El mejor amigo para la inclusión

El mejor amigo para la inclusión

La Escuela de Perros Guía Argentinos, que funciona en el partido bonaerense de Quilmes, se propone como una alternativa para garantizar la independencia de las personas ciegas.

La Escuela de Perros Guía Argentinos (EPGA) es la primera y hasta hoy única en su tipo de la Argentina. Fue fundada en 2010 por Botindari, integrante del Club de Leones de Quilmes Oeste, asociación de la que depende el establecimiento.

“Es una loca idea que se me ocurrió tras ver la falta de un espacio como éste, un lugar donde las personas ciegas puedan recibir más autonomía”, afirma el director de EPGA, Carlos Botindari, en diálogo con ANCCOM.

Los perros guía o perros de servicio acompañan, conducen y auxilian a las personas con discapacidad, y son considerados la mejor opción para individuos ciegos, ya que les permite ser más independientes al momento de circular fuera de sus hogares.

Luego de un ciclo de talleres, que se extendieron durante tres años, Botindari entendió la importancia, para los disminuidos visuales, de poder valerse de un can. Solicitó asesoramiento a reconocidas escuelas de perros guía de Estados Unidos y España, pero no obtuvo respuesta. “Y como todo argentino, dijimos: ‘Vamos a atar los alambres y lo vamos a hacer nosotros’”, recuerda entre risas.

Después de un tiempo de averiguaciones, pudieron contactarse con una adiestradora especializada de origen búlgaro, Nina Lozeva, y este fue el impulso que hizo que la nueva escuela avance y no pare de crecer.

Los perros guía requieren un entrenamiento de muy alta precisión para que se adapten a las necesidades del usuario. Como habitualmente se menciona, cumplen el rol de ser los ojos de su dueño. El proceso de enseñanza dura unos dos años, hasta que se considera que el animal está preparado para guiar sin un entrenador al lado que lo corrija.

El objetivo último es que la persona ciega tenga la posibilidad de formar parte de los entornos de la vida cotidiana sin depender de otra que la acompañe. Se trata de hacer más sencilla la vida con su discapacidad, además de fomentar una comunidad más tolerante a las diversidades en los espacios comunes.

“Esta es la segunda vez que formo parte de los entrenamientos y recibo un perro guía. Soy abogada, cursé toda mi carrera universitaria con mi primer perro, Danco. Él entraba a la facultad conmigo y el día que me gradué recibió el título conmigo: nos recibimos los dos”, relata Ximena Vera Ceballos, quien actualmente asiste a la EPGA.

Los perros guía no solo son meros acompañantes, están preparados para salvar a su usuario en situaciones de peligro. Nicolás Raventos, que acaba de finalizar los entrenamientos con su nuevo perro de asistencia, Río, comenta que en muchas ocasiones han salvado vidas, y no sólo de sus dueños, también de quienes los rodeaban y confiaron en la percepción y el accionar del animal.

“Se hizo popular una anécdota de cuando pasó el atentado a las Torres Gemelas. Había una persona ciega con su perro guía y fue él quien lo ayudó a salir del edificio antes de que se derrumbara. Lo empezó a llevar hacia la salida y unas 30 personas los siguieron y lograron escapar”, refiere Raventos.

El propósito de la EPGA, además de que los usuarios tengan su perro guía, es que el Estado garantice la inclusión de los ciegos en los espacios públicos y, por ende, en la sociedad. Esta es una batalla que continúa. Todavía hay numerosos locales gastronómicos o líneas de colectivo que se rehúsan a aceptar el ingreso de los perros.

La Ley Nº 26858 establece que las personas con discapacidad tienen el derecho a entrar con su perro guía a cualquier lugar de acceso al público.

La Ley N° 26858 establece que las personas con discapacidad tienen el derecho a entrar con su perro guía a cualquier lugar de acceso al público, a la vez que determina que en los medios de transporte tienen que cederle un asiento preferencial.

