«En vez de escuchar nuestros reclamos nos mandan a la policía»

«En vez de escuchar nuestros reclamos nos mandan a la policía»

Más de diez mil personas marcharon en defensa de la educación pública. Reclamaron viandas de calidad, mejor infraestructura y discutir las pasantías obligatorias. También repudiaron la persecución sufrida por estudiantes y familias.

Estudiantes, familiares, docentes y militantes marcharon este martes hacia la Jefatura de Gobierno porteño en demanda de una mesa de diálogo. “Larreta y Acuña no escuchan nuestros reclamos”, fue la frase más repetida durante la manifestación. Los ejes del conflicto son las condiciones edilicias de los colegios de la Ciudad, las viandas en constante deterioro y que no cumplen con los estándares alimenticios, además del avance de las pasantías laborales precarizadas. Los docentes agrupados en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y ADEMyS sumaron el pedido de un aumento salarial y cambios en las jornadas de capacitación docente.

La movilización partió alrededor de las 17 desde el colegio Mariano Acosta, ubicado en Urquiza 277. Estudiantes de todas las edades cantaban, saltaban y tocaban el bombo haciendo oír sus consignas. “Este pueblo pelea por la educación”, “Docentes y estudiantes unidos en la lucha”, cantaban mientras caminaban derecho por la calle Urquiza, y al llegar a las esquinas pedían “Tocá bocina si apoyás la educación” y muchos automovilistas acompañaban. Banderas de variados colores y tamaños de los centros de estudiantes y las agrupaciones políticas que acompañaron, la mayoría de la izquierda y también algunas kirchneristas. Carteles con frases y memes sobre Larreta y Acuña.

“Nuestro colegio tiene graves problemas de infraestructura y alimenticios. Las viandas son un asco”, afirmó Gabriel, del colegio Juan Martín Pueyrredón. «Nos envían a hacer pasantías a un instituto gastronómico que no tiene nada que ver con la orientación del colegio que es Ciencias Naturales”, añadió Iara.

“En vez de escuchar nuestros reclamos nos mandan a la policía a nuestras casas. A todos los que participamos de la toma nos pasó”, dijo Sofia, estudiante del Lenguas Vivas. “La policía nos amenaza con una denuncia, cuando lo único que hacemos es pelear por nuestros derechos”, manifestó Lara, del Esnaola.

“Queremos que Acuña nos reciba en menos de diez días, sino seguiremos con las marchas y vamos a volver a tomar los colegios”, advirtió Belén, del Mariano Acosta. “Somos una juventud movilizada que no va a permitir que se retroceda en la lucha por nuestros derechos”, sostuvo Nicolás, estudiante del Colegio Nacional Buenos Aires, que si bien no pertenece a la ciudad, sino a la UBA, se solidariza con la lucha.

En la caravana, de unas 10 cuadras, también había familiares, como Lucas, que acompañó a su hija y a las amigas a la marcha: “Me enorgullece mucho estar acá, apoyando esta lucha legítima de los pibes”. Claudia, mamá de uno de los chicos, expresó: “Emociona mucho ver cómo luchan por sus derechos”. Docentes de numerosas escuelas porteñas, como Verónica, que da clases en el profesorado de educación inicial Sara Eccleston, coincidió: “Es un orgullo estar acá hoy y una enorme responsabilidad, siempre acompaño las marchas, estos movimientos transforman el mundo”.

“Vinimos a mostrar nuestro apoyo a los estudiantes secundarios que están haciendo tomas en la ciudad y sufren la persecución de Larreta y Acuña”, dijo Rosario, integrante de Juventud Izquierda Socialista y militante en la Facultad de Ciencias Sociales. “El punto que nos une es el ajuste a la educación”, sintetizó Vanesa Gagliardi, docente e integrante del consejo directivo de ADEMyS. “No hay infraestructura, en la escuela de teatro donde laburo, no hay gas, falta personal, material de limpieza, material didáctico -agregó-. La mayoría de los docentes estamos bajo la línea de pobreza y eso genera precarización laboral, tenemos que ir a tres o cuatro escuelas para llegar a fin de mes. Hay muchos medios que intentan instalar una mirada peyorativa y negativa sobre los chicos. Pero si los escuchás hablar te das cuenta que no están manejados y que tienen opinión propia. Eso queremos: juventudes que puedan pensar por sí mismas y defender sus derechos”.

