Un Trueno sensible

Un Trueno sensible

Tres cosas mantienen al referente de la música urbana en Argentina y el mundo con los pies en la tierra: unión, respeto y diversión. Con esa premisa llegó a la Facultad de Ciencias Sociales a brindar una entrevista en el marco de los 40 años de la Carrera de Ciencias de la Comunicación con otros grandes del género: su padre, Pedro Peligro, y Malena D’Alessio, de Actitud María Marta.

Nadie sabe que en el subsuelo de la Facultad de Sociales hay una estrella. Solo unas veinte personas custodian, con nervios y enstusiasmo, la exclusividad de este acontecimiento. No por egoísmo, sino por una certeza: la noticia de que un joven al que lo siguen más de nueve millones de personas merodea por estos pasillos volaría tan rápido como un mensaje de WhatsApp y convertiría la entrevista programada en una montaña humana intentando atravesar una puerta demasiado angosta.  

Llega Mateo Palacios, alias “Trueno”, cantante y compositor de música urbana. Se toma el tiempo de saludar uno por uno a los presentes. Alguien propone un brindis que distiende lo que nunca llegó a tensarse. El encuentro fluye con la generosidad de un artista masivo dispuesto a compartir no solo sus ideas en una entrevista, sino también una gaseosa, un sanguchito, una foto, un video con quien se lo pida. Todo se vuelve más liviano a su alrededor.

Se escuchan diversas conversaciones.

—Hoy es el día del hincha de Boca —dice Pedro Peligro, activista de la cultura Hip Hop argentina y padre de Trueno.
 —Boca es el movimiento popular más grande de Argentina —responde alguien.
 —Sí, después del movimiento feminista —agrega otra voz.

La directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, Larisa Kejval, entrevistó a Trueno en la inauguración de un ciclo de entrevistas a personalidades de la cultura para celebrar los 40 años de la licenciatura.

 

Bienvenido, Trueno

La directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, Larisa Kejval, lo invita al set de grabación para dar comienzo a la entrevista que convoca el encuentro. Se trata de un ciclo de conversaciones con personalidades de la comunicación y la cultura que se dará en el marco del aniversario número 40 de la Carrera que supo ser la más joven de la Facultad de Ciencias Sociales. Trueno inaugura el ciclo con esta charla amena que será transmitida por Youtube y en la que expresa sus convicciones e ideales. Kejval le pregunta por sus aprendizajes. Cuenta que su infancia y juventud estuvieron atravesadas por la educación pública. Que por esa experiencia la defiende, pero también porque quiere que sigan teniendo la oportunidad de vivirla sus seres queridos y conocidos que todavía apuestan por ella. Entre los temas que surgen, menciona tres valores que para él lo sostienen todo: la unión, el respeto y la diversión. Más tarde y habiendo pasado ya por una extensa entrevista, también se toma unos minutos para darle su palabra a ANCCOM:

—Decís que el respeto es una de las cosas más importantes para vos. ¿Cómo se sostiene ese principio cuando vivís bajo una lupa constante? ¿Cuando el ritmo de la fama, los pedidos de fotos, el cansancio o la repetición podrían hacerte perder esa fibra sensible que te conecta con los demás?

—Tengo una visión de que… no te digo que se lo “debemos” a la gente, pero sí siento que son ellos los que me ayudan a cumplir mis sueños y mis metas. Por eso, no lo vivo como una carga, ni como una obligación. Obviamente, hay días en los que uno se levanta cansado y otros con más energía, como todo el mundo. Pero siempre pienso que hay personas a las que yo también, si me las cruzara, les pediría una foto. Entiendo lo que puede significar ese momento para alguien, ese recuerdo.

Y el respeto, en general, lo mantengo como persona, también es porque sigo con los mismos amigos que tienen la misma realidad de siempre. Mi familia sigue siendo la misma de siempre. Y cuando el foco está tan claro en ciertos puntos, aunque te mareen las otras cosas que llegan, lo más importante sigue estando ahí.

—Y la cuestión de la diversión… ¿Cómo hacés para que te siga divirtiendo, para que te siga gustando lo que hacés, a pesar de las nuevas responsabilidades o compromisos?

Quizás hay nuevas cosas que se ponen en juego cuando se profesionaliza tu pasión. Pero no sé, yo nunca lo vi como un trabajo. Nunca lo viví como «uh, tengo que ir al escenario a hacer esto obligado». Sino que, si me toca ir al escenario, es lo que más me gusta en la vida. Me lo tomo así, trato de divertirme. Lo ejemplifico mucho con el fútbol también. Al que le gusta jugar al fútbol, sea donde sea, juega y se divierte. Eso es lo más importante.

