La salud mental en una trama cinematográfica

La salud mental en una trama cinematográfica

«Cielo Rojo (Gigantes de Metal)», dirigida por Marcelo Leguiza, aborda desde el género de terror una problemática que cada vez es menos tabú.

Este jueves se estrena en el Cine Gaumont Cielo Rojo (Gigantes de Metal), dirigida por Marcelo Leguiza y producida por Morbo. La película cuenta con las actuaciones de Noe Antúnez, Susana Varela, Germán Baudino, Gabriela Valenti, PaulaMazone, y la participación especial de Esteban Prol y Victoria Carreras. La trama sigue a Bianca, una mujer que es engañada y secuestrada por el líder de un culto conspiranoico que utiliza su cuerpo, y el de su compañera de cautiverio para experimentar científicamente.

El verdadero terror se desencadena cuando Bianca logra escapar. El estrés postraumático, combinado con la tendencia a la alucinación que arrastra desde su infancia a raíz de un abuso, y la falta de tratamiento psicológico debido a la estigmatización de la salud mental en su familia, generan una ruptura en su percepción de la realidad, que se entremezcla con pesadillas del pasado reciente y lejano.

En su recorrido, el film transita distintos géneros como el drama, el terror psicológico y el horror corporal para narrar temáticas relacionadas a la salud mental, la disfuncionalidad familiar, el tratamiento mediático de las víctimas y su repercusión social. “Lo interesante de esta película es que toma el terror para narrar otras cuestiones que acontecen a diario, como los abusos y el uso de psicofármacos,” afirma Varela, actriz que interpreta a la psiquiatra

A través del constante juego con la mezcla de tiempos y la progresiva disolución de las fronteras entre lo real y lo imaginario, la historia se convierte en una experiencia inmersiva para el observador, quien debe discernir qué hechos narrados ocurrieron realmente. “Mi idea –reconoce Leguiza con orgullo- era que el guión no explique nada y que el espectador pueda formar su propia interpretación, cualquier cosa que entienda está bien. El objetivo siempre fue ese. La película pasó por un montón de montajes y puestas para tratar de mantener eso, que también busqué en las anteriores películas.”

En este sentido, afirma haberse sorprendido por el paso del film por un festival LGBTIQ+ en Francia, dado que el interés recíproco entre Bianca y su custodia policial no ocupa un lugar importante en la trama y solo se sugiere a través de sutiles interacciones.

Durante la construcción del guion, el director señala haber trabajado con psicólogas y psiquiatras para retratar correctamente el trastorno de salud mental de Bianca. Al referirse a este tema, menciona que surgieron debates acerca de los límites que puede transgredir un profesional en su trabajo cuando un paciente corre riesgo. Varela, por su parte, añade que hay distintos tipos de profesionales, cada uno con maneras diferentes de relacionarse con sus pacientes, y habló sobre el desafío de su interpretación: “Me tocó un rol complejo. La dificultad de mi papel estaba en el doble juego entre el personaje en sí, y el que la protagonista imagina, donde el tema era no develar.”

El rodaje se llevó a cabo en dos semanas durante  2021, en plena pandemia. Desde entonces, recorrió distintos festivales, entre ellos Fantaspoa (Brasil), Dracula International Film Festival (Rumania), Festival de Cine Fantástico y de Terror Rojo Sangre de Buenos Aires (Argentina), Gato Negro Festival Internacional (Bolivia) y XI Festival Boca del Infierno (Brasil). Leguiza recuerda las dificultades de esta etapa: “Estábamos limitados de presupuesto así que tuvimos que juntar contactos de contactos y darle lástima a los organizadores, decirles ‘che, soy argentino’, contarles la situación del país y la dificultad de pagar la tasa de interés en dólares. Y funcionó, así pudimos presentar una película independiente en distintos festivales.”

