Siete de cada diez chicos dicen que sufren bullying

Siete de cada diez chicos dicen que sufren bullying

Una investigación de Bullying sin Fronteras dimensionó el problema. El Ministerio de Educación de la Nación lanzó una campaña para enfrentarlo. ¿Qué impacto tuvo?

-¿Qué pasa Mateo? Hoy a la mañana te sentías bien, es la tercera vez en la semana que me llaman para venir a buscarte.

-Nada, má. Me empezó a doler la panza .

– Desde que te cambiaste de escuela estás hecho un vago. Ayer hablé con la mamá de Cata, me dijo que el sábado tienen un 15; ya no tenemos tiempo para ir a comprar un regalo ni tampoco ropa para que te pongas… vas a usar alguna camisa de papá .

-Dejá ma, mejor me quedo en casa así termino de completar la tarea que me quedó pendiente.

– ¿Por qué no vas? Te la pasás todo el día encerrado, no hablás con nadie. ¿Por qué no podés ser normal?

Este es un fragmento de una charla real de un chico que solo a efectos de la nota llamaremos Mateo para preservar su identidad y que atravesó situaciones como las que aquí se describen durante dos años.

Lo que no sabía aquella Marta, la madre de aquel Mateo, es que él fue el único del curso al que no invitaron a esa fiesta. Mateo era aficionado a la historia, no le gustaba perderse esas horas de clase y la mayoría de veces no tenía ningún dolor en la panza. Mateo no era ningún vago. Mateo tenía miedo de ir al colegio. Mateo estaba siendo una víctima más del bullying.

El bullying es el nombre que recibe el acoso diario y sistemático dirigido a una persona y que proviene de uno o varios integrantes de un mismo grupo. El hostigamiento ubica a quien lo recibe en una posición de inferioridad. No se trata de un maltrato ocasional o esporádico, sino de situaciones que suelen darse de manera constante, por lo que muchas de las víctimas desarrollan un rechazo hacia el colegio o a los lugares donde se topan con este padecimiento e intentan evitar frecuentarlo.

Según un estudio realizado durante 2022 por la ONG Bullying sin Fronteras, alrededor de siete de cada diez estudiantes dicen sufrir bullying o maltrato en el colegio dentro de Argentina. Durante abril de 2023, desde el Ministerio de Educación y el Ministerio del Interior  de la Nación se lanzó una campaña llamada “Argentina contra el Bullying”.

Lucia Gil, psicopedagoga radicada en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, comenta que no conocía esa campaña y agrega: “Acá en el interior no ha llegado ni tampoco es algo de lo que se hable habitualmente en las escuelas donde trabajo. Estuve leyendo sobre ella y me parece que sería muy importante poder implementarla en todo el país.”

La especialista recomienda: “Es importante poder hablar de esto con las familia, la escuela y los compañeros de aula. Los planteos de los spots de la campaña son valiosos pero se deberían profundizar en la práctica de forma intensiva e interdisciplinaria, trabajar la temática del bullying en todos los ámbitos educativos, articulando con la familia y capacitando a los docentes para que sean capaces de detectar e intervenir tempranamente en estas problemáticas”.

Mayra Ruiz, también psicopedagoga e integrante y del espacio terapéutico de aprendizaje Brinca y Rebrinca de General Pacheco, comenta que conoce la campaña por medio de un posteo de Unicef en su instagram oficial, y destaca la profundización de la gravedad del asunto con la irrupción del ciberbullying

“Yo atiendo un consultorio pedagógico y el tema del bullying aparece de manera frecuente, además con la aparición del ciberbullying estas consultas se multiplicaron. Mi consejo en estos casos es hacia la familia, que estén más atentos acerca de los sitios donde los chicos entran, con quién se vinculan en redes y demás cuestiones. Los ataques por ciberbullying suelen afectar de diversas maneras a las personas involucradas, a algunos no les importa y a otros los afecta muchísimo, es algo a lo que hay que estar atento”, advierte.

Ruiz agrega: “En cuanto al bullying en general, hoy existen más herramientas y más información. De todas maneras, los momentos que se asignan en las escuelas para tratar estos temas son por iniciativa propia de cada institución o de índole privada”. Y señala: “En las escuelas públicas yo no pude ver tantas iniciativas de este tipo sistematizadas y es una cuestión que pasa todo el tiempo. Sería importante que un requisito para ser docente sea tener una formación en estas problemáticas.”

Aída Luciana Silva, profesora del Nivel Inicial en la Provincia de Buenos Aires, cuenta que está al tanto de la campaña oficial y además brinda algunas aproximaciones acerca de cómo se trabajan estas cuestiones con los alumnos más pequeños.

