Todos los libros, el libro

Todos los libros, el libro

Se presentó en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales el Vocabulario crítico de las Ciencias de la Comunicación, un volumen que reúne escritos de 139 académicos, docentes y periodistas de la Carrera de Ciencias de la Comunicación que funciona como un caleidoscopio en el que se despliegan conceptos, lenguajes, géneros, soportes, identidades y tantos asuntos más.

Es semana de elecciones en la Facultad de Ciencias Sociales y el movimiento ya normalmente ajetreado de las tardes se convierte en frenético. En la entrada te reciben militantes con remeras de distintos colores para entregarte una colección de folletos de promesas de un mundo mejor; para luchar contra el FMI y también lograr tener papel en el baño de la facu –ambos difíciles de lograr–. En la calle, la bicisenda está bloqueda por una parrilla improvisada donde marchan chorizos y hamburguesas a precio amigo. La plaza seca o conversodromo Nicolás Casullo –su nombre oficial– aloja a un grupo de jóvenes que bailan al ritmo de una cantante que no se sabe si desafina por la calidad del audio o por falta de talento. Los pasillos colapsados alojan a amigos y compañeros de cursada, que se saludan con entusiasmo y charlan sobre las materias. La corriente hormigueante de los alumnos para entrar a las aulas te arrasta hasta el corazón del edificio: el auditorio. Esta imponente sala amarilla, alojó el miércoles 28 de agosto la segunda presentación de Vocabulario crítico de las Ciencias de la Comunicación, una especie de diccionario de conceptos clave del área donde colaboraron académicos y académicas emblemáticas

Vocabulario…, que fue presentado por primera vez en la Feria del Libro en mayo de este año, es un exitoso intento de darle voz a la comunidad de las Ciencias de la Comunicación. Los coordinadores del volumen, el vicedecano de Ciencias Sociales Diego de Charras, la directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación Larisa Kejval y la profesora Silvia Hernández, nuclearon a 139 autores, eminencias de la comunicación, para armar una publicación tan novedosa como necesaria: 114 entradas que comprenden un amplio abanico de temas relacionados con la comunicación, desde los vínculos entre sociedad, medios y tecnología a los lenguajes y las significaciones, pasando por las relaciones entre procesos culturales, identidades, política y economía.

Esta segunda presentación se propuso hacer foco no tanto en la forma en la que se compiló el libro, sino en presentar algunas de las lecturas que surgieron de él, y de ahí el nombre del evento: “Lecturas del Vocabulario, memorias de la carrera”. En el panel participaron seis de los colaboradores: Christian Ferrer, Santiago Gándara, Alejandro Kaufman, Stella Martini, Jose Luis Petris y Silvia Hernández (estos últimos dos en representación de Oscar Steimberg y Mónica Petracci, respectivamente).

Sumados a las personalidades del panel, Damián Loretti, Ricardo Forster, Washington Uranga, Pablo Alabarces, Sandra Carli, Marita Soto y María Rosa del Coto son otros de los prestigiosos nombres de los investigadores que participaron como autores.

Kejval dirigió el evento y afirmó que esta presentación pretendía ser “doméstica, como en casa”. Rescató también el rasgo plural de Vocabulario…, que convivan en él diferentes posturas y corrientes de pensamiento, sin una bajada global. Como si fuera una foto de la actualidad de esta particular área de conocimiento; con sus contradicciones, avances y problemáticas actuales que la atraviesan, desde lo social y lo económico hasta lo estatal. Siguiendo a Kejval en la apertura de la charla, el sistema universitario se encuentra en crisis y las conversaciones que se dan reflejan ese impacto. Las ciencias no son herméticas a lo que pasa en lo social y el libro, en su interior y como acto político, da cuenta de eso.

«El Vocabulario…es un albergue transitorio para la pasión por el saber. Esta pasión es mucho más fuerte que el sexo y más duradera, es lo que nos nuclea a todos acá, lo que hace que un estudiante pase horas estudiando para un final”, cerró Ferrer en tono jocoso y despertando risas en el público.

