Una familia de antes pero como las de hoy

Una familia de antes pero como las de hoy

«El zoo de cristal», el clásico de Tennesee Williams volvió a escena con Ingrid Pellicori como protagonista, dirigida por Gustavo Pardi, en una adaptación realizada por Mauricio Kartún.

“No quiero vivir toda mi vida bajo tubos fluorescentes”, fue el pedido sofocante de Tom, el hijo y el único hombre de la familia Wingfield. Estrenada en 1945, El zoo de cristal de Tennessee Williams se mantiene como una obra de relevancia, abordando temas como los sueños rotos y las frustraciones diarias con una profundidad que resuena en la actualidad. Dirigida por Gustavo Pardi y con una adaptación de Mauricio Kartún, la obra revive en el teatro Hasta Trilce del barrio de Almagro.

La familia Wingfield recurre al pasado y al futuro como mecanismos para evadir la realidad. Esta visión contemporánea de la clásica obra revela las luchas internas de los personajes y su constante búsqueda de refugio en un mundo que pareciera acabar pronto con ellos.

La obra retrata a una familia sureña estadounidense en medio de la Gran Depresión, aunque sus conflictos y dinámicas resuenan con las problemáticas actuales. Las actuaciones son el corazón de la historia. Los personajes no son unidimensionales; no hay héroes ni villanos; buenos ni malos. A lo largo de la obra, abundan las emociones —desde enojos y disculpas hasta chistes y abrazos— que reflejan la complejidad de las relaciones humanas. Aunque en la trama todo parece imposible, subyace un profundo y persistente deseo de cambio, una carga y anhelo intenso que se mantiene de principio a fin.

Tom, el hijo de la familia y alter ego de Tennessee Williams, es interpretado por Agustín Rittano, y representa el punto de vista de la historia. Se trata de un empleado de una zapatería que en realidad quiere ser escritor. Su deseo de escapar de la rutina diaria para perseguir sus sueños entra en conflicto con su responsabilidad de mantener a su familia, lo que le provoca una gran culpa. Por su parte, Malena Figó interpreta a la hija de la familia, Laura, que denota soledad y eso fastidia al resto. Su soltería es vista como una carga, y su madre intenta encontrarle un pretendiente para que pueda casarse y formar una familia. Con gran destreza, Ingrid Pelicori interpreta a Amanda, la madre. Su actuación transforma las preocupaciones sociales en algo natural, convirtiendo el deseo de encontrar un novio para su hija y éxito profesional para su hijo en tareas habituales.

El gran trabajo de escenografía y vestuario recuerda que estamos viendo una obra de teatro, aunque constantemente se toquen temas que nos interpelan como sociedad, ya sea el rol de la mujer o la figura de jefe de hogar. Los diferentes objetos utilizados durante la obra armonizan con la estética del teatro y son, a su vez, el reflejo perfecto del mundo claustrofóbico de los Wingfield. El uso de muebles de época y un cuadro del padre subrayan la fragilidad y el desencanto que dominan la vida de los personajes. Este cuadro, iluminado y sonriente durante toda la obra, representa la presencia constante de un padre abandónico que, aunque físicamente ausente, sigue influyendo en la dinámica familiar.

Ningún personaje actúa de manera caprichosa: todos están atrapados en roles sociales que se espera que ocupen. Todos sobreviven en su agonía y eso los mantiene molestos, frágiles e inquietos. Amanda, la madre, no es viuda ni tampoco casada, sino una mujer que fue abandonada por su esposo alcohólico. Su hija padece una discapacidad que le genera dificultades al caminar: esto la mantuvo siempre inmóvil ante el mundo y encontró en su casa un refugio. Laura simplemente sobrevive y eso molesta e incomoda a sus parientes, ya que solo se ocupa de cuidar su colección de piezas de cristal. Tom, por su parte, recurre a bares nocturnos para sostener su agobiante rutina, evocando de alguna manera el pasado de su padre. Jim O’Connor, interpretado por Martín Urbaneja, es el amigo de Tom y un posible pretendiente de Laura. Es un hombre optimista que busca el éxito profesional.

