¿Quién ha visto un dólar?

¿Quién ha visto un dólar?

«El problema es la escasez de dólares. Hay que acumular reservas», es el discurso instalado desde el gobierno y los medios de comunicación. ¿Pero qué es la divisa extranjera para los ciudadanos de a pie?

En 1944, cuando la Segunda Guerra Mundial ya estaba definida, los 44 países aliados se reunieron en la Conferencia de Bretton Woods (New Hampshire) y establecieron la convertibilidad del dólar con el oro y así el billete verde adquirió el estatus de referencia internacional. A la par de esta medida, se crearon los dos organismos insignia del nuevo orden económico, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

“Fue así como la moneda estadounidense y el mercado cambiario fueron los jefes de campaña de casi todas las gestiones presidenciales desde 1955 hasta nuestros días en la Argentina”, afirman Mariana Luzzi y Ariel Wilkis, ambos doctores en Sociología, investigadores del Conicet y coautores del libro El dólar. Historia de una moneda argentina (1930-2019).

Hoy, en la Argentina, si alguien quiere comprar más de 200 dólares -el límite mensual dispuesto por el Gobierno-, debe ir por fuera del circuito legal. En distintas galerías de la calle Florida, microcentro de la Ciudad de Buenos Aires, funcionan las “cuevas” donde se comercializa el dólar ilegal, conocido bajo el eufemismo blue, así como en toda la zona es frecuente encontrar a los tradicionales “arbolitos” que también los venden. La cotización que ofrecen siempre es superior a la del dólar oficial y la brecha suele aumentar a medida que se intensifica el control de cambios o se incrementan las restricciones para la compra al precio oficial.

“¿Han visto alguna vez un dólar?”, preguntaba el presidente Juan Domingo Perón en las postrimerías de su primer mandato, hace más de 70 años, frente a la problemática de la inflación que ya arreciaba los bolsillos de la clase trabajadora. Desde entonces, y mucho más a partir de la última dictadura y el menemismo, que prácticamente dolarizaron toda la economía, el dólar se ha convertido en refugio de valor ante las permanentes devaluaciones de la moneda nacional.

“El dólar tiene una carga emocional muy fuerte”, sostiene Guillermo, 58 años, profesor de música y yoga. “Si tengo dólares, me pueden quitar o agregar valor, me terminan condicionando, no soy yo el que le puedo dar valor como se lo puedo dar a cualquier otra cosa. La moneda que yo uso es valorada por agentes externos a mi voluntad”, agrega.

El problema es que hay poca gente con educación financiera”, asegura, muy convencido, Matías, de profesión contador. El dólar, explica, es “un respaldo frente a la inflación y a la inestabilidad, el que tiene dólares invierte, tiene contactos, y el que no, pierde”.

“Ellos se cubren sus espaldas y sus ganancias, se preocupan sólo por ellos”, dice con bronca, desde su modesta moto, Carlos, un repartidor de Pedidos Ya. Según él, “el que más tiene, siempre más gana, sube el dólar, suben los precios, baja el dólar, los precios no bajan, se abusan”, se queja.

“El peso no te garantiza nada, no te preserva frente a la inflación como sí lo hace el dólar, por más que Estados Unidos esté en crisis”, manifiesta Silvina, abogada y docente, después de salir de Tribunales.

Allí cerca, Marcela, 62 años, acompañante terapéutica, entiende que la divisa estadounidense es una moneda fuerte “porque cuando sube, sube todo”, y se pregunta: “Si nosotros tenemos el peso, ¿por qué no nos manejamos con nuestra moneda nacional?”.

Daniel es cartonero y se ríe porque, en efecto, nunca ha visto un dólar, pero tiene claro que “si sube, suben todas las mercaderías” y, con la educación financiera que la calle le dio, concluye: “Estamos para atrás”.

A Paula, profesora en Administración de Empresas, el incremento del dólar la afecta de una manera bien concreta: “Al valor actual no entran ni se pueden comprar ni hardware ni software para formar aulas inteligentes”, señala y menciona dispositivos que considera indispensables para los estudiantes, pizarrones interactivos y controles y centros de monitoreo para los docentes.