Christian Ferrer, sociólogo, ensayista y profesor, afirmó en el panel: “El libro es algo excepcional. Es difícil lograr que estén todos juntos a pesar de las diferentes corrientes epistemológicas y los egos. Generalmente las cátedras son como islas y es difícil armar comunidad. Eso es motivo de celebración”. En este sentido, el académico puso énfasis en la necesidad de proyectos de diccionarios que estén “en movimiento”, que abran a debate y no que busquen definiciones definitivas: “Todo diccionario es provisorio”, dijo. De esta manera los conceptos están vivos en cuanto y en tanto son discutidos en clase, en el espacio del aula. Vocabulario…“es un albergue transitorio para la pasión por el saber. Esta pasión es mucho más fuerte que el sexo y más duradera, es lo que nos nuclea a todos acá, lo que hace que un estudiante pase horas estudiando para un final”, cerró Ferrer en tono jocoso y despertando risas en el público.

Stella Martini, doctora en Ciencias Sociales y profesora en la carrera de Ciencias de la Comunicación, hizo énfasis en la decisión de nombrarlo «Vocabulario crítico» y no «diccionario técnico”. Siguiendo a Martini, “el Vocabulario…es un rompecabezas, es más abierto y menos impositivo”. A diferencia de un diccionario, que es un sistema cerrado, Vocabulario crítico remite más a términos de uso en el ámbito de una comunidad hablante y que además se entiende a sí misma como crítica.

En un tono más emotivo, la investigadora declaró que el compilado “hila una tradición de la facultad, de los compañeros contemporáneos, pero también de los que estuvieron en la fundación de la carrera hace más de 35 años; como Nicolás Casullo, Sergio Caletti o Margarita Graziano, entre otros”.

Por su parte Santiago Gándara, licenciado en Comunicación, docente de la Universidad de Buenos Aires y referente del sindicato docente AGD-UBA, dedicó tiempo de su discurso para explicar que el proyecto consolida intentos anteriores de unificar ciertos conceptos. “Todos hemos pensado alguna vez en la elaboración de un diccionario, hubo intentos de algunas cátedras que procuraron llevar adelante ese proyecto hacia el interior de la cursada, pero que finalmente terminaron decayendo”. En su mirada, Vocabulario… es la materialización de una idea que flotaba en el aire, que estaba presente en algunas cátedras y profesores. “Celebramos la iniciativa de una recopilación general”, cerró Gándara.

Por último Alejandro Kaufman, profesor universitario, crítico cultural y ensayista, remarcó la posición política que ocupa el libro. “Pensando en la estatalidad, Vocabulario… es un acto de gobierno”, manifestó. Corriéndose de las definiciones exclusivamente administrativas que circulan hoy en día sobre lo estatal, la posibilidad de un libro así pone de manifiesto una gestión de la facultad donde “el saber tiene un lugar indiscutido. Es un acto de gobierno universitario, es un acto de saber más allá de lo administrativo”, concluyó Kaufman.

Vocabulario… no se limita a ser un documento estático, sino que se propone como una obra en constante movimiento, abierta al debate y a la reflexión continua. Es, en esencia, un puente entre las diferentes generaciones de comunicadores, uniendo a los fundadores de la carrera con quienes hoy se forman en sus aulas, y asegurando que el conocimiento siga siendo una herramienta viva y dinámica, adaptada a los tiempos que corren.

«No creo que el movimiento feminista tenga que hacerse cargo de Alberto Fernández»

«No creo que el movimiento feminista tenga que hacerse cargo de Alberto Fernández»

La paradoja de los avances de las políticas de género que permitieron demandar a un expresidente que las impulsó y el retroceso en el tratamiento mediático analizados por la investigadora Luci Cavallero y por la autora de «Feminismo Jumanji», Ana Laura Núñez Rueda.

Esta semana, el Poder Judicial resolvió imputar al expresidente Alberto Fernández por los delitos de lesiones graves doblemente agravado por el vínculo y contexto de género y amenazas luego de la denuncia presentada por su expareja Fabiola Yáñez. ANCCOM dialogó con la investigadora feminista Luci Cavallero y con Ana Laura Núñez Rueda, coautora del libro Feminismo Jumanji para pensar sobre la vigencia del patriarcado, el movimiento feminista y el tratamiento de la violencia de género en los medios.

Núñez Rueda puso en contexto el hecho: “Si el sujeto todopoderoso de estos tiempos sigue siendo el varón pudiente, blanco, de traje, con poder y que vive en las grandes urbes ¿qué nos sorprende de que Alberto ejerza la violencia de género? Con esto no quiero decir que cualquier varón blanco ejerza la violencia física y psicológica sobre las mujeres, pero sí, que el sistema sigue reproduciendo la desigualdad estructural -económica- que se vuelven visibles y palpables cuando se materializan en los cuerpos femeninos con marcas, golpes y en algunos casos hasta la muerte”. No obstante, para la autora, el feminismo hoy es uno de los movimientos sociales más importantes de América Latina, y es por eso que, a pesar del desmantelamiento de políticas públicas para combatir la violencia de género que atraviesa la Argentina, en otro momento histórico no se hubiera podido denunciar a un expresidente y escuchar la voz de la denunciante.

