A veinte años de la Masacre de Quilmes

A veinte años de la Masacre de Quilmes

Hace dos décadas, cuatro adolescentes murieron tras un incendio en la Comisaría 1ª ante la mirada pasiva de los policías que los habían golpeado y torturado. Desde entonces, se prohibió el alojamiento de menores en esas dependencias bonaerenses.

El 20 de octubre de 2004 cuatro adolescentes perdieron la vida en un incendio en la Comisaría 1ª de Quilmes ante las miradas de los policías que los habían golpeado y torturado, y que de forma deliberada tardaron mucho tiempo en socorrerlos, los sacaron de sus celdas y los siguieron golpeando. Veinte años después, este caso se ha convertido en un hecho emblemático en la lucha contra la violencia institucional y los beneficios judiciales que siguen teniendo las fuerzas de seguridad que actúan de forma violenta.

Aquel día Diego Maldonado, de tan sólo 16 años, recibió la noticia de la muerte de su hermana menor mientras se encontraba privado de su libertad, por lo que solicitó poder asistir a su velatorio. Los policías le negaron esta petición y le cortaron la comunicación con su familia. Este hecho fue la gota que rebalsó el vaso para los 17 jóvenes, todos menores de 18 años, que se encontraban en el lugar de forma transitoria esperando sus traslados a algún centro de detención juvenil o a centros de rehabilitación por consumo problemático.

A modo de protesta y cansados de las vejaciones que sufrían por parte de los policías, incendiaron un colchón para que los dejasen salir, pero el fuego se salió de control y los agentes que se encontraban en el lugar tardaron demasiado en reaccionar. Cuatro chicos murieron a causa de este hecho.

Elías Giménez tenía 15 años y estaba allí porque la policía lo confundió con un homónimo que estaba prófugo, un hombre de 30 años, y lo detuvieron por averiguación de antecedentes.

Diego Maldonado, de 16 años, y Manuel Figueroa, de 17, tenían problemas con el consumo de drogas. Diego murió en un móvil policial, esposado a otro compañero, mientras eran trasladados al Hospital de Quilmes.

A Miguel Aranda lo golpearon antes y después del incendio, él estaba preso preventivamente desde hacía ocho meses. Estuvo en coma durante 17 días y falleció cuatro días después de despertar y pedirle a su madre que “no diga nada de la policía”, por miedo a las represalias.

Los adolescentes que estaban en aquella comisaría se encontraban repartidos en dos calabozos ciegos de tres por cuatro metros, y a diario eran sometidos a violentas requisas, siendo constantemente humillados por los policías que los hacían desnudarse frente a sus compañeros, los golpeaban e insultaban, no tenían tiempo de esparcimiento ni los dejaban salir al patio.

Elvia González, conocida por todos como Telvi, quien falleció en julio de este año, era la madre de Diego Maldonado. A ella fue a quien algunos sobrevivientes le contaron que los policías organizaban peleas entre los adolescentes, uno de ellos se le acercó luego de los hechos para pedirle disculpas porque lo habían obligado a luchar contra su hijo.

“Estamos hablando de una mecánica sostenida que pasaba dentro de la comisaría de violencia contra los pibes, de denigración y desnudos, les pateaban las pertenencias”, dijo a ANCCOM el exsacerdote Tobías Corró Molas. Todo esto, según sus palabras, se trataba de “quebrar psicológicamente al detenido y aniquilar cualquier tipo de resistencia”.

Tobías estuvo acompañando a las familias de las víctimas y a los sobrevivientes en todo el proceso posterior al hecho. “Mi rol lo fui aprendiendo, al principio fue acompañar y facilitar muchas audiencias para que las personas que los podían ayudar pudiesen conocer a las víctimas”, explicó. Luego de un largo proceso para lograr que la noticia trascendiera y llegase a personas clave, él se encargó de “ser parte de la causa y estar en contacto con los abogados”.

No más pibes en comisarías

Hoy Tobías trabaja en un Centro de Formación Profesional en Quilmes, junto a la parroquia y a un hogar de día. Ese fue siempre el lugar de reunión con las familias, en donde se fue comunicando los avances de la causa y deliberando los pasos a seguir. “Es un proceso que desde que lo empezamos lo empujamos para adelante, cuando mirás para atrás ves que pasaron 20 años, pero para nosotros siempre fue ver qué sigue, qué logramos y para dónde vamos”, agregó.

