Un repudio multitudinario al gobierno de Milei

Un repudio multitudinario al gobierno de Milei

El primer paro con movilización de la CGT contra el mandatario libertario reunió, según los organizadores, a 600.000 personas frente al Congreso. Suma presión a los legisladores para que no aprueben a la Ley Ómnibus y rechacen el mega DNU. También participó la izquierda, los movimientos sociales y muchos autoconvocados.

Cientos de miles de manifestantes se reunieron convocados por la CGT a partir de las 14 frente al Congreso y en las ciudades más importantes del país, para mostrar su oposición al modelo oficialista que propone Javier Milei con su DNU y la Ley Ómnibus.

Luego de que sonara el Himno Nacional, el acto comenzó con la lectura de un comunicado firmado por la cúpula de la Confederación General del Trabajo. “Ningún trabajador puede desconocer la crisis social y económica que estamos viviendo. La inflación erosiona los ingresos de todos y dispara los precios a niveles inaccesibles. Pero ninguna crisis puede ser oportunidad para avanzar sobre los derechos fundamentales de todos los argentinos”, leyó la oradora ante de una ola de aplausos y cánticos en contra del presidente. 

El siguiente en hablar fue Pablo Moyano, quien apenas se asomó al frente, exclamó que hay diputados que en sus provincias “hacen campaña cantando la marcha peronista, con los cuadros de Perón y Evita, y cuando tienen que tratar una ley para rechazarla porque va en contra de los trabajadores, se esconden”. 

Luego, respondió a una frase dicha por Milei hace dos semanas en una entrevista radial, en la que sostenía que a Caputo había que sacarlo a pasear en andas: “Yo le digo ante miles de compañeros, que si lleva estas medidas económicas de hambre; de ajuste; de despido, los trabajadores, los jubilados, los más humildes, van a llevarlo en andas pero para tirarlo al Riachuelo para que cambie este modelo económico”. 

En la misma línea, Héctor Daer sostuvo que fueron a la Plaza “a defender a la Patria y  40 años de democracia”. Y sostuvo: “Nos vienen con una palabra tan noble como es la libertad. Todos los pueblos luchan por la libertad y acá la utilizan para hacer pelota la fórmula de actualización para jubilados y jubiladas”. 

El acto cerró con la marcha peronista y el canto unísono de la marea humana que se extendía hasta la 9 de Julio. Según los organizadores, hubo 600.000 personas y, con los actos realizados en todas las provincias, la cifra trepó a un millón y medio.

— La verdad es que es una jornada histórica, que se produce ante el aislamiento del Gobierno, que nunca ha tenido la oportunidad ni la responsabilidad de hablar institucionalmente con el movimiento sindical — declaró el gremialista Gerardo Martínez a ANCCOM —. Todos tenemos que reflexionar y darnos una oportunidad porque hay muchas familias argentinas que la están pasando muy mal. 

Por su parte, Hugo Godoy, de la CTA, adelantó que “vamos a seguir peleando para que se se caiga el DNU y que no se apruebe la Ley Ómnibus. Y para que la política económica que entrega y multiplica la pobreza, no pueda seguir adelante. La clase trabajadora hoy está comenzando un plan de lucha que cuenta con un altísimo nivel de unidad y solidaridad en todo el pueblo argentino”, concluyó. 

Mientras se producía la desconcentración, Pablo Moyano seguía en el escenario rodeado de manifestantes sindicales que hacían fila para sacarse una selfie. 

— Hay que apelar a la responsabilidad de cada diputado y diputada el día de mañana  — señaló — . La de hoy fue una jornada histórica. Hubo miles y miles de argentinos que  nos movilizamos. Ojalá el presidente escuche al pueblo argentino que está cansado de la agresión permanente, del hambre y del ajuste.

Horas antes, cuando esas mismas columnas iban llegando a la plaza del Congreso, circulaba la noticia de que las fuerzas de seguridad entorpecieron el arribo deteniendo micros para requisar y asustar a sus pasajeros. 

“ El límite de Capital Federal con el Gran Buenos Aires está totalmente militarizado y a cualquier micro que quiera pasar con manifestantes los hacen bajar — denunció antes de que iniciara el acto, el dirigente Raúl Castells junto al monumento de la Plaza —.  Por ejemplo, en el colectivo 96 que es el que transporta más cantidad de gente desde La Matanza requisaron a uno por uno.

Pese a esas provocaciones, el acto se realizó en completa normalidad.

