Las olas, el viento y el cine

Las olas, el viento y el cine

Comenzó el 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Tras dos años de pandemia, retorna la presencialidad plena, con un homenaje a Leonardo Favio a diez años de su muerte y un reconocimiento a las trayectorias de Ricardo Darín y Cecilia Roth. Habrá proyecciones al aire libre y en la cárcel de Batan.

Comenzó la 37ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata con su vuelta total a la presencialidad. El evento, que permitirá el encuentro entre cineastas, elencos y público se desarrollará hasta el 13 de noviembre, ofreciendo una programación integrada por 180 películas provenientes de 28 países.

“El festival es muy relevante para los artistas y cineastas, para quienes forman parte de la industria cinematográfica argentina y mundial, pero sobre todo para el público, lo que se busca siempre es tender un puente entre quienes hacen las películas y quienes ven”, contó a ANCCOM el director  artístico, Pablo Conde.

“Está lleno de propuestas, es eterno enlistarlas y eso nos llena de alegría porque va a haber mucho para todo el mundo y eso es lo que buscamos: una muestra heterogénea que le hable a distintos públicos y que sea atractivo para todos ellos”, agregó.

Hoy por la tarde con entradas agotadas, el Cine Ambassador proyectó Imperio de luz, la película del director inglés Sam Mendes, una historia que intenta retratar la relación entre el público y la magia del cine. A través de un grupo de empleados del Cine Empire, Mendes los sigue y recorre los comienzos de la década de 1980, en la costa sur de Inglaterra.

Mientras tanto, en el Teatro Auditorio se desarrolló la ceremonia de apertura, seguida de la exhibición de la icónica película Sin Aliento (1960), la ópera prima del realizador francés fallecido Jean-Luc Godard y un homenaje a su huella indeleble. El acto inaugural contó con la presencia del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; la directora ejecutiva de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), María Fernanda Raverta; la presidenta del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout; y la subsecretaria de Políticas Culturales de la Provincia de Buenos Aires, Victoria Onetto; entre otros funcionarios.

“Este festival pone en funcionamiento toda la industria cultural que genera muchísimo trabajo. Estamos felices porque tenemos presencialidad plena, vamos a vivir diez días a pleno cine que es el arte que nos queda para siempre, nos invita pensar, imaginar, debatir y soñar el mundo donde queremos vivir”, comentó Onetto.

La 37ª edición será dedicada a la obra y figura de Leonardo Favio a diez años de su partida, que se cumplirá este sábado 5 de noviembre. Ese día se contará con un evento especial en el Auditorium, donde se proyectará la película Juan Moreira (1973), mientras que en el Teatro Colón se podrán ver, con entrada gratuita y en 35 mm, El dependiente (1969) y Nazareno Cruz y el lobo (1975). “Mi adorado Favio- señaló la actriz, Graciela Borges en el acto de apertura del festival- veía sus imágenes de un cine tan cautivador y tan puro con esa cámara que indultaba a cualquier personaje siniestro u oscuro que él siempre veía con amor.”

También estuvieron presentes las actrices Alejandra Darín, Cecilia Roth y Alejandra Flechner, quien mencionó: “Necesitamos mucho de nuestro cine. Todo este talento del que se sienten orgullosos, necesita de acompañamiento. Este festival es nuestra historia con el cine: venir, estar y participar. En momentos tan complejos para el cine, para nuestra cultura, poder estar acá mostrando lo que somos, lo que fuimos y lo que queremos ser me parece fundamental”.

Además, se reconocerán las trayectorias de Cecilia Roth, de Ricardo Darín, del Cine Club Núcleo y de la directora del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, de la ciudad de Buenos Aires, Paula Félix Didier. Además, contará con la visita de figuras reconocidas que formarán parte de las Charlas con Maestras y Maestros,  como el director norteamericano John McTiernan, la cineasta francesa Patricia Mazuy, el actual jefe de redacción de la revista Cahiers du cinema,  Marcos Uzal y la productora y realizadora argentina Lita Stantic.

El festival contará con siete secciones competitivas, encabezada por el tramo internacional, con doce filmes. Entre ellos, se encuentra la película La Uruguaya. “Espero  que sea bien recibida y con amor la película que tanto nos costó”, indicó en diálogo con ANCCOM Ana García Blaya, su directora. La adaptación de la exitosa novela de Pedro Mairal será estrenada en el evento y participará de la Competencia Internacional. La realizadora comentó: “Los espacios de festival son un oasis en todo lo que es el camino cuesta arriba del cine independiente. Se trata de un reconocimiento a todo ese esfuerzo y es un lugar de encuentro. Las películas que ves y te gustan, te inspiran y te hacen querer salir a escribir porque te llena de esperanzas. Enriquece a realizadores, espectadores, productores y cualquier persona que lo aproveche”.

