Un paro docente contra la destrucción de la universidad

Un paro docente contra la destrucción de la universidad

Este martes habrá clases públicas y el miércoles cese de actividades debido al congelamiento presupuestario y al deterioro salarial que sufren los profesores desde que asumió Milei. «Somos los trabajadores que más perdimos, estamos aún peor que el empleo informal», señalan los gremialistas.

A un año de la multitudinaria marcha federal universitaria, los gremios docentes universitarios convocan a un paro nacional de 48 horas. El principal motivo de la medida de fuerza se centra en la emergencia salarial que atraviesan los docentes y no-docentes de las universidades públicas nacionales de todo el país. La situación se agrava aún más ante la falta de convocatorias a negociaciones paritarias y por el congelamiento del presupuesto.

“La docencia universitaria y el campo de la investigación científica están atravesando uno de los peores momentos de los últimos cuarenta años; tanto en relación al brutal ajuste a través de un presupuesto que está congelado hace dos años con algunas partidas que no alcanzan ni siquiera a cubrir lo más elemental, junto a los salarios que se han desplomado”, declaró Santiago Gándara, Secretario de Prensa de la Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires en diálogo con ANCCOM, y agregó: “La situación es crítica a tal punto que estamos advirtiendo el hecho de que muchos docentes e investigadores dejan sus puestos de trabajo. Renuncian para buscar otro trabajo o en otras universidades privadas en las que pueden obtener un pequeño salario mejor o cambian directamente de actividad”.

Luis Tiscordia, Secretario Gremial de CONADU Histórica mandato cumplido el pasado 8 de abril, advirtió que “La investigación está al borde de la parálisis. Los proyectos de docencia que estamos llevando adelante los estamos tratando de mantener con nuestros propios fondos personales porque la financiación está completamente deprimida. En muchas facultades se interrumpen investigaciones porque no hay fondos. Yo soy docente en la Facultad de Agronomía de la UBA y todo lo que es salidas al campo, que implican traslados en vehículos. se tuvo que suspender por falta de fondos para sostenerlas”.

Pablo Perazzi, Secretario General de FEDUBA, afirma: “Nosotros somos de todos los sectores asalariados, los que más poder adquisitivo perdimos. Esto incluye a los trabajadores informales, es decir, perdimos más que ellos”. En esa misma línea, su compañero Darío Capelli, Delegado General de la Comisión Interna de FEDUBA Sociales, agrega: “El salario de los docentes y no-docentes universitarios desde el inicio del gobierno de Milei quedó ochenta puntos por debajo de la inflación acumulada. Es decir que mientras la inflación aumentó de manera acumulada alrededor de un 190%, nuestro salario aumentó alrededor de un 110%. Ochenta puntos por debajo, en términos de poder adquisitivo del salario representa aproximadamente una pérdida de más del 30%”.

“Vamos al paro no solo por una cuestión de números, esto tiene que ver también con la concepción que este Gobierno tiene sobre la educación superior: totalmente mercantilista, elitista, desea que sea para unos pocos y que esté puesta al servicio de las grandes corporaciones”, subraya Perazzi, quien comenta también que hicieron coincidir el paro con el primer aniversario de la gran marcha federal universitaria.

“Hace un año, logramos empezar a limitar la embestida diaria que hacía el Presidente y su pandilla respecto de lo que era la universidad, que según ellos era un lugar de adoctrinamiento, nosotros éramos ideólogos y la sociología era una mancha roja. Lo siguen pensando, pero no están diciendo todo el tiempo como lo hacían antes de la gran marcha universitaria que les demostró que la universidad pública es considerada un derecho, no solo por docentes y estudiantes, sino también por las familias de unos y de otros”, expresó Santiago Gándara (AGD).

“Probablemente, la del año pasado va a ser recordada de acá a cincuenta, sesenta, setenta años como la marcha más importante que llevó a cabo la universidad. Probablemente, el 2024 sea recordado como el año de la lucha universitaria”, agregó Capelli y además destacó a la unidad gremial como un aspecto fundamental para que se convoque a las movilizaciones, ya que justamente esas manifestaciones generaron que el pueblo en su conjunto se sienta interpelado por la problemática y salga a bancar y defender como propio el derecho a los estudios universitarios”.

FEDUBA y la CONADU, y todas las asociaciones de base de la CONADU, llevarán adelante un paro nacional de 48 horas que iniciará este martes 22 con clases públicas y el miércoles 23 paro sin concurrencia a los lugares de trabajo y con movilización al Congreso para acompañar el reclamo de los jubilados. Además, en su plan de lucha también está incluido adherir a la movilización convocada por la CGT para el 30 de abril. Todo esto con miras a construir en la segunda quincena de mayo una nueva marcha universitaria que aún no se sabe si va a ser antes o después de las elecciones en CABA.

