Estudiantes de una escuela técnica restauraron un avión de la Guerra de Malvinas

Estudiantes de una escuela técnica restauraron un avión de la Guerra de Malvinas

Catorce alumnos de una escuela de Quilmes pusieron en valor un nave Aero Commander 500 como parte de su proyecto curricular para su tecnicatura en Aeronáutica.

Los alumnos del último año de la Escuela de Educación Secundaria N° 7 “Taller Regional Quilmes” ex IMPA, que depende de la Fuerza Aérea, reconstruyeron la nave Aero Commander 500, utilizada en el conflicto bélico de 1982.

Parecía una contienda imposible, pero no lo fue. No al menos para los catorce estudiantes abocados a la tarea de reconstrucción del Aero Commander 500, que formó parte del proyecto curricular del último año de estudios de la tecnicatura aeronáutica y que quedará en esta escuela, que se encuentra próxima al Rio de La Plata, en la ribera quilmeña, como material didáctico para nuevos trabajos en la institución.

El avión, que en el pasado garantizaba las tareas de apoyo para el desempeño de otras aeronaves en la guerra, hoy brilla con un fondo blanco y su trompa celeste con líneas del mismo color que rodean toda la nave, emulando la bandera nacional. Su nombre “55 héroes” homenajea a los caídos de la fuerza durante el combate. La matrícula de la Fuerza Aérea Argentina y la marca del territorio de las Islas Malvinas complementan esta renovación que no olvida la historia pasada.

Lucas Ibarrola, recientemente egresado de la escuela, fue uno de los impulsores para que este trabajo formase parte de las prácticas de profesionalización aprobado por las autoridades del ex IMPA. Destacó que todo estos detalles de la fachada le “dan personalidad” a la nueva versión que, según el joven, hoy está en condiciones de volar pero no lo hace por cuestiones legales. “Decidimos trabajar en este proyecto porque el avión estaba lastimadísimo, le faltaba mucho cariño”, se sinceró Lucas.

Se trata de un avión bimotor a pistón, que fue comprado por nuestro país en 1968, durante la gestión del dictador Juan Carlos Onganía y que, hasta su aterrizaje de emergencia por una falla de mecánica en su tren de aterrizaje y su posterior inactividad, era el más longevo en vuelo que tenía la Fuerza Aérea. El arma donó el avión tras su en 2018 y fue iniciativa de los estudiantes, con apoyo de los profesores y del resto de la comunidad educativa, los que hicieron posible el sueño de restaurarlo.

Aunque el colegio tenía otros dos aviones similares, el desafío era darle vida nuevamente al que había llegado en peores condiciones. “El avión no vino ni para un museo, vino para tirarse. Y nosotros lo dejamos no para un museo, sino para una flota aérea”, afirmó Lucas, orgulloso, que recuerda que sus dos profesores a cargo —Luis Frontini y Leonardo Calienni— los alertaban que no iban a llegar a terminar el trabajo en los plazos estipulados. Sus tutores calificaron la labor como “más que efectiva” y destacaron que el grupo funcionó de una forma “compacta” para alcanzar semejante resultado.

Lucas indicó que tanto él como sus compañeros ignoraban lo que este avión había hecho durante la guerra de Malvinas hasta que se toparon con la posibilidad de hacer la restauración. Pero cuando se enteraron, “se volvieron locos”. “Siempre se le da el foco a los aviones de combate. El Aero Commander 500 le daba la posibilidad a los otros a que lleguen allí. Llevaba personas y carga para que los otros aviones pudieran combatir. Este (señalando la nave), no llegó a Malvinas pero sí proporcionó muchas tareas desde nuestro territorio: garantizando las misiones de enlace, llevando pilotos de combate, haciendo evacuaciones aeromédicas. Todo esto es un poco desconocido en general”, planteó.