”Desde el Ministerio de Educación no tenemos capacitaciones que sean fomentadas desde ese lugar. Nosotros, como docentes, nos anotamos en cursos que quedan a criterio de cada uno inscibirse o no y muchas veces brindan puntaje a la hora de postularse para un trabajo”.

La forma de transmitir los saberes en el Nivel Inicial es a través del juego, abordando la temática , exponiendo situaciones hipotéticas y preguntando si en algún momento pasó una situación de maltrato dentro de la sala. “A su vez intentamos que los niños cuenten estas actividades a los padres para involucrarlos en el tema. Se charla constantemente porque hay situaciones que están instauradas en la sociedad y muchas veces los niños toman malos ejemplo de lo que escuchan de los padres”, dice Silva.

Cuando se detectan estas situaciones por parte de los padres es importante avisar al colegio. Si no se obtiene respuesta, existe la Línea de Convivencia Escolar 0800-222-1197 , un número gestionado por el Ministerio de Educación de la Nación que funciona de acuerdo a la Ley N° 26.892 . Más información sobre la campaña en Argentina contra el Bullying | Argentina.gob.ar

Estados Unidos no tiene quién le escriba. ¿Y Argentina?

Estados Unidos no tiene quién le escriba. ¿Y Argentina?

Continúa la huelga más importante de la industria de Hollywood y ANCCOM conversó con la presidenta de la asociación de guionistas argentinos, Marcela Marcolini, sobre el conflicto actual y el trabajo precarizado en el país.

La huelga de guionistas en Hollywood comenzó en mayo y continúa con sus reclamos hasta el día de hoy. Los cerca de 11.500 trabajadores del sindicato Writers Guild of America West de Estados Unidos dejaron de trabajar obligando a pausar producciones de series, películas y programas en vivo, además de postergar la grabación de películas previstas para los próximos meses.

Las plataformas de streaming crecen desde sus inicios, hace menos de dos décadas, y aceleraron desde la pandemia. Su éxito es producto de un modelo de negocios que no solo cambió la manera de consumir contenidos audiovisuales, sino también la manera de producirlas. Las protestas expresan la disconformidad de los guionistas: horas extra no remuneradas, horarios de trabajo no establecidos, bajos salarios y la no remuneración por repeticiones de programas. Además, con el avance de la inteligencia artificial muchos guionistas temen por el futuro de su trabajo..

No es la primera vez que el sindicato de guionistas sale a las calles en protesta de mejores condiciones de trabajo. En 2007 realizaron una huelga que duró cien días y le costó a las productoras dos mil millones de dólares. Justamente uno de los puntos de ese reclamo era la protección para lo que se veía venir, es decir, la “plataformización” de la industria: ese mismo año Netflix comenzó a ofrecer la opción de streaming a los hogares.

Los guionistas plantearon sus reclamos en 2022 frente a la Alianza de Productoras de Cine y Televisión (AMPTP) con quien mantienen negociaciones para determinar los salarios y las condiciones de trabajo en los estudios. Si bien en su momento hubo un aumento, la inflación que se sumó a la precariedad laboral creciente, lo quebraron. Este año, el 98% de los integrantes del sindicato votó por la huelga. Los actores de Hollywood se sumaron al reclamo y colaboraron para visibilizar la causa que afecta a la industria audiovisual más poderosa de occidente.

Marcela Marcolini es una docente y guionista argentina. Su último trabajo es un documental llamado Inteligencia artificia, dirigido por Laura Vásquez y emitido por Canal Encuentro. En conversación con ANCCOM, la presidenta de la asociación Gui.ar explicó el conflicto en Estados Unidos y cómo trabajan los guionistas argentinos.

 

¿Cómo surge este nuevo problema entre los guionistas y las plataformas de streaming?

Surge a partir del Chat GPT, usado para crear guiones generados por una inteligencia artificial. Desde mi forma de ver, los resultados que brinda están avanzados desde lo técnico pero desde lo creativo son muy chatos. Esto se suma al reclamo de derechos laborales, derechos de autor y una actualización salarial que están pidiendo en función de la enorme ganancia que están teniendo las multiplataformas y las grandes productoras de contenidos audiovisuales.

 

Ser guionista en Argentina

 

Marcolini asegura que la situación en Estados Unidos es muy diferente a la local: “La diferencia que tenemos con Estados Unidos es que allá están sindicalizados y el sindicato puede hacer un paro total de guionistas para que los programas no tengan quien los escriba. Pero acá no. No parás un trabajo independiente porque no molestás a nadie”, agrega.

También menciona que en Argentina existe la asociación Argentores, responsables de hacer el pedido para que los derechos de autor se paguen. Se trata de un ente recaudador del derecho de autor de todas las obras escritas en las áreas de teatro, cine, televisión y diversos formatos digitales. Pero no es un sindicato. 

