Cinco siglos igual

Cinco siglos igual

Tras 14 años de funcionamiento del jardín intercultural Wawa Huasi, el Gobierno de Jujuy afirma que la educación bilingüe adoctrina y ordenó cerrarlo.

El Instituto Infantil Intercultural Bilingüe Wawa Huasi se encuentra ubicado en La Quiaca, en la frontera con Bolivia. Abrió sus puertas el 7 de junio de 2010 por la iniciativa de docentes indígenas, quienes han recibido muchos premios en distintas ferias de ciencias en representación de la Puna y la Quebrada.
Hoy el cielo se volvió gris para esta comunidad porque la Secretaría de Educación de Jujuy rechazó su admisión al sistema educativo formal y notificó que debía cerrar sus puertas.
El Wawa Huasi es el único jardín comunitario y bilingüe en todo el país, donde se dictan clases en idioma español y en quechua. Es administrado por la Comunidad Originaria Natividad Quispe. Actualmente cuenta con una matrícula de 150 niños y niñas, con edades entre los dos y los cinco años, y trabajan 15 maestras.
La determinación, emitida a través de la resolución 763 por parte del Ministerio de Educación de Jujuy, fue oficialmente anunciada el 25 de abril. En ese contexto, Julio Alarcón, secretario de Políticas Socioeducativas de esa cartera, dijo que “la educación bilingüe adoctrina”.

 

Desde la perspectiva de la Comunidad Natividad Quispe, esta medida es un acto de represalia por su participación en la resistencia activa contra la reforma constitucional promovida por el exgobernador Gerardo Morales durante el año pasado.
En tanto, el Ministerio de Educación afirma que el jardín funciona en el antiguo terreno de la estación ferroviaria del Ferrocarril General Belgrano y asegura que los responsables de Wawa Huasi «persisten en no cumplir con los requisitos necesarios para su aprobación». Este argumento fue rechazado por la directora del jardín, Vilma Llampa, en diálogo con ANCCOM: “El jardín lo cierran supuestamente por condiciones edilicias que no serían favorables para los pequeños, pero contamos con todos los papeles y requerimientos que se necesita para tener una institución.”
Con tristeza e impotencia en su voz, Llampa agregó: “Estamos muy sorprendidos y afectados con esta situación, ya que se destaca por ser un jardín intercultural bilingüe que trabaja específicamente con valores y nuestra cultura ancestral y nuestras comunidades originarias de San Salvador de Jujuy”.

Al conocer la novedad, padres y madres de los 150 alumnos del Wawa Huasi se reunieron y consensuaron que la institución no podía cerrarse. También solicitaron la presencia de la ministra de Educación, Miram Serrano, para que brinde explicaciones sobre la decisión tomada.
Vilma Llampa contó que cada gobierno que visita el jardín sabe la forma de trabajar y cómo funciona. Además, recordó que el exgobernador Morales se había comprometido a construir un edificio nuevo para la institución y con ese fin la comunidad ya donó el terreno. Mientras se edificaba este edificio, el Wawa Huasi iba a seguir trabajando con normalidad. “Ese era el acuerdo”, sostuvo.
En relación a la justificación del cierre, Llampa respondió que tienen “las pruebas dentro del jardín de que presentamos reiteradas veces, todos los años todo lo que corresponde en cuanto a documentación específica”.

Desde el Consejo de Pueblos Originarios Llankaj Maki, el coordinador de la provincia, Jorge Angulo, vinculó el pedido de cierre de la institución a una acción de persecución del gobierno jujeño contra las comunidades indígenas que aportaron su cuerpo a las protestas en 2023.
Por su parte, la diputada provincial del FIT U Natalia Morales expresó que “sucedió lo mismo con la Escuela de Idiomas y escuelas rurales, la variable de ataque es la educación pública y lo hace la UCR”. La legisladora destacó que “el Ministerio de Educación usó al jardín como ejemplo de la única experiencia nacional intercultural, pero ahora lo ataca”. La semana pasada Morales acompañó a la directora y a la comunidad cuando fueron a la Legislatura para ser escuchadas.

«Tamaña persecución resultó insostenible»

«Tamaña persecución resultó insostenible»

La justicia jujeña ordenó la liberación de los “presos por twittear”. Morandini y Villagras lograron la libertad condicional, hasta el insólito juicio que deberán enfrentar en marzo.

