La Marcha del Orgullo en tiempos violentos

La Marcha del Orgullo en tiempos violentos

Una multitud tomó el centro porteño para realizar la 33° Marcha del Orgullo, la primera bajo el gobierno de Javier Milei. Carrozas, columnas de las organizaciones LGBTIQ y miles de participantes espontáneos recorrieron desde Plaza de Mayo hasta el Congreso reclamando contra los discursos de odio, la quita de medicamentos para pacientes VIH y el ajuste contra las políticas de ampliación de derechos.

Este sábado 2 de noviembre se realizó la marcha anual del Orgullo, desde Plaza de Mayo al Congreso, en la que desfilaron carrozas y una multitud que interrumpió las calles del centro mientras desfilaba con cánticos de reclamos y denuncias al gobierno nacional.

En Plaza de Mayo, una multitud de colores hacía oír desde temprano sus reclamos al ritmo de la música mientras respondían a la pregunta ‘’¿Qué es para vos la libertad?’’. La marcha número 33 del Orgullo, primera durante el gobierno de Javier Milei, y que no contó con el apoyo del Estado como lo venía haciendo tradicionalmente, se realizó en el período más peligroso para la comunidad LGBTIQ, según confirmaron sus referentes a ANCCOM, como consecuencia de los discursos de odio que circulan desde la asunción del actual gobierno. 

‘’La libertad no es la represión’’, escribía su respuesta un chico, vestido de negro pero con mucho brillo.‘’No hay libertad con ajustes’’, se escuchaba continuamente en carrozas y se leía en carteles. A unos centímetros, las puertas de madera de un closet se llenaban de frases: “libertad sexual”, “al closet nunca más”, “apertura mental y más amor”, entre cientas de frases más; el color madera quedaba atrás con cada tinta con la que cada persona dejaba su huella tras hacer fila pra estampar su propio graffiti.

A pesar del día nublado y el pronóstico de lluvia, las banderas de las diversas sexualidades tomaron por asalto el centro de de la Ciudad de Buenos Aires. En la esquina de Diagonal Norte y Florida, una multitud  se reunía, junto con Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y la agrupación H.I.J.O.S, para realizar un pañuelazo por la memoria, verdad y justicia. En una marea de pañuelos blancos levantados, se escuchaba: 

 -¡Compañeros desaparecidos!

 -¡Prresente!

 -Ahora

 -¡Y siempre!

‘’Con VIH vivo, con Milei muero’,’ decía uno de los carteles que encabezaba la marcha.

A un lado, personas de todas las edades se movían al ritmo de los bombos que parecían bailar, en defensa de la memoria, de Télam y de las políticas públicas que amplían derechos.

Las columnas empezaron a marchar a las cinco de la tarde. ‘’Con VIH vivo, con Milei muero’,’ decía uno de los carteles que encabezaba la marcha. Unos días previos, circulaba en los medios la denuncia de que el gobierno dejó de entregar medicamentos para embarazadas con VIH. 

Desde la asunción del nuevo presidente, el gobierno tomó muchas decisiones que afectan los derechos de la comunidad LGBTIQ. El cierre del INADI y el recorte de los fondos para las enfermedades de transmisión sexual son tan solo unas de ellas. 

‘’Mi amor no daña. Tu odio si’’, ‘’Para vos Milei, mucho sexo gay’’ y ‘’La peluca es para el drag’’ fueron algunos de los carteles que se encontraban en las calles en esta edición de la marcha. Sin embargo, hubo uno que se repite demasiado. El cartel de ‘’los discursos de odio también matan’’ fue uno de los más populares en esta ocasión. ‘’Desde la llegada de este sujeto son muchas las personas que desde atrás de un teclado o un dispositivo nos agreden y demuestran cada día más su odio. Eso contribuye a que en las calles haya personas que cada día este más violenta y agresiva’’ decia María Laura Oliver, de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) en dialogo con ANCCOM. Parte de las consignas de este año fue el pedido de justicia por la masacre de Barracas, en la que Pamela, Roxana y Andrea fueron asesinadas por ser lesbianas.

