Un Sergio Massa profesional debatió con un Javier Milei inexperto

Un Sergio Massa profesional debatió con un Javier Milei inexperto

Los candidatos de Unión por la Patria y La Libertad Avanza se enfrentaron en el último cara a cara antes del balotaje en busca de los votos indecisos. Massa pudo dirigir el debate hacia el terreno que más le convenía mientras que Milei se mostró poco preparado y demasiado contenido para evitar sus habituales desbordes.

En la noche del domingo se celebró el tercer debate presidencial en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en un cara a cara más flexible que le dio un tono muy distinto a los anteriores. Los candidatos de Unión por la Patria y la Libertad Avanza se enfrentaron en un durísimo encuentro que avivó las brasas entre ambos políticos previo a las elecciones del 19 de noviembre.

En esta oportunidad, la novedad fueron las nuevas condiciones que estableció la Cámara Nacional Electoral (CNE): no se les permitió contar con apuntes para leer y podían moverse libremente por el escenario, aunque Sergio Massa fue el único que optó por salirse del atril en su presentación y cierre. Los ejes temáticos fueron seis divididos por Economía, Relaciones de Argentina con el mundo, Educación y Salud. Mientras en el segundo bloque fueron Producción, Trabajo y Seguridad, Derechos Humanos y Convivencia Democrática. Cada candidato contó con seis minutos para defender sus ideas, con la chance de repreguntar a su contrincante.

Los moderadores de la noche solo estaban autorizados a intervenir para controlar el tiempo de exposición o posibles interrupciones y agresiones. En esta ocasión, fueron los periodistas Luciana Geuna, Pablo Vigna, Érica Fontana y Antonio Laje.

Sí o No

Si bien el debate arrancó con un saludo amigable entre ambos candidatos, muy rápidamente comenzaron las confrontaciones que incomodaron al candidato Javier Milei. Durante los primeros tres ejes temáticos, el protagonismo se lo llevó el candidato por UxP al optar por una estrategia de preguntas por “sí o por no” hacia el candidato de LLA: «Javier, dijiste que vas a eliminar subsidios, que vas a privatizar Vaca Muerta, a dolarizar, a privatizar ríos y mares, que vas a eliminar el Banco Central, quiero que me respondas si vas a hacer todo eso por sí o por no». Javier Milei se negó a responder cada una de las preguntas pero la insistencia de Massa continuó todo el primer bloque, algo que le permitió manejar los temas de discusión y dejar al libertario sin iniciativa. Además, lo obligó a consumir su tiempo en responderle a Massa en vez de exponer sus propuestas o estrategia.

También, en repetidas ocasiones, Massa invitó a la audiencia a “googlear” afirmaciones del candidato libertario en canales de televisión. Frente a las acusaciones, Milei reaccionó aunque más contenido que en otras ocasiones, uno de los desafíos que se calculaba debería enfrentar. Pese al tono más mesurado trató de “mentiroso” y “ladrón” a su oponente: «Si un mentiroso dice que alguien es un mentiroso, ese que está siendo acusado dice la verdad. Si vos fueras Pinocho, ya me habrías lastimado un ojo», respondió desafiante. Al respecto, Sergio Massa pidió que aclare sus propuestas: «Javier, hiciste tu carrera, más que como economista, como standupero de televisión. Pero acá hay en juego muchas cosas. Estamos ante alguien que mintió durante toda la campaña o miente ahora», disparó Sergio Massa, más acostumbrado a las preguntas incómodas en los programas de televisión que su oponente. Milei negó ser agresivo en sus declaraciones y aseguró que él “expresa con pasión la indignación de los argentinos”.

Durante el intercambio, Massa se mostró diplomático pero insistente: volvió a preguntarle sobre la relación con el Papa Francisco y sobre su posición frente a las Islas Malvinas, recriminándole su admiración por Margaret Thatcher. Sin embargo, se destacó mucho más la discusión por las negociaciones con el exterior. Milei declaró que “el Estado no tiene que meterse en las relaciones comerciales, porque termina siendo un estorbo” y aclaró: “Algunos mienten diciendo que yo digo que no hay que comercializar con China o con Brasil, pero eso es falso. Eso tiene que quedar en manos de los privados”.