Nahuel Morandini junto con su familia.

Después de pasar más de 50 días detenidos, la justicia ordenó hoy la liberación de los jujeños Nahuel Morandini y Roque Villegas, quienes se encontraban presos por twittear.

Los dos hombres fueron denunciados por el exgobermador Gerardo Morales y su esposa, Tulia Snopek, por difundir rumores sobre su matrimonio en redes sociales. A pesar de su liberación, los acusados aún deben enfrentar un juicio en marzo.“La libertad se firmó pero no es efectiva”, explicó a ANCCOM Romina Herrera, cuñada de Nahuel.

Morandini y Villegas permanecían en prisión preventiva desde principios de enero, imputados por supresión de identidad de una persona menor de edad y violencia psicológica en el contexto de violencia de género, ya que en sus publicaciones en redes difunden el rumor de una posible infidelidad de Snopek. Según la querella, la hija del matrimonio sería la víctima de supresión de identidad, mientras que Snopek sería la víctima de violencia psicológica.

Ante este abuso de poder por parte del exgobernador, familiares y amigos de los detenidos exigieron su libertad inmediata y comenzaron a difundir el caso bajo el hashtag #PresosPorTwittear. De esta forma, lograron el apoyo de organismos de derechos humanos nacionales, presentaron el caso ante organismos internacionales, y convocaron a una conferencia de prensa en la que estuvieron presentes diputados de diferentes bloques y representantes de organismos de derechos humanos.

Roque Villegas.

Romina Herrera, describió los sucesos del último día: “Ayer a la noche, nos enteramos que el fiscal Walter Rondón había convocado a una audiencia hoy a las 9 de la mañana, para el cese de la detención. La querella -que solo la integran los denunciantes sino también el Concejo Provincial de la Mujer- rechazó la libertad”. Herrera también cuenta que los querellantes habían solicitado que, en el caso de su liberación, se les prohíba hablar a los detenidos. Luego, se pasó a un cuarto intermedio de quince minutos y, finalmente, Roldán ordenó la liberación de Morandini y Villegas y no dio lugar al pedido de los querellantes.

Sin embargo, horas más tarde, los detenidos seguían sin ser liberados “La libertad se firmó pero no es efectiva”, dijo Herrera: “Nuestra sensación como familia a las 11 de la mañana fue de mucha felicidad, pero a esta hora estamos muy indignados porque creemos que la práctica de tortura aún se sostiene. Hace siete horas estamos esperando que ellos puedan salir”.

Elizabeth Gómez Alcorta, parte de la defensa de Morandini, dialogó con ANCCOM sobre el logro de esta orden de liberación: “Creo que las claves para lograr el cese de la prisión preventiva, tristemente, no son argumentos jurídicos, porque nunca hubo fundamentos jurídicos o legales para la prisión preventiva”. Por lo tanto, la abogada cree que “el escándalo jurídico y político que estaba sucediendo en Jujuy tomó estado público a nivel nacional. Tamaña persecución de Gerardo Morales a dos ciudadanos, resultó insostenible ante la mirada de la prensa y de sectores de derecho a nivel nacional”.

Respecto al juicio, que sucederá en marzo, Gómez Alcorta señaló: “Esperemos que se dé tratamiento a una excepción por falta de acción por el cual pedimos el sobreseimiento de Nahuel por falta de delito”. También expresó que “en el caso de que se rechace este pedido, vamos a enfrentar el juicio con la tranquilidad y la certeza de saber que nadie puede ser condenado por el ejercicio de un derecho”.

Exigen libertad a los presos por twittear

Exigen libertad a los presos por twittear

Los familiares de Villegas y Morandini brindaron una conferencia de prensa en el Congreso a 50 días de su detención. El caso también ha sido presentado ante organismos de derechos humanos internacionales.

Familiares de los detenidos jujeños Nahuel Morandini y Roque Villegas convocaron ayer a una conferencia de prensa organizada por la diputada del Frente Todos, Natalia Zaracho, en el Anexo A del Congreso de la Nación para exigir su libertad inmediata y desprocesamiento. Ambos llevan detenidos 50 días por haber publicado en redes sociales información sobre el exgobernador de Jujuy Gerardo Morales. “Es muy difícil explicarle a un niño que hay dos personas presas por hacer un chiste”, dijo Lucía Castro Olivera, compañera de Morandini, sobre la situación que vive con sus hijas. En la conferencia también estuvieron presentes diputados de diferentes bloques y representantes de organismos de derechos humanos.