 

¿Qué se necesita para ser guionista?

En un principio, tenés que tener conocimiento de la escritura de un proyecto o una obra audiovisual. Ahora, audiovisuales hay de diversos formatos y hay que conocerlos para escribir un guion determinado. Por ejemplo, hay guionistas de diversos programas de televisión, como el de Tinelli, los de magazine, de juegos. Se requiere tener una parte de conocimiento técnico y una parte de trabajo creativo. También hay guionistas de cine, de ficción y documental, de videojuegos, de formatos digitales. En fin, hay guionistas detrás de cada uno de los formatos audiovisuales. Esto hay que tenerlo en cuenta. O sea, cuando se dan premios en algunos festivales que dicen “programas sin guion”, eso no es verdad: en todos los programas de televisión hay guionistas. Esos guionistas a su vez tienen distintas formas de trabajar. Es difícil, en ese sentido, sindicalizar la profesión, porque la mayor parte trabaja de manera independiente. Y hay una población muy chica que trabaja de manera mensualizada.

 

¿Se puede vivir como guionista en Argentina?

Si sos guionista independiente es bastante probable que no. Quienes mejor trabajan son aquellos que están mensualizados y con una paritaria actualizada. Ahora, como somos muy flexibles, solemos tener muchas otras formas de lograr un sustento que no sea solamente de la propia escritura. Por ejemplo, publicaciones, dando clases e incluso trabajando en otras áreas como el teatro, la radio, o tener directamente otras profesiones además de ser guionistas. En mi caso, que trabajo independiente, mayormente en cine, aunque hago cosas para televisión, sobre todo en canales culturales, me tengo que sumar mayor cantidad de proyectos y si no pasa eso, también doy clases y trabajo en un teatro.

 

¿Qué impacto tiene la plataformización de la producción audiovisual en Argentina?

Lo complejo de las plataformas es que actúan sobre vacíos legales. Vienen a Argentina, venden, se consume muchísimo pero no tributan en el país y tampoco producen. Eso trae problemas a nivel de producción y de otros espacios así como de plataformas locales. Pero bueno, por otro lado no invierten y al no aportar tampoco se puede sacar un porcentaje de lo que tributan para que vaya a la creación de nuevas producciones. Termina generando un efecto negativo para el país que aloja a esa plataforma. ¿A quién le conviene? Solo a la plataforma. Además le roba de identidad cultural al país en donde está anclada la plataforma. La mayoría del contenido que nos llega es extranjero, entonces de alguna manera la plataforma viene a generar una especie de conquista cultural y al no seguir generando proyectos logra borrar cierta identidad audiovisual. Hay que hacer mucho hincapié en que eso no se pierda.

 

¿Qué medidas se deberían tomar?

Lo que se necesita es una regulación que abarque desde el derecho autoral hasta los impuestos que esas plataformas deben pagar. De una manera que esa tributación, pase a la creación de una obra. Como hace el Instituto de Cine, que es un ente autárquico, que lo hace con cada una de las entradas de cine o cada una de las emisiones de películas por televisión. Esa es la manera más efectiva de lograr que no se caiga una producción audiovisual. Después obviamente está la efectividad de manejar esos fondos. Hoy lo principal es que no pertenece a la televisión ni al cine, entonces no se puede generar una ley para Netflix o Amazon, de hecho para ninguna plataforma.

 

¿Cuál es tu opinión frente a la inteligencia artificial? ¿Es posible que se reemplace el trabajo de los guionistas?

La inteligencia artificial como herramienta es sumamente interesante. Lo que ocurre con el guion específicamente es que la manera de funcionar de una inteligencia artificial es que le das datos y te da un resultado. Pero eso es muy primitivo en relación a un guion. A nivel técnico da una base, a nivel creativo es muy pobre. Eso no quiere decir que más adelante esto no se perfeccione. Para un trabajo audiovisual muy básico donde se requiere un guión más organizativo y poco creativo sirve. En ciertas áreas es sumamente efectivo, como en la salud o la ecología, pero para reemplazar lo artístico, lo creativo, ahí es débil. Por otro lado su uso es discutible porque puede ser que más adelante se fortalezca.

Un encuentro ancestral en Buenos Aires

Un encuentro ancestral en Buenos Aires

Punta Querandí es un territorio comunitario ancestral, considerado sagrado, en Ingeniero Maschwitz. Allí se conservan restos arqueológicos de pueblos nativos de unos mil años de antigüedad. También se realizan talleres de transmisión cultural. Una hectárea arrebatada a la voracidad inmobiliaria.