La camada de séptimo año que ahora egresó de la escuela trabajó mucho para fabricar casi desde cero la estructura del avión. Los encargados de trabajar en la estructura debían reparar la panza del avión y todos los golpes que mostraba, lijarlo completamente y, luego, pintarlo. “Tenía 17 capas de pintura abajo. Lijamos a pulmón por casi cuatro meses”, afirmó entre risas, y admitiendo que debieron pedir refuerzos con chicos más jóvenes de otros cursos para completar la tarea. “El avión va a quedar acá para ellos”, expresó Lucas, que quiere seguir su carrera en la Fuerza Aérea.

Además del grupo de estructura, se armaron dos equipos más para el renacimiento del Aero Commander: uno que debían poner el sistema de luces que harían que funcionase el de lubricación y el hidráulico; y, otro responsable de poner los dos motores de la nave en funcionamiento.

El proyecto atrajo la atención de varias empresas. Algunas de ellas aportaron pintura y hasta cursos para aprender técnicas. “Nosotros no sabíamos pintar porque la materia la perdimos cuando fue la pandemia”. Trabajaron con máquinas de compresión, también donadas: “En un día, con una sola pasada, pudimos terminar de pintarlo”, destacó. Otras entidades aportaron lubricantes y accesorios para limpiar los tapizados y las uniones eléctricas. Además, fueron donadas abundantes litros de combustible que permitieron que ambos motores funcioncen. “El papá de un compañero de quinto de Aeronáutica nos donó todo el plotteado”, completó Lucas, mientras contemplaba el resultado final.

Los jóvenes no solo se ganaron la admiración de sus pares en el ámbito de las escuelas técnicas del país, sino también la algarabía de excombatientes en la Guerra de Malvinas.

“Muchos chicos están motivados por este tema. Cuando se aborda y se trabaja al respecto, surge el interés”, observó Jorge Pablo Juárez, director del ex IMPA, que, además de trascender por el proyecto de restauración del Aero Commander fue reconocida por la iniciativa de otro grupo de alumnos que diseñó un sistema anti propagación para la extracción de petróleo por derrames en el mar.

“Empezaron a aparecer todos los mecánicos, pilotos y técnicos del avión. Desde todos los puntos del país llegaban sus mensajes preguntando por los avances, y cuando se ponía en marcha. Vino un vecino mío durante la presentación, que combatió en Malvinas con un (Douglas Skyhawk) A-4, y que, años después, voló este mismo avión. Se emocionó muchísimo. También vino a verlo el abuelo de un compañero de segundo año que lo arreglaba y lo volaba. Nos dijo que nosotros le habíamos cambiado la vida”, resaltó Lucas, con una enorme sonrisa.

“Nosotros hicimos todo lo posible para que el avión sea algo que quede en la escuela como un recuerdo eterno de que las islas son nuestras”, concluyó Lucas. El resultado quedó a la vista.

«Un plan sistemático de desmantelamiento de la educación pública»

«Un plan sistemático de desmantelamiento de la educación pública»

La comunidad de los institutos Alicia Moreau de Justo y Mariano Acosta se movilizó contra el cierre de dos carreras y la reducción de matrícula en otra. Desde el Gobierno de Larreta niegan haber tomado la decisión de manera inconsulta.

Estudiantes, docentes, directivos y sindicatos de la ciudad de Buenos Aires realizaron un abrazo simbólico al Instituto de Educación Superior (IES) Nº 1 Alicia Moreau de Justo en protesta por el cierre de las carreras de Física y de Lengua y Literatura en ese profesorado  y en el IES Nº 2 Mariano Acosta. Además, también denuncian un recorte en la cantidad de cupos de la carrera de Psicopedagogía del Moreau de Justo, medida que luego fue revertida por el Gobierno porteño.

            “El 23 de diciembre, nuestro último día de trabajo, nos avisaron que ponían cupos de inscripción para nuestros profesorados de Matemática, Física y Educación Tecnológica, y que no habilitaban la cohorte 2023 del de Lengua y Literatura”, cuenta a ANCCOM el vicerrector del Acosta, Marcelo Rosetti, y agrega: “Lo están mandando a último momento para no dejarnos margen de maniobra como para poder refutarlo”. El directivo y docente detalla que a lo largo del año hubo reuniones organizadas por el Ministerio de Educación con el objetivo de optimizar los planes de estudio y en las que también se discutió sobre la baja en las inscripciones y cómo revertirlas, pero “jamás plantearon este recorte, ni siquiera se mencionó”.