Al llegar a la puerta de la Jefatura de Gobierno, frente al Parque Patricios, había montado un escenario en donde se realizó el acto de cierre. Directivos de ADEMyS y UTE, integrantes de las agrupaciones presentes y estudiantes de diversos colegios tomaron la palabra, todos bajo la misma consigna: “La lucha por una mejor educación pública continúa”.

Los organismos de derechos humanos respaldaron a los estudiantes

Los organismos de derechos humanos respaldaron a los estudiantes

Realizaron una conferencia de prensa junto a alumnos, familiares y sindicatos docentes en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo para repudiar la persecución que están sufriendo los secundarios porteños.

Este lunes, organismos de derechos humanos convocaron a una conferencia de prensa en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo ubicada en el barrio porteño de Monserrat, para repudiar la persecución a estudiantes y familiares de escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires. 

Entre los presentes se destacaron representantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S), de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), y la diputada y la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, Victoria Montenegro, entre otros.

Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, dio comienzo a la conferencia de prensa con el objetivo de “apoyar todos los reclamos justos que están haciendo los estudiantes, y felicitar a aquellos que están apoyándolos y que en ningún momento los han dejado solos”. También llamó a mantener la lucha y exigir justicia por la vía legal, sin llegar a la violencia por mano propia.

El representante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Diego Morales, realizó un análisis sobre la situación de los estudiantes criminalizados. Explicó que el Gobierno de la Ciudad utilizó distintas estrategias relacionadas al uso del Código Penal y el Código Contravencional, a través de los cuales se acusó a los estudiantes de quedarse en las escuelas sin la autorización de quien poseía el derecho de admisión, y por ende, a sus familias por ser responsables legales. Sostuvo que, de esta forma, el Gobierno porteño se desligó de sus responsabilidades que ahora dependerán de la Justicia de la Ciudad, que deberá investigar los delitos que se acusan. 

De este modo, Morales señaló que el Estado dejó de lado su rol de mediador de los conflictos que se dan en la sociedad, como una manera de rechazar los reclamos, la escucha, y la búsqueda de soluciones. Además, otra de las medidas fue la presión económica a las familias mediante el envío de cartas documento por daños y perjuicios por la toma de las escuelas, “buscando inhibir la protesta, cuando en realidad lo único que se está pidiendo es que el Estado dé respuestas y sostenga la educación en la Ciudad”, agregó. 

Estudiantes de cuarto y quinto año de las escuelas porteñas que actualmente se encuentran tomadas (ante el pedido de diálogo y soluciones rechazado por parte de la ministra de Educación, Soledad Acuña), asistieron a la conferencia para comentar la actualidad de sus instituciones y los reclamos que se están llevando adelante por la calidad de las viandas, los problemas de infraestructura y la realización de las pasantías obligatorias no remuneradas.

Valentina, alumna de la Escuela Superior de Educación Artística en Artes Visuales Rogelio Yrurtia, de Parque Avellaneda, denunció los problemas que tuvieron con la policía, y con gente infiltrada que quería ingresar a la escuela bajo la excusa de ser trabajadores de mantenimiento, aunque no querían identificarse. “Nuestro pedido es en contra de estas pasantías gratuitas que no nos van a servir, además de que nos van a usar de mano de obra gratuita en lugar de arreglar las escuelas o darnos un sistema de alimentación escolar de calidad, que nos nutra y nos llene”, reflexionó. 