Punta Querandí es un territorio comunitario ancestral, considerado sagrado, en Ingeniero Maschwitz, Provincia de Buenos Aires. Allí se conservan restos arqueológicos de pueblos nativos de unos mil años de antigüedad. Esta zona de antiguos cementerios iba ser utilizada para la construcción de barrios privados, al igual que las tierras circundantes de humedales ubicadas en un lugar estratégico, a solo 5 km de las Islas del Delta del Paraná y a 6 km de la autopista Panamericana. Tras la lucha del colectivo Comunidad Indígena Punta Querandí el espacio logró preservar una hectárea de este territorio atravesado por la memoria colectiva, del voraz negocio inmobiliario.

 

Sus orígenes 

Pablo Badano es el encargado del Concejo de Comunicación de Comunidad Indígena Punta Querandí. Cuenta que este colectivo se formó en el 2004, cuando Graciela, una vecina de la zona, encontró restos de cerámicas. Los Arqueólogos del INAP (Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano) le confirmaron su antigüedad y le contaron que en el año 2000 ya había sido destruido el cementerio indígena cercano conocido como Sitio Garín para construir el country Santa Catalina.

La historia parecía destinada a repetirse: a solo 100 metros de Punta Querandí, “a principios de los años 90, se produjo la destrucción de humedales, campos y parajes por la construcción de barrios privados. Eso nos dio más fuerza y motivos para luchar por el lugar y su memoria”, recuerda Badano.

El encargado del Concejo de Comunicación de la comunidad cuenta que el colectivo que dio la lucha está formado por familias e individuos pertenecientes a los pueblos nativos guaraníes, qoms y kollas. “Nosotros decimos que fuimos convocados por los ancestros del territorio. Esa es la mirada colectiva de todos los que participamos. A partir del 2010 se comenzó el campamento, para evitar que las empresas privadas destruyan de manera total el lugar”, asegura Badano.

 A partir de ese año empezaron a reclamar la devolución de los restos de ocho cuerpos encontrados en la zona en los años 90. Los arqueólogos del INAP confirmaron que había restos humanos de al menos 50 personas en Tigre, 116 incluyendo otros distritos de la zona norte de Buenos Aires y alrededor de 300 en el delta entrerriano. A la vez, el arqueólogo e investigador del CONICET Daniel Marcelo Loponte, publicó un estudio realizado sobre las prácticas que realizaban personas “a fines del siglo XIX y en principios del siglo XX” para dar más fundamento al valor de la zona.

“No fue fácil y sencillo, nos paseaban, no nos daban respuesta, nos ninguneaban y se negaban a darnos información. Se nos quiere mostrar que estos lugares no tienen historia”, explica Badano, mientras corta junco para techar un toldo. “Tuvimos amenazas directas en diferentes momentos, hubo personas que vinieron a apuñalar a nuestros compañeros. Eran pagados por la empresa que estaba construyendo, pero ya pasó, estamos en otro momento”, concluye.

El 27 de diciembre del 2018, la Municipalidad de Tigre declaró por decreto «Interés Legislativo Municipal las actividades que realiza la Comunidad Indígena punta Querandí”. En 2022, se publicó en el Boletín Oficial que “la defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana. Ella supone el compromiso de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular los derechos de las personas que pertenecen a minorías y los de los pueblos autóctonos”. En noviembre de 2020 el intendente Julio Zamora firmó  el Convenio de Propiedad Comunitaria de Punta Querandí.

Actualmente, la comunidad cuenta con un templo donde se realizan sus festividades espirituales. También en el mes de agosto, sobre todo en el último domingo, se celebra a la Pachamama y se reúne toda la comunidad para compartir distintos platos típicos. Durante los festejos son frecuentes las visitas desde otras provincias: “Este 27 de agosto vendrán del Chaco”, asegura Jesica Zalazar, concejal y representante de las mujeres. 

La organización

Para su gestión, la Comunidad Punta Querandí, tiene tres concejos: el de ancianos, el de mujeres y el de comunicación. También tiene el apoyo de una abogada que los asesora. Los demás integrantes participan de manera activa con las tareas de cuidado y cada domingo se reúnen, preparan una olla comunitaria, se sientan en una mesa larga y comen todos juntos, al aire libre, rodeados de sus perros y el cántico de diferentes tipos de aves.  

La comunidad ofrece talleres de alfarería, de lenguas originarias como guaraní y Qom, de manera virtual en acuerdo con la Comunidad de Pueblos Originarios. También se ofrecen talleres de trabajo con junco y reciben visitas de estudiantes de distintos niveles.

La comunidad tiene su templo donde hacen ceremonias: “En enero se celebra la bendición de frutos y el inicio del año guaraní en septiembre. Contamos con un museo para exhibir diferentes hallazgos relacionados con la historia como comunidad”, agrega Badano, mientras hace de guía turístico por la zona con los visitantes que se sumaron. En su página web cuenta con diferentes formas de contacto, ya sea para visitas o talleres. En el Puerto de Frutos, existe un local de la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar, donde se venden productos artesanales de distintas comunidades indígenas y, a la vez, difunden su trabajo y sus reclamos.

