conocimiento nuevo que les permite desarrollar un oficio. Elías  Velázquez, alias Velazquin, es uno de los integrantes más jóvenes de la cooperativa, tiene 17 años y señala: “Nos apoyamos mucho en los compañeros que viven en el barrio y sus vecinos, más que nada porque creemos en el conocimiento colectivo y en establecer lazos de hermandad con la comunidad. Ellos nos comentan la realidad del barrio y nosotros intentamos darles alternativas de apoyo y contención, no solo con los talleres que brindamos semanalmente para los chicos, sino también trabajando en conjunto con los que van al gimnasio, con la gente del comedor, tratamos de ofrecer una opción distinta a estar parado en una esquina y muy cerca de la droga”. 

En un principio la cooperativa intentó conseguir donaciones de empresas y algunas instituciones del Estado, pero no logró la colaboración deseada debido a las trabas burocráticas con las que se encontró. Por esa razón, hoy su mayor fuente de herramientas consta de las donaciones que realiza la gente. La cooperativa se comunica a través de sus redes sociales bajo el nombre de  Cooperativa Fray Luis Beltrán para recibir los equipos usados y realizar sus ventas e intercambios.

Boca está feliz

Boca está feliz

Tras semanas de incertidumbre, finalmente se celebraron las elecciones en el club de la Ribera y el oficialismo, encabezado por Juan Román Riquelme y Jorge Ameal, extendió su mandato hasta 2027. La voz del pueblo xeneize en una jornada histórica para la institución.

Juan Román Riquelme fue electo nuevo presidente del Club Atlético Boca Juniors al imponerse a la fórmula de Andrés Ibarra y Mauricio Macri por más de 14.000 votos de diferencia en los comicios de este domingo, en los que participaron 46.402 socios, cifra récord para el fútbol argentino. El temporal que azotó la Ciudad de Buenos Aires desde la madrugada no fue una traba para que los hinchas se acercaran a ejercer su derecho a voto.

“Tengo amigos que por la lluvia y el viento se les han volado los techos de sus casas, pero primero van a venir a votar y luego se ocuparán de eso. Porque el club es de los socios y no queremos perderlo”, dice Mariano, quien no pudo dormir la noche anterior por la expectativa de pisar el césped de La Bombonera por primera vez. Zulma, a pesar de su edad y su dificultad para caminar, recorrió más de 1.200 kilómetros desde Formosa hasta la calle Brandsen 805 y lloró de la emoción al entrar a la cancha. “Coincido con Román en que este es el partido más importante de la historia del club. Yo lo jugué y metí un golazo”, afirma en diálogo con ANCCOM.

El verdadero impedimento para que las elecciones se llevaran a cabo había sido la medida cautelar presentada por la jueza Alejandra Abrevaya a pedido de la oposición, que suspendía las elecciones debido a la inclusión de 13.000 socios en el padrón –de los cuales votaron 6.800–, supuestamente de manera irregular. La medida fue revocada por la Sala E de la Cámara Civil el pasado lunes. “Esto es democracia y nosotros tenemos que decidir lo que queremos para el club. No la justicia, una jueza, una gerencia, un qatarí, ni nadie”, asegura Lucas, que vive un domingo soñado junto a su esposa y su hijo de dos años. “Fue una lástima ensuciar tanto la situación. Si hubiésemos votado en primera instancia, los resultados serían los mismos, porque la gente sabe lo que quiere”, agrega Ana, quien también se acercó a votar con su familia.

“Yo quería votar antes, pero la gente que hoy va perder no quería. La experiencia de hacerlo en la cancha fue bárbara, salvo cuando apareció un señor que se tiene que ocupar del país y hoy vino porque lo mandó su jefe”, expresa Arnaldo, socio del club desde el año 1966. Alrededor de las 10, el presidente de la Nación, Javier Milei, socio activo N° 76.296, accedió a la carpa A, donde sufragó en la mesa 19. El mandatario fue insultado por decenas de hinchas, tanto al ingresar como al salir, un hecho que fue repudiado por Mauricio Macri, que no participó del acto eleccionario porque viajó a Arabia Saudita por el Mundial de Clubes, en su carácter de presidente de la Fundación FIFA.