            La argumentación de la Ciudad para implementar esta disposición es la baja cantidad de inscriptos. De acuerdo al comunicado que publicó la Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente del Ministerio de Educación de la ciudad, el profesorado de Física del IES Nº 1 tuvo solo tres inscriptos validados para 2023, mientras que el de Lengua y Literatura del IES Nº 2 tuvo nueve. Sin embargo, Rosetti afirma que la carrera de Literatura suele promediar entre 50 y 60 inscriptos por año, y que la diferencia con los números de la Ciudad podría deberse a que muchos estudiantes aún no realizaron el trámite de validación correspondiente: “En Lengua y Literatura ahora tenemos una lista de mínimamente unos treinta inscriptos seguros y hay muchos más, pero lo que sucede es que el proceso de inscripción en los profesorados es arduo. El sistema no es amigable y, por lo general, la persona que va a estudiar una carrera se inscribe el mismo año en el cual va a cursar. Acá abren la inscripción en octubre del año anterior y la cierran en diciembre. Es un despropósito hecho para desalentar la inscripción”.

Por otra parte, la carta del Ministerio asegura que la medida “no perjudicará la fuente laboral de los docentes afectados”, ya que las instituciones planificarán actividades orientadas a desarrollar otras funciones de formación o de investigación. “El problema está en que cerca del 70 por ciento de los docentes en el sistema de formación son interinos, porque la Ciudad no titulariza desde hace años. Entonces, ahora nos dijeron que está garantizada la continuidad laboral, pero eso no quiere decir que el año que viene eso se respete, ya que no tienen ninguna obligación contractual laboral”, manifiesta el vicerrector y afirma: “Yo estudié para dar clases, a mí me gusta estar en el aula, no hacer divulgación”.

            Más allá del comunicado del 23 de diciembre, que es “contestable punto por punto”, según Rosetti, no hubo más diálogo con el Ministerio de Educación porteño por la dificultad que representa el cierre de año escolar. “Hoy se estableció en una conferencia de prensa un plan de lucha a partir de nuestra reincorporación el 6 de febrero. Lo que esperamos es hacer movilizaciones y actos lo suficientemente contundentes como para revertir la situación”. El comunicado que publicaron las autoridades del Mariano Acosta en respuesta a la decisión de la Ciudad señala que todo esto se trata de “un plan sistemático de desmantelamiento de la educación pública”, la cual, sostienen, siempre fue vista como un costo por el Gobierno porteño.

 

Lo que dice el Ministerio

Emmanuel Lista, director general de Formación Docente, en diálogo con ANCCOM, sostiene que no se está cerrando ninguna de esas carreras: “Lo que planteamos es suspender este año la cohorte 2023 del Alicia Moreau de Justo en el caso de Física y en el Acosta el Profesorado de Lengua y ofrecerles a esos pocos estudiantes que se han inscripto en estas instituciones que cursen la misma carrera en el Joaquín V. González o en alguna de las otras dos que las dictan”.

 Para el funcionario, la decisión se corresponde con la “necesidad de planificar las ofertas de los profesorados, teniendo en cuenta cuáles son las necesidades de perfiles docentes que hay en el sistema educativo”. Lista afirma que hay una gran cantidad de instituciones que dictan ofertas superpuestas y que forman egresados que tardan mucho tiempo en insertarse en el sistema laboral educativo por la gran cantidad de docentes que hay, mientras escasean funciones de formación continua, de apoyo a escuelas y de investigación. “Nuestro propósito no es reducir la inversión del Estado o dejar a colegas sin su trabajo, al contrario, lo que queremos es aprovechar mejor la inversión del Estado y que las instituciones desarrollen muchas más cosas de las que hoy hacen”, dice.