“Las familias siempre fueron protagonistas de sus propias causas, por eso no nos permitíamos hacer audiencias sin ellas”, comentaba Tobías. La ya mencionada Telvi, junto con Isabel Figueroa, madre de Manuel, que falleció en diciembre del año pasado, fueron las más activas luchadoras por la justicia de sus hijos.

Su estrategia fue siempre acompañar en otras causas para mostrar también la suya de esa forma. “La idea es trascender el propio reclamo y construir algo más transversal y colectivo”, comentó Tobías. Y agregó que “la realidad es que la lucha nunca termina porque siempre hay otras causas y otras vinculaciones, los que han sido víctimas de violencia institucional saben que la vida va a cambiar para siempre”.

En 2015, once años después de los hechos, se realizó el juicio. Allí fueron condenados diez policías por el Tribunal en lo Criminal N° 3 a condenas de entre 3 y 16 años, aunque la mayoría de ellos recibió penas leves o fueron beneficiados con libertad condicional. El entonces comisario Juan Pedro Soria recibió 10 años por los delitos de estrago culposo seguido de muerte y omisión de evitar torturas. “Él no pegó, pero lo que se le atribuye es que en su comisaría y con él presente hubo reiteradas torturas y no hizo nada para evitarlas”, comentó Tobías.

Entre los testimonios más importantes estuvieron los de los sobrevivientes, a quienes el tribunal les creyó porque se limitaron a señalar sólo lo que habían presenciado. Un oficial, el imaginario a cargo de la custodia de los chicos, declaró que fue el único que intentó hacer algo a tiempo pero no tenía las llaves de las celdas en su poder, y que para cuando liberaron a los adolescentes “llovieron algunos palos”, dando a entender que fueron golpeados aún después del incendio.

Hugo D´Elía fue condenado a diez años por apremios ilegales en concurso real con torturas, Juan Carlos Guzmán a nueve años por los mismos hechos, y hubo penas de entre tres y cuatro años para Basilio Vujovic, Elizabeth Grosso, Franco Góngora, Daniel Altamirano, Jorge Gómez y Gustavo Ávila.

El exoficial inspector Carlos Pedreira Catalonga fue quien recibió la pena más alta, de 16 años. En 2022 fue trasladado a la Unidad Penitenciaria N°9 de La Plata, y es el único ex agente que cumple su condena en cárcel común. En diciembre del mismo año también fue condenada a cuatro años de prisión y ocho de inhabilitación la exagente Elida Marina Guaquingchay Bogado, quien se constató que estuvo en el lugar de los hechos pero que, según ella, no participó porque se encontraba embarazada y con contracciones.

Pocos meses después de la masacre, el por entonces Ministro de Seguridad León Arslanian prohibió por resolución el alojamiento de menores de edad en dependencias policiales. En 2004, al momento de los hechos, había más de 300 chicos menores de edad detenidos en comisarías. En la actualidad, el cumplimiento de esta resolución sigue siendo un motivo de reclamo.

Creerle a los pobres

Según Tobías, los procesos judiciales en casos de violencia policial son siempre complejos y requieren de una labor más dedicada que lo normal: “Los pibes cuando son acusados ni se dan cuenta y tienen el juicio y la condena encima, cuando uno se mete con las fuerzas de seguridad se da cuenta que hay un verdadero trabajo dispuesto a sacar inocentes o minimizar las penas de los efectivos”. Además comentó que “el fiscal sabe que su primer aliado es la policía porque trabajan codo a codo en las detenciones y allanamientos, pero cuando un tribunal le cree a los pibes pobres, se muestra que no son impunes”.

Finalmente reflexionó sobre todos los años de lucha que siguieron a la masacre, y que a pesar de que se hizo justicia “no hay nada que pueda restituir la vida de los pibes, y las mamás sabían eso”, cuando ellas se enteraron de las condenas, “no hubo en sus rostros una sonrisa, sino una triste calma”.

Los sobrevivientes de la masacre hoy siguen intentando retomar sus vidas, sabiendo que hay un deber de verdad para con Diego, Elías, Manuel y Miguel, y que se animaron a declarar por ellos, para que pudiesen descansar en paz y con dignidad, que siempre fue lo único que sus familiares querían conseguir.