Las actrices hablaron sobre la difícil situación que están atravesando los actores, directores y técnicos. Manzone concluye: “Esta película viene de un proceso largo, tiene mucho trabajo y pasión por el cine. Es parte del ADN de nuestra cultura. Poder estar estrenando es una manera de seguir apoyando el cine nacional.”

 

Cielo Rojo estará en cartelera hasta el 6 de noviembre con funciones diarias a las 20:50 en el cine Gaumont (Rivadavia 1635).

Música por la universidad

Música por la universidad

La Orquesta Académica de la UNA organizó una protesta por recorte del presupuesto que realiza el Gobierno a las universidades. El reclamo tomó la melodía de una sinfonía frente a una multitud en Bartolomé Mitre y Callao.

“Vamos a hacer música académica, que algunos del Gobierno escuchan en un microcine, solos o acompañados, tomando un vinito. Hay que hacerles acordar que lo que consumen sale de acá, que esto que nosotros hacemos es lo que después sale en las orquestas profesionales”, dice frente a una multitud Fernando Albinarrate —pelo corto y canoso, camisa negra elegante, pantalón negro más elegante aún y zapatillas deportivas— con micrófono en mano. Él es profesor y director de la Orquesta Académica, que está conformada por estudiantes, graduados y docentes del Departamento de Artes Musicales y Sonoras de la Universidad Nacional de las Artes (UNA). En un rato Albinarrate dirá a esta agencia que “queremos mostrar lo que hacemos frente a insultos, agravios y miradas negativas de lo que es la educación pública. Si hay que auditar a la universidad, auditenlá. La UNA vive auditada y no tenemos nada que ocultar. Dicen que somos fantasmas o una manga de chorros porque lo que quieren es desfinanciarla. Necesitamos pagar la luz, tener sueldos más dignos, necesitamos cubrir los gastos”. 

“No se entiende cómo la cultura y la educación pública no se consideran el mayor capital espiritual del país. El verdadero capital está en nuestras almas”, dice ahora Albinarrate, que está hablando desde las escalinatas de la sede del Departamento de Crítica de Artes de la UNA, en Bartolomé Mitre al 1800, donde también se suelen realizar algunas actividades de música. Más adelante Sergio Ramos, el director del Área Transdepartamental de Crítica de Artes, comentará a ANCCOM que invitó a la Orquesta Académica perteneciente al Departamento de Artes Musicales y Sonoras a tocar a esta sede porque “esta situación que estamos viviendo es un momento para fortalecerse como comunidad. Es un conflicto que va a ser muy largo y sólo en la unión vamos a poder sostener otro modelo de país que no sea el de la despersonalización y el odio”. 

En las rejas verdes que rodean la entrada de la sucursal hay un montón de carteles pegados que reclaman fondos para la universidad y que proclaman la defensa de la educación pública. Y más arriba, en el frente de la sede, debajo de la primera hilera de ventanas, hay una bandera negra gigante que cuelga y dice: “Sin salarios dignos no hay universidad pública de calidad”. La jornada busca visibilizar que el Departamento de Artes Musicales y Sonoras de la UNA es un lugar en el que personas de cualquier parte del país vienen a estudiar música académica de manera gratuita y que muchos de los grandes músicos argentinos se formaron en la institución, como Mariana Rosas, que ahora dirige el coro de la Sinfónica de Londres. 

En la vereda donde está parado el director de la orquesta hay una multitud de personas conformada por estudiantes de otras carreras y por ciudadanos de a pie que se quisieron sumar. A ellos se dirige Albinarrate cuando dice que “les pedimos a los que trajeron cacerolitas que nos acompañen, es una manera de mostrar que esto que hacemos es música. Sin arte no vamos a ningún lado, este cultivo nos da sentido a todos”. Dicho eso, la Orquesta Académica empieza a tocar en plena vereda porteña, a muy pocos pasos de los autos y colectivos que pasan lento, la obra “Rondó de la Sinfonía 104” del compositor austríaco Joseph Haydn. Un rato antes Albinarrate había explicado que “Haydn vivió en el Siglo de las Luces, en el momento en que la democracia y la república empezaron a surgir en todas las comunidades, así como la idea de libertad, pero no de ‘Libertad, carajo’ sino de libertad en serio, de igualdad, de fraternidad, de justicia social, de respeto hacia el otro”. 