Trueno y su padre Pedro Peligro no son los únicos íconos del Hip Hop argentino en la sala. Malena D’Alessio, fundadora del grupo Actitud María Marta, también está presente y comparte una anécdota inesperada:
—Cuando era chica mi papá… Bueno, mi papá es desaparecido. Pero mi otro papá, el que me crió, dio clases en esta universidad. Me acompañó durante toda mi etapa de rapera feroz, cuando recién empezaba, éramos muy pocos, como Pedro (Peligro) bien sabe. Y lo vivíamos con una pasión enorme. Además, no teníamos acceso a nada. Había que investigar, pedir música de afuera, copiarla en una doble casetera…

Y tratar de explicar a los padres por qué te apasionaba tanto algo así tampoco era fácil. Yo les hacía escuchar lo que me gustaba y ellos me miraban como si estuviera loca. Me la pasaba saltando sola en mi cuarto. Tenía un tema que escuchaba todo el día: “Shut Down”, de PBL. El video de ese tema era muy fuerte, se lo mostré y mi viejo lo usó para dar una clase sobre análisis audiovisual. Por eso digo que el Hip Hop entró en esta universidad hace rato.

 

Cuando se le pregunta el nombre completo de su padre de crianza, responde: “Oscar Landi”. Otro ícono se manifiesta —esta vez uno más local—: el investigador en comunicación y autor del clásico Devórame otra vez, tan leído en la carrera que está cumpliendo cuatro décadas.

Entre Malena y Trueno hay intercambios más públicos (como el momento en el que ella destaca la sensibilidad de este rapero comprometido con su arte y con las luchas sociales) y otros más íntimos, como aquel en el que están apartados hablando con admiración de la música brasilera.

Las autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales llevan a Trueno y a su equipo a recorrer las instalaciones. Llegan al auditorio y Pedro Peligro sube al escenario a probar la acústica. Fantasea con la posibilidad de un nexo entre la universidad y las escuelas de Hip Hop. Hace un chiste sobre la visita de Maradona a Harvard comparándola con esta de Mateo a Sociales. Con su carisma y desfachatez, inconscientemente, ayuda a su hijo a no ser el centro de atención todo el tiempo. Regalándole un respiro para que haga otras cosas más silenciosas que parecen genuinamente gustarle, como darle una alegría a un desconocido con una charla, un abrazo, una foto.

El equipo de Dirección de la Carrera de Ciencias de la Comunicación y la Cátedra de Políticas Culturales encabezada por Luis Sanjurjo, coorganizadores del encuentro reconocieron con un diploma a Trueno.

«Hay que sacar a los pibes de la calle para que no se los lleve el narco»

«Hay que sacar a los pibes de la calle para que no se los lleve el narco»

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner expuso en el Congreso Educativo Nacional, realizado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, junto a otros dirigentes con el objetivo de pensar una nueva escuela para un nuevo Estado.

Cristina Fernandez de Kirchnner, el sábado 22 de marzo, estuvo presente en el primer Congreso Educativo Nacional “Imaginar y Transformar” en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Junto con ella, compartió la mesa con la legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, María Bielli y con la fundadora y directora de la escuela Isauro Arancibia y sobreviviente de la última dictadura, Susana Reyes.

En el evento, la ex mandataria electa dos veces y exvicepresidenta no se limitó a hablar solo de la cuestión de la educación. Mencionó el Decreto 70/2023 “Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina” como una reforma de la Constitución Nacional encubierta, y que el actual gobierno de Javier Milei “en seis días y una semana vendieron el treinta por ciento de los dólares del BCRA”. 

También, con sus ya típicas ironías, al explayarse en el tema de la educación dijo sobre el actual presidente “No sabe cómo se llama San Martín, le dice Juan José. Creo que eso es motivo suficiente para que estemos hoy reeplanteándonos cómo funciona la educación”.

Cristina destacó el plan Conectar Igualdad de su gestión, cuando se entregaron más de cinco millones de computadoras a los estudiantes secundarios y le asestó a Milei: “Mucho Elon Musk, pero dale computadoras a los pibes”.

La expresidenta también habló del malestar que hay en la sociedad. “Hay que plantear una nueva estatalidad y hacerse cargo porque después vienen planteos como los de este gobierno, que es el planteo de la destrucción, el de la eliminación del Estado” dijo.

