Se fueron las cámaras de Jujuy pero siguen la represión y las protestas

Se fueron las cámaras de Jujuy pero siguen la represión y las protestas

Un grupo sin uniforme de la Brigada de Investigaciones ingresó a la casa de los hermanos Domínguez, los jóvenes con discapacidad que habían sido golpeados y detenidos el día 20, se llevaron pertenencias y secuestraron a uno de ellos. También entraron al domicilio y agredieron físicamente a la actriz, bailarina y docente Camila Müller. Un grupo de las comunidades indígenas se reunió con Alberto Fernández. Continúan los cortes en la Ruta 9.

Integrantes de la asamblea de pueblos originarios representada por el Tercer Malón de la Paz se reunieron ayer a la mañana con el Presidente en la Quinta de Olivos por la fuerte represión policial que sigue buscando suprimir una intensa protesta desatada por varios sectores del pueblo jujeño contra la reforma de la Constitución que impuso el gobernador Gerardo Morales. Fernández escuchó las consecuencias perjudiciales para ellos que implica la modificación del texto constitucional, así como también denunciaron los actos de violencia policial ejercida contra manifestantes, por medio de persecuciones e imputaciones penales.

Ante el pedido de intervención en la provincia, el Presidente se limitó a decir que no podía obrar de esa forma, que se debe realizar por medio de la ley. Sin embargo, abrió camino a la posibilidad de visitar Jujuy, en el entendimiento de que la nueva Constitución quita derechos y no los garantiza. El referente de la comunidad de Ocumazo, Raúl Choquevilca, argumentó que la reforma tiene como objetivo la extinción de los pueblos originarios: “Vemos que hay quita de derechos y eso no lo vamos a aceptar. En el caso de las comunidades, estaríamos entregando nuestros territorios. Eso va a significar que las comunidades dejarán de existir. Nuestro objetivo es pelear por los lugares donde estamos asentados milenariamente”. 

Horas más tarde, la Secretaría de Derechos Humanos reclamó ante la justicia que se abra una investigación para determinar responsabilidades de los funcionarios involucrados en la violencia policial. El texto de la denuncia penal habla de “delitos que dan cuenta de una actuación organizada de manera ilícita desde las más altas cúpulas del Gobierno de la Provincia”.

En San Salvador y las principales ciudades, la mayoría de los docentes, estatales y municipales continúan en huelga, con marchas de antorchas por las noches, y al mismo tiempo la resistencia se expresaba en los cortes de rutas. Desde el miércoles, la policía jujeña no aflojaba con la represión a los manifestantes en Perico. Tanto Infantería como Caballería formaron una valla de uniformes para impedir el paso a docentes, campesinos, trabajadores y gauchos y evitar el corte de la Ruta Nacional 66. Sin embargo, agricultores, productores, docentes, vecinos, indígenas, alumnos, niños y niñas decidieron quedarse y retomar el corte por la tarde. La modalidad acordada con la Gendarmería nacional fue un corte de índole parcial, permitiendo el paso de vehículos cada 30 minutos.

Ayer, mientras la delegación de la Misión de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos realizaba sus tareas de relevamiento de testimonios en el corte de El Pombo, en Perico, la policía provincial se presentó con una orden de desalojo. Gonzalo Armua, integrante de la delegación, explicó que las comunidades abrieron el paso pacíficamente pero igualmente fueron agredidas. Un rato antes, una manifestante dijo que “hoy el pueblo se dio cuenta, feriantes, comerciantes y vecinos de la ciudad, los presidentes de los barrios se juntaron todos para poder derribar a la policía, es la valentía de decir, gobernador escuchanos”.

Los cortes se siguen replicando en casi todas las rutas de la provincia. Sobre la 9 se mantienen activas manifestaciones en Purmamarca, Tilcara, en Uquía, en Huazadurazno, en el acceso a Iturbe, y en Abra Pampa y La Quiaca. La Ruta Nacional 52 -que conduce a Chile y es la vía por la que sale el litio, está cortada en al menos tres puntos: en su intersección con la Ruta 9, en Purmamarca, más arriba en Susques, y en Cauchari. Y en la 40 se mantiene el corte en Coranzuli, donde el tránsito se libera cada seis horas.

En los cortes, la solidaridad entre las comunidades se agiganta. La revuelta jujeña no cede. Los trabajadores de la mina El Aguilar “bajaron” hasta Purmamarca para poner el cuerpo en la protesta, luego de completar su turno de diez horas. “Dicen que los mineros somos callados, pero cuando nos joden los reventamos”, cantaban.

