Por Gimena Luque
Fotografía: Sofía Zaragoza, TELAM

Frente al Congreso, se concentraron organizaciones indígenas feministas del Tercer Malón de la Paz. Con un pañuelazo reclamaron contra las políticas represivas del gobernador de Jujuy. Después, marcharon a Tribunales, donde tres manifestantes permanecen encadenados y realizando una huelga de hambre.

El Tercer Malón de la Paz se hizo nuevamente visible. Las banderas whipalas se encargaron de teñir de colores las avenidas aledañas al Congreso de la Nación. Organizaciones indígenas, feministas y autoconvocados se reunieron en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas para exigir  “¡arriba la whipala, abajo la reforma!” 

“Te estoy esperando en la esquina de Yrigoyen y Entre Ríos, apurate que ahí viene todo el quilombo”, dijo una mujer al teléfono, cuando comenzó a escucharse los bombos, cajas y cantos de cientos de personas que recorrieron gran parte del norte argentino para pedir por la nulidad de la reforma constitucional impuesta en la provincia jujeña.

A pesar del largo camino para llegar a la Ciudad de Buenos Aires, la energía  y la fuerza para la lucha no se las quitó. No pudieron en Jujuy con la represión y armado de causas, no pudieron en CABA con las amenazas de hacer actuar a la Infantería.

“Parece que vino el señor Morales a cortarnos la energía del megáfono” se bromeó sobre las reiteradas trabas que le puso el gobernador de Jujuy al malón y con un altavoz que ponía resistencia para hacer escuchar las demandas del pueblo. Gracias a la organización de los convocados, o tal vez debido al sahumado para alejar las malas energías, se pudieron escuchar los reclamos. 

Con intervalos de gritos como “¡abajo la dictadura, arriba los derechos” y “¡jallalla!”, cuyo significado va desde el sinónimo de “viva” hasta la representación de esperanza, se hizo presente la demanda por el derecho al agua, a la participación de los pueblos originarios, a la protesta y a un ambiente sano. 

El Tercer Malón de la Paz se encuentra en viaje desde el 25 de Julio. Con  aproximadamente 1875 kilómetros recorridos, la distancia se hace sentir. Para no extrañar tanto sus hogares, además de traer sus reclamos, trajeron consigo sus costumbres. 

Entre los integrantes de las casi 400 comunidades originarias que se sumaron a la movilización, se observaban unas pequeñas bolsas verdes que llevaban dentro hojas de coca. Se consumían como chicle y ayudaban a combatir el hambre, la sed y el cansancio, lo cual se transformó en una herramienta necesaria luego de más de diez días de movilización.

La música típica norteña también dijo presente y se convirtió en figura del pañuelazo. De la mano de instrumentos como el sikus, el erke, el bombo legüero y la caja se le puso ritmo a las demandas, acompañadas del canto “en Jujuy tenemos un señor dictador/ Morales se llama y nos tiene con hambre/  Morales se llama y no tiene corazón”. 

“Viene toda la familia, ¿no?” preguntó con una sonrisa un hombre que sin querer se chocó con un chico y su pequeña bandera whipala. Pese a que el pañuelazo convocaba principalmente a mujeres indígenas y feminismos, familias enteras acompañaron al malón. Desde madres y padres con bebés y cochecitos, hasta adultos y abuelos. 

El espíritu de la marcha fue pacifico y familiar. Lejos de las declaraciones del gobernador Gerardo Morales, quien en las semanas pasadas a través de sus redes sociales señaló que las protestas se trataban de “sectores violentos organizados” cuyo fin era “la presión sobre el sistema para obtener cada vez más fondos”. Ante estas acusaciones, los representantes de los pueblos originarios respondieron durante la movilización: “No vinimos a mendigar o a que nos regalen plata. Vinimos por los derechos de nuestro territorio, a exigir justicia”.

Si bien el whipalazo debió culminar en el Congreso, se tomó la decisión espontánea de llevar la movilización hacía Tribunales, donde se instaló el acampe del malón hace ya una semana. La partida resaltó por el sonido del sikus, los cánticos y las banderas whipalas con sus siete colores.