Si bien la jornada pasó entre bailes y música, ante una Libertad que Avanza en contra de los derechos del pueblo, el pedido por una Ley Integral para personas trans y una ley Antidiscriminatoria se hizo escuchar, a los gritos y al son de los tambores. Llegando a Plaza Congreso, el ambiente se volvió más intenso. Y pasadas las siete de la tarde ocurrió el ‘’abucheo’’: a Milei, al ajuste, a los discursos de odio y a los que votaron a favor de la ley bases. 

Desde arriba del escenario, alguien leyó ‘’El gobierno grita ‘Viva la libertad, carajo’ sólo para defender la libertad de mercado, la ley del más fuerte, la libertad para oprimir, discriminar, explotar, la libertad de sacarnos nuestros derechos’’; uno de los tantos discursos que tuvo lugar durante la jornada. A lo largo del día, la multitud orgullosa y que busca ser libre entre tantos ajustes, mostró que ‘’al orgullo no se lo invisibiliza, se lo defiende’’. 

La fiesta que empezó frente la Casa de Gobierno junto con la compañía de djs y artistas como Natalie Perez y Taichu, finalizó frente al Congreso con la música de Valeria Lynch. Y así, terminó la trigésimo tercera Marcha del Orgullo en Argentina.

 

“No voy a esperar a ser flaca para vivir”

“No voy a esperar a ser flaca para vivir”

Por cuarto año consecutivo se llevó a cabo el Encuentro Plurinacional de Gordes. Esta vez, en la provincia de Buenos Aires. Talleres. Debates. La importancia de lo colectivo y de mantener los temas en agenda.

El pasado sábado 28 de septiembre se llevó a cabo el 4º Encuentro Plurinacional de Gordes en Pilar, Provincia de Buenos Aires. A cuadras de la estación de tren Del Viso, en el club Club Municipal de la localidad bonaerense, se encontraron diferentes referentes de la militancia gorda de Argentina, Uruguay, Brasil y Estados Unidos. Bajo la consigna “Sosteniendo comunidad en la incertidumbre”, la jornada consistió de diversos talleres y conversatorios para poner en común las problemáticas de las personas gordas: la discriminación, la falta de implementación de la Ley de Talles ya aprobada, la estigmatización en el sistema de salud, entre otros.

El Encuentro fue organizado por el Colectivo Gordes Activistas de Argentina (CGA), que milita “contra el estigma, la violencia, la patologización y discriminación constante hacia los cuerpos gordos en esta sociedad”, según sus canales de comunicación oficiales. La agrupación nació en 2021 y ya llevó a cabo cuatro encuentros: a éste la antecedieron Rosario, Mar del Plata y Morón.

La jornada, que comenzó bailando al compás de la música, propuso inicialmente un taller para debatir la aplicación de herramientas para la gestión de la salud a través de la ESI, y otro para crear “imágenes de resistencia” a partir de las consignas del activismo gordo mediante la técnica del collage. La idea era, además de conocerse, iniciar el debate y compartir puntos de vista sobre las temáticas planteadas.

A continuación, se inició el conversatorio en el que referentes del activismo gorde internacional compartieron sus experiencias y visiones. Lucia Portos -subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad de la provincia de Buenos Aires-, Laura Contrera -doctora en Estudios de Género e integrante del Colectivo de Gordes Activistas de Argentina-, Tigress Osborn -directora ejecutiva de «National Association to Advance fat Acceptance» (NAAFA) de Estados Unidos- y Vito Romero -integrante de Colectivo La Mondonga de Uruguay- coincidieron en la necesidad de construir redes militantes para desafiar la discriminación basada en el peso.

“Para un gorde –afirmó Contrera- no hay nada mejor que otre gorde”. Esta frase, que se convirtió en el lema del Encuentro, refleja la importancia de la comunidad como un espacio de apoyo y resistencia política. “La situación internacional de ‘ajuste magro’, de represión y violencia, de encajar a la fuerza o extinguirte, nos deshumaniza, nos fragmenta, nos somete a este régimen de austeridad y control donde los derechos pasan a ser privilegios para unos pocos. Por eso insistimos tanto en la importancia de la comunidad y lo colectivo”, apuntó. Con “ajuste magro”, la doctora en Género, se refiere al paradigma que plantea eliminar la grasa del sistema, entendiéndola como el signo que deviene a los cuerpos en improductivos, a los que hay que depurar, de los que hay que extraer el excedente. Además, profundizó en la experiencia de lo que significa ser gorda en un mundo hostil, señalando que la gordofobia no solo es un estigma social, sino también una forma de violencia que busca controlar y disciplinar los cuerpos. “A nosotres nos prometen la infelicidad y la soledad. Pero acá estamos, juntes y riéndonos”, expresó Contrera. Asimismo, la activista argentina hizo un llamado a desmantelar la gordofobia internalizada invitando a las personas gordas a priorizar la organización y la lucha colectiva sobre la búsqueda individual de la delgadez.