A la par, cada vez son más los comercios, sobre todo restaurantes, que se etiquetan como “pet friendly”, aunque cabe subrayar que estos animales de servicio no son mascotas, y esta es la diferencia crucial para considerar al momento de permitirles el acceso a donde quieran ingresar.

“Me la paso peleando con los colectiveros cada vez que salgo a pasear con los chicos y sus perros. Es una lucha constante. Tengo que salir con la ley impresa en la mano e igual así te insultan y no los dejan subir. No entienden que son los perros los que les permiten a ellos llegar a los lugares”, se queja Micaela, una de las entrenadoras de la EPGA.

Las otras dos son Brenda y Liz. Aparte hay voluntarias, encargados de los caniles, un veterinario estable y una secretaria administrativa. Todos ellos, más el empuje de su director, sostienen la creciente matrícula de la escuela y hace la diferencia para quienes se inscriben, como Ximena, Nicolás y Tamara, que en una fría mañana de junio participan del entrenamiento.

“La inclusión es un trabajo al que le queda un largo camino –reflexiona, entre mates, Botindari–. Es importante y necesario que la gente aprenda a convivir con la diversidad, si no la sociedad nunca va a progresar”.

Presentan en la ONU un informe alternativo sobre las personas con discapacidad en la Argentina

Presentan en la ONU un informe alternativo sobre las personas con discapacidad en la Argentina

Organizaciones de la sociedad civil advierten sobre barreras estructurales y la aplicación de viejos paradigmas médicos que son discriminatorios.

Durante esta semana, la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) está en Suiza mostrando los avances en políticas públicas en relación a las establecidas por la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Naciones Unidas, al cual se adhirió desde el año 2008. Como contraparte, la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), en conjunto con otras organizaciones civiles argentinas, también presenta en ese país un Informe Alternativo ante la ONU donde advierten la existencia de barreras estructurales y la persistencia de un viejo paradigma médico que discrimina y excluye, dificultando la autonomía y el acceso a derechos de las personas con discapacidad funcional y psicosocial.

Gabriela Troiano es parte de la elaboración del informe de REDI y la encargada de defenderlo en Ginebra. “Esta convención, tiene la particularidad de que fue redactada por las organizaciones a nivel mundial de personas con discapacidad. Es una cuestión clave. Por eso, el lema es ‘nada sobre nosotros, sin nosotros’. Instauró el modelo social de la discapacidad, en donde elimina el criterio de que si en una familia hay una persona con discapacidad es solo responsabilidad de la familia, sino que toma como una responsabilidad social”, expresó la docente universitaria, también, y miembro del Consejo Provincial por la Discapacidad Visual en Representación de la Sociedad Civil. Además, declaró que “la discapacidad está fundada en la existencia de barreras, no en la condición de la persona, más allá de que esa condición la tiene. Las barreras pueden ser físicas, como por ejemplo el tema de las rampas. Pero hay también  barreras comunicacionales y actitudinales”

Las barreras físicas, como el acceso al transporte público con autonomía para las personas con discapacidades no se salda con un tema económico, “En el país los pasajes son gratuitos pero cuando vamos a la parte de realmente acceder, la mayoría de los micros fuera de CABA no tiene pisos bajos. Entonces, las personas con discapacidad no pueden subir, tampoco los adultos mayores. Somos personas, el Código nos establece que somos iguales ante la ley, pero en la práctica no nos vamos a poder mover o corremos ciertos riesgos. O por ejemplo, yo tengo discapacidad visual y ante un semáforo que no tiene sonido, no voy a poder cruzar. Estas barreras hacen que las personas no puedan acceder en igualdad de condición y oportunidades que las personas sin discapacidad”, afirmó Troiano. 

Siguiendo las concepciones de la Convención, Troaino afirma que lo que hay que eliminar son las barreras según la necesidad de cada persona: “No depende de la condición que uno tiene, sino del ambiente en el que te desenvuelves. Si una persona con silla de ruedas vive en un lugar donde tiene rampas por todos lados y pisos bajos en los colectivos, no son las mismas condiciones que otro usuario de silla de ruedas que vive en calle de tierra. Por eso se tiene en cuenta no solo la patología sino también el entorno social”, afirma.