En la obra, Williams muestra cómo quienes no se ajustan a las normas sociales son marginados y excluidos. La representación de la fragilidad y la lucha por escapar de una vida opresiva se entrelaza con momentos de humor que alivian la tensión, ofreciendo una visión multifacética de la condición humana.

La ilusión y, sobre todo, los sueños, están más presentes que la realidad. El deseo de cambiar sus condiciones materiales pesa en cada sobremesa que comparten. Y una sutil intención: mostrar lo arduo que son los vínculos familiares.

Ingrid Pelicori, quien lleva el papel de Amanda, supo interpretar también a Laura en 1992. En diálogo con ANCCOM, Ingrid expresa: Volver fue parte de un proyecto de Gustavo Pardi, el director de la obra. Me encantó la idea de ser Amanda. Tengo una un amor particular por esta obra, así que me resultó hermoso poder hacerla otra vez. Por lo general me gusta siempre hacer cosas diferentes.”

 

¿Qué es lo particular de la obra que te atrae?

Laura me parece hermosa, poética, universal. Todos los personajes son muy atractivos y cada uno te permite entrar por otro lado a la obra. Cuando yo interpretaba a Laura, me parecía que la obra hacía hincapié en el diferente. Ahora, haciendo de Amanda, me parece que la obra trata sobre el temor por el futuro de los hijos. Y si lo agarras por el lado de Tom,  seguramente tiene que ver con los deseos y los deberes; cómo hacer para seguir el propio deseo y al mismo tiempo tener que lidiar con responsabilidades. En el caso de Jim, también es aquel que fue una promesa. Cada uno toca problemáticas humanas y además tiene intriga y humor.

 

El zoo de cristal es una obra inspirada por los recuerdos de la crisis económica de 1930, aunque hace eco en las épocas de hoy. En palabras de Ingrid: “Es una obra que siempre resuena. En estos tiempos difíciles que vivimos, solo podemos aferrarnos unos a los otros. Es una obra profunda, universal, que termina tocando la coyuntura”.

 

¿Qué es lo que más te gusta del teatro?

Prorizo lo grupal, el hecho de que es algo colectivo y construir entre todos, ponerse de acuerdo, respetar esos acuerdos cada día. Alan Badiou dice que “el teatro es la forma estética de la fraternidad” y a mí me suena mucho eso. Pero, por supuesto, también es la posibilidad de experimentar muchos aspectos de la condición humana.

El zoo de cristal es una obra que, a casi 80 años de su estreno, sigue adquiriendo nuevos significados y relecturas. Una obra que te hace reír al mismo tiempo que llorar, y que nos recuerda que, a pesar de los intentos por evadirla, la fragilidad es una constante.

El zoo de cristal puede verse los miércoles a las 20:30 en el teatro Hasta Trilce, con entradas disponibles en Alternativa Teatral.

«Venezuela es muy importante en su situación geoestratégica»

«Venezuela es muy importante en su situación geoestratégica»

El exministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Rafael Bielsa, analiza la situación de la región luego de las elecciones en el país caribeño. El rol del Estado argentino y los intereses que se ponen en juego en América Latina.

El abogado constitucionalista, diplomático y político Rafael Bielsa, exministro de Relaciones Exteriores entre 2003 y 2005, opinó sobre las elecciones venezolanas y cómo influyen los vaivenes geopolíticos en la vida de los ciudadanos. También subrayó qué significa la democracia para él.

 ¿Qué opinión tiene de la elección en Venezuela y las repercusiones que esta causó a nivel regional?

 Venezuela es un país muy importante en el monocultivo de petróleo y en su situación geoestratégica. Pero allí no acaba su riqueza, que se extiende al sector primario, el secundario e incluso el terciario. Sí, se instala allí el interés que suscita hoy. Dicho esto, las repercusiones son una cuestión periodística, y dónde tienen lugar y con qué tono es lo que genera juicios de valor sobre la base de la argumentación y los alineamientos. Las opiniones que merecen las elecciones venezolanas derivan de esto. Los escándalos políticos son procesos comunicacionales confrontativos que ocurren en los medios de comunicación. Venezuela es hoy asunto de Estado en Gran Bretaña, España, Paraguay, Chile. Tiene tal importancia que la OEA realizó sesiones de emergencia para tratar la “cuestión venezolana”. La propia Unión Europea, ha combinado bandos desconocidos: por un lado, Alemania, Francia, Gran Bretaña y España, y por el otro Austria, Italia y Grecia. Hasta el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha convocado a sesión de emergencia y en su comunicación oficial habló de “División en el Consejo de Seguridad”. Desde hace tiempo la cuestión es así. En marzo de 2015, Barak Obama promulgó la “emergencia nacional” para la seguridad de Estados Unidos y firmó un decreto ejecutivo que alude a Venezuela como una “amenaza extraordinaria e inusual” para USA. Sin dudas lo es para la economía clásica liberal británica de Adam Smith. En resumen, está siendo un proceso electoral de suma importancia regional.

