En la Ciudad, no hubo sorpresas
El Búnker porteño de Fuerza Patria se mostró desanimado al recibir los resultados que daban como ganadora a la Libertad Avanza. Los candidatos porteños del peronismo, no obstante, consideraron que la elección en la Ciudad fue buena.
La alianza Fuerza Patria quedó segunda en la Ciudad de Buenos Aires con el 26,97 por ciento de los votos, frente al 47, 35 % de los votos de La Libertad Avanza (LLA). De este modo obtuvo cuatro bancas para la Cámara Baja – Itai Hagman; Kelly Olmos; Santiago Roberto y Lucía Cámpora-, mientras que Mariano Recalde aseguró su banca como senador.
Luego de conocerse los resultados, el primero en salir a hablar en el búnker porteño fue el primer candidato a senador, Mariano Recalde. La militancia, que hasta entonces permanecía en silencio, empezó a cantar, tratando de recuperar el ánimo. El senador reelecto tomó el micrófono y declaró: “Esta campaña fue militante, se hizo una campaña colectiva, todos formaron parte para que Fuerza Patria siga creciendo en la Ciudad de Buenos Aires. Nuestro objetivo es claro: ponerle un freno a Milei en el Congreso. Para eso nuestros votantes confiaron en Fuerza Patria y acá venimos a expresar públicamente que ratificamos y vamos a cumplir ese compromiso”, aseguró y prometió: “Vamos a seguir peleando en las bancas, en las calles y en las urnas. Entendemos que la única lucha que se pierde es la que se abandona”.
Tras su discurso, volvieron los cánticos de la juventud, que devolvieron algo de energía al ambiente. En diálogo con ANCCOM, Ana Arias, candidata a senadora nacional por CABA, sostuvo: “Los números que sacamos en la Ciudad de Buenos Aires son muy buenos, el tema es que la LLA tuvo más del 50%, aumentó en dos puntos lo que había tenido en la última elección y eso es lo más desconcertante”. No obstante, la candidata y decana de la Facultad de Ciencias Sociales analizó: “Hay variables que nosotros analizábamos que íbamos a tener en contra, como los acuerdos con EE.UU., generó el afianzamiento de votos. Hoy los pasos a seguir son los de continuar debatiendo el modelo que plantea el gobierno: deja mucha gente afuera, destruye el Estado argentino, destruye lo público. Nosotros vamos a tener que seguir construyendo una resistencia a este modelo frente a esta situación triste”.
Desde la organización Barrios de Pie, Walter Córdoba, que esperó el resultado junto a sus compañeros, compartió su mirada: “Hay que trabajar con la sociedad, porque claramente las políticas de este gobierno son contrarias a los intereses nacionales y a los intereses de los sectores populares. Es necesario volver a poner en valor las experiencias organizativas de cada espacio político y, sobre todo, poder confrontar con los errores del gobierno, con las promesas incumplidas que siguen generando un golpe muy importante en el bolsillo de la gente”.
En diálogo con ANCCOM, Itai Hagman, diputado electo, declaró: “En CABA hicimos una elección muy buena, cumplimos el objetivo de aumentar la representación del peronismo en la Cámara de Diputados. El resultado que tuvimos a nivel nacional hoy es necesario analizarlo, hay que hilar los números muy finos. El resultado del gobierno fue mejor de lo que esperábamos, pero como primera lectura, esta elección se dio bajo una extorsión muy fuerte, de Trump y del propio presidente”.
Por su parte, Kelly Olmos destacó el rol de las juventudes en la campaña: “Fue muy importante. En el peronismo, la juventud es un impulsor muy importante y una certeza de la trascendencia del proyecto hacia el futuro. Hay que cuidarla, formarla y proteger a los cuadros jóvenes”.
Una noche de ansiedad y desconcierto
La noche del domingo 26 de octubre encontró al búnker porteño de Fuerza Patria atravesado por una mezcla de nerviosismo, expectativa y silencios prolongados. Mientras en todo el país se desarrollaban las elecciones legislativas nacionales, en el local de la calle San José al 181, en la Ciudad de Buenos Aires, la militancia aguardaba con ansiedad los primeros resultados.
A diferencia de otras jornadas electorales, el movimiento fue menor. En el interior del salón, los militantes seguían el minuto a minuto desde sus teléfonos o desde los televisores encendidos. Afuera, un grupo reducido se mantenía en la vereda, atento a las actualizaciones. El clima era de espera, de esos en los que la incertidumbre pesa más que el cansancio.
Con el cierre de las mesas a las 18 horas, Kelly Olmos y Lucía Cámpora realizaron una conferencia de prensa. Desde el escenario, agradecieron: “a la militancia por haber sostenido la campaña en cada esquina de la Ciudad” y llamaron a “cuidar los votos hasta el final”. Sus caras reflejaban preocupación y desconcierto, sin embargo nadie se atrevía a anticipar resultados.
Pasadas las ocho de la noche, la tensión crecía. En los pasillos se percibía una mezcla de ansiedad y desconcierto. Faltaban figuras de referencia, los dirigentes más importantes del espacio aún no se habían mostrado, y la ausencia de información oficial comenzaba a incomodar a los presentes. Los periodistas aguardaban en la sala de prensa; los fotógrafos acomodaban sus cámaras, listos para capturar el momento exacto en que las pantallas anunciaran los primeros datos.
Minutos antes de las nueve, el murmullo se convirtió en silencio. En los televisores comenzó a escucharse la voz del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien informaba que ya se había escrutado el 90,05% de las mesas. Nadie habló. Las caras serias se multiplicaron a medida que las cifras se confirmaban: La Libertad Avanza se imponía a nivel nacional con el 40,8% de los votos, consolidándose como la principal fuerza política de la jornada. Los resultados desfavorables para Fuerza Patria, trajeron desilusión. En la sala, los gestos serios y el murmullo apagado reflejaban el desgano y la bronca.
Una caravana de esperanza
A medida que avanzaba la noche, los dirigentes se fueron retirando lentamente del búnker. En el interior ya no quedaba tensión, sino una calma cargada de compromiso. Afuera, en cambio, la calle volvió a llenarse de voces y banderas. La consigna era clara: marchar en caravana hasta la casa de Cristina, en San José 1111. Como recompensas, la expresidenta salió a saludar desde su balcón.
Entre cánticos, abrazos y promesas de seguir militando, la jornada cerró con una sensación compartida entre los presentes: más allá de los resultados, la política sigue siendo un acto de esperanza colectiva.











