La marea verde de ayer a hoy

La marea verde de ayer a hoy

La fotógrafa Mónica Hasenberg convocó a mujeres de diferentes artes para presentar una muestra que acompañe imágenes que tomó durante la concentración por el 8M de 1984 frente al Congreso.

El 8 de marzo de 1984 grupos de mujeres se reunieron frente al Congreso en el Día Internacional de la Mujer, el primero luego de la última dictadura cívico-militar. La fotógrafa Mónica Hasenberg subía entonces las escalinatas en la plaza para buscar las mejores tomas. Hoy, sus registros se resignifican junto con las obras que forman parte de la muestra “Mujeres Artistas”, exhibida en La Casona Cultural Humahuaca.

“Convoqué artistas mayores de 60 años para recrear esa marcha. Cada una podía hacerlo como quisiera, ponerse a sí misma dentro con la ropa que usaba, o pintar familiares desaparecidos -cuenta Hasenberg en conversación con ANCCOM-. Queremos reivindicar a las que lucharon por nuestros derechos y estimular la militancia, la participación que nos hermana con otros en las conquistas colectivas”.

Las luchas populares son el centro del trabajo de Hasenberg desde que se vio conmovida por la historia de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y empezó, durante la dictadura, a formar parte de las rondas de los jueves. Hija de un fotógrafo y una madre concertista que había dejado la profesión al casarse, aprendió el oficio de niña. Así, el feminismo la atravesó, no por formación orgánica, sino como rebeldía a las injusticias patriarcales de su propia familia.

Sus fotos cuelgan de grandes banners en las paredes de la Casona. Algunas de las activistas retratadas volvían al país tras años de exilio y sostenían carteles con consignas marcadas por el contexto: «Machismo es fascismo», «Violación es tortura». También, se distinguían reclamos del momento como la «igualdad de los hijos ante la ley» y la patria potestad compartida, sancionados en 1985, así como el reclamo por la despenalización del aborto. Otras pancartas dan cuenta de reclamos que continúan sin respuesta: «Igual salario por igual trabajo».

Una de las fotos muestra a Susana “la Tana” Rinaldi, actriz y cantante, rodeada de mujeres que cargan sobre sus cabezas los carteles. “Fue la que más me atrapó, es imponente, se nota la fuerza que tenía esa marcha, como de avance”, cuenta la artista plástica y docente Adriana Tavares sobre la imagen que inspiró su obra “Manifestación”. Se trata de una pintura hecha con acrílicos donde destacan los colores y la expresión en las caras pintadas: todas con la boca abierta. 

En mis cuadros de marchas, la gente siempre está gritando”, agrega Tavares. Las pinta desde que transformó su perspectiva, antes prefería los paisajes y retratos. Cuando al mismo tiempo que criaba a sus hijos, logró estudiar, conoció el cuadro La libertad guiando al pueblo sobre la Revolución Francesa. “Me empecé a cuestionar las cosas, tenía la misma edad que los chicos que desaparecieron La Noche de los Lápices, mi padre era comunista, sentía que se los debía”, cuenta.

Otras pinturas expuestas son de Paula Pasini y Marcela Seoane, mientras que las artistas Ana Rosa Givanetti, Mónica Vidal y Silvia Carrasco optaron por técnicas mixtas. El collage está presente en muchas de ellas y es la técnica principal en los cuadros de Patricia Pellegrini y Verónica del Giudice. Por su parte, Vicky Biagiola realizó Mujeres de fuego a partir de acrílicos cortados con láser.

Con la coordinación de Ariel Muñoz y entrada gratuita, la muestra puede visitarse de martes a sábados por la tarde en Humahuaca 3508, en el barrio de Abasto.

“El placer es revolucionario” se lee en el cartel que aferra una mujer fotografiada por Hasenberg hace 40 años. ”Queriamos rescatar esa frase para pensar el cuerpo desde el disfrute de la sexualidad, pero también de la feminidad”, sostiene la escultora y arteterapista Estela Garber, sobre la idea detrás de su obra Chaleco antibalas Feminista. Se trata de una pieza de arte textil que realizó junto con la joyera Diana Torcoletti. Acerca del nombre, comentan que “ser feministas en este momento requiere portar metafóricamente un chaleco protector ante múltiples agresiones, como ironía del que usan políticos como Milei en los actos públicos”.