Para Lista, algunos cursos “se han abierto y se renuevan sistemáticamente aunque quizás tengan tres egresados y cuatro inscriptos”. En el caso del profesorado de Física, cuenta que es una carrera que ofrecen tres institutos simultáneamente: “En general, entre los inscriptos de los tres se puede hacer tranquilamente una comisión. Lo hemos visto muchos años y lo hemos señalado en su momento al Alicia Moreau de Justo, que este año tuvo muy pocos inscriptos. Con la carrera de Lengua del Mariano Acosta ocurrió lo mismo. Estamos hablando de inscripciones validadas de menos de diez alumnos”.

El funcionario asegura que la decisión no se tomó de imprevisto: “Este año hicimos encuentros específicos sobre estos temas, presentamos diagnósticos, los enviamos por comunicación oficial y les pedimos a los profesorados que nos presenten propuestas para reorganizar la oferta. Algunos lo hicieron y otros no, pero siendo comunicación oficial es información pública, abierta y disponible para todos”.

Lista cuenta que la inscripción de cara al año que viene se abrió con normalidad en octubre con un cierre previsto para el 12 de diciembre: “Pero cuando vimos que no venían bien los números entonces habilitamos hasta el 21 de diciembre. Pasada esa fecha, hicimos un análisis de los resultados e identificamos números que son críticos y en algunos casos sostenidos hace mucho tiempo. Ese mismo día tuvimos una reunión donde comunicamos esto a algunos institutos y el 22 se envió por comunicación oficial. Dijeron que esperamos a Navidad, pero en verdad estuvimos esperando hasta el último momento en el que los estudiantes aspirantes podían validar”.

            En cuanto a la acotación de las fechas de inscripción, justifica su necesidad porque permite “organizar con tiempo la planificación de las comisiones y fortalecer y extender lo más posible los cursos introductorios”, que son espacios donde los estudiantes conocen la institución, sus planes de estudios y se realizan actividades de nivelación para mejorar el ingreso a la carrera.  Lista asegura que “los espacios de diálogo siempre estuvieron abiertos” y que sigue “insistiendo y convocando a las instituciones para trabajar conjuntamente en generar todas las condiciones para lograr la reorganización de ofertas y los cambios de planes de estudio que sean más propicios para la formación docente”.

El festival de la educación pública

El festival de la educación pública

Para visibilizar una serie de robos en Institutos de Educación Superior y alertar por el desfinanciamiento educativo y las condiciones de estabilidad laboral, estudiantes y profesores organizaron el Festival Educapalooza, en rechazo de las políticas que en el sector lleva adelante el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

Frente al desmantelamiento que sufre la educación pública porteña, los y las estudiantes del Instituto de Educación Superior ‘Dra. Alicia Moreau de Justo’ y del Instituto Superior del Profesorado ‘Dr. Joaquín V. González’, llevaron adelante el viernes pasado el Festival Educapalooza. La iniciativa surgió tras una serie de robos sufridos en dichas instituciones y como reclamo a las políticas educativas implementadas por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y la ministra de Educación, Soledad Acuña. Así, se trató de un método novedoso de protesta, un llamado a la reflexión creativo que contó con diversas presentaciones de estudiantes y docentes de los institutos: desde lecturas de escritos originales hasta presentaciones de canto, con la inclusión de espacios didácticos de juego para menores.

“Ya en las clases veníamos conversando sobre la situación educativa a nivel general, les estudiantes están al tanto de lo que pasa en materia de políticas educativas en la Ciudad y en Nación”, explicó Sandra Aguilar, profesora de Psicopedagogía en el Instituto Alicia Moreau de Justo, una de las casas de estudio afectadas. “Eso es objeto de análisis y reflexión permanente –agregó–. Cuando sucedieron los robos y la policía se hizo presente en la institución, fue impactante ¿Qué hace la policía acá? Las autoridades nos explicaron que ellas la llamaron, para que realice las pericias de investigación, porque en este segundo robo habían roto puertas y ventanas, vandalizado, que es la práctica que se viene dando en el último tiempo. Hay un ensañamiento hacia las instituciones educativas”.