Desde el 4 de enero, el docente universitario Marcelo Nahuel Morandini y el trabajador independiente Humberto Roque Villegas permanecen en prisión preventiva por twittear una broma sobre el matrimonio del exgobernador Gerardo Morales y Tulia Snopek y por difundir un flyer en redes, respectivamente. Desde entonces, los familiares y compañeros exigen la libertad inmediata de ambos, denuncian lo sucedido y difunden el caso a través del hashtag #PresosPorTwittear. A esta causa se han unido diputados del Frente de Izquierda y de los Trabajadores y organismos de derechos humanos. El caso también ha sido presentado ante organismos de derechos humanos internacionales, como la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Amnistía Internacional.

La primera integrante de las familias en hablar fue Lucía Castro Olivera, quien actualmente tiene un bozal legal por el que no se le permite mencionar a los denunciantes, como es el caso de otros familiares y amigos de los detenidos. Castro Olivera recordó cómo la policía entró a su domicilio de civil para confiscar el celular a Morandini y detenerlo. “Tenemos dos niñas pequeñas que tienen que ir a ver a su papá en el penal”, expresó Castro Olivera con angustia. “A mí me resulta muy difícil explicarles la situación”.

“Es muy importante para nosotros saltar la provincia de Jujuy, o sea, nacionalizar esto, porque allá no hay estado de derecho”, dijo Castro Olivera.

En diálogo con ANCCOM, Castro Olivera dijo: “Es muy importante para nosotros saltar la provincia de Jujuy, o sea, nacionalizar esto, porque allá no hay estado de derecho”. Este viaje para hacer oír el caso de su compañero en la Capital argentina requirió de mucho esfuerzo, pero señaló que es necesario: “A pesar de que ya hay denuncias a nivel internacional, los jueces no se hicieron eco de eso, entonces creemos que la única forma es que esto tome estado público, se convierta en un escándalo nacional y de esa manera presionar al gobierno de la provincia para que se ajuste al derecho internacional y a las normas más básicas de la convivencia democrática”.

La siguiente en tomar la palabra fue la hermana de Villegas, Norma Vega, quien habló de cómo la detención de su hermano afectó a su familia, en especial a su madre, y sobre su accionar ante esta situación: “Nos llevó a salir a tocar puertas, a pedir de alguna manera que cese la detención, que no sea extendida, porque no hay causa, no hay razón, no hay delito”. Luego de ella habló Elizabeth Gómez Alcorta, parte de la defensa de Morandini y conocida por litigar en defensa de Milagro Sala. La abogada leyó el tweet de Morandini  y señaló que este no menciona a nadie ni acusó a nadie de nada y que cumple con todos los estándares que la Corte Suprema fija respecto al derecho de libertad de expresión, que “habla respecto del humor” y que se trata de “una publicación en una red social como es Twitter que tiene una dinámica particular”. Gómez Alcorta concluyó que “todos los que estamos acá, si somos usuarios de Twitter, estaríamos presos si viviésemos en Jujuy” y que “depende de nosotros que en los próximos diez días, en donde se vencería el plazo de la prisión preventiva, podamos alzar la voz”.

Pablo Lachener, abogado del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), habló del historial de violaciones a los derechos humanos en Jujuy y expresó que este caso es “una banalización del derecho penal y una banalización de la historia” ya que los denunciantes Morales y Snopek han imputado a los detenidos por supresión de identidad. Diego Maita, docente de la Universidad Nacional de Salta, habló sobre Morandini, sobre las violaciones de derechos humanos en Jujuy y Salta e hizo un pedido a sindicatos y organizaciones para que acompañen esta causa para poder lograr la libertad de los detenidos. Finalmente, Francisca Staiti, secretaria general de la CONADU Histórica, contó sobre la iniciativa de un Amicus Curiae por parte de su federación y expresó que pretenden “romper con el cerco mediático que existe en Jujuy y en otras provincias”. Staiti también expresó: “Vienen por todos, todas y todo” y que “lo que hoy está en juego es pensar libremente”.