Ahora la Orquesta Académica empieza a tocar el Himno Nacional. Las personas que hasta hace un rato estaban atentas, mirando y escuchando a los músicos, ahora los acompañan entonando cada una de las estrofas  y golpeando algunas cacerolas. “Toque bocina si defiende a la universidad pública”, dice el cartel que sostiene un señor entrado en años. “No hay gas pimienta que pueda tapar el hambre”, dice ese otro cartel que sostiene una chica joven. En determinado momento, Albinarrate deja de dirigir a la orquesta y lo reemplaza un recién graduado, pelo negro y largo atado con una colita, remera negra, pantalón negro y también zapatillas deportivas, como el director veterano. 

Media hora antes la Orquesta Académica había ensayado en el subsuelo de la sede. “Miren la cara de bueno que tiene. Mirenló, si lo miran a él va a salir”, había pedido Albinarrate a la orquesta. Se refería a que los músicos confiaran en el recién graduado tanto como en él, que los iba a guiar como todo un profesional. “Vamos a hacerlo más enérgico, así la gente no se nos cae”, había pedido el recién graduado, con una sonrisa y una voz que transmitía serenidad y liderazgo. El pedido había surtido efecto en la orquesta, que ahora tocaba el himno como escapando del diablo, a una velocidad y con un ímpetu que no había aparecido antes. 

Ahora, en la vereda, mientras la Orquesta Académica despliega toda su expertiz, el recién graduado se corre de la dirección y le deja el lugar a Esteban Lorenzón, estudiante de la carrera de Dirección Orquestal y de Guitarra. Unos minutos antes Lorenzón —pelo negro y corto, camisa verde, aspecto distinto a los otros dos— había dado una breve explicación a los transeúntes que tenían cacerolas sobre cómo podían acompañar a la orquesta, de qué manera podían hacer percusión para aportar un sonido tanto en la obra de Haydn como en el himno nacional. 

Una vez finalizada la jornada, el estudiante cuenta a ANCCOM que es oriundo de Vera y Pintado, provincia de Santa Fe, y que después se fue a vivir a Salta, donde durmió seis meses en carpa por no tener casa. Ahora vive en Buenos Aires, donde estudia. “A mí, que soy del interior, la universidad me hizo creer que estudiar Dirección de Orquesta es posible y, además, que es posible hacerlo gratis en una de las universidades más importantes de América Latina”, dice. ¿Y qué balance hacés del encuentro de hoy? “Tocar al aire libre es hacer democrático el lujo de escuchar a una orquesta sinfónica. Hoy demostramos que esto se estudia, que es muy difícil y que juntos logramos cosas hermosas como lo de hoy”, concluye Lorenzón. 

 

Paro de los que mueven

Paro de los que mueven

Los trabajadores del transporte -excepto colectiveros- paran hoy contra el ajuste. La UTA, en cambio, lo hará mañana. Se suman los gremios universitarios y ATE. El gobierno utiliza recursos públicos para desprestigiar a los sindicalistas en medio de las protestas. ¿Qué pasa con la privatización del Belgrano Cargas?

Los principales gremios del transporte, tanto de pasajeros como de carga, realizan un paro de actividades desde las 00 horas de hoy, 30 de octubre. No hay servicio de trenes, aviones, subtes ni barcos, mientras que el principal gremio de los choferes de colectivo, la Unión Tranviarios Automotor (UTA), realizará un paro mañana, jueves 31, diferenciándose así de la conducción del sindicalista Pablo Moyano.