“Estos espacios son fundamentales para los proyectos independientes, ya que son una posibilidad de exhibición nacional e internacional”, mencionó, en el mismo sentido, Lucía Van Gelderen, la directora de Reparo, un relato pequeño y sensible que participará de la sección Panorama Argentino. La historia recorre los caminos a desandar para volver a encontrarse, la realizadora indicó: “Es un proyecto de hace muchos años y este es el comienzo: poder mostrarlo y compartirlo en un marco del festival de cine donde la gente viene con mucho interés y se genera debate”.

Además de las proyecciones, el festival tendrá  distintas actividades especiales. Se realizará el Foro de Cine y Perspectiva de Género por quinto año consecutivo, dos jornadas consecutivas donde expositoras y diversas representantes de la industria disertarán sobre el rol de la mujer y disidencias en el ámbito audiovisual. También se realizará el lanzamiento de los dos libros editados por el Festival y se harán funciones al aire libre de Argentina, 1985, de Santiago Mitre; 30 noches con mi ex, de Adrián Suar; El suplente, de Diego Lerman; Las rojas, de Matías Lucchesi; y El sistema K.E.OP/S, de Nicolás Goldbart.

Las entradas se pueden adquirir a 200 pesos desde la web del Festival, ingresando en “Programación” o en las salas. Por cada operación que se realice a través de miboleteria.com.ar o Plateanet, el usuario deberá abonar el costo del service charge (cargo administrativo) indicado en cada sitio web. Mientras que estudiantes y jubilados pueden abonar 100 pesos, presentando carnet únicamente en la boletería. Las funciones en el Teatro Colón cuentan con entrada gratuita a retirarse desde una hora antes de cada función, máximo dos por persona. A su vez, las pantallas al aire libre de Villa Victoria y de Villa Mitre también son con entrada libre y gratuita.

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Deportistas orgullosos

Deportistas orgullosos

En el Centro Cultural San Martín se presentó la muestra fotográfica «Sport Friendly: ¡La cancha de la diversidad!», de Émilien Buffard, quien retrató a jugadores y equipos de la comunidad LGTBQI+.

El 5 de noviembre de 1992 se realizó la primera Marcha del Orgullo LGBTIQ+ en Argentina. En 2022, días antes de otra jornada similar, como desde entonces se realiza todos los años en pleno centro de Buenos Aires, se vivió un momento histórico para la comunidad. A tan solo unos metros de Avenida Corrientes se encuentra el Centro Cultural San Martín, donde se presentó la muestra fotográfica Sport Friendly: ¡La cancha de la diversidad!. Se trata de un trabajo realizado por el fotógrafo, escritor y traductor Émilien Buffard quien nació en Francia pero vive en el país desde 2014. 

En las redes sociales del Centro Cultural se anunció la llegada de la exposición. Los comentarios dejaron en evidencia la homofobia que sostiene gran parte de la sociedad. Émilien quiere fomentar la inclusión en el deporte, ese es su objetivo. Allí la discriminación es constante, por lo que poner luz a agrupaciones deportivas LGBTIQ+  es una manera de aportar para redefinir los valores clásicos.

En la fachada del San Martín se observa una de las fotos insignia de la muestra, donde posan dos jugadores de rugby besándose con una pelota en la mano. Ambos forman parte del equipo Ruda Macho. Si bien la presentación se encuentra en un espacio artístico, ubicar las imágenes en la calle es otra forma de visibilización importante para el artista.

En diálogo con ANCCOM, Émilien Buffard contó los orígenes de su nueva obra. “En 2019 empecé a relacionarme con un equipo en Rosario llamado Los Yaguaretés. Me uní al Voley. Más que el deporte me encantó poder compartir los mismos códigos, que cada uno fuera como quiera. Ahí me enteré que había un montón de equipos así en todo el país. Yo estudiaba fotografía y así me surgió la idea de viajar para conocerlos y fotografiarlos”.

El proyecto consistió en capturar 18 agrupaciones LGBTIQ+ a lo largo de ocho provincias y más de 500 jugadores de diez disciplinas. Desde abril, expuso la muestra en varios puntos del país pero su presentación oficial se dio en la siempre caótica Buenos Aires. Un rato antes de la inauguración, en la misma sala, Jessica Millaman, deportista trans profesional, anunció los Juegos Internacionales de Deportes de Playa LGBT+ que se disputarán en Puerto Madryn del 26 al 29 de enero de 2023.

Un poco después de las 7 de la tarde, las sillas se ocuparon en su totalidad. La felicidad era palpable en la cara de cada persona. Hubo abrazos, sonrisas y charlas mientras esperaban que Émilien diera inicio a sus palabras. Si bien asistieron deportistas de varias agrupaciones, el equipo de fútbol de Defensores de Buenos Aires y Ruda Macho Rugby coparon la sala con sus camisetas, ansiosos por el momento histórico que se estaba gestando.