Por su parte, la AGD realizará el paro de 48 horas del 22 y 23 de abril con clases públicas y actividades de visibilización. “Nosotros planteamos la necesidad de un plan de lucha que sea sistemático: medidas de fuerza aisladas no sirven para nada. Tenemos que retomar el camino de la movilización. No se trata solo de una mirada nostálgica de decir que hace un año hicimos esta movilización, sino que se trata de volver a poner todo, todo, todo, para que esa movilización vuelva a ser muy grande”, señaló Gándara.

Capelli también reflexiona : “A partir de la marcha del año pasado, se logró algo muy valioso: la adhesión social producto de la fuertísima visibilidad que tuvo el conflicto universitario y producto de que la propia sociedad argentina acogió en su corazón al sistema universitario nacional”.

“Entendemos que todos tenemos que salir a defender la educación y es lo que vamos a hacer estos días. Por eso, el 23 es un paro nacional que conmemora esa marcha y debemos nuevamente decirle a la sociedad tenemos que salir a defender la universidad pública porque lamentablemente estamos bajo un gobierno que está empecinado en destruirla”, concluyó Tiscornia.

 

Jóvenes y trabajo en negro

Jóvenes y trabajo en negro

En Argentina más de la mitad de los jóvenes trabaja en la informalidad. El fenómeno no solo afecta su estabilidad laboral sino que pone en jaque su futuro y la sostenibilidad del sistema previsional. ¿Qué factores impulsan esta tendencia y cómo impacta en la economía del país?

Un 37% de las personas ocupadas en la Argentina trabaja en negro, según el último informe de la Distribución del Ingreso del INDEC. Cinco millones de los dieciocho millones de trabajadores argentinos están empleados bajo relación de dependencia pero no tienen ART, aportes jubilatorios y la garantía de obtener vacaciones pagas y aguinaldo.

Estas estadísticas empeoran al poner el foco en los trabajadores más jóvenes: según un informe de la Secretaría de Trabajo de la Nación, el 57% de los trabajadores de entre 18 y 24 años se encuentra en condiciones de informalidad. ¿Cómo se interpreta esta profundización generacional del fenómeno?

Los jóvenes en particular “son el grupo más vulnerable en términos de inserción e informalidad laboral», afirma Matías Maito, politólogo y director del CETyD (Programa de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo) de la UNSAM. Algunas de las explicaciones posibles son que los jóvenes suelen cambiar de trabajo con frecuencia, que cuentan con poca experiencia “y la suma de estos factores hacen que muchos empleadores consideren que su productividad no justifica el costo de tenerlos en blanco”.

Blanco sobre negro

A menudo se justifica la gran cantidad de trabajo no registrado con la idea de que los empleados informales ganan más «en mano». Se piensa que los empleadores les pagan un salario más alto por lo que “ahorran” o que estos trabajadores complementan sus ingresos con planes sociales, como la AUH o pensiones por discapacidad. Sin embargo, esta idea es errónea: los trabajadores registrados ganan, en promedio, mucho más que los informales. De hecho, en el tercer trimestre de 2024 y según el INDEC, el salario promedio de los trabajadores registrados fue de $781.652, mientras que el de los informales fue de $315.720, casi un 60% menos.

Entonces, ¿cuáles son los incentivos para la informalidad laboral? Aunque muchos la categorizan como “Pan para hoy, hambre para mañana” hay casos en que se promueve.

María Fernanda es un ejemplo de estas situaciones no tan excepcionales. Ella tiene 23 años y renunció a su trabajo “en blanco” en una inmobiliaria para poder operarse la mandíbula. Trabajaba en relación de dependencia y de manera registrada, lo que le permitía acceder a todos sus derechos laborales, incluida una obra social.

«Sigo trabajando en la misma empresa, la misma cantidad de horas y con casi los mismos beneficios como aguinaldo, vacaciones pagas y licencia médica, sólo que ahora no tengo los aportes jubilatorios», explica. ¿Por qué prefirió eso? María Fernanda ya había iniciado el proceso para una operación, se había hecho todos los estudios y hasta tenía la fecha de la cirugía confirmada, pero cuando estaba gestionando los últimos trámites para los materiales quirúrgicos a través de su obra social laboral, descubrió que no le cubrirían los gastos.

La única alternativa para poder operarse era renunciar a su empleo registrado y volver a figurar como estudiante desempleada, para que la obra social de su papá, que es analista de software, la cubriera nuevamente. No le costó mucho tomar esa decisión, ya que el departamento de Recursos Humanos de su empresa le garantizó que “podría volver a estar en blanco cuando lo deseara». Sin embargo, por el momento, y para evitar tener que pagar las consultas médicas postoperatorias, prefiere seguir trabajando de manera no registrada.

Para Maito “no hay ningún incentivo real para trabajar en blanco, porque no se realizan los aportes a la seguridad social y no tenés protección si te ocurre algún accidente laboral” y coincide con María Fernanda en que, “las personas que trabajan en negro no lo hacen porque tengan algún incentivo” o porque en verdad lo prefieran, “sino porque no tienen oportunidades mejores”.