Era la 1.30 cuando rompieron la puerta sin orden de allanamiento e hicieron que toda la familia se tirara al piso. Con armas largas apuntaron a un chico de 6 años y esposaron a los mayores. Gritaban preguntando «dónde están los dos, dónde están los dos»

Secuestros en la madrugada

Anoche en la capital se volvieron a prender todas las alertas de las agrupaciones humanitarias. Un grupo sin identificar ingresó a la casa de la familia Domínguez y se llevó a uno de los hermanos que habían estado detenidos la semana pasada, Marco Antonio, que tiene una discapacidad motriz en las piernas. Él y su hermano Raúl Adrián, un joven con trastorno del espectro autista, fueron parte de los casi 70 detenidos del 20. Era la 1.30 cuando rompieron la puerta sin orden de allanamiento e hicieron que toda la familia se tirara al piso. Con armas largas apuntaron a un chico de 6 años y esposaron a los mayores. Gritaban preguntando «dónde están los dos, dónde están los dos». Revolvieron la casa, tiraron todo, y como no encontraban nada se decían entre ellos «negativo, negativo». Se llevaron a Marco Domínguez, junto con la novia Belen Ontiveros, de 17 años. Además, les robaron dinero, dos motos, un auto y los celulares de todos.
Eran ocho hombres y tres mujeres. Ninguno se identificó, solamente uno de ellos mostró una imagen, en el celular, donde supuestamente decía que debían llevarlo por flagrancia. Otro tenía un chaleco que rezaba “Investigaciones”. Vestían canguros, gorras comunes y barbijos.
En la madrugada de ayer, también, fue agredida en su propio domicilio por grupos similares la actriz, bailarina y docente Camila Müller. La denuncia pública fue realizada por el Instituto Nacional del Teatro y por la Asociación Argentina de actores.

ANCCOM se comunicó con Fabiola Suárez, miembro del Comité Local contra la Tortura, quien confirmó el relato digno de cuatro décadas atrás. “Estamos con eso, pero tenemos dos casos más”, dijo casi sin aliento. Horas más tarde, tras la presentación de sendos habeas corpus aparecieron Domínguez y Ontiveros.

Por su parte, Mariana Katz, abogada del Servicio Paz y Justicia (Serpaj) e integrante de la Red Interuniversitaria de Derechos Humanos, dijo a esta agencia que ese episodio se suma a otros sucesos que contribuyen a crear un clima de dictadura. “Existe un alto nivel de presión en los ámbitos de trabajo. Los amenazan que si van a las marchas de los docentes o si apoyan a los indígenas, se quedan sin trabajo. Porque además esta nueva constitución suspende las plantas permanentes, es decir, el ingreso personal nuevo, todos están en condiciones de ‘suplentes’», expresó. Katz comenzó a intervenir desde el viernes 16 de junio, cuando “la gente de las comunidades nos empezó a avisar de la represión en Abra Pampa».

Además de brindar apoyo legal, el Serpaj ha emitido cartas públicas dirigidas a las autoridades y presentado otra ante la vicepresidenta de la Convención Constituyente, junto con otras organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, la respuesta fue desalentadora. «No tuvimos ningún tipo de receptividad. La respuesta fue la no respuesta o la represión», lamentó la abogada.

El objetivo era visibilizar los casos de violaciones de derechos humanos en la región, tanto de sindicatos como de personas pertenecientes a comunidades indígenas. Katz y su equipo enviaron cartas al Defensor del Pueblo de la Nación, en relación al Acuerdo de Escazú –el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe, único en el mundo en contener disposiciones específicas sobre personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales– y la falta de consulta a los indígenas sobre los recursos naturales, según lo establecido en el Artículo 75, Inciso 17 de la Constitución.

Sin embargo, la situación fue empeorando rápidamente. El 20 de junio, Katz se encontraba en Jujuy para charlar con Alicia Chalave, abogada que respalda el reclamo de las Salinas Grandes contra la extracción de litio. Y mientras estaban en la manifestación en contra de la jura de la Constitución, la represión comenzó una vez más. Katz recuerda el peligroso momento en el que tuvo que ser resguardada por la propia gente de las comunidades para proteger su seguridad. «Yo estuve ahí, a mí me tuvieron que sacar por mi seguridad, porque corría riesgo de que me metan presa». Aún así, se puso a filmar. «Mucha gente, cuando los filmaba o les preguntaba por qué estaban acá me abrazaban y me decían ‘visibiliza lo que nos está pasando’, ‘vivimos en la dictadura’ y yo decía no, no puede ser. Pero cuando me pasó a mí dije sí, es así. Jujuy hoy es una dictadura».

El Proceso Constituyente en curso también ha generado preocupación. Katz explica: «Esta constitución tiene muchas falencias técnicas. Morales no podría haber sido nunca el presidente de la Convención Constituyente según la constitución anterior, pero presidió la convención. Esto ha llevado a abogados de diferentes organizaciones, incluyendo a la comunidad indígena, a considerar acciones de inconstitucionalidad».

Alejandrina Barry, legisladora porteña del FIT-U e integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), estuvo en Jujuy para recopilar testimonios que arrojan luz sobre el agravamiento de las represiones sufridas por los manifestantes en comparación con años anteriores. Barry coincidió con Katz en que el régimen represivo impulsado por el gobernador Gerardo Morales «cada vez más está teniendo características de una dictadura, y lo digo con conocimiento de causa porque soy hija de desaparecidos”. Y agregó que sus compañeros del Frente fueron objeto de persecución, como la diputada Natalia Morales que fue detenida y arrastrada casi doscientos metros por acompañar a las mujeres de las comunidades. “Es una situación que se vive en todos los sectores que han intervenido en este proceso de ‘abajo la reforma’”. Por último, llamó a la movilización total en todo el país para que Jujuy pueda ganar su lucha contra la reforma y el gobernador Morales deje de perseguir y reprimir a su pueblo. “Solo un paro nacional en apoyo al pueblo jujeño puede parar esta masacre, y realmente lograr, como dicen ellos y ellas, ‘abajo la reforma y arriba los derechos’”.