Buffard tuvo la posibilidad de viajar por varios países del mundo y fotografió a muchos equipos inclusivos en Inglaterra, España y su país natal. “El problema de la discriminación atraviesa fronteras, es universal. Tenemos suerte de vivir en sociedades donde pueden existir estos equipos. En otros lugares, como en Qatar, nos meten presos por ser gay. Cuando tenes un estado presente ayuda pero los equipos son centrales para concientizar no solo en la cancha sino por lo que pueden lograr afuera”, sostuvo el fotógrafo.

«Tenemos suerte de vivir en sociedades donde pueden existir estos equipos. En otros lugares, como en Qatar, nos meten presos por ser gay», dice Buffard.

Los primeros tres minutos de la conversación ante el público fueron impactantes. Buffard reprodujo sin respiro los comentarios homofóbicos a la publicación del Centro Cultural San Martín en Instagram. Luego de ello, expusó que a la sociedad todavía le cuesta imaginar por ejemplo que un futbolista pueda ser gay. “Es una pena porque quizas nos vamos a perder al proximo Messi por ser puto”, aseguró.

Dentro de la sala hay miles de historias. Buffard retrató varias de ellas en Sport Friendly. Además de las agrupaciones deportivas, dentro del álbum logró entrevistar a tres deportistas profesionales: Jessica Millaman, quien presenció y dio su testimonio durante la presentación, la regatista y campeona olímpica Cecilia Carranza y el voleibolista Facundo Ihmoff.

Para el francés radicado en Rosario el arte es reciclaje. El Mundial de Qatar estuvo siempre en su cabeza a la hora de la producción. Reutilizar el álbum de figuritas y darle un nuevo significado es lo que hizo. Lejos del plan de negocios de Panini, en esta edición se promueve y se le da lugar a los deportistas LGBTIQ+ para contar sus historias y, por qué no, de cumplir el sueño de verse convertidos en una figurita.

“Este es un proyecto federal. Mi deseo es que la muestra pueda girar a lo largo del país. En la semana del 20 de noviembre va a estar en La Rioja. Quiero que sea en la calle, en estadios, en lugares más grandes. La idea es conectar todos los puntos de la ciudad. No solo debe quedarse en el centro sino que la diversidad tiene que vivirse en todos los barrios”, afirmó Buffard.

La presentación finalizó con aplausos fuertes y largos. Luego se acercaron a felicitar y agradecerle a Buffard por semejante trabajo. Defensores y Ruda Macho le pidieron al artista una foto con la camiseta de sus equipos. Segundos después, se tomaron una en conjunto. La multitud se alejó de la sala para subir al cuarto piso, donde tiene lugar la exposición hasta el 20 de noviembre. 

Propuesta como una cancha de Rugby, quince fotografías en tamaño real, con sus testimonios detrás, se distribuyeron en el césped sintético. Algunos agarraron su álbum reservado, otros posaron frente a sus propias fotografías o ajenas y otros leyeron las historias. El ambiente está dado para ser una experiencia colectiva sin distinciones y, entonces, crear una nueva identidad que logre cambiar el deporte.

El método Spotify no va más

El método Spotify no va más

La decisión de “El Método” de irse de la plataforma de distribución sueca, expone las problemáticas del mundo podcast y su modelo de negocios. El debilitamiento de las producciones nacionales, la precarización de las condiciones laborales y la concentración de mercado parecen problemas sin solución.

El método dejará de estrenar episodios en Spotify y solo estará disponible en YouTube. El programa conducido por Tomas Rebord es un ciclo de entrevistas de entre dos y tres horas de duración; por él pasan políticos, periodistas, músicos, influencers, entre otros y suele generar repercusiones. Se ubica entre los 20 podcasts más escuchados en Spotify Argentina. Su canal de YouTube tiene 137.000 suscriptores y varias de sus entrevistas superan las 200.000 reproducciones en esa plataforma.

¿Por qué un programa tan exitoso para los estándares argentinos se retira de la plataforma más usada para escuchar podcasts? La decisión individual es, en realidad, el reflejo de problemáticas más estructurales.

“Nos fuimos simplemente porque no nos pagan”, explica Tomas Sislian, productor de “El Método” en diálogo con ANCCOM. “Spotify ha crecido muchísimo en los últimos años, especialmente gracias al podcasting, pero no tiene un sistema que por lo menos ponga en valor las horas de contenido que le otorgamos a la plataforma”. Vale aclarar que Spotify paga por reproducción en el caso de los contenidos musicales debido a los acuerdos con las discográficas, pero no paga por reproducciones a ninguno de los productores de podcast o audiolibros que ofrece.