Desde el centro de la plaza, se podía ver cómo un río de cabezas dispuestas a no ser aplastadas se retiraban en dirección a 9 de Julio. Al mismo tiempo, en un balcón de un edificio ubicado sobre Rivadavia una señora de unos 80 años golpeaba una lata y mostraba una bandera de ATE. Los manifestantes la aplaudieron y celebraron con el ya clásico “abuela la, la, la”. 

De ese modo, una sobreviviente del Rodrigazo se unió a la generación que sufrió el 2001. En ese canto en común, se escondía el miedo de que en nombre de la libertad, hoy la represión y el saqueo vuelvan a gobernar el país.. 

Los trabajadores se pusieron en guardia

Los trabajadores se pusieron en guardia

La CGT y las CTA se movilizaron junto a los movimientos sociales a Plaza Lavalle para acompañar la presentación judicial que pide la inconstitucionalidad del mega DNU elaborado por el presidente Javier Milei que amenaza derechos laborales como la indemnización o la huelga, además de avanzar sobre las obras sociales, fomentar la tercerización y eliminar las multas a las empresas por el trabajo no registrado. A pesar que se propuso como una marcha simbólica, resultó masiva. Al final, la Policía de la Ciudad reprimió a los últimos en desconcentrarse para intentar dar una muestra de autoridad.

— Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode

Desde el andén de la estación Tribunales del subte D, el canto de los manifestantes concentrados algunos metros más arriba, sobre Plaza Lavalle, tapa la voz de la centena de pasajeros que se dirige hacia las escaleras. Por momentos parece una manga de una cancha de fútbol: mientras los transeúntes vuelven a la superficie, los cantos ensordecedores se mezclan con las bombas de estruendo que imprimen en el aire el olor a pólvora, que al cabo de unos pasos se combina con el de los chorizos asados en la esquina de Lavalle y Libertad.

La marcha convocada por la Confederación General del Trabajo en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia emitido por el presidente Javier Milei reúne a numerosos colectivos y sindicatos. Las banderas se levantan por toda la plaza y forman una paleta de colores que rompe con la formalidad cotidiana de uno de los bastiones del Poder Judicial. 

— Estoy preocupada por las modificaciones a todo lo que tiene que ver con los derechos laborales — declara la periodista María Julia Mastromarino, a metros de la columna del Sindicato de Prensa de Buenos Aires — Hay acá muchos compañeros de Télam y de la TV Pública. Que su trabajo sea puesto en riesgo a fin de año es algo muy difícil. 

Cuando llegan las 12, caminar por la zona es prácticamente imposible. Los cuerpos avanzan juntos, hombro con hombro, bajo la atenta mirada de los efectivos de la Policía de la Ciudad que se paran en las esquinas con sus pecheras celestes. 

Quienes intentan escapar del sol, ocupan cada centímetro de sombra  disponible. Algunos se esconden bajo la sombra de arbustos y árboles, otros tantos ocupan la vereda trasera del Teatro Colón.

Un hombre se cuelga del farol ubicado en Libertad y Talcahuano, mientras despliega una bandera gigante de Argentina, tal como lo hicieron los libertarios durante la asunción del presidente. Los colores celeste y blanco aparecen como recuerdo de que la patria también es de aquellos que se resisten a no pertenecer hundidos en su subsuelo. 

 A una cuadra de la manifestación, sobre 9 de Julio, un grupo de personas hace fila para ingresar al Tango Porteño. Miran con extrañeza los rostros que circulan por el centro de Buenos Aires, casi como si hubiera un error en la matrix. Luego se dan vuelta para intentar ocultar sus caras de fastidio por la escena. Le dan sus espaldas a la manifestación, literalmente. 

Sobre Lavalle, el ex Ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, observa cómo avanza el Sindicato de Conductores Navales, con unos ojos achinados que intentan vencer el embate de los rayos del sol. 

— En Argentina ha habido gobiernos peronistas, radicales, conservadores, fraudulentos, pero ningún Ejecutivo, salvo el De Facto, cometió una violación de la Constitución de tamaña gravedad como éste — denuncia — La Corte tiene que pronunciarse y veremos ahí quién defiende la Constitución y quien se caga en la Constitución. 

 Al igual que en la manifestación del 20 de octubre, Gendarmería llega tarde al evento. Sus cascos verdes atraviesan las múltiples hileras de cuerpos que se mueven bajo la sombra de la plaza de Tribunales. Al llegar a la puerta de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, se detienen y arman un doble cordón. Es curioso cómo llegan para intentar controlar, una vez que la manifestación está en su auge, casi como si el interés estuviera puesto en ser vistos antes que en mantener la seguridad de la zona.  

