Los trabajadores se movilizaron para apoyar la eliminación del impuesto a las ganancias

Los trabajadores se movilizaron para apoyar la eliminación del impuesto a las ganancias

La CGT y las distintas vertientes de la CTA realizaron una vigilia frente al Congreso de la Nación para apoyar el proyecto de ley presentado por Sergio Massa. La Cámara Baja dio media sanción y si la confirma el Senado solo pagarán el tributo quienes perciban más de 15 salarios mínimos.

“Dale vamos, que tenemos que ir a bancar”, exclamaba un joven a su grupo de cuatro compañeros, cargando redoblantes y trompetas. Bajo el lema de “el salario no es ganancia”, distintas organizaciones sindicales lideradas por la Confederación General de Trabajadores (CGT) se movilizaron este martes frente al Congreso de la Nación para apoyar el proyecto de ley impulsado por el oficialismo, que ayer obtuvo media sanción en Cámara de Diputados, para modificar el impuesto a las ganancias en el salario de los y las trabajadoras.

El día era gris y el viento ondeaba las banderas de diferentes organizaciones, algunos manifestantes se turnaban para mantenerlas en alto; “ojo que no se caiga”, comentó entre risas uno de ellos a su compañero que sostenía una de las tantas banderas que desde las 11 se hicieron presente en la Plaza de los Dos Congresos. Se veían estandartes de la CGT y de las dos Centrales de Trabajadores de Argentina, tanto como de la Confederación Argentina de Trabajadores de Transporte, el Fresimona, la Corriente Federal, y Asociación Bancaria, fueron algunos de los tantos sindicatos que se manifestaron a las afueras del recinto.

Luego del medio día se empezaron a ver los primeros rayos de sol y la Cámara de Diputados inicio el debate. En la reforma del Impuesto a las Ganancias que se debatió se encuentra la eliminación de la imposición a la cuarta categoría que excluye del gravamen a empleados en relación de dependencia, jubilados y pensionados, y solo lo pagaran los sueldos equivalentes o superiores a 15 salarios mínimos que en la actualidad representan 1.770.000 pesos, con una actualización cada seis meses. “Para nosotros es sumamente positivo, esto impacta en todos los docentes de gestión privada que tengan más de dos cargos, es un reclamo histórico que venimos llevando adelante desde la CGT”, declaró Patricia Rodríguez, secretaria adjunta del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) de la Provincia de Buenos Aires en dialogo con ANCCOM.

Mariano Migueles, subsecretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Entre Ríos, desde temprano en la plaza, frente al Congreso, declaraba: “Más allá de como salga la votación, que espero que sea favorable, hoy está en la agenda de la política argentina que para nosotros nos parece importante”.  Héctor Abel Ramírez miembro de la Comisión Directiva de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina en Buenos Aires, también se mostraba optimista respecto a la aprobación de la reforma de la ley por parte de Diputados y manifestó que espera que se “resuelva con el voto de las fuerzas populares”. Además, reconoció que en “diferentes gobiernos se ha argumentado de todas las formas posibles y se han llevado a cabo muchas medidas de fuerzas que no lograron lo que ahora se está consiguiendo que es reconocer que el salario no es ganancia”.

Respecto a si no se llegaba a aprobar las nuevas medidas, Roberto Pianelli, Secretariado General de Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, expresó: “Si hay un sector de diputados que quiere que los trabajadores sostengan las rutas, los hospitales públicos, cuando en verdad lo que más ganan son los empresarios, seguramente el movimiento sindical discutirá de qué manera responder a esto”.

Si bien en las afueras del Congreso el clima era de compañerismo entre todos los trabajadores con un mismo objetivo, dentro del Congreso la situación de tensión era evidente. Allí hubo cruces entre diputados del oficialismo y Juntos por el Cambio.

Finalmente, la noche del 19 de septiembre cerró con media sanción a la reforma del Impuesto a las Ganancias con 135 votos afirmativos y 103 negativos, seguido por los festejos de diputados por parte del oficialismo. Entre los que apoyaron el proyecto se encontraban los legisladores de Unión por la Patria, la izquierda, una parte del Bloque Federal y Evolución radical y La Libertad Avanza. El PRO votó en contra.