Katz también convocó al compromiso colectivo de todo el país. «En todas las provincias se necesita que los porteños nos comprometamos, porque el agua que nosotros tomamos y que llega al Río de La Plata también baja de las montañas. La gente del, mal llamado, interior está protegiendo estos recursos para todos nosotros y necesitan que tomemos conciencia y nos comprometamos con ellos».

«Estábamos llevando frazadas y comida al corte de Purmamarca y se desató la represión, nos tiraron gases, balas de goma, no les importó que hubiera niños, ancianos. El gobierno de Jujuy es autoritario, es autocrático y nepotista», sostuvo Vanesa Vargas, del Tercer Malón por la Paz. Unas protagonistas, otras testigos privilegiadas, las mujeres consultadas por ANCCOM coinciden en la caracterización de la gestión del precandidato a vicepresidente, al lado del actual alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta.

Picasso para todos

Picasso para todos

A cincuenta años de la muerte del pintor español, el Museo Nacional de Bellas Artes le dedica una muestra en su homenaje.

Hasta el 18 de julio en el Museo Nacional de Bellas Artes se puede visitar la exposición Picasso en el patrimonio del Museo. Un homenaje a 50 años de su fallecimiento, con la curaduría a cargo de Paola Melgarejo. ANCCOM recorrió la muestra del célebre artista español y dialogó con visitantes.

La exhibición se organiza en cinco núcleos temáticos: “Primer tiempo. De la figuración al cubismo”; ”En el atelier del artista y su modelo”; «Femmes. Retratos de mujeres”; “Hacia el Guernica. .Arte y compromiso político” y “Metamorfosis. Entre lo animal y humano: faunos, centauros, toros y caballos”.

Florencia y Agustina, dos turistas de Estados Unidos, cuentan que ya habían tenido la oportunidad de ver obras de Picasso en otras partes del mundo, en su caso en Londres. “Nos enteramos de la exhibición por una amiga de Buenos Aires que nos dijo que estaba actualmente en el Museo y no dudamos en pasar y recorrer todo el repertorio de obras, grabados y piezas de cerámica que el museo tiene para apreciar. Salimos encantadas por la experiencia”.

Ayelén, otra turista, en este proveniente de San Pablo, dice: “Ya había tenido oportunidad de ver a Picasso en otros museos, en San Pablo y en Colombia. Me quedé impresionada por las cerámicas en donde se encuentran las mujeres importantes que formaron parte de su vida”.

Laura, licenciada en Comunicación Social del barrio de Caballito, comenta: “Sigo al Bellas Artes en Instagram y cada vez que hay una muestra vengo a verla. Tuve la oportunidad de ver a Picasso en otros museos y estas aguafuertes me sorprendieron mucho al igual que los grabados. Yo pinto y me gusta mucho ver a Picasso, estuve en el museo de Barcelona y quedé alucinada”.

Dentro de los periodos del artista se puede ubicar a la Etapa Azul, en donde refleja a los artistas marginados de la sociedad tales como los mendigos, enfermos y tristes personajes; la Etapa Rosa, en la cual representaba el mundo del circo, con tonalidades claras y colores pasteles; y por último la Etapa Negra, influenciada por el arte africano. Luego de haber fundado el cubismo, exploró el neoclasicismo, el surrealismo y el expresionismo. Picasso murió a causa de un edema pulmonar en su casa de Mougins, en el sur francés, en 1973,

El Museo Nacional de Bellas Artes se encuentra abierto al público de martes a viernes de de 11 a 20 y sábados y domingos de 10 a 20, con entrada libre y gratuita

Una poeta con voz poderosa

Una poeta con voz poderosa

En «Todo se une con la noche» Vanina Colagiovanni hilvana poemas, hechos y testimonios, y recupera anécdotas compartidas, para construir una biografía de la sensible y punzante poeta Juana Bignozzi. Su disputas con el feminismo y el debate sobre la utilidad de la poesía.

En el ensayo biográfico Todo se une con la noche Vanina Colagiovanni rastrea las huellas de la vida de una poeta con gran trayectoria y personalidad avasallante: Juana Bignozzi. Hija de anarquistas, se trataba de una mujer atípica, poco convencional, y con un carácter que la llevaría a convertirse en una persona relevante del ambiente cultural, particularmente de los años sesenta que ella tanto añoró en sus últimos tiempos.

Así, la autora va trazando a lo largo del libro sus propias interpretaciones sobre distintos eventos, poemas y vínculos que hicieron a la vida de Juana, al tiempo que se hace de voces con un gran valor cultural, como la de Beatriz Sarlo, que testimonian sus propias vivencias y anécdotas con Bignozzi. Esta biografía es el relato de una vida contado desde la perspectiva de una persona que conoció y mantuvo un vínculo estrecho de amistad con quien es biografiada, lo que hace al libro mucho más íntimo, sentido y lleva a conocer en profundidad a la poeta.