Contrera hizo un llamado a desmantelar la gordofobia internalizada invitando a las personas gordas a priorizar la organización y la lucha colectiva sobre la búsqueda individual de la delgadez.

En entrevista con ANCCOM, Lucía González, militante política y parte de CGA, declaró: “El colectivo reúne a personas que venían trabajando en la temática de diversidad corporal, body positive y activismo gordo en Argentina. Armar un espacio de activismo para charlar estos temas no sólo para tratar lo político y las cosas que queremos cambiar a nivel de derechos y leyes, sino también hablar sobre cómo la industria de la dieta cercena y violenta nuestros cuerpos con regímenes que son insostenibles y peligrosos para nuestra salud”. Sobre las actividades del colectivo el resto de año, aclaró: “Sacamos comunicados y hacemos alianzas políticas, trabajamos con el gobierno para instalar y que se consideren estas temáticas también”. En cuanto al encuentro, la militante destacó que se inspiraron en el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans que se lleva 37 años. “La dinámica es hacer ejes y talleres específicos para tratar la problemática gorda”.

En un tono más personal, y con relación a la experiencia de militar en el activismo gorde, González reveló que su participación en CGA le “permitió salir del closet de la gordura. Me dio la posibilidad de proyectar mi vida, reconociéndome a mí misma y no desde la mirada del otro sobre mí, sobre mi cuerpo”. Parte de salir del aislamiento y la discriminación a la que se somete a las personas gordas es conectar con otras personas que vivan lo mismo, de ahí la importancia de organizaciones y eventos como este. “Veo a otras gordas que también me inspiran, personas que viven pisando fuerte, no pasando desapercibidas que es el lugar que se nos asigna. Soy gorda, soy esto. No voy a esperar a ser flaca para vivir. Vivo y lo gozo. Y a través de mi vida lo vas a ver”, cerró contundente González, dejando un mensaje inspirador para otras personas gordas.

Otro eje importante fue la estigmatización de las personas gordas en el área de la salud y la nutrición. Uno de los reclamos es la despatologización y la capacitación de los profesionales de la salud en cuerpos que salen de la norma. ANCCOM conversó con Candela Galante, especialista en nutrición inclusiva y co-creadora del curso de actualización de posgrado «Diversidad corporal gorda para el abordaje integral de la salud» de la Universidad Nacional de La Plata. “La Facultad de Ciencias Médicas –señaló- tiene mucha hegemonía y normatividad de los cuerpos, pero aún así algunes buscamos recorridos que sean más fieles con lo que pensamos, creemos y militamos. Es importante que en los espacios de atención haya cierta sensibilidad y escucha para con el paciente”.

La profesional se acercó junto a un grupo de colegas al Encuentro no sólo para ganar herramientas y mejorar la práctica sino también “para encontrarse con otras personas que sean cercanas al tema y de las cuales aprender. En este contexto es más que importante juntarse, apoyarnos para poder sobrevivir. No hay que perder la perspectiva colectiva”.

Otra de las banderas que se levantó en el Encuentro fue por la lucha de la implementación de la Ley de Talles en Argentina. Esta normativa, que busca establecer un sistema único de talles basado en medidas antropométricas de la población garantizando que la indumentaria se adapte a la diversidad de cuerpos existente, fue impulsada durante años por organizaciones civiles y activistas, y sancionada en 2019. Sin embargo, y aunque es fundamental para reconocer el derecho a vestirse de todas las personas y crucial en los reclamos del activismo gordo, nunca llegó a implementarse. Para la organización, a pesar de que se realizaron estudios y presentado propuestas, la inacción de las autoridades generó la falta de una tabla de talles nacional publicada que frenó por completo el avance en su implementación.