Como suele hacer, Cristina recordó a su marido y expresidente Néstor Kirchner. Rememoró la experiencia universitaria de ambos y cómo sus padres los enviaron a estudiar de Río Gallegos a La Plata. Fue la manera que utilizó para defender su política de creación de universidades públicas en todo el país. “Yo si no hubiera tenido la universidad a 19 cuadras de mi casa -agregó- no sé si hubiera ido”. Y con eso mencionó la creación de las 19 universidades nacionales, y en cómo “los pibes de La Puna tienen el mismo derecho de acceder a la educación igual que uno de Buenos Aires”.

“La educación pública la destruyeron pero nunca la reemplazaron”, dijo Cristina. Y reconoció que hay que sacar a los chicos de la calle. “Tenemos que lograr una escuela en la que el pibe desayune, almuerce y meriende. En las barriadas a los pibes se los lleva el narco. Tienen que ir a la escuela” agregó.  

Y cerró con “El pueblo tiene que volver, pero tiene que volver organizado. Desorganizados ya vimos que el pueblo no va para ningún lado”.

Nueva Educación y nuevo Estado

El  Congreso giró en torno a un texto llamado “Líneas para una nueva estatalidad en materia educativa” con una cita de Mariana Mazzucato de “El Estado Emprendedor”. El texto se divide en cuatro ejes: 1. Formación docente y carrera docente en clave nacional. 2. Una nueva ética digital. 3. La escuela comunidad: nueva arquitectura institucional. 4. Ciencia y Tecnología, Educación y Trabajo en clave de colaboración. 

Con esos ejes en mente, se propone la implementación de políticas de diferentes escalas de intervención a partir de la innovación y con mucha voluntad política, poner en el centro la mejora de la enseñanza y el acceso al conocimiento. “partiendo de una fuerte inversión en educación, que promueva el uso eficiente de su funcionamiento. El problema educativo tiene un impacto cotidiano en cada familia del país. Estas líneas son un punto de partida. Se trata de imaginar y transformar”.

“Imaginar y Transformar” es un Congreso Educativo Nacional que se presentó como un espacio plural, democrático y abierto a quienes quieran sumarse a repensar la escuela, a discutir cuáles son sus objetivos irrenunciables y todo lo que debería ser transformado en ella. Quiere ser un lugar de intercambio de experiencias educativas, una invitación a definir y planificar líneas programáticas y que sirva para imaginar una nueva estatalidad educativa en base a los desafíos de este tiempo histórico.

“Reconocer que la educación está en una crisis profunda y que hacen falta respuestas nuevas, diferentes y que para eso hay que debatir cómo mejorar la calidad de educación y como la educación vuelva a generar movilidad social ascendente me parece central”, dijo Daniel Filmus.

Algunas preguntas disparadoras del Congreso fueron: ¿Cómo logramos más y mejores aprendizajes en la escuela? ¿Qué problemas y desafíos tienen la formación y el trabajo docente? ¿Cómo pensarlos en clave nacional? ¿Qué articulaciones generamos entre la escuela y el mundo del trabajo? ¿Cómo colaboran la universidad y el sistema científico y tecnológico con la escuela secundaria? ¿Cómo ordenamos y potenciamos el vínculo entre la escuela y las nuevas tecnologías? ¿Cómo dialoga la escuela con otras instituciones de su comunidad y de su territorio?

Daniel Filmus, sociólogo y exministro de educación durante el gobierno de Néstor Kirchner, en conversación con ANCCOM, dijo: “Reconocer que la educación está en una crisis profunda y que hacen falta respuestas nuevas, diferentes y que para eso hay que debatir cómo mejorar la calidad de educación y como la educación vuelva a generar movilidad social ascendente me parece central”.

Bielli, una de las oradoras en el Congreso y legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, agregó en conversación con ANCCOM que fue “Una jornada llena de debate y discusión, donde distintas experiencias educativas vinieron a contar cómo ya resuelven gran parte de los problemas educativos con los que se encuentran y la escuchamos a Cristina que siempre ordena y endereza cuales son los debates trascendentes e importantes para esta etapa”.

Una estudiante y militante de la JUP (Juventud Universitaria Peronista) de la Facultad de Ciencias Sociales también aportó su opinión con ANCCOM y dijo: “creo que Cristina apareció con un tono determinado para que empecemos a levantar la cabeza y salgamos a militar con más orgullo”.