Teresa tiene 29 años, un hijo de 9 y es mesera. Ella cuenta que “en su momento”, hizo la cuenta y “no me convenía estar en blanco porque iba a dejar de figurar como alguien sin aportes y no iba a poder cobrar la AUH (Asignación Universal por Hijo)”. Su compañero de trabajo, Lautaro, de 22, tampoco quiso la formalidad “por sí el día de mañana entro como playero en la YPF”. De esta manera evitaba los trámites de renuncia que podrían retrasar un trabajo en blanco que, aunque exigente, permite muy buenas condiciones laborales.

Se cae el sistema

Este tipo de situaciones, aunque comunes entre los jóvenes, no solo afectan a los trabajadores individuales, sino que también ponen en riesgo a un sistema previsional que ya es sumamente deficitario. El sistema de jubilaciones en Argentina es de reparto, es decir que los aportes de los trabajadores activos financian los haberes de los jubilados. Si la informalidad sigue creciendo y gran parte de las personas económicamente activas continúa sin hacer aportes, entonces el sistema previsional se seguirá volviendo cada vez más ineficiente.

“Los trabajadores no registrados sí contribuyen a estos sistemas, porque pagan impuestos”, aclara Cirmi Obón, economista y presidenta de la asociación civil Futuros Mejores. “En todos los países del mundo, como la cuenta de los sistemas previsionales no da porque gastan más de lo que recaudan, las jubilaciones se terminan financiando con impuestos generales”. Esos impuestos generales son regresivos, como es el caso del IVA, y por eso “pesan más en el bolsillo de quienes menos tienen. Insisto: los pagamos todos, incluidos quienes no aportan a la seguridad social”, cuenta.

La tendencia a trabajar en negro responde a los desincentivos empresariales que trae tener un empleo registrado: las cargas impositivas a los empresarios y los aportes jubilatorios reducen la ganancia, pero su reducción también pone en riesgo el acceso a la jubilación de estos jóvenes en el futuro, especialmente en este contexto en el que se eliminó el sistema de moratorias. Pero el Estado también tiene un rol, porque desde hace tiempo que “tiene grandes dificultades de fiscalización y no consigue que el trabajo registrado sea una prioridad”, explica Maito.

Es común escuchar el reclamo empresarial por una reducción de las cargas laborales argumentando que eso permitiría un aumento en el empleo en blanco. Sin embargo, la experiencia histórica indica que el empleo crece junto con la economía y desciende durante las crisis independientemente de las condiciones laborales. “De hecho, la ONU, en un documento de 2024, recomienda a las naciones que no se pongan a bajar estos impuestos”, cuenta la economista.

Cirmi Obón, pensando en el camino a recorrer, aclara: “Un desafío que tenemos por delante es ampliar la noción de contribución, pensar que la cuenta del Estado es una sola y modificar los sistemas jubilatorios para que contemplen cómo se va modificando la vida de las personas mayores, la diversidad del trabajo”; y, se podría agregar a esta lista, la situación de más de la mitad de los trabajadores jóvenes de la Argentina. Porque, como dice Cirmi Obón, “el trabajo no solo hoy es, en gran parte, informal sino que histórica y globalmente ha sido más informal que formal”.

La prevalencia del trabajo en negro entre los jóvenes refleja una serie de desafíos estructurales, tanto en el mercado laboral como en las políticas públicas. Aunque la informalidad parece ofrecer una solución a corto plazo para quienes no encuentran alternativas, no es sostenible, especialmente en un sistema previsional que depende de la contribución regular de los trabajadores. Para cambiar esta situación, será necesario que el Estado ajuste las leyes laborales, y mejore la fiscalización, lo cual será clave para enfrentar los desafíos económicos del futuro. Pero también, es necesario el crecimiento económico, ya que es el índice que más se corresponde con el aumento del trabajo registrado.

“Estamos de pie y luchando”

“Estamos de pie y luchando”

Ante el ataque y el ajuste del gobierno de Milei, investigadores del CONICET realizaron una jornada en defensa del sistema científico argentino, que incluyó charlas sobre diferentes temas y puestos para que chicos y grandes jueguen y aprendan.

Con elecciones legislativas cercanas, es sábado por la tarde y al Parque Rivadavia lo bordean grupos de jóvenes que ofrecen boletas partidarias. Algunos peatones las aceptan, otros las ignoran y siguen camino por la ruidosa vereda junto a la avenida. Al subir la escalinata para adentrarnos en el parque, el panorama se cubre de un tono festivo.