Su significado se refuerza a la luz de las amenazas del gobierno, algunas concretadas, de retroceder en materia de derechos. A la eliminación de programas y ministerios destinados a reducir la desigualdad, se le suma el proyecto de Ley Bases. La inclusión de la eliminación de la moratoria jubilatoria afectaría a mujeres que trabajaron toda su vida como amas de casa, o en trabajos precarios sin aportes. Por su parte, los cambios en licencia por maternidad permitirían a los empleadores hacer trabajar a una embarazada hasta diez días antes del parto.

El chaleco negro cuelga del techo en La Casona y sintetiza en las intervenciones  los avances de las luchas, como el acceso a los anticonceptivos y profilácticos, o la posibilidad de acceder a la educación y el mercado laboral. Al mismo tiempo, estas se articulan con experiencias personales:  “Diana tiene la costumbre de salir cerca del Parque Rivadavia los domingos a buscar muñequitos vintage que hacen a sus recuerdos, yo busqué distintos retazos en la casa de mi mamá y los agregamos también”, cuenta Garber.

En una esquina, destaca por su tridimensionalidad la obra de María Dogliotti. Sobre una base forrada con las fotos de Hasenberg, se erige un vestido rojo junto con unas hojas violetas y verdes, colores que distinguen al movimiento en los últimos años, especialmente a partir de su expansión con la lucha por la despenalización y legalización del aborto. Su título remarca uno de los sentidos más importantes de la muestra: La lucha sigue.

La poesía también puede ser un juego

La poesía también puede ser un juego

La Fundación FILBA organizó un concurso de escritura poética con los textos de lomos de libros. En una librería de Villa Urquiza se reunieron amateurs y profesionales para hacer lomopoesía.

No estar inspirado dejó de ser una excusa para no escribir. Una técnica literaria promovida por la Fundación FILBA conquistó el corazón de todas las personas que participaron del Primer Concurso Nacional de Lomopoesía. “Muchas gracias por la confianza, por haber venido a hacer algo que nadie sabe bien de qué se trata”, dijo Amalia Sanz, directora de FILBA, para dar inicio a la jornada. El encuentro tuvo lugar este viernes a la tarde en Estación Libro, una librería porteña del barrio de Villa Urquiza.

La lomopoesía consiste en “hacer un poema usando las palabras que están en los lomos de los libros. No vale agregar artículos ni pronombres. Lo que está ahí, es lo que queda en los versos”, explicó Victoria Rodríguez Lacrouts, programadora de FILBA y coordinadora del certamen, a los diecinueve participantes que se acercaron a la librería. “Una de las reglas es que tienen veinticinco minutos para armar cuatro versos como mínimo y apilando los ejemplares que elijan. No vale robar los libros del compañero”, agregó Sanz entre risas, quien también aclaró que el ganador del concurso se llevaría una orden de compra por $50.000 para gastar en ese mismo local.

Mientras los competidores recorrían el lugar y miraban atentos los títulos de los libros que estaban en las estanterías, Juan Pablo Poggio, librero de Estación Libro, aseguró en diálogo con ANCCOM: “Esta es una buena oportunidad para que vean el surtido de ejemplares que tenemos. Nuestra idea es estar haciendo eventos constantemente”. Por su parte, Rodríguez Lacrouts contó a este medio cómo surgió la idea de hacer el concurso: “Es algo que yo hacía hace muchos años, cuando tenía un club de libros y nos poníamos a armar poemas con las obras que teníamos en la biblioteca”. También aseguró que, a futuro, FILBA organizará más jornadas de este estilo en las distintas sedes de Estación Libro, con el objetivo de armar una final con los ganadores de cada certamen.