De autismo también se habla

De autismo también se habla

Miles de personas se concentraron frente al Teatro Colón por el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo. El Gobierno porteño no habilitó hacerlo frente al Congreso o en la Plaza de Mayo

Miles de personas tiñeron de azul la Plaza del Vaticano, al lado del Teatro Colón, en el marco del Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo. “A diferencia de otros eventos, acá no les vamos a pedir que suban el volumen”, dijo desde el escenario Carlos Fiore, integrante de TGD Padres TEA Grupo Promotor, una de las organizaciones de familias que realizaron la convocatoria. El acto, que comenzó una vez que volvieron los ciclistas de la ONG Empujando Límites de su bicicleteada en tándems hasta Puerto Madero, dio cierre a la Semana Azul, una campaña de visibilización que contó con más de 600 actividades bajo el lema “hablemos de autismo”.

A lo largo de la plaza, sobre el asfalto color ladrillo, los asistentes pasaron la tarde del martes feriado entre picnics, bailes y juegos. Los más chicos andaban con globos y juguetes, se sacaban fotos con Spiderman, Wolverine y Maléfica -voluntarios de la Fundación Che, VOS! que alegran a muchos niños en situaciones difíciles-, algunos adultos, paseaban disfrazados con anteojos, pelucas y todo elemento de cotillón posible en azul. Entre la multitud de remeras azules, algunas indicaban: “Las personas con autismo no están en su mundo, están en el nuestro”.

Los que estaban más cerca del escenario bailaron con la música tropical de la mano de Iván y sus amigos, cuyo percusionista, Iván Demirci es un joven con trastorno del espectro autista (TEA). Su padre, Ricardo, subió a presentar a la banda: “Si hablamos de autismo, tenemos que hablar de convivencia de toda la sociedad. Los músicos profesionales que lo acompañan siempre vieron en Iván a un músico primero. Enfocarse en las fortalezas, potenciarlas y ayudarlos es lo más importante”. No tardaron los aplausos, cada uno con su propia cadencia.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en 2007 al 2 de abril como día no sólo para concientizar, sino también para promover la aceptación y el aprecio de las personas con TEA. El organismo internacional lo define como “una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad y se deriva de un trastorno neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro”. Si bien cada persona tiene distintas dificultades y necesidades de apoyo, las características que reconocen las Naciones Unidas incluyen “deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos y repetitivos”. Las convocatorias de reunión a propósito de la jornada se llevan a cabo en Argentina desde 2011, tres años antes de que el Congreso sancionara la Ley 27043, estableciendo la misma fecha a nivel nacional. 

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, estuvo presente durante menos de una hora. Pasó por un par de gazebos donde integrantes de asociaciones o trabajadores estatales se dedicaban a repartir folletería y responder consultas. Desfilaban también fotógrafos, gente de prensa y curiosos. La última vez que se realizó el acto central en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue en 2019. Desde entonces, o se suspendió por la pandemia de covid-19 o se llevó a cabo en Vicente López. 

Entre tanta foto, si bien el mandatario mencionó la cuestión de la inserción laboral, Natalia Burlaka, de TGD Padres TEA Grupo Promotor, se acercó a preguntarle por la situación de los apoyos en la secundaria. “Me dijo que quiere aprender, que este es un espectro amplio y que primero hay que concientizar”, comentó a ANCCOM en referencia a la respuesta del funcionario. Burlaka señaló que, desde que ingresó al nivel secundario, a su hijo le falta el material sensorial para regularse y los pictogramas como tenía en la primaria. “Quise aprovechar a hablar con alguien de una esfera más alta del Gobierno de la Ciudad porque hasta ahora TGD Padres llegó principalmente a las comunas, con las que venimos trabajando. Organizamos charlas abiertas al público sobre autismo”. 

Mariana Carrizo vino desde Temperley con su hija Agustina, de 15 años. Para ella, conseguir la atención necesaria para cada estudiante con TEA es una cuestión de suerte: “Yo no me puedo quejar, si bien estuvimos probando en distintos colegios hasta encontrar el lugar adecuado para ella. En otros casos, capaz tenés docente de apoyo sólo un día a la semana pocas horas, porque no cobran lo suficiente o les atrasan tres meses el pago”. Hace casi una década que asiste a los actos, y sostiene que desde entonces ve mayor interés por el tema en la sociedad, aunque falte mucho por conseguir tanto en conocimiento como implementación de la legislación vigente, sobre todo respecto de las mujeres con TEA, cuyo diagnóstico suele ser más tardío que el de los hombres. 