Para El Método”, a diferencia de la mayoría de los podcasts, Spotify no era la plataforma principal. “A nosotros, Spotify no nos daba nada económicamente. ¿Entonces qué ganamos con subirlo ahí? ¿notoriedad, alcance? En Spotify teníamos solo el 20% de nuestras reproducciones totales y el 80% en YouTube”, agrega Sislian. Resulta entendible la decisión tomada por la productora. Sin embargo, cabe aclarar, YouTube tampoco es un paraíso: paga poco y mal. La ilusión del programa propio choca con reglas de monetización poco claras y que cambian constantemente.

«Nos fuimos simplemente porque no nos pagan», explica Tomás Sislian.

Si ninguno de los productores recibe ingresos por sus contenidos, ¿por qué no imitan la decisión de Rebord y abandonan Spotify? Agustín Espada, director de Maestría en Industriales Culturales en la Universidad Nacional de Quilmes, explica que la cuestión no es tan fácil como parece. “Los productores de contenido son muy dependientes de las plataformas porque desde 2018, la distribución de podcast se ha concentrado muchísimo. Los podcasters no se van de Spotify porque es la plataforma mayoritaria. Irse significa quedarse afuera de los oídos del 90% del país. Estar en Spotify te permite llegar a un mayor caudal de audiencia, pero el costo es no recibir ningún ingreso a cambio, es decir, le regalás tu trabajo a la plataforma”. Escuchar podcasts en Argentina es prácticamente sinónimo de escuchar Spotify.

Para Espada, esta situación de dependencia pone sobre la mesa la creciente precarización de la producción cultural en el mundo de las plataformas, acelerada en los últimos años. Es un proceso por el cual los contenidos de cualquier tipo (informativos, entretenimiento, etc), dejan de tener un atractivo comercial ya que las audiencias no son proclives a pagar para consumirlos.

Las consecuencias más claras de este proceso son el debilitamiento de la producción local (pérdida de diversidad), el deterioro de las condiciones laborales (trabajar mucho para recibir poco o nada a cambio) y el predominio de plataformas extranjeras en el mercado.

Estrategias que no sirven

Spotify busca convertirse en la aplicación de contenido sonoro Nº1 del mundo (música, podcasts y audiolibros). Pero también necesita reducir sus costos, es decir, lo que a la plataforma le cuesta cada usuario. Si ese usuario solo escucha música, le sale mucho más caro que si escucha música y podcast: “Al invertir en podcasts Spotify no fue a buscar rentabilidad sino equilibrar las cuentas de su empresa, afectadas por el gran gasto que representan los contratos con las discográficas para incluir sus canciones en la aplicación”, señala Espada. “Con el podcast buscó un contenido que no le generará gastos y aumentará el tiempo del usuario dentro de la plataforma. Todavía no le ha funcionado, pero es una estrategia a mediano y largo plazo”.

Desde el año pasado, Spotify trabaja con productoras de podcast locales de diferentes países. Estas coproducciones son publicadas bajo el sello de “Spotify Studios”, a pesar de que la plataforma sueca no cuenta con equipos ni estudios de producción propios en aquellos países. Los“Spotify Originals” son podcasts producidos por la plataforma (en su mayoría coproducciones) y exclusivos de ella. También pueden ser acuerdos de exclusividad para que podcasts ya existentes sean distribuidos por Spotify.

“Las productoras cobran un monto acordado previamente por realizar el trabajo y no en base a las reproducciones que el producto obtiene”, explica Pablo Fisher, periodista especializado en podcasts. “Para ellas Spotify es una fuente de ingresos importante porque es la empresa que mejor paga proyectos. Además les sirve mostrar sus trabajos en la aplicación”.

Según Fisher, la estrategia de Spotify en Argentina ha sido un desastre: “Durante la segunda mitad del año pasado, publicaron una gran cantidad de ´Originals´, como si existiese un mercado con millones de oyentes. Pero no lo hay”. Esto se debe a que el podcast parece no estar aún, lo suficientemente instalado en nuestro país. El resultado fue que en este 2022 no se le renovó a casi ninguna de estas producciones.

¿Hay Futuro?

“El futuro del podcast en Argentina lo veo incierto de acá a largo plazo. Tiene que haber más gente escuchando y produciendo. Cualquier formato audiovisual gana por goleada y es lógico por la era en la que estamos”, reflexiona Fisher. Para él, la inclusión de publicidad en los contenidos para lograr nuevas fuentes de financiamiento ayudaría al desarrollo de la industria. “Seria bueno que los medios tradicionales se metan en esto, por ejemplo, financiando investigaciones periodísticas en formato podcast. Hay algunos casos como La Nación o Infobae, pero no terminan de estar bien desarrollados. Es necesario que empiecen a trabajar con productoras de podcast porque allí se encuentra a la gente especializada en el tema y apta para hacer contenidos de calidad”, plantea Fisher.