En varias ocasiones, los moderadores intervinieron para pedir a los candidatos que no se pisen entre ellos. Las mismas propuestas que llevaron al libertario a ser candidato a presidente fueron negadas, lo que llevó a Massa a recurrir al historial de google en más de una ocasión. A pesar de los datos alarmantes a los que recurrió Milei, como que “el 16% de los argentinos sólo pueden terminar la secundaria” quedó en evidencia el desconocimiento del candidato sobre el funcionamiento del Estado.   

“Esto es entre vos y yo”

No quedó tema ni chicana por mencionar a lo largo de ambos bloques. El clima era tenso e incómodo de ver. La excepción fue el bloque de Seguridad, único momento donde pareció haber puntos en común. Sorprendentemente, Milei tomó como referente en el tema a Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York: Massa le hizo saber rápidamente que con él había trabajado durante su intendencia en Tigre para asesorarse acerca de cómo bajar el delito. Por entonces se mostró con Giuliani repetidas veces. Cabe aclarar que el ex alcalde  de Nueva York le prologó un libro a Massa y fue luego abogado de Donald Trump, tiene actualmente varias demandas en la justicia y sus métodos de mano dura han sido muy cuestionados.

Milei describió en varias ocasiones a los gobiernos kirchneristas anteriores como corruptos. Sergio Massa apeló a plantear la necesidad de un presidente con templanza y equilibrio mental suficientes para gobernar y le cambió el eje: «El 10 de diciembre sos vos o yo. No vengo a discutir acá a Macri o Cristina”. Esto le dio el pie a exigirle el test psicotécnico que Milei se negó a dar previamente y luego preguntarle por qué su pasantía en el Banco Central que no fue renovada: “Entiendo que estás enojado con el Banco Central porque en algún momento te sentiste rechazado”, sentenció.

Solo cerca del final Milei logró recuperar por momentos la iniciativa y hacerle al candidato de UxP preguntas como por qué no habían hecho todo lo que ahora prometía durante los 16 años que “fueron gobierno”.

El más sólido pareció el candidato de la Unidad por la Patria, quien se mostró tranquilo y oportuno para dirigir el debate hacia su terreno, insistiendo en las contradicciones de su adversario para seducir a quienes aún dudan. El candidato libertario tuvo dificultades para ampliar su libreto. A la hora de tener que explicar por qué quieren ser presidente, Massa enfatizó en cada oración el latiguillo “quiero ser presidente para…”, mientras que Milei ofreció una exposición contenida y desangelada

Si bien el debate terminó formalmente, en los próximos días en medios y redes aparecerán recortes e interpretaciones que permitirán conclusiones de todo tipo y color sobre quién “ganó” el debate. El veredicto final llegará recién el 19 de noviembre. 

La querella pidió perpetua para los acusados de matar a Rafael Nahuel

La querella pidió perpetua para los acusados de matar a Rafael Nahuel

Hubo tensión en la lectura de los alegatos porque la fiscalía solo pidió cinco años para los imputados.

Una nueva semana de audiencias por la Causa Pintos, el caso que involucra el asesinato de Rafael Nahuel, tuvo lugar en el Tribunal Oral Federal de Roca. En esta ocasión se realizaron los alegatos por parte de la querella y de la fiscalía. Las fuertes diferencias en sus pedidos provocaron enojo y tensión entre los presentes: prisión perpetua, por un lado, y cinco años de prisión, por el otro. Los imputados en los que recaerá alguna de estas dos condenas son Sergio Guillermo Cavia, Francisco Javier Pintos, Juan Ramón Obregón, Carlos Valentín Sosa y Sergio García, miembros de la Agrupación Albatros. 