En la misma línea se sumaron las palabras de Malena, representante del Centro de Estudiantes de la Escuela Superior de Educación Artística Manuel Belgrano, de Barracas. Comentó que “los estudiantes debemos cursar 11 horas por día, y las viandas no alcanzan, además de que nos cansamos de reclamar porque vienen podridas, en mal estado o con hongos” y agregó: “Estamos tomando los colegios porque estamos cansados de que al Ministerio de Educación y al Gobierno de la Ciudad no les importe lo que los estudiantes vivimos, porque si alguien sabe qué es lo que pasa en los colegios, somos nosotros”. 

Por su parte, Agustina, representante de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg de Palermo, conocido como “Lengüitas”, recordó un hecho de violencia sufrido el jueves, cuando una mujer se presentó en la escuela con un cuchillo para amenazar a una madre. También reiteró los reclamos por el estado de las viandas y la implementación de las pasantías que no se aplicaron tal como se les había prometido, y repudió “toda la presión que se le está metiendo a las familias y por los casos de las denuncias y notificaciones con amenazas a compañeros”. 

Uno de estos casos fue relatado por Elsa Lombardo, abuela y tutora de una alumna de cuarto año de la Escuela Nº1 “Federico García Lorca”. Lombardo relató que un patrullero fue a su casa a las 21, con una citación y la cédula de contravención por la toma de la escuela. Lo consignado era presentarse en la fiscalía dentro de los tres días, o en caso contrario sería llevada por la fuerza. “Intentaron de cierta forma, sembrar terror. Mi nieta me dijo que prefería ir a la escuela a dormir, porque sabía que ahí la policía no iba a entrar”, comentó, y agregó: “Todo esto por las demandas de los estudiantes, que es justa, y la actitud de la ministra Acuña de negar los reclamos”.

En cuanto a esos reclamos, Martina, alumna en representación del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández, del barrio de Retiro, repasó las diferentes medidas de fuerzas adoptadas antes de llegar a la toma de la institución: “La semana pasada llevamos a cabo un pernocte, luego tuvimos clases públicas con ayuda de nuestros docentes, participamos de semaforazos, y no obtuvimos respuestas, aunque quieran criminalizar y minimizar nuestra lucha”.

En representación de los gremios docentes tomó la palabra Angélica Graciano, Secretaria General de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera). Recalcó el rol de la escuela como ámbito principal de la democracia, y resaltó que los reclamos del movimiento estudiantil datan de hace más de 10 años. A su vez convocó para mañana a las 16 a una marcha desde la Escuela Mariano Acosta hacia la Jefatura de Gobierno de la Ciudad junto a la Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS), para acompañar el reclamo estudiantil y “para decirle a Larreta y Acuña que inviertan en las escuelas, porque los 15 años en baja del presupuesto educativo tienen sus consecuencias”. 

Sobre el cierre, Guillermo Pérez Roisinblit leyó un comunicado en representación de Abuelas, donde expresaron su preocupación por la escalada de violencia en los reclamos que se están llevando adelante en las escuelas, e instaron para que “el Jefe de Gobierno arbitre las medidas necesarias para encausar esta situación a través de canales de diálogo real, que conlleven a una solución de esta situación, que velen por la seguridad de las familias y el respeto por el derecho de los jóvenes”.

La letra, con juicios, entra

La letra, con juicios, entra

Para la ministra Soledad Acuña la mejor solución frente a los diversos reclamos estudiantiles es la demonización de los estudiantes, su estigmatización política y el amedrentamiento judicial a padres y docentes. Un conflicto que crece sin voluntad oficial de diálogo.

El viernes 23 de septiembre la escuela Mariano Acosta de la Ciudad de Buenos Aires fue tomada por sus estudiantes como forma de visibilizar una serie de reclamos que incluye las malas condiciones edilicias, viandas insuficientes y de mala calidad, y el cese de pasantías en condición de explotación para los estudiantes del último año. 