Según Troiano, la falta de estadísticas y datos sobre las situaciones de las personas con discapacidad es otra de las barreras que impiden la elaboración de medidas acordes, destacadas en el informe como actitudinales. “Por ejemplo, el último Censo Nacional del país abarcó una sola pregunta acerca de la existencia en el hogar de personas con discapacidad pero no cuántas había. Para poder elaborar políticas públicas hay que tener información. Las personas con discapacidad visual no tuvimos acceso al censo digital, porque no era apto para lectores de pantalla y era engorroso”, explicó la docente.  

Un eje importante del informe presentado ante la Convención, que trunca la autonomía de las personas con discapacidad es la propia capacidad jurídica. “El Código Civil que se modifica en el 2015, saca la figura de curatela pero establece capacidad restringida, que es casi lo mismo y las personas que ya venían con el proceso anterior tienen que hacer todo un proceso judicial para eliminarla. Como no hay un protocolo estandarizado en la justicia, muchas veces no tienen en cuenta lo que la persona dice sino lo que dice el médico. Entonces no decide la persona sino que está decidiendo otro, se lleva adelante por patología, algo que discutimos mucho”, señala.

En este sentido, Ana Heredia, investigadora del Observatorio de Salud Mental y Derechos Humanos y Terapista Ocupacional, expresa: “El derecho a la autonomía que la justicia imposibilita jurídicamente, bajo esta curatela, es a poder decidir sobre sus bienes y hasta en lo cotidiano. Se pide al Estado que se revise ese acceso a la justicia que tienen sobre todo las mujeres y niñas con discapacidad. ¿Por qué no se decide cuáles van a ser los sistemas de apoyo y los ajustes razonables como plantea el Código Civil? Falta esa armonización legislativa que teóricamente se avanza pero en la práctica es donde nos cuesta encontrarlo. Todo depende de las dificultades que las personas con discapacidad van encontrando”, afirma.

La terapista Heredia, que también participó en la elaboración de otro informe para Naciones Unidas de REDI sobre los derechos de la mujer con discapacidad en la Argentina, destacó la falla en el acceso de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres al no ejercer su consentimiento. “No está regulada la utilización de métodos anticonceptivos de mujeres que están institucionalizadas sin su consentimiento. Esto tiene que ver con el derecho a la salud sexual reproductiva y es una práctica cotidiana. Las mujeres con discapacidad no tienen el derecho a maternar. Es un derecho negado, ligado al modelo rehabilitador anterior que no tenía en cuenta la opinión del usuario. Hay un cambio de paradigma pero hay muchas instituciones que siguen paradas bajo este modelo más tutelar. Se niega la sexualidad de la persona con discapacidad y en las mujeres es mucho más fuerte esa negación.”

En este sentido, Heredia remarca la importancia de una mirada interseccional en las políticas públicas: “La importancia que tiene pensar medidas que sean integrales y que puedan entender las diversidades funcionales. Desde un enfoque integral para no caer en esas miradas reduccionistas del cuerpo y de todo el prejuicio que hay. Muchos de los puntos son situaciones que venimos denunciando en distintos niveles donde se requiere que el Estado sea controlador y el mecanismo que regule estas cuestiones”.

Un camino hacia la inclusión

Un camino hacia la inclusión

El clásico de San Isidro de rugby fue precedido por un partido disputado por equipos integrados por personas con discapacidad intelectual. Una idea que se expande.

Filas de autos ocupan hasta el último rincón que rodea las canchas de San Isidro Club. Familias y amigos con camiseta puesta y bandera en mano se preparan para ver el partido con el Club Atlético San Isidro, el clásico de rugby de esta localidad. Sin embargo, la atención aun no está puesta en ellos. Los Pumpas XV junto al combinado de Premix del San Isidro Club y Cebras Mix son los que reciben el aliento del público que se ubica para verlos jugar. Encargados de realizar la previa del clásico en lo que es un partido histórico para el rugby inclusivo, los jugadores van calentando sus cuerpos en la cancha ayudados por el sol abrazador del mediodía.