Un amplio desarrollo por parte del abogado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Mariano Przybylski dejó en claro que lo sucedido aquel 25 de noviembre del año 2017 “no fue un enfrentamiento ni una emboscada, sino una persecución”.. Recordó lo planteado por los peritos respecto a la posición ascendente en la que se encontraron distribuidas las 31 vainas que dan cuenta de los 150 metros en los que Gendarmería avanzó disparando. Esto coincide con lo planteado por los testigos como con las heridas que se produjeron en tres personas ―entre ellas Rafael Nahuel― cuya trayectoria es de atrás hacia adelante: ellos escapando y los imputados persiguiéndolos. 

El abogado confirmó que quien realizó el disparo mortal fue el efectivo Sergio Cavia, sin embargo planteó que esto resulta irrelevante dado que se actuó de forma coordinada al no obedecer la orden de esperar refuerzos y luego encubriendo lo sucedido. Planteó también que no se puede hablar de un escenario de legítima defensa ya que no existieron armas de fuego por parte de los mapuches. 

El alegato de la querella de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Bariloche ratificó el pedido de prisión perpetua para los cinco involucrados y pidió que en el caso del cabo Pintos se agregue el agravante de “odio racial”. 

La audiencia del miércoles contó con un tenso cierre luego de que el fiscal Rafael Vehils Ruiz solicitara la condena de cinco años de cárcel para los imputados, al encuadrarlo como “homicidio agravado con exceso en la legítima defensa”. Esto provocó el enojo y disgusto de los padres de Rafel Nahuel allí presentes, quienes sostuvieron que no se trató de ningún enfrentamiento: “A mi hijo le pegaron un tiro por la espalda”, sentenció su padre. 

Por su parte, el fiscal sostuvo la existencia de armas de fuego por parte de los mapuches basándose en la presencia de pólvora que se encontraba en las manos y ropa de Nahuel, de Fausto Jones Huala y de Lautaro González Curruhuinca, los jóvenes que bajaron el cuerpo de la víctima. Dicha prueba, como ya había sido explicado por los peritos y fue oportunamente recordado por Przybylski, no es suficiente ya que los restos de fulminante pueden encontrarse entre los presentes cercanos a quien realizó el disparo, pero no necesariamente haber disparado. 

La próxima semana llegará el turno de los alegatos de las dos defensas que representan a los prefectos Sergio Cavia, Francisco Javier Pintos, Carlos Velntín Sosa -el abogado Marcelo Hugo Rocchetti- y Ramón Obregón y Sergio García -abogadas Anabella Schmidt y Alejandra Bussetti-. Se espera que el 22 de noviembre se lea el veredicto del caso aunque existe la posibilidad de postergarse debido a las nulidades planteadas por la defensa.

La campaña que inauguró la democracia

La campaña que inauguró la democracia

«Ahora Alfonsín», el libro de Rodrigo Estevez Andrade y Matías Mendez, recorre el camino del candidato radical que se convirtió en el padre de la democracia.

Hace cuatro décadas, la Argentina vivió un punto de inflexión con la llegada al poder –tras siete años de dictadura–, del dirigente radical Raúl Alfonsín. Su férrea defensa del sistema democrático, en un momento crítico, influyó en el devenir político del país, que había padecido recurrentes golpes de Estado, e inauguró el ciclo democrático más largo de su historia.

Bajo el liderazgo de Alfonsín, comenzó una nueva era, sin restricciones, sin presos políticos ni exiliados, lo que significó una consolidación de la democracia. Este modelo irradió a las naciones vecinas: Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay. “Todos los países limítrofes fueron recuperando de a poco su camino democrático, hasta el propio Paraguay, que demoró un poco más”, sostiene Rodrigo Estévez Andrade, uno de los autores –junto a Matías Méndez– del libro Ahora Alfonsín. Historia íntima de la campaña electoral que cambió la Argentina para siempre.