Los dueños de casas de electrodomésticos, farmacias y pañaleras levantan argumentos similares, no pueden adquirir toda la mercadería que necesitan, en particular en el rubro de los medicamentos. “Las droguerías querían vendernos sin entregarnos factura, pues los precios varían en cuestión de días. Entonces no les compramos, aguantamos con lo que tenemos”, cuenta resignado Ángel, un farmacéutico de barrio.

Gabriel, un vendedor ambulante, ofrece a 100 pesos el paquete de cinco barbijos. “Es una moneda que está elevada, no sé qué más decir”, contesta frente a la consulta sobre qué es el dólar para él. El que sí sabe es Lucas, que vende repasadores en la calle: “Reniego del dólar, la gente no me compra porque sube la mercadería”, opina. Destinos, intereses diferentes, pero un mismo enemigo: la escalada del dólar, suba de precios, menos poder adquisitivo.

Entre la incertidumbre y la especulación, las corridas del dólar, y un bolsillo cada vez más flaco, Facundo, estudiante de 5º. año en un Comercial, se anima a reflexionar: “Es difícil pensar a futuro una diversidad monetaria porque el dólar es muy fuerte y genera mucha dependencia económica. Hay que pensar de qué forma esta dominación basada en el dólar beneficia a América Latina, porque las monedas nacionales se van perdiendo en el camino, y con ellas la historia política y económica de cada país. Hay que rescatar esa idea, repensar la dependencia económica y sus consecuencias”, afirma.

Para qué sirve la utopía, se preguntaba Eduardo Galeano. Siempre está en el horizonte, decía, “camino dos pasos, se aleja dos pasos, para eso nos sirve, para caminar”. Y quizás se trate de eso, quizás nos sirve para pensar, como piensa y sueña Facundo.

La ausencia del Estado mata

La ausencia del Estado mata

Una niña de 11 años, que atravesaba con su familia una situación de vulnerabilidad límite, falleció luego de sufrir desmayos en la escuela. La ausencia de una dieta hipercalórica en la vianda escolar fue denunciada por sus docentes en repetidas ocasiones, pero nunca recibieron respuesta. El lunes, la escuela organiza una marcha hacia la Jefatura de Gobierno.

Una nena de 11 años falleció este lunes luego de ingresar a la guardia del Hospital Penna tras haberse desmayado el viernes anterior en la entrada de la escuela, día en que la ambulancia nunca apareció. Hoy la familia y la comunidad educativa esperan los resultados de la autopsia y la resolución de una denuncia penal, apuntando al Gobierno de la Ciudad como principal responsable por su “ausencia y desidia que sistemáticamente vulnera los derechos de nuestres pibis”. 

La niña asistía a la Escuela Nº 11 D.E. 5 «República de Haití» de la villa 21-24 desde que comenzó primer grado. Desde entonces, debido a su situación de vulnerabilidad y la de su familia, las autoridades pidieron la intervención del EOE (Equipo de Orientación Escolar) conformado por profesionales de la educación y la salud que hacen un acompañamiento del alumnado. 

La nena recibía, bajo certificado médico, un refuerzo hipercalórico de vianda. “El refuerzo era insuficiente: un yogur, un flancito o una banana con dulce de leche”, cuenta a ANCCOM Alejandra Giusti, maestra de la escuela dentro del Programa de alfabetización “Maestro + Maestro”. El refuerzo dejó de otorgársele a la nena porque el último médico que la atendió no le diagnosticó bajo peso. “Pesaba 20 kilos. Tenía el cuerpo de una niña de 7 años”, repone la docente.

Fue recién en 2020 que finalmente el EOE solicitó la intervención a la Defensoría Zonal. La solicitud fue reiterada dos veces en 2021 y 2022. “Quienes trabajan en el EOE están en una situación de precariedad laboral importante. Hacen lo que pueden y es muy poco porque no hay una política del Estado apoyando esto”, explica Giusti. Aún hoy la escuela dice que nunca fue informada sobre alguna intervención del organismo.