Para combatir la precarización de la producción cultural, sería interesante que las productoras argentinas logren “independizarse económicamente” de Spotify y encuentren otras fuentes de financiación, para no depender del gigante sueco. Sin embargo, teniendo en cuenta el contexto actual, esto parece muy difícil, al menos en el corto plazo.

 

Brasil, decime qué se viene

Brasil, decime qué se viene

Lula no la tendrá fácil con una sociedad polarizada y una coalición de gobierno heterogénea. ¿Qué se espera de su política económica, internacional y de medioambiente?

En lo que constituyó un histórico 30 de octubre, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) Luiz Inácio Lula Da Silva y el actual jefe de Estado Jair Bolsonaro se enfrentaron en un balotaje que otorgó un 50.9% de votos para el primero, dando fin a la ilusión bolsonarista de alcanzar la reelección y consagrando al líder laborista como presidente para el período 2023-2026. ¿Qué análisis puede hacerse del escenario que se abre ante un resultado con tan poca diferencia entre los contendientes?

Puede observarse una división geográfica: en el sur, el triunfo de la derecha; en el norte, el de la izquierda. “Hay una cuestión de proximidad a la figura de Lula, nordestino, y una distancia socioeconómica entre las regiones. Bolsonaro tuvo más apoyo de la clase media y Lula de los más pobres”, explica el consultor brasileño y magíster en Administración Pública Paulo Loiola.

El analista, que también es socio fundador de la agencia de marketing político BaseLab, señala que quienes inclinaron la balanza a favor de Lula “fueron las mujeres, los negros, las personas del noreste y de bajos ingresos, sus principales fuerzas desde el inicio de la campaña”. La pareja división de los votantes, que acompañó al oficialismo con un 49.1% en las urnas, enfrenta al futuro mandatario con un Brasil altamente polarizado.

Hugo López Tanco, politólogo y magíster en Relaciones Internacionales, asegura que “el triunfo de Lula era previsible, no así que Bolsonaro obtuviera más votos que lo indicaban las encuestas”. Habla de un “espiral del silencio”, término acuñado por la alemana Noelle Neumann para referirse a aquellos discursos que son invisibilizados en la opinión pública por su impopularidad, para después revelar algo distinto en las elecciones.

El escenario internacional

Si bien en materia económica no se advierten grandes cambios o “bandazos” al estilo argentino, el escenario diplomático podría mutar. López Tanco, también exnegociador en el Grupo Mercado Común del Mercosur y redactor de los borradores de acercamiento Mercosur-UE por Argentina, recuerda que Bolsonaro realiza acuerdos con otros países según sus preferencias personales. “Lula es más previsible y panamericanista”, desarrolla. “El MERCOSUR está paralizado desde que asumió Bolsonaro, y esto se acentuó con Alberto Fernández. Macri tuvo que hacer grandes esfuerzos en su momento para que Jair entendiera la potencialidad del acuerdo con la Unión Europea”.

En este sentido, resalta que Brasil nunca estuvo tan alejado de Estados Unidos como después de la asunción de Biden, porque la relación de los países estaba sujeta a la sintonía del oficialismo con Trump. En febrero, Bolsonaro visitó a Putín en un amistoso encuentro, y a pesar de sus antagónicas ideologías con Rusia, continúa negándose a condenar la invasión contra Ucrania.

Respecto a nuestro país, sostiene López Tanco que “no es posible arriesgar respecto a inversiones cruzadas o de intercambio compensado, sobre todo considerando las trabas al turismo exterior que ha impuesto el gobierno argentino”.

La pulseada diplomática

 Esta semana, tanto Washington como Moscú felicitaron al nuevo mandatario. Gran parte de los medios europeos respaldaron también la victoria del líder del PT, y resaltaron la importancia de su compromiso contra la deforestación del Amazonas. Durante la primera mitad de 2022, el gobierno de Bolsonaro rompió un nuevo récord de deforestación eliminando casi 4000 km2 de vegetación, una superficie 19 veces mayor que toda la Ciudad de Buenos Aires.

López Tanco remarca que en materia internacional Lula tiene mucho por reconstruir. Considera que volver a poner en funcionamiento los canales tradicionales institucionales “podría beneficiar a los venezolanos hacia una transición menos traumática y equilibrar el cuidado del Amazonas”. Además, subraya como otro objetivo “controlar de forma más inteligente el crecimiento de las monstruosas organizaciones criminales que operan en la Triple Frontera”, las cuales tienen presencia creciente en el narcotráfico que afecta a la Argentina y a Rosario en particular.

Bolsonaristas reclaman la intervención militar en Brasilia tras los resultados electores.