Una vez que los competidores terminaron de crear sus lomopoemas, pasaron de a uno a un rincón de la librería —que devino en una suerte de escenario improvisado— y leyeron en voz alta sus creaciones. Después de cada lectura Ana Prieto, escritora y jueza del certamen junto con Sanz y Poggio, tomó una fotografía de cada poema para deliberar luego acerca de cuál sería el ganador. Mientras los participantes leían los títulos de los libros apilados, el resto se regocijaba al escuchar la divina musicalidad que se desprendía de cada invención.

“Me parece divertido, me gusta hacer este tipo de improvisación con el cuerpo y usar la intuición”, contó Renee Carmichael, una joven estadounidense radicada en Argentina que participó del encuentro, mientras los jueces discutían en otro sector de la librería sobre el poema ganador. Por su parte, Simón Risé, otro competidor también joven, aseguró: “Me gusta jugar con las palabras, no tomarme formalmente la escritura, que fluya. Esta actividad invitaba mucho a fluir, a lo que se mueve y cambia”.

Entretanto los jueces seguían deliberando, FILBA convidó a los presentes una copa de vino. Los lomopoetas aceptaron con gusto y se pusieron a conversar entre sí, además de a leer algunos de los libros que habían elegido para la pila. David Delgado Valery, un participante venezolano radicado en el país, dijo: “Vine para tener un desafío creativo y conocer gente que hace poesía”. Es que, efectivamente, entre los presentes había personas que ya se dedicaban a escribir, como Mónica Landolfi: “Yo soy dramaturga y hago haikus –contó-. Vine porque quería ver cómo era escribir con los lomos de los libros. Me encantó, volvería a hacerlo. Es más: lo difundiría con mis alumnas”. A su vez, Andrés Giorda, un competidor cordobés que desde hace un año vive en Buenos Aires, expresó: “Vine motivado por conectar con la lectura desde un espacio lúdico. Lo que más me gustó de la propuesta fue sentir que venía a jugar con los libros”.

El lomopoema que resultó ganador decía así: “Bien tarde en el día / Querida amiga, desde mi vida te escribo a tu vida / ¿Por qué te empeñas en sufrir así? / Soy toda oídos / Los árboles caídos también son el bosque / La oscuridad es un lugar / Las madres no / Llega un hombre y dice / Quiénes somos ahora / Entre ellos / La belleza de aquellos años / Tu sueño imperios han sido / Ya te llegará / Como el fuego / El infierno prometido”. Su autor, Juan Ford, dijo emocionado: “Estoy contento. Me gusta escribir pero me falta disciplina, lo hago porque me gusta. Acá caí de casualidad. Fue realmente un juego, como armar un rompecabezas”.

 

 “No verla venir es un problema porque es dejar de leer al otro”

 “No verla venir es un problema porque es dejar de leer al otro”

La escritora argentina Mariana Enríquez se presentó, a sala llena, en la Feria Internacional del Libro y habló acerca de su última publicación Un lugar soleado para gente Sombría. También lo hizo sobre los fantasmas de su generación, los negacionismos, el cambio de paradigma y la actualidad.

La escritora Mariana Enríquez se presentó en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires el domingo 5 de mayo, y conversó sobre su último libro de cuentos Un lugar soleado para gente sombría. Ante una sala llena, fue introducida por el director de la Feria, Ezequiel Martínez y conversó con el autor Juan Mattio sobre algunos tópicos de su literatura: Fantasmas, horror corporal, inteligencia artificial y contexto actual. Los desaparecidos y las crisis económicas de los 80 y 90 “son los fantasmas de mi generación”, aseguró la autora.

Falta más de media hora para las cinco de la tarde, horario programado para el inicio de la charla, pero la fila que espera entrar a la sala José Hernández en el predio de La Rural ya es más que extensa; da vueltas por la antesala, pasa por un pasillo y continúa al aire libre bajo una garúa, donde el personal de organización de la feria entrega ya la segunda tanda de números para el ingreso.