Contagiar teatro

Contagiar teatro

Proyecto Pierre es una iniciativa de la universidad pública que desde 2017 busca acercar nuevos públicos a las artes escénicas y crear el hábito de ir al teatro. Sus responsables relatan la experiencia en un libro de reciente publicación y, en diálogo con ANCCOM, cuentan detalles de su investigación.

“Nuestra idea era ir a buscar a aquellos que estaban a medio pasito de ir al teatro”, explica Mónica Berman sobre Proyecto Pierre, un programa nacido en 2017 en el Área de Artes Escénicas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, que ella misma encabezaba y que ahora se convirtió en un libro. El objetivo es generar el hábito de ir al teatro, en este caso de estudiantes y docentes universitarios. Con un guiño al sociólogo francés Pierre Bourdieu –uno de los teóricos más leídos en la facultad–, el proyecto propone ir en grupo al teatro y debatir y reflexionar sobre la experiencia vivida.

Berman no ideó sola el proyecto Pierre: Ludmila Botta y Fernanda Blanco, licenciadas en Ciencias de la Comunicación, la acompañaron desde el primer momento. «Ambas estaban en busca de una tutora para sus tesinas y vinieron a cursar conmigo como oyentes un seminario que daba sobre artes escénicas. Tenían un gran entusiasmo, así es como se sumaron al Área de Escénicas. Y Pierre surgió en una merienda donde nos dimos cuenta de que nosotras si íbamos a ver teatro, pero nuestros amigos no, o si lo hacían tenía que ser sí o sí con nosotras».

A través de diversas vivencias personales, empezaron a analizar cómo se construye el hábito y los rituales para ir al teatro. Desde Pierre se propusieron estudiar cuáles son las barreras de los públicos que sí gustan del teatro, a la hora de asistir a una sala, y de qué forma se podría garantizar esta experiencia.

Cuando el proyecto arrancó, uno de los desafíos era cómo difundir la convocatoria. “Tuvimos que buscar dónde estaban esos públicos universitarios. Primero usábamos grupos de Facebook, mails y también lo comunicábamos a través de amistades”, recuerda Blanco. Pero con la baja considerable en el uso de Facebook tuvieron que incorporar WhatsApp, hecho que lamentaron un poco debido a que con el primer sistema se generaba una comunidad.

“Desde que comenzamos el proyecto lo pensamos como una instancia de prueba y error constante, casi como un experimento, por algo lo llamamos experiencia. Cada vez que terminábamos un encuentro hacíamos crónicas, encuestas o charlas entre nosotras para debatir qué habíamos observado”, agrega Blanco.

Respecto a qué obras ir a ver, Berman comenta: “Soy una persona que ve mucho teatro. A la hora de la curaduría, me obsesionaban algunos aspectos puntuales como incluir teatro de infancias, comunitario o títeres para adultos. Al principio, cuando las chicas hacían las encuestas, lo que los inscriptos decían era que nunca irían a ver obras infantiles. Pero nosotras queríamos que puedan ver obras que no hubieran ido a buscar por su cuenta”.

“La barrera del valor de las entradas es la que a la mayoría de los públicos les mueve la aguja”, asegura Botta. Sin embargo, también han detectado barreras simbólicas. Una de ellas es el trato en las salas. En uno de los encuentros, el grupo que armaron no fue bien recibido en un espacio donde, según Berman, “deberían sí o sí tratarte bien”, lo que provocó cierto rechazo de los participantes a la hora de ir al próximo encuentro.

Además, la cartelera teatral de Buenos Aires es inabarcable, otro aspecto que vuelve complejo optar por una obra. “Cumplimos nuestro objetivo de brindar herramientas a los públicos para que puedan adquirir autonomía en su elección y así hacer su propia selección de qué obras ir a ver”, sostiene Blanco, a lo que Berman añade: “La idea era que advirtieran que había propuestas muy distintas en la cartelera. Que existe el teatro comercial o empresarial lo sabemos todos, es muy fácil de percibir, en cambio lo otro es muy difícil de conocer. Teniendo un panorama de la oferta teatral que hay en la ciudad, se logra esa autonomía en la elección”. Incluso, algunos participantes de Pierre se volvieron “recomendadores”.

Ante el vacío de investigaciones sobre públicos que estudien las razones por las que alguien va o no al teatro, el libro Proyecto Pierre, creando el hábito de ir al teatro constituye un análisis tanto cuantitativo como cualitativo acerca del hábito en potenciales espectadores. La publicación se enfoca en las primeras cinco temporadas del proyecto –de 2017 a 2023, exceptuando 2020 cuando el proyecto se paralizó por la pandemia– y pudo materializarse gracias al programa Mecenazgo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Se puede leer de manera gratuita en este link.

