
«¿Y el polideportivo dónde está?»
Vecinos nucleados en el colectivo Amparo Ambiental Chacarita se reunieron para reclamar que el GCBA construya el polideportivo que prometió a la comuna y para protestar contra el nuevo Código Urbanístico.

“¿Y el polideportivo dónde está?” se preguntan los vecinos que integran Amparo Ambiental Chacarita mientras organizan una actividad para reclamar por aquella promesa incumplida del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Entre los primeros días otoñales, se reunieron la tarde del sábado a una cuadra de Rodney 251, dirección en el cual debería estar emplazado el predio.
La Cuevita es el lugar donde se dan cita, un espacio-taller donde también llevan a cabo sus asambleas. Dentro hay un proyector que reproduce un video de la lucha por el polideportivo, una sombrilla y una reposera para poder quedarse a apreciarlo. No dura más de un minuto, pero está puesto en bucle para ser visto las veces que uno quiera. Son fotos de ellos vestidos para hacer deporte fuera del actual baldío, pero sin poder entrar a ejercer su actividad física.
Afuera colocaron una mesa larga donde venden bebidas y comestibles, otra más chica en la que se pueden encontrar pines y stickers, además de un parlante con música para amenizar la juntada. Mientras van llegando más vecinos, un grupo se dirige hacia la fachada de lo que anhelan sea un polideportivo para poner un gran afiche con una foto de ellos en una actividad previa sobre el cartel del gobierno porteño que anuncia desde hace casi tres lustros: “Juntos seguimos transformando la Ciudad. Próximamente vamos a disfrutar de este nuevo Espacio Deportivo”.

No es la única intervención sobre los inmuebles urbanos que hay por ahí. En las cuadras aledañas se pueden observar banderas ubicadas en las distintas casas con la leyenda: “No al Nuevo Código Urbanístico. Más verde, menos cemento”, motivo que dio origen a la agrupación.
“Somos una organización barrial que nació en marzo de 2023 a raíz de los vecinos que empezamos a ver que se construían edificios en altura y se tiraban casas abajo. Cuando investigamos por qué pasaba esto, nos enteramos que había un nuevo Código Urbano de 2018 que permitía en toda la Ciudad de Buenos Aires levantar edificios de más de siete pisos”, cuenta Laura Nowydwor.
Pía Almeida Bou agrega: “Además se eliminaron los controles que tenían las construcciones que es lo que hoy deviene en los derrumbes que estamos teniendo, porque no se hacen. Por otro lado, redujo la vivienda a un mínimo de 18 m², los pulmones de manzana a 33 m² (un tercio del total), y eso hace que no haya superficies que retengan el agua. Sumado a eso, las constructoras no necesitan permisos de los entes que dan servicios para verificar que puedan proveerlos, entonces lo que sucede es que se terminan quedando sin agua las viviendas de alrededor”.

Ambas coinciden en remarcar que esa unión contra el Código Urbanístico fue lo que hizo que se empiecen a conocer más entre ellos y busquen otras cosas por las que luchar en el barrio, entre las que se encuentra el polideportivo en Rodney y Santos Dumont para la Comuna 15.
“Es un terreno baldío, es una cuestión de decisión política”, agrega Pía, mientras que Laura narra que “esa manzana en su momento fue de Defensa Civil, está EDENOR en una esquina, se hizo una comisaría, que no debería haberse hecho porque tenía que estar en otro lado, y quedó este espacio que es donde debería ir el polideportivo pero que desde hace un tiempo se pusieron a construir un parador para gente de la calle. Nosotros no estamos en contra, pero démosles viviendas, los paradores no son buenos lugares y no los tratan bien. Nosotros queremos políticas de vivienda y un polideportivo”.
Mientras un vecino que pasea sus perros pasa gritando “Aguante Amparo Ambiental Chacarita” y otro toca bocina desde su auto, Pía vuelve a tomar la voz para aclarar que el presupuesto estuvo varias veces pero que nunca se ejecutó.
Dentro de La Cuevita se encontraba la dueña del predio, Elina Rodríguez. Egresada de Artes del Movimiento, armó en su casa el espacio taller para trabajar y dar clases vinculadas a las expresiones artísticas. Después, cuando se sumó a AACh por los cambios que veía en el barrio, la ofreció para dar lugar a las asambleas de la asociación.
“Distintos artistas que vivimos en el barrio abrimos el taller para visibilizar una demanda que venimos teniendo por el polideportivo para la comuna. Surgió la idea en una asamblea y terminamos haciendo una sesión de fotos que se difundió en redes sociales. Hoy estamos compartiendo una edición de todo ese proceso e instalamos la gigantografía donde está desde hace muchos años el cartel del Gobierno”.

Por la altura, se les dificultó un poco ubicarla, pero fueron ayudados por un par de obreros que trabajaban en la construcción del parador. Ellos les contaron que la obra está frenada, los ayudaron y se fueron deseándoles que les hagan el polideportivo. La idea original era volver a bajar la imagen, pero fue tan bien puesto que mejor dejarlo ahí.
La noche divide al día y, para combatir la oscuridad y el frío, otra integrante prende un fuego junto a los niños que la ayudan buscando ramas para avivar las llamas. Al mismo tiempo, se reúnen todos adentro para celebrar la convocatoria, ver una vez más un video que armaron y dirigirse hacia la puerta del terreno. Ahí, con linternas para la ocasión, iluminan la foto que pusieron por sobre el cartel gubernamental, enfocando a quienes se encontraban prestos a ejercer un deporte. La performance lleva de nombre “¿Y el polideportivo dónde está?”.
Terminada la puesta en escena, se disponen para sacarse fotos, aplauden y se saludan, algunos se retiran y otros vuelven a La Cuevita a seguir charlando y proyectar cómo seguirla para que este sea el año en que puedan ver su proyecto hecho realidad.