 

¿Considera atinado el claro posicionamiento político adoptado por el gobierno argentino?

“Claro” no es sinónimo de “atinado”. Claro es un espacio vacío dentro de un conjunto o una serie. “Atinado” significa encontrar lo que se busca a tientas, sin ver el objeto. Por tanto, algo puede ser claro sin ser atinado y algo puede ser atinado sin ser claro. El actual gobierno argentino ganó legítimamente las elecciones y la expresión del peronismo, a la que voté, las perdió. Adicionalmente y como es sabido, según la Constitución argentina, se pone en cabeza del gobierno federal la responsabilidad de conducir las relaciones exteriores del Estado con el propósito de “afianzar sus relaciones de paz y comercio con las potencias extranjeras”. Para estos fines, el texto le atribuye explícitamente ciertas facultades al Poder Ejecutivo, el que de modo central “concluye y firma tratados y otras negociaciones requeridas para el mantenimiento de buenas relaciones con las organizaciones internacionales y las naciones extranjeras, recibe sus ministros y admite sus cónsules” y “declara la guerra y ordena represalias”. Otras facultades, se las atribuye al Congreso, al que le corresponde, “aprobar o desechar los tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede”, “aprobar tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones supraestatales” y “autorizar al Poder Ejecutivo para declarar la guerra o hacer la paz”.

Lo que se ha hecho con Venezuela transita sobre la “tensión en una zona de penumbra”, porque la modernidad ha modificado las visiones del siglo XIX. Dicho lo que antecede, lo adoptado por el gobierno argentino no es ilegal hasta hoy, aunque yo no lo comparta. Prefiero otras modalidades en política exterior: entre sus señas de identidad, destacan el rechazo de cualquier estridencia, la cautela con declaraciones, no dejarse llevar por las prisas y mantener como sea los cauces diplomáticos abiertos con todos los implicados en una crisis. En algún sentido es lo que han hecho los presidentes Lula, López Obrador y Petro. Ellos no dejan de conversar con Maduro.

No soy un fudamentalista liberal democrático, alguien que hace de los principios democráticos una liturgia, sino que deseo sistemas y procesos en los que existan dignidad de los salarios, derechos laborales, industrialización de nuestra patria, la diversificación de la economía, la reforma de nuestra infraestructura y soberanía nacional, económica y política.

Rafael Bielsa

¿Qué intereses se ponen en juego para América Latina de cara al futuro independientemente de quién sea proclamado el ganador?

No hay manera de evaluar “qué intereses se ponen en juego en América Latina de cara al futuro” con “independencia” de quien haya ganado las elecciones y sea proclamado como tal. Es más, le diría que desconfíe de quien le responda esa pregunta. No hallará en esa respuesta ni objetividad ni pasión por la excelencia. Al menos yo no la puedo responder.

¿Cómo sería independiente del triunfador la cantidad de reyertas que hay pendientes? María Corina Machado manifestó que estaba dispuesta a avanzar en una negociación compleja y delicada, que incluiría garantías, salvoconductos e incentivos. Serán unos y otros según ganadores y derrotados.

 

¿Hay actores políticos que intentan debilitar los procesos de la democracia? ¿Qué fin persiguen?