Desde los palcos del recinto, Sergio Massa, ministro de Economía de la Nación y candidato a presidente de Unión por la Patria, junto a los sindicalistas Pablo Moyano, Carlos Acuña y Héctor Daer, acompañaron la celebración con aplausos y abrazos entre ellos. En el caso de que la Cámara de Senadores de media sanción, la medida se aplicaría el próximo año.

“Lo que pedimos es que se cumplan todo lo que vamos trabajando en conjunto, respeten las paritarias, la jubilación, los convenios colectivos, no más el impuesto a las ganancias porque el salario no es ganancia”, finalizó Rodríguez de SADOP.

La CGT pidió un acuerdo político, económico y social

La CGT pidió un acuerdo político, económico y social

Veinticuatro horas después del Día de los Trabajadores, la central obrera realizó un acto conmemorativo bajo el lema «Estamos a tiempo». Los sectores kirchneristas no participaron del encuentro en Defensores de Belgrano.

Esta tarde, la Confederación General del Trabajador (CGT) realizó un acto por el Día Internacional de los Trabajadores en el estadio del Club Defensores de Belgrano, ubicado en el barrio porteño de Núñez, bajo el lema “estamos a tiempo”. Evitaron criticar al gobierno, apuntaron contra la oposición y condenaron la dolarización que plantea Javier Milei.

Esta celebración la pensó la CGT como una forma de volver a instalarse en el escenario político y sindical tras un largo período de inactividad: la reunión del miércoles 19 de abril fue la primera que mantuvo oficialmente en los últimos ocho meses, pese a que en ese periodo se acentuó el alza de la inflación y la pelea para recomponer los salarios. En ella el Consejo Directivo de la Central Obrera había propuesto “alcanzar un amplio consenso político, económico y social que promueva el crecimiento, la producción y el trabajo”.

El acto, que comenzó a las 15, ante 20 mil personas movilizadas por los sindicatos y el infaltable “Tula” y su bombo, tuvo las ausencia de algunas figuras de peso, como Pablo Moyano (Federación Nacional de Trabajadores Camioneros) que es uno de los secretarios generales, Mario Manrique (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor) y Abel Furlan (Unión Obrera Metalúrgica). El único que se hizo presente del sector más cercano al kirchnerismo fue Sergio Palazzo (Bancarios), pero llegó tarde.

El primer orador del acto fue Carlos Acuña, otro de los triunviros de la central obrera, que destacó: “Gracias a la CGT recuperamos la democracia”, y luego apuntó contra la reforma laborar que propone Juntos por el Cambio: “No puede ser que el eje de la campaña sea ese, porque los que la proponen no saben lo que es un convenio colectivo de trabajo, ya que nunca laburaron.”

Luego tomó la palabra Jorge Sola, titular del Sindicato del Seguro y Secretario de Prensa de la CGT, quien continuó con la idea de Acuña: “No necesitamos una reforma laboral, necesitamos un nuevo acuerdo social. El movimiento sindical es una herramienta duradera y efectiva de acuerdo sectorial a través de las negociaciones colectivas. Es falso e intencional afirmar que los convenios colectivos son anacrónicos y estáticos, en su dinámica está el espacio razonable de acuerdo y evolución de las condiciones de trabajo y producción.”

También le dio un fuerte apoyo a la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como guiño de respaldo al ministro de Economía, Sergio Massa, y reclamó un acuerdo político, económico y social para fijar políticas de Estado que saquen al país de la crisis y eviten que la pobreza y la desigualdad “conspiren contra la cohesión social”.

Héctor Daer, jefe del Sindicato de Sanidad, integrante del triunvirato de secretarios generales y último orador del acto, hizo explicita una demanda para reducir la jornada laboral de ocho horas: “Hay que acabar con la semana de 48 horas, es una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente. Cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí, porque si un hombre y una mujer producen mucho más que cuando se pusieron las ocho horas de trabajo y las 48 semanales, habrá que discutir y lograr cambiar eso.” En determinado momento, afiliados al gremio de Camioneros interrumpieron el discurso de Daer, pero después de un rato pudo continuar.