Ya preparados físicamente para iniciar el juego, se reúnen en círculo para comenzar con la preparación motivacional. Abrazados, reciben las palabras de ánimo de los jugadores dirigidas tanto al propio equipo como al contrario. Una frase logra imponerse al ruido proveniente de la autopista y a los gritos de los espectadores: “Lo que está hecho con amor no tiene margen de error”. Con los aplausos de todos los presentes se le da comienzo al partido.

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En el año 2011, Daniel Fernández, comerciante y profesor de educación física decidió crear en el equipo del Banco Hipotecario del que formaba parte, una escuela de rugby inclusivo con la finalidad de compartir con su hijo Joaquín, de entonces 7 años, la pasión por este deporte. Se trataba de una actividad pensada en familia y para las familias de todos los chicos con discapacidad intelectual que quisieran unirse a los entrenamientos. Unos años más tarde y gracias a las imágenes de los entrenamientos que difundía vía Facebook, un e-mail proveniente de la International Mixed Ability Sports (IMAS) de Reino Unido le comunica que en dicho país estaba por realizarse el primer mundial de rugby en esta modalidad. La intención de este Organismo No Gubernamental era que Daniel se capacitara para que luego llevara esa especialidad a la Argentina.

La actividad familiar, que buscaba integrar a los chicos a través del deporte se convirtió en algo más grande que permitió abrazar con mayor intensidad esos objetivos iniciales. Así nació el primer equipo de rugby Mixed Ability del país que implica una combinación de capacidades. Haciendo alusión a esta “mezcla” surgió el nombre Pumpa: la unión de las selecciones argentinas Pumas y Pampas. El requisito es que haya en la cancha y por equipo, al menos cinco jugadores con discapacidad intelectual junto con los originalmente llamados “facilitadores”, quienes acompañan a los chicos durante los entrenamientos y al momento de jugar el partido. Con el correr de los años, este término fue dejado atrás ya que como señala Fernández: “Nos dimos cuenta que en el rugby la diferencia no está en si hay una discapacidad o no, sino en la capacidad que tiene la persona de hacer las cosas. Por eso, los denominamos personas de apoyo e incluso queremos proponer el término jugadores de apoyo. De esta forma tendremos un plantel de jugadores y según el conocimiento que tengan del juego podrán tener un rol de apoyo.”

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Con la designación por parte de IMAS como representante de este organismo en Sudamérica, Fernández se convirtió en un referente del rugby inclusivo y logró a través de charlas y capacitaciones llevar esta actividad tanto a distintas provincias de Argentina como a Chile, Ecuador y Uruguay, que se sumó recientemente. “Hace cinco años hablar de personas con discapacidad jugando un deporte era una novedad. Hoy, la pregunta en los clubes ya no es respecto a qué es el rugby inclusivo sino qué se necesita para empezar”, dice el entrenador de Los Pumpas.

Otra de las diferencias del Mixed Ability con las reglas del World Rugby es que no se realiza el scrum ya que, si bien es un juego de contacto, se busca evitar golpes graves. La intención es que el equipo se divierta, se relacione y se eduque. Pilares que aplican no solo a los jugadores, sino a todos los que forman parte de Pumpas.

“Yo aprendí más que él” asegura Guillermo Baratini, padre del jugador Federico Baratini. “Aprendí a soltarlo. Cuando tuvo que pasar cuatro días de gira en Mendoza y yo no podía ir, me quedé pegado al teléfono. Pero nadie me llamó, la pasó fantástico y no hubo inconvenientes. Ahí me di cuenta que podía confiar en él y que quien había estado equivocado era yo. El lema que tienen los Pumpas, ‘Abriendo caminos’, es rigurosamente cierto.”

Daniel Razzino, padre de Fernando Razzino dice: “Descubrí que tenía habilidades físicas que yo no conocía o desestimaba. Ver que tenía las ganas de alcanzar un objetivo fue muy importante, además que lo ayudó en lo social, hizo amigos y aprendió a comunicarse con otras personas, por fuera de la familia.”

El partido continúa frente a la mirada atenta del público. Las familias comentan el desempeño de los jugadores mientras aplauden sus hazañas y los incentivan a seguir adelante cuando caen. Sus vítores alientan a los jugadores que, sin dejar de correr y de lanzarse la pelota, buscan lograr el punto vencedor que les permita desempatar el peleado partido.

 

El deporte inclusivo da pasos cada vez más grandes en nuestro país. Como prueba de este avance, al rugby que ya tiene más de 1200 jugadores a nivel país, se le ha sumado el hockey. El 19 y 20 de noviembre se realizará el quinto encuentro nacional de deportes Mixed ability que tendrá lugar en el club Olivos. Este incluirá ambos deportes y se espera la llegada de 360 personas del interior, a los que se le sumarán 15 equipos de Buenos Aires. “Creemos que será una convocatoria enorme e histórica. A nivel de rugby de personas con discapacidad será la más grande hasta el momento”, comenta el entrenador.

Los Pumpas han tenido la oportunidad de participar en dos ocasiones del mundial de Mixed Ability. En su primera experiencia, en el año 2017, regresaron al país como ganadores. Este año llegaron a Irlanda con la intención de revalidar el título y, si bien no volvieron con el trofeo en la mano, en palabras del jugador Pablo González Calcagno: “Volvimos unidos como equipo. Y es un orgullo porque estamos representado a la Argentina.” “Fue una linda experiencia, poder conocer otro país y otra cultura. La pasamos genial”, agrega el pumpa Fernando Razzino.

Por otro lado, el potencial demostrado por los jugadores en estos años ha incentivado nuevas ideas con la finalidad de brindarles más oportunidades. El desarrollo de un proyecto de inserción laboral junto a un programa educativo buscan combatir una problemática que denuncia la estadística: el 64% de las personas adultas con discapacidad no tiene la oportunidad de estudiar ni trabajar. Fernández cuenta que junto con la red de trabajo y con la Consultora Onix han puesto en funcionamiento un programa de inserción laboral que ya está en práctica. Asimismo, está por acordar un programa con la Universidad Siglo 21 para lanzar en el 2023 una carrera de dos años que se relaciona a lo deportivo y que puede expandirse a otros oficios.

“La verdadera inclusión es acción. Más allá de lo que puedas pensar o sentir, lo importante es lo que hagas con eso. Cuando se identifica una necesidad hay que accionar. Pumpas nos ha enseñado eso y es una lección que se puede aplicar en todo ámbito y situación.”, reflexiona Daniel Fernández.

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Son los últimos minutos de juego, la pelota cruza la línea de touch y los Pumpas se preparan para realizar el line-out: uno de ellos se ubica en el lateral de la cancha y lanza la pelota mientras otros dos sostienen y alzan en el aire a su compañero. El encargado de recibir la pelota, rápidamente la tira a su derecha donde la camiseta número 4 la está esperando y sin perder un segundo comienza a correr. Frente al avance del equipo contrario, comienzan a realizar una serie de pases precisos que cierran el partido mostrando la conexión y el compañerismo de sus jugadores. Los Pumpas XV han salido victoriosos. 

“Fue un partido difícil pero lo importante no es ganar, sino divertirnos”, dice Pablo. Fernando señala: “Somos buenos compañeros, nos llevamos bien y nos ayudamos entre nosotros. A los chicos nuevos les enseño cómo es cada posición, hasta que ellos solos le van tomando la mano.” Facundo Nager coincide con sus compañeros: “Somos una familia, nos da mucha felicidad poder jugar cada partido. Todos son bienvenidos.” “Acá somos todos iguales, no hay uno mejor que otro, y tenemos el mismo derecho de jugar en la cancha. Eso es lo que nos enseña Pumpas”, cierra Pablo.

Ya recuperados del partido, la jornada finaliza con los aplausos y vítores dirigidos a los jugadores que son recibidos nuevamente en la cancha. Allí les otorgan un recuerdo del partido jugado que reza “San Isidro unido por la inclusión”. Con una sonrisa, los jugadores enseñan el reconocimiento al público y a las cámaras que retratan el momento.

«Nuestros hijos no son un gasto»

«Nuestros hijos no son un gasto»

Prestadores y familiares de personas con discapacidad marcharon para reclamar al Estado y a las obras sociales por los pagos atrasados que sufren los profesionales del área.

La Marcha de Antorchas se realizó ayer, la bajo la consigna “una luz por la discapacidad”. Desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo, el Colectivo de Discapacidad se movilizó para reclamar al Estado y a las obras sociales por los pagos atrasados que sufren los profesionales del área. 

A las 20 de este jueves, en los alrededores de la zona, comenzaba la concentración de prestadores, familias y personas con discapacidad, quienes llegaban con velas y carteles con frases como “discapacidad en emergencia”, “no al ajuste en discapacidad” y “lo esencial es invisible al Estado”. La movilización tuvo como objetivo principal hacer visible lo que viene ocurriendo desde hace meses en el sector: una crisis debido al recorte y el retraso de los pagos donde todo el colectivo se ve afectado.    

“Hacemos la Marcha de Antorchas porque queremos visibilizar lo que sucede en todo el área de discapacidad. Hoy se movilizan en todas las provincias para que nos miren, y estamos pidiendo que se dejen de vulnerar derechos, tanto de las personas con discapacidad como de los prestadores”, dijo Gilda Marcela Kriskovich, la presidenta de la Asociación Civil Prestadores de Discapacidad Unidos (PDU), en diálogo con ANCCOM. 

Esta movilización es la segunda que organiza el colectivo en menos de un mes, realizada el pasado 29 de agosto. Uno de los reclamos más importantes es que las obras sociales reciban alguna sanción por parte del Estado, ya que éstas, al negarse a atender las demandas de sus afiliados, vulneran derechos y ponen en riesgo la salud y calidad de vida de los pacientes. 

“Queremos que nos miren todos los gobernantes, no solamente el Estado nacional porque, más allá del retraso de los haberes, buscamos una accesibilidad para todas las personas con discapacidad y una pensión contributiva que sea acorde a la canasta básica”, exclamó Kriskovich. “Queremos que realmente nos miren y haya una decisión política por parte del Estado que nos garantice que los derechos de las personas con discapacidad y los prestadores no van a ser violentados”, agregó la referente de PDU. 

Por su parte, el Ministerio de Economía emitió un comunicado el pasado 30 de agosto, a través de su cuenta de Twitter, donde señaló que las modificaciones administrativas tomadas por subejecución presupuestaria en algunos sectores no afectaron de ninguna manera a las áreas de discapacidad. Desligándose de la situación, esa cartera indicó que la responsabilidad de cumplir con las retribuciones es de cada jurisdicción en particular. 

A pesar de la respuesta, los profesionales del sector y las familias perjudicadas decidieron continuar con sus reclamos. En medio de la marcha, Trinidad Silva, acompañante terapéutica, estudiante de Psicopedagogía y familiar de una persona con discapacidad, señaló: “Muchas veces dependemos directamente de los bolsillos de las familias, y eso hace que no tengamos ningún derecho laboral. La realidad es que no tenemos el amparo del Estado”. Por otro lado, Aldana Álvarez, fonoaudióloga y prestadora en el área de discapacidad, también comentó que junto a sus colegas atraviesan una situación de gran incertidumbre, y agregó: “Estamos muy angustiadas, no recibimos los pagos, y no sabemos si vamos a poder seguir el año que viene con nuestra atención a los pacientes porque, más allá de la vocación que tenemos, vivimos de esto”. 