Trump al gobierno, Elon Musk al poder

Trump al gobierno, Elon Musk al poder

El nuevo presidente de los Estados Unidos amplió su base electoral y manejará también el Poder Legislativo y el Judicial. El dueño de X, a su vez, no sólo tendrá negocios con el Estado sino que será funcionario gubernamental. ¿Cómo será la relación con Argentina?

Donald Trump será el 47° presidente de los Estados Unidos tras imponerse en las elecciones del martes pasado frente a la candidata demócrata Kamala Harris. El próximo miércoles el republicano se reunirá con el actual primer mandatario Joe Biden para comenzar el proceso de transición, cosa que no ocurrió a la inversa hace cuatro años. ANCCOM dialogó con especialistas en política internacional para entender por qué la sociedad norteamericana se volcó otra vez hacia la ultraderecha y para dilucidar tanto el próximo gobierno como su relación con Argentina y el mundo.

 

La elección

La performance de Trump fue muy buena, al imponerse en todos los estados pendulares que definían la elección. Facundo Cruz, politólogo especialista en partidos políticos y procesos electorales, destaca que “logró consolidar su base electoral y ampliarla levemente. Le fue muy bien de vuelta en población rural, hombres y personas no educadas, pero ahora ganó en población latina y amplió su base en mujeres y jóvenes”.

En cuanto a los factores que definieron la elección, la economía del gobierno de Biden apareció como principal preocupación. La inflación en Estados Unidos fue del 7,04% en 2021 y del 6,45% en el 2022, pero comenzó a descender a un 3,35% en el 2023 y lleva un 2,8% acumulado en el 2024. Para Cruz, «un año de buenos resultados no compensó tres años de mala gestión económica». En consecuencia, la imagen del gobierno demócrata llegó muy lacerada, como se pudo observar en un boca de urna a nivel nacional de la cadena NBC, en la que el 75% de los votantes respondieron que el país estaba yendo en la dirección equivocada.

La opinión negativa en este aspecto fue tal, que la situación judicial de Trump pareció no hacer mella en sus posibilidades como candidato. El hoy presidente electo enfrenta 88 causas en su contra. En 34 de ellas, correspondientes al caso Stormy Daniels, en el cual falsificó documentos para encubrir un soborno de 130 mil dólares a la actriz porno para silenciarla, fue declarado culpable. Además, el juicio en su contra por su interferencia en el proceso electoral del 2020 está en pleno proceso. Para Cruz, “el voto económico pesa por sobre cualquier consideración judicial”.

Por su parte, Martín Schapiro, abogado especializado en derecho administrativo y en estudios internacionales,  señala que aquel factor es algo a lo que hay que prestarle atención: “Trump terminó siendo un candidato formidable. La coalición que realizó, quiénes lo votaron y cómo lo votaron es muy difícil de generar para los republicanos cuando uno mira otras experiencias. Hay muchos estados que votaron masivamente a favor del aborto y votaron masivamente por él”.

Captura de pantalla. 

En su segundo gobierno, el presidente electo tendrá mayoría tanto en la Cámara de Representantes como de Senadores, además de una Corte Suprema favorable. Schapiro marca que “hoy el control político e ideológico de Trump por sobre el Partido Republicano es absoluto, algo que de ninguna manera tenía en el 2016. En ese momento también tenía mayoría en las dos cámaras y una corte conservadora, pero tanto esa corte como el partido eran otros. Había políticos como Mitt Romney o John McCain, que estaban lejos de alinearse con Trump, y el tribunal era más moderado”.

Según Cruz, este segundo mandato trumpista será “en quinta a fondo”, ya que “va a tener un poder institucional muy parecido al primer gobierno de George W. Bush”. Incluso, destaca que será mucho más poderoso que otros presidentes republicanos como Ronald Reagan, Dwight Eisenhower o Richard Nixon, en el sentido de la correlación de fuerzas con el Congreso. Además, resalta que “asume con una legitimidad social mucho más amplia, ya que es el segundo candidato republicano que gana el voto popular desde la caída del Muro de Berlín”. El último en hacerlo fue Bush, en su reelección en el 2004, ya que en su primera elección el candidato demócrata Al Gore lo superó en esa instancia.

 

Musk se perfila a ser funcionario en un área todavía sin especificar, pero que apunta a auditar el financiamiento federal.

El estáblishment 

El panorama de un segundo gobierno de Trump es diferente también en cuanto a su relación con el establishment económico. Según Schapiro, “está mucho más asentado en el mundo de los negocios y el empresariado. En SIllicon Valley los apoyos en esta elección fueron neutrales o trumpistas. El poder económico no solo está intranquilo sino que está contento, sobre todo el mundo de las criptomonedas, que se volcó masivamente a él”.