Editada por Planeta, la obra relata el detrás de escena del batacazo electoral de Alfonsín en 1983, cuando el peronismo daba por ganada la elección. El protagonismo, desde luego, es de Alfonsín, pero también se narra en detalle la campaña del justicialismo. “Tenemos un capítulo acerca de cómo se fue construyendo la candidatura y el binomio presidencial del peronismo (Ítalo Luder- Felipe Bittel), era importante a la hora de englobar y construir todo el relato”, destaca Estévez.

El libro comienza por el desenlace de la campaña, para evitar expectativas innecesarias, ya que el resultado es ampliamente conocido. Luego, ambos autores se sumergieron en la construcción del personaje de Alfonsín y su círculo íntimo, que se forjó antes de los años 50. Para situar al lector, además, contextualizan la vida de principios de los 80, desde la música, la literatura, el cine y hasta la forma en que se vivía la política en un comité.

“Tanto a mí como a mi colega nos interesa que cuando lo lean los más jóvenes tengan la capacidad de interpretar cómo se vivía en ese momento. Pasaron 40 años, la sociedad se movía de otro modo a como se vive hoy”, subraya Estévez. Para la investigación se valieron de una amplia gama de fuentes: más de 50 entrevistas, muchas con protagonistas de la época, testimonios de los jóvenes que en ese momento habían colaborado en la campaña del candidato, y familiares de los personajes ya fallecidos, quienes, aunque no estuvieron directamente involucrados, proporcionaron una valiosa mirada.

Otra gran parte de la investigación se basó en la exploración de archivos y publicaciones disponibles en hemerotecas públicas, lo que les permitió contextualizar la cobertura de eventos cruciales de 1982 y 1983. Adicionalmente, recurrieron a archivos de amigos que tenían documentos, fotografías y otros recursos que habían conservado.

La pandemia representó un desafío para el proyecto, debieron replantearse la forma en que llevaban a cabo las entrevistas. En algunos casos, recurrieron a la tecnología, pero en otros optaron por esperar. “Soy de la creencia de que lo mejor que te puede pasar es dialogar mano a mano con el entrevistado: el contacto, los modos, los gestos, las formas y los guiños, todo eso en un Zoom lo perdés”, afirma Estévez.

El trabajo en equipo fue esencial, ambos autores se nutrieron mutuamente. Matías Méndez aportó su experiencia en aspectos cruciales como la imagen, la publicidad y la producción de entrevistas. Por su parte, Estévez asumió la tarea de aportar textura y trama, en especial en lo referente a la figura de Alfonsín y del peronismo. La búsqueda de una editorial que publicara la obra no fue sencilla, ya que por entonces –hace tan sólo un par de años– Alfonsín no recibía tanta atención como ahora, que su legado vuelve a ocupar un lugar en la conversación pública.

Aquel abogado de Chascomús que, rodeado de un grupo de amigos, políticos, publicistas y analistas de opinión pública, sorpresivamente se alzó con la presidencia, se convertiría más tarde en “el padre de la democracia”, consenso que perdura hasta hoy. “La epopeya, en términos sociales de aquel momento, sería muy difícil de replicar en la actualidad –reflexiona Estévez–, porque la gente se involucró mucho. Los actos eran masivos, eran centenares de miles de personas participando, eso también resolvió la salida de la dictadura”.

Charly García te espera en la esquina

Charly García te espera en la esquina

Con motivo de los 40 años que cumple «Clics Modernos», Nueva York bautizará con el nombre del músico argentino a la esquina donde se realizó la foto de tapa del emblemático disco.

En 1983 Carlos Garcia Moreno se mudo una temporada a Nueva York junto a su representante Daniel Grinbank para trabajar en el Electric Lady Studios, fundado por el gran Jimi Hendrix. Allí grabó casi todos los instrumentos de su segundo disco solista: pianos, teclados y guitarras, aunque contó con la colaboración de algunos músicos como Pedro Aznar en el bajo (quien por entonces integraba Pat Metheny Group) pero que también había sido miembro de Serú Girán. La gran novedad fue la incorporación de la batería electrónica Roland TR-808, una de las primeras cajas de ritmos programables.