Además de hacer el reclamo visible a través de los cantos, los pañuelos  y los carteles que exigían “intervención en la provincia de Jujuy”,  “no a la reforma” y “ afuera Morales”, los integrantes de los pueblos originarios repartieron folletos para desmentir las declaraciones del gobernador de Jujuy y hacer saber a la gente de la ciudad a que se debió su arribo al centro porteño.

Al llegar al edificio ubicado en las calles Talcahuano y Tucumán se dejó de lado por un momento los reclamos para pasar a transmitir palabras de fuerza para los tres integrantes del malón que allí se encontraban encadenados y transitando una huelga de hambre (ver recuadro). La extrema medida de fuerza se tomó luego del silencio de la Corte y posterior impedimento por parte de la Policía de la Ciudad a la instalación de carpas que faciliten la vigilia. 

Caía la noche y con ella el frío, los termos de café y mate que acompañaron durante la tarde quedaron vacíos. La algarabía que recorrió y pintó el centro porteño se reunió nuevamente en Plaza Lavalle. “No nos van a callar/ no nos van a cansar/ ¡Jallalla!” culminó un integrante del malón, con un grito lleno de esperanza. 

La intervención del Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel

Por Juan Mércuri

El martes 8 de agosto, se cumpió el octavo día del acampe pacífico del Tercer Malón de la Paz frente al Palacio de Tribunales, en Plaza Lavalle. Las comunidades originarias se manifestaron para ser recibidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Su pedido es claro: “Arriba los derechos, abajo la reforma”. Sin embargo, del otro lado aún no hay respuestas, y en la espera, el Gobierno de la Ciudad se negó a permitirles el uso de carpas y tampoco facilitó el acceso de baños químicos.

A partir del mediodía de ese martes, tres integrantes del malón se encadenaron en las escalinatas de Tribunales junto con carteles que exigen justicia ante el Máximo Tribunal para que declare inconstitucional la reforma del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Uno de ellos exclamó: “Que la policía nos saque muertos, nosotros venimos a luchar para que los hermanos descansen bien. Toda la provincia está sufriendo”.

Pasadas las 14, se hizo presente el Premio Nobel de la Paz y presidente del Consejo honorario del Servicio de Paz y Justicia -SERPAJ-, Adolfo Pérez Esquivel, que luego de ingresar al edificio para intermediar y que los jueces de la Corte atiendan a la delegación originaria, brindó una conferencia de prensa. El activista y defensor de los derechos humanos informó que pese a que no se encontraba ninguno de los jueces presentes, le plantearon a los secretarios la necesidad de que reciban a las comunidades originarias.

También sostuvo que van a realizar gestiones con el Gobierno de la Ciudad para que les provean el espacio que se merecen para desplegar carpas, así como también el uso de baños químicos. Para finalizar afirmó: “Esto es una violación, y les dije claramente que el racismo, discriminación e intolerancia no solo por parte de la Corte, sino también del Gobierno de la Ciudad”.

Acto seguido, el megáfono pasó a manos del referente del Tercer Malón y cacique del pueblo Ocloya de Jujuy, Nestor Jerez, quien rodeado de micrófonos, cámaras y teléfonos, expresó que la reforma de Morales viene a “legalizar la violencia institucional y a avanzar con el genocidio y el exterminio de los pueblos”. Sostuvo que mediante la reforma constitucional, la provincia “se apropia de todo territorio, las tierras fiscales, el agua, los recursos naturales, la biodiversidad y la genética, que son la garantía de vida de toda la humanidad”.

Jerez denunció: “Estamos expuestos a la discriminación, en forma pacífica aquí en la plaza, donde estamos a la intemperie, porque no nos permiten colocar una carpa para nuestros mayores, para las mujeres, los niños, y por eso entendemos que es necesario que la justicia se expida, y si no lo hacen tendremos que ir a la corte interamericana de derechos humanos”. Por último, el cacique enfatizó que el único camino es “el diálogo sincero y que como base deben estar garantizados los derechos establecidos en la Constitución Nacional y Tratados Internacionales”.