Rodeando a un Simón Bolívar de cinco metros y medio, figura emblema de la emancipación hispanoamericana, se realiza el festival “Ciencia de la A a la Z”, de la A de ARSAT a la Z de Zika. Al otro lado del monumento, sobre una tarima de piedra como escenario, por los parlantes se oye que «en este Cienciapalooza está saliendo el sol, lo mejor que podía pasarnos esta tarde», en la que estaba pronosticado lluvia.

Entre la muchedumbre que deambula se destacan algunas remeras negras que dicen “No a la destrucción del sistema científico” y de fondo, atada entre los árboles, una larga bandera argentina flamea que deja leer la misma frase más otra: “En defensa de la ciencia argentina. No al recorte del presupuesto”.

Algunos se sientan frente al escenario para escuchar distintas voces que toman el micrófono. Entre ellas, la del ex combatiente de Malvinas Germán Bonanni. “¿Buscamos venganza? Absolutamente no, buscamos dignidad”, afirma y lo aplauden. Entonces recalca la importancia de la Ley de Tierras y la necesidad de tener soberanía para ser un pueblo libre. “Para el resto del mundo, nuestro país es un diamante en bruto”.

Mientras tanto, muchos recorren los stands del festival donde hay propuestas didácticas del CONICET, de las facultades de Ciencias Exactas y Naturales, Filosofía y Letras, y Ciencias Sociales de la UBA, de editoriales independientes, y otras. Niñas y niños se agolpan ante un murciélago suspendido en resina, y también ante una mesa de juegos de lógica que los adultos observan atentos, escudados tras sus hijos.

En otra mesa, se exhiben un molar de oso perezoso y una almeja fósil que convivió con los dinosaurios, mientras un muchacho casi recibido de paleontólogo explica el método de datación relativa: un ordenamiento de fósiles desde los más antiguos a los más modernos, por ejemplo, teniendo en cuenta si fueron encontrados en estratos más profundos o más elevados.

Entonces desde el escenario se oye la voz de una mujer que declara fundamental “poder sostenernos, a partir de muestras de solidaridad, contra el gobierno de Milei, el ajuste y el protocolo represivo de Bullrich”. Al finalizar su discurso, se sortean tres libros y el primero, escrito y dedicado por Martín Kohan, lo gana contenta una mujer cana con un mechón rosa que le cubre la frente.

Más tarde, toman la palabra dos representantes de ATE CONICET (Asociación Trabajadores del Estado del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), y en todo el parque resuena el término “gobierno anticientífico”, en una breve, pero contundente, alocución: “No hay recursos, nuestros salarios cayeron más del 35 por ciento y hoy lamentamos la pérdida de 1300 puestos de trabajo en el CONICET. Actividades como esta sirven para dar pelea. Para defender la producción científica argentina es que estamos de pie y luchando”.

La persecución ideológica avanza

La persecución ideológica avanza

Al vaciamiento, la precarización y los salarios de indigencia en medios y organismos públicos, el Gobierno de Milei suma ahora los despidos por razones políticas de profesionales de la comunicación.

Fabián Waldman, Natalia Maderna y Kaloian Santos. Foto: Gentileza Kaloian Santos. 

La periodista y locutora Natalia Maderna fue despedida sin causa de Radio Nacional tras 17 años de trabajo. El fotógrafo Kaloian Santos, autor de las imágenes con las que se pudo identificar al gendarme que hirió de gravedad a Pablo Grillo, fue desafectado de la Secretaría de Cultura de la Nación, donde se desempeñaba desde 2012. Ambos casos, sumados al del periodista Fabián Waldman, despedido de Diputados TV, despertaron la indignación de sus colegas, que denuncian una persecución ideológica en los organismos comunicacionales del Estado.

“El jueves 3 de abril llego a la radio, saludo a la gente de seguridad que está en recepción y cuando estoy acercándome al molinete me vuelven a llamar y me informan de que no me podían permitir el ingreso. Así fue como me enteré que la empresa había prescindido de mis servicios”, relató Natalia “Natu” Maderna. Se trata de la primera empleada de planta permanente echada en 30 años en la radio. “El despido fue violento”, subrayó.

Maderna sumaba ya 17 de trayectoria en la emisora, donde se ha destacado como conductora y relatora. En 2022 se convirtió en la primera mujer en narrar un partido de un Mundial en la historia de la radio. Actualmente conducía un programa matutino en Nacional Rock, aunque este había sido levantado el martes 31 de marzo. “El lunes 30 Pablo Valente (director de la radio) me informa que quería tener una reunión conmigo antes de que el programa arrancara. El martes, recién cinco minutos antes de que empiece, me dijeron que se levantaba”, repasó. Lo que aparentaba ser una decisión artística tomó un giro drástico apenas dos días después.