Sin embargo, los robos fueron tan sólo el detonante de una situación de abandono que deviene de hace tiempo, pues tal como explicó Aguilar, hace más de un año el ascensor del edificio histórico de cuatro pisos en el que se emplaza el instituto está roto, lo cual dificulta el acceso a pisos superiores a aquellas personas que tengan una discapacidad motora, estén embarazadas o se hayan operado. “La Ciudad no pone el dinero para que se arregle. En cambio, sí arreglaron la fachada, pero no vivimos de fachada”.

Al respecto, Carola, estudiante de Psicopedagogía, sumó: “Para la Noche de los Museos vinieron y pintaron la planta baja, para que la gente vea que está perfecta. Pero arriba se te caen los techos, tenés compañeres y docentes que no pueden subir al cuarto piso, no alcanzan las aulas y en los últimos robos se llevaron proyectores, computadoras, piezas de bronce de puertas y ventanas, rompieron vidrios y vaciaron el buffet”.

“La mañana del robo una estudiante dijo: ‘Me pregunto qué va a pasar con el edificio en las vacaciones, cuando nadie venga’ –contextualizó Aguilar–. Se vivió con mucha impotencia e incertidumbre. Además, el día anterior se había votado el presupuesto para educación en la legislatura, que nuevamente es a la baja. Entre la política educativa del gobierno de la Ciudad que desmantela la educación pública, más los robos, son golpes presupuestarios, materiales, simbólicos y anímicos”. Asimismo, la profesora destacó que frente a lo desolador del panorama, para revertir el desánimo, una estudiante propuso la idea del Educapalooza, dado que así podrían visibilizar a la comunidad y darse “un mimo” ante el desconcierto y desamparo.

“Nos regalamos esta actividad para darnos eso que ningún gobierno nunca nos dará, porque no confiamos en sus política de (in)seguridad –dijo Ana, estudiante, en el discurso de apertura del festival–. Nos encontramos para darnos la alegría que el PRO insiste en destruir cada vez que anuncia una política educativa, porque solo el espacio común nos ayuda a digerir tanto destrato, abandono. Sólo estando juntes encontramos el reparo necesario para seguir encarando la utopía de otro mundo posible. Bienvenides sean a esta fiesta para la educación pública, esa que todes nos merecemos y que vamos a seguir defendiendo”.

Es así que, a medida que se iban sumando personas al evento, un alumno del Profesorado de Letras se hizo del micrófono para dar una cuota de humor con la reversión del hit del cantante Alcides, ‘Violeta’: “No lo dejen seguir, no lo dejen seguir/¿Por qué?/Te lo digo yo/¿Quién es?/ Larreta, que se lleva tu educación”.

Por otra parte, Graciela, estudiante del Alicia Moreau de Justo, aseguró que el reclamo va más allá de los hechos puntuales que sucedieron: “Lo que veo es desidia, pienso en los futuros psicopedagogos y docentes que van a estar a cargo de nuestres hijes, que van a ser educados de acuerdo a lo que quiere Larreta y la ministra Acuña: mediante una computadora. Van a obtener un título por conectarse virtualmente de forma asincrónica, sin socialización y sin siquiera saber si es apto para estar en un aula. No se dan cuenta que lo que estamos educando es el futuro de una sociedad”. En este sentido, marcó que el gobierno de la Ciudad apuntala al capitalismo, olvidando que antes que máquinas de producir y hacer, somos personas con voz y voto, por ende, con la capacidad de defender la educación pública, gratuita y laica.

Desde su perspectiva como docente, Aguilar aseguró que en 2018, con la creación de la Universidad de la Ciudad (Unicaba), fue su primer “golpe desmoralizador”, ya que a pesar de que con la organización y resistencia del movimiento estudiantil junto a los gremios docentes lograron oponerse a la eliminación de los 29 profesorados, observaban que aun así había una fecha de defunción, se iba a dar un cierre silencioso y progresivo en los próximos años.