Jesica Zalazar, contadora, concejal de la comunidad y representante de las mujeres, comenta: “En este lugar se encuentran comunidades pluriétnicas. Hay toda una energía que se genera, donde nos encontramos con nuestros ancestros. También como mujeres es muy importante visibilizar nuestras luchas”, asegura. Zalazar tiene raíces guaraníes por parte de su madre; de niña vino con sus padres a vivir a Buenos Aires y se sumó a la comunidad. “El domingo es el día en que más confluimos, pero en la semana estamos presentes, ya sea para dar notas y hacer gestiones como con los cursos de lenguas. Yo también me encargo del papeleo. El trabajo es 24 x 7 y lo hago de corazón”, detalla.

Para Badano, “estos lugares sirven mucho para los que ya están muy arraigados en Sudamérica, sirve para conocer la historia donde uno vive independientemente de las raíces personales. Buenos Aires es un arraigo, a no ser que muchos quieran volver de dónde vienen sus ancestros; hay gente que tiene esa ilusión”. “Yo no tengo raíces indígenas y no tengo que confundirme inventando algo que no soy. Hay gente que tiene esa tentación, pero siento que si hiciera eso, sería irrespetuoso”, afirma Badano entre sonrisas y asegura que como persona se siente llamado a defender causas justas.

Marcelo Irigoitia es uno de los integrantes y dice que lo primero que lo llama es la lucha de los pueblos originarios: “Debería hacerme un análisis, pero mi fisionomía dice que soy parte de estos pueblos. Y si no lo fuera, lo haría igual”. Irigoitía tiene cuatro hijos, en la semana trabaja y los domingos va al lugar con su mujer Nancy González y sus dos hijos menores.

Alfonsina Bissoni es brasileña, casada con un argentino en su país, y ahora parte de la comunidad. Asegura que su madre le dijo que tiene raíces indígenas. Se enteró de Punta Querandí por Facebook y viene desde el 2019. “Me sorprendió mucho que haya este tipo de comunidades en Buenos Aires. Me acerqué un domingo a un taller de cestería. Ahí me enteré de los 14 años de lucha contra el avance de los barrios privados. Teníamos que hacer guardia las 24 horas, pero hoy ya se ganó”, comenta Bissoni acompañada de su hijo.

El objetivo de la comunidad no es hacer viviendas para habitar el lugar, sino reivindicar sus raíces, encontrarse con sus orígenes, revivir sus costumbres. Para ellos Punta Querandí es un lugar para encontrarse con sus ancestros, revivir su espiritualidad, “Se nos mintió que este lugar se pobló sólo a partir de la llegada de los europeos”, concluye Badano.

«La ciencia y la tecnología permiten a la sociedad expandir y diversificar su matriz productiva»

«La ciencia y la tecnología permiten a la sociedad expandir y diversificar su matriz productiva»

Frente a las declaraciones de Javier Milei, el candidato presidencial de La Libertad Avanza sobre su proyecto de eliminar el ministerio de Ciencia y Tecnología y privatizar el Conicet, el Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, Diego Hurtado, explica la necesidad de que el Estado intervenga en esa materia para generar desarrollo productivo, empleo y crecimiento en el sector privado.

En su búsqueda por reducir el gasto público y tras haber logrado el 30% de los votos en las PASO, el candidato a presidente Javier Milei incluyó dentro de sus propuestas la privatización del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la eliminación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.

Diego Hurtado, secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación de dicho ministerio y Vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), conversó con ANCCOM acerca la actualidad de la materia y qué significaría la pérdida de la inversión de políticas públicas en el área.

 ¿Cómo se hace desde el área de la ciencia y la tecnología para hacer frente a discursos que minimizan su aporte social?

El ámbito de la ciencia y la tecnología es importantísimo. Sobre todo, en una coyuntura electoral porque la sociedad argentina tiene una percepción muy positiva de la ciencia y la tecnología. Esto no es una intuición, está evaluado en encuestas federales hechas por el Ministerio. A partir de varios miles de encuestados, más de 6000, donde más del 80% apoyan a la ciencia y la tecnología argentina, creen que es una actividad muy positiva, valoran el financiamiento del Estado en el área, no quieren recortes, al igual que en salud y educación. Dicho eso, aparece la necesidad de un discurso clarificador. Si aparece alguien y te dice que al CONICET hay que privatizarlo, capaz alguien que está a favor de la ciencia y la tecnología y está interesado en lo que se hace en la institución, vea con buenos ojos que pase a manos privadas con miras de que sea más eficiente. Es un prejuicio de que todo lo estatal es negativo y todo lo privado es positivo. Gran disparate, al cual creo que tenemos que responder que el Estado necesita del sector privado, y el sector privado necesita del Estado. Lo que demuestran las economías desarrolladas es que aquellos países a los que les va bien es donde se logran asociaciones virtuosas de lo público y lo privado, donde el Estado genera políticas públicas que pueden favorecer al mundo de los negocios que maximiza ganancias con las reglas del juego de la democracia y del voto electoral por fuerzas políticas y por ende sus programas políticos.