Lola Castro Olivera, cuñada de Morandini, dialogó con ANCCOM sobre las condiciones en las que se encuentran detenidos su cuñado y Villegas: “Los tres primeros días estuvieron en una celda de castigo, que es algo que es ilegal en todo el mundo, estuvieron incomunicados, desnudos y comiendo con las manos”, situación que se logró detener gracias a la intervención del Comité contra la Tortura y los Tratos Crueles. Luego de eso, Morandini fue trasladado seis veces y llegó a “una situación de detención más liviana” en la que sus familiares pudieron verlo todos los días y brindarle alimentos cocinados por su familia. Sin embargo, “arbitrariamente, en un momento, se lo regresa otra vez al penal” donde solo lo pueden visitar un par de veces por semana, aunque si se pueden comunicar más seguido a través de llamadas.

Durante la conferencia de prensa, también tomaron la palabra diputados de diferentes bloques, como Alejandro Vilca, Vanina Biasi del FIT y Mónica Macha y Daniel Gollán del Frente de Todos, quienes coincidieron al señalar lo antidemocráticas que son estas detenciones y lo compararon con situaciones similares en otras provincias. Además, Maita y Catro Olivera leyeron, respectivamente, cartas de Villegas y Morandini. El primero expresó en su carta que sus denunciantes “no tienen cómo demostrar todo este mamarracho que pusieron a la luz para tapar los verdaderos problemas de Jujuy” y que “hoy somos nosotros y si no se frena en Jujuy estamos todos a un paso del paredón”. Por su parte, Morandini expresó en su carta que su tweet “era en lenguaje potencial y no hace mención directa a nadie” y denunció: “Ajustados, sumisos, amedrentados y disciplinados, eso es lo que pretenden para nuestra sociedad”. Morandini concluyó que “con este caso buscan un precedente, el precedente de poder disponer de tu libertad para hacer uso de una red social”.

Encadenados y en huelga de hambre

Encadenados y en huelga de hambre

Los integrantes del Malón por la Paz continúan sus protestas en Buenos Aires contra la reforma constitucional jujeña. Uno de los indígenas que realiza la huelga de hambre denunció que necesita que le controlen los signos vitales y el SAME no lo hizo. Además, los organismos de derechos humanos presentaron una denuncia por la represión del gobernador Gerardo Morales.

Representantes de comunidades indígenas del norte del país exigen una respuesta del Congreso de la Nación al planteo de inconstitucionalidad de la reforma impuesta por el gobernador Gerardo Morales hace tres meses. “Les pedimos que sesionen e intervengan la provincia para que podamos vivir en paz”, afirmaron.

En las puertas del Congreso de la Nación, más precisamente en la esquina de Entre Ríos y Rivadavia, el Tercer Malón de la Paz, compuesto por miembros de diversas comunidades indígenas de la región norteña, se asentó con la intención de llamar la atención de las autoridades y obtener una respuesta a sus reclamos.

Dado que la reforma de la Constitución provincial llevada adelante por Morales el pasado 20 de junio los afectó duramente, decidieron viajar hasta Buenos Aires, en busca de una contestación por parte de la Justicia. Estuvieron frente a Tribunales y en Plaza de Mayo haciendo una “permanencia”, porque el gobierno de la Ciudad no les permitió instalar carpas.

“Gerardo Morales impuso una reforma de forma ilegítima, burlando la normativa de la Constitución de Jujuy e incluso la mismísima Constitución Nacional”, sostuvo en diálogo con ANCCOM Marcelino Sulca, integrante del Tercer Malón y habitante de la región de Humahuaca. “Los territorios de los pueblos originarios son intocables. No se pueden embargar ni vender. Si quieren trabajarlos o desean hacer uso de los recursos naturales del suelo, tienen que consensuar con nosotros e informarnos de sus intenciones. A lo largo de este proceso, eso no se respetó” agregó.

Frío, hambre y sueño

 

El martes 19 de junio, desde las 11, algunos integrantes del Malón resolvieron encadenarse a las puertas del Congreso y comenzar una huelga de hambre. Tomaron esta medida de fuerza con la esperanza de que se produzca un cambio de actitud por parte de las autoridades. “Allá están nuestros compañeros encadenados, reclamando que se termine esta injusticia. Tenemos frío, hambre y sueño, pero no nos rendimos. No hay una respuesta aún, pero seguimos luchando” aseguró Sulca, asintiendo con seguridad.