En el libro contás que conociste a Juana Bignozzi en una entrevista que le hiciste en España, ¿cómo accediste a ella? ¿cómo se mantuvo ese vínculo a lo largo del tiempo?

  • A mis 24 años, yo escribía poesía. Un amigo me regaló un libro de Juana, lo leí y me encantó. Él editaba en Adriana Hidalgo, la misma editorial de Juana y me dijo que, si quería, me conseguía el teléfono. Habían pasado ya 30 años desde los primeros libros que ella había publicado y yo los leía en el año 2000 sin ninguna distancia, algo que no era tan fácil con poetas de su generación. Eso me impactó. Me pregunté qué sería de su vida, qué haría en Europa. Entonces, en un viaje que hice de mochilera, fui a Barcelona y la entrevisté. Me impactó su temperamento: tenía algo muy atractivo, era muy graciosa y muy malvada. No tenía falsedad, que lamentablemente veo muy común en el mundo cultural. Ella te decía las cosas frontalmente. Recuerdo haber ido al encuentro con la entrevista, los datos, todo prolijo. Y terminamos hablando de cualquier otra cosa, que fue lo más entretenido. Hubo química, buena onda.

A partir de ese momento Juana me incorporó. Me dijo: «Bueno, yo ahora en un mes vuelvo a Buenos Aires, anotate el teléfono, hablamos y nos vemos». Y desde entonces cada vez que venía a la Ciudad nos veíamos. Me presentó a un montón de poetas más jóvenes que ella y más grandes que yo, a quienes, de algún modo, ella me quería acercar. Poetas que, aún hoy, son amigos míos. Diría que fue mi mentora. Yo la seguía a todos lados donde leía, era su lazarillo. En un momento, ella también me empezó a pedir cosas, como que la presente en lecturas: Fue muy lindo eso.

Sin embargo, así como el temperamento y la fuerte personalidad de Bignozzi hacían de ella una mujer única y fascinante, también podían tornarla intensa y demandante, al punto que conocidos y amigos suyos fueron alejándose paulatinamente. “Una vez me llamó al Liceo Cultural Británico, donde yo trabajaba para decirme: ‘Vanina, ¡Hace cuatro días que no hablamos!’”, recuerda Colagiovanni sobre este aspecto.

¿Cómo equilibraste en el libro las dos partes de Juana, tanto su lado generoso hacia las nuevas generaciones, pero a su vez esta personalidad demandante y algo temperamental?

  • En un momento me di cuenta de que hablar de Juana sin mencionar su parte crítica, era mostrar la mitad del cuadro. Todos los que la conocimos sabemos que eso era caracerístico y parte de lo que nos atraía y gustaba de ella, porque era muy graciosa, te podía destruir una revista en una frase. El tema era cuando se la agarraba con vos o con alguien que querías: ahí lo sufrías. Pero incluso así, uno entendía que era una persona muy singular, que tenía muchas cosas valiosas y, entonces, dejabas pasar las otras.

Además, Colagiovanni destaca que Bignozzi era una gran compañera, en el sentido de que apoyaba a sus amistades. Recuerda que, en sus comienzos en Gog y Magog, editorial en la que actualmente trabaja y con la que editó esta biografía, Juana acudía a las múltiples presentaciones en bares o en el Abasto, a cualquier hora, con música que no le gustaba y se quedaba hasta el final. Tal vez, este aspecto relevante de la personalidad de Juana haya sido inspirador para dar origen al título del ensayo biográfico, Todo se une con la noche. “Era como una joven en el cuerpo de una señora grande. Tomaba un montón, se acostaba mucho más tarde que todos, tenía una vida recontra activa y a la vez le gustaba trasnochar”, asegura Vanina. También, la noche era su laboratorio, su lugar de experimentación, escritura, lectura y traducción. Esa nocturnidad y el vínculo que mantenía con las nuevas generaciones era una forma de seguir activa como poeta. Jóvenes poetas que hoy, ya adultos, difunden y comparten el legado de Juana, la mantienen con vida.

Colagiovanni cuenta que parte de su interés en realizar la biografía tiene que ver con la amistad que mantuvo con Bignozzi, y además, con el interés de retratar una generación particular, la de los sesenta, que supo tener fuertes convicciones y apego a ciertas ideas e ideales, poco miedo a la pelea, a la discusión y al debate. Características que la autora ve diluidas en la contemporaneidad: “Tanto literariamente como a nivel del campo cultural en general, traté de que estuvieran presentes esas otras dinámicas de aquellos tiempos”, agrega.

A pesar de haberla conocido, ¿creés haber descubierto algo nuevo de ella en el proceso de escritura de la biografía?

  • Sí, varias cosas. En principio, fui al archivo, que no es enorme, pero son seis o siete cajas con todos sus papeles: documentos, pasaportes, la libreta universitaria, entre otros, y me sirvieron para contrastar datos con las entrevistas, tanto las que brindó ella como las que hice a sus amigos y conocidos, quienes muchas veces no recordaban fechas exactas o direcciones. Ahí hubo un montón de datos y detalles que se desambiguaron, se confirmaron; eso fue impagable, muy valioso. Después, descubrí muchas notas que, por ahí, iban a ser futuros poemas; porque ella escribía mucho y después con eso armaba como un rompecabezas, cortaba y pegaba. Estos protopoemas hablan mucho sobre ella, por ejemplo, de cómo se sentía en su duelo por el marido, que muere inesperadamente, poemas que le escribe a él y que me hicieron rever cómo yo veía la relación de ellos, y cómo la propia Juana la consideraba.