Otros sectores que mantienen sus reclamos al Gobierno nacional, como los trabajadores del Estado, los docentes y no docentes universitarios y los movimientos sociales, también se adhieren a la protesta, realizando paros, cortes y ollas populares en distintos puntos del país.

La medida sindical se realiza “en defensa de la soberanía de los trabajadores, contra el ajuste del gobierno a la clase obrera y por la libertad sindical y las paritarias libres. Además de expresar nuestro apoyo a la lucha de los jubilados y los estudiantes universitarios”, afirma Nestor Segovia, secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, en comunicación con ANCCOM. Según el dirigente, “el poder adquisitivo en lo que va del año cayó un 40%, y la empresa nos ha quitado un bono que está firmado en acta y no sabemos si lo vamos a cobrar.”

Por su parte, el Poder Ejecutivo Nacional busca desacreditar el reclamo por distintos canales de comunicación. En su conferencia de prensa del martes 29 de octubre, el vocero presidencial Manuel Adorni aseguró que “esta semana paran los privilegiados, los que pueden darse el lujo de parar.”

Es un caso singular el de los ferroviarios, ya que precisamente su secretario general, Sergio Sasia ha decidido no plegarse al paro resuelto en la Mesa Nacional de Transporte.

Por la tarde del mismo día, se difundió un mensaje a través de la aplicación Mi Argentina, donde se leía: “Los sindicalistas no te dejan trabajar. (…) Para cuidar sus privilegios, este miércoles no habrá servicios de transporte”. Dejando en claro que los recursos del Estado en ciertos casos pueden servir para difundir propaganda política, hecho que va en contra del discurso anarcocapitalista que en su momento los llevó al poder.

Adorni finalizó su alusión al paro haciendo referencia a la Unión Ferroviaria, aseverando que “defiende servicios de una calidad peor que la de hace medio siglo”. El secretario general de la Unión Ferroviaria seccional Oeste, Rubén “Pollo” Sobrero, responde en diálogo con ANCCOM: “Lo que buscan es generar un clima propicio para las privatizaciones, como ya ocurrió con el Belgrano Cargas. Pero no te cuentan que quedarán miles de pueblos aislados con estas medidas, y que la tasa de accidentes ferroviarios fue mucho peor durante las diferentes gestiones privadas que prometieron hacerse cargo del servicio”.

Es un caso singular el de los ferroviarios, ya que precisamente su secretario general, Sergio Sasia ha decidido no plegarse al paro resuelto en la Mesa Nacional de Transporte. Mónica Schlotthauer, delegada de base del Tren Sarmiento y Diputada Nacional por el FIT, comenta en diálogo con ANCCOM que “Sasia ya está en el negocio de la entrega de los ferrocarriles. Milei se comprometió en darle el 10% de las acciones del Belgrano Cargas”. Además, Mónica cuenta que la decisión de no parar fue inconsulta con los trabajadores, y que no se ha convocado una asamblea para definir la acción del gremio. “Motivos para hacer una huelga sobran, pero no sabemos qué harán los dirigentes. En cualquier caso, el plan de lucha continuará, porque ya sabemos que este presidente no desea acordar con el pueblo trabajador”, sentenció la diputada Schlotthauer.

«El gobierno no es democrático porque desconoce a su adversario»

«El gobierno no es democrático porque desconoce a su adversario»

Rocco Carbone, autor de Lanzallamas: Milei y el fascismo psicotizante, analiza la posibilidad de emancipación que sobreviene a las fuerzas destructivas y el conflicto universitario como elemento pedagógico.

¿Por qué es relevante hablar y pensar el fascismo en la escena argentina contemporánea? Con esta pregunta, a la vez abierta y comprometida, abre los fuegos el filósofo Rocco Carbone, autor del libro “Lanzallamas: Milei y el fascismo psicotizante”, publicado este año por la editorial En Debate. A lo largo de sus tres capítulos y algo más de cien páginas de extensión, el texto plantea que el gobierno de Javier Milei debe ser comprendido como una experiencia fascista, ya no como un sistema político, sino una metodología.