Cuando faltan veinte minutos para las 13, la protesta empieza a desconcentrarse. Los miles de manifestantes se alejan en dirección a 9 de Julio, mientras con sus cantos exclaman que la patria no se vende, que los trabajadores siguen unidos y que “este pueblo no cambia de idea, lleva las banderas de Evita y Perón”.

No lo saben, pero gritan sus proclamas en la puerta de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial. A centímetros de donde el poder económico legitima su modelo de acumulación, los representantes de los trabajadores afirman que en la patria de los obreros no hay lugar para el avasallamiento de los derechos conquistados. 

«Sueño con que esta sea la primera de muchas fiestas»

«Sueño con que esta sea la primera de muchas fiestas»

El ministro de Economía y candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, fue el único orador en la masiva movilización organizada por la CGT y las distintas vertientes de la CTA para celebrar la eliminación del impuesto a las Ganancias.

Este viernes se movilizaron trabajadores convocados por la Confederación General de Trabajo (CGT) y las distintas vertientes de la CTA en la Plaza de los Dos Congresos en celebración de la modificación de la Ley de Impuesto a las Ganancias y en apoyo a la candidatura presidencias de Sergio Massa. El ministro de Economía fue el único orador: “Si soy presidente de la república, voy a convocar a un gobierno de unidad nacional porque primero está la patria, después el movimiento y por último los hombres”, manifestó con la voz cascada.

La reforma al Impuesto a las Ganancias obtuvo la media sanción definitiva en la Cámara Alta con 38 votos a favor por parte del Frente de Todos, sus aliados y Unidad Federal, y 27 votos en contra por parte de la oposición. La nueva ley, que elimina la cuarta categoría tributaria, comenzará a regir el próximo año.

El clima de festejo estuvo presente durante la jornada bajo el lema “desarrollo,  producción, trabajo”. La Bancaria, Luz y Fuerza y la Unión Obrera de Construcción fueron algunos de los sindicatos que se hicieron presentes no solo para celebrar la aprobación de la modificación de Ganancias sino también en apoyo a las últimas medidas impulsadas por Massa, como “Compra sin IVA” y a la Ley de Empleo “Mi Pyme”.

El sindicalista Pablo Moyano se hizo presente en la plaza acompañado de trabajadores del sindicato de Camioneros y acusó: “En los discursos que dieron ayer los senadores de Juntos por el Cambio te das cuenta de que desprecian a los laburantes”.

Orlando Elías Reyes, del Sindicato del Vidrio, declaró: “Esto es algo que hace muchos años venía reclamando el movimiento obrero porque el Impuesto a las Ganancias no correspondía hacia los trabajadores, por eso nosotros compartimos totalmente la aprobación de la eliminación de la cuarta categoría”.

Uno de los argumentos de la oposición para no aprobar el proyecto era que estas medias podrían llegar a generar un desfinanciamiento en las provincias, con relación a esto Reyes comentó: “Yo no creo que haya desfinanciamiento en las provincias porque las provincias recibieron un refuerzo de dinero por parte del Estado nacional y cada provincia se maneja con su presupuesto”.

El escenario estaba ubicado en las puertas del Congreso y el acto dio inicio con el Himno Nacional para que luego tome la palabra Massa. Estos fueron los únicos dos momentos en los que hubo un silencio de respeto por parte de los trabajadores. “Muchos de ustedes saben qué hace más de 10 años que vengo planteando esto como principio de mejora en la puja distributiva de la Argentina, como principio en defensa de la condición de clase media de nuestros trabajadores y trabajadoras. El salario no es ganancia, es remuneración”, afirmo el candidato a presidente de Unión por la Patria.

“Gracias por estar hoy acá, una alegría compartir esta fiesta con ustedes. Sueño con que esta sea la primera de muchas fiestas que podamos compartir juntos”, finalizo Massa para que luego ser saludado y abrazado por parte del movimiento sindical que se encontraba en el palco; mientras tanto se escuchaba por los parlantes la Marcha Peronista.

La semana pasada, la CGT junto a diferentes sindicatos de trabajadores realizaron una vigilia durante el debate en la Cámara de Diputados donde se otorgó media sanción a la ley que reformó el Impuesto a las Ganancias. “Vamos a acompañar cada vez que sea necesario estas medidas que creemos necesarias para el conjunto de los trabajadores”, adelanto en su momento Javier López, secretario General del Sindicato de Encargados Apuntadores Marítimos en diálogo con ANCCOM.