Luego de la denuncia, la filtración de los chats e imágenes inundó los medios de comunicación que no cesaron de hablar del caso desde entonces. Ante la mediatización de la causa, la socióloga feminista Luci Cavallero dice: “La forma en que fue tratado el caso en los medios es un retroceso en los logros que habíamos obtenido en la disputa por una comunicación feminista. Los medios fueron quienes difundieron las imágenes sin consentimiento previo de Fabiola y sin que ella antes denunciara. También los medios comenzaron una cacería de mujeres que pasaron por Olivos, sin poner en eje a la responsabilidad del denunciado”. El enfoque en las visitas que recibió Alberto Fernández durante la pandemia por el covid-19 tomó más relevancia y generó más odio que la misma violencia de género; incluso, la ira recayó principalmente en las mujeres que fueron a Olivos analiza Cavallero. “Hay una tendencia misógina, puritanista, punitivista, que desaprovecha la oportunidad para el nivel pedagógico del asunto, donde se eduque a todes contra la violencia de género”, agrega al respecto Núñez Rueda.

Las especialistas coinciden en que al cambiar el eje sobre lo que verdaderamente se tendría que dar el tratamiento -la violencia de género- se preguntan si realmente los medios de comunicación tienen la problemática social en su agenda. Cavallero explica: “Esto es parte de una forma de tratar el tema que no tiene que ver con favorecer los intereses de las mayorías sociales que están esperando respuestas del gobierno por la crisis económica, que transforma la salida de la violencia como una utopía. Hoy quien tiene que salir de su hogar porque sufre violencia de género no puede alquilar porque los precios están desregulados, hoy también quién necesita una ayuda del Estado como el programa Acompañar, no puede recibirlo”.

Núñez Rueda retoma el análisis del tratamiento mediático y asegura: “Seguramente hay personas y voluntades que sí están preocupadas por la erradicación de la violencia de género, pero los intereses económicos y políticos detrás de los medios de comunicación, y en un marco donde las leyes que se habían construido a través del debate ciudadano quedan sin efecto o con poca capacidad de accionar, se torna muy difícil posicionar debates que se aparten de las ideas de rating, impacto, amarillismo”. Este caso mediático es una demostración de que, pese a que Yáñez se haya cuestionado el accionar del Ministerio de la Mujer ya que según ella “no hubo ayuda”, cuando es elemental la implementación de políticas públicas a la hora de afrontar casos de violencia de género. En el mismo sentido, Cavallero suma: “Las declaraciones de Fabiola no aportan nada para entender el fenómeno de violencia por razones de género en donde se perjudica de forma gratuita a la institucionalidad feminista. Si bien entendemos su posición, nos parece que deslegitimar una institución fruto de años de lucha, no aporta para nada a la clarificación que tiene que hacer la sociedad sobre las políticas públicas”.

Por otro lado, algunos medios de comunicación y el mismo imputado expresaron que las fotos difundidas de Yáñez estaban trucadas o que los moretones se debían a procedimientos estéticos. Esos rumores no hacen más que deslegitimar a la víctima y generan un retroceso social en cuanto a la credibilidad de la mujer. Cavallero historiza el mecanismo opresor: “El cuestionamiento de la validez de imágenes de una víctima de violencia es un recurso histórico, es una forma de describimiento de la sociedad. Ha habido una gran pedagogía del feminismo no con la finalidad de que se condene de antemano, sino para darle entidad a la persona que denuncia”. 

La imputación cae sobre un exmandatario que durante su gobierno promovió derechos de las mujeres tales como el derecho al aborto legal, seguro y gratuito además de la erradicación de la violencia de género a través de la implementación de políticas públicas. No obstante, Núñez Rueda comenta: “No creo que el movimiento feminista tenga que hacerse cargo de Alberto Fernández, de hecho, creo que se nos exige mucho. El libro Feminismo Jumanji surge como escritura conjunta en un momento de muchísima expectativa respecto a ese señor, a quien muchas de nosotras militamos, porque desde el 2015 a esa parte, habíamos adquirido mucha visibilidad pública y política y creíamos que un fuerte movimiento de mujeres y un gobierno peronista, nos iba a dar la posibilidad no solo de adquirir el aborto, sino de ganar terreno en muchas batallas. Pero Alberto no es un fiasco, ahora que se sabe que es un golpeador -lo cual, de ser demostrado, lo llevará a prisión- sino, que para muchas de nosotras se constituyó en un fiasco en el preciso momento en el que sobre alguna de nuestras agendas generó política, mientras no resolvía el tema de la redistribución de la riqueza; y no hay feminismo posible, no hay erradicación de la violencia posible, si no hay modificaciones estructurales en lo económico”.