La toma en el Acosta ya se levantó tras la persecución judicial sufrida por estudiantes y sus padres, pero cuentan 12 las instituciones que mantenían la toma al día jueves 29 con el acompañamiento de dos secundarios preuniversitarios: el Colegio Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini. Ambos sufren otras problemáticas, principalmente edilicias y de abastecimiento de recursos mínimos como papel higiénico o calefacción. Dependen del rectorado de la UBA y no al gobierno de la Ciudad, pero manifestaron su apoyo solidario. Al cierre de esta edición, las y los estudiantes del Pellegrini levantaron la toma con paro estudiantil.

“Sabemos que son dos colegios con mucho peso por la tradición de lucha que tienen y pensamos que lo más importante es solidarizarnos y visibilizar la lucha de nuestros compañeros”, dijo Micaela Güera de Souza, presidenta del centro de estudiantes del Pellegrini. “Elegimos esta medida porque toda la comunidad educativa le viene pidiendo mesas de diálogo a la ministra Soledad Acuña y nunca se dignó a recibirnos y escuchar nuestros reclamos”, añadió en una de las pocas entrevistas que dió el jueves por la mañana para el canal A24.

La escuela media Nº. 3 Osvaldo Pugliese de Villa Crespo, también conocida como “La Padilla”, es otra que aún sigue tomada. Una de sus docentes a quien mantenemos en reserva por la persecución judicial del gobierno porteño dijo que “la toma es sin clases, pero es con la puerta abierta, les docentes somos bienvenides y los chicos están con sus familias, están muy organizados”. Sobre los reclamos, apuntó que “la vianda es muy importante porque hay una gran mayoría de estudiantes que comen todos los días lo que manda el gobierno de la Ciudad. También reclaman por la forma en que se implementan las ACAP (Actividades de Aproximación al mundo del trabajo) y por el nuevo régimen académico. Pero insisten con énfasis que nadie los escucha en lo que vienen pidiendo desde principio de año”.

“Las intimidaciones, las amenazas y las causas judiciales que el Ministerio de Educación utiliza como respuesta son medidas que quieren coartar la expresión autónoma y democrática de los estudiantes, que son actores de la comunidad educativa y tienen por tanto derecho a ser escuchados y tenidos en cuenta en sus propuestas y reclamos. Esa es la escucha que la vida democrática promueve y requiere, incluso no acordando con los reclamos”, agregó la docente. 

Sobre este tema también se expresó el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que advierte: “No tiene una justificación judicial. Entiendo que quienes lo ejecutan saben que no es viable judicialmente, pero lo hacen porque el sentido no es que la causa prospere, sino atemorizar a la organización estudiantil. De hecho, lo primero que hicieron fue anunciarlo ante los medios para que tenga amplificación, no notificarlo judicialmente. Lo que se busca es que los padres les digan a los chicos que no vayan a la toma o a los propios pibes que la levanten. La Convención de los Derechos del Niño protege, entre otras cosas, este tipo de situaciones de protesta”, explicó el director de comunicación del CELS Alejandro Marinelli en diálogo con ANCCOM. “No es la primera vez -agregó- que Larreta persigue a padres. En 2019 fueron denunciados 44 padres de alumnos de ocho colegios y enviados a juicio. Fueron absueltos en primera y segunda instancia. Es usar los mecanismos del Estado para aleccionar”.

El jueves 29 por la tarde, Horacio Rodríguez Larreta emitió un comunicado en sus redes sociales diciendo que “hay un modelo de país que se está acabando (…) En las tomas hay un ejemplo de esto: mientras un grupo muy chico de alumnos y de padres irresponsables impide que unos 5.000 chicos puedan estudiar, hay casi 200.000 que van a clases todos los días y ni piensan en tomar su escuela, y alrededor de 12.000 que están haciendo las prácticas educativas (…) Nosotros vamos a seguir siendo inflexibles en la respuesta. Los padres son responsables de esto y van a tener que hacerse cargo del daño que sus hijos provocan”. 

En respuesta a esas declaraciones, el secretario de Educación superior de UTE CTERA Esteban Sottile dijo que “el jefe de Gobierno ve en la juventud, en el trabajo y en los pueblos originarios aquellos con los cuales quiere confrontar, y desde ese lugar construye una identidad política que le será favorable de alguna manera en la contienda electoral. El tema es que, en el caso de los jóvenes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la responsabilidad del gobierno es entera. Eso es lo que particulariza la pelea estudiantil. Porque el jefe de gobierno es el responsable político de que el sistema educativo tenga cada vez menos presupuesto. Y al interior del presupuesto educativo también hay un fuerte incremento de partidas en función de la educación privada. Es una decisión política”.

La mencionada profesora de “la Padilla” agregó que sienten que “la tendencia es a homogeneizar escuelas, estudiantes, docentes. Eso desatiende la historia de nuestra educación pública en Argentina. Homogeneizar quiere decir pretender que todas las escuelas sean iguales no en cuanto a sus derechos, sino en cuanto a sus formas. Pero sería muy absurdo pretender que una escuela industrial sea igual en su funcionamiento y en sus formas de enseñar a una escuela de artes. Las escuelas tienen identidades que tienen que ver con el territorio, con la población, con su historia, y esas identidades fortalecen los procesos de enseñanza. Y son cambiantes, también”.  

“La Padilla” es una de las pocas escuelas especializadas en arte y comunicación, lo cual obliga a los equipos docentes a agudizar el ingenio para desarrollar sus prácticas específicas. “Se quita posibilidad a las escuelas de tomar decisiones respecto de su comunidad particular, se pretende bajar una línea donde los docentes y directivos no fuéramos profesionales y no sabemos hacer nuestra tarea. No es tenida en cuenta nuestra opinión. La tendencia parece ser a empobrecer la escuela pública desde lo presupuestario y desde lo identitario del proceso de aprendizaje de cada escuela. Si no tenemos autonomía nosotros para enseñar ni los chicos para expresarse, queda un molde. Las escuelas privadas tienen un proyecto. Las escuelas públicas también, pero nos cuesta defenderlo”, profundiza la docente.

“Pensar que los chicos tengan un espacio significativo de profesionalización que les permita tener más herramientas no está mal planteado. El tema es cómo se implementa, que es por lo que están reclamando, porque se encuentran yendo a lugares donde no aprenden nada y mientras tanto se pierden muchas horas de clase, y de estar en la escuela en quinto año que es un momento muy importante en el proceso afectivo. La escuela no es solamente los contenidos; es estar con los demás, aprender a relacionarse con otros, aprender y fortalecer las pautas de la democracia”, sentenció.

El resultado de la falta de diálogo de la ministra Soledad Acuña deja como balance una semana de clara incapacidad dialéctica. En lugar de promover acciones y soluciones concretas, entiende la confrontación como capital político: 170 padres denunciados ante la justicia en al menos 16 colegios.

Algunos nombres de las instituciones, que curiosamente deben pasar por un proceso de aprobación en la Legislatura porteña, resuenan mal en la cartera educativa. Entre otros, el secundario Laura Falcone, en conmemoración de una de las víctimas de La Noche de los lápices, sigue escribiendo una historia de nuevos reclamos pero con mismo telón de fondo: un modelo educativo que pretende desalentar la educación de gestión estatal y mandar a los chicos  que no pueden pagar cuotas privadas a lavar los platos.

Intimidan a los estudiantes que tomaron el Mariano Acosta

Intimidan a los estudiantes que tomaron el Mariano Acosta

El Ministerio de Educación pidió los datos de los adolescentes que permanecen en la medida de fuerza y una persona sorpresivamente dejó la escuela sin luz. Los estudiantes exigen el cese de las prácticas laborales obligatorias de los alumnos de último año, las malas condiciones edilicias y el suministro insuficiente de viandas escolares.

El viernes por la tarde, la escuela de la Ciudad de Buenos Aires, Mariano Acosta fue tomada por los estudiantes en busca de respuestas a una larga serie de reclamos. Lejos de buscar el diálogo, el Ministerio de Educación porteño, a través de un órgano de supervisión, pasó el viernes alrededor de las 18.30 a pedir datos personales de las familias de los estudiantes que votaron positivamente por la toma del establecimiento.