Por supuesto. Yo no soy un democratista, un fudamentalista liberal democrático, alguien que hace de los principios democráticos una liturgia, sino que deseo sistemas y procesos en los que existan dignidad de los salarios, derechos laborales, industrialización de nuestra patria, la diversificación de la economía, la reforma de nuestra infraestructura y soberanía nacional, económica y política. Pero advierto la existencia de actores que debilitan los procesos democráticos. ¿No oyó hablar del Grupo de Lima? ¿Era “democrático” apostar por Juan Guaidó? En cuanto a los fines que persiguen, habría que preguntárselo a ellos.

 

¿Cuál es la influencia de los vaivenes geopolíticos en la vida cotidiana de los ciudadanos argentinos?

Es muy difícil construir seriedad democrática si el país va todo el tiempo de la cuarta al pértigo. Deberían existir pensamientos que excedieran la dimensión de los partidos políticos tomados o considerados individualmente.

Cómo sobrevive el progresismo

Cómo sobrevive el progresismo

Pablo Semán, Paula Puebla y Leyla Bechara debatieron en la Feria de Editores «¿Por qué está de moda pegarle al progresismo?». Recuperar la escucha, humildad y autocrítica, algunas de las respuestas que ofrecieron para reconstruir un «nosotros».

“¿Por qué se puso de moda pegarle al progresismo?” fue el nombre de la charla-debate que se realizó el sábado último en el Complejo C Art Media, durante la Feria de Editores 2024. La exposición fue presentada por la editorial Siglo XXI en conjunto con 17 Grises. Contó con la moderación de la politóloga y streamer Leyla Bechara y la participación de la escritora y ensayista Paula Puebla y el sociólogo Pablo Semán.

La sala donde se llevaba a cabo la charla estaba llena. Ubicada en el segundo piso, alejada del aroma a café y libros nuevos, y del murmullo de una multitud que caminaba por pasillos abarrotados de personas, comprando, leyendo y discutiendo sobre distintas lecturas. Antes de que inicie la exposición, las conversaciones en el público iban y venían sobre los acontecimientos políticos de la última semana, en particular, sobre la denuncia contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género durante su paso por la presidencia. “Qué semanita”, abrió diciendo Leyla Bechara acompañada por algunas risas nerviosas, y dio comienzo a la pregunta por el progresismo.  

 

Progresismo antiprogre

El progresismo a lo largo de la historia argentina adquirió distintos matices y significados. Según explicó el sociólogo Pablo Semán, autor del libro Están entre nosotros, el progresismo se peronizó en el momento en que se volvió una alternativa  antineoliberal al menemismo durante la década de los noventa, para después radicalizarse en las distintas etapas del kirchnerismo. “El progresismo capturó uno de los rostros del peronismo” y en esa “peronización del progresismo” se profesionalizó, institucionalizó y oficializó en el Estado, distanciándose del progresismo de la ciudadanía.

“El progresismo como conjunto de objetivos políticos se merece una actitud mucho más generosa de todos nosotros que es una renovación de figuras, de repertorios, de ideas y no solo de escenas reactivas de falso macho-peronismo”, dice Semán haciendo referencia al peronismo morenista al cual denomino “progresismo antiprogre” y desterrando la idea de que la causa de la derrota política hayan sido los “excesos del feminismo”. El autor continuó: “Nos refugiamos en autoengaños de muy corto plazo que engañan a cada vez menos gente. Mi incitación es a que salgamos de eso”.

Paula Puebla la escritora de Maldita tú eres se suma a las reflexiones de Semán: “Ese título baitero de ¿Por qué se puso de moda (pegarle al progresismo)? una primera respuesta que tengo para dar es que se puso de moda porque es muy fácil. Porque es muy fácil pegar para abajo”. Según Semán: “Lo único que estamos haciendo es pegarle patadas a la derrota, para no aceptarla. Fingir demencia es un canto a la deshonestidad intelectual de todos nosotros”.