Néstor Jerez, uno de los que realiza la huelga de hambre, denunció este lunes, a través de un video difundido por la Revista Cítrica, que necesita que le controlen los signos vitales. Pero la médica del SAME no lo hizo.

 Para el Tercer Malón, ha quedado a la vista que el sistema no atiende a las necesidades e inquietudes de la población. “Parece que al Estado no le importa, pero deberían actuar, porque para eso los hemos elegido y para eso se les paga” comentó Sulca. “Si quieren hacer negocios y no desean ayudar a la gente, no deberían dedicarse a esto”, agregó.

 Tras ser víctimas de sucesos represivos en San Salvador y otras ciudades y pueblos de Jujuy, los maloneros expresaron que desde que arribaron a Buenos Aires e iniciaron su vigilia frente a la Corte Suprema, el gobierno de Horacio Rodriguez Larreta les impidió colocar baños químicos o carpas para protegerse del clima hostil. Pese a que la policía porteña haya intentado desalojarlos, destacan el accionar de la gente de Buenos Aires: “Estamos agradecidos con la gente de por aquí que frena para brindarnos su ayuda solidaria en forma de donaciones”.

 En tanto, estos representantes de varios pueblos originarios se reconocen como protectores de la naturaleza y la soberanía nacional, consideran esencial defender las bases del poder comunitario e interceder por la continuación de las vías democráticas para la resolución de conflictos. En ese sentido, afirmaron que no piensan abandonar la lucha: “Nosotros seguiremos marchando, expresándonos y cantando nuestras melodías. Si observan bien, notarán que son canciones de protesta que están dirigidas a concientizar al conjunto de la población. Queremos que nos conozcan, que nos escuchen, que nos vean”. Mientras hablaban con ANCCOM sonaban los bombos y las voces cantoras haciendo eco en el viento.

Sulca y sus compañeros y compañeras encadenados pusieron en evidencia que sus derechos están siendo vulnerados y sus reclamos ampliamente ignorados por las autoridades. De hecho, fueron solo muy pocos los diputados que los recibieron, hecho que puede ser considerado como una muestra de la impunidad de un Estado ausente.

Si bien múltiples notas fueron presentadas, las demandas de los sectores aborígenes todavía no están en el temario. No obstante, sus reclamos lograron que el Gobierno nacional creará la “Comisión de Investigación, Análisis y Recepción de Datos sobre la Violencia Institucional en la Provincia de Jujuy”, la cual aún se encuentra en proceso administrativo de conformación.

Por su parte, una veintena de organizaciones de derechos humanos presentó una denuncia en la justicia federal para investigar las acciones llevadas adelante por Morales y otros dirigentes y funcionarios políticos en el marco de las protestas acaecidas contra la aprobación de la reforma de la Constitución jujeña. La presentación afirma que en Jujuy fue “brutalmente reprimido” el derecho a la protesta, así como también explica que se desplegaron múltiples acciones violentas contra una infinidad de personas que estaban ejerciendo su derecho a la libre expresión, que estaban manifestándose por sus ideales. En esos días hubo detenciones y allanamientos ilegales, golpes, torturas y personas heridas de gravedad, sobre todo en el rostro y ojos.

Inconstitucional e inconsulta

En junio el gobierno de Gerardo Morales aprobó la reforma Constitucional, que incluye la restricción a la libertad de protesta. La decisión, tomada de manera sorpresiva e inconsulta en el marco de un fuerte operativo represivo, fue resultado de una votación unánime en la Convención Constituyente. No obstante, los diputados de izquierda no estuvieron presentes. Mientras se llevaba a cabo la votación, en las cercanías de la Legislatura, una multitud marchaba con antorchas expresando su rechazo a las políticas puestas en práctica por Morales. Este fue el caso de los docentes, quienes elevaban la consigna “Arriba los Salarios. Abajo la Reforma”. Hoy, tres meses después, la lucha continúa tanto en Jujuy como en la Ciudad de Buenos Aires.

Los pueblos originarios sostienen que la normativa resguarda los intereses de las multinacionales y favorece el avance del extractivismo. A su vez, los interpela negativamente, dado que atenta contra la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena. “La reforma nos perjudica, empeña el futuro de nuestros hijos, la legalización del saqueo de los recursos naturales, el despojo de nuestras tierras” expresó al respecto Jorge Angulo, referente del Consejo de Pueblos Originarios Llankaj Maki.