Reclamos de trabajadores de prensa a diario

Reclamos de trabajadores de prensa a diario

El SiPreBA se movilizó desde la puerta de Página/12 hasta la Secretaría de Trabajo en reclamo de aumento salarial. «Tenemos sueldos por debajo de la línea de indigencia», subrayan en el gremio.

Este miércoles al mediodía, trabajadores agrupados en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) se dieron cita en la puerta del diario Página/12 para reclamar por salarios dignos. Reclamaron, entre otras cosas, que la Secretaría de Trabajo convoque a reuniones paritarias para que las empresas de periodismo gráfico actualicen el nivel de salarios para el próximo trimestre.

La concentración y posterior movilización estaba pautada para la una de la tarde, bajo la consigna “Pagan salarios de pobreza y bloquean las paritarias”. Cerca de las doce y media comenzaban a llegar los primeros trabajadores con banderas y volantes. El sonido de las trompetas y los redoblantes hizo que la presencia de los manifestantes fuera ineludible. Ante la pregunta de algunos transeúntes que caminaban por la Avenida Callao, periodistas y reporteros gráficos se disponían a explicar sobre la delicada situación salarial en la que hoy se encuentran. Con el correr de los minutes, fueron llegando trabajadores de diferentes medios y también de otros sindicatos para comenzar a marchar hacia la Secretaría de Trabajo de la Nación.

El secretario general de SiPreBA, Agustín Lecchi, explicó que la movilización desde Página/12 hasta la Secretaría de Trabajo se debe a que ya pasó más de un mes desde las últimas negociaciones paritarias y porque está vencido el acuerdo salarial. Lecchi explica que el salario de un trabajador de prensa hoy puede estar entre los 325.000 y los 400.000 pesos.

“No podemos tolerar esto en una Argentina donde sigue habiendo una inflación mensual que ronda los 4 puntos, se hace muy difícil para nuestros compañeros y compañeros llegar a fin de mes”, aseguró el dirigente gremial. Además, remarcó la importancia que los trabajadores de prensa tienen para garantizar el derecho a la información, que es su oficio, su profesión y su obligación.

Lecchi sostiene que la Secretaría de Trabajo suspendió las audiencias que tenían acordadas hace quince días por orden de los grandes medios. La última vez que se reunieron en la Secretaría de Trabajo fue hace un mes.

Llamadas

En las últimas horas, los trabajadores de prensa habían recibido llamados de la Secretaría de Trabajo para establecer el diálogo por paritarias, tanto el martes como el mismo miércoles a las ocho de la mañana. Pero el gremio decidió de todas maneras mantener en pie la movilización. Con respecto a esta decision, Lecchi sostuvo que están abiertos al diálogo, siempre y cuando sea conducente, que resuelva la situación. “Para nosotros, bienvenido todo diálogo, pero lo que necesitamos es recuperar los salarios. No podemos esperar semanas y semanas sin tener instancias paritarias porque cada semana que perdemos es el salario que se sigue depreciando de nuestros compañeros y compañeras”, aseguró.

Ana Paoletti, delegada de SiPreBA en Página/12, explicó que el motivo de la movilización a la Secretaría de Trabajo era exigir la convocatoria urgente de una audiencia para discutir la paritaria de prensa escrita. Hasta ahora las audiencias fueron suspendidas por un reclamo del sector empresario.

“El salario de los compañeros y las compañeras es urgente. Es una discusión que no podemos postergar más”, dijo la delegada y contó que Página/12 es la única empresa de prensa escrita que no ha otorgado ningún aumento en el último trimestre. Durante su alocución frente al edificio del diario, Paoletti expresó que no se puede hacer periodismo de calidad con un sueldo de 350.000 pesos.