 

Dificultades técnicas

Para Paula Puebla, los movimientos que aspiran a una mayor igualdad deben salir del encierro y mirar por la ventana. “Hay que recuperar la escucha y hay que recuperar la humildad”. Según los expositores, a los interrogantes de “¿cómo se llegó hasta este punto?” y “¿por qué, en líneas generales, no se vio venir?” se desprende como respuesta que se dejaron de escuchar a aquellas personas a las que venían a representar. Desde subestimar la tasa de la inflación, hasta la falta de contención durante la pandemia para aquellos trabajadores “no esenciales” que debían salir de sus casas porque su supervivencia económica dependía del día a día, o que no pudieron velar a sus familiares fallecidos por el covid-19, llegando al tope de la contradicción con la foto del festejo de cumpleaños en la Quinta Presidencial de Olivos. En referencia a esto, Puebla dice que La Libertad Avanza fue muy astuta “en pescar y cosechar todo eso que fue desoído, que fue barrido debajo de la alfombra, desatendido y desrepresentado”.

Hacia el interior del peronismo, Leyla Bechara se pregunta: “¿Qué pasa con la crítica en el momento en que uno construye poder?” y responde que a aquellas voces críticas, “se las expulsaba. Se las catalogaba como funcionales a la derecha”. En sintonía con la politóloga, Semán responde que la falta de autocrítica, bajo una lógica de secta, fue menospreciada y catalogada como autoflagelación. Además, se refirió al error de considerar infalible las decisiones de la jefatura de Cristina Fernández de Kirchner para el movimiento progresista. Ser “termo” fue un imperativo, afirma. Considera que la estrategia política no puede ser pensada en términos electorales, ya que, una crisis económica considerable del gobierno libertario no llevaría necesariamente a un éxito electoral peronista y la acción política no se agota en las urnas: “Nosotros nos hemos comprado una idea de que la elección es el momento expresivo de la política ” y enfatiza: “Eso es como creer que jugar al fútbol es festejar los goles”.

 

Los desafíos del progresismo

En diálogo con ANCCOM, Bechara explica sobre la comunicación política en redes sociales y sobre el aparato comunicacional del gobierno: “La propuesta comunicacional que tienen ellos es como una nueva moda. Plantean una forma oficial del lenguaje, del uso del lenguaje y del uso de las redes” y agrega: “Internet tiene una forma de derramar el sentido oficial, de cómo se comunica a través de tendencias, trending topics. La mecánica de la comunicación de internet tiene una forma que hace muy difícil salirse del lenguaje oficial justamente porque te condena al ostracismo, te hace marginal” y concluye diciendo: “Cómo jugar ese juego, cómo hacerlo, me parece que es una pregunta que nos va a arrastrar todos los años que dure este gobierno y creo que el coletazo, más todavía”.

Durante la charla surgieron otras tres conclusiones y desafíos para los movimientos progresistas: recomponer el nosotros, recuperar la escucha y responder con humildad y autocrítica. En este sentido Semán dice: “Hay vida inteligente fuera de la militancia profesional del progresismo”. A la vez, remarcó que no hay que pensar en términos electorales: “La pregunta obturadora es ¿hasta cuando aguanta Milei? y no ¿por qué dejarían de apoyarlo?”. Puebla complementa: “No se resuelve con un dedazo, ya lo comprobamos. No se resuelve con verticalidad. No se resuelve diciendo “es Sergio Massa”. Salimos a militar a Sergio Massa como si fuera Churchill, con 200% de inflación, digamos: ¿Quién está loco?”.

“Nuestro salario se redujo a la mitad”

“Nuestro salario se redujo a la mitad”

Bajo la consigna «No hay universidad pública de calidad sin salarios dignos», el Frente Sindical de Universidades Nacionales llamó al no inicio del segundo cuatrimestre en todo el país con un paro de 72 horas en reclamo de una recomposición presupuestaria.

Como respuesta a la profunda crisis salarial de las trabajadoras y trabajadores docentes y no docentes, el Frente Sindical de Universidades Nacionales (UUNN) resolvió el no inicio del segundo cuatrimestre y un paro de 72 horas desde el lunes 12 de agosto hasta el 14 inclusive. Por su parte, la CONADU, una de las federaciones que agrupa a docentes universitarios de todo el país, además del paro sin concurrencia a las aulas, realizará actividades de visibilización del conflicto los días 13 y 14. La medida de fuerza incluye a las 60 UUNN y es parte de un plan de lucha que continuará con otro paro de 48 horas convocado para 20 y 21 de agosto.