La última oleada bolsonarista

Mientras los líderes del mundo reconocen los resultados, el Brasil de Bolsonaro está sumergido en una puja de poderes desde la noche del domingo. El actual presidente hizo sus primeras declaraciones en la tarde de ayer, pero continúa sin emitir comentarios sobre su derrota ni dar reconocimiento al partido ganador. El paro de camioneros activo desde el fin de semana continúa, al mismo tiempo que una multitud de seguidores oficialistas se reúnen en Río de Janeiro pidiendo la intervención de las Fuerzas Armadas y oponiéndose a la asunción de Lula, a quien recuerdan como “exconvicto”.

Para Lula, la creciente agitación de sus opositores supondrá gobernar bajo un Poder Ejecutivo débil, con un margen de maniobra reducido. Para sorpresa de muchos, el PT recibió el apoyo del expresidente de centroderecha Fernando Henrique Cardoso, histórico rival del partido, así como el de Henrique Meirelles, miembro del partido de derecha Unión Brasil. A pesar de la aparente coyuntura positiva a favor del nuevo ganador, López Tanco asegura que “conviene recordar que Brasil tiene cierta facilidad para los procesos de destitución”, por lo que el escenario es delicado. Si Lula desea hacer frente a la cruzada bolsonarista, deberá trabajar estratégicamente para saldar las grandes brechas que dividen al pueblo brasileño.

«El fascismo está resurgiendo en distintos lugares del mundo»

«El fascismo está resurgiendo en distintos lugares del mundo»

El sociólogo Daniel Feierstein señala que los gobiernos populares o de corte socialdemócrata no están resolviendo los problemas de las grandes mayorías y que eso genera campo fértil para el crecimiento de corrientes fascistas en Argentina y en diversos países. “Es importante construir frentes y acuerdos en las estructuras políticas que cierren la puerta a estos movimientos”, plantea.

Una serie de personas y agrupaciones lleva guillotinas a manifestaciones callejeras emulando el asesinato de los funcionarios públicos del oficialismo. Después se los vincula con las ideas que desembocaron en el intento de asesinato de la vicepresidenta. La figura de Javier Milei gana popularidad y se vincula con partidos como Vox de España. El neofascismo gana la presidencia en Italia. El bolsonarismo sigue siendo fuerte en Brasil. A raíz del intento de asesinato cometido contra Cristina Fernández, algunas personas se preguntan si todos estos hechos y situaciones que suelen vincularse con lo que se conoce como la derecha significarán un resurgimiento del fascismo en todo el mundo, un nuevo impulso de un movimiento político violento y perseguidor del exterminio. Para buscar respuestas a esa inquietud ANCCOM conversó con Daniel Feierstein, sociólogo experto en movimientos genocidas.

¿Existe un avance de las ideas y las políticas de derecha a lo largo del mundo?

Yo veo que hay un resurgimiento no sólo de las ideas de derecha, sino de una especificidad que es el fascismo o el neofascismo. Es algo muy particular, esto es, la derecha tiene distintas modalidades, hay una derecha liberal, hay una derecha conservadora. El fascismo, a partir del fin de la Segunda Guerra, cayó en descrédito por lo menos hasta el fin del siglo XX, y lo que veo con preocupación es que está resurgiendo en muchos lugares del mundo. Y entonces hay que preguntarse qué significa que haya una derecha fascista, porque nos cambia muchas cosas, es una forma política muy distinta que otras formas de la derecha y hay que entender cuál es su especificidad, cuál es su riesgo y cómo se lo confronta.

A veces se usa el término derecha y el término fascismo de una forma casi indiferenciada. ¿Cuál es la distinción que hacés entre esos dos términos?

El problema del término es que hay dos abordajes que son muy empobrecedores. Uno es usar fascismo como insulto, que se ha utilizado mucho: todo el que no está de acuerdo con vos es fascista. Entonces lo que tenés es que toda la izquierda acusa de fascista a cualquier pensamiento de derecha, el antiperonismo acusa de fascismo al peronismo, cualquier autoritarismo es acusado de fascismo, la derecha acusa a la izquierda de ser izquierda fascista… Toda esa lógica de insulto no te permite entender la especificidad del fascismo. Después hay otra forma, también muy pobre, que piensa que solamente puede haber si ocurre exactamente lo mismo que ocurrió en el nazismo alemán o en el fascismo italiano. Unos ven fascismo en todos lados y otros no lo ven en ningún lado, y ninguna de las dos cosas sirve mucho. Yo creo que el corazón de la estructura del fascismo, sobre todo desde los análisis de los autores marxistas del siglo XX -que me parece que son los más ricos para pensarlo – tenía que ver con tres características.