El líder gremial disparó contra los “profetas del antisistema: “¿Dónde quieren dolarizar? Si lo que menos tiene Argentina en estos momentos es dólar. Quieren empobrecernos a costillas de lo que quieren llevar adelante. Pero la CGT no es antisistema, nosotros estamos dentro del sistema, pero queremos que el sistema cambie, que nos contenga y que de resultados y genere condiciones para una mejor vida”, concluyó Daer.

La plaza de la justicia social

La plaza de la justicia social

Un duro documento respaldado por un centenar de organizaciones entre las que se encontraban La Cámpora, el PJ Bonaerense y las dos CTA se leyó en una masiva marcha a Plaza de Mayo para conmemorar el Día de la Lealtad. Los Gordos de la CGT hicieron su propio acto en Obras Sanitaria y Los Cayetanos, en La Matanza.

A las dos de la tarde en la avenida 9 de julio las banderas, los tambores y los y las leales ya esperaban para salir a Plaza de Mayo. El mar de banderas celestes y blancas serpenteaba con el viento cubriendo Diagonal Norte y Avenida de Mayo convocadas bajo la consigna “Unidad nacional por la soberanía con justicia social”.

Más de cien agrupaciones estuvieron detrás de la organización de esta marcha. La Cámpora y el PJ Bonaerense, la Central de Trabajadores de la Argentinos (CTA) y la CTA Autónoma, el movimiento Frente Patria Grande, la Corriente Descamisados, el Frente Popular Darío Santillán, el Partido Piquetero, los trabajadores de cooperativa Fetraes, el Sindicato de choferes de Camiones, la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores, el Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines y el Sindicato Único de Fleteros, entre muchas otras fueron las organizaciones que se hicieron presentes y levantaron sus banderas en Plaza de Mayo.  

“Hace 77 años todos y todas las compañeras se acercaban a esta misma plaza. Hoy estamos de vuelta, hoy estamos presentes- se escuchó desde los parlantes que se adelantaban por Avenida de Mayo para que la larga fila de leales escucharan a los y las dirigentes que hablarían desde el escenario. “Otro 17 de octubre, nuestro día, el día de la lealtad peronista”, continuaban. 

Las banderas ausentes de los sectores gordos de la CGT y “Los cayetanos” se encontraban con sus respectivos referentes en el estadio Obras Sanitarias por un lado, y en La Matanza. En su acto de dirigentes sindicales, los gordos de la CGT lanzaron la nueva «Corriente Político-Sindical Peronista» para disputar y negociar las candidaturas del año próximo. Los Cayetanos, por su lado -Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa, Somos Barrios de Pie, entre otros- convocaron un “Cabildo abierto de la militancia popular” en el Estadio de Laferrere para hacer visible su propia agenda política. 

“Unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode se jode. Unidad de las trabajadoras y al que no le gusta que se joda que se joda”, se escuchaba desde el parlante. La división a la hora de organizar la expresión de lealtad peronista no impidió que la plaza se llenará con más de 200.000 trabajadores y trabajadoras. Además, los y las autoconvocadas se esparcían como manchas de pintura entre las columnas de las organizaciones, en pequeños grupos que se sentaban a tomar mates frente a la Casa Rosada.

“La unidad nacional solo será duradera en el tiempo si se construye con el pueblo como protagonista a través de sus organizaciones y deberá asentarse esencialmente en la búsqueda del bien común por el camino de la paz hacia la conquista plena de la justicia social”, decía el documento que se leyó en el acto. 

“La verdadera democracia es aquella donde el Gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés: el del pueblo”, dijo Perón hace ya años. Rodeando la fuente, donde se refrescaban los pies descalzos, una mujer levantaba sus dedos en V, invitando a los compañeros a hacer lo mismo para la foto. La lealtad se mostró en cada retrato que inevitablemente llevaba la marca peronista. Las cámaras apuntaban y los dedos se levantaban. 

“Hay chori, Paty y bondiola”, gritaban anunciando las parrillas encendidas, acompañadas de su particular olor mezclado con el humo de bengala que inundaba las calles. “¡Acá Juan!”, le  gritó uno al amigo, mientras levanta un vaso de fernet con una mano y los dedos en v con la otra. 

Resaltaron los ojos que buscaban a sus compañeros, las sonrisas del encuentro y los abrazos de celebración. De fondo, se escuchó la fiesta de trompetas, tambores y explosiones.