Entre las figuras de la oposición que sí se hicieron presentes estuvieron Martín Palermo, máximo goleador de la historia de Boca, ovacionado al momento de ingresar al estadio; Rolando Schiavi, ganador de nueve títulos con la camiseta azul y amarilla; Daniel Angelici, exmandamás de la institución entre 2011 y 2019, y el candidato Andrés Ibarra, cuya llegada despertó el canto “el club es de los socios” entre los hinchas.

Del oficialismo se los pudo ver a Raul Cascini y Marcelo “Chelo” Delgado, ex jugadores e integrantes del Consejo de Fútbol, y a Ángel Clemente Rojas, gloria xeneize de la década del 60. Rafael Di Zeo, jefe de La 12, también se acercó a emitir su voto.

Todo se descontroló cuando Juan Román Riquelme apareció en La Bombonera. Al ídolo se lo vio rodeado de una multitud de hinchas y todos cantando al ritmo de “soy bostero / es un sentimiento / no puedo parar”. “Venimos por Román, solo por él”, sintetiza María, quien sintió la necesidad de votar por primera vez, a pesar de que es socia desde 1997. El suyo fue uno de los 30.318 votos que convirtieron a Riquelme en el presidente más votado de la historia del fútbol argentino.

En estas elecciones, no solo estaba en juego quién conduciría al equipo más popular del país, sino también la disputa entre club de fútbol, tan arraigado en la idiosincrasia argentina, y el modelo de sociedades anónimas. “Son dos modelos muy distintos. Quiero que Boca siga siendo Boca, que no se convierta en el PSG. No podemos perder nuestra identidad”, subraya Florencia. Un poco más allá está Carlos, que llegó desde Berazategui en su bicicleta, la misma con la que pedaleó más de 2.600 kilómetros hasta Río de Janeiro para alentar a Boca en la final de la Copa Libertadores de este año. “Boca fue, es y será popular –sostiene–, no algo para que vengan a hacer negocios”.

Cae el sol en el barrio de La Boca y los hinchas se reúnen en la puerta del búnker de Riquelme, ubicado en la terminal de la línea 53, sobre las calles Irala y Aristóbulo del Valle, justo frente al estadio. Se vive un clima festivo, a pesar de no conocer aún números oficiales. Las elecciones pasan a un segundo plano y solo se canta por el sentimiento a los colores.

“El socio viene a votar por amor al club. Nosotros nos debemos a esto, no importa el poder político que esté enfrente. Queremos mucho a Boca y siempre vamos a acompañar. El hincha es lo más sagrado que tenemos. El club vive por y para ellos”, resume Matías, socio activo desde 2007, el mismo año en el que el Xeneize ganó su última Libertadores con Riquelme como jefe futbolístico del equipo.

“Venimos porque Boca es el movimiento popular más grande del país. A nosotros nos gustan los colores, del resto que se encarguen los de arriba”, dice Diego, integrante de la peña Corazón Boquense de la localidad de Ucacha, provincia de Córdoba. Mientras van apareciendo los bombos, las trompetas, se encienden las primeras bengalas y comienzan los festejos que se extenderán hasta la madrugada, Diego confirma lo que cualquiera puede notar sólo con ver las caras: “El hincha de Boca está feliz”.

La peor herencia de la dictadura | Estuve ahí

La peor herencia de la dictadura | Estuve ahí

María del Carmen Verdú, presidenta de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), describe la construcción de la lucha contra el gatillo fácil y las muertes bajo custodia del Estado. Recuerda los primeros tiempos en que los organismos de Derechos humanos les daban la espalda y cuenta cómo finalmente comprendieron que era la continuidad de la represión militar. Walter Bulacio, Miguel Bru, el soldado Carrasco, José Luis Cabezas, Petete Almirón, Mariano Ferreyra, Jorge Julio López, Santiago Maldonado y Facundo Astudillo Castro entre una infinidad de casos que dan cuenta de una de las deudas más horrorosas de la democracia.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini