Hacer teatro en un país en llamas – Estuve Ahí

Hacer teatro en un país en llamas – Estuve Ahí

Carlos Rottemberg cumplió 48 años de trayectoria como empresario teatral. Su desarrollo profesional comenzó en los inicios de la dictadura, cuando aún no había cumplido la mayoría de edad, y luego acompañó al período democrático más extenso que vivió la Argentina. ¿Cómo acompañó el teatro el devenir del país en estas cuatro décadas?

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
La identificación de los desaparecidos – Estuve Ahí

La identificación de los desaparecidos – Estuve Ahí

Carlos «Maco» Somigliana es miembro del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), el organismo que creó el método para la identificación de desaparecidos por el terrorismo de Estado y hoy exporta su conocimiento al mundo.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini
Un cacerolazo por la soberanía cultural

Un cacerolazo por la soberanía cultural

Referentes de todas las artes y ámbitos de la cultura se reunieron ayer frente al Congreso de la Nación para frenar el desfinanciamiento que pretenden el DNI y la Ley Ómnibus del oficialismo.

Artistas, organizaciones culturales, trabajadores de la cultura, políticos y autoconvocados realizaron ayer un Cacerolazo cultural nacional a lo largo en todo el país en contra de la ley Ómnibus.

A pesar de la lluvia, cientos de personas llegaron a la plaza del Congreso en defensa de la cultura y las artes, y en oposición al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y a la Ley Ómnibus que propone recortes, desfinanciamiento y cierre de instituciones vinculadas al desarrollo de la cultura.

Una multitud se manifestó en contra del cierre del Fondo Nacional de las Artes (FNA), el cierre del Instituto Nacional de Teatro (INT), el desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de Música (INAMU) y de Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).

Entre música, bombos y redoblantes, Ramiro Pérez, activista de “Músicxs Organizadxs” (@musicxsorganizadxs) dijo en diálogo con Anccom: “Los artistas y los trabajadores de la cultura somos trabajadores muy precarizados bajo convenios que no existen. La Ley Ómnibus viene a terminar con el INAMU, con el cine, el teatro y demás. En pos de acabar con cuestiones del Estado como el endeudamiento quieren terminar con la cultura, la plata se va con el FMI y los acreedores, este no es el lugar donde hay que ajustar. Los trabajadores de la cultura seguimos haciendo arte y estamos luchando hoy para que continúen los diferentes institutos”.

Por su parte, María Inés Gómez, bibliotecaria de la biblioteca popular “Por caminos de libros” (@porcaminosdelibros ) reflexionó:“Pensemos la cultura en términos de derechos y no de privilegios , las bibliotecas populares son espacios que exceden la cuestión del libro, las cientos de bibliotecas populares que hay en todo el país son verdaderos centros culturales y algunas están en rincones donde no hay otra institución que puedan asumirse como centro de práctica de cultura o acceso a la información”. La bibliotecaria agregó: “Estamos presentes en contra de la ley Ómnibus por muchas cosas. El desfinanciamiento de las organizaciones culturales achica la posibilidad de que las personas tengan espacios de participación en talleres artísticos, acceso a la información, espacios de encuentro entre personas. Estamos en contra de una ley que plantea el desfinanciamiento, la atomización de esas construcciones colectivas que no pueden pensarse con la ley del más fuerte o que sobreviva el que merece , no tiene que ver con la meritocracia , tiene que ver con el derecho”.

Nicolas Vetromile, delegado general adjunto de ATE INCAA (@ateincaa) explicó: “Estamos muy preocupados con la sanción de la ley Ómnibus , ya que si esta ley se sanciona, el INCAA queda totalmente desfinanciado, le quitan sus potestades, sus políticas públicas, haciendo que muchas de las actividades que hoy lleva a cabo el INCAA no se puedan hacer, por ejemplo, todas las políticas de exhibición. La escuela nacional de cine no podría funcionar porque no está en la ley. También se desfinancia la cantidad de dinero que ingresa, solo nos quedaríamos con el 10% de las entradas del cine, también nos quedaríamos sin el dinero que recauda el Enacom por el uso del espectro radioeléctrico, los cableoperadores, las antenas y los canales de cable, eso hace que se pierda la fiscalización y las salas de cines pueden hacer cualquier cosa”. Además del desfinanciamiento a Vetromile le preocupa la desprotección de la industria cultural nacional: “Se pierde la política pública de la cuota de pantalla y la media de continuidad para el cine argentino ¿Qué significa esto? Las multipantallas pueden poner todo cine extranjero y no poner nada del cine nacional, si se pierde la fiscalización no se puede controlar eso. Además, se pierde el canal CINEAR, se pierde su plataforma y se pierde una de las políticas públicas más grandes en el mundo que son los espacios INCAA, un reducto fuera de las multipantallas para ver cine nacional”.