Es que una actividad pública con Enríquez no es algo que suceda muy seguido los últimos años, en los que se ha terminado de consagrarse como una figura destacada de la literatura argentina, específicamente la literatura argentina de terror, y ha alcanzado también el éxito internacional. Su último premio fue el Grand Prix de l’Imaginarie a “Mejor novela extranjera” por Nuestra parte de noche, en 2022, el galardón conocido como el Gran Prix de la ciencia ficción. En 2019, la misma novela ya había sido multipremiada en España con el Premio Herralde de la novela, el Kelvin 505, el Celsus a la mejor novela de ficción, y el Premio a la crítica narrativa. “Siempre me preguntan como director de la feria qué escritores vienen de afuera. Y muchas veces nos olvidamos de los grandísimos escritores y escritoras que tenemos en nuestro país”, describió  Martínez al presentar a la autora, una vez que la sala colmó capacidad.

Enríquez habla de ellos como trauma y culpa; pero también como el fantasma social y personal. Entonces se zambulle en el tópico y trae una anécdota personal de su adolescencia para ejemplificar. Cuenta que amigas suyas, cuyos padres habían sido detenidos y desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, jugaban al juego de la copa y preguntaban por sus progenitores. Enríquez también habla de la relación con sus propios padres, y de cómo ambas cosas son fenómenos de los noventa: “Esos claramente son los fantasmas de mi generación. Mis padres en algún punto estaban bastante ausentes, pero en el sentido de que se comen toda la crisis, primero el trauma de la dictadura y después la crisis económica de los ochenta, por lo tanto no eran los padres que estaban viendo lo que veía yo en la tele, eran padres medio espectrales en tanto padres”, señala la autora.
En el relato Mis muertos tristes de su nuevo libro se conjuga algo de todo eso: “Creo que es muy personal, era un cuento político pero también era un cuento personal”, continúa Enríquez y agrega: “Una de las chicas me decía: ´Mi mamá ya sé que está muerta, ya encontró los huesos el Equipo Argentino de Antropología Forense, pero yo cada vez que escucho tacos de determinada manera, pienso que es ella. Porque por más que hayas visto el cuerpo lo que viste es un esqueleto. O sea, vos no viste muerta a tu mamá. Muchas veces no recuerda a su mamá, pero lo que quiero decir es esta cosa generacional, de que te encontrás caminando por la calle con el nombre de tu mamá en una baldosa, o sea, se convierte en otro tipo de fantasma muy grande, pero a la vez es tu mamá´. Entonces ahí empiezo a pensar un poco también en esos fantasmas personales”.

Los autores también abordaron la temática del body horror, u “horror corporal”, una subsección del género de terror que se enfoca en aspectos corporales. Enríquez dice que, en algunos de sus cuentos, explora cómo sacar el horror desde lo natural que le pasa al cuerpo. Plantea que “el cuerpo hoy está muy alejado” por la prevalencia de lo digital y que “podés moverte en un mundo sin tu cuerpo”.
En ese sentido, Enríquez toca el tema de la inteligencia artificial (IA). Cree que hay “un exceso de confianza en la naturaleza y un exceso de buenas intenciones y de amarse a sí mismo” ya que “vos creés tanto en tu cuerpo y estás tan confiado en el ser humano, que inventás una máquina que te va a sacar el trabajo, la creatividad. (…) La creación de este tipo de inteligencia artificial o de darle este uso, es haber perdido el control”. También habla de la pérdida de control sobre nuestro propio cuerpo y dice que perder el control ante la IA “es terrorífico”.

El público quiere saber qué opina Enríquez sobre la actualidad política. La autora responde que considera que hubo una falta de precaución ante la posibilidad, y ahora realidad, del ascenso al poder de la ultraderecha en Argentina y que hubo falta de diálogo: “Se fosilizó tanto un discurso que es verdadero, que se dejó de hablar de muchísimas cosas”. Señala que “al hablar demasiado de la cuestión con un monodiscurso, dejamos de convencer. La gente no se termina con nosotros” y concluye que “no verla venir es un problema porque es dejar de leer al otro”. Aunque la autora dice que el panorama actual la deprime, también cuenta que ella intenta “entender lo que pasa en vez de juzgarlo”.