El acompañamiento que la nena recibía de parte del personal docente era integral. Desde los dispositivos focalizados en su aprendizaje dentro y fuera del aula, como la gestión de turnos médicos o de sus anteojos, ropa de abrigo y almuerzo antes de entrar al aula. “Los recursos y las herramientas que debería haber proporcionado el Gobierno de la Ciudad para acompañar a la niña y a su familia, nunca fueron suficientes, y en algunos casos inexistentes”, expresaron las y los docentes en el comunicado publicado ayer. 

“Hacía días que la niña no estaba viniendo porque no tenía zapatillas y la escuela se encargó de conseguirle unas”, cuenta Giusti. El viernes 12 de agosto, la nena regresó a la escuela y en la entrada se desvaneció en los brazos de una compañera. Luego de dos llamados al SAME y una hora de espera, la niña fue retirada de la escuela. El lunes 15, ingresó en estado de gravedad a la guardia del Hospital Penna, donde finalmente falleció. Aún no se conocen los resultados de la autopsia ni si esta fue realizada efectivamente. El caso se encuentra judicializado y actualmente depende de la Defensoría del Menor.

“Esto es a causa del hambre. Por más que no esté la autopsia, lo sabemos. Vemos todo el tiempo cómo se achican los platos, cómo se saca la carne. Lo que antes era pastel de carne ahora es con lentejas. Con un discurso de nutrición insana nos sacaron el pan. Antes era una manzana ahora es la mitad, y muchas veces la fruta viene podrida”, enumera Alejandra quien siempre lleva galletitas en la mochila porque la frase que más se repite en el día es “Seño, ¿tenés un paquete de galletitas?”. “A veces les tenemos que dar la comida antes porque tienen hambre. Las galletitas no sobran nunca”. 

La comunidad educativa responsabiliza principalmente al Gobierno de la Ciudad por llevar a cabo una política de “vaciamiento de todos los organismos del Estado que durante todos estos años deberían haber actuado en tiempo y forma, garantizando la salud, el cuidado y la integridad de esta niña y su familia; así como la de tantos/as otres estudiantes que se encuentran atravesando situaciones similares en las escuelas públicas del sur de la Ciudad de Buenos Aires”, denuncian en el comunicado. 

  Giusti comenta que lo que sucedió se debe a “la ausencia del Estado y mañana pasa en cualquier escuela del barrio”. Los y las docentes están todos los días gestionando lo que sus alumnos necesitan sea ropa, turnos o materiales. “Tenemos un ropero para poder abrigar al que viene desabrigado. Todo eso lo hacemos las maestras gestionando donaciones, tomando de nuestras propias cosas. Vamos al mayorista a comprar lapices negros porque el Estado no nos da nada, ni un cuaderno. He llegado a ver un cuaderno con hongos. Imaginate la humedad con la que hay que vivir para que un cuaderno que usas todos los días tenga hongos”.

 

Por su parte, la legisladora porteña del Frente de Izquierda, Alejandrina Barry, presentó un proyecto de resolución que cita a la ministra de Educación, Soledad Acuña, a ser interpelada debido al fallecimiento de la niña. Barry señaló que la situación «se da en medio del ataque de Soledad Acuña a las familias de las y los alumnos más humildes, ya que amenaza con quitar los planes sociales a quienes no logren cumplir con el 85% de la asistencia de sus hijos e hijas».

“Hoy en la ciudad más rica del país mueren niñes porque no se destinan recursos ni hay voluntad, de parte de este gobierno para proteger las niñeces”, señalan los y las docentes en el comunicado. Giusti concluye pidiendo justicia y refiriéndose a la “fantochada del marketing” del GCBA: “la transformación no para de avanzar pero nunca pasa por nuestros barrios”. 

La respuesta desde el GCBA sostiene no haber recibido notificación del estado en que se encontraba la nena. Debido a esto, la escuela convoca una marcha que se realizará el próximo lunes hacia la nueva sede de la Jefatura de Gobierno en Parque Patricios.  