“El lobo se viste de cordero pero actúa de lobo —dice Carbone en diálogo con ANCCOM—. El fascismo, tanto el arqueológico como el contemporáneo, es un poder integrado por una dualidad plena, contradictoria, y esa dualidad la encontramos permanentemente en las elaboraciones discursivas y políticas del presidente Milei, que dice: ‘No intervengo en el mercado’, pero luego interviene; dice: ‘No hice confiscaciones’, pero sigue confiscando los ahorros de la clase media. Entonces es eso: el fascismo es un poder que hace dos cosas al mismo tiempo, que dice dos cosas al mismo tiempo que se contradicen y se chocan.”

Y es que, siguiendo a Carbone, filósofo italiano que reside en Argentina desde hace veinte años, y es además docente e investigador del Conicet, la dualidad del poder fascista se condensa en dos grandes atributos: psicotizante y celular. El libro desarrolla ambos términos en un lenguaje conciso, pero de gran densidad conceptual. La cuerda ofrecida al lector es bajarlos a ejemplos de la práctica.

“El fascismo es un doble poder permanente: en el Estado y contra el Estado social. Entonces, organiza un doble aparato. ¿Cómo funciona ese doble aparato? Corrompe a los trabajadores, por un lado, y por otro los reprime —explica Carbone, que después puntualiza—. El gobierno de La Libertad Avanza ha elaborado un aparato de corrupción de las clases trabajadoras. Y se verifica como liquidación del patrimonio nacional: ataque a los sindicatos, porque son ‘chorros’; ataques a las organizaciones sociales; ataques a los modos de contratación; ataque a los bienes y servicios públicos. Y esa es una modalidad de lucha, es una modalidad de combate contra la clase trabajadora. Y se organiza esa manera de corromper lo público para que los avances del pasado no sean ni siquiera imaginables en el presente. Para que el pibe de Rappi no imagine jamás la posibilidad de un aguinaldo.”

De entre esos avances del pasado, la universidad pública aparece como referencia obligada: “El conflicto universitario en este momento es un elemento pedagógico —afirma Carbone—, una dimensión altamente pedagógica para la sociedad nacional. Porque demuestra efectivamente cómo piensa y cómo opera el gobierno de La Libertad Avanza y cómo opera el presidente Milei.”

Según el autor, lo que distingue al fascismo de una derecha tradicional es su completa desconsideración por el adversario. Así, en su reacción al conflicto universitario, el gobierno mostraría su verdadera cara: “El presidente Milei, ante ese antagonismo democrático, ¿qué dice? ‘¡No! Ratifico el veto a la Ley de Financiamiento a la Universidad’, e hizo de todo para generar un bloque en el parlamento con los diputados y diputadas macristas para ratificar el veto. Por eso, digo, es interesante ver cómo opera la cabeza de un neoliberal mafioso como Macri y la cabeza de un fascista como Milei: frente al antagonismo popular, ¿qué hace? Avanza. Por ende, estamos frente a un tipo de poder que está por fuera del régimen democrático. Porque el régimen democrático reconoce una otredad, en cambio acá hay una negación permanente hacia la otredad. Tanto que quisieron matar a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner el 1º de septiembre del 2022. Y ahora, en la ultimísima entrevista al presidente Milei, le escuchamos nuevamente decir que a él le agradaría muchísimo poner el último clavo en el cajón donde está Cristina Fernández de Kirchner”.

“La universidad —concluye Carbone— sofistica su aparato pedagógico y le enseña a la sociedad argentina que Milei y el gobierno de La Libertad Avanza no son democráticos, sino que están por fuera de los confines retóricos y operativo-políticos de la democracia. Porque desconocen a su adversario y lo convierten en un enemigo a quién hacer perecer; a quién matar.”