El Tercer Malón de la Paz sigue acampando a las afueras del edificio a la espera de una resolución del máximo tribunal. Pese a las condiciones adversas, sostienen su plan de lucha. Permanecen allí noche y día, a sol y sombra, unidos en una lucha con la fuerte convicción de que pronto serán escuchados y podrán volver a sus tierras: “De acá no nos vamos sin una respuesta para nuestro pueblo. Ya lo hemos decidido. Si nos dan una respuesta, nos vamos de inmediato. No tenemos la intención de quedarnos aquí, pero las cosas no pueden continuar así”.

 

Con las wiphalas en alto

Con las wiphalas en alto

Frente al Congreso, se concentraron organizaciones indígenas feministas del Tercer Malón de la Paz. Con un pañuelazo reclamaron contra las políticas represivas del gobernador de Jujuy. Después, marcharon a Tribunales, donde tres manifestantes permanecen encadenados y realizando una huelga de hambre.

El Tercer Malón de la Paz se hizo nuevamente visible. Las banderas whipalas se encargaron de teñir de colores las avenidas aledañas al Congreso de la Nación. Organizaciones indígenas, feministas y autoconvocados se reunieron en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas para exigir  “¡arriba la whipala, abajo la reforma!” 

“Te estoy esperando en la esquina de Yrigoyen y Entre Ríos, apurate que ahí viene todo el quilombo”, dijo una mujer al teléfono, cuando comenzó a escucharse los bombos, cajas y cantos de cientos de personas que recorrieron gran parte del norte argentino para pedir por la nulidad de la reforma constitucional impuesta en la provincia jujeña.

A pesar del largo camino para llegar a la Ciudad de Buenos Aires, la energía  y la fuerza para la lucha no se las quitó. No pudieron en Jujuy con la represión y armado de causas, no pudieron en CABA con las amenazas de hacer actuar a la Infantería.

“Parece que vino el señor Morales a cortarnos la energía del megáfono” se bromeó sobre las reiteradas trabas que le puso el gobernador de Jujuy al malón y con un altavoz que ponía resistencia para hacer escuchar las demandas del pueblo. Gracias a la organización de los convocados, o tal vez debido al sahumado para alejar las malas energías, se pudieron escuchar los reclamos. 

Con intervalos de gritos como “¡abajo la dictadura, arriba los derechos” y “¡jallalla!”, cuyo significado va desde el sinónimo de “viva” hasta la representación de esperanza, se hizo presente la demanda por el derecho al agua, a la participación de los pueblos originarios, a la protesta y a un ambiente sano. 

El Tercer Malón de la Paz se encuentra en viaje desde el 25 de Julio. Con  aproximadamente 1875 kilómetros recorridos, la distancia se hace sentir. Para no extrañar tanto sus hogares, además de traer sus reclamos, trajeron consigo sus costumbres. 

Entre los integrantes de las casi 400 comunidades originarias que se sumaron a la movilización, se observaban unas pequeñas bolsas verdes que llevaban dentro hojas de coca. Se consumían como chicle y ayudaban a combatir el hambre, la sed y el cansancio, lo cual se transformó en una herramienta necesaria luego de más de diez días de movilización.

La música típica norteña también dijo presente y se convirtió en figura del pañuelazo. De la mano de instrumentos como el sikus, el erke, el bombo legüero y la caja se le puso ritmo a las demandas, acompañadas del canto “en Jujuy tenemos un señor dictador/ Morales se llama y nos tiene con hambre/  Morales se llama y no tiene corazón”. 

“Viene toda la familia, ¿no?” preguntó con una sonrisa un hombre que sin querer se chocó con un chico y su pequeña bandera whipala. Pese a que el pañuelazo convocaba principalmente a mujeres indígenas y feminismos, familias enteras acompañaron al malón. Desde madres y padres con bebés y cochecitos, hasta adultos y abuelos. 

El espíritu de la marcha fue pacifico y familiar. Lejos de las declaraciones del gobernador Gerardo Morales, quien en las semanas pasadas a través de sus redes sociales señaló que las protestas se trataban de “sectores violentos organizados” cuyo fin era “la presión sobre el sistema para obtener cada vez más fondos”. Ante estas acusaciones, los representantes de los pueblos originarios respondieron durante la movilización: “No vinimos a mendigar o a que nos regalen plata. Vinimos por los derechos de nuestro territorio, a exigir justicia”.