Asimismo, la autora asegura que recopiló numerosas anécdotas, alegres y trágicas, que vivió Bignozzi con sus amigos y conocidos. Incluso, menciona que una vez publicado el libro, aún hoy, le llegan mensajes de personas que han vivido momentos icónicos con la poeta. “Una de las cosas que me dijeron, que me emociona mucho, es que la ven a ella ahí en el libro, que sienten que está. Para mí ese era el objetivo. Ya está, si eso sucedió, perfecto.”

Bignozzi tuvo ciertos conflictos con el feminismo y, sin embargo, sus poemas son reivindicados actualmente por feministas, ¿cómo lo explicarías?

  • En momentos donde las mujeres no tenían voz, donde era muy difícil que se pusieran a discutir de igual a igual sobre un texto literario o sobre política, ella estaba ahí sosteniendo un lugar y una voz. En los años ochenta, la palabra feminismo no era lo que es hoy, estaba muy bastardeada. Había algo de la palabra, del vocablo, del término que incomodaba; no eran muchas las mujeres que se identificaban como tales. Ahí Juana discutió con las feministas. También, esto es una lectura propia, ella se llevaba mal con esa generación en general: mujeres y hombres. No le interesaban políticamente. En cambio, se llevaba muy bien con los de los sesenta y con los jóvenes de los noventa. Con lo que hubo en el medio, no. Sin embargo, al avanzar el tiempo, Juana sí conectaba con las feministas de los años 2000. Sí estaba a favor del aborto, sí tenía clara la defensa de ciertos derechos. No es que estaba en contra del feminismo porque no era progresista, sino que discutía con esa generación. Hoy, por ejemplo, vos la leés y tiene versos que son súper feministas, momentos de su poesía donde de lo que ella está hablando es de eso, más allá del vocablo.

En el libro contrapones la utilidad a la poesía, ¿en qué consiste esta idea?

  • Para mí la poesía tiene algo con la falta de utilidad, con la idea de que es totalmente prescindible, que no tiene un uso concreto y a la vez es absolutamente fundante y fundamental en la vida. Escapa a la lógica utilitaria, ¿para qué sirve un poema? Para explicarte algo de vos mismo, para reconfortarte, para darte una idea, para hacerte reír, pero no sirve para ‘algo’. Juana en un momento se lo pregunta: para qué sirve un poeta, qué tiene que hacer un poeta. Un poeta tiene que escribir, tiene que escribir bien, tiene que leer. Bueno, hay algo de eso, de que cuando se deja de lado la utilidad llega la poesía. Cuando se pierde la búsqueda del sentido práctico llega lo que no es para nada práctico y a la vez es esencial en la vida.

Para mí la poesía tiene algo con la falta de utilidad, con la idea de que es totalmente prescindible, que no tiene un uso concreto y a la vez es absolutamente fundante y fundamental en la vida.

Vanina Colaggiovanni

Aún así, y a pesar de querer trascender como poeta, Bignozzi no publicó ningún escrito durante los años que vivió en España. “Fue el lapso de su vida que queda más de incógnito, con más preguntas. Mi lectura es que para ella la escritura siempre era con otro y al estar en España no tenía ese otro, entonces no le interesaba publicar sin que hubiera alguien que le devolviera una lectura”, menciona Colagiovanni.

De esta manera, la poeta recién retomaría su actividad literaria en su vuelta a Buenos Aires, cuando ve que hay un nuevo horizonte de lectores: se reencuentra con su amigo José Luis Mangeri, quien propone a Bignozzi realizar la segunda edición de uno de sus libros más famosos Mujer de cierto orden. “Yo creo que la clave para que ella volviera fue ver que podía volver literariamente a Buenos Aires, y después concretarlo, volver físicamente. Encontrar que había una posible lectura y un posible horizonte donde sus libros fueran recibidos. Y es lo que pasó”.

Colagiovanni recuerda que la idea de contar esa vida tan particular nació en forma de ensayo y error: tres o cuatro veces tiró intentos de la biografía a la basura, como sucedió con el primero, que esbozó en una escapada a Tigre para evitar el calor de la Ciudad. Ese bollo de papel al cesto fue el embrión de esta biografía. En un momento, comenzó a escribir un cuento sobre “una poeta joven que conoce a una poeta mayor”. No había nombres. Era un relato ficcional. Luego de escritas algunas páginas y al mostrárselo a una amiga cayó en cuenta que la joven poeta era ella misma y la mayor, Juana. En el fondo, la autora reconoce que “venía juntando todo sobre ella desde que la conocí, lo tenía todo guardado. En cierto punto, hace 20 años que la vengo escribiendo en mi cabeza”.

¿Qué te motivó a hacer una biografía sobre Juana Bignozzi?