El ‘Momento Arlt

Contingencias aparte, el libro dialoga en su tercer capítulo con dos grandes novelas de Roberto Arlt: Los Siete Locos (1929)  y Los Lanzallamas (1931). Estas obras le sirven de imaginario y disparador a partir de dos personajes: Erdosain y el Astrólogo. Hay en el primero la expresión de un hombre sensible y frustrado, aplastado por la depresión económica y su propia ineptitud para con las relaciones humanas. En el segundo se condensan los atributos propios de un líder falaz y totalitario, una especie de flautista de Hamelin que pergeña la creación de una “sociedad secreta”; el lugar de los locos. Y es aquí donde Carbone reconoce los límites del poder fascista: “¿Cómo se puede interpretar ese título: Los Siete Locos? Primero, que hay locura. Que una disociación con la realidad existe. Existen varios personajes que son locos, pero al mismo tiempo son siete. O sea, es una locura bastante difundida pero es una locura finita, es una locura que tiene un techo, o sea, un límite. No todo el mundo está loco: algunos están locos efectivamente pero hay otros y otras que no lo son. Bueno, de ese campo, del campo de los y las que no son locos ni locas, efectivamente puede sobrevenir la emancipación”, sostuvo el autor.

Quizás en esta línea se expresa uno de los aportes más propios de Lanzallamas. Como parte de la vorágine de ensayos, biografías y opinologías que han surgido en torno a la figura de Milei, éste libro, siguiendo a la obra de Arlt, consigue explicar eso íntimo que se vive por dentro de la contingencia política: el agobio, el saltar de la indiferencia a la rabia, de la rabia al hastío, el no entender por qué se dice una cosa y luego la otra, la polémica detrás de la polémica, y el vértigo que se siente al pisar sin escalón. Y esa explicación viene con un halo de calma, porque siempre es tranquilizador entender esa cosa inquietante que se nos escapa. Nombrar la palabra, escribe el autor, es a la vez una pedagogía y una estrategia de liberación. Liberación que, volviendo al título, está presente en el germen de la obra:

“Y me interesaba también la palabra del título de Arlt: Lanzallamas —cierra Carbone—. Porque es una palabra abierta: remite a ellos, a las fuerzas destructivas, a las fuerzas fascistas, pero también puede remitir a las fuerzas emancipatorias populares. Porque si el fascismo es una latencia en la historia de los pueblos, también lo es la emancipación. Lanzallamas es plurisémico, puede referir literariamente a ellos, al fascismo clásico, a la experiencia del presidente Milei, pero también a la posible emancipación que, como latencia en la historia, puede sobrevenir al momento reaccionario. Esa emancipación también se podría verificar bajo la forma del lanzallamas.”

Cartas desde la cárcel

Cartas desde la cárcel

Se reestrena la obra «Y con esta Luna», basada en la correspondencia de Charo Moreno, una militante uruguaya exiliada en la Argentina, que fue detenida por la dictadura militar.

Vuelve a escena la obra Y con esta Luna, dirigida por la actriz y directora uruguaya, Charo Moreno, quien fue presa política en Argentina desde 1974 hasta 1984. En la obra documental cuatro actrices le ponen voz y cuerpo a las cartas que la militante devenida en dramaturga envió a su madre desde distintas cárceles argentinas.

El golpe militar en Uruguay, en 1973, obligó a muchos militantes a exiliarse en Argentina, como fue el caso de Moreno. Pero un año después resultó detenida en Buenos Aires, cuando tenía 18 años y estaba embarazada. A través de las palabras que le envía a su madre se accede al cotidiano de esa joven y sus compañeras de cárcel. 