La intimidad de las tomas

La intimidad de las tomas

Decenas de universidades de todo el país están tomadas por los estudiantes en reclamo de mayor financiamiento y como forma de protesta por el veto del gobierno de Javier Milei a la ley que garantizaba un presupuesto digno para su funcionamiento. Una recorrida por algunas de ellas permite conocer la autoorganización de los estudiantes, sus medidas de seguridad y cómo pasan la noche. Desde las partidas de ajedrez hasta las clases públicas.

La Ciudad de Buenos Aires está en sus últimos momentos de la jornada. De a poco los locales terminan de cerrar, los motores de vehículos se apagan y los veladores de las mesitas de luz se encienden. Pero en la calle Jerónimo Salguero, a metros de la avenida Rivadavia en el barrio de Boedo, no para de haber movimiento. Cientos de jóvenes traspasan la gran persiana metálica del edificio con vidrios espejados a través de una puertita. No está del todo cerrado como aparenta, adentro está cargado de alimentos, pinturas, banderas y bolsas de dormir, porque la Universidad Nacional de las Artes, así como otras decenas a lo largo de todo el país, está tomada por sus estudiantes, y hay que cuidarla por la noche.

Olla popular, transmisión de películas, guitarras, bajos, coreografías, una mesa llena de materiales para hacer pintadas. Los estudiantes de Artes Audiovisuales quisieron que la toma sea un lugar de encuentro cálido, ameno, contra las constantes amenazas de fragmentación a la educación pública. Cuatro pibes rodean un cartel desde sus bolsas de dormir: “La unidad de todas las luchas”, reza, al igual que sus rostros, con una cofradía indisoluble.

Los estudiantes de ciencias médicas de la Universidad de Buenos Aires también están listos para pasar la noche. Mientras en la vereda la cuchara de la olla popular rescata las últimas porciones de polenta, en el hall de adentro siguen las pintadas y los recorridos para colgar carteles y banderas. Las almohadas continúan entrando al recinto antes de que llegue el horario de cierre de ingreso, pasadas las 23. Un protocolo rígido, implementado por muchos centros, para cuidar y preservar la lucha.

Por suerte, consiguen proyectar el partido de Argentina y Bolivia en un fondo de cartón lo suficientemente liso para distinguir los movimientos de cada jugador. Messi marca el anteúltimo gol de la noche, pero incluso con los gritos de festejo, no parece ser suficiente para que algunos despeguen los ojos de los apuntes.

Ya es de madrugada y en la ciudad de San Martín, a pocas cuadras de la General Paz, se oye un folklore en el fondo de un predio gigantesco. Son los estudiantes de la UNSAM congregados en un momento histórico: su primera toma. 

Mientras los alumnos de la licenciatura en Música Argentina tocaban y bailaban sus folklores alrededor de los edredones y las mochilas, al costado de la pista había tres partidas de ajedrez en simultáneo que disputaban los de Filosofía, con la misma concentración que los viejitos que se juntan en las plazas. Más adelante, en el jardín, en medio de un edificio cilíndrico parecido a una estación de tren, los de Cine se distribuyen por las gradas y las mesitas debajo de los árboles. Varios de Economía y otros tantos de Comunicación se hicieron cargo de la cena, desde un ollón de guiso de arroz hasta kilos ensalada de papa y zanahoria con repollo, con un despliegue de utensilios sobre la mesa: rayadores, tuppers, tenedores, pelapapas, cucharas y cuchillos. Recuerdan que tienen que avisarle a la estudiante de Biotecnología que está en la otra punta del predio, en el Auditorio Carpa, que acompaña al alumno circense de Artes Escénicas mientras posa sobre el trapecio y hace verticales para aprovechar la cámara de fotos. Un campus tan grande necesita estar cubierto desde todas sus puntas.

De vuelta en la Ciudad de Buenos Aires, cinco chicas se arriman al portón de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el barrio de Constitución. El horario de ingreso pasó hace ya tiempo. Las agrupaciones de la facultad armaron distintas comisiones: seguridad, limpieza, clases públicas y actividades, para garantizar su funcionamiento y proteger la toma como reclamo legítimo. El sistema se mantiene riguroso porque cualquier desviación o accidente puede ser usado en contra para invalidar toda una lucha, pero las bolsas de dormir y las caras conocidas compadecieron al estudiante de turno: Vienen a hacer patria, lo entiendo- dice mientras les abre con el ceño fruncido.