  • Me di cuenta que todavía había mucho por decir sobre ella, no había nada escrito. Como editora, vi esta vacancia no solo sobre Juana, sino también sobre otros poetas cuyos libros están en preparación: Irene Gruss, Héctor Viel Temperley y Arnaldo Calveyra. Aspiraba a que quieran ir a buscar qué hay de Juana, sus poemas. La quería volver a traer al presente. También me motivó desde el feminismo: hay muchas biografías de escritores hombres, particularmente narradores, como Rodolfo Walsh, Borges, Bioy. Pero de escritoras mujeres, salvo Pizarnik, no hay tanto. Incluso, las que hay de Pizarnik se enfocan mucho en la parte sufriente de ella.

Una vez que terminó de escribir el libro, Colagiovanni recuerda haberse sentido desahuciada: de alguna forma Juana la había estado acompañando ‘místicamente’ en los dos años que duró el proceso de escritura. De todas formas rescata que contar una vida, así como leerla, sirve para ver la propia. De alguna manera, las biografías permiten mirarnos a nosotros mismos.

En Córdoba y Formosa, también ganó el peronismo

En Córdoba y Formosa, también ganó el peronismo

Los oficialismos provinciales retuvieron las gobernaciones. Insfrán arrasó y Llaryora ganó raspando. ¿Es posible el acercamiento del PJ cordobés al nacional?

Las provincias de Córdoba y Formosa fueron a las urnas y en la primera, el candidato del oficialismo provincial, Martín Llaryora, se quedó con la gobernación, al superar a Luis Juez, de Juntos por el Cambio. En la provincia del norte, en tanto, Gildo Insfran arrasó y alcanzó su octavo mandato.

Siguiendo a Omar Barberis, Doctor en Ciencia Política y profesor titular de Partidos Políticos y Sistemas Electorales en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), se podría decir que “la definición de la elección se fue generando básicamente a favor de Llaryora por el comportamiento de la ciudad de Córdoba, que concentra el 48% del electorado. Esto habría que buscarlo en los antecedentes políticos, porque tanto Juez (lo fue hace tres periodos) como Llaryora (actualmente) fueron intendentes en esa ciudad. La imagen que dejó Juez como intendente en su momento fue muy mala, y la imagen que deja actualmente Llaryora como intendente es muy buena. Hay como una especie de premio a su gestión, y hay una merma en otras ciudades donde históricamente al peronismo le iba bien, como por ejemplo en Río Cuarto.”

También hay que destacar el alto nivel de votos en blanco que fue del 5%. Como menciona Liliana Córdoba, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), “el voto en blanco fue la tercera fuerza de estas elecciones, y sumado a un 30% de ausentismo, habla de un 35% de cordobeses y cordobesas que sintieron, pensaron, definieron que en estas elecciones no había interés o necesidad de ir a votar, o que realmente no había opciones diferentes para elegir. Es un dato interesante a tener en cuenta de cara a las elecciones nacionales.”

Córdoba agrega: “Habrá que comparar con la situación del resto de provincias, pero esto debe llamar a una reflexión importante por parte de partidos políticos, dirigentes, instituciones democráticas (incluyendo hasta universidades), ya que tenemos como desafío el volver a darle sentido a la participación política de los ciudadanos, al voto como un derecho que costó tanto conseguir y sostener en nuestra democracia.”

Los inicios en Llaryora en política se remontan a su militancia durante su paso por la universidad, donde fue presidente de la Juventud Peronista, y se desempeñó en el cargo de Coordinador de Empleo y Formación Profesional del Gobierno de la Provincia de Córdoba. Ocupó también los cargos de: concejal de la Ciudad de San Francisco (2003-2007); intendente de esa ciudad (2007-2013); ministro de Industria, Comercio, Minería y Desarrollo Científico Tecnológico a nivel provincial (2013-2014); vicegobernador junto a Juan Schiaretti (2015-2017); diputado nacional por Córdoba (2017-2019); Intendente de la Ciudad de Córdoba (2019 hasta la actualidad).

“El discurso de Llaryora sobre una renovación generacional, un fin de ciclo, sobre ‘empezar desde cero’, y la propia trayectoria política del candidato, nos habilitan a pensar, o al menos a no desechar algo que por lo menos con la gestión de Schiaretti estaba completamente descartado, que es una revinculación (hay que ver en qué términos y si efectivamente sucede) entre el peronismo cordobés y el peronismo nacional, o alguna fracción de él. Ese vínculo que estaba completamente roto e imposible de restaurar entre Schiaretti y la dirigencia peronista a nivel nacional, con Llaryora se abre un signo de interrogación.”, plantea el doctor en Ciencia Política, docente de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), e i nvestigador en la Consultora Plebs, Fernando Chávez Solca

Formosa

Por su parte, en Formosa, con casi la totalidad de las mesas escrutadas, el Frente para la Victroria se volvió a imponer por amplia mayoría (71,2% de los votos), y Gildo Insfrán fue reelecto para su octavo mandato como gobernador. En segundo lugar quedó Fernando Carbajal, candidato del Frente Amplio Formoseño, con un 20,4%.

En dicha provincia no hubo PASO, ya que se rige la Ley de Lemas, por la cual las internas partidarias se definieron en simultaneo con la elección general para cargos provinciales. Cada espacio político se presentó a las elecciones con un lema diferente, integrado a su vez por sublemas que compitieron internamente.