Vetromile explica que con las medidas pretendidas por el oficialismo el INCAA podría quedar con tres oficinas, desfinanciado y el dinero no alcanzaría para todos los trabajadores y trabajadoras del cine. Lo mismo ocurriría con el Instituto Nacional del Teatro, el FNA, el INAMU y el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA). “En este sentido se está atacando a toda la cultura independiente y es lo que veníamos hablando cuando se ponía en discusión el tema de los fondos para la cultura, es que se pierde la soberanía cultural. La cultura no se vende, la cultura se defiende”, concluyó.

La Asociación Argentina de Actores y Actrices también llegó con sus carteles y expresiones. La actriz Ana Celentano dijo en diálogo con Anccom: “Nosotros estamos peleando contra la ley ómnibus que toca muchas instituciones importantes de la cultura. Creo que es importante estar acá defendiendo esto porque nos llevó muchas décadas de lucha tener este tipo de instituciones que las hemos sido mejorando con la lucha de los protagonistas de la cultura, los trabajadores de la cultura, los técnicos, los artistas. Son instituciones muy importantes sobre todo porque garantizan la democratización de estos instrumentos, si no existe el Estado como un actor fundamental en la promoción de las artes, sólo pueden expresarse ciertos sectores de la sociedad y el resto quedan marginados a determinados reductos”.

Para Celentano se está defendiendo la cultura como herramienta transformadora: “El arte y la cultura en general porque creemos que son fundamentales para sentirnos libres para ser mejores personas y para ser un mejor país. Creo fervientemente en el arte, creo fervientemente que el arte es el alma de los pueblos y creo que hay que defender una política democrática de acceso a la cultura en todo el país y para todos los sectores “.

Nicolas Vilchez , miembro del colectivo de Poetas por la memoria , la verdad y la justicia (@Colectivodepoetas) ambién explicó por qué reclama su sector: “Estamos acá porque nos parece importante movilizarnos a favor de la cultura, la memoria, sobretodo de lo colectivo porque de esto no se sale de una forma individual .Es importante seguir luchando de forma colectiva, esto recién comienza y el arte es algo importante, porque es oxígeno para cada día y además por la necesidad del ser humano que hace a la cultura, que es lo que nos diferencia del resto de los otros seres vivos. Lo importante es que te unas al resto, que mires a tu alrededor, las balas te pican cerca y de alguna forma vas a tener hambre si no es de comida es de cultura, vos, tu familia, tus amigos o amigas”.

Algunos partidos políticos también acompañaron el cacelorazo cultural. Entre ellos pudo verse a la Diputada Nacional por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman. “La ley Ómnibus es parte de un paquete más que Javier Milei compuso en tres partes. La primera es el DNU, la segunda la Ley Ómnibus y la tercera son un conjunto de leyes para los más concentrados de la economía. Y estos tres elementos conjugan un plan de guerra contra el pueblo trabajador, donde le sacan a los de abajo para darle a los de arriba, donde tienen todo tipo de beneficios impositivos, baja de bienes personales, donde le dan todo tipo de beneficios a las empresas multinacionales a la par que produce un ajuste brutal contra el pueblo, dejan a las jubilaciones sin certeza si se van a actualizar o no etcétera”, describió la Diputada y agregó: “En ese marco, el ataque a la cultura nos parece una de las peores cosas que contiene la Ley Ómnibus. Atacar a la cultura es atacar a una parte de la sociedad. Si hay algo que identifica a la sociedad argentina es el amor por el teatro, el amor por el cine, por nuestra cultura que ha tenido un rol muy importante, inclusive en la dictadura militar. Para el presupuesto nacional es insignificante lo que se destina a cultura porque el ajuste a cultura viene desde hace mucho tiempo, solo muestra una posición ideológica que no tiene nada que ver con la economía. Si quieren solucionar eso, hay que tocar los intereses de los grandes empresarios que, al revés, se ven beneficiados por esta ley”.