Finalmente, la autora habló sobre los negacionismos, particularmente el negacionismo sobre el cambio climático: “Con el cambio climático es mucho más tranquilizador decir que no está pasando”. Además, expresa que “en este momento el discurso público es muy complicado”, tanto por la hipervisibilización en redes de todo lo que publican personas de interés público, como por el hecho de que “la lógica cambió muy rápido. Son muchos léxicos juntos que tenemos que aprender. O sea, el léxico de la pandemia: Pfizer, cuántas dosis tenés. De eso pasamos a tener que aprender el léxico de Conan, entonces es un momento donde el lenguaje está irritable”.

La autora relaciona la velocidad de los léxicos con los negacionismos: “Para mucha gente es más fácil que te digan ´no, está todo bien´ y hay un punto donde estas derechas le están diciendo a un montón de gente que está todo bien. Es mucho más fácil decir ´no, en realidad los militares no mataron, fue más un combate´ que decir ´tuvimos un Estado genocida´. Es mucho más fácil olvidarlo, es una cosa que me preocupa mucho porque me parece que es un problema de lenguaje también, un cambio de paradigma muy profundo”.

 

«La Feria del Libro se erige como un faro cultural en el medio de la oscuridad»

«La Feria del Libro se erige como un faro cultural en el medio de la oscuridad»

En la inauguración de la Feria Internacional del Libro, su presidente Alejandro Vaccaro y la escritora Liliana Heker denunciaron el desfinanciamiento y ataque sistemático del gobierno nacional a la cultura. Por primera vez, ningún organismo del Estado participa del evento. A Milei, le dieron de beber de su propia medicina: le dijeron que no hay plata para él.

En el predio de La Rural se dio inicio a la 48° Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, con un acto inaugural que tuvo un fuerte tono opositor al Gobierno de Javier Milei y donde participaron como invitados el embajador de Portugal en Argentina, José Ludovice, el jefe de Gobierno de Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, ya la reconocida escritora Liliana Heker, quien estuvo a cargo de dar el discurso de apertura. “El libro es cultura, y en momentos en los que se encuentra hackeada, atravesada por el intento de desfinanciamiento, la Feria se erige como un faro cultural en el medio de la oscuridad”, declaró el presidente de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro.

El encargado de dar inicio al acto de apertura fue Vaccaro: “Este espacio se confirma como un sostén democrático y plural, en donde hay lugar para todas las voces y pensamientos”, expresó.

El domingo 12 de mayo el presidente de la Nación, Javier Milei, presentará su libro en la Pista Central de La Rural, y si bien en ese momento la Feria estará transitando su penúltimo día, la aparición del presidente será por fuera de la organización oficial. Ante esta situación, Vaccaro manifestó en su discurso: “Su participación implica una serie de erogaciones extraordinarias, que la Fundación El Libro no puede afrontar. Señor presidente, se lo digo con una mano en el corazón: ‘No hay plata’. Por lo tanto, todo lo atinente a su seguridad y de la gente que concurra a su evento correrá por su exclusiva cuenta, o lo que es peor, será un gasto extra para el Tesoro Nacional”.

«Me parece que Cifelli estuvo muy bien en no venir; hubiera sido un acto de provocación después del ninguneo que han hecho con nuestra feria”, dijo Vaccaro a ANCCOM.

Días anteriores a la realización de la apertura, luego de idas y vueltas, el secretario de Cultura nacional, Leonardo Cifelli confirmó que no asistiría al acto de inauguración. Con relación a esto Vaccaro explicó, en dialogo con ANCCOM, que la decisión de Cifelli fue “una actitud coherente porque acá hay un auditorio que iba a ser totalmente adverso, y bueno, me parece que estuvo muy bien en no venir; hubiera sido un acto de provocación después del ninguneo que han hecho con nuestra feria”. No obstante, horas antes del acto, el Secretario de Cultura se paseó de manera provocativa entre los stand del predio.