La delegada gremial, además, aseguró estar preocupada por la indiferencia que siente de parte de la dirección periodística de Página/12. Paoletti sostiene que a los trabajadores que participan de los reclamos salariales les descuentan los días de paro, mientras que aquellos que no participan de las acciones sindicales son premiados. De esta manera, pueden encontrarse en una misma sección trabajadores que hacen el mismo trabajo pero reciben salarios distintos. Los que no hacen paro pueden estar cobrando hasta el doble que aquellos que participan de los reclamos: “Queremos que esto se resuelva pronto y que Página/12 respete la decisión de los trabajadores de negociar los salarios en la Secretaría de Trabajo con su representación gremial que es el Sindicato de Prensa de Buenos Aires”.

Página/12 es parte del multimedios Grupo Octubre, el cual dirige el sindicalista Víctor Santa María. Paoletti cuenta que, a su vez, dentro del Grupo Octubre hay una agencia que se llama GO (las iniciales del grupo), donde funciona una redacción paralela. Está agencia nutre al sitio web del diario cuando los trabajadores hacen medidas de fuerza. “Esto es algo que funciona hace ya dos o tres años, pero aún así no ha podido doblegar a la organización gremial con una trayectoria y una tradición que ya cumplió 37 años”, señala la delegadal.

Paoletti expresó que cobrar un salario digno es un reclamo de todos los trabajadores. La delegada aseguró que no sólo los trabajadores de prensa ha perdido poder adquisitivo sino todos los trabajadores. Sin embargo, el periodismo cumple un papel particularmente importante en la sociedad: “El rol de los medios de comunicación es garantizar la pluralidad de voces, garantizar la democracia”, aseguró. Para ella, en este contexto es necesario que esté Página/12, los medios alternativos, los medios autogestivos y todos los posibles para analizar la situación que estamos viviendo.

En la manifestación también se hicieron presentes  trabajadores del Sindicato de Canillitas, de la Federación Gráfica Bonaerense, de La Bancaria y de la Federación de Aceiteros y Desmotadores.

El Sindicato de Prensa de Buenos Aires obtuvo la personería gremial a principios del 2023, quedando a partir de ese momento en condiciones de negociar paritarias en nombre de los trabajadores. Francisco Ravini, delegado de Sipreba en el diario Clarín, explicó que la medida de fuerza era específicamente por la decisión de la cámara empresaria AEDBA de no participar en la paritaria y de no firmar los últimos dos acuerdos. El delegado gremial dijo, también, que, en el caso específico de Página/12, la falta de homologación de esos acuerdos se utilizó para no cumplir con los básicos de consenso que establecen esas paritarias, como los pagos y retroactivos.

AEDBA es la Asociación de Editores de Diarios de la ciudad de Buenos Aires. La integran BAE Negocios, Clarín, La Nación, Perfil, El Cronista, Página/12 y Crónica. Agrupadas en esta asociación, las empresas periodísticas llevan adelante las negociaciones en común.

Ravini asegura que en los últimos diez años los trabajadores de prensa han perdido poder adquisitivo de manera dramática.

“Tengamos en cuenta que acá no estamos hablando de sueldos por debajo de la línea de pobreza sino por debajo de la línea de indigencia”, expresó el delegado: “Nuestra actividad con este nivel salarial no puede subsistir. Nadie está pidiendo nada estrafalario, simplemente poder vivir de nuestro trabajo. Estamos dando una lucha por lo que creemos que tiene que ser el periodismo de calidad. Y no hay posibilidad de un periodismo objetivo, serio y que aporte a la discusión política si hay salario de hambre”.

 

Radio Nacional cada día es más porteña

Radio Nacional cada día es más porteña

El director ejecutivo Héctor Cavallero levantó gran parte de la programación local de las emisoras provinciales. Las estaciones locales están sin directivos y las autoridades nacionales piden a los trabajadores para que se busquen auspicios.

Una disposición poco federal y centralista, anunciada el último viernes, afecta a la programación local de 49 emisoras de la red de Radio Nacional en todo el país. La medida implica que la programación local, en el horario central de la mañana, será reemplazada por espacios producidos en LRA1, Buenos Aires, eliminando el carácter regional que caracteriza a estas emisoras, lo que incrementa el temor por los efectos de la desinformación en las provincias.

La resolución, firmada por el director ejecutivo de Radio Nacional, Héctor Cavallero, comunicó a las 49 emisoras que, en lugar de la programación local de cada región, de 7 a 10 se escuchará “Ramos Generales”, un magazine conducido por el actor Diego Ramos. De 13 a 14 se emitirá el programa deportivo “Pasión Nacional”, y esto sumado a los panoramas nacionales de noticias que se emiten a las 6, 12 y 20 horas. Además, los mensajes al poblador sólo se emitirán a las 8 y durarán cinco minutos.