Por otra parte, el diputado nacional por el mismo Frente, Alejandro Vilca añadió: “Es la política de este gobierno, que esté todo en manos privadas, es parte de la política de Javier Milei dejar que regule todo el mercado”. “El DNU y la ley Ómnibus atacan a la cultura, a la educación, a los jubilados, a los trabajadores, al medioambiente”, detalló y concluyó: “Creo que nos enfrentamos a un gobierno que decía que venía por la casta y la casta somos los de abajo. Y lo más grave es que pide facultades especiales y a eso no lo vamos a permitir, porque junto a miles de trabajadores como lo estamos haciendo hoy, junto a trabajadores de cultura de todo el país, el 24 también tiene que ser una jornada importante para reafirmar nuestra posición y frenar estas leyes antipopulares”.

Referentes de todas las artes y ámbitos de la cultura se reunieron ayer frente al Congreso de la Nación para frenar el desfinanciamiento que pretende el DNI y la Ley Ómnibus del oficialismo.

Artistas, organizaciones culturales, trabajadores de la cultura, políticos y autoconvocados realizaron ayer un Cacerolazo cultural nacional a lo largo en todo el país en contra de la ley Ómnibus.

A pesar de la lluvia, cientos de personas llegaron a la plaza del Congreso en defensa de la cultura y las artes, y en oposición al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y a la Ley Ómnibus que propone recortes, desfinanciamiento y cierre de instituciones vinculadas al desarrollo de la cultura.

Una multitud se manifestó en contra del cierre del Fondo Nacional de las Artes (FNA), el cierre del Instituto Nacional de Teatro (INT), el desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de Música (INAMU) y de Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP).

Entre música, bombos y redoblantes, Ramiro Pérez, activista de “Músicxs Organizadxs” (@musicxsorganizadxs) dijo en diálogo con Anccom: “Los artistas y los trabajadores de la cultura somos trabajadores muy precarizados bajo convenios que no existen. La Ley Ómnibus viene a terminar con el INAMU, con el cine, el teatro y demás. En pos de acabar con cuestiones del Estado como el endeudamiento quieren terminar con la cultura, la plata se va con el FMI y los acreedores, este no es el lugar donde hay que ajustar. Los trabajadores de la cultura seguimos haciendo arte y estamos luchando hoy para que continúen los diferentes institutos”.

Por su parte, María Inés Gómez, bibliotecaria de la biblioteca popular “Por caminos de libros” (@porcaminosdelibros ) reflexionó:“Pensemos la cultura en términos de derechos y no de privilegios , las bibliotecas populares son espacios que exceden la cuestión del libro, las cientos de bibliotecas populares que hay en todo el país son verdaderos centros culturales y algunas están en rincones donde no hay otra institución que puedan asumirse como centro de práctica de cultura o acceso a la información”. La bibliotecaria agregó: “Estamos presentes en contra de la ley Ómnibus por muchas cosas. El desfinanciamiento de las organizaciones culturales achica la posibilidad de que las personas tengan espacios de participación en talleres artísticos, acceso a la información, espacios de encuentro entre personas. Estamos en contra de una ley que plantea el desfinanciamiento, la atomización de esas construcciones colectivas que no pueden pensarse con la ley del más fuerte o que sobreviva el que merece , no tiene que ver con la meritocracia , tiene que ver con el derecho”.

Nicolas Vetromile, delegado general adjunto de ATE INCAA (@ateincaa) explicó: “Estamos muy preocupados con la sanción de la ley Ómnibus , ya que si esta ley se sanciona, el INCAA queda totalmente desfinanciado, le quitan sus potestades, sus políticas públicas, haciendo que muchas de las actividades que hoy lleva a cabo el INCAA no se puedan hacer, por ejemplo, todas las políticas de exhibición. La escuela nacional de cine no podría funcionar porque no está en la ley. También se desfinancia la cantidad de dinero que ingresa, solo nos quedaríamos con el 10% de las entradas del cine, también nos quedaríamos sin el dinero que recauda el Enacom por el uso del espectro radioeléctrico, los cableoperadores, las antenas y los canales de cable, eso hace que se pierda la fiscalización y las salas de cines pueden hacer cualquier cosa”. Además del desfinanciamiento a Vetromile le preocupa la desprotección de la industria cultural nacional: “Se pierde la política pública de la cuota de pantalla y la media de continuidad para el cine argentino ¿Qué significa esto? Las multipantallas pueden poner todo cine extranjero y no poner nada del cine nacional, si se pierde la fiscalización no se puede controlar eso. Además, se pierde el canal CINEAR, se pierde su plataforma y se pierde una de las políticas públicas más grandes en el mundo que son los espacios INCAA, un reducto fuera de las multipantallas para ver cine nacional”.