Sin embargo, el detonante del despido parece ser lo ocurrido a comienzos de esa semana cuando Maderna empezó a conducir el programa No es lo mismo en el streaming ViBra, financiado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. La periodista recalca que para sus colegas y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) “el comienzo del streaming tuvo que ver” y además agregó: “El lunes 30 empiezo el programa de ViBra hasta las 18.30 y a las 19 me llega el mensaje de Valente pidiendo hablar, media hora después. En ningún momento me dijeron que era una persecución ideológica, pero mis compañeros dicen que si tiene cola, cuatro patas y ladra es un perro”.

Con una expresión parecida, “dos más dos es cuatro”, describió su despido Kaloian Santos: “El lunes 31 estaba en la oficina en el CCK (actual Palacio Libertad) y sobre las 19 me llama la directora de prensa, María José (Pérez Insúa), para decirme que que mi contrato no se iba a renovar. Cuando yo le pregunto qué había sucedido me dice que la orden venía desde arriba”. Su repentino cese, que se hizo efectivo el 1° de abril, lo sorprendió, ya que si bien su vínculo finalizaba ese día, en realidad se trataba de un error burocrático: “El contrato me lo tenían que haber hecho durante un año y en enero me lo hicieron solamente por tres meses. Cuando reclamé me dijeron que había habido una confusión y que no me preocupara, que en abril automáticamente me lo renovarían hasta diciembre”. Todo parece indicar que la decisión de dejarlo sin trabajo fue tomada a partir de su labor el 12 de marzo.

Aquel día, en medio de la represión en la marcha por los jubilados en los alrededores del Congreso Nacional, el lente de Santos captó al cabo Guerrero. El gendarme fue identificado como el autor del disparo de la granada de gas que hirió gravemente al fotoperiodista Pablo Grillo. Santos ofreció sus instantáneas a Mapa de la Policía, quienes gracias a su trabajo pudieron reconstruir el hecho. “Esa foto fue la gota que rebalsó el vaso porque tuvo mucha repercusión, al igual que otros trabajos míos en marchas”, analizó. Unos días más tarde, la Secretaría de Cultura, órgano comandado por Leonardo Cifelli bajo la órbita de Karina Milei, decidió desafectarlo: “Nunca me dijeron que no les gustaba mi trabajo o que era un ñoqui, no tenían justificación alguna. Ellos dicen que es por una reducción de plantilla, pero fue tan reducido el personal que solo me echaron a mí”.

El despido de Fabián Waldman de Diputados TV fue informado por el propio periodista en el streaming Blender. Según Waldman, fue la mano derecha de Santiago Caputo, Santiago Cosimano, quien le dio la noticia en pleno recinto, con el argumento de que él era una persona “muy expuesta en las redes” y que ellos “debían proteger al Presidente, a Karina (Milei) y a Martín (Menem)”. La figura de Waldman cobró relevancia a partir de sus cruces con el vocero presidencial Manuel Adorni, muchos de ellos virales, y a raíz de esto se trata de uno de los comunicadores más mencionados y atacados por los principales funcionarios del Gobierno y sus seguidores.

Los tres despidos causaron conmoción en el ámbito periodístico y una ola de solidaridad entre colegas. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) manifestó su preocupación a través de su secretario general, Rodolfo Aguiar, que resaltó que “el recorte del Estado pasó a otro nivel” y que “ahora los despidos que se llevan adelante son ideológicos”. “Arrasan con todos los derechos laborales pero también con las garantías constitucionales”, que incluyen el derecho a la información y la libertad de expresión, puestos en jaque tras la ofensiva del Gobierno contra los medios estatales y sus comunicadores.

“Los rotos” dan batalla contra los despidos

“Los rotos” dan batalla contra los despidos

Trabajadores de la fábrica del neumático Fate se encuentran en plan de lucha, luego del despido de 30 trabajadores, tras una consulta compulsiva sobre nuevas condiciones laborales.

La gerencia de la empresa Fate irrumpió en la fábrica durante la noche del viernes 28 de marzo, con una planilla, preguntando a cada trabajador si querían aceptar o no un cambio en las condiciones y el sistema de trabajo. “En teoría, si decías que no, no te iban a despedir, pero ‘iban a ver si contaban con vos’, prácticamente te están diciendo que te van a despedir”, afirma Hernán Minguez, activista sindical que fue delegado de base años atrás. Al día siguiente, sábado, la empresa comenzó con los despidos.

Cinco trabajadores del turno mañana fueron informados en la puerta de la fábrica sobre su desvinculación. Inmediatamente, se votó en la asamblea un paro de 24 horas. El domingo, los trabajadores recibieron mediante la aplicación de la empresa Humand una comunicación reafirmando su voluntad unilateral de avanzar con los cambios en el sistema de trabajo. Ante esa situación, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) llamó a extender el paro y convocó a una asamblea para el lunes. En la asamblea, se votó la continuidad del paro de actividades hasta el martes 1 de abril y luego desde el jueves 3 de abril hasta el viernes 4. Ese lunes, los trabajadores se movilizaron hacia Márquez y Panamericana exigiendo la reincorporación de los despedidos.