Si bien el whipalazo debió culminar en el Congreso, se tomó la decisión espontánea de llevar la movilización hacía Tribunales, donde se instaló el acampe del malón hace ya una semana. La partida resaltó por el sonido del sikus, los cánticos y las banderas whipalas con sus siete colores.

Además de hacer el reclamo visible a través de los cantos, los pañuelos  y los carteles que exigían “intervención en la provincia de Jujuy”,  “no a la reforma” y “ afuera Morales”, los integrantes de los pueblos originarios repartieron folletos para desmentir las declaraciones del gobernador de Jujuy y hacer saber a la gente de la ciudad a que se debió su arribo al centro porteño.

Al llegar al edificio ubicado en las calles Talcahuano y Tucumán se dejó de lado por un momento los reclamos para pasar a transmitir palabras de fuerza para los tres integrantes del malón que allí se encontraban encadenados y transitando una huelga de hambre (ver recuadro). La extrema medida de fuerza se tomó luego del silencio de la Corte y posterior impedimento por parte de la Policía de la Ciudad a la instalación de carpas que faciliten la vigilia. 

Caía la noche y con ella el frío, los termos de café y mate que acompañaron durante la tarde quedaron vacíos. La algarabía que recorrió y pintó el centro porteño se reunió nuevamente en Plaza Lavalle. “No nos van a callar/ no nos van a cansar/ ¡Jallalla!” culminó un integrante del malón, con un grito lleno de esperanza. 

La intervención del Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel

Por Juan Mércuri

El martes 8 de agosto, se cumpió el octavo día del acampe pacífico del Tercer Malón de la Paz frente al Palacio de Tribunales, en Plaza Lavalle. Las comunidades originarias se manifestaron para ser recibidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Su pedido es claro: “Arriba los derechos, abajo la reforma”. Sin embargo, del otro lado aún no hay respuestas, y en la espera, el Gobierno de la Ciudad se negó a permitirles el uso de carpas y tampoco facilitó el acceso de baños químicos.

A partir del mediodía de ese martes, tres integrantes del malón se encadenaron en las escalinatas de Tribunales junto con carteles que exigen justicia ante el Máximo Tribunal para que declare inconstitucional la reforma del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Uno de ellos exclamó: “Que la policía nos saque muertos, nosotros venimos a luchar para que los hermanos descansen bien. Toda la provincia está sufriendo”.

Pasadas las 14, se hizo presente el Premio Nobel de la Paz y presidente del Consejo honorario del Servicio de Paz y Justicia -SERPAJ-, Adolfo Pérez Esquivel, que luego de ingresar al edificio para intermediar y que los jueces de la Corte atiendan a la delegación originaria, brindó una conferencia de prensa. El activista y defensor de los derechos humanos informó que pese a que no se encontraba ninguno de los jueces presentes, le plantearon a los secretarios la necesidad de que reciban a las comunidades originarias.

También sostuvo que van a realizar gestiones con el Gobierno de la Ciudad para que les provean el espacio que se merecen para desplegar carpas, así como también el uso de baños químicos. Para finalizar afirmó: “Esto es una violación, y les dije claramente que el racismo, discriminación e intolerancia no solo por parte de la Corte, sino también del Gobierno de la Ciudad”.

Acto seguido, el megáfono pasó a manos del referente del Tercer Malón y cacique del pueblo Ocloya de Jujuy, Nestor Jerez, quien rodeado de micrófonos, cámaras y teléfonos, expresó que la reforma de Morales viene a “legalizar la violencia institucional y a avanzar con el genocidio y el exterminio de los pueblos”. Sostuvo que mediante la reforma constitucional, la provincia “se apropia de todo territorio, las tierras fiscales, el agua, los recursos naturales, la biodiversidad y la genética, que son la garantía de vida de toda la humanidad”.

Jerez denunció: “Estamos expuestos a la discriminación, en forma pacífica aquí en la plaza, donde estamos a la intemperie, porque no nos permiten colocar una carpa para nuestros mayores, para las mujeres, los niños, y por eso entendemos que es necesario que la justicia se expida, y si no lo hacen tendremos que ir a la corte interamericana de derechos humanos”. Por último, el cacique enfatizó que el único camino es “el diálogo sincero y que como base deben estar garantizados los derechos establecidos en la Constitución Nacional y Tratados Internacionales”.