Primero, que es una realización de la victoria del capital, una forma específica que ocurre cuando avanzan los procesos de consolidación de hegemonía de los sectores dominantes; por eso es una realización de la victoria, no solamente contrarrevolucionaria, sino que es un momento de avance sobre los derechos de los sectores populares. El segundo elemento es que está constituido por una movilización reaccionaria, y eso es muy importante porque significa un consenso activo. Muchas veces los regímenes autoritarios logran consensos pasivos, esto es, la población acepta el régimen existente; eso no es fascismo, que se constituye cuando la población participa activamente en las acciones violentas, por lo tanto, en ese sentido, es una movilización, popular pero reaccionaria, que busca defender valores regresivos, que van por una mayor injusticia, por una menor igualdad. En ese sentido son reaccionarios. Y lo tercero es que el fascismo logra una irradiación capilar del odio: lo utiliza como herramienta política. Esto también es una especificidad, porque te diría que las dictaduras autoritarias generalmente logran irradiar capilarmente el terror, y por eso paralizan y logran un consenso pasivo. Mientras que el fascismo, al lograr irradiar el odio, moviliza y logra un consenso activo.

Todos estos elementos sirven para pensar que estas afirmaciones de que cualquiera es fascista nos impiden ver dónde está el verdadero fascismo. Por ejemplo, para pensar en nuestro país, sería absolutamente incorrecto plantear que el principal conglomerado opositor, Juntos (por el Cambio), es fascista. Porque tiene muchos sectores en su interior. Algunas de sus fuerzas están empezando a articularse de modo fascista, por ejemplo Patricia Bullrich. Pero eso no quiere decir que Larreta, o Manes, o Morales u otras figuras de ese entramado político merezcan esa calificación. Me parece que hay que ser cuidadoso, porque es una diferencia muy importante la del fascismo, y comprender su avance es central para poder confrontarlo.

Incluso es muy interesante lo que pasó en esta fuerza nueva, en [sic.] Avanza Libertad, porque Milei ha empezado cada vez más a coquetear con discursos fascistas y a articularse con sectores claramente fascistas como Bussi en Tucumán. Pero al mismo tiempo le aparece, dentro de su partido, un Carlos Maslatón que lo comienza a denunciar y a desafiar justamente por ese desbande fascista. Son todos neoliberales, pero eso no quiere decir que neoliberal es lo mismo que fascista. Económicamente quizás están todos de acuerdo, pero no plantean la misma estructura de armado político, y en ese sentido me parece muy importante la distinción.

¿En qué manifestaciones concretas ves este resurgimiento del fascismo? ¿Lo ves en Brasil e Italia? ¿Y acá, con el atentado a la vicepresidenta?

Yo creo que se va viendo en distintos lugares del mundo. Brasil es una de las avanzadas más fuertes porque en Brasil empieza un poco antes de Bolsonaro, en Brasil empieza con una cantidad de acciones ya después de la destitución de Dilma, con el gobierno de Michel Temer, una serie de ataques al movimiento popular que son generados por grupos que se auto organizan de la derecha, y esos grupos van a ser fundamentales en la constitución de lo que después va a ser el movimiento político de Bolsonaro. Entonces, uno ve que comienza a aparecer y después de pronto aparece algún líder que empieza a articular esos movimientos, que inicialmente parecen como más dispersos. En Argentina diría que estamos en ese momento de cierta dispersión que se vio en el atentado; grupos que se están investigando, como Jóvenes Republicanos y Revolución Federal, claramente operan de esta manera fascista, o mismo el grupito de Sabag Montiel, Brenda Uliarte y demás. Ahora, no se puede decir que estén ya articulados en un movimiento político, pero sí que tienen lazos con distintos movimientos políticos, como el de Milei, o el de Espert; tienen lazos con Patricia Bullrich y otros sectores dentro del PRO.

Incluso diría que hay también algunos lazos importantes dentro del peronismo, quizás la figura más clara es la de Berni, que permanentemente está forzando estructuras clásicas del fascismo desde el peronismo; pero así como Berni podés tener un Guillermo Moreno, o el periodista (Santiago) Cúneo. Distintas figuras que apelan al antisemitismo, a la manipulación del odio, al discurso antiinmigrante, punitivista en términos de seguridad que busca movilizar los resentimientos sociales, en contra los planeros; o sea, la estigmatización de los desocupados. Aparece toda una serie de figuras y de motivos que con más o menos fuerza van armando un conglomerado fascista más allá de que en nuestro país todavía no se haya consolidado claramente en una representación política como la que puede tener en Brasil con Bolsonaro, o la que puede tener en Francia, Alemania, Italia o Hungría.

El fascismo ha sido muy eficaz siempre en su capacidad de sublimar o reconducir el malestar.

Daniel Feierstein

Siendo algo tan transversal, que no es exclusivo de un partido, ¿qué convierte a un grupo de personas en fascistas si no es su alineación partidaria?