Si bien la gran marcha universitaria del pasado 23 de abril obligó al gobierno de Javier Milei a replantear su política de congelamiento presupuestario en lo que respecta a las universidades nacionales, la movilización no fue suficiente. Las partidas que el Ejecutivo incrementó en un 270 por ciento fueron las correspondientes a los “gastos de funcionamiento”, segmento que representa tan solo el 8 por ciento del presupuesto total. El resto, compuesto por salarios docentes y no docentes, prácticamente quedó igual.

En diálogo con ANCCOM, Darío Capelli, sociólogo, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y delegado general de FEDUBA, afirma: “Tampoco es que el tema de los gastos de funcionamiento esté totalmente resuelto. En el caso de nuestra facultad, llegan las partidas presupuestarias a cuentagotas, lo que hace imposible continuar con obras ya iniciadas y torna dificultoso el mantenimiento integral del edificio”.

“Lo peor es que el resto de las demandas siguen desatendidas –prosigue Capelli–: las becas estudiantiles siguen discontinuadas, no hubo restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente, no hay actualización salarial de los trabajadores universitarios ni llamado a paritarias. El llamado a paritarias existe, pero es una pantomima, ya que en ninguna instancia hubo negociación entre los representantes de los trabajadores y el Estado empleador. Los miserables aumentos que fuimos recibiendo desde enero hasta hoy fueron unilateralmente decididos y, en el caso de los otorgados en los primeros meses del gobierno de Milei, correspondían a acuerdos que se habían concretado con el Gobierno anterior”.

Tras los anuncios del Frente Sindical llamando al paro, el viernes último se concretó la reunión paritaria que había sido interrumpida por las idas y vueltas del Gobierno. Federico Montero, secretario de Organización de CONADU y profesor de la UBA y de la Universidad Nacional de la Artes, señala que “se buscó generar una expectativa en relación a la convocatoria a la paritaria, pero nosotros íbamos con pocas esperanzas de que hubiera novedades. Lamentablemente teníamos razón. En la reunión, el Gobierno, nuevamente de manera unilateral y arbitraria, anunció un 3 por ciento de aumento para agosto y un 2 por ciento para septiembre, lo cual consolida una política de desfinanciamiento y rebajas salariales que, en estos momentos, alcanzó más de 50 puntos por debajo de la inflación”.

“El poder de compra de nuestro salario se redujo a la mitad”, remarca Capelli. Por esto, y a partir de la respuesta del Gobierno, desde CONADU ratificaron el paro de 72 horas. “El jueves (15 de agosto) tendremos un nuevo plenario para determinar cómo seguir y, en coordinación con el frente sindical, los rectores y el movimiento estudiantil, preparar una nueva marcha universitaria para mediados de septiembre”, añade Montero. Y Capelli, a su turno, enfatiza que el plan de lucha “se completa con acciones de visibilización (clases públicas, banderazos y apagones) durante la segunda semana de clases y con posibles nuevas huelgas”.

Todos los representantes gremiales coinciden en que el cuatrimestre está comprometido. “De fondo, en la política del Gobierno hay un horizonte de estupidización muy marcado: la producción de conocimiento, la imaginación política e incluso la creación artística, libradas a la inteligencia artificial”, concluye Capelli.

“Ahora se hace política con la antipolítica”

“Ahora se hace política con la antipolítica”

A 30 años de la última reforma constitucional, tres de sus convencionales -Jesús Rodríguez, María Cristina Guzmán y Rodolfo Barra-, disertaron acerca de sus principales cambios y coincidieron en ponderar la capacidad para alcanzar acuerdos de entonces y la falta de representación política en la actualidad.

“La reforma constitucional fue el ejemplo sublime de lo que puede lograr la democracia en la construcción de acuerdos”, expresó Jesús Rodríguez, exlegislador y funcionario radical, en el marco de la charla organizada por la Fundación Éforo, en la que también participaron la exdiputada nacional por el Movimiento Popular Jujeño María Cristina Guzmán y el exministro de la Corte Suprema de Justicia y actualmente designado por el gobierno libertario como procurador del Tesoro de la Nación, Rodolfo Barra. Los disertantes reflexionaron sobre diferentes tópicos acerca de la representación política, las políticas públicas y el rol de las instituciones, y compartieron el mismo diagnóstico en relación al contexto que rodeó este hito histórico, del que se cumplen 30 años: según los oradores, hoy es impensable que algo así se produzca. Aquello fue posible en aquel momento, argumentaron, debido a la capacidad de diálogo entre diferentes partidos e ideologías, el debate y la reflexión que cimentaron la base para la constitución de alianzas y acuerdos que consolidan el orden democrático.