Será la primera vez en la historia, que la Secretaría de Cultura ni ningún organismo del gobierno nacional tendrán su stand en la feria y que el Banco Nación no la esponsorea. El Gobierno manifestó que no lo hace por la crisis económica. Vaccaro, en su discurso, desmintió también a la Presidencia sobre los costos supuestos de participar en la Feria.

Ante la asistencia del jefe de Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, Vaccaró mencionó a ANCCOM que le “pareció buenísimo su presencia y la verdad estamos muy contentos. Trabajamos muy bien con ellos y con la ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires Gabriela Ricardes”.

Si bien el discurso de Vaccaro fue bien recibido por los presentes, incluso fue interrumpido en diferentes ocasiones por los aplausos en apoyo a sus palabras, Macri no corrió con la misma suerte, puesto que fue celebrado por pocos y abucheado por gran parte del público. “Seria impensado pensar que el Gobierno de la Ciudad no sea parte de esta muestra, así que cuenten con nosotros en esta y en todas las ediciones futuras que vengan”, expresó Macri, diferenciándose del Gobierno nacional, mientras observaba a Vaccaro que se encontraba entre el público.

Macri, además, fue protagonista de un ida y vuelta con personas del público que comentaban su discurso mientras se encontraba en el escenario. “Quiero detenerme en la relevancia de recuperar y fortalecer la comprensión lectora de los chicos: No es solamente una necesidad para poder trabajar, hay un derecho para poder viajar en el disfrute de la lectura y es un derecho que tenemos que garantizar a todos los niños que nacen, viven y se educan en la Ciudad de Buenos Aires”, recalcó Macri, que ante sus dichos recibió el grito de una mujer del público: “¡Necesitan comer!”.

La ciudad invitada en esta edición es Lisboa y el embajador de Portugal en Argentina, José Ludovice, fue uno de los presentes: “Para Lisboa es un gran honor estar acá con la ciudad hermana como es Buenos Aires y compartir nuestra cultura, nuestros escritores. La cultura es fundamental para todas las sociedades, sin cultura perdemos nuestra razón de ser”, expresó Ludovice en dialogó con ANCCOM.

La ultima oradora fue Liliana Heker, quien recibió una gran ovación del público junto a su filoso discurso de más de veinte minutos en donde sin titubear se refirió a la desfinanciación de la educación pública y a la falta de alimentos en comedores, además del significado “muy especial” que adquiere el libro en este contexto: “Me parece atinado instalarlo como un justo representante de todo lo que hoy es atacado en el campo de la cultura. Reivindicarlo, entonces, se me hace una cuestión imperiosa”.

Heker recordó la situación que vivieron varias personas que formaron una fila de hasta veinte cuadras para recibir alimentos frente al Ministerio de Capital Humano pero que no fueron atendidos por nadie: “Semejante crueldad es difícil de concebir, pero ocurrió. Y yo me pregunté: ¿Cómo se puede no reaccionar ante una falta tan evidente del más mínimo respeto por un semejante?”.

Respecto a la marcha multitudinaria que ocurrió el martes pasado en Buenos Aires en reclamo de la desfinanciación de las universidades nacionales por parte del gobierno de Milei, Heker reconoció que con “solo leer los carteles que llevaban los estudiantes, la agudeza y la profundidad de lo que expresaban, fue una comprobación nítida de que el conocimiento y la sensibilidad son más valiosos que los insultos” y que pocas veces “canté el Himno con tanta emoción y sintiéndome tan acompañada como ese día en Plaza de Mayo”.

Luego del a marcha del 24 de marzo, el jefe de la Cámara de Diputados Martín Menem expresó que “no se explicaba el motivo por el cual habían asistido jóvenes de dieciocho años a esa manifestación”. Heker recordó este hecho y, entre aplausos de los presentes, le respondió a Menem: “Esos adolescentes deben tener alguna información sobre nuestra historia reciente porque vivaron a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo y se manifestaron con tanta emoción y con tanto compromiso como todos los otros millares de personas de todas las edades que estábamos allí”. Para concluir con su respuesta hacia Menem, la autora sentenció mencionando que “algo está fallando en el programa” debido a que “pese al empeño gubernamental no se ha podido conseguir, hasta el momento, una nueva y completa generación de ignorantes”.