 La producción de lo que iba a llamarse originalmente Nuevos Trapos cambió cuando García, caminando junto al fotógrafo Uberto Sagramoso en búsqueda de una pared para grafitear, se encontró una silueta oscura, pintada por el artista callejero canadiense Richard Hambleton, que le recordó a las que portaban durante una marcha a las Madres de Plaza de Mayo y otros organismos de Derechos Humanos. Esta silueta estaba acompañada de la leyenda en inglés “Modern Clics” frase que traducida al español le cerraba perfecto al músico y compositor para lo que quería expresar en sus canciones.

Volver a las pistas

Con el regreso de la democracia, el rock nacional convocó a la juventud a las pistas de baile. Sus letras eran el reflejo del cambio de época que se estaba viviendo: la sociedad ya no tenía miedo de expresarse libremente después de los años oscuros de la última dictadura cívico-militar. Como explica el músico Sebastián Furman, “Clics Modernos está hecho por canciones que parecen más bailables aunque también tienen un trasfondo muy oscuro por ser compuestas en dictadura. Entonces combinan un sonido moderno y a la vez una cosa muy de la Argentina tanguera, por lo que muchos dicen que es el mejor disco de la historia nacional”.

El autor del podcast La canción sin fin, producido por Futurock y donde se describe y analiza la obra de Charly García, explica que en el disco “se respira libertad, algo de lo que vendría y algo de lo que pasó. Fue muy especial la época en la que salió”. El 5 de noviembre de 1983 fue la fecha elegida para su lanzamiento, un mes antes de que los militares se retiraran del poder. El 15 de diciembre de ese año se presentó oficialmente en el Luna Park. Canciones como “Nos siguen pegando abajo” o “No me dejan salir” son una referencia al periodo de oscuridad que atravesó Argentina pero también manifiestan ese espíritu de celebración digno de la transición democrática.

Aniversario

Para festejar el 40 aniversario de Clics Modernos la intersección de Walker St. y Cortlandt Alley en el barrio de Tribeca, en Nueva York, pasará a llevar oficialmente el nombre de “Charly García Corner”. Allí, en pleno Manhattan fue tomada la foto que ilustra la portada de Clics Modernos, el segundo disco solista de Charly Gacia lanzado hace 40 años.

El reconocimiento será posible gracias al trabajo del actor y director Mariano Cabrera, radicado en Estados Unidos y al consulado argentino que trabajaron junto al Departamento de Transporte de la ciudad estadounidense para que esa esquina sea bautizada. En la actualidad esa pared de la zona de “lower manhattan” le pertenece a un hotel importante.

 Como parte de la inauguración brindaran un show de media hora Hilda Lizarazu, quien hizo coros en la banda de Charly García entre los años 1989 y 1993, Alfie Martins y Fabián “Zorrito” Quintiero en los teclados junto a dos músicos chilenos que integraron The Prostitution la última banda conocida de Charly García: Toño Silva y Kiuge Hayashida.

Furman entiende que las canciones de García están vigentes aún 40 años después por que asegura que tienen un trabajo, profundidad y desarrollo meticuloso, que están compuestas con amor, dedicación y creatividad, y cree que “las cosas que se hacen bien son las que perduran”.

Cómo veía Estados Unidos el final de la dictadura

Cómo veía Estados Unidos el final de la dictadura

El proyecto Desclasificados publicó 129 documentos acerca de la transición a la democracia. La mirada que por entonces tenía EE.UU sobre el peronismo, el radicalismo, los universitarios y los obreros. El caso de Antonio Cafiero releído por su nieto Santiago, el canciller.