 “Pidieron nombre y apellido de las personas que bancaban la toma”, cuenta Ludmila Tassi, alumna del Acosta, y señaló que tuvieron que atrincherarse en un aula y que finalmente solo se dieron los datos de los miembros de la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes bajo el consentimiento de los mismos. Además, según señaló Tiempo Argentino, minutos después la toma sufrió por la noche el vandalismo de un desconocido, que cortó unos cables y con ellos, la luz del colegio.

 “A eso de las 7 de la tarde entró una persona al colegio que decía responder a un llamado urgente del Ministerio de Educación para arreglar un baño. Las compañeras que vigilaban la puerta se negaron, pero el tipo entró igual prepotentemente”, relata Ludmila en diálogo con ANCCOM. “Cuando entró, empezó a dar vueltas por el colegio y a los 10 minutos se cortó la luz. Cuando los directivos fueron a ver la caja de electricidad, la puerta, que tiene candado, estaba forzada y los cables cortados”.

Ante el sabotaje, los alumnos, padres y directivos se vieron forzados a pasar la noche en el patio del establecimiento. En medio del conflicto, de la presencia policial en las puertas de la escuela y conversaciones sobre cómo seguir, desde el Centro de Estudiantes manifestaron a través de su Instagram: “Sabemos que esto sucedió en pos de levantar la toma y, por si todavía queda alguna duda, esto no va a pasar. Exigimos que nos devuelvan la luz y seguridad dentro del establecimiento que tiene menores de edad dentro. Exigimos que no haya persecución política nunca más”.

 Días antes de la toma, el Ministerio de Educación mandó a los padres un mail titulado “Alerta ante posible toma del establecimiento escolar” que citaba resoluciones del Ministerio donde se advierte sobre la responsabilidad preventiva y ulterior de las familias y los equipos de conducción del colegio al respecto de “la integridad de los estudiantes” y ante posibles perjuicios contra el patrimonio de la escuela.

 Una hora después del corte de luz, a las 20 y a través de su cuenta oficial de Twitter, la ministra de Educación Soledad Acuña señaló: “El populismo lo único que busca es hacer daño. Baja línea dentro de las aulas, impone su ideología e incentiva conductas violentas como la toma de escuelas. Hoy un grupo de estudiantes de la escuela Mariano Acosta decidió tomar la escuela por intereses claramente partidarios”.

 El colegio Mariano Acosta, ubicado en el barrio porteño de Balvanera, que durante la tarde del sábado sigue aún sin luz, está tomado desde este viernes a las 18.30 al finalizar el turno tarde, y durará en ese estado hasta el lunes a las 7.45 cuando ingresen los chicos del turno mañana. Los reclamos de los estudiantes son tres, principalmente: el cese de las prácticas laborales obligatorias de los alumnos de último año, las malas condiciones edilicias y el suministro insuficiente de viandas escolares.

«Capacitación sí, sabados no»

«Capacitación sí, sabados no»

Los gremios docentes de la Ciudad de Buenos Aires realizaron un paro de 24 horas contra la eliminación de la capacitación en servicio, entre otros reclamos históricos.

La Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS), la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), el Sindicato Argentino de Docentes Privados SADOP y la Unión Argentina de Maestros y Profesores (CAMyP) convocaron ayer a un paro docente en defensa de los derechos laborales ante las medidas tomadas por el Ministerio de Educación de la Ciudad.

El reclamo principal fue por la suspensión de la jornada denominada Espacio para la Mejora Institucional (EMI) que debería realizarse el 31 de octubre. El Gobierno porteño decidió trasladarla a un sábado con el argumento de no perder días de clase. Esto implicaría que los docentes deban presentarse a trabajar durante el fin de semana, algo por fuera de lo establecido por el Estatuto Docente ya que son sus días de descanso.