Vetromile explica que con las medidas pretendidas por el oficialismo el INCAA podría quedar con tres oficinas, desfinanciado y el dinero no alcanzaría para todos los trabajadores y trabajadoras del cine. Lo mismo ocurriría con el Instituto Nacional del Teatro, el FNA, el INAMU y el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA). “En este sentido se está atacando a toda la cultura independiente y es lo que veníamos hablando cuando se ponía en discusión el tema de los fondos para la cultura, es que se pierde la soberanía cultural. La cultura no se vende, la cultura se defiende”, concluyó.

La Asociación Argentina de Actores y Actrices también llegó con sus carteles y expresiones. La actriz Ana Celentano dijo en diálogo con Anccom: “Nosotros estamos peleando contra la ley ómnibus que toca muchas instituciones importantes de la cultura. Creo que es importante estar acá defendiendo esto porque nos llevó muchas décadas de lucha tener este tipo de instituciones que las hemos sido mejorando con la lucha de los protagonistas de la cultura, los trabajadores de la cultura, los técnicos, los artistas. Son instituciones muy importantes sobre todo porque garantizan la democratización de estos instrumentos, si no existe el Estado como un actor fundamental en la promoción de las artes, sólo pueden expresarse ciertos sectores de la sociedad y el resto quedan marginados a determinados reductos”.

Para Celentano se está defendiendo la cultura como herramienta transformadora: “El arte y la cultura en general porque creemos que son fundamentales para sentirnos libres para ser mejores personas y para ser un mejor país. Creo fervientemente en el arte, creo fervientemente que el arte es el alma de los pueblos y creo que hay que defender una política democrática de acceso a la cultura en todo el país y para todos los sectores “.

Nicolas Vilchez , miembro del colectivo de Poetas por la memoria , la verdad y la justicia (@Colectivodepoetas) ambién explicó por qué reclama su sector: “Estamos acá porque nos parece importante movilizarnos a favor de la cultura, la memoria, sobretodo de lo colectivo porque de esto no se sale de una forma individual .Es importante seguir luchando de forma colectiva, esto recién comienza y el arte es algo importante, porque es oxígeno para cada día y además por la necesidad del ser humano que hace a la cultura, que es lo que nos diferencia del resto de los otros seres vivos. Lo importante es que te unas al resto, que mires a tu alrededor, las balas te pican cerca y de alguna forma vas a tener hambre si no es de comida es de cultura, vos, tu familia, tus amigos o amigas”.

Algunos partidos políticos también acompañaron el cacelorazo cultural. Entre ellos pudo verse a la Diputada Nacional por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman. “La ley Ómnibus es parte de un paquete más que Javier Milei compuso en tres partes. La primera es el DNU, la segunda la Ley Ómnibus y la tercera son un conjunto de leyes para los más concentrados de la economía. Y estos tres elementos conjugan un plan de guerra contra el pueblo trabajador, donde le sacan a los de abajo para darle a los de arriba, donde tienen todo tipo de beneficios impositivos, baja de bienes personales, donde le dan todo tipo de beneficios a las empresas multinacionales a la par que produce un ajuste brutal contra el pueblo, dejan a las jubilaciones sin certeza si se van a actualizar o no etcétera”, describió la Diputada y agregó: “En ese marco, el ataque a la cultura nos parece una de las peores cosas que contiene la Ley Ómnibus. Atacar a la cultura es atacar a una parte de la sociedad. Si hay algo que identifica a la sociedad argentina es el amor por el teatro, el amor por el cine, por nuestra cultura que ha tenido un rol muy importante, inclusive en la dictadura militar. Para el presupuesto nacional es insignificante lo que se destina a cultura porque el ajuste a cultura viene desde hace mucho tiempo, solo muestra una posición ideológica que no tiene nada que ver con la economía. Si quieren solucionar eso, hay que tocar los intereses de los grandes empresarios que, al revés, se ven beneficiados por esta ley”.