La figura de Elon Musk fue muy relevante en la campaña republicana, gravitando mucho en donaciones económicas y también utilizando a X como plataforma. “Es una figura importante, por el tipo de mensaje que llevará el gobierno y también porque es el principal contratista del ministerio de Defensa”, destaca Schapiro.

Lail Furchi, economista especializado en energía, geopolítica y desarrollo productivo subraya que Musk “se vio muy beneficiado por los programas de energía renovable del gobierno demócrata y se fue alineando con Trump con mucha inteligencia para poder sostenerlos. Tuvo un par de éxitos convenciendo a los republicanos a apostar a los vehículos eléctricos, tanto que el candidato republicano en uno de sus rallies afirmó estar reconsiderando su posición sobre ellos”.

Pero el poder del CEO de Tesla, X, SpaceX y Starlink no parece centrarse sólo en el lobby. Furchi afirma que “se perfila a ser funcionario en un área todavía sin especificar, pero que apunta a auditar el financiamiento federal. Está parado en una situación muy privilegiada, en la cual tiene muchísima influencia en la opinión pública con X, con contratos millonarios con el gobierno de Estados Unidos y también ocupando un lugar de vanguardia en la construcción de vehículos eléctricos compitiendo con China”. 

 

El mundo según Trump

Sobre esto último, está la expectativa de un recrudecimiento en la guerra comercial con el gigante asiático, con las energías renovables en el centro. Según Furchi, los esfuerzos de Trump se centrarán en defenderse de la ofensiva comercial del gigante asiático en este rubro, como en los autos eléctricos, la inteligencia artificial y la tecnología de punta.

De todos modos, marca que “ambos partidos iban a profundizar la guerra comercial. Trump ya avisó que va a colocar un arancel de 60% a productos chinos y se va a enfocar específicamente en los sectores mencionados”.

Con respecto al resto del mundo, Furchi destaca que “seguramente empiece a dejar de lado muchos espacios al igual que en su primer mandato, como sus aliados de la OTAN en Europa. Ya dio los primeros avisos de que quiere terminar la guerra entre Rusia y Ucrania, y esto es importante debido a su buen vínculo con Vladimir Putin”.

 

Milei y Trump: ¿amor correspondido?

El alineamiento ideológico del presidente argentino con el magnate republicano es, a todas luces, total. En base a esto, en el gobierno argentino se tiene mucha expectativa en cuanto a los frutos que puede brindar esta relación bilateral.

Cruz destaca que Trump se para ideológicamente en la ultraderecha pero que es “un político profundamente pragmático”. En ese sentido, destaca que “va a tener una relación positiva con Argentina siempre que le brinde resultados a su gestión, si no es así no hay afinidad política que valga”.

Sobre este punto, Schapiro no prevé un escenario en el que Argentina ocupe un lugar central en la agenda geopolítica del gobierno de Trump. “La relevancia de América Latina en ese mapa mental es mercados ilegales e inmigración”. De todos modos, remarcó que, de los grandes países latinoamericános con los que se va a relacionar el próximo presidente de los Estados Unidos, “Milei es el único con el que tiene afinidad política”.

En ese sentido, para Furchi esto abre una posibilidad de que “Argentina sea el primer representante de los Estados Unidos en Latinoamérica, ya que Brasil está presidida por Lula Da Silva. Esto puede ser una oportunidad para nuestro país, pero no significa que vayamos a ser una prioridad”.

Respecto a la posibilidad de alguna ayuda crediticia motorizada por Trump, Furchi piensa que es posible, pero destaca que la dificultad del gobierno está con la disparidad con el Fondo Monetario Internacional sobre el programa económico. “Vemos muchas fricciones porque el FMI quiere que devaluemos ya. No está claro cuánta presión va ejercer Estados Unidos para favorecer a la Argentina, pero que la va a ejercer es bastante seguro”.

Por su parte, para Schapiro Argentina ya estaba alineada con los Estados Unidos, por lo que no ve que la afinidad de Milei con Trump traiga beneficios considerables: “No creo que le presten plata a Milei para salir del cepo con este tipo de cambio y no imagino que Trump ponga todo su peso político para romper con las reglas del FMI como lo hizo con Macri”.