El Gobierno de la Ciudad contra los estudiantes con discapacidades

El Gobierno de la Ciudad contra los estudiantes con discapacidades

La ministra de Educación, Soledad Acuña, apeló un fallo judicial que la obligaba a presentar un plan de inclusión de las personas con discapacidad en el sistema educativo. La discriminación en las escuelas privadas.

Implementar políticas públicas para garantizar el derecho a la educación inclusiva e impedir la discriminación de las personas con discapacidad en las escuelas de gestión privada, en todo el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. De eso se trata el reciente fallo de la Justicia, que obliga en ese sentido al Gobierno porteño. Previsiblemente, la ministra de Educación, Soledad Acuña, apeló la medida.

«No hay vacante». «No trabajamos con maestra integradora». «Quizás una escuela de recuperación es mejor». Esas son solo algunas de las excusas con las que se encontraban las familias que deseaban matricular a sus hijos. Ante esta situación, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) inició en 2019 una demanda judicial contra el Ministerio de Educación de CABA, solicitando que se adopten las medidas necesarias para evitar los rechazos de inscripción por motivos de discapacidad en las escuelas privadas.

El pilar sobre el cual se sostuvo el reclamo fue la falta de control y la omisión del Gobierno porteño ante lo que consideraban un rechazo sistemático de niñas, niños y adolescentes en dichas instituciones. Así, se vulneraba el derecho a la educación inclusiva reconocido en el Artículo 24 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el cual goza de jerarquía constitucional en nuestro país desde  2014.

El pasado 23 de junio, el Juzgado Nº. 6 en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad, a cargo de la jueza Patricia López Vergara, dictó sentencia haciendo lugar al reclamo de ACIJ. En el fallo, declaró la inconstitucionalidad de la conducta omisiva del gobierno y le ordenó presentar una propuesta de política pública para garantizar el derecho a la educación inclusiva.

Belén Arcucci, coordinadora del programa Derechos de las Personas con Discapacidad de ACIJ, declaró en dialogo con ANCCOM: «Se trata de un fallo histórico que deja en claro las obligaciones del Estado y entiende el alcance del derecho a la educación de las personas con discapacidad».

Asimismo, destacó los avances que se fueron consiguiendo a lo largo del proceso judicial. Por ejemplo, a través de una medida cautelar, se obtuvo la habilitación de canales de denuncia en la página web del GCBA y la publicación de un apartado dedicado a la educación inclusiva y la normativa vigente. Sin embargo, subraya que no fue fácil de lograr ante la reticencia del Gobierno porteño, a tal punto que la Justicia tuvo que aplicarle multas a la ministra Soledad Acuña para su cumplimiento.

Varias fueron las familias que recurrieron a ACIJ a contar sus casos, en lo que consideraban un rechazo sistemático, discriminatorio y un intento de invisibilizar la problemática.  Natacha (que pidió no decir su apellido), mamá de Iñaki, brindó su testimonio en carácter de testigo en la causa. Refirió haber recorrido varias escuelas comunes para matricular a su hijo. Sin embargo, luego de algunas entrevistas, lo terminaban rechazando. Mencionó lo desgastante que es para las familias (y ni hablar para los estudiantes) someterse a contactar a varias escuelas y recibir negativas constantemente. «¿Cuánto se puede insistir? Si lo rechazan una y otra vez y finalmente lo aceptan ¿Como lo van a tratar luego?», afirmó.

Ella consideró que el fallo es un avance importante en la materia, pero que de todas formas se debe seguir trabajando para conseguir una integración entre las escuelas comunes y las especiales. «Vivimos en una sociedad donde parece que la discapacidad incomoda, hay que trabajar desde chicos para que aprendan a convivir», remarcó.

Al día de hoy, el litigio se encuentra en proceso. Luego de la apelación de la sentencia por parte del GCBA, el expediente fue elevado a la Cámara de Apelaciones para su resolución.

La FED no para de crecer

La FED no para de crecer

Finalizó la XI Feria de Editores. Cada año asiste más público y se realiza en un espacio más grande. Esta vez, no solo incluyó sellos de todo el país sino medio centenar de editoriales extranjeras.

La escritora mexicana Margo Glantz cerró la Feria de Editores.