Además de quitarle espacio a las emisoras locales, hubo una serie de lineamientos que no se comunicaron de manera oficial sino a través de mensajes de whatsapp o charlas con los “representantes”, ya que no hay directores nombrados. “Nos piden que hagamos programas de entretenimiento, con información cultural, sin ninguna bajada política, sin ninguna opinión. Se cuidan de no comunicarlo de manera oficial”, comentó a ANCCOM Mariana Steckler, periodista y exdirectora de Radio Nacional Santa Fe, quien tenía su informativo de 9 a 12 y ahora se le redujo una hora.

Otra bajada de los representantes fue que, de ahora en más, la radio debe ser sustentable, “nos proponen que si tenemos alguna empresa o político que nos quiera auspiciar, que les pasemos ese dato”, comenta Steckler. Y agrega: “Hay radios nacionales que tienen mucho auspicio, está perfecto mientras no interfiera con el espíritu básico que tiene un medio público. Pedirle a un trabajador de la radio que salga a vender publicidad me parece que no se puede tolerar”.

La situación fue similar en todas las provincias. Laura Lescano, trabajadora y delegada de Radio Nacional Mendoza, comentó en diálogo con ANCCOM: “Nos comunicaron los lineamientos artísticos y la nueva programación mediante una reunión por Zoom el jueves”.

En Córdoba, la medida fue oficializada el viernes al mediodía en una asamblea donde participaron representantes de la gerencia nacional de Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (RTA). “Nos confirmaron también que debíamos seguir transmitiendo las conferencias del vocero presidencial que duran entre 25 y 30 minutos, por lo que nos queda sólo una hora y media de programación local entre las 10 y 12 del mediodía”, comenta en diálogo con ANCCOM, Facundo Arzamendia, trabajador de Radio Nacional Córdoba y miembro de la Comisión Directiva del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (CISPREN).

Con respecto a la situación de los trabajadores, todavía no hay precisiones ni anuncios de despidos, pero siguen en alerta ya que su labor diaria se ve afectada, sobre todo quienes forman parte de la programación de la mañana. En el caso de Córdoba, Arzamendia, quien participaba del magazine “Hay Mañana” aclara: “Nos estamos reacomodando porque no tenemos ningún tipo de autoridad de la radio, estamos tratando de integrar los contenidos informativos en sólo una hora y media. No tenía sentido mantener un magazine ya que se perdía un montón de información local, nos vimos en la necesidad de armar un informativo acotado. Tenemos especialistas en política, economía, deportes y todo queda reducido a una expresión mínima”.

Cómo afecta a la población

Un servicio fundamental que se ve afectado con estas nuevas medidas son los mensajes al poblador, un servicio que ofrece la radio para cada localidad con sus determinadas características geográficas y climáticas. “Tiene que ver con la cobertura total que da la radio, sobre todo en localidades muy inhóspitas donde no hay conectividad ni señal telefónica, la radio brinda la información para que se puedan comunicar entre puesteros, pobladores, información relevante para las personas”, explica Laura Lescano. Además, la radio es crucial para dar cuenta de cómo funcionan los servicios, operativos de distribuidoras eléctricas, paros de transporte, estado de las rutas nacionales. “Ahora, en cambio, te estás informando con lo que pasa en el microcentro porteño”, agregó.

Esta decisión también afecta al acervo de los contenidos locales que apuntan a lo artístico. “Las radios públicas somos un espacio de contención, promoción y fomento de los artistas locales. Éstos ven recortada una importante cantidad de horas de programación que muchas veces incluían entrevistas, reproducción de su propia música, sorteo de entradas y demás mecanismos de promoción que tenemos muy aceitados”, comenta la delegada.

Desde los gremios que representan a los trabajadores y trabajadoras como el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación (CISPREN), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), entre otros, están en alerta ante este nuevo embate contra las radios públicas del país.

La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) emitió en un comunicado: «Este anuncio se inscribe en el vaciamiento de la radio pública, que se manifiesta duramente los fines de semana y los feriados: no hay programas en ninguna emisora, incluyendo Buenos Aires». Fatpren repudió esta decisión, argumentando que atenta contra el carácter federal de la radio pública, y exigió un freno al silenciamiento de las emisoras de Radio Nacional. La intervención de los medios públicos se realiza en el marco de una gestión que, desde febrero de este año, busca centralizarlos y privatizarlos, aunque no haya prosperado en el Congreso el apartado específico de la Ley Bases que habilitaba ese objetivo.