La jornada de protestas comenzó desde temprano en el centro porteño, donde ADEMyS realizó una concentración y una conferencia de prensa. A su vez, se organizaron distintas actividades descentralizadas en los establecimientos educativos como clases públicas, asambleas, semaforazos, y abrazos a edificios escolares.

La convocatoria a los “semaforazos” se anunció para las 12, en distintos puntos de la Ciudad. Uno de ellos se desarrolló en la esquina de Avenida Caseros y La Rioja, en el barrio de Parque Patricios.

Más de un centenar de docentes se acercaron con cartulinas y pancartas que contenían distintas consignas, entre las que se destacaron “basta de violencia a los docentes”, “nuestros derechos valen”, y “tocá bocina y apoyá la educación”.

El representante de la CAMyP, Fernando Messina, dialogó con ANCCOM y sostuvo que “el semaforazo tiene que ver con el avasallamiento que tiene el Gobierno hacia los derechos docentes. Hoy se engloba a las capacitaciones en servicio y los cursos de ascenso que históricamente eran los días de semana, y ahora quieren implementarlo los sábados. Las capacitaciones deben ser en servicio”.

Frente al posteo en redes sociales del jefe de Gabinete del gobierno porteño, Felipe Miguel aclarando que las capacitaciones serán pagas, Messina agregó: “Suponiendo que lo paguen en término, muchos docentes no van a ir ya sea por no estar de acuerdo o docentes madres solteras que no tienen con quien dejar a sus hijos. ¿Qué espacio para la mejora institucional se plantea si no va a estar toda la comunidad educativa?”.

Sin embargo, la suspensión de la jornada EMI no fue el único reclamo. Los gremios denunciaron problemas en la aplicación MIA que otorga las licencias médicas, ante casos de rechazo de licencia sin explicación alguna a docentes que presentaban graves problemas de salud, por lo que sufrieron el descuento de esos días. Los pedidos por la pronta normalización del sistema se suman a los reclamos históricos de problemas edilicios y de infraestructura.

La jornada de paro se trabaja al interior de las escuelas, para derribar el mito de que son los docentes quienes no quieren dar clase. “Hoy nos estamos preocupando porque los alumnos el año que viene van a tener 192 días de clase. Nosotros nos preguntamos, teniendo en cuenta que hay 30.000 alumnos que no tienen vacantes. ¿Esos alumnos dónde están hoy en día? Ellos no tienen ni un día de clase, ni hablar de 192”, reflexiona Messina.

Otra de las propuestas en el lugar fue la de Radio Abierta, a cargo de UTE-Ctera, para contar acerca de las diferentes problemáticas actuales. Monona Gutiérrez, Secretaria de Inicial del gremio, declaró: “También necesitamos que la obra social OBSBA nos atienda y nos dé respuestas. Es todos los días una cosa nueva. Los docentes nos cansamos y hoy acá se lo demostramos. Ascenso, sí. Capacitación, sí. Sábado, no”.

Por su parte, la ministra de Educación, Soledad Acuña, publicó en las últimas horas unos tweets en alusión al paro docente: “Sindicatos dicen que defienden la educación, pero dejan a los chicos sin clases. Otra vez. Otro día. Como si no hubiera sido suficiente con la pandemia, sostienen y alimentan la tragedia educativa”, y agregó “Usan a la escuela y a los chicos como campo de disputa partidaria y alientan a los centros de estudiantes a tomar colegios. Lo voy a decir una y mil veces. No importa cuál sea el argumento: el derecho a la educación no se puede vulnerar”.

Frente a los dichos de la ministra, Gutiérrez consideró que “tendría que estar una maestra al frente del Ministerio de Educación, y no una persona que no para de agredirnos y generar odio en nuestra comunidad educativa, un odio que no va a poder romper el lazo estrecho entre los padres, madres, alumnos, y la comunidad educativa en general”.

Desde ADEMyS, informaron que el paro tuvo una adhesión del 90 por ciento, y convocaron para el próximo jueves 29 de septiembre para definir la continuidad del plan de lucha.