El viernes 5 de agosto arrancó la XI Feria de Editores (FED) en el Complejo C. Art Media. Participaron 280 sellos editoriales, con charlas presenciales y virtuales junto a escritores, muchos de los cuales mantuvieron la bonita costumbre de  firmar ejemplares.  

Durante la mañana en el día de la apertura, se realizó una jornada solidaria, organizada en conjunto con la Fundación Hemocentro, Feria de Editores y la editorial Céspedes Libro, para promover la donación de sangre. Podría decirse que las y los lectores no solo llevan tinta en las venas.

Desde el año 2013, cuando se realizó la primera Feria de Editores, en FM La Tribu, donde participaron 15 editoriales pequeñas con la intención de mostrar sus libros y generar un espacio de encuentro entre lectores y editores, el evento fue creciendo en cantidad de participantes y de público. En 2018 se llevó a cabo en la Ciudad Cultural Konex, con más de 5.200 metros cuadrados, y alojó a 250 editoriales de todo latinoamérica sumando 11.000 asistentes en tres días. Al siguiente año volvió a batir récord de concurrencia con 14.000 visitantes.

Con la salida progresiva de las medidas pandémicas, en 2021 la FED fue la primera feria al aire libre donde se estima se recibió más de 16.000 personas. Este año, se triplicó el espacio debido a que las ediciones fueron variando en amplitud. Entre las 280 editoriales que participaron de la FED´22, entre 40 y 50 expositores llegaron desde exterior: México, España, Colombia, Perú, Chile, Brasil y Uruguay. En el caso de la Editorial Mirabilia, de Bogotá, esta fue su primera experiencia. Además, otros 50  sellos nacionales, viajaron más de 300 kilómetros para estar en la Feria. Desde Tierra del Fuego, Rosario, Córdoba, Mendoza, San Juan, entre otras provincias dijeron prsente. Los 360 puestos se distribuyeron por las calles internas del predio, nombradas con escritores argentinos. Así, caminamos por Hebe Huart, Ricardo Piglia, descansamos un rato en la indómita Sara Gallardo, y continuamos por Juan José Sáer, Juan Forn, Tamara Kamenszain. Cada puesto contó con su catálogo propio de libros disponible para consultar y estuvo atendido por sus propios editores,  quienes siempre van al encuentro con sus lectores. Además, se realizaron actividades en los espacios disponibles en los pisos superiores, y la terraza del complejo.

“Si lees, hay un libro para vos”, dice la consigna impresa en todos los carteles de la FED; y es cierto, cuento, novela narrativa, poesía, ensayo, filosofía, no ficción, pero también artes visuales, fotografía, libros ilustrados y diversidad de propuestas en textos infantiles, que incluyen libros en braile y sensoriales. También encontramos los llamados libros objeto, o artesanales, como Charco, editora artesanal de Berazategui. Sus libros se destacan por la impresión de las imágenes hechas con técnicas de grabado y por la forma en que se despliegan en direcciones distintas, hacia arriba y hacia los costados, con formatos no tradicionales. Las editoras Eugenia Lenardon y Laura Aluan Canselo señalan que el proceso de producción está pensado para realizarse de manera completamente manual, desde el armado de los cuadernillos, el entelado de las tapas, hasta la impresión de las imágenes, donde eligen especialmente las hojas, como una forma de potenciar los distintos lenguajes y miradas. 

No faltaron distintos tipos de fanzine, como los de Me Flipa. Se trata de un colectivo multidisciplinario de más de diez nacionalidades diferentes, que incluye artistas, ilustradores, fotógrafos, escritores, poetas, diseñadores que buscan a través de la autogestión y la autopublicación un espacio para comunicar y compartir su visión del mundo. Es el tercer año que participan de la FED.

Sobre la calle interna Tamara Kamenszain no faltó un espacio dedicado a las infancias, lleno de actividades recreativas. La Mini Fed contaba con una zona con almohadones para sentarse, relajarse y leer, con estantes bajos llenos de libros infantiles disponibles y mesas, bajo una estructura con forma de árbol. 