“No se trata sólo de una cuestión presupuestaria, sino que también este año se modificó el estatuto docente. Algunos gremios negociaron con el gobierno la titularización de cargos, pero no incluye a los docentes de Nivel Superior, por lo que actualmente más del 80% de quienes trabajamos en institutos de formación docente no gozamos de estabilidad y permanencia plena. También, se viene llevando adelante una propuesta de reforma de los planes de estudios de profesorados que suponen la reducción del campo de formación general: quieren unificar toda la formación de las materias pedagógicas, que sea un campo común para los diferentes institutos de manera tal que se pierda la especificidad institucional”, afirmó Aguilar, al tiempo que destacó que más allá de lo personal esto afecta en términos colectivos y políticos, ya que está en juego qué tipo de formación docente se va a dar, cuál va a ser el perfil de graduados, pues se ataca el pensamiento crítico.

Más presupuesto para el pago de deuda, menos para las áreas sociales

Más presupuesto para el pago de deuda, menos para las áreas sociales

A diferencia del año pasado, el gobierno obtuvo la aprobación del Presupuesto nacional en el Parlamento. Disminuyen las partidas en áreas sensibles.

El Senado convirtió en ley el Presupuesto 2023 con 37 votos positivos y ninguno negativo. El proyecto contempla un gasto total de casi 29 billones de pesos, un crecimiento económico del 2%, una inflación proyectada del 60% y la reducción del déficit fiscal del 2,5 al 1,9%.  ¿Pero qué análisis puede hacerse de la norma?

Luego de haber conseguido los votos necesarios en Diputados, el oficialismo logró la sanción definitiva por unanimidad en una sesión que no contó con la presencia de la oposición. Los legisladores de Juntos por el Cambio habían anticipado su decisión de no participar debido a la incorporación en el temario del decreto que establece nuevas designaciones en el Consejo de la Magistratura.  

De esta manera, el Gobierno vuelve a tener Presupuesto luego de que en el año 2021 la oposición  votara en contra del proyecto y dejara al Poder Ejecutivo sin repartición de partidas por segunda vez en la historia.

En diálogo con ANCCOM, el economista Martin Hourest destaca el acuerdo político que implicó la votación en la Cámara Baja y señala: “Lo que se discute no es una cuestión de política fiscal sino de equilibrio de la balanza de pagos. Todo aquello que no entorpezca su financiamiento será materia de acuerdo”. Agrega, al mismo tiempo, que la votación del proyecto juntó a una parte sustantiva del arco político que va en tándem con las votaciones de los acuerdos con el FMI.

En ese sentido, agrega que el proyecto no debe ser leído como una guía a partir de la cual se puedan prever los efectos de la política económica y que, para dar cuenta de ello, habría que mirar los acuerdos con el FMI.  Sin embargo, advierte que no lo menciona de forma peyorativa y afirma: “Esos acuerdos habilitan el acceso a financiamiento internacional y, en un país que no tiene acceso a los mercados de crédito, el ingreso de dólares es el que determina el nivel de actividad y de empleo”.

Por su parte, Julieta Izcurdia, Coordinadora del Programa Justicia Fiscal en ACIJ, menciona que desde la organización no observan una mayor inversión en comparación con otros años en áreas tales como derecho a la vivienda, a la educación, políticas de género o de ambiente. Sin embargo, advierte lo siguiente: “Existe un aumento en la participación en el total del Presupuesto de los fondos destinados a pagar la deuda pública y, al mismo tiempo, bajan considerablemente las partidas dirigidas a seguridad social”. Destaca, al mismo tiempo, lo problemático que resulta esta orientación de las partidas en un contexto en el cual no mejoran los índices socioeconómicos. 

Otro de los focos de discusión en los cuales hace foco Izcurdia reside en políticas de Ambiente. Al respecto, dice: “La asignación de recursos para el Ministerio de Ambiente en el 2023 será menor de lo que se destinará a sostener el régimen de promoción de la minería. Un régimen que no se revisó desde un enfoque socioambiental y sobre el cual no contamos con información clara para saber si es necesario seguir incrementando sus fondos».