Un evento quita mufa

Un evento quita mufa

El escritor y músico Luis Pescetti cerró el Festival de literatura infantil (FILBITA) con la lectura de cuentos elegidos por niños y niñas y sus tradicionales canciones. «En este contexto político-cultural, que existan estas iniciativas es poderosísimo», dijo el artista.

Pequeñas huellas de zapatitos en la Plaza República de Chile marcan el camino hacia el Centro Cultural Matta. La llovizna de hace unos minutos parece haber subido aún más el ánimo de algunos niños y niñas, que corren de un lado hacia otro imaginando nuevos mundos.

Adentro, miran ansiosos los libros, emocionándose cuando los personajes parecen salir de los cuentos, peleando con sus hermanos por quién es el primero en dar vuelta la página. Dejan registros de su paso en el Festival de Literatura Infantil con dibujitos en las paredes, que muestran orgullosos a sus padres. Los adultos, encantados, les toman fotos a sus hijos con la mini biblioteca de “El Gato Cascabel”, tratando de contener las impacientes manitos que quieren tocar los libros miniaturas.

Llega la hora de darle un cierre a la 14ª edición del FILBITA, el Festival de Literatura Infantil, por lo que las familias rápidamente se acoplan en el auditorio esperando ver al escritor y músico Luis Pescetti. Algunos niños y niñas con chupetes, otros más grandes, vistiendo disfraces de princesas, remeras de dibujitos animados o de equipos de fútbol, con zapatitos y vinchas de colores, stickers coloridos del Filbita pegados en su ropa, maquillaje artístico en sus cachetes, se sientan, se levantan, abrazan a sus padres, comen golosinas, lloran, se sientan, se levantan, se sientan. Una niña le da a una de las organizadoras un papelito, y vuelve a su lugar apresuradamente. Pescetti recibe esa carta, le sonríe cálidamente y saluda desde el escenario.

Las pequeñas manos no tardan en alzarse en el aire una vez que se pregunta: ¿quién quiere que le lea un libro? Facundo es el primero en ser elegido, se aproxima tímidamente al escenario, y toma asiento en la silla enfrentada al autor, quien le lee pausadamente, intercalando miradas con él y con el público. Los niños y niñas se acercan al frente del escenario, en una escucha atenta. Pescetti dice tener diez intentos para adivinar la edad de quien esté sentado junto a él. Carcajadas y aplausos resuenan en el ambiente cuando, finalmente, acierta de una vez. Algunos se animan a verlo fijamente, mostrarle sus propios cuentos y darle un abrazo.

“Amanda, ¿viste que el piso está más bajo que tus pies? ¡El piso está mal hecho!”, exclama el autor, sacando risas de adultos e infancias. Su tono de voz cambia cada vez que llega a una parte graciosa del relato, a ratos lee exageradamente lento, otras rápido, gesticulando de más y fingiendo sorpresa para hacerlos reír.

La tarde transcurre entre libros de otros escritores y escritoras, de los propios nenes y nenas, o de Pescetti, con historias sobre papas sabelotodos, comisarios transformándose en avestruces, vampiros, y personajes emblemáticos como el de Natacha, una serie de libros del propio autor. “Una vez me invitaron a una actividad en la Biblioteca Nacional y no se me ocurría qué hacer y estaba muy a mil. Y dije, bueno, que traigan libros y yo los leo. Y fue maravilloso, muy tierno, muy conmovedor”, expresa Pescetti, en diálogo con ANCCOM. “Lo que busco transmitir con mis cuentos, ahora más conscientemente que antes, es que quien lo lee se sienta normal, entender: lo que me pasa, le pasa a todos. Que no se sienta ni raro ni excluido sino, no normal en el sentido de normalizado, sino de no extraño. Cuando yo veía que los chicos en el grado hacían algo, y escribía un cuento, hacía una canción, tenía ese efecto, aunque yo no me lo proponía”, confiesa.

“Lará la lero, lará la lero”, “Echele leche al café para hacer café con leche. Para hacer leche con café, ¿qué hace falta que le eche?” Las familias repiten tratando de seguir con su voz, sus pulgares y sus manos, el juego rítmico. Los padres se miran cómplices entre la euforia de sus hijos, e inmortalizan los recuerdos a través de sus cámaras.