En CABA, la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS) proporciona capacitaciones a docentes. “Se hace una por año, duran seis meses y se inscriben, en general, alrededor de tres mil docentes, de los cuales por una cuestión de cupo entran ochocientos, en función de si tienen inscriptos con discapacidad en sus escuelas, si tienen experiencia en el aula con este tipo de estudiantes y entonces saben los desafíos que implica, entre otros”, detalló Sergio Placeres, del área de accesibilidad, a este medio. 

Entre los tonos de azul que pueblan la plaza, llamaban la atención dos uniformes acompañados de pañuelos rojos y marrones. “En nuestro grupo nadie se sorprende si hay algún chico deambulando”, contó Mayra Pichelli, jefa del grupo scout Sargento Cabral, ubicado en Caseros. Desde que diagnosticaron a su hija hace 14 años, en una época sin redes sociales donde pudieran conseguir información a través del relato de otras familias, trasladaron todo lo que descubrieron y aprendieron de su propia experiencia al resto del grupo. “Nos tomamos el tiempo para asegurarnos de que los chicos estén preparados para su primer campamento, además de que los padres que la primera semana están muy atrás van confiando más y más a medida que van adquiriendo su autonomía en el grupo, y porque ven que hay padres que entienden lo que sucede porque lo vivieron”, dijo su marido Leandro. “Hay mucho miedo a lo desconocido, entrar a un espacio nuevo, trabajar cada caso atendiendo a sus particularidades con el resto del grupo, sobre todo el de pares, y el riesgo de equivocarse, pero siempre vale la pena intentarlo por mucho que cueste”, afirmó. Si bien la integración es totalmente acorde a los valores que defiende el movimiento, la Asociación Scouts de Argentina no proporciona capacitaciones a sus educadores, así que Mayra y Leandro dan charlas a pulmón en los grupos de la zona y a otros que muestren interés: “Como son personas tan diversas entre sí, en la amplitud se pierde la intención que hay de abordarlo, por eso es tan difícil que desde esferas más altas de la organización haya una intervención, todo suele hacerse desde lo informal”, puntualizó Leandro. “Hay que lucharla, lo mejor es hacer red”, concluyó Mayra.

Ambos aclararon que ellos siempre se presentan como los papás de Morena, para evitar a su hija cualquier tipo de etiqueta. La plaza está llena de nombres, en remeras y carteles, están los nombres propios en algunos y otros visten sus roles: mamá, papá, abuelos y otros amores en la vida de estas personas. Cada cual con una historia, incluso Claudia, que fue hasta la plaza aún sin tener un familiar cercano con TEA. “Igual es mi sociedad, es mi gente y por eso vine”, aclaró. Con más de 60 años, la indignación por ver la exclusión de uno de sus compañeros de trabajo dentro y fuera de la oficina la movilizó hasta la marea azul: “Trabajamos en una consultora haciendo encuestas telefónicas, y a mi compañero le cuesta reformular alguna pregunta si el encuestado no la entiende, o se le dificulta procesar respuestas no previstas por el cuestionario que tiene que completar. Muchos se ríen si reacciona por frustración y no parecen entender que aunque él también se ría necesita contención y no burla”, dijo mientras se acomodaba los lentes con marco animal print

La marea se volvió río a las 18:30. El atardecer le quitó el azul al cielo, pero no a las calles. De Cerrito a Av. Corrientes, todos pasaban entre los negocios alzando sus carteles. “Derecho a ser como soy: existo. No ocupo un lugar, soy ese lugar, lo habito” en letras multicolor. Otra remera ironizaba a metros del Obelisco: “Especiales son las pizzas”. 

Que el lugar escogido para el regreso de la marea azul a la capital fuera junto al Teatro Colón y no en el Congreso o la Plaza de Mayo, como en los años anteriores, desconcertó a varios padres que valoran la relevancia simbólica e histórica de aquellos lugares. Los organizadores explicaron que ese fue el lugar que les permitió el Gobierno porteño, y argumentaron que las cuadras aledañas cuentan con más movimiento de gente, lo que beneficia el objetivo de la marcha de la visibilización. 