Por otra parte, el diputado nacional por el mismo Frente, Alejandro Vilca añadió: “Es la política de este gobierno, que esté todo en manos privadas, es parte de la política de Javier Milei dejar que regule todo el mercado”. “El DNU y la ley Ómnibus atacan a la cultura, a la educación, a los jubilados, a los trabajadores, al medioambiente”, detalló y concluyó: “Creo que nos enfrentamos a un gobierno que decía que venía por la casta y la casta somos los de abajo. Y lo más grave es que pide facultades especiales y a eso no lo vamos a permitir, porque junto a miles de trabajadores como lo estamos haciendo hoy, junto a trabajadores de cultura de todo el país, el 24 también tiene que ser una jornada importante para reafirmar nuestra posición y frenar estas leyes antipopulares”.

«Tenemos que pasar a la ofensiva artística»

«Tenemos que pasar a la ofensiva artística»

La amenaza de cierre del Instituto Nacional del Teatro y el Fondo Nacional de las Artes movilizó a la comunidad de trabajadores teatrales contra el DNU y el proyecto de Ley Ómnibus del Gobierno de Milei. Los referentes expresan su repudio.

La comunidad de trabajadores de la cultura se encuentra en alerta ante la amenaza de cierre del Instituto Nacional del Teatro (INT) y del Fondo Nacional de las Artes (FNA). El proyecto de Ley Ómnibus busca derogar la Ley Nacional del Teatro y  el Decreto-Ley 1224 que contemplan la creación de estas instituciones y tienen décadas de vigencia. Distintas personalidades repudiaron la medida, así como miles que se movilizaron el 30 de diciembre a las sedes de los organismos.

“Es un avance brutal y acelerado de la derecha. Lo que quieren hacer con la cultura me resulta muy doloroso sobre todo porque es el lugar donde se construye el sentido más profundo de la identidad nacional”, declaró Pompeyo Audivert en diálogo con ANCCOM. Además, sobre la organización del sector opinó que “esto va a generar más unidad y potencia, tenemos que pasar a una ofensiva artística. Ya nos ha pasado, durante la dictadura. Teatro Abierto (movimiento cultural de resistencia a la dictadura, iniciado en 1981) fue una fuerte respuesta a políticas parecidas. Estamos en emergencia, pero lo vamos a resolver desde el arte, nuestra forma de operar sobre la realidad y la expresión de lo humano, lo que el capitalismo quiere  lapidar”.

Por su parte, también se expresó en su cuenta de Facebook el director y dramaturgo Mauricio Kartún quien afirmó que “hay que recordar cómo se luchó hace 26 años durante el menemismo, con Lito Cruz a la cabeza, para conseguir La Ley Nacional del Teatro. Hay muchos que empezaron a hacer teatro hace 15 años con la institución como algo natural, nacieron institucionalizados. Es tiempo de volver a pensar y renovar los votos”.

«Lo que quieren hacer con la cultura me resulta muy doloroso sobre todo porque es el lugar donde se construye el sentido más profundo de la identidad nacional”, dice Pompeyo Audivert.

La Ley 24.800 fue promulgada en 1997 y establece el apoyo del Estado nacional a la actividad teatral «por su contribución al afianzamiento de la cultura”. “Apunta específicamente a la promoción del teatro independiente, a su profesionalización. Es fundamental su carácter federal porque da igualdad en un campo donde a priori no existe: la diferencia de recursos, de llegada a los espectadores, de posibilidad de hacer y de divulgar lo que uno hace en el marco de la Ciudad de Buenos Aires, es abismal con respecto al resto del país”, puntualizó Mónica Berman, crítica de teatro y coordinadora del Área de Comunicación y Artes Escénicas (UBA). 

En el Artículo 7, la ley define la creación del Instituto Nacional del Teatro como su autoridad de aplicación. Se encarga de brindar subsidios a salas, grupos independientes y producciones, promover festivales y publicar libros. Recientemente trabajadores del instituto emitieron un comunicado oficial con las razones por las que rechazan la Ley Ómnibus. Se refieren, entre otras cosas, al impacto que tendría sobre la generación de trabajo directo e indirecto: “Las actividades teatrales apoyadas no solo benefician a la comunidad receptora sino que generan un impacto positivo en el sector gastronómico, logístico, técnico, publicitario y de medios”. 