Hay dos tipos de pregunta, una sería cómo lo identificamos, y eso es lo ya planteado de las tres características clásicas del fascismo. Eso por un lado; por otro lado, cuáles son los motivos profundos de que esto comience a crecer en distintos sectores, y ahí me parece que hay varios elementos. Creo que el fascismo ha sido muy eficaz siempre en su capacidad de sublimar o reconducir el malestar. Y entonces la pregunta es de qué está hecho hoy ese malestar. Me parece que en todo el mundo -esto no es propio de Argentina- los gobiernos, sea de matriz popular, sea de corte socialdemócrata, hace mucho tiempo que no están resolviendo la situación de las grandes mayorías de la población, esto por un lado. Entonces hay un malestar muy de base, estructural, económico, en sectores que están cayendo en la escala social, con una movilidad social descendente que va generando un profundo malestar que te deja el terreno muy fértil para proyectarlo a través del odio.

Por otro lado, tenés todo lo que ha sido el avance tanto en lo que podríamos llamar políticas de minorías, más allá de que no siempre sean minorías, porque las de género claramente no son de minorías, pero sí tiene que ver con identidad sexual, o con grupos étnicos, o con inmigrantes, o con distintos grupos que lo que va generando es una fractura dentro del campo popular que produce que, particularmente, los hombres jóvenes blancos se sientan… Wendy Brown dice destronados, me parece que es un poco injusto llamarlo destronados, yo diría claramente discriminados en ese sentido, por un conjunto de políticas que los construyen como el mal con mucho dogmatismo, te diría, y que entonces los arrojan en las manos del fascismo, porque yo creo que estos distintos movimientos sociales no tienen política para esa gente que es muchísima gente. Esto es, para los trabajadores pobres, jóvenes, blancos, hombres. Es muchísima población, a la cual no se le está ofreciendo una alternativa política y entonces son lógicamente cautivados por el fascismo. Me parece que ahí hay un problema serio, pensar cómo se han encarado muchas de esas luchas en términos de una lucha muy corporativa y que ha fragmentado mucho al campo popular.

Tenés el gran problema económico de fondo, el problema de esta izquierda cultural, si lo queremos llamar de alguna manera, que ha tendido a fracturar las lógicas de reclamos, y por último tenés una transformación muy fuerte de las formas de subjetivación, cómo construimos la idea de nosotros, las nociones de identidad, que tiende a facilitar la lógica del fascismo porque ha habido un aumento muy fuerte del narcisismo, mucha dificultad para registrar al otro, mucha facilidad para adherir a visiones paranoicas de la realidad, visiones conspirativas. Y podríamos poner el agregado de que las redes sociales, por su propia estructura, facilitan todo esto también, porque hacen caer mucho las inhibiciones sociales. Todo un combo que va generando un poco el terreno fértil para el avance en todo el mundo del fascismo.

¿Existe alguna manera de al menos empezar a resistir o frenar ese avance?

Yo creo que sí, lo que pasa es que implica la acción en muchos planos al mismo tiempo, me parece que por un lado el campo popular debe recuperar sus banderas. No hay movimiento popular sin resolver la situación de las grandes mayorías; no es que haya que abandonar las conquistas de la izquierda cultural, pero no van a poder sostenerse sin conquistas de fondo en el sentido de mejorar la situación de los que menos tienen. Me parece que esto tiene que ser una prioridad fundamental.

Segundo, me parece que hay que asumir de qué están hechos los malestares contemporáneos y cómo proponer más allá de esta cuestión más de fondo, una política más inclusiva en términos incluso de las propias políticas culturales. Me parece que hay un desafío muy interesante para los movimientos sociales, me parece que es un desafío muy interesante para el feminismo, pensar cómo puede continuar su lucha, que ha sido la más potente de la última década, pero bueno, cómo puede hacerlo de un modo que logre articular con otros colectivos sociales, que logre dar cuenta de otros efectos igualmente importantes del machismo en los lazos sociales, incluso del sufrimiento masculino producto del machismo.

Me parece que hay cosas muy interesantes a explorar que no se están haciendo, y también hay muchísimo para explorar en las redes sociales, en términos de que el algoritmo que hoy regula gran parte de las redes sociales no es el único algoritmo posible. Tanto para los sectores políticos como, sobre todo, para el campo de la programación, de la ciencia de datos, es un desafío riquísimo pensar si no puede pensarse en otros algoritmos, si es inevitable que la viralización tenga que ser aquello que en el ámbito privado le hacemos más click, o si uno no puede pensar que no puede haber otras lógicas de viralización que puedan priorizar otras cosas, y esto me parece que son decisiones tanto políticas como técnicas que son muy ricas para poner sobre la mesa.

Y, por último, está la importancia de construir frentes antifascistas, de poder lograr acuerdos en las estructuras políticas que les cierren la puerta a estos movimientos fascistas. Ninguna de las lógicas funciona sola, por eso me parece que hay que actuar al mismo tiempo en muchos planos. Y que es urgente e indispensable poder empezar a asumirlo.