Para finalizar, Heker brindó por en un futuro muy cercano que “nuestra amada universidad pública esté funcionando a pleno y cada vez con más estudiantes”, porque “nuestras instituciones y medios culturales pueda trabajar por entero y con todo su personal para el desarrollo y difusión de nuestra cultura” y también brindó “porque haya muchas más ferias del libro a lo largo y a lo ancho de nuestro país, cada vez con más concurrencia, cada vez con más creatividad, cada vez con más lectores”.

Se podrá asistir a la Feria hasta el 13 de mayo de 14 a 20, el precio de la entrada también fue afectada por la inflación dado que de lunes a jueves el ticket tiene un valor de 3500 pesos, un 337,5% más respecto al precio de 2023. Los viernes, sábados, domingos y feriados la entrada tendrá un costo de 5000 pesos, en este caso el aumento es de 316,6%.

La democracia en la era de las polarizaciones – Estuve Ahí

La democracia en la era de las polarizaciones – Estuve Ahí

El sociólogo, profesor e investigador Luis Alberto Quevedo analiza las transformaciones del espacio público en los últimos cuarenta años y proporciona claves para comprender el panorama actual caracterizado por el ascenso de la derecha a nivel global.

40 AÑOS – COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA (1983 – 2023)

ANCCOM –junto a la Carrera de Ciencias de la Comunicación y a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA- lanza Estuve ahí, un ciclo de entrevistas audiovisuales a los protagonistas de estos 40 años de democracia que celebra la Argentina.

 

La serie recorre los temas más trascendentes que tejieron la trama social desde 1983: los derechos humanos, la vida política, el mundo del trabajo, la economía, la deuda externa, la vivienda, los pueblos originarios, el campesinado, las luchas de género y diversidades, el ambientalismo, la cultura y el mundo de la comunicación, entre muchos otros.

Cada conversación constituye un verdadero diálogo intergeneracional entre los jóvenes periodistas de la agencia y aquellos que escribieron la historia.

Estrenamos todos los lunes! La primera, que estará disponible el próximo 28 de agosto, será a Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Entre los entrevistados se pueden mencionar a Adolfo Pérez Esquivel, Estela Carlotto, León Arslanián, Héctor Recalde, Federico Pinedo, Gustavo Grobocopatel, Mercedes Marcó del Pont, Daniel Arroyo, Dora Barrancos, Myriam Bregman, Juliana Di Tullio, Ana Castellani, Noemí Brenta, Luis Felipe Noé, Daniel Divinsky, Eduardo Longoni, Moira Millán, el padre Pepe Di Paola, Flavio Rapisardi, Emilce Moler, Manuel Goncalvez, Gervasio Muñoz, Enrique Viale y Damián Loreti, por mencionar solo algunos.

Créditos

ANCCOM
Equipo Audiovisual: Eduardo Morales – Jairo García – Noelia Pirsic
Producción Periodística: Diego Rosemberg, Sebastián Comellini, Clarisa Veiga, Ángel Berlanga, Cecilia Chervabaz, Esteban Magnani, Guillermo Wulff, Alejandro Cánepa, Horacio Cecchi, Adriana Meyer, Federico Corbiere.
Producción Fotográfica: Victoria Gesualdi y Leandro Teysseire.
Redes y Contenidos Digitales: Julio Alonso y Estefanía Hernández.
CEPIA
Florencia Mendes, Javier Ildarraz, Gustavo Intrieri, Nadia Rebrij, Florencia Canosa, Juan Lescano, Jorge Pinola.
Autoridades CCOM
Larisa Kevjal – Directora
Dolores Guichandut – Secretaria Académica | Sebastián Ackerman – Coordinador Técnico | Yamila Campo – Coordinadora Centro de Prácticas
Equipo de trabajo
Lucía Thierbach, Grisel Schang, Paula Morel, Emilia Silva y Sebastián Comellini