Escaleras arriba un buffet con café y medialunas para mojar y cerveza. Elige tu propia aventura.  Más arriba, en el entrepiso, tuvo lugar la firma de ejemplares por Peter Orner, el escritor estadounidense, seguido por el historietista, ilustrador, pintor y editor argentino Liniers. El sábado Julia Coria, Edgardo Scott, Cynthia Rimsky y Amara Moira, escribieron bonitas dedicatorias.

 Bajo el título «Deseo, realidad y escritura», conversaron el autor y psicoanalista Luis Gusmán y la escritora Paula Puebla en una de las actividades de la FED.

Se realizó la entrega del Premio a la Labor Librera que constaba de 350.000 pesos. La entrega del premio la realizó Librería El gran pez, ganadora de la edición anterior, que le pasó la posta a  Musaraña. En este sentido, Victor Malumian, cofundador de la FED, señaló que el trabajo de una librería excede ampliamente la mera venta de libros, ya que también comprende la difusión del pensamiento y la literatura, su propuesta cultural como centro de reunión y su relación con su comunidad. De esta manera, el premio funciona como una forma de aportar en problemáticas cercanas al sector.

No faltaron las charlas virtuales, ya disponibles en el canal Youtube: “Un océano de barcos hundidos”, con Tomas Litta, y las jóvenes poetas Daniela Ema Aguinsky y Nadia Sol Carmella y “¿Tiene el peronismo algo para aportar o ya fue?” con Ernesto Semán, Mariana Gené, Fernando Rosso y Cata de Elía.

Y también volvimos a las presentaciones y conversatorios en carne y hueso, entre otras:“Leer para vivir y vivir para leer“, con Peter Orner y Cecilia Fanti, “Lo infraordinario”, con Valeria Tentoni, Ana Negri, Jorge Fondebrider y “La emoción de las ideas, sobre el ensayo como práctica literaria hoy”, que estaba prevista con Eugenia Almeida, María Negroni y Betina González, pero la primera se ausentó debido a síntomas de covid. Pero lo cierto es que la caminata entre calles notables sin barbijo obligatorio sintetizó el retorno a la palabra viva. Esa que que nos hace sentir libres con  los libros. 

 

Fútbol hipócrita

Fútbol hipócrita

Violencia física entre hinchadas, complicidad institucional, discriminación en los cánticos naturalizados, violencia de género de los jugadores silenciada por las dirigencias, comisiones feministas que no alcanzan a modificar los hábitos. Todo es posible en el ambiente del fútbol porque lo que importa es el negocio.

El fútbol en Argentina es uno de los pocos espacios donde todo tipo de violencia está permitido, tanto entre las propias hinchadas que se llegan a matar entre sí, como del público hacia los jugadores, con cánticos y hasta amenazas, o de los propios jugadores hacia las partes más débiles de toda la trama, las mujeres, tanto jugadoras como fans o parejas de los deportistas. Todos de una manera u otra terminan siendo justificados, lo que habilita la continuidad y las sagas.

“El fútbol en la Argentina es una arena privilegiada para el análisis de la formación de la identidad nacional y la construcción de masculinidades” escribía Eduardo P. Archetti en 1994. El fanatismo argentino por el fútbol tiene varios componentes entre los fervientes deseos de ver a un equipo ganador. Entre cánticos, festejos y emociones, también se ve como un espacio de lucha, donde se materializa la violencia en todos sus aspectos, desde sus canciones homófobas, transfóbicas y machistas, hasta llegar a la muerte por los colores de la camiseta. Esta situación fue motivo de múltiples estudios sociopolíticos para lograr comprender sus causas, ya que es el único espacio “que aprovechándose de la masividad que involucra y la impunidad que sienten los hinchas, lo que logran percibir es que ahí se puede decir cosas, que en otros ámbitos no encuentran otra forma de expresarse”, explicó Julián Martínez, integrante del Observatorio de Discriminación en el Deporte, en conversación con ANCCOM.