 

Huvaití reconoció la labor de ANCCOM

Huvaití reconoció la labor de ANCCOM

La cooperativa de comunicación distinguió a cuatro medios por su labor de difusión de los trabajos de cooperativas y economías solidarias.

“No da lo mismo comprar en un hipermercado de una multinacional un producto ultraprocesado o realizado con agrotóxicos que comprar uno en un almacén cooperativo como este, donde no hay trabajo esclavo, donde los trabajadores reciben una retribución digna, donde el producto está cuidado en su manera de elaboración y en sus componentes. Y eso hay que visibilizarlo desde los medios de comunicación para que la sociedad lo conozca y lo pueda asumir como una actitud militante”, dirá en unos minutos Diego Rosemberg, el editor general de ANCCOM. En lo alto de una pared blanca, unas letras negras pintadas a mano dicen “Otra forma de producir, otra forma de consumir”. Es lo primero que se lee al entrar al almacén “Alimentos cooperativos” que está sobre Moreno al 900. El letrero está rodeado de estanterías llenas de frutas y huevos. 

Frente a ellas hay un mostrador largo de madera y, detrás de él, dos mujeres jóvenes que se ríen como si compartieran un secreto que es gracioso solamente para ellas, como si se tratara de un código común, único e irrepetible. Son las vendedoras, que dicen “Hola” sin que se les borre la sonrisa de la cara. ¿De qué son los alfajores que están acá? “Los de envoltorio verde son de membrillo, los de plateado son de dulce de leche”, responde una de ellas. Ambos tienen el mismo sticker: “Boca Calle. Proyecto 7”. Son alfajores originados en una organización social (Proyecto 7), que reúne a personas en situación de calle. “Los de chocolate blanco con dulce de leche son lo más”, recomienda la vendedora. 

Frente a la heladera para productos congelados hay una ronda de sillas negras y una mesa de madera con cuatro galardones, que también son de madera. Uno de ellos dice “Huvaití Comunicación reconoce a ANCCOM por su labor en la comunicación de la economía solidaria. Junio de 2024”, con algunas letras en relieve. Hay otros tres, porque además de la Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación fueron reconocidos Radio Ahijuna, El Eslabón y Radio La Lechuza

“Huvaití como cooperativa de comunicadores trabaja con muchos espacios de la economía social y en determinado momento generamos esta alianza con Alimentos Cooperativos, con CECOPAF, para que este almacén sea un espacio de visibilidad, pero también una experiencia conjunta entre comunicadores y promotores de la economía social”, dice Washington Uranga, integrante de la cooperativa Huvaití, en tono de celebración. 

«Quisimos contruir una experiencia que una a la comunicación con la economía solidaria», dijo Washington Uranga, integrante de Huvaití.

Entre el público se encuentra la periodista Luisa Valmaggia, quien había recibido un reconocimiento de Huvaití Comunicación en 2023 por su labor en Radio Nacional y Radio Cooperativa. Además está Eduardo Amorín de la Agencia de Noticias Solidarias, quien también había recibido un galardón el año pasado. Ahora habla Pedro Cerviño, el presidente de CECOPAF. Las siglas hacen referencia al Centro de Comercialización de Productos de Agricultura Familiar. “Nos pareció una buena iniciativa y una buena experiencia, no muy común, la de unir los esfuerzos de una cooperativa de comunicación con una de comercialización de productos de agricultura familiar y de la economía social”, dice. 

Resulta que “Huvaití” significa “salir al encuentro” en guaraní. De ahí que Huvaití Comunicación es una cooperativa que nació en Buenos Aires en 2014 que se dedica a la comunicación y el desarrollo de la economía social y la cultura popular. Forman parte de ella docentes, investigadores y especialistas en comunicación para la economía social, solidaria y cooperativa, la comunicación institucional, la comunicación estratégica, la comunicación para las organizaciones sociales y el periodismo. Desde hace dos años empezó a dar un reconocimiento anual a quienes, desde el campo de la comunicación, dan a conocer las acciones de la economía social y solidaria. Este año el reconocimiento es para los cuatro que aparecen nombrados en los galardones hechos en madera. 