Los trabajadores se movilizaron para apoyar la eliminación del impuesto a las ganancias

Los trabajadores se movilizaron para apoyar la eliminación del impuesto a las ganancias

La CGT y las distintas vertientes de la CTA realizaron una vigilia frente al Congreso de la Nación para apoyar el proyecto de ley presentado por Sergio Massa. La Cámara Baja dio media sanción y si la confirma el Senado solo pagarán el tributo quienes perciban más de 15 salarios mínimos.

“Dale vamos, que tenemos que ir a bancar”, exclamaba un joven a su grupo de cuatro compañeros, cargando redoblantes y trompetas. Bajo el lema de “el salario no es ganancia”, distintas organizaciones sindicales lideradas por la Confederación General de Trabajadores (CGT) se movilizaron este martes frente al Congreso de la Nación para apoyar el proyecto de ley impulsado por el oficialismo, que ayer obtuvo media sanción en Cámara de Diputados, para modificar el impuesto a las ganancias en el salario de los y las trabajadoras.

El día era gris y el viento ondeaba las banderas de diferentes organizaciones, algunos manifestantes se turnaban para mantenerlas en alto; “ojo que no se caiga”, comentó entre risas uno de ellos a su compañero que sostenía una de las tantas banderas que desde las 11 se hicieron presente en la Plaza de los Dos Congresos. Se veían estandartes de la CGT y de las dos Centrales de Trabajadores de Argentina, tanto como de la Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte, el Fresimona, la Corriente Federal, y Asociación Bancaria, fueron algunos de los tantos sindicatos que se manifestaron a las afueras del recinto.

Luego del medio día se empezaron a ver los primeros rayos de sol y la Cámara de Diputados inicio el debate. En la reforma del Impuesto a las Ganancias que se debatió se encuentra la eliminación de la imposición a la cuarta categoría que excluye del gravamen a empleados en relación de dependencia, jubilados y pensionados, y solo lo pagaran los sueldos equivalentes o superiores a 15 salarios mínimos que en la actualidad representan 1.770.000 pesos, con una actualización cada seis meses. “Para nosotros es sumamente positivo, esto impacta en todos los docentes de gestión privada que tengan más de dos cargos, es un reclamo histórico que venimos llevando adelante desde la CGT”, declaró Patricia Rodríguez, secretaria adjunta del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) de la Provincia de Buenos Aires en dialogo con ANCCOM.

Mariano Migueles, subsecretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Entre Ríos, desde temprano en la plaza, frente al Congreso, declaraba: “Más allá de como salga la votación, que espero que sea favorable, hoy está en la agenda de la política argentina que para nosotros nos parece importante”.  Héctor Abel Ramírez miembro de la Comisión Directiva de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina en Buenos Aires, también se mostraba optimista respecto a la aprobación de la reforma de la ley por parte de Diputados y manifestó que espera que se “resuelva con el voto de las fuerzas populares”. Además, reconoció que en “diferentes gobiernos se ha argumentado de todas las formas posibles y se han llevado a cabo muchas medidas de fuerzas que no lograron lo que ahora se está consiguiendo que es reconocer que el salario no es ganancia”.

Respecto a si no se llegaba a aprobar las nuevas medidas, Roberto Pianelli, Secretariado General de Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, expresó: “Si hay un sector de diputados que quiere que los trabajadores sostengan las rutas, los hospitales públicos, cuando en verdad lo que más ganan son los empresarios, seguramente el movimiento sindical discutirá de qué manera responder a esto”.

Si bien en las afueras del Congreso el clima era de compañerismo entre todos los trabajadores con un mismo objetivo, dentro del Congreso la situación de tensión era evidente. Allí hubo cruces entre diputados del oficialismo y Juntos por el Cambio.

Finalmente, la noche del 19 de septiembre cerró con media sanción a la reforma del Impuesto a las Ganancias con 135 votos afirmativos y 103 negativos, seguido por los festejos de diputados por parte del oficialismo. Entre los que apoyaron el proyecto se encontraban los legisladores de Unión por la Patria, la izquierda, una parte del Bloque Federal y Evolución radical y La Libertad Avanza. El PRO votó en contra.