 ¿Cuál es su perspectiva frente a la idea de privatización del CONICET?

Ya se parte del error de comparar la NASA con el CONICET. Donde Milei dice que la NASA tiene 7.000 personas y en el CONICET son 30.000. Al ser la NASA una agencia espacial, la tendría que comparar con la agencia espacial que es la CONAE, donde trabajan entre 300 y 400 personas. Lo más importante es entender que estamos frente a un economista ortodoxo, que asume posiciones políticas que vimos en los 90 en Argentina, que atrasa muchos años. Todo lo que dice que va a hacer ya lo vimos en la época menemista. Él se posiciona como un economista ortodoxo liberal, pero cuando uno lo quiere encuadrar en el contexto latinoamericano es ignorante y equívoco.

Recuerdo que en el año 1993 un informe del Banco Mundial recomendaba privatizar el CONICET porque así iban a ser abolidos más de 5.600 cargos del gasto público. Íbamos a abolir cargos de científicos y científicas, de tecnólogos. Ese informe fue expuesto en la década neoliberal privatizadora y achicadora del Estado por excelencia. Finalmente, no pasó nada, porque la recomendación era un disparate, significaba privatizar el semillero de agendas de investigación del país.

¿Cuál es el rol del CONICET para el aporte al conocimiento científico?

El CONICET creó más de 50 empresas de avance tecnológico, recientemente asociándose con el sector privado para hacer la primera vacuna nacional para el Covid (N. de la R: la vacuna ARVAC Cecilia Grierson). En la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONAE) el reactor Carem es una iniciativa pública, porque además es una tecnología emblemática alrededor de la cual hay más de 120 pymes trabajando, y pasaron más de 1.000 empresas. El cannabis medicinal como un nuevo sector de la economía de alto valor agregado. O el sector espacial en la Argentina como otro sector de valor agregado donde hoy, gracias a la inversión estatal, están apareciendo empresas privadas y están haciendo negocios con el sector espacial. Eso no hubiera sucedido sin políticas de desarrollo de satélites nacionales, las universidades acompañando creando carreras de tecnología espacial para formar profesionales que demanda el sector. ¿Cómo se explica eso sin el Estado invirtiendo en satélites, o sin el CONICET involucrándose en el cannabis medicinal para que hoy las empresas privadas junto con la institución estén generando normativa, un marco jurídico legal para que sea también un ámbito de negocio para el sector privado, respondiendo una demanda de la sociedad argentina?

“El CONICET investiga sobre el Rey León” como dijo la candidata a vicepresidenta Villarruel, y te buscaron una investigación cuyo título puede sonar ridículo, pero después debería verse si es el título y qué incluye esa investigación con su impacto en las infancias. En el CONICET hay 12.000 investigadores, 9.000 becarios de doctorado, y 3000 becarios de posdoctorado ¿Qué pasa con los demás que no estudian al Rey León? Pero ahí está la eficacia comunicacional, porque con un caso se pretende demoler 2.000 proyectos. Eso es falso y una argumentación tramposa que tergiversa. Ahí es donde un votante, que viene de laburar cansado, que no tiene un buen salario, que se siente decepcionado por el gobierno actual, escucha eso y está más predispuesto a indignarse, y pensás que una persona que es candidato a presidente no te va a estar mintiendo en la cara, pero sí, mienten.

 ¿De qué modo la ciencia y la tecnología aportan valor a la sociedad?

La ciencia y la tecnología lo que le da a una sociedad son capacidades para expandir y diversificar su matriz productiva. La diversificación de la matriz productiva sobre todo del punto de vista manufacturero e industrial es lo que genera la demanda de nuevos empleos y nuevas actividades vinculadas a la economía, y eso lo vemos con el cannabis medicinal y el sector aeroespacial, que van cerrando una ecuación que en Argentina no cuadra: queremos tener celulares, pantallas de plasma, pero exportamos soja, para decirlo de una manera simplificada, donde no cierra la balanza comercial, que es un problema de la Argentina de hace muchos años. Hay una necesidad de exportar valor agregado a las exportaciones, que supone conocimiento, porque cuando se habla de valor agregado es una manera a través de la cual la economía alude al conocimiento incorporado a la producción, sea como nuevo producto o proceso, como formas de organización de una empresa, entre otras. Eso es conocimiento. Y hay que agregar al conocimiento de nuevos materiales, instrumentación, sin perder de vista las ciencias sociales.