La impunidad no es una cuestión excluyente de la hinchada. Sebastian Villa jugador de Boca, pese a tener un proceso judicial abierto por abuso sexual y tentativa de homicidio, fue autorizado a viajar para jugar la Copa Libertadores en Brasil. Por lo contrario, Harrinson Mancilla jugador del Club Atlético Sarmiento, estalló en llanto cuando la hinchada de Platense le gritaba comentarios racistas y xenófobos al retirarse de la cancha por una lesión en el brazo; “Me insultaron, pero no veo una razón más allá de la euforia del momento” aclaró, demostración patente de que el ambiente es tan permisivo que las propias víctimas justifican la violencia porque la tienen naturalizada. Así fue como la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) resolvió no sancionar a Diego Guacci, a pesar de ser denunciado por acoso sexual y abuso de poder por cinco jugadoras menores de edad, actualmente entrenador de las inferiores de Defensa y Justicia de futbol femenino.

El 11 de julio falleció Joaquín Coronel, un hincha de 18 años de Luján, tras ser baleado minutos antes del partido de la cuarta fecha de la Primera C. Lo que había parecido una pelea espontánea, terminó siendo un acto planificado y adrede por la barrabrava de Leandro N. Alem. Entre los implicados se encuentran los hijos del presidente del club, Ariel y Mariano González, dos de los cinco prófugos, entre ellos los autores intelectuales. La fiscalía ya tiene probado que salieron armados en siete autos y camionetas desde la sede de Alem, y la Justicia pidió la captura nacional e internacional de los mismos. Y como paradójico, su madre, Graciela Mingorance, es Directora de la Casa de la Justicia y su hijo, Ariel González, ocupaba el cargo de Secretario de Transporte de General Rodríguez, una demostración de los vínculos del club con el municipio.

El racismo, la xenofobia, el antisemitismo, la homofobia, el machismo, son temáticas completamente presentes todos los días en la cancha, que se reflejan en sus cantos. Algunos ejemplos conocidos son: “Ya todos saben que la Boca está de luto, que son todos negros putos de Bolivia y Paraguay”. También, “Vos vas a cobrar River, sos un cagón, esos no son los Borrachos, son los putos del tablón. Quiero quemar el gallinero, que se mueran los cuervos y la guardia imperial”, donde se suma la apología a la violencia . “Ahí viene Chaca por el callejón, matando judíos para hacer jabón» haciendo referencia a Atlanta, un club de origen judío en Villa Crespo. “El lobo está caliente, el lobo es comilón, el lobo tiene Sida se lo coge el león”, y burlando de las enfermedades estigmatizadas. “Escuchen, corran la bola: se hicieron putos los negros de Casanova. Qué lindo es, vamos a coger allá en los ranchos cerca de la Ruta 3. Los negros llegan de noche y se visten de mujer, para hacer un par de pesos, porque tienen que comer”, entre tantas otras.

Frente a esto, se suma la complicidad de los medios de comunicación, ya sea silenciando o avalando hechos, como fue el caso de Martín Arévalo, en Radio La Red, cuando defendió a Villa después de la denuncia al decir que “ahora cada vez que Sebastián Villa quiera salir o quiera ir a bailar y tome una decisión de estar con una persona y esa persona no tenga buenas intenciones le van a golpear la puerta para hacer un problema». A pesar de algunas agrupaciones que buscan la igualdad, como es el caso de Fútbol Feminista donde las hinchas se unieron en búsqueda de una perspectiva de género en estos espacios, nadie se pronuncia para modificar la situación, ni los medios de comunicación, ni los dirigentes, ni los hinchas. Hasta los propios jugadores avalan todo tipo de discrminicacion producida a pesar de verse muchas veces vulnerados por estas dinámicas. “Los clubes tienen que entender que son un órgano dentro de la sociedad, tienen un rol social por lo tanto tienen una responsabilidad.” aclaró María Eva Fernández, de River Feminista, a ANCCOM.