Desde los palcos del recinto, Sergio Massa, ministro de Economía de la Nación y candidato a presidente de Unión por la Patria, junto a los sindicalistas Pablo Moyano, Carlos Acuña y Héctor Daer, acompañaron la celebración con aplausos y abrazos entre ellos. En el caso de que la Cámara de Senadores de media sanción, la medida se aplicaría el próximo año.

“Lo que pedimos es que se cumplan todo lo que vamos trabajando en conjunto, respeten las paritarias, la jubilación, los convenios colectivos, no más el impuesto a las ganancias porque el salario no es ganancia”, finalizó Rodríguez de SADOP.

La CGT pidió un acuerdo político, económico y social

La CGT pidió un acuerdo político, económico y social

Veinticuatro horas después del Día de los Trabajadores, la central obrera realizó un acto conmemorativo bajo el lema «Estamos a tiempo». Los sectores kirchneristas no participaron del encuentro en Defensores de Belgrano.

Esta tarde, la Confederación General del Trabajador (CGT) realizó un acto por el Día Internacional de los Trabajadores en el estadio del Club Defensores de Belgrano, ubicado en el barrio porteño de Núñez, bajo el lema “estamos a tiempo”. Evitaron criticar al gobierno, apuntaron contra la oposición y condenaron la dolarización que plantea Javier Milei.

Esta celebración la pensó la CGT como una forma de volver a instalarse en el escenario político y sindical tras un largo período de inactividad: la reunión del miércoles 19 de abril fue la primera que mantuvo oficialmente en los últimos ocho meses, pese a que en ese periodo se acentuó el alza de la inflación y la pelea para recomponer los salarios. En ella el Consejo Directivo de la Central Obrera había propuesto “alcanzar un amplio consenso político, económico y social que promueva el crecimiento, la producción y el trabajo”.

El acto, que comenzó a las 15, ante 20 mil personas movilizadas por los sindicatos y el infaltable “Tula” y su bombo, tuvo las ausencia de algunas figuras de peso, como Pablo Moyano (Federación Nacional de Trabajadores Camioneros) que es uno de los secretarios generales, Mario Manrique (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor) y Abel Furlan (Unión Obrera Metalúrgica). El único que se hizo presente del sector más cercano al kirchnerismo fue Sergio Palazzo (Bancarios), pero llegó tarde.

El primer orador del acto fue Carlos Acuña, otro de los triunviros de la central obrera, que destacó: “Gracias a la CGT recuperamos la democracia”, y luego apuntó contra la reforma laborar que propone Juntos por el Cambio: “No puede ser que el eje de la campaña sea ese, porque los que la proponen no saben lo que es un convenio colectivo de trabajo, ya que nunca laburaron.”

Luego tomó la palabra Jorge Sola, titular del Sindicato del Seguro y Secretario de Prensa de la CGT, quien continuó con la idea de Acuña: “No necesitamos una reforma laboral, necesitamos un nuevo acuerdo social. El movimiento sindical es una herramienta duradera y efectiva de acuerdo sectorial a través de las negociaciones colectivas. Es falso e intencional afirmar que los convenios colectivos son anacrónicos y estáticos, en su dinámica está el espacio razonable de acuerdo y evolución de las condiciones de trabajo y producción.”

También le dio un fuerte apoyo a la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como guiño de respaldo al ministro de Economía, Sergio Massa, y reclamó un acuerdo político, económico y social para fijar políticas de Estado que saquen al país de la crisis y eviten que la pobreza y la desigualdad “conspiren contra la cohesión social”.

Héctor Daer, jefe del Sindicato de Sanidad, integrante del triunvirato de secretarios generales y último orador del acto, hizo explicita una demanda para reducir la jornada laboral de ocho horas: “Hay que acabar con la semana de 48 horas, es una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente. Cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí, porque si un hombre y una mujer producen mucho más que cuando se pusieron las ocho horas de trabajo y las 48 semanales, habrá que discutir y lograr cambiar eso.” En determinado momento, afiliados al gremio de Camioneros interrumpieron el discurso de Daer, pero después de un rato pudo continuar.

El líder gremial disparó contra los “profetas del antisistema: “¿Dónde quieren dolarizar? Si lo que menos tiene Argentina en estos momentos es dólar. Quieren empobrecernos a costillas de lo que quieren llevar adelante. Pero la CGT no es antisistema, nosotros estamos dentro del sistema, pero queremos que el sistema cambie, que nos contenga y que de resultados y genere condiciones para una mejor vida”, concluyó Daer.