A pocos días de un balotaje histórico en nuestro país, este lunes 30 de octubre se cumplieron 40 años de la elección presidencial que consagró a Raúl Alfonsín como presidente en 1983; de esta manera, finalizaba el período más oscuro de la historia argentina –la última dictadura cívico-militar (1976-1983)– y se inauguraba el período democrático más largo e ininterrumpido de nuestro país. A propósito de esta efeméride, el proyecto Desclasificados publicó la Colección Democracia 1983, compuesta por 129 piezas documentales producidas por el Departamento de Estado y la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglás en inglés) durante el período comprendido entre los años 1982 y 1984. Este acervo recorre ejes temáticos como la transición a la democracia –antes, durante y después de las elecciones–, el resurgimiento de los movimientos políticos, las relaciones bilaterales con Estados Unidos, los problemas económicos que enfrentaba el gobierno entrante, el número de personas desaparecidas y los intentos de los militares por evitar los juicios por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.

Una transición turbulenta

“Políticamente agotadas y desacreditadas, las Fuerzas Armadas argentinas han prometido la restauración del gobierno civil”, afirma un documento de la CIA titulado Argentina: una transición turbulenta en junio de 1983, y continúa: “Los problemas económicos aparentemente intratables y los desacuerdos entre civiles y militares sobre cuestiones políticas delicadas agravan una situación inherentemente inestable. Además, existe cierto temor de que un gobierno civil no pueda sobrevivir”. Este informe de inteligencia señala a las violaciones de derechos humanos, la derrota en la guerra de Malvinas y la corrupción económica –particularmente, la millonaria deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI)– como factores clave para la transición a la democracia, tras la pérdida de legitimidad del gobierno de facto.

 La visión de la transición turbulenta se mantiene incluso de manera posterior a la elección presidencial del 30 de octubre. En noviembre de 1983, un artículo del Washington Post retomado por la CIA menciona que “fuentes de inteligencia remarcan dos posibilidades igualmente alarmantes a raíz de la elección del líder moderado del Partido Radical, Raúl Alfonsín, como presidente de la Argentina: un golpe militar para prevenir la ceremonia de apertura programada para diciembre o terrorismo de izquierda renovado si llega al cargo”. Asimismo, otros documentos de la misma agencia analizan minuciosamente las “inestabilidades políticas de la Argentina” o “las debilidades que enfrenta el gobierno de Alfonsín”.

 Sobre estos documentos, el sociólogo y periodista internacional Pedro Brieger desarrolla que en aquel período era “casi impensable creer que iba a haber 40 años de democracia. Todavía se pensaba mucho que los militares podían intervenir nuevamente. La pregunta parecía ser por cuánto tiempo tendríamos una ventana democrática, tomando en cuenta la historia argentina donde en las décadas anteriores había habido más dictadura que democracia”.

El retorno de la política

En octubre de 1982, Antonio Cafiero realiza un análisis sobre la transición a la democracia –el exfuncionario se había reunido a discutir perspectivas sobre la temática con el embajador estadounidense Harry Shlaudeman– en el que afirma que “el gobierno civil tendrá que ser severo, duro e inspirar respeto o incluso miedo, pero este tipo de mandato sólo será posible si es en un gobierno de «unidad nacional» en el que los principales partidos acuerden sobre algunos puntos políticos fundamentales”. 

El actual ministro de Relaciones Exteriores de la Nación argentina, Santiago Cafiero, repasa este documento del Departamento de Estado y ofrece una visión contemporánea de las declaraciones de su abuelo Antonio: “Él proponía un gobierno de unidad nacional en un contexto en que Argentina tenía muchos desafíos: de ordenamiento macroeconómico y de ordenamiento social, más la cuestión de la recuperación de la institucionalidad democrática”. Consultado por una posible semejanza con la misma convocatoria en el presente a un «gobierno de unidad nacional», Santiago Cafiero responde que “si bien hay puntos en que puede vincularse, como la necesidad de avanzar con un programa económico que favorezca la distribución del ingreso y que reduzca la pobreza, hoy la institucionalidad democrática, quizás con dificultades y cosas a corregir, sí está garantizada en nuestro país”.