El eco del andar de unos zapatos se escucha a lo largo del pasillo. Los grupos que decidieron quedarse ya están acomodados en el piso de sus habitaciones no tan privadas: las aulas. Los cambios de turno son a las tres de la mañana y el guardián del portón no ve la hora de poder acomodarse en su bolsa de dormir, los militantes no concilian el sueño fácilmente.Como dijo Emilce Moler, sobreviviente de La Noche de los Lápices, hace unos días en una entrevista en este mismo edificio: “Militar es no dormir la siesta”.

A las siete de la mañana empiezan las primeras clases del día. Antes de eso, la cuadra ya está cerrada al tránsito, repleta de círculos de sillas y un par de pizarrones para llevarlas a cabo, todo gracias a la organización de los estudiantes. 

Cuando los caminantes pasan, no pueden evitar mirar y preguntarse por aquel espectáculo, pero sus dudas terminan cuando cruzan la bandera que ocupa toda la reja de ingreso: “Facultad tomada”. 

La red social X bloqueó la cuenta de ANCCOM

La red social X bloqueó la cuenta de ANCCOM

Luego de informar sobre la aprobación de la Ley Bases y la consecuente represión a los manifestantes que se oponían, la empresa de Elon Musk «restringió temporalmente» la cuenta que gestiona esta agencia sin explicar los motivos ni sostener canales de diálogo para solucionar problema. De esta manera, queda restringido el derecho a la libertad de expresión y cercenado el derecho a informarse de nuestros lectores.¿Qué pasa cuando es el sector privado quien regula la esfera pública por donde circulan las noticias?

Desde el jueves 13 de junio, inmediatamente después de informar sobre la aprobación de la Ley Bases y la consecuente represión a los manifestantes que se concentraban en la Plaza Congreso para rechazarla, la cuenta que la Agencia de Noticias de Ciencia de la Comunicación (ANCCOM) gestiona en la red social X fue “temporalmente restringida”.

En ningún momento ANCCOM fue notificada de la razón por la cual la red social tomó esta medida arbitraria que restringe el derecho a libertad de expresión y cercena el derecho a informarse de nuestros lectores.

ANCCOM realizó los reclamos pertinentes a través de las vías institucionales correspondientes y obtuvo un “número de caso” como toda respuesta. Ante el silencio de la empresa, nuestra agencia se comunicó con el Departamento de Relaciones Gubernamentales de Hispanoamérica de X, donde luego de pedirnos que informemos el “número de caso” dejaron de responder nuestros sucesivos mensajes, razón por la cual la comunicación se encuentra interrumpida hasta el día de hoy.

La Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación es un medio de información nacido y gestionado en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires y en marzo pasado cumplió nueve años de vida. Fue distinguida como “Medio de Interés Educativo” por la Cámara de Diputados de la Nación y como “Medio de Interés para la Comunicación Social” por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El parlamento porteño también reconoció de “Interés Cultural” al ciclo audiovisual “Estuve ahí” realizado por ANCCOM en ocasión de cumplirse los 40 años de democracia ininterrumpida en la Argentina.

La restricción de la cuenta de X trae aparejado graves problemas en la circulación de noticias, habida cuenta que hoy el flujo de lectores de los medios digitales llega, en una importante proporción, a través de las redes sociales asociadas.

Además de constituirse como medio de comunicación, ANCCOM es un espacio de práctica preprofesional de los estudiantes avanzados de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, por lo que la decisión de la empresa de Elon Musk también impacta negativamente en el proceso de enseñanza aprendizaje de los estudiantes.

Medidas intempestivas como la que tomó X ponen en evidencia la necesidad de debatir qué sucede cuando la esfera pública por la que circulan las noticias queda en manos exclusivas del empresariado comercial. ¿Por qué es el sector privado quien regula la conversación pública? ¿Quién resguarda el derecho a la comunicación y a la libertad de expresión  de los ciudadanos y ciudadanas en las plataformas digitales? El problema que enfrenta nuestra agencia de noticias es apenas una muestra de las dificultades que presenta el ecosistema mediático regido por el mercado sin ningún tipo de regulación.

En este sentido, exigimos a @x y @elonmusk que arbitren los medios necesarios para restituir nuestra cuenta y para transparentar sus políticas de gestión en la plataforma X. A su vez, pedimos a nuestros lectores que nos ayuden a visibilizar este problema para poder seguir ejerciendo nuestra tarea periodística y académica.