 ¿Hay una estigmatización de las ciencias sociales por sobre las ciencias duras o exactas, en relación a su productividad?

Las ciencias sociales no tienen buena prensa en la derecha argentina. Para ellos son el management, la administración, y sin embargo son las que producen el conocimiento que necesita un país por ejemplo para hacer políticas públicas: desde una represa y conocer las condiciones socioeconómicas en la zona, hasta estudiar la pobreza, o cómo mejorar la educación pública en la Argentina haciendo un trabajo investigativo del tema a nivel federal, en un país que es complejo a nivel territorial, o entender las economías regionales, todo eso te lo van a dar las ciencias sociales. Cavallo mandó a lavar los platos a científicas y científicos, y entre ellos a Susana Torrado, una socióloga experta en demografía que lo que había hecho era hacer pública su investigación de la estructura socioeconómica de la Argentina, y lo que no le gustó a Cavallo era el sesgo hacia la pobreza y la desigualdad que mostraban sus investigaciones, mientras que ella era una de las mejores sociólogas de América latina, aportando conocimiento vital para cualquier política pública vinculada a pobreza, federalización, o cómo superar la desigualdad. Y del otro lado, un sector privado que es el que adora Milei, con el cual se marea, que sin embargo no invierte en investigación y desarrollo, y ese es el otro punto.

¿Qué rol juega la idea de lo público y lo privado en relación a la ciencia y la tecnología?

Hay un discurso que se propone demoler al sector público, y cuando se analiza con corte estadístico, en el sector público están las mayores capacidades que tiene nuestro país, mayores que en el sector privado, desde profesionales, títulos secundarios, terciarios y universitarios. Cualquiera sea la métrica, en el sector público hay recursos humanos más valiosos y capacitados. El discurso de Milei te monta en 40 años de estigmatización del sector público, y sobre eso las argumentaciones yuxtaponen falsedades con ejemplos que no son representativos.

Desde el Ministerio de Ciencia, para nuestras políticas hay un componente fundamental, que es cómo generamos instrumentos para incentivar la inversión privada mínimamente. Hay confusiones circulando, por lo que hay que ser cuidadosos. Por ejemplo, cuando se dice que en Israel se invierte más de cinco puntos del PBI en investigación y desarrollo. Alguien que sigue a Milei te va a decir que el 4.5% es privado, y el 0,5% es estatal. Pero ese porcentaje privado quizá no hubiese existido sin políticas estatales, así que ojo con tirar números al aire.

 ¿Un ente privado dejaría por fuera ciertas áreas que no considere meramente provechosas?

Claro. Hay un libro de Mariana Mazzucato del 2013, una investigadora ítalonorteamericana que trabaja en Gran Bretaña, que fue un bestseller. y vino a desmitificar la retórica de Milei, de ese sector privado eficiente e innovador, y un Estado elefantiásico, lento. Lo que dice Mazzucato es “Steve Jobs sin el estado norteamericano derramando millones de dólares en defensa, a lo sumo podría haber inventado un lindo juguete”. Desagregando ese argumento, los chips, gps, internet, pantalla táctil, todo lo desarrolló el sector de la defensa de Estados Unidos son inversión pública. Después llegaron los empresarios a usufructuar, porque hay una política pública que fomenta que el sector privado se beneficie de lo que desarrolla el Estado. Así, luego las tecnologías se reconvierten a usos civiles, como es el caso de Internet, que era una red de comunicación resiliente a un ataque nuclear, y hoy es de uso civil, como el GPS en defensa, al que no se puede acceder por su nivel de precisión, y el de uso civil con un nivel menos preciso que es el que se usa cotidianamente.

 ¿Qué se está desarrollando actualmente en el ámbito de la ciencia y la tecnología en Argentina que podría verse truncado en un próximo gobierno con una política de desfinanciamiento estatal?

Principalmente el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 (PNCTI) , que hoy está vigente y marca el horizonte de las políticas de ciencia y tecnología porque se elaboró con las 24 jurisdicciones, las dos CTA, la Unión Industrial, la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), empresas pymes, foros relevantes del sector de ciencia y tecnología, y con organizaciones sociales de la economía popular. Se buscó convergencia y consenso, y trabajamos dos años y medio con esa meta. Recorrimos el país varias veces, y salió ese plan. Ahí están 10 sectores estratégicos nacionales desagregados en misiones, cada sector estratégico dividido en tres o cuatro misiones, y cada misión desagregada en tres o cuatro estrategias de investigación, desarrollo e innovación, y además de las agendas estratégicas nacionales, elaboramos con cada una de las provincias una agenda de ciencia y tecnología para acompañar cada uno de los planes de desarrollo provincial. Una vez elaborados estos planes, cada gobernador o gobernadora debía avalarlo y así se está haciendo. Esto lo hacemos para que no importa quien gobierne en un futuro, se respete el Plan 2030 en cada provincia.