En cuanto a los principales ejes de la reforma, resultaron de suma importancia el cambio en la jerarquía constitucional que adquirieron los tratados internacionales a los que el país suscribe y la normativa que dictaminó que cada provincia dispone de sus recursos naturales de forma independiente. Por otro lado, también primaron los cambios en las reglamentaciones electorales: el tiempo del mandato presidencial se acortó de seis a cuatro años, se permitió una reelección y se estableció la instancia del balotaje. Además se creó la Auditoría General de la Nación, se estipularon derechos al consumidor y al ambiente sano, se propició la figura del defensor del pueblo y se convalidó la independencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre otras modificaciones.

Guzmán, oriunda de Jujuy, reflexionó acerca de lo que significó para el federalismo uno de los ejes centrales de esta reforma, que fue aprobada por unanimidad: la disposición acerca de la independencia de las provincias para disponer sobre los recursos naturales: “No hay federalismo político sin federalismo económico”, advirtió.

Este hito constitucional, para Jesús Rodríguez, fue producto de un momento donde no primaban las anteriores dicotomías entre partidos políticos ni la fragmentación política actual, sino que se constituyó un bipartidismo que mediante el acuerdo y el debate logró aprobar la reforma de la Constitución Nacional, de la que se cumplirán 30 años el próximo 22 de agosto. Más allá de la ponderación del dirigente, la reforma también tuvo en aquel momento sus reparos, porque el acuerdo también fue tildado como oportunista: por un lado reposicionó al expresidente Raúl Alfonsín, tras su salida anticipada del gobierno a causa de la hiperinflación, y por otro allanó el camino para que Carlos Menem fuera reelecto. El acuerdo tuvo su origen en una reunión entre ambos: lo que se llamó “El Pacto de Olivos”.

“Ahora se hace política con la anti política”, declaró Rodríguez en diálogo con ANCCOM; el exlegislador de la UCR reflexionó acerca del quiebre institucional que se produce en la falta de representatividad: “Lo que se produce es una profundización del retroceso y el atraso”, detalló en referencia al creciente desencanto de la población por su clase política.

Carla Pitiot, vicepresidenta de la fundación Éforo, exdiputada nacional y trabajadora de la Auditoría General de la Nación, señaló en diálogo con ANCCOM: “Lo que se ha alejado de la gente es justamente el pensar de los dirigentes”, dijo haciendo hincapié en la ruptura que existe en el vínculo de la política con el ciudadano. “Creo hay una dirigencia que no está aggiornada a los tiempos, que no está respondiendo a las demandas sociales, que no está entendido a la sociedad en este momento”, sintetizó Pitiot. A su vez, amplió que la fractura tiene que ver con las barreras de conexión que se resquebrajan, en donde, por ejemplo, la implementación de políticas públicas queda desarticulada y desentonada de la realidad.

Por su parte, Rodolfo Barra, exmiembro de la llamada “mayoría automática” de la Corte Suprema de Justicia, acusada de fallar permanentemente a favor del gobierno de Menem durante los 90, resaltó como un ejemplo fuera de serie la reforma, debido a que en tiempo récord logró sancionarse por unanimidad, dijo, gracias a los mecanismos de participación ciudadana, conformación de asambleas y al diálogo político entre los diferentes frentes. En ese sentido, contrastó el proceso con los intentos fallidos en países vecinos y aludió puntualmente al reciente caso de Chile, que en dos oportunidades tuvo que dar marcha atrás con su proyecto de reforma.

Sobre el final Guzmán reflexionó acerca de cómo hacerle frente al panorama actual y diagnosticó que es necesaria una dirigencia que merezca serlo y que la ciudadanía debe exigirlo. Hizo énfasis en la siguiente frase apostando por no permanecer impasibles: “La moral de un pueblo no es más que la moral ampliada de sus gobernantes”