En un aerograma de diciembre de 1982, el Departamento de Estado realiza una caracterización de la historia política de Argentina y los partidos políticos que participarían de las elecciones democráticas prometidas por Reynaldo Bignone luego de la masiva marcha a Plaza de Mayo convocada por la Multipartidaria. Si bien este documento menciona un amplio abanico de partidos políticos –como el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), el Partido por la Democracia Social (Massera) [sic], el Partido Demócrata Cristiano (PCD), y a los partidos “socialistas” y de derecha, entre otros–, se hace foco en el Partido Justicialista (PJ) y en el partido de la Unión Cívica Radical (UCR) como los actores electorales más importantes de aquella coyuntura, a pesar de “la falta de dos gigantes de batallas pasadas, Juan Domingo Perón y Ricardo Balbín”. Además, el Departamento de Estado se pronuncia sobre las posibles alternativas en los comicios: “No vemos diferencias importantes entre los radicales y los peronistas, o los principales contendientes presidenciales como individuos, en cuestiones de política exterior. Todos dicen que quieren tener buenas relaciones con Estados Unidos. Aunque habrá diferencias en el énfasis, ninguno es prosoviético o procubano”, lo cual pudo haber sido un beneplácito del país del Norte a la transición democrática en nuestro país. 

 

“Se espera que los peronistas, tradicionalmente la fuerza política civil dominante del país, gane las elecciones programadas para el 30 de octubre. El partido radical, sin embargo, tiene una chance razonable de obtener su primera victoria electoral sobre los seguidores del fallecido Juan Perón”,  dice uno de los documentos.

En el documento Argentina: una transición turbulenta se puede observar un pronóstico más arriesgado sobre la suerte de cada uno de los partidos, cuando se afirma que “se espera que los peronistas, tradicionalmente la fuerza política civil dominante del país, gane las elecciones programadas para el 30 de octubre. El partido radical, sin embargo, tiene una chance razonable de obtener su primera victoria electoral sobre los seguidores del fallecido Juan Perón”.

En el cable del Departamento de Estado mencionado previamente, Antonio Cafiero afirma que “al partido peronista le está difícil sumar jóvenes a sus filas porque muchos jóvenes tienen miedo de una repetición de principios y mediados de los ‘70, cuando los jóvenes de las listas de los partidos peronistas eran supuestamente los objetivos de la guerra contra la subversión. El partido radical no tiene este problema”. El ministro Santiago Cafiero coincidió en este punto: “En ese momento existía una generación que había sido perseguida, desaparecida y absolutamente estigmatizada, entonces había mucho miedo en esas convocatorias”, y sumó una reflexión coyuntural aseverando que “hoy la situación que tenemos hacia adentro del peronismo no es igual, tenemos mucha participación de la juventud en nuestro espacio, y creo que eso tiene que seguir creciendo”.

Otros dos grandes protagonistas de la colección Democracia son el movimiento sindical y el movimiento estudiantil. En el documento Argentina: el resurgimiento del movimiento obrero, producido en junio de 1983, la CIA recorre la historia de este actor político, su comportamiento durante la transición a la democracia –con la mirada puesta en un posible pacto entre los gremios y los militares– y las expectativas de la agencia respecto al activismo de los sindicatos luego de diciembre de ese mismo año. Por otra parte, en un telegrama del Departamento de Estado se hace un análisis de las elecciones en los centros de estudiantes de diferentes universidades públicas durante septiembre de 1983 –las primeras luego de la dictadura cívico-militar–, en donde se menciona además que “la retórica [de las campañas] era más moderada que los slogans de los setenta. Ahora, la «revolución» en cualquier término era el último objetivo. Hoy, la preocupación más importante es el establecimiento y preservación de la democracia”.