Sin embargo, algunos clubes tomaron decisiones como es el caso de Vélez, quien ha sido pionero en la implementación de un protocolo con una cláusula en la cual al firmar contrato los jugadores queda asentado que frente a una denuncia por violencia de género, discriminación, hostigamiento y abuso o acoso sexual pueden quedar fuera del club o el club pueden mantenerlos al margen. “Que haya una cláusula está bien, el avance está bien, por eso nosotras pedimos que AFA exija una cláusula en todos los clubes, que todos la tengan. Como fue en el caso de Villa, lo que esperábamos era que apartara al jugador hasta que se sepa lo que pasó. Y solo lo pusieron de titular, sin ningún gesto de entender la situación, o que queres acompañar el movimiento y no estar amparando a un posible abusador”, dijo Carolina, de San Lorenzo Feminista.

Con ciertos gestos como fue el 13 de abril, donde Racing entregó el primer carnet de “socie” a una persona no binaria, o mediante la celebración el 8 de octubre de 2021 del primer aniversario de la Ley Micaela en el deporte en el predio de AFA, o algún rinconcito en un club para un área de género y diversidad, encubren una realidad que es la violencia machista del futbol. “No sirve solo con que pongas un departamento o que pongas personal que trabaje, sino que tiene que haber una voluntad política dentro del club”, informó Denise Gaccio de Independiente Feminista a ANCCOM. “Con una cultura patriarcal instalada en todo, en los clubes se ve más. Los clubes tienen tradicionalismo, por eso nosotras exigimos que haya más representatividad en cuestiones sociales porque hay un 5% o un 0% de mujeres en las comisiones directivas y cuando ocupan lugares no se les da el lugar que corresponde, no se les da el espacio, no se las escucha. Es como si el feminismo hubiera avanzado un montón en estos años y hubiera quedado un espacio sin cubrir, menos este.” Y mientras el feminismo avanza, pareciera haber ciertos espacios que se mantuvieron intactos, entre ellos el fútbol, pero al nombrarlo de esa forma de quitarle responsabilidad a quien son partícipes de estos actos. “Tiene que ver con la cancha, además del fútbol, en la cancha vale todo, salgo de la cancha y vuelvo a ser una persona normal, pero dentro de la cancha soy inmune.” Comenta Denise.

Una de las más notorias diferencias que se da en Argentina es el formato de financiación, donde en mayor proporción, casi un 50%, es por sus simpatizantes, con la venta de entradas. Al contrario, en otros países, como en Europa o Brasil, pesan más los derechos de TV, el marketing y los sponsors. Aplicando en nuestro caso los valores de la democracia, el que gobierna un club o un país, sabe en algún punto que su base de poder y sus votos, están en los socios y sus seguidores, por eso mismo, cuando se dice que los hinchas se creen dueños de los clubes tiene cierta certeza. Ahí el dirigente o la dirigente, sabe que muchas veces gobierna mirando el diario, mirando las encuestas o mirando las redes sociales, sabiendo que tomar decisiones ya sea limitando a un hincha, prohibiendo ciertos actos o tomando cartas en el asunto frente a una denuncia puede condicionar directamente su lugar.

Por esto mismo Julián Martínez, integrante del Observatorio de Discriminación en el deporte, en conversación con ANCCOM explicó como “es una ventana para ver ciertas cuestiones sociales. La masculinidad y la forma de ser de los varones está más fuerte que nunca y está plasmada en lo que un hincha entiende como un hincha. Los hinchas nos muestran, que una de las formas de tener una identidad es mediante la violencia hacia un otro, una violencia simbólica y a veces física. Por algo el ámbito del deporte es donde hay mayor presion a asumir la homosexualidad, estadisticamente no puede ser que haya jugadores profesionales que no lo sean, pero saben que no les conviene porque el ámbito sigue teniendo mucha resistencia. Y nos enseña que es lo que la sociedad nuestra entiende como vergonzante o algo insultante. Las hinchadas cuando intentan denigrar al contrario no recurren a cualquier categoría, sino que recurren a categorías referidas a la nacionalidad, a la religión, a la condición social, al género, a la orientación sexual. Todas disidencias de modelos de normalidad que dicen que hay que ser varón, joven, blanco, católico, con buen poder adquisitivo, todo ese modelo de normalidad cuyas disidencias aparecen para avergonzarse.”