“Yo soy un niño caníbal y nadie me quiere a mi. No me quedan amiguitos porque ya me los comí”, cantan entusiasmados El Niño Caníbal, al compás del artista y de su guitarra criolla. Parecen saberse las letras de todas las canciones que Pescetti lanzó en los años 2000. “Se oían gritos” canta en el tema ¡Bua Ja Ja Já!, y ellos gritan con ímpetu. Los pequeños espectadores encuentran su propio ritmo, y siguen las melodías alegremente, cumpliendo con uno de los objetivos del Filbita: darles lugar a todos y todas para reproducir la melodía que les da felicidad; contar, cantar y acompañar vidas y emociones.

“Participar de este evento para mi es un quita mufa. Mufa es cuando uno está enojado, chinchudo. En este contexto político-cultural, que existan estas iniciativas casi individuales de gestión, son poderosísimas, muy necesarias, muy fuertes”, reflexiona el autor, en diálogo con ANCCOM. El festival se realizó del 8 al 10 de noviembre en el Centro Cultural Matta y la Plaza República de Chile, con el fin de celebrar la literatura, la música y las infancias. Contó con la presencia de cuatro autores extranjeros y más de cincuenta argentinos, y se organizaron actividades gratuitas para chicas y chicos de todas las edades, incluyendo presentaciones musicales, lecturas, talleres y clases.

“El racismo está en todos lados”

“El racismo está en todos lados”

Con el motivo de conmemorar el Día de los Afroargentinos y la Cultura Afro más de veinte organizaciones confluyeron en la Segunda Marcha Afro de Argentina.

La comunidad afro de Argentina, en su reclamo histórico por visibilidad y reconocimiento, logró en 2013 la sanción de la Ley N° 26.852, que establece el 8 de noviembre como “Día Nacional de los Afroargentinos, las Afroargentinas y de la Cultura Afro”.

La fecha fue elegida para conmemorar a María Remedios del Valle, “madre de la Patria”, afroargentina y capitana del ejército de Manuel Belgrano, quien combatió en las Invasiones Inglesas y en la Guerra por la Independencia, y falleció el 8 de noviembre de 1847.

“Tener un personaje como María Remedios, que fue tan valiente, tan inteligente, que fue esclavizada y se incorporó a los ejércitos como combatiente, hace que encontremos en ella una figura que nos aglutina a todos. Es indiscutible para nosotros y queremos darle la jerarquía que se merece la madre de la patria”, expresa Myriam Victoria Gómez, miembro de la de la Sociedad de Socorros Mutuos Unión Cabo Verdiana de Dock Sud.

“Es una figura que puede incomodar. Porque sería una madre negra. Es algo que en la Argentina es rechazado drásticamente todavía. Eso de tener antepasados negros parece algunas veces una vergüenza”, agrega.

Las organizaciones convocaron ayer viernes 8 de noviembre a una concentración en Plaza de Mayo, donde, con motivos de celebración, ofrecieron exhibiciones de samba, capoeira, danzas tradicionales senegalesas y danza urbana fusionada con ritmos africanos. El baile fue acompañado por ritmos de tambores y de percusión.

“María Remedios del Valle es una figura que puede incomodar. Porque sería una madre negra. Es algo que en la Argentina es rechazado drásticamente todavía. Eso de tener antepasados negros parece algunas veces una vergüenza”, agrega Gómez.

“Están convocados diferentes sectores: los afroreligiosos; las personas de la cultura, llámese capoeira, samba, reggae, danzas africanas; los músicos también y los maestros africanos; la diversidad secundaria afro y afro-LGBTIQ”, detalla Myriam.

Tras los festejos, los referentes de las diferentes comunidades afro encabezaron una marcha hacia la Plaza Congreso, contra el racismo y la invisibilización que sufre la población en Argentina, así también por el recorte en derechos y en oportunidades laborales.

“El racismo lamentablemente está en todos lados, entonces nosotros luchamos contra ello día a día. Más en una nación argentina y plurinacional, pero donde no se conoce a la población local, a las personas afro-argentinas”, denuncia Estefanía, de la Asociación Cultural Argentino-Brasileña A Turma da Bahiana. “Lo que nos reveló el primer censo interno que hicimos es la existencia de más de 2 millones de afrodescendientes. Ahora estamos alrededor de los 9 millones”.

“Esta ley ha ayudado en diferentes ámbitos, principalmente el educacional. Falta muchísimo, aún no hay reparaciones. Una de nuestras consignas es el acceso a nuestros ancestros y a los archivos para la restauración de la identidad”.