Por último, subraya la importancia de cara al año entrante de revisar la política fiscal de nuestro país. “Uno de los problemas que tenemos es que nuestro sistema impositivo está sostenido por el IVA y el Impuesto a las Ganancias, debemos avanzar en aquellos impuestos progresivos que no tienen demasiada participación y nos permitan robustecer el sistema con el objetivo de darle prioridad al gasto social, que es la única forma de revertir la situación de desigualdad que afecta a la mitad de nuestra población”.

Nueva protesta de los docentes porteños

Nueva protesta de los docentes porteños

Docentes y auxiliares educativos se manifestaron frente a la Legislatura. Las condiciones edilicias, los días de capacitación, mejoras salariales y un incremento en el presupuesto fueron los principales reclamos.

Docentes y personal educativo se movilizaron hacia la Legislatura porteña este jueves para reclamar por mayor presupuesto en el sector, una ley que habilite a paritarias, y en contra de las políticas llevadas por el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y la ministra de educación, Soledad Acuña.

Para Cintia, profesora de educación inicial, el reclamo principal es contra el intento del Gobierno de la Ciudad de extender la jornada laboral. “Quiere hacer las capacitaciones y las EMI (Espacios de Mejora Institucional) los sábados, contra lo que dice el estatuto. Nosotros trabajamos de lunes a viernes por estatuto. Firmamos una declaración jurada y, por más que nos paguen, es un avance sobre nuestros derechos porque es una extensión de la jornada laboral”. Dice que necesitan su momento para que los y las docentes puedan discutir sobre los asuntos institucionales y particulares de cada escuela.

Mientras tanto, cruzando el vallado policial, en la Legislatura se vota el presupuesto para el 2023 que prevé una merma en las áreas de Educación, Salud y Cultura, según denuncian los gremios convocados. 

 

El reclamo salarial y de mejoras está presente en todas las movilizaciones y en todos los paros. Cintia agrega: “Estamos muy por debajo del índice de inflación y esto tiene que ver con la movilización de hoy, porque estamos reclamando por el presupuesto del año que viene. Queremos que se ponga plata básicamente en las escuelas y en las cosas que realmente necesitamos”.

Mariel es una docente que trabaja en el Distrito Escolar 5° de Zona Sur, asegura que hay muchas escuelas que no están en condiciones y la infraestructura es “deplorable: desde ratas hasta aulas que son de durlock”. Sobre el día a día y la impresión de los auxiliares ante la situación comenta: “No tienen suficientes recursos en las escuelas, desde lavandina e insumos muy básicos, para poder mantener la higiene de las aulas. También convivimos con situaciones de familias con derechos vulnerados y nosotros no tenemos a quien recurrir, porque si derivamos un caso a un organismo y este no tiene recursos, entonces se vuelve una espiral”.

En el escenario, una de las oradoras del colegio Mariano Acosta se manifiesta en contra de los jueces que los obligaron a ir a clases en pandemia con el argumento de “donde hay una necesidad hay un derecho”. Para ella esto es relativo porque “nosotros en las escuelas enseñamos y donde hay una necesidad hay un Estado ausente”. Sostiene que Larreta en estos años no los pudo “doblegar ni humillar” porque hay una comunidad. Los aplausos se escucharon fuerte cuando menciona al vicerrector del Acosta, Julio Pasquarelli quien denunció a un trabajador tercerizado del Gobierno de la Ciudad por cortar la luz a los estudiantes durante las tomas ocurridas en ese establecimiento. Ahora enfrenta una sanción del Ministerio de Educación.

No es la primera protesta: el 20 de octubre se concentraron en el mismo lugar (Perú y Diagonal Sur) para reclamar por las condiciones laborales y modificar los días de capacitación a los docentes. Tanto en esta marcha como en la anterior participaron gremios de SADOP, Ademys y UTE, además de la presencia de médicos residentes, autoconvocados de ObsBA y estudiantes junto a los institutos de cultura.