Cayó la noche. Mientras los espacios emblemáticos de la ciudad y el país se iluminaron del color del día, cerraron el acto poniéndole banda sonora: “Brilla de Azul”, compuesta específicamente para estos eventos y que despide a todos, con la esperanza de que se siga hablando de autismo hasta que vuelvan para recordárselo a todos el próximo abril:

 

Iluminemos juntos todo el mundo azul

Si vamos juntos

Más claro es el azul

Prendé tu luz por mí

Por ti prendo mi luz

 

La lucha contra la discriminación ya no es una política de Estado

La lucha contra la discriminación ya no es una política de Estado

Fuerte rechazo de organizaciones sociales por el anuncio de cierre del Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, realizado por el vocero presidencial Manuel Adorni.

En la mañana del jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció el cierre del Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). «Estamos dando los primeros pasos para avanzar en el desmantelamiento de diferentes institutos que no sirven para nada, son grandes cajas de la política o son, simplemente, lugares para generar empleo militante. Esto lleva un tiempo, pero el primero de ellos va a ser el Inadi. Estamos empezando con su cierre definitivo», indicó Adorni.

Pese a los dichos del vocero, el Instituto tiene un papel central para muchos grupos sociales: “Quienes tenemos en nuestros cuerpos y en nuestras trayectorias de vida las marcas de la discriminación, el racismo y la xenofobia somos principalmente mujeres, trans, lesbianas, gays, nobinaries, intersex… Este tipo de organismos bregan para trabajar de forma comunitaria y colectiva en todo el territorio nacional en la sensibilización, asistencia, acompañamiento y atención a víctimas de discriminación”, explicó Flora Viola, referenta nacional de Géneros y Disidencias de Nuevo Encuentro.

Horas más tarde, luego de fuertes repudios a la medida, el Ministerio de Justicia publicó un comunicado donde se informaba que las funciones del Instituto y una parte del plantel  serían absorbidos por dicho Ministerio. El Instituto ya funcionaba en la órbita del Ministerio antes conocido como Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, pero de forma descentralizada. Así, podía garantizar los objetivos de recibir y centralizar denuncias, hacer un registro nacional, diseñar y ejecutar políticas públicas y asesorar técnicamente al Ministerio Público y a tribunales judiciales.

A nivel individual, el INADI como organismo independiente podía asesorar y asistir frente a situaciones de discriminación, hacer informes que puedan ser presentados en eventuales denuncias ante el Poder Judicial y gestionar para que voluntariamente una persona deje de discriminar. El proceso judicial era otra vía que las personas damnificadas podían optar seguir, ya con información sobre sus detalles e implicancias y una denuncia que las amparaba.

El subsecretario de Prensa nacional, Javier Lanari, tuiteó luego de la conferencia de prensa que el Instituto «tenía más empleados que el Fuero Ordinario» de la Justicia porteña, donde «se investigan crímenes, violaciones y robos» y que “ya no hay lugar para pagar favores políticos con cargos jerárquicos”. Luego de los despidos del último mes, el Instituto tiene 355 trabajadores que sufren “las campañas de desprestigio y demonización del gobierno de Javier Milei”, en palabras de Viola. En el comunicado ministerial de la tarde se caracterizó al INADI como una “superestructura” ineficaz, pero la decisión de desintegrarlo, entorpecería su funcionamiento.

Para Manu Mireles, co-fundadora y secretaria del bachillerato Mocha Celis, el cierre del INADI atenta contra la garantía de la democracia y los derechos humanos. El Instituto “brinda asesoramiento integral y gratuito a grupos víctimas de discriminación, xenofobia y racismo. Desde una perspectiva interseccional, la comunidad travesti-trans es una de las más afectadas por la vida cotidiana”.

Más allá de su rol social, Mireles remarcó que “es fundamental que podamos tener en el Estado argentino una instancia de elaboración de políticas públicas contra la discriminación para garantizar los derechos de todas las personas”. En esa línea, el Frente Orgullo y Lucha, que reúne a organizaciones LGBT+ de todo el país, destacó la participación del INADI en las leyes de Matrimonio Igualitario, Identidad de Género, Reproducción Humana Asistida, Cupo Laboral Travesti-trans, Respuesta Integral al VIH, entre otras. 