“Hay mucha incertidumbre, pero no bajamos los brazos y nos organizamos. Es insólito que quieran desarmar en dos minutos algo que fue una conquista de la sociedad, comenta Paula Beovide, actriz y trabajadora del INT desde hace 15 años en la gestión de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, como otros compañeros, se encuentra en una instancia previa a la planta permanente “ya con el DNU la idea es que tengamos tres meses de contrato sujeto a una firma del director ejecutivo para que podamos seguir“. Además, agregó que “el Instituto es un ente autárquico, por lo que manejamos nuestro propio ingreso de dinero, más allá del financiamiento estatal”.

“La fuerza viva del arte teatral está en el teatro independiente, es una barbaridad querer achicar o cerrar el INT. Espero que los legisladores sean responsables y no lo aprueben”, comentó en conversación con ANCCOM Javier Daulte, director y dramaturgo. Sobre los efectos que tendría el cierre agregó que “además del recorte económico, me preocupa el golpe anímico, que esto desanime a los artistas que están empezando a desarrollar su vocación, sería un daño muy grande”. 

 El Fondo bueno

En cuanto al Fondo Nacional de las Artes (FNA) que data de 1958, tiene como objetivo “promover y desarrollar la producción de los artistas de todo el país financiando su formación y la creación de sus obras.A lo largo de su historia brindó incentivos a reconocidas figuras, tales como María Elena Walsh, Antonio Berni, Astor Piazzolla y Leonardo Favio, entre otros.

En el comunicado publicado por los trabajadores del FNA señalan que su vía de financiamiento es el “dominio público pagante, que se cobra por las obras una vez vencido el plazo de protección del derecho de autor (en la mayoría de casos a los 70 años de la muerte del autor)”. Sumado a los ingresos por multas previstas en la Ley de Propiedad Intelectual y aportes extraordinarios.

“La Ley Ómnibus es devastadora, deslegitima nuestra labor artística y desmerece la función del arte, sus implicancias políticas, sociales y culturales”, declaró al respecto Lynx Tironi, bailarín y performer, que recibió una beca del FNA en el marco de un proyecto de investigación de danza y sexualidad. “Si bien no cubre todos los gastos, contar con apoyo lo hizo posible. Para nosotros como personas trans vivir del arte es muy complejo, esto nos permitió poder dedicarnos a la creación”.

“El intento de desaparición del FNA y el INT atenta contra el imaginario cultural propio y acalla las voces de toda la nación”, denuncia Guillermo Rafel Roigh, gestor cultural en “Espacio Disparate”, que  integra la Red Teatral Sur. Tal como otros colectivos y artistas independientes, saben que el tiempo apremia y se organizan en asambleas para dar la resistencia al apagón cultural.

 

Santoro gigante

Santoro gigante

El Museo Nacional de Bellas Artes exhibe «Panorama. El teatro de la memoria», una muestra de Daniel Santoro. Una de ellas, de 30 metros de largo, puede observarse con una perspectiva de 360º.

Panorama. El teatro de la memoria en el Museo Nacional de Bellas Artes es la primera muestra del artista argentino Daniel Santoro en esa institución. La exhibición está compuesta por una obra de treinta metros, diversos trabajos en tinta sobre papel, sus cuadernos personales de trabajo diario y un dibujo en carbonilla que Santoro realizó previo a la inauguración sobre una de las paredes de la sala.

En el segundo piso, en un recinto cuadrado, se encuentra un dibujo continuo de treinta metros que se despliega a lo largo de las paredes en veinte módulos de 80 por 150 centímetros cada uno. Es un panorama y tiene la particularidad de poder ser visualizado en 360 grados, lo que genera una experiencia inmersiva (se lo puede ver desde cerca en detalle o como una imagen central desde lejos). Los panoramas eran pinturas gigantescas clásicas del siglo XIX que se utilizaban para narrar sucesos históricos y Santoro retoma esta tradición para construir una cosmología propia, rica en significados. Mediante el relato visual de un mundo casi apocalíptico, se propone una visión crítica de la historia en estos dibujos, hechos con carbonilla y acrílico diluido sobre papel, que tejen una línea de tiempo constituida por crisis y colapsos hasta llegar a un posible final.