El primero lo entrega Valmaggia a Pablo Martínez de Radio Ahijuna, que tiene su sede en Quilmes, Buenos Aires. Martínez cuenta, entre otras cosas, que en agosto la radio va a cumplir veinte años de trabajo. En el ínterin, Uranga cuenta que el galardón de madera “es de Pablo Goy, un artista de Carmen de Patagones, que es el mismo que viene haciendo el trabajo todos los años”. Una vez que el reconocimiento pasa a manos de Loreley Cavieres, también de Radio Ahijuna, Martínez dice: “Queríamos agradecer el reconocimiento, aparte es hermoso y lindo. Se lo queríamos dedicar a una compañera que perdimos el año pasado, que fue la que más nos enseñó sobre economía social y solidaria, así que el premio será para Mariana Zapata”. 

La periodista Luisa Valmaggia entregó la distinción a Radio Ahijuna.

De manera virtual, a través de una videollamada, también está presente Santiago Garat de El Eslabón, un periódico semanal hecho en Rosario, Santa Fe, por la cooperativa La Masa. “Quiero agradecer a Huvaití por este reconocimiento —dice—, por su calidad y carácter, que tiene que ver con la comunicación de la economía solidaria y social, que es algo que siempre hemos tratado de acompañar y en este contexto cobra más valor que nunca, en tiempos en los que el periodismo está tan bastardeado y tan precarizado”. 

Ahora es el turno de Mónica Knopoff, quien en representación de Radio La Lechuza, de San Juan, recibe simbólicamente el reconocimiento, ya que está en su provincia. Ella cuenta que la radio está en una zona rural y que ya cumple catorce años. “Estamos para comunicar, para involucrarnos, para apoyarnos entre todos”, dice. 

Finalmente es el turno de ANCCOM, que recibirá el reconocimiento representada por Rosemberg. Amorín es quien le entrega el galardón. “Agradecer, antes que nada, a los estudiantes de la carrera de Comunicación porque el cien por ciento de nuestro contenido lo elaboran ellos —aclara Rosemberg—. Si nos están distinguiendo por lo que nosotros publicamos, en realidad tendrían que estar ellos acá recibiendo la distinción”. Por modestia, no se atreve a decir que detrás de las producciones periodísticas hay un gran trabajo de los editores también. Pero el público presente es un público comunicador y lo sabe. El aplauso que se escucha ahora es para todos: los presentes y los virtuales. 

En una charla con esta agencia, Cerviño hace un balance del encuentro y dice que “estamos tratando de imponer un paradigma distinto al que se está imponiendo en la sociedad desde el poder político y económico. Vamos a contracultura de eso con un poder de base social, con la gente que produce, que trabaja, que somos capaces de tener relaciones solidarias”. 

Mientras saborea el vino tinto que Huvaití convidó, Cavieres cuenta que hace ya bastante tiempo forma parte de Radio Ahijuna y que desde hace poco está en el Consejo de Administración, que gestiona la cooperativa. También dice que el reconocimiento la pone contenta. “Y es mejor cuando te lo dan los pares —opina—, porque a veces te lo da gente que nunca te vio ni sabe quién sos”. A todo esto, ¿quién era Mariana Zapata? “Ella falleció el año pasado de una enfermedad. Nos enseñó a militar la economía social”. ¿Qué es, qué implica? “Detrás de estos productos hay personas que saben lo que hacen y no son una máquina que hace quinientas cosas iguales, sino que cada producto que uno se lleva tiene esa cuota extra de amor, de saber histórico y ancestral”. 

ANCCOM fue reconocida por su aporte a la difusión de la economía solidaria.

Laura Rodríguez, amiga de la cocinera de Huvaití, sostiene que el encuentro “me sorprendió, me pareció muy cálido. Me quedé con la gratificación de escuchar cosas que son necesarias para seguir pensando”. En un arrebato de entusiasmo dice “me quedé con ganas de un debate final, porque pensaba en la importancia que tiene que podamos participar del sostenimiento de los medios comunitarios. No es lo mismo escuchar como consumidor que escuchar siendo parte. Eso me hubiera gustado charlarlo”. 

Detrás de Rosemberg hay una pared blanca que tiene escritas estas palabras en color negro: “Comunicación para otra economía”. ¿Por qué es importante comunicar la economía social y solidaria? “Porque es un sector invisibilizado —dice Rosemberg—, dado que los medios grandes no alumbran su trabajo, que es importante no sólo por una contribución a la economía del país sino porque es una actividad que construye otra manera de vincularse y otros valores, muy distintos a los del mercado comercial”.