Los desaparecidos

La cuestión de los “miles de desaparecidos” era un eje transversal a todos los análisis políticos en los documentos desclasificados de este período e, incluso, en muchos de ellos se mencionan cifras: sin ir más lejos, en el mencionado informe Argentina: una transición turbulenta se dictamina que “está involucrado el destino de unas 7.000 a 10.000 personas. Muchos de ellos probablemente murieron en manos de personal de las fuerzas de seguridad”, y en el artículo citado del Washington Post se afirma que “la principal causa de aprehensión es la enfática promesa de Alfonsín de responsabilizar a los altos mandos por la desaparición de unos 20.000 argentinos durante la «guerra sucia» antiizquierdista de la década de 1970”. En épocas actuales en donde la discusión pública pone en tela de juicio el número de los treinta mil desaparecidos, Pedro Brieger señala que “nadie tenía los números. La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) surge después de que Alfonsín asume. Era muy difícil en dictadura poder juntar las piezas de lo que estaba pasando y continúa siendo difícil hoy”.

 Mientras resonaban estos tambores, también aparecían los intentos de las Fuerzas Armadas por resguardarse de las posibles condenas que podían afrontar una vez restablecida la democracia, tal como resultó la denominada Ley de Autoamnistía. El Departamento de Estado desarrolla su posición acerca de esta norma en un telegrama de septiembre de 1983, en donde, a través de banalizaciones, afirma que “la amnistía en sí misma beneficia a aquellos que no han sido acusados aún o sentenciados que comitieron actos terroristas en un lado o, donde las fuerzas de seguridad operaron en el otro, excesos en represión contra el terrorismo (…). El período cubierto por la amnistía es desde la asunción de poder del último gobierno constitucional en mayo de 1973 a la instalación de Bignone en junio de 1982”.

Asimismo, en los documentos se puede encontrar numerosas menciones a una certificación sobre derechos humanos que Estados Unidos le hace a la Argentina. En esta línea, el Departamento de Estado desclasificó una propuesta de texto en la que se puede leer que “el presidente Reagan ha decidido que, de manera efectiva el 10 de diciembre, certificará ante el Congreso que Argentina ha hecho un avance significativo en el cumplimiento de los principios internacionales de derechos humanos y que esa determinación está en el interés nacional de los Estados Unidos”.

Balances

En noviembre de 1983, el Departamento de Estado reproduce una noticia que escribe el periodista Jesús Iglesias Rouco en el diario La Prensa, en donde afirma que “Estados Unidos endurecerá las políticas contra la Argentina” y, también, que “1) Washington no considera a Argentina un país importante, y mucho menos un aliado, 2) que Buenos Aires tampoco debería esperar ningún mejor trato que cualquier otro país del Tercer Mundo”.

Este documento entraría en aparente contradicción poco menos de un año después de la asunción de Raúl Alfonsín, cuando el Departamento de Estado realiza una primera evaluación de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Argentina: “El gobierno de Estados Unidos puede estar orgulloso de todo lo que hizo para mostrar su apoyo a la nueva democracia argentina. Contribuimos, en algo por lo menos, con el problema de la deuda externa (por ejemplo, en marzo ayudamos con los intereses de pagos atrasados). Además, colaboramos para que Alfonsín lograra restablecer el control civil sobre los militares (para eso tuvimos que restringir la relación entre los militares de ambos países para convencer al gobierno argentino de nuestra buena fe). También, fuimos pacientes respecto de los asuntos nucleares (pero, al mismo tiempo, alentamos al gobierno de Argentina a que se alinee con las salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica) y ofrecimos asistencia, pero advirtiendo del problema de las drogas que tiene el país y que va en aumento”.

 

Desclasificados

Los 129 documentos que componen la Colección Democracia 1983 forman parte de los casi cinco mil archivos que Estados Unidos le entregó a Argentina en 2019. El proyecto Desclasificados, integrado por organismos de derechos humanos y estudiantes universitarios, confeccionó una base de datos pública que sistematiza estos documentos y los vuelve accesibles a la sociedad. 

 

Quienes quieran recurrir a los documentos citados, los pueden encontrar en la página web del proyecto, bajo los nombres ARGENTINA A TROUBLED TRA[15499923];  COUP, TERRORISM SEEN AS P[15515160]; C06279877; ARGENTINA THE RESURGENT L[15515297]; C60274095; C06275125; C06273562; C06295219.