“El despido mío fue el martes a las 10 de la noche, en el momento en que estaba por entrar a trabajar. En el interín del sábado al martes me dijeron que se había filtrado la lista y que yo estaba ahí, pero hasta que no llegué esa noche a la puerta de la fábrica no me entregaron el telegrama”, relata Minguez. Al momento, ya son más de treinta los despedidos durante la última semana, que se suman a los 97 desvinculados en mayo de 2024.

Más trabajo, menos trabajadores
Los trabajadores de Fate se desempeñan en tres turnos (mañana, tarde y noche) que son rotativos y funcionan de acuerdo al sistema americano: siete días de trabajo por dos días de franco. Desde principios del 2024, Javier Madanes Quintanilla, dueño de la empresa, busca imponer un cambio del sistema de trabajo y una reducción de los puestos. “En principio quieren cambiar el sistema de horarios. En vez de 7 x 2 , quieren implementar un sistema de 6 días de trabajo por 1 de franco. O sea, menos días de descanso por la misma plata”, afirma Minguez. Este sistema, también eliminaría el turno de los domingos. Además, los trabajadores afirman que estos cambios buscan afectar mejoras de las condiciones laborales que son parte del convenio, como los premios por producción, los horarios del comedor, los descansos y los trabajos definidos por sector.

“La cuestión central que vemos todos en este cambio de sistema es que implica por un lado eliminar un turno y por el otro menos días de descanso, son 15 días de descanso que se pierden. Que trabajemos 15 días más al año por el mismo salario es un negocio bastante grande para Madanes”, afirma Victor Ottoboni, trabajador de Fate. “Desde el año pasado Madanes quiere reducir la cantidad de trabajadores y empezó en mayo con 97 despidos, al mismo tiempo, presentó un Proceso Preventivo de Crisis a la Secretaría de Trabajo de la Nación, donde además de estas modificaciones en el sistema, detalla que quiere despedir 280 trabajadores más”, relata Ottoboni.

El Proceso Preventivo de Crisis permite a las empresas que demuestren tres o más balances anuales negativos, indemnizar a sus trabajadores por el 50% del monto que les corresponde por ley. A mediados del 2024 Fate presentó el pedido del Preventivo de Crisis pero no obtuvo el aval de la Secretaria de Trabajo, ni tampoco del Sindicato y los trabajadores. “La supuesta crisis que dice que tiene Madanes no la pudo comprobar”, afirma Ruben Alegre, uno de los trabajadores despedidos en mayo del 2024. “Incluso con un Gobierno pro patronal no ha podido aprobar el preventivo de crisis, por una sencilla razón: no abren los libros de contabilidad. Presentan alguna fotocopia diciendo que bajó la rentabilidad pero no tienen forma de demostrar que perdieron ganancias”.

En octubre del año pasado, SUTNA convocó a una asamblea para votar por un nuevo acuerdo al que la dirección del sindicato había llegado con la empresa, donde se modificaban algunos aspectos del plan de cambios del sistema de trabajo que Fate había presentado en el Preventivo de Crisis. Tanto en octubre como en noviembre, la votación fue negativa. “A partir de ahí la patronal siguió con la política de ‘arreglos’ que consiste en generar un clima de incertidumbre dentro de la fábrica, hacer correr rumores de que la fábrica va a cerrar, bajar los niveles de producción más de lo que se necesita, generar un clima de temor y al mismo tiempo ofrecerle a muchos compañeros una indemnización para que se vayan”, afirma Ottoboni. Y aclara que “llamaban a los compañeros que supuestamente estaban en una lista de despidos y les decían que si no aceptaban un arreglo iban a ser despedidos e iban a recibir el 50% de la indemnización porque la empresa estaba en crisis”.

Por su parte, Alegre afirma que “esos arreglos voluntarios de voluntarios no tienen nada, porque son bajo apriete. Se amenazó a compañeros con que iban a recibir la mitad de la indemnización y lamentablemente eso caló hondo. Hubo más de 300 acuerdos”. En tanto, Minguez dice que están “resistiendo a un sistema flexibilizador que Fate busca imponer”. A su criterio, “estos últimos despidos fueron un golpe claro para romper la moral de los compañeros que están adentro para que acepten los cambios que quiere la empresa”. El trabajador despedido el pasado martes ilustra su argumento relatando lo ocurrido el día 28 en las inmediaciones de la empresa: “El viernes, el último día que trabajé, la gerencia se fue a las dos de la mañana, porque estuvo pasando con la planilla viendo quien firmaba y quien no. Inclusive hubo compañeros que los llevaron a la oficina y les dijeron: “¿vos tenés hijos? Bueno, firmá tranquilo que no va a pasar nada”, si eso no es una amenaza, yo no sé”, cuenta Minguez.

