
Salud y educación confluyen en su reclamo
Gremios de la UBA y el personal del Hospital Garrahan protestaron en la Plaza Houssey ante el inminente veto presidencial de las leyes que protejen a ambos sectores de la motosierra. Una gran marcha en el horizonte.

Durante la tarde del miércoles, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (ADUBA) y la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan (APyT) realizaron actividades de servicio a la comunidad en Plaza Houssay en defensa de la educación y salud pública ante los anunciados vetos del presidente, Javier Milei, sobre la leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia Pediátrica. Participaron también las autoridades de las organizaciones y dirigentes políticos como Lula Levy y Ricardo Alfonsín.
La jornada comenzó a las 15, con varias carpas llenas de voluntarios de las facultades de Medicina, Odontología y Psicología: todos listos para poner sus conocimientos al servicio de la comunidad brindando atención médica primaria y promoviendo prácticas y hábitos saludables. En este sentido, Piera Fernández, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), explica que la actividad en conjunto con el Garrahan nace porque tanto las universidades como el hospital “confluyen en el objetivo de brindar la mejor salud pública de excelencia y calidad posible”.
Por otro lado, en lo que respecta a la atención de salud mental, un grupo de psicólogas se encontraba disponible para brindar consultoría a infancias y atención psicológica a adultos ante una realidad preocupante: “No solo en la sintomatología que veo en los chicos y las familias, atrás hay un trasfondo de familias que están cada vez más cansadas porque tienen que tener más laburos, porque están agotados para tirarse en el piso y jugar con el chico”, explicó la psicóloga Florencia Rial. Su colega, Lara Rozas, que se dedica a investigación y evalúa el desempeño de ese dispositivo de atención comunitaria, agrega: “Las personas no consiguen turnos en el sistema de salud público, los profesionales no dan abasto, y el desempleo genera más barreras para acceder a un tratamiento”.

El jueves 22 de agosto el Senado aprobó las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica, desde entonces, el Poder Ejecutivo no ha promulgado las leyes que tienen como fecha límite el 11 de septiembre, día en el que se espera que Milei vete ambas normativas. En este punto, Emiliano Cagnacci, secretario general de ADUBA, explica: “Es importante lo que sucedió la semana pasada en el Consejo Interuniversitario Nacional, que en conjunto con las federaciones gremiales, tanto docentes, no docentes, y estudiantes, decidimos estar todos detrás de una consigna: si hay veto, hay marcha”.
Unas horas antes, en el Garrahan se llevó a cabo una asamblea donde se definió un paro para el 12 de septiembre, en respuesta al posible veto, y una marcha para el día en el que se discuta el rechazo del mismo en Diputados. Así informó Verónica Goris, bioquímica que trabaja en el hospital, y detalló las condiciones en las que trabajan: “Al haber cada vez menos personal, estamos cada vez más agotados; y tenemos tareas, como los diagnósticos de enfermedades genéticas, que son demasiado sensibles para realizar en ese estado. No nos podemos permitir, por las responsabilidades que tenemos, estar agotados”.
De la jornada también participó Ricardo Alfonsín, candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, quien se manifestó en “solidaridad con las causas” y a su vez afirmó que el gobierno de Milei intentará privatizar la salud pública “como hizo una de sus referentes, Margaret Thatcher, en Inglaterra”. Luego agregó: “Hay muchísimos en Argentina que no pueden ejercer el derecho a educación, salud y vivienda”. Por último, advirtió que en los próximos dos años “este gobierno va a tratar de avanzar en su proyecto reaccionario, conservador y autoritario”.

A las 17, se realizaron dos clases públicas, una a cargo de la médica Guadalupe Pérez, quien explicó la situación actual respecto a los esquemas vacunatorios de la población, y alertó que “solo uno de cada dos chicos tienen sus vacunas al día al ingresar a primer grado”, lo que lleva que vuelvan a aparecer enfermedades como el sarampión. Después, un profesor de la Facultad de Ciencias Económicas, explicó el deterioro de los salarios docentes y el declive presupuestario de las universidades en los últimos 10 años.
Respecto al salario, Piera Fernández relató que la realidad de los docentes es “muy triste y se vive con mucha angustia”, ya que todos los meses sufren una pérdida de su poder adquisitivo y que aunque tengan mucha vocación, la misma “no te da de comer”. A su vez, advirtió que está sucediendo una migración de docentes al sector privado, punto que Priscila Vitale, presidenta de la FUBA, también compartió y llamó a la reflexión: “No es casualidad que ciertas universidades privadas pidan exclusividad a sus docentes, que si trabajan ahí no puedan trabajar en la pública. No es azaroso, es una política que busca beneficiar al sector privado por sobre el público”.
La jornada finalizó al ritmo de Stayin’ Alive con una performance de “RCP al Presupuesto de la Universidad Pública y el Garrahan”, en la que todos se pusieron de rodillas y realizaron los pasos de reanimación cardiopulmonar a almohadones del Garrahan. La actividad era guiada por Ana Fustiñana, jefa del Área de Emergencias del hospital, que anunciaba a través de un micrófono, simulando una emergencia médica: “El cuerpo no responde. Se detecta una pérdida del poder adquisitivo, se detecta precarización de residentes, se detecta fuga de profesionales”.