Además, el Frente afirmó que “el INADI devino un símbolo indiscutible de convivencia democrática en la diversidad, no sólo sexual, sino de toda índole. Y se puede considerar, también un ejemplo de política de Estado, sabiendo trascender las gestiones de gobierno que nuestro país ha tenido desde la creación del organismo”.

No sólo las asociaciones de géneros y diversidad comunicaron su repudio, sino también activistas de la salud mental y discapacidades. Por ejemplo, la seccional de Quilmes de Hablemos de Autismo Red Federal llamó a las autoridades a “reconsiderar esta decisión y garantizar la continuidad del INADI en su misión de proteger los derechos de todos los ciudadanos”. La Red Federal de Familias TEA y TGD expresó su “enérgico repudio” en un comunicado de redes sociales: “Esta medida representa un retroceso en la lucha contra la discriminación y la promoción de la igualdad en nuestra sociedad”.

Laura Alcaide de Orgullo Disca resaltó la “amplia lucha” del Instituto por los derechos de los discapacitados. El organismo está vinculado con la Ley 26378 de Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y con la creación de normativas para la fabricación de productos y tecnologías accesibles. “Tiene que existir un organismo que medie para que la vulneración de derechos no ocurra. Este gobierno está intentando que volvamos a nuestras casas, a situaciones de violencia y que nadie pueda mediar por nosotres”, advirtió Alcaide.

Jony de la Silla, militante social y artista popular, se posicionó en defensa del Instituto “como persona con discapacidad, pero también como negro, pobre, que se pinta las uñas y es militante”, ya que “todos tenemos que luchar por el derecho a una vida digna y el INADI aporta un montón a eso”. Gracias al Instituto fue posible la Ley 26162 de Competencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD), una herramienta vital para el desarrollo de políticas públicas en beneficio de las identidades negras y marrones.

La organización Defensoría de Laburantes explicó que “la agenda de Milei promueve explícitamente avanzar contra las minorías, que no tengan voz y que se le dé rienda suelta a su discurso violento, discriminador, misógino y homofóbico. Para eso, el INADI es un obstáculo a remover”.

Viejos sí, trapos no

Viejos sí, trapos no

El 15 de junio es el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez. Su objetivo es favorecer la toma de conciencia sobre los derechos de los adultos mayores, no subestimarlos por su edad y tomar medidas contra su vulneración.

En el 2011 Naciones Unidas calificó a la violencia hacia adultos mayores como un problema social al que se debe hacer frente. Por eso, en su resolución 66/127 designó el 15 de junio como el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez. Es una fecha en la que se busca generar conciencia sobre la existencia del abuso hacia personas mayores.

La vulneración puede consistir en maltratos físicos, psicológicos, sexuales o económicos o también en negligencia y descuido hacia la persona. Si bien la Constitución Nacional argentina prevé que el Congreso dicte normas para resguardar los derechos de los adultos mayores porque son considerados un grupo vulnerable, no hay una vía específica para la denuncia de estos casos. “Se trata a toda la violencia doméstica igual”, asegura Anabella Crisci, abogada especializada en salud y discapacidad.

Las denuncias deben realizarse en los organismos disponibles en cada jurisdicción. La víctima es evaluada por un equipo interdisciplinario para establecer la verosimilitud de la denuncia y la peligrosidad a la que está sometida. A partir de allí, “lo que suele ocurrir es que el juez dicta una medida cautelar de restricción de acercamiento a esa persona para resguardar su integridad”, explica Crisci.

El problema es que muchas veces las denuncias no se realizan porque no se identifican siquiera como tales. «Pensar que por ser vieja la persona no comprende o no puede tener ocupaciones o proyectos es un prejuicio, es ´edadista´», afirma Romina Rubin, médica geriatra y vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría.

La Constitución y el Código Civil afirman que la capacidad de una persona debe suponerse hasta que se demuestre lo contrario. Si bien hay personas de edad avanzada que tienen dificultades para desenvolverse en un plano de igualdad con el resto, esto se debe a afecciones en la salud pero no a la edad en sí misma. Crisci asegura que muchas veces los mismos jueces que deberían ser expertos en el tema suponen que los años vividos condicionan las capacidades de las personas.