En el mismo sentido se expresa Ottoboni: “Estos nuevos despidos son una forma de extorsionar a los compañeros e imponer que si no aceptan el cambio van a haber más. Es la táctica que están usando porque no logran que la gran mayoría firme y para poder hacer el cambio de sistema la patronal necesita la firma de cada uno de los compañeros”, sostiene. Alegre, por su parte, afirma: “Muchos de los trabajadores despedidos hace casi un año teníamos un trabajo sindical dentro de la fábrica. Entonces, la tendencia parece que es siempre atacar a la organización”.

La picadora de carne
A los trabajadores del neumático los llaman “los rotos”. A la industria del neumático la llaman “la picadora de carne”. Esta característica se agrava por la desinversión de las empresas en nueva maquinaria y la falta de presupuesto en cuestiones de seguridad de los trabajadores. “La industria del neumático se caracteriza por ser bastante manufacturera, produce con esfuerzo físico”, sostiene Ottoboni. “Esas condiciones en algunos sectores son peores, en Fate en el sector de la Miniplanta de diagonal, la maquinaria más nueva que hay es del año 70. Los trabajadores del sector en dos o tres años terminan con hernias de disco, lumbares, cervicales, se rompen las rodillas, la tendinitis también es muy común. Y después hay accidentes que tienen que ver con la falta de medidas de seguridad, compañeros que han perdido la mano, el brazo, o la vida”, describe.

“Para la empresa un neumático vale más que un obrero. Ellos van a cuidar más un neumático que un trabajador, invierten miles de millones en computadoras y máquinas para que el neumático salga con las modificaciones que le quieren hacer, pero en evitar accidentes no invierten”, remarca Ottoboni. “Hay compañeros que no pueden levantar a sus hijos. Es una industria que exprime la salud de los trabajadores lo más que puede”, sentencia Alegre. El daño que la propia actividad le causa al cuerpo de los trabajadores toma especial relevancia en un contexto de despidos. “Para buscar trabajo con esas condiciones de salud es complicado, más en este contexto donde vemos que hay despidos por todos lados”, afirma Alegre. “No te toman de ningún lado si tenes la espalda rota, no pasas el psicofísico nunca”, remarca Minguez.

Panorama próximo
Los trabajadores de Bridgestone y Pirelli, las otras dos grandes empresas del sector, también se encuentran en estado de alerta por despidos y empantanamiento de las paritarias. Según el SUTNA, del depósito donde Bridgestone almacena 800.000 neumáticos, 600.000 son importados, no fabricados en el país. La crisis del sector se da en un contexto donde el gobierno nacional eliminó los precios de referencia para importaciones y comenzó un proceso que disminuirá los aranceles de importación del 35 al 16%. De enero a enero, la importación de neumáticos para camiones, autobuses y autos aumentó un 103% interanual.

Asimismo, los trabajadores de Fate continúan en plan de lucha, el viernes 4 se movilizaron al Ministerio de Trabajo de Tigre, la próxima semana se marcharan al Congreso para acompañar el paro nacional de la CGT y el reclamo de los jubilados, y el jueves continuarán con el paro de actividades. “Estamos alentando a profundizar esta lucha, es el camino que tenemos los trabajadores para defender nuestros derechos, para exigir la reincorporación de nuestros compañeros”, enfatiza Ottoboni. “La unión, dar un golpe unido, es fundamental, el día que me despidieron fueron también estudiantes y docentes a darnos apoyo, y para nosotros los despedidos fue muy moralizante”, apunta Minguez.

«La consigna es vaciar, cerrar, privatizar»

«La consigna es vaciar, cerrar, privatizar»

Los trabajadores del Garrahan marcharon frente al hospital en reclamo de la asfixia presupuestaria que hace renunciar a numerosos trabajadores e impide la atención de una creciente cantidad de pacientes.

Tras un largo proceso de vaciamiento, recortes salariales y despidos que vienen afectando al sector público, el 27 de marzo fue el turno de la marcha en defense del hospital pediátrico Garrahan . Los trabajadores y trabajadoras del centro de salud de alta complejidad especializado en infancias y adolescencias se manifestaron contra del desfinanciamiento de la salud pública, pidieron una recomposición salarial y mejora en las condiciones laborales, para frenar las renuncias masivas que actualmente están mermando el personal, altamente calificado, de la institución.

La movilización comenzó a las 11 en la entrada del Garrahan, en Parque Patricios, y contó con cientos de profesionales de la salud que coparon toda la cuadra. Las calles se tiñeron con los colores que distinguen a cada sector: remeras estampadas con el logo del Garrahan para los administrativos, ambos blancos, turquesas y azules para los médicos y rojos para el personal de limpieza. “Olé olé, olé olá, nuestro trabajo es esencial, salario igual a la canasta familiar”, pedían los trabajadores a coro.