La movilización continuó hasta la Plaza de Mayo, pasando por la Superintendencia de Servicios de Salud. Una vez allí, a pesar de la noche fría, la fuerza y convicción por sus demandas mantuvo firme a todo el Colectivo de Discapacidad frente a las puertas de la Casa Rosada. Mientras, el Himno Nacional sonaba por los parlantes y velas y carteles eran levantados. Minutos después, madres, padres y niños con discapacidad, algunos entre lágrimas y otros con la voz entrecortada, tomaron la palabra y se animaron a contar sus situaciones. 

 “Hoy tenemos que estar unidos prestadores y familias, no podemos permitir esto, nuestros hijos no son un gasto”, dijo Kriskovich a todos los presentes cuando la movilización llegaba a su fin. “Basta de vulnerar los derechos de todos, a seguir adelante y no bajar los brazos”, concluyó la referente en medio de aplausos. 

«Es como vivir un mes sin sueldo»

«Es como vivir un mes sin sueldo»

Desde inicios de septiembre diversas organizaciones reclaman por la falta de pagos en instituciones dedicadas a tratar los problemas por discapacidad. ¿Cómo se vive esta situación en el Pequeño Cottolengo Don Orione de Claypole?

Tras conocerse atrasos en los pagos al área de Discapacidad, el 7 de septiembre se realizó una movilización en Plaza Congreso a cargo de diversos colectivos relacionados de ese sector vulnerable en señal de reclamo por un atraso de hasta tres meses en los pagos. La interrupción afectó a diversas instituciones y también recayó sobre el Pequeño Cottolengo Don Orione de Claypole, un espacio enfocado a la atención de residentes con distintos grados de discapacidad. La Agencia Nacional de Discapacidad (ANDis) desmintió que se trate de un ajuste que acompañe los recortes  en subsidios instrumentados por Sergio Massa, pero no es la primera vez que las personas con discapacidades sufren situaciones de este tipo.

La falta de pagos representa un conflicto a nivel nacional; sin embargo, apenas tomó estado público el reclamo, ANDis afirmó a través de su cuenta de Twitter que “se encuentran en análisis medidas que apuntan a sanear el financiamiento del Sistema de Prestaciones Básicas de Discapacidad”, y negó que se trate de un ajuste. Este atraso en las remuneraciones afecta a diferentes prestadores del servicio de atención a la discapacidad y su ejecución es responsabilidad de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), que es la encargada de realizar el pago de las prestaciones básicas para este sector de la población. A su vez, las obras sociales deben remitir a este ente las facturas de las prestaciones efectuadas. De esta forma, la Superintendencia informa a la AFIP los pagos que debe realizar a las obras sociales. 

“Es histórico que los prestadores que brindan servicios a las personas con discapacidad cobran entre 60 y 90 días después de brindada la prestación”, aseguró en diversas declaraciones públicas Karina Herrera, presidenta de la Asociación de Familias, Personas con Discapacidad y Prestadores por la Inclusión (AFAPPREI). Según afirma, este mes los prestadores aguardan cobrar el período de junio, siendo éste el último facturado. Por su lado, no hay información precisa sobre los meses de julio, agosto y septiembre. 

Cabe señalar que estas prestaciones, según la Ley 23.661, son financiadas por el Fondo Solidario que se compone de los aportes y contribuciones de los trabajadores. Mensualmente, se destinan $10.000 millones de pesos, a 93 mil beneficiarios con discapacidad. En otras palabras, el pago de dichas prestaciones provienen de un aporte que no debería ocasionar faltantes.

Con los retrasos antes mencionados, la SuperIntendencia de Servicios de Salud notificó que 216 obras sociales ya percibieron el 100% de los adeudado, 16 recibieron entre un 99% y un 50%, 12 de ellas entre un 49% y un 30%, y el resto, que son 13, percibieron entre un 29% y un 0%. En este sentido, la presidenta de la AFAPPREI aseguró que aquellas que recibieron el pago completo “son las entidades que poseen una menor cantidad de afiliados”.