Antes de saltar a una conclusión así, se debe establecer si la persona cuenta realmente con capacidad de tomar sus propias decisiones a conciencia o no. Esto se logra a través del proceso de determinación de la capacidad que se dirige a todos aquellos que tengan una afección mental que por su gravedad les impida desenvolverse en igualdad de condiciones y pueda perjudicar su libertad. Lo que se busca es resguardarlos mediante la asignación de una figura de apoyo que los ayude a tomar decisiones o una figura de curador que los represente en distintos actos jurídicos.

 

Otras vulneraciones

La vulneración de los derechos también puede provenir del Estado y se le hace frente recurriendo al amparo de salud, un proceso judicial que se emplea para obtener una solución urgente frente a situaciones en las que se atropellan derechos y garantías constitucionales. En casos como este, afirma Crisci, se busca la cobertura de cuidadores o residencias geriátricas cuyo acceso presenta barreras burocráticas. En general, las obras sociales y prepagas se niegan a cubrir este tipo de prestaciones ya que la consideran un asunto social, dejando de lado que la salud es entendida como “el más alto bienestar físico, mental y social”.

Al tratarse de servicios con costos elevados, muchas veces es necesario recurrir a la justicia solicitando un amparo de salud ya que las residencias geriátricas suelen negarse a trabajar con obras sociales y empresas de medicina prepaga debido a los bajos montos que dedican a cubrir esta necesidad. Conseguir un servicio geriátrico en estas condiciones implica un proceso en el que el paciente o su familia debe acudir a un abogado especializado y presentar los documentos necesarios para solicitar a un juez que ordene la cobertura de la prestación. “Son todas barreras que se deben vencer para que la justicia les dé lo que indica la Ley de Discapacidad”, explica Crisci.

Una forma frecuente de violencia en geriátricos es la sujeción de los pacientes para evitar, por ejemplo, que se hagan daño a sí mismos o se quiten algún tipo de asistencia, por ejemplo, para respirar. Como establece la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores en el Artículo 4 de su Capítulo III, la sujeción física prolongada forma parte de las prácticas que deben ser prevenidas, sancionadas y erradicadas por los Estados Parte.

Rubin lidera un grupo llamado Desatar Argentina cuyo objetivo principal es generar conciencia acerca del daño que producen las sujeciones físicas (ataduras) y capacitar y brindar herramientas prácticas alternativas a su uso y promover su eliminación, debido a que las sujeciones vulneran los derechos de las personas, principalmente el derecho a la libertad y autonomía además de ocasionar daños a nivel físico, psicosocial y emocional. “La piedra angular es la formación, capacitación y fortalecimiento del cuidado bajo el paradigma de derechos y atención centrada en la persona”, explica la especialista.

El desafío es grande porque, como dice Crisci, las personas mayores con discapacidades requieren un control permanente que desgasta a sus cuidadores. Las prestaciones que se ofrecen en las distintas residencias son variadas y eso se refleja en el precio: “Hay para todos los gustos. Una estándar vale cuatrocientos mil pesos por mes y después hay instituciones que valen un millón quinientos mil que tienen hasta peluquería; tienen de todo”.

Aún así, Crisci remarca que existe un prejuicio en las familias que piensan que al dejar a la persona en una residencia, la están abandonando: “Yo veo muy claro cómo mejora la gente en los hogares porque una cosa es estar solos en su casa, cuidados por los cuidadores y que vengan eventualmente los familiares. Otra cosa es en los hogares buenos donde tienen terapias y pueden compartir con pares”.

Se trata de una realidad que no es accesible para todos. En parte debido a las barreras burocráticas mencionadas y a las listas de espera con las que cuentan las obras sociales como PAMI que además tienen convenios con instituciones que no siempre son las más adecuadas para cubrir la totalidad de las necesidades de los pacientes.

¿Cómo le hacemos frente?

El maltrato se puede manifestar de distintas formas y también son diversas las maneras en que se le puede hacer frente. Por su parte, las políticas públicas tienen impacto en la situación. Como plantea Crisci, es necesario facilitar los trámites necesarios para que los adultos mayores puedan ejercer sus derechos en condiciones de igualdad. A su vez, como considera Rubin, es la misma sociedad la que debe visibilizar esta problemática ya que se trata de un grupo vulnerado del que todos formaremos parte en tanto todos somos “seres envejecientes”. Vale la pena tomarse el día para pensar en esto.