Perón y Evita, Nestor y Cristina, Maradona y el Papa, Juana Azurduy y San Martín, Mercedes Sosa, el «Indio» Solari y Estela de Carlotto, estaban todos en las banderas que rodeaban el escenario donde los dirigentes de las organizaciones se pararon a dar sus discursos. Las imágenes de los santos populares acompañaron la movilización en banderas, remeras, pines y aros de los y las leales.

“Siguen llegando columnas a lo largo y a lo ancho. Para seguir militando, para seguir emocionándonos -se escuchaba de los parlantes-. Acá estamos todos los laburantes y las laburantas”. “Nacional, popular y latinoamericanista”, decía la remera de la chica que zigzagueaba entre medio de la multitud. Rostros jóvenes inundaron las calles, la militancia renovada se puso la pechera de sus organizaciones para salir a marchar.

“Madres de la plaza / El pueblo las abraza”, sonó fuerte. “Están las madres que nos acompañan y que acompañamos. Taty Almeida está presente. Las madres que nos guían y nos enseñan el camino”, decían desde el escenario.

El documento leído cerró con un posicionamiento claro en vistas de las elecciones del año próximo: “Es hora pues, de que el movimiento sindical, las organizaciones sociales y políticas, los pequeños y medianos productores agropecuarios e industriales, el cooperativismo y todos los sectores que están identificados en los hechos con el interés nacional, dotados de la solidaridad imprescindible para la vida en comunidad, representativos de la inmensa mayoría de nuestro pueblo, reemprendamos el camino para recuperar nuestro derecho a la autodeterminación, a nuestra Independencia real, sin la que no hay nación, democracia, ni justicia social”.

Una marcha para poner al país en marcha

Una marcha para poner al país en marcha

La movilización de la CGT no culminó en un acto central ni en un anuncio de un plan de lucha.

Acompañados por el clima húmedo y borrascoso del centro porteño, la movilización inundó las calles con una convocatoria multitudinaria desde los distintos sectores sindicales, políticos y sociales.

La dirección cegetista encabezó la movilización alzando una bandera albiceleste en representación de la lucha de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) por la ola de despidos y detenciones que afectaron a 45 trabajadores de los  ¨Laboratorios Craveri¨ el pasado viernes 29 de marzo.

Entre las peticiones y cánticos que pudieron oírse, no faltaron los reclamos en contra del gobierno de Mauricio Macri, el pedido por la mejora de salarios y condiciones laborales, mayor producción nacional y un país que priorice el desarrollo productivo por sobre el financiero.

Los empresarios del sector pyme adhirieron a la marcha con el fin de discutir el rumbo económico del país y cuestionar el modelo actual. ¨Cierran 25 pymes por día”, “Hay 350.000 nuevos desocupados”, “50% de inflación anual”, y “15% de caída de la industria”, fueron algunos de los escritos que circulaban en carteles que llevaban algunos representantes del sector.

La recesión, el cierre fábricas y el aumento e desempleo encabezaron la agenda de reclamos.

Para esta multitudinaria marcha hubo distintas convocatorias. Sin embargo, la cabecera fue ocupada por la CGT. La columna se movilizó desde Misiones y Rivadavia hasta confluir en 9 de Julio y Avenida de Mayo. Si bien la movilización no tuvo oradores, Héctor Daer, secretario general de la CGT, minutos antes de desconcentrar, a las 14.45, habló con la prensa. Entre sus declaraciones, el sindicalista explicó:

¨El gobierno pretende que nos sigamos esforzando. Cuando fue el mismo presidente el que declaró ni bien comenzó su mandato que iba a ser todo fácil y sencillo, que le lloverán inversiones. Hoy, sin embargo, tenemos más pobreza, más desocupación, mayor destrucción de la economía y endeudamiento. Lo que estamos planteando ahora, y por eso la palabra unidad como expresión, es unificar los frentes, por supuesto con eje en el peronismo, y que así, se pueda generar la alternativa para sacar el país adelante y no solo ganar las elecciones. Esto lo tiene que resolver un gran acuerdo político¨, concluyó.

El dirigente sindical remarcó la importancia de la unión como único rumbo posible para poder hacer frente a la crisis que dejará el gobierno a causa de sus políticas de ajuste. Poder cambiar el modelo actual de un país para pocos, por un país para todos.