¿Qué fue lo que cambió desde la marcha del año pasado? Los recortes en becas y los despidos en el Estado impactaron de lleno en la comunidad. El cierre del INADI como organismo que recibía denuncias también significó la pérdida de puestos de trabajo para muchos y muchas afroargentinos. Casos similares sucedieron con direcciones de los ministerios de Cultura y Educación, actualmente Capital Humano.

“Hubo un recorte en el acceso a determinadas condiciones para toda la población popular dentro de la que estamos los afrodescendientes”, denuncia Myriam. “Las becas Progresar eran para jóvenes de 6 a 24 años y nosotros habíamos logrado desde la comunidad, junto con el Ministerio de Educación, que los afrodescendientes fueran considerados grupos priorizados, para lo cual no habría límite de edad. Y eso a principios de este año se derogó.”

Otro eje del reclamo es el de la brutalidad policial y el destrato hacia miembros de la comunidad afro. A principios de octubre la Policía de la Ciudad arremetió contra manteros de Once, confiscando su mercadería. Eso viene pasando realmente en la ciudad hace años. En 2016 hubo también una arremetida muy violenta contra los manteros. “Estos ataques se repiten sucesivamente y de manera periódica. Pero hubo momentos que no sólo les confiscaban la mercadería, sino que también muchas veces los seguían hasta las pensiones u hoteles donde vivían y les robaban computadoras, teléfonos y dinero”.

El evento más significativo que denuncian es el asesinato de José Delfín, a manos de la policía. Dice Sandra Chagas, militante afroargentina: “El 5 de abril de 1996, a José Delfín Acosta Martínez lo asesinó la Policía del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a golpes y patadas en la comisaría de Lavalle y Ayacucho. Seis policías le pegaron hasta asesinarlo. 24 años después, el 31 de agosto del 2020, su hermano Ángel Acosta Martínez logró la condena internacional por racismo”.

“Argentina es el único país de América Latina y el Caribe que tiene una condena internacional por racismo por el asesinato de nuestro compañero, que era un activista afrodescendiente de los derechos humanos del pueblo negro”, destaca.

Luego de una muestra de danza de las comunidades afroboliviana y de las de Guinea y Senegal frente al Congreso de la Nación, y ante la mirada de un destacamento policial que frenaba el acceso desde la plaza hacia Avenida Entre Ríos, se leyó un comunicado con las consignas de la movilización: sanción de una Ley Antirracista, cupo laboral afrodescendiente, restitución de los restos mortales de sus ancestros, la perspectiva afrocentrada de la educación y el reconocimiento social de la contribución de los africanos y su descendencia en el patrimonio nacional.

Abrazo cultural al Garrahan

Abrazo cultural al Garrahan

El conflicto laboral del hospital pediátrico más importante del país lleva tres meses ininterrumpidos. Artistas para todas las edades realizaron un festival público en apoyo a los trabajadores.

Hace más de doce semanas que los trabajadores del Hospital Garrahan llevan a cabo medidas de fuerza en reclamo de la abrupta rebaja salarial que están percibiendo desde el comienzo de las gestiones del presidente Javier Milei y del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Benos Aires Jorge Macri. Este viernes 8 de noviembre, la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Garrahan, la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y los Autoconvocados Garrahan organizaron un paro activo de 24 horas y un abrazo cultural en la entrada de la institución ubicada en Combate de los Pozos 1881.

“Este movimiento empezó porque la destrucción del salario fue brutal. Tenemos a miles de trabajadores del hospital que no cubren ni siquiera la canasta de pobreza”, comentó Alejandro Lipcovich, trabajador del Hospital Garrahan y Secretario General de la Junta Interna de ATE. Y aludió a los tres pedidos principales que están realizando: “Reclamamos que el mínimo equivalga al costo de la canasta familiar, planteamos una recomposición del 100% de todos los salarios, sin distinción de profesión u oficio y pedimos que el sector del hospital que está siendo afectado por el mal llamado impuesto a las ganancias sea eximido”. 

La jornada inició a las 9:30 y contó con la presencia de varios artistas quienes desde su música decidieron apoyar a la causa. La grilla del festival incluyó un bloque especialemente destinado para las infancias, con bandas como Los Raviolis y Anda Calabaza, seguido de presentaciones de solistas como Julieta Laso y Bruno Arias y grupos como Las Manos de Filippi, entre muchos otros. Mostraron su adhesión a la protesta múltiples organizaciones, entre las que destacó Madres de Plaza de Mayo.