En diálogo con Fernando Montero, director técnico del Pequeño Cottolengo Don Orione de Claypole, afirmó que hubo una interrupción en los pagos por parte de las obras sociales. Esto afectó directamente la financiación de la institución y sostuvo que “es como vivir un mes sin sueldo”. Actualmente, están con un mes de atraso y afirma que, en caso de no mejorar, tendrán que salir a reclamar.

También contó que atravesaron épocas de muchas crisis, principalmente en 2018, cuando fue necesario cortar la ruta Monteverde de Claypole, y apelar a la colaboración de la comunidad para garantizar el funcionamiento de la institución. Ese mismo año se acumuló un retraso en los pagos de siete meses. A la par, Montero sostuvo que “con la inflación que hay es difícil mantener aranceles bajos y más si hay un atraso”.

Desde 2008, con la Ley 26378, nuestro país se sumó a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que desde 2006 es parte del sistema de la familia de países que integran Naciones Unidas, acto por el cual se agregó una perspectiva integral desde la óptica del cumplimiento de los acuerdos y pactos globales que promueven una vida digna y en igualdad de condiciones. Asimismo, desde 1997 rige la Ley 24901 que obliga a las Obras Sociales y al Estado -en caso de no contar con afiliación- a dar “asistencia, promoción y protección” a todas las personas con discapacidad. Las prestaciones brindadas -señala la norma- podrán ser de carácter preventivo, donde la madre y el niño tendrán garantizados desde el momento de la concepción los controles y atención necesaria para lograr un óptimo desarrollo; de rehabilitación, prestaciones terapéuticas educativas y asistenciales.

El Pequeño Cottolengo Don Orione de Claypole es una organización que depende de la Pequeña Obra de la Divina Providencia y brinda un servicio categorizado por la Agencia Nacional de Discapacidad como “hogar con centro educativo terapéutico”.  En la Ley 24901 explica que dentro de esta categoría se contempla un servicio que tiene como objeto la incorporación de conocimiento y aprendizaje de carácter educativo a través de enfoques, metodologías y técnicas de carácter terapéutico. Esta distinción permite facturar a las Obras Sociales de sus residentes y asegurar sus condiciones de cuidado. Sin embargo, también hay quienes ingresan sin cobertura y son atendidos de forma igualitaria. Esta financiación se complementa con las donaciones en efectivo (por CBU) o de productos que hace la comunidad o aportes de diferentes empresas.

En esta institución se atienden distintos grados y complejidades de discapacidades, y se organiza en diferentes hogares dependiendo de la atención que requieren los residentes. Cuentan con un servicio que funciona las 24 horas y los 365 días del año que se caracteriza por ser integral, ya que hay diversos profesionales a disposición, como enfermeros, psicólogos, psicopedagogos, terapistas ocupacionales, fonoaudiólogos, profesores de educación física y médicos. Todos, con turnos rotativos. 

Además del cuidado de cada persona, los profesionales se encargan de su acompañamiento diario y la orientación en las actividades y rutinas. Los terapeutas, psicopedagogos y psicólogos trabajan con los residentes sus intereses y planes de vida, “ellos saben que el Cottolengo no está solo para darles casa, comida y abrigo, sino que también se interesa en su desarrollo”, afirmó Montero. Se trata de un trabajo colaborativo,  donde se crea un diálogo y “se respeta la autodeterminación de la persona, que es la que guía y decide sobre su propia vida”.

Finalmente, el director técnico de la institución aseguró que siguen siendo deficientes los aportes, “si no tuviéramos la providencia, las organizaciones y las donaciones estaríamos en problemas graves”.

El Pequeño Cottolengo Don Orione se ubica en Claypole, en el partido Almirante Brown y fue fundado en 1935 por el sacerdote italiano San Luis Orione. En él viven 380 residentes que reciben el cuidado y la asistencia de profesionales y voluntarios con el objetivo de cuidar sus vidas y permitir su desarrollo e integración en la sociedad.