 

Guitarras y violines eléctricos made in Barracas

Guitarras y violines eléctricos made in Barracas

Dos luthiers, Johnny Keller y Alejandro García, cuentan cómo crearon instrumentos de exportación en el sur de la Ciudad.

En una casa al sur de la ciudad, en el barrio porteño de Barracas, dos luthiers trabajan en la construcción de sus instrumentos. Con pedazos de madera cortada que van tomando forma, parlantes en el piso, guitarras colgadas, herramientas de trabajo y en especial una playlist de rock a todo volumen, esta casa se ha convertido desde hace años en el taller de Alejandro García y Johnny Keller. Los músicos y luthiers han escalado alto y buscan continuar su recorrido por este mundo que los ha atrapado y les brinda satisfacciones, aunque también contratiempos. En diálogo con ANCCOM contaron su recorrido, sus proyectos y su mirada respecto a la situación actual del oficio de la luthería. 

Keller es el creador del violín eléctrico Strikell que ha llegado a la feria de productos musicales más grande del sector celebrada en Estados Unidos, la llamada NAMM (National Association of Music Merchants) y tiene la mirada puesta en la exportación. García, que ejerce la profesión de luthier desde hace más de diez años creando guitarras y bajos eléctricos personalizados para músicos, ha desarrollado un modelo propio, estandarizado, llamado Battlewood que está siendo difundido en Europa. Van a estar presentes en la próxima Feria de la Música en La Rural y en la UNLA (Universidad de Lanús), en agosto. 

¿Cómo llegaron hasta acá en su relación con la música?

AG: Desde chico quise tocar la guitarra y mis viejos me regalaron una eléctrica. La fui armando y desarmando para ver cómo funcionaba, y aprendí de esa manera: mandándome y haciendo cosas que no tenía que hacer. Primero lo tomaba como un hobby porque yo estudiaba Historia, además de música. También fui tomando cursos de luthería y electrónica. Con el tiempo, se convirtió en mi actividad principal y lo combiné con el trabajo que empecé a desarrollar de grande que es la carpintería. Al principio solo hacía instrumentos para mí y luego comencé a construir para otros. 

JK: Yo soy de Misiones, de Montecarlo, estudié profesorado de música y después de recibirme se me dio la oportunidad de venir a Buenos Aires. Cuando conocí a Ale, yo había hecho de forma autodidacta, viendo videos de YouTube, un charango eléctrico. Él me ayudó y me ofreció hacer un curso de luthería para tener los conocimientos básicos y empezar a crecer. Gracias a eso pude arrancar con los violines eléctricos que siempre fueron mis instrumentos. Hoy me dedico plenamente a fabricar violines, ya no ejerzo más de profesor.

¿Cómo nació la idea de realizar violines eléctricos? 

JK: Desde chiquito me gustó tocar el violín y lo que quería era fabricar uno para mí. Lo fuimos diseñando con Ale y la idea empezó a crecer. Tuve la posibilidad de conseguir un inversionista que nos ayude para sacar adelante ese proyecto, y nació así: como una idea para hacer un instrumento para mí pero que luego fue replicado para otros músicos.

¿Cómo fue la respuesta por parte de los músicos teniendo en cuenta que es un instrumento clásico?

JK: El nicho del violín eléctrico no está apuntado para un violinista de música clásica sino al que toca en un escenario. Como con una guitarra eléctrica, tocando en vivo, enchufado con parlantes, un músico de banda, por ejemplo. Hay más facilidades, pueden comenzar a jugar con los sonidos, se presta para hacer distorsiones que salen de esa concepción clásica, tradicional de una orquesta. De cualquier forma, podría usarse, pero en general se utiliza para algo distinto. Hoy hay muchos folcloristas que se están pasando al eléctrico. Es algo que está comenzando a crecer, en el mundo están empezando a aparecer violinistas eléctricos y se está formando una comunidad interesante. 

Las guitarras eléctricas no son una novedad, pero ¿qué buscás otorgarle a esa guitarra para que sea distinta y llame la atención?

AG: Primero hacía muchos instrumentos para distintos músicos, pero con el tiempo me fui dando cuenta que tenía que especializarme. Entonces empecé a hacer guitarras eléctricas de cuerpo sólido y no de caja, con ciertas características de largo de escala, de peso, de un tipo de construcción que ya es conocida y definida que es la Squier Stratocaster. Dentro de eso, intento innovar o lograr mejoras para que se adapten a las necesidades y demandas  del músico, eso es lo que sirve de guía. En el caso de las guitarras Battlewood, que son las que estoy ofreciendo ahora, hay una innovación respecto al tensor que no lo tiene ninguna guitarra y que ayuda de una manera más práctica a hacer un ajuste y calibración. Son cosas técnicas, pero que apuntan a exigencias de un tipo de músico.

¿Cómo es el proceso de pensar y diseñar un instrumento?

AG: En principio está la idea del instrumento, de cómo va a ser, qué características va a tener. Eso se vuelca en el diseño y se comienza a construir, ahí vamos viendo si tal vez se puede modificar algo, entonces se vuelve al diseño y se cambia.