La secuencia comienza en una especie de ruta pérdida entre árboles, como el inicio de un camino a recorrer. Si bien el orden fue ideado de manera lineal, no hay señalización en la sala que indique el comienzo y algunos de los visitantes lo inician desde el final, lo cual abre la posibilidad de dos lecturas distintas. Le sigue la primera catástrofe: humo y casas en equilibrio sobre colinas, luego un bosque repleto de troncos atravesados por pájaros negros.

Juan Álvez, diseñador audiovisual bonaerense de 37 años, describió al panorama de Santoro como “desolador” e “inspirador” a la vez, en relación a “cómo maneja la naturaleza, cómo pinta un paisaje bastante apocalíptico, pero en el que también la naturaleza parece reflotar”. Por su parte, Floreana Alonso, estudiante de 23 años que vive en Tigre, comentó que al salir sintió “un poco de vértigo, de ansiedad”.

Cada módulo del panorama se construye como una “isla” y, entre cada uno de estos episodios, se entreteje la historia de la humanidad y las catástrofes que nos condujeron hasta la crisis actual. La secuencia finaliza, una vez más, con el dibujo de un bosque dentro de un tronco, del cual crecen nuevas ramas que se extienden por toda la superficie del papel. No parecería ser un punto final, sino quizás una pregunta abierta al espectador. Lo que sigue en ese recorrido, ya no depende del artista.

Este universo creado por Santoro agrupa diversas referencias y entrelaza diálogos con figuras y obras que van desde Sarmiento o Evita hasta el Cristo crucificado de León Ferrari. A este último se lo puede rastrear en uno de los módulos finales donde yace un avión enterrado y una multitud se congrega ante las ruinas. Una espectadora resaltó este carácter intertextual de la obra. María José Tomatis, editora mendocina de 31 años, mencionó que le gustó “la intención de evocar ciertas ideas con personajes de nuestra cultura popular”, además del “diálogo con Borges”, que no lo había visto antes en la obra de Santoro. “A mí me gusta mucho y creo que ayuda a tejer conexiones ideológicas evocando a Borges, a Sarmiento, a Perón y Evita”, remarcó.

 

Frente al panorama se encuentra un dibujo que realizó Santoro sobre la pared de la sala: es un boceto de una estructura conjetural de lo que sería un aleph, el punto que permitía ver el universo entero desde todos los ángulos posibles al mismo tiempo, del cuento homónimo de Jorge Luis Borges. Esta parte del segundo piso se expande de forma longitudinal y, a la izquierda del boceto, se halla un fichero rotativo de imágenes en miniatura (el “Eje del tiempo”) que se desplaza en su eje y convierte ese movimiento en un espiral. Esta sección es parte del “Teatro de la memoria” que problematiza la representación de la dinámica del tiempo, variable por la que se interroga continuamente en el transcurso de la muestra. A lo largo de su carrera, Santoro ha retomado múltiples veces elementos de las filosofías orientales y la inspiración detrás del fichero proviene de las cosmologías hindúes que sugieren “redes de malla” que por el universo atrapan la memoria para el retorno y cumplimiento del karma. En esta área se exhiben los cuadernos de trabajo del artista: bocetos, dibujos y escritos que rearman el proceso de construcción o “memoria técnica” de la exhibición. Además, hay una pantalla que transmite un video con una selección de páginas de los libros de apuntes que realizó el artista entre 2015 y 2023.

La muestra finaliza -o comienza, dependiendo desde dónde se haya iniciado el recorrido- con una serie de dibujos, también en tinta y carbonilla, que pertenecen a la colección del artista y fueron realizados en 2022. Los colores y temáticas del panorama se reiteran: un avión y un pájaro atravesados entre troncos, una estatua gigante dentro de un bosque, un oído humano sordo ante lo que lo rodea, un lobo con pies de hombre, siempre el choque incómodo entre naturaleza y civilización. “Hay mucho juego entre la naturaleza y el hombre y te hace pensar en qué quiso decir”,  comentó Mónica Spangenberg,  profesora de inglés de 63 años. “Me gusta mucho las dimensiones que pone y que pareciera que hay varios lenguajes en una sola cosa, todo llama la atención”, concluyó.

 

Panorama. El teatro de la memoria  se puede visitar hasta el 19 de noviembre de 2023 en la sala 42 del segundo piso del Museo Nacional de Bellas Artes. La entrada es libre y gratuita.