El Hospital Garrahan es una institución pediátrica reconocida tanto nacional como internacionalmente que se dedica a la atención de pacientes provenientes de todo el país de entre 0 a 15 años con patologías severas y complejas, es decir, casos de alta complejidad que no tienen otro lugar en donde ser tratados. “Es una lucha que responde a algo muy sentido del pueblo argentino. No son solo nuestros intereses como trabajadores del hospital sino también de todos los trabajadores que quieren tener un lugar para atender a sus niños, un hospital que es emblema en nuestro país”, agregó Lipcovich.

Por su parte, Natalia Veliz, pediatra especialista en medicina interna que trabaja hace veinte años para el Garrahan, afirmó que “los salarios están muy por debajo de lo que un profesional de la salud merecería estar ganando en este momento. Está totalmente desfasado con la labor que realizamos”. A su vez, destacó que una situación que se desprendió de la baja salarial es la pérdida de los profesionales, lo cual “pone en riesgo el funcionamiento de la institución, la estabilidad y la labor de los equipos interdisciplinarios que para nosotros es fundamental en nuestra tarea cotidiana”.

Veliz junto a su compañera Carola Saure, pediatra especialista en nutrición que lleva 23 años trabajando en el Garrahan, mencionaron que otra preocupación que desata esta problemática es la búsqueda de segundos empleos por parte de los trabajadores. “Este es un hospital que se caracteriza por tener jornada completa y extendida. Todos trabajamos hasta las 4 o 5 de la tarde, por lo cual conseguir otro trabajo significa a veces trabajar 80 horas semanales“, remarcó Saure.

Sin embargo, la tarea del hospital no es únicamente brindar asistencia a sus pacientes. Tal como lo mencionó la pediatra Saure, el Garrahan también se ocupa de formar profesionales de todo el país. “Eso es fundamental porque este es un país enorme que requiere atención de calidad y formación pos básica para todo el territorio nacional. Es una tarea que el hospital viene cumple desde hace 37 años”. Explicó, asimismo, que los sueldos bajos generan que los futuros profesionales no elijan al Garrahan como su lugar para formarse y que esto va a repercutir en el futuro. “No es un déficit de ahora solamente. Es un déficit a futuro de la salud pública y de la salud de excelencia de nuestro país en general. No es solo mirar el Garrahan como institución, sino mirarlo en su expansión a todo el país”, sentenció Saure.

Respecto a la jornada organizada para este viernes, el Secretario General recalcó la importancia de hacer los reclamos visibles en las calles, ya sea con eventos de esta índole como con algún otro tipo de manifestaciones: “Siempre buscamos movilizarnos para que no sea simplemente un paro dominguero porque entendemos que la movilización activa de los trabajadores es lo que puede cambiar la situación”. En este sentido, la diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Izquierda Vanina Biasi opinó que “es clave estar con el cuerpo en las calles y en las luchas para darle confianza a la gente que hoy está atemorizada o deprimida para que salga”. Y continuó: “Hoy hay mucha gente que está muy impactada por la política de Milei y hay mucha fuerza política que dice que hay que guardarse, que hay que esperar. Y eso no es verdad”.

La diputada Biasi, quien presentó dos proyectos elaborados bajo la discusión de los trabajadores del hospital acerca de los salarios y la insalubridad, estuvo presente en el evento. En diálogo con ANCCOM, mostró preocupación porque “están desfinanciando toda la atención a los menores” y explicó que “es fundamental unir las luchas para que en definitiva golpeemos el corazón de la política de Milei, que es destrozar las condiciones de vida de la clase trabajadora argentina”.

“Venimos de una marcha donde pudimos unificar salud con educación y jubilados. Hay que fortalecer cada sector y salir juntos a la calle. Es la única manera de parar el plan del gobierno que es devastador”, concordó Norma Lezana, Secretaria General de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APYT). Finalmente, refirió sobre las actividades para el futuro: “Estamos impulsando una acción para el día 21 de noviembre que es también el Día de la Enfermería. Con paro y movilización desde el Congreso, donde se va a estar decidiendo el presupuesto nacional, y a la Legislatura que es donde se decide el reconocimiento de la enfermería como labor profesional en la Ley 6035”, manifestó la secretaria.