Cuando fuimos al parlamento para tratar de que se apruebe como ley para darle mayor formalidad, en el Senado se aprobó con 58 votos contra uno, y en Diputados está hace seis meses, porque se meten palos en la rueda para que no llegue a votación, principalmente desde el PRO y no así desde los radicales como Manes, que demostró estar bancando el plan. Mientras tanto, aprovechan para dilatar en medio de la coyuntura electoral donde se sesiona poco, y para luego no verse comprometidos con cuestiones que saben que no van a cumplir.

 

¿Qué mirada tiene a futuro para el sector?

Me parece que la ciencia y la tecnología deben ser nuestra bandera, porque partimos de una percepción social positiva del área. La estrategia sería que las provincias se empoderen de sus agendas sin importar su color político, como componente federal donde cada provincia elabora lo que necesita en un plan nacional, y suponiendo que gane Milei, no le sería tan fácil negar el plan cuando los gobernadores seguramente defiendan la agenda de sus provincias. Fortalecer ese plan 2030 con apoyo sectorial, de las empresas, de las pymes, del sector de ciencia y tecnología, para hacer frente a ideas de eliminar y privatizar la ciencia, por lo que seguramente habrá discusiones por las políticas en el área.

«Larreta y Burzaco son los autores intelectuales de la muerte de mi hijo»

«Larreta y Burzaco son los autores intelectuales de la muerte de mi hijo»

Tras la autopsia y en medio de las dilaciones de la justicia, el padre de Facundo Molares, el militante asesinado en el Obelisco por la Policía de la Ciudad, volvió a señalar la responsabilidad política por el crimen de su hijo.   

“Lo que se ve en el informe de la autopsia es absolutamente compatible con una asfixia, ocasionada porque a Facundo, como todos vimos, lo tiraron al suelo, lo aplastaron contra el suelo y se le subieron dos policías que deben pesar más o menos 100 kilos cada uno”, afirmó Gustavo Franquet, el abogado de la familia de Facundo Molares, en una conferencia celebrada en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA).

Franquet, integrante de la Asociación Gremial de Abogados y Abogadas de la República Argentina, detalló las acciones que se llevaron adelante en representación de la familia de Molares. Señaló que en principio la idea era pedir una segunda autopsia: “Todos sabemos que las autopsias carecen de contexto y en la primera dice que falleció por un ‘paro cardiorrespiratorio’, pero este paro fue provocado”, subrayó.

“El jueves asesinaron a Facundo –prosiguió el letrado–, el viernes la causa estuvo en manos de la fiscalía, ese día a primera hora el padre Hugo Molares se presentó como querellante con el patrocinio de la Gremial de Abogados y Abogadas, pero a última hora le enviaron la causa al juzgado. El lunes pasó a despacho. El martes, la fotocopia de la partida de nacimiento de Facundo que presentamos para acreditar el vínculo con Hugo, su padre, necesitaba ser una copia certificada”. Por esto, Hugo tuvo que contratar a un escribano para realizar el trámite exigido por el juzgado.

“Recién ayer, jueves, se habilitó la querella, volvió la causa a la fiscalía y quedaba el día de hoy para presentar el pedido de una segunda autopsia, basados en el informe del doctor Rossi (el perito externo al que consultaron), que entendía que podía haber algunos puntos importantes a analizar producto de la primera”, remarcó Franquet, quien además informó que, por decisión de Hugo Molares, desistirían de ese pedido a cambio del cuerpo de Facundo.

De la conferencia de prensa también participaron Leonardo Juárez, el secretario de Rebelión Popular, la organización social en la que militaba Molares, y el propio Hugo Molares, que recordó con mucha tristeza y dolor a su hijo.

“Facundo era un poeta, pero no un poeta de escribirle versos a la luna, como decía Atahualpa, era un poeta de la hermandad, de la libertad y de la solidaridad. Este no es el final de Facundo, es un cambio de esfera de Facundo”, expresó Hugo Molares entre lágrimas.

Y se mantuvo firme en su acusación al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y a su ministro de Seguridad, Eugenio Burzaco: “Tanto Larreta como Burzaco son los autores intelectuales de la muerte de mi hijo. A Facundo lo fueron a buscar, lo atacaron con saña, es un crimen con ensañamiento. Hay autores materiales, claro, pero si a los perros les sueltan la cadena, los perros muerden”, concluyó.