La obra se compone con recortes de 140 cartas. Fueron seleccionadas y ordenadas en relación a cuatro ejes: la vida en la cárcel, la política penitenciaria, el sol y su hijo Andrés, quien nació a comienzos del encierro. Cada carta lleva sellada la palabra “censura”, que paradójicamente significa que pasó por el control de los represores antes de ser enviada. Ellos decidían, en última instancia, qué estaba permitido decir y que no.

El título de la obra retrata un momento que se repetía en la cárcel. Entre las compañeras se hacían caballito para que una de ellas pudiera espiar la luna desde una pequeña ventana. Siempre había alguna que se lamentaba “Nosotras acá adentro y con esta luna allá afuera”. Ese gesto resume varios de los temas que se abordan en la obra: el compañerismo, la vitalidad en las pequeñas cosas, la búsqueda de conexión con el afuera y la esperanza. A pesar de tratarse de 10 años de prisión y todo lo que eso implicó, el tono de la obra es optimista. El hecho de que sean cartas dirigidas a una madre, hace que la ternura esté presente en cada palabra.

La puesta en escena

En la primera escena, las actrices dicen a la vez: “La cárcel es la primera escuela de un revolucionario”, frase de Ho Chi Minh, citada en una carta escrita desde la Brigada de Avellaneda. Mariela Lacuesta, una de las cuatro actrices de la obra, en diálogo con ANCCOM y sostiene: “Nuestra maquinaria es como un instrumento que lo afinamos con esa primera escena”.

En la obra se utilizan elementos brechtianos y las protagonistas se sirven del recurso del extrañamiento que provoca ser fieles a los textos. “La actriz está hablando, no está actuando, es la persona la que lo está diciendo”, explica Lacuesta y agrega: “Las cartas se dicen de una manera neutra, no estás comprometiéndote sentimentalmente con lo que estás diciendo”.

Al finalizar cada obra, las actrices y la directora cuentan por qué hoy en día, luego de 9 años de su estreno, consideran importante seguir poniéndola en escena. Esa convicción también es un gesto militante, así como la búsqueda de intervenir en la realidad a través del arte. Lacuesta sostiene que es crucial hacer la obra en este momento, cuando los movimientos de derecha avanzan en todo el mundo. Por su parte, Moreno subraya desde el escenario que ofrece una voz que no está del todo presente en estos tiempos, la de una juventud resistente y optimista, así como las voces de las presas políticas.

Cuando hicieron la obra por primera vez, en 2015, Lacuesta tenía casi la misma edad que cuando Moreno fue detenida. Hoy ya no son las mismas. Para reestrenar la obra, tuvieron que hacer ajustes. “No queremos recrear a esa chica de 18 años, porque no tenemos esa edad, pero sí acercarnos a esa vitalidad de una piba de 18 años que está escribiendo en la cárcel convencida de lo que cree”, explica la actriz.

Comenzaron trabajando a la gorra, buscando llegar a un público amplio. Recorrieron el país, presentándose en distintos teatros y espacios. Incluso fueron a escuelas, donde para muchos chicos significó la primera experiencia de ver teatro, así como también fue conocer esa parte de la historia. “Te enseñan en la escuela sobre el golpe militar, pero no te hablan de los presos políticos”, afirma Lacuesta. En muchas oportunidades, abren el espacio para debatir con el público después de la obra.

“La devolución de la gente fue siempre muy fuerte”, afirma Lacuesta. Recuerda la actriz una vez que ofrecieron la obra en Neuquén; había muchas ex compañeras de cárcel de Moreno en el público que cantaron las canciones a la par de la obra. También rememora una oportunidad en que realizaron la obra en una escuela y los chicos respondieron escribiéndoles cartas. “Es la maravilla del teatro. No sabés qué fibra le va a tocar al otro”, afirma Lacuesta.

Una de las formas más efectivas para que la obra continúe es el “boca en boca”. Y con esta luna puede verse todos los viernes de noviembre a las 21:00 en Área 623, con entradas disponibles en alternativa teatral. Luego de esta temporada la obra se exhibirá Uruguay.