Los manifestantes marcharon por el carril del Metrobús de la Avenida Brasil, aplaudiendo y alzando carteles que expresaban su solidaridad con otros centros de salud en riesgo de cierre como el Hospital Bonaparte, el Sommer y el Posadas. “La consigna de vaciar, cerrar y privatizar alcanza a todos los hospitales nacionales”, expresó la diputada nacional del Partido Obrero Vanina Biasi, presente en el frente de la movilización.

Durante el trayecto, se sumaron las bocinas de algunos vehículos mostrando su apoyo, que se mezclaron con bombos, cantos y frases pronunciándose en contra del actual ministro de Salud y del Presidente de la Nación: “Llamen a Lugones y a Milei, para que vean, que este equipo no cambia de idea, pelea y pelea por el hospital”,  “No al vaciamiento y el ajuste, si a la salud pública”, “La salud es del pueblo, no se vende, se defiende” fueron las consignas que más se repitieron en la jornada.

Durante la marcha, los participantes también mostraron su apoyo por la causa del fotoperiodista Pablo Grillo; compartieron una ronda de aplausos y exclamaron al unísono gritos de aliento para el reportero herido gravemente por la Gendarmería en la marcha de los jubilados el pasado 13 de marzo. Si bien el motivo principal que los encontraba en las calles era el vaciamiento del sector sanitario, su reclamo tenía un alcance aún más amplio y generalizado.

En diálogo con ANCCOM, Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APT), explicó que hay una política de ajuste y destrucción del sistema público de salud, que a través de las autoridades del hospital el gobierno nacional está asfixiando los salarios de los profesionales, con intenciones de que renuncien. “Hay falta de mantenimiento en general; se ve como el hospital se deteriora. El ministro Lugones no tiene diálogo con las y los trabajadores y la doctora El Kik, máxima autoridad del hospital, no recibe a los representantes de profesionales y técnicos desde octubre del año pasado”, manifestó Lezana. Fue justamente en ese período en el cual se intensificó la lucha en defensa de la salud pública en general y del Garrahan en particular, llegando a realizar un total de diez paros generales en el transcurso del año pasado.

“Esto es un hospital, no es una empresa. Es imposible pretender gastar lo mismo que se ingresa cuando el presupuesto hace más de dos años que está congelado. Esto más que déficit cero tiene lógica cero y las consecuencias las vemos en compañeros que se van, infraestructura sin mantenimiento y falta de insumos”, expresó uno de los trabajadores del Garrahan tomando la palabra a través del micrófono. En cuanto a cuál es el principal problema que encuentran los trabajadores de la institución pediátrica en el contexto actual, tanto un empleado administrative que evitó identificarse, como Antonella Melgarejo, desde el sector de Hematología, coincidieron en que la sobrecarga a la que está expuesta el personal es uno de los principales agravantes. “La explotación es la consecuencia número uno de este desfinanciamiento. Hay un vaciamiento debido a las renuncias, y a la vez un aumento en la cantidad de pacientes”, afirmó el administrativo. Además, añadió que hay una demora en el suministro de medicamentos caros y esenciales en el tratamiento de los pacientes: “Antes demoraba días o a lo sumo semanas y ahora están tardando meses”.

En relación a la problemática salarial, Andrea Bernasconi, bioquímica, dijo: “Yo estaba con una becaria que estuvo un mes y se fue al siguiente, porque afuera ganaba mucho más de lo que gano yo con 30 años de antigüedad”. Su colega Nora Saraco resaltó que se estima un ingreso de un 50% menos de becarios que junto con los residentes son parte fundamental para el funcionamiento del Garrahan.

“No hay presupuesto, el gobierno viene manejándose con la prórroga de un presupuesto y ahora ni siquiera está en debate algún monto, y lo que las autoridades del hospital hacen es que, en vez de reclamar los fondos necesarios, se ajuste al hospital para que se adapte al presupuesto”, aseguró Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna ATE Hospital Garrahan. Esto trae consecuencias como la escasez de insumos, perjudicando el tratamiento o demora este de algunos pacientes, la mencionada renuncia de profesionales, que además es muy difícil de reemplazar, ya que se trata de personal con muchos años de trayectoria y muy calificada en el hospital de más alta complejidad en lo que tiene que ver con pediatría. “Tampoco el gobierno tiene intención de reemplazarlos, no está ingresando gente nueva”, sentenció Lipcovich.

A su vez, los participantes comunicaron que la próxima marcha incluirá un paro general el día 10 de abril, organizado por la CGT y acompañado por acciones propias de los miembros del hospital en los días previos para aumentar la convocatoria. Si bien el plan de lucha de los funcionarios del centro médico tuvo como objetivo principal visibilizar las condiciones de precariedad laboral y deterioro del Garrahan, la participación se extendió a estudiantes, autoconvocados y miembros de la Junta General. La medida buscaba transmitir que si bien el ajuste afecta a los trabajadores de la institución, también impacta en la población en general, debido a que atenta contra el derecho de acceder a la salud.