JK: Hay cosas que ya están estandarizadas, hay microfonía que usa la mayoría de las guitarras eléctricas, en base a eso se parte de qué necesidad tiene uno o el músico. Hay muchas variables de lo que se puede hacer en un instrumento, no hay una ciencia exacta. Uno puede estar diez años y siempre va a hacer algo nuevo o diferente, es muy relativo. 

AG: Claro, hay ciertos parámetros de gente que ya hizo guitarras o violines, que logró avances y que sirven de base. A partir de eso se busca hacer algo nuevo, mejorado o adaptado a un músico puntual o un estilo musical. Incluso en las guitarras estandarizadas que hago ahora, se puede lograr características distintas.

JK: Puede haber dos guitarras iguales, pero con distintos tipos de madera y eso hace que cambie el timbre, el peso. Cada instrumento hecho por un luthier es algo muy especial, muy único y es diferente a lo que te pueda ofrecer una multinacional que fabrica miles de guitarras por mes, hay un valor agregado. Se busca algo más personal que te identifique, que uno lo vea y diga: “Eso seguro fue hecho por Fulanito…”. Por ejemplo, yo utilizo impresión 3D, ese es el sello distintivo de los violines Strikell y utilizo toda madera misionera recuperada. Voy variando los colores, los tipos, y eso le da una personalización.

Johnny, tuviste la oportunidad de ir a la NAMM en Anaheim, California, ¿cómo lograste ese lugar y cómo fue la experiencia allí?

JK: En Argentina existe la Cámara Argentina de Fabricantes de Instrumentos Musicales (CAFIM) que logró hace años, junto con la Agencia de Inversión en Comercio del Exterior, tener un stand en la NAMM. Se lanza una convocatoria para todas las marcas argentinas que quieran estar, se hace un trabajo de curación y se eligen las marcas que van a ir a esa feria. El año pasado me inscribí y tuve la suerte de quedar seleccionado. Fuimos doce marcas las que viajamos, cada uno con su espacio en el mismo stand y la verdad es que es una oportunidad única. Si quisiéramos ir solos a la NAMM sería muy caro, muy difícil. Obviamente tuvimos que pagar, pero es otro precio porque el stand es compartido por muchas marcas y una parte la pone la agencia. Todo lo que es la construcción del stand también se encargan ellos, cuestiones legales, de personal, es todo muy estricto. Nosotros solo vamos y ponemos los instrumentos, está muy buena esa posibilidad. La experiencia es muy gratificante, es lo máximo a lo que se puede aspirar como fabricante, marca o incluso casa de música. Está dirigida a generar nuevos lazos y hacer negocios con otras empresas. 

Es un oficio particular, distinto. ¿Hubo algún momento en el que pensaron en dejarlo? 

AG: Sí, muchas veces dije: “Dejo todo esto y me dedico a otra cosa”. Sobre todo por la presión de la situación económica, esa es la dificultad. Trabajo hace bastante, la demanda está, pero la fluctuación de los precios y de cómo armar un presupuesto es jodida. Pero yo sé que estas cosas pasan y hay que seguir, además de que siempre se tiene la esperanza de estar un poco mejor.

JK: Y la pasión que uno tiene… no es lo mismo estar en una oficina, encerrado. Esto va más allá y es el poder hacer lo que a uno le gusta. Se junta el hobby con el trabajo. En mi caso está la dificultad de la competencia, por ejemplo con un violín fabricado en China que es mucho más económico. Por supuesto que es básico, estandarizado, pero lastimosamente por la situación actual muchos terminan eligiéndolo. Esa parte es difícil y se siente.

¿Ven una decadencia en la luthería o es un oficio que se mantiene?

AG: Se da una particularidad y es que los oficios manuales están en decadencia. Pero en ese marco general, se da la paradoja de que la construcción de instrumentos en sí está en ascenso, es una actividad creciente. Lo que se ve es un cierto proceso de trabajo, más manual, que va desapareciendo por la utilización de maquinarias.

JG: Claro, nosotros tenemos una máquina que ayuda a cortar el bloque de madera en la primera etapa, eso te ahorra muchísimo tiempo y te permite tener en un mes un instrumento que antes tardabas seis meses en hacerlo. En lo que respecta a violines, no hay tanto luthiers como sí con las guitarras, pero sin dudas hay muchos y no van desapareciendo.

¿Qué proyectos e ideas tienen para el futuro?

AG: Busco que el taller crezca, primero trabajé solo y desde hace un tiempo fui formando un equipo de trabajo y espero que siga creciendo. También ofrecer mi marca Battlewood con más variedad, con otros modelos, expandirla un poco. También estoy asociado a Sergio Roger (hermano de la actriz y cantante, Elena Roger), haciendo amplificadores y tengo un curso de mantenimiento y calibración, online. Siempre apuntando a crecer, a que me conozcan y que conozcan mi trabajo. 

JK: Bueno el hecho de haber ido a la NAMM me abrió la puerta y la posibilidad a exportar, a llevar la industria nacional afuera. Decir que existimos, estamos en el mundo y por supuesto seguir vendiendo y trabajando acá, pero que pueda haber violines argentinos donde sea. Es un sueño, una meta que en algún punto yo creo que puede llegar a cumplirse.