Olvidada por mujer y por negra

Olvidada por mujer y por negra

La historia de María Remedios del Valle vuelve a tener visibilidad en el teatro independiente. Capitana del Ejército del Norte y Madre de la Patria fue borrada de la historia oficial.

Sobre la calle Humahuaca al 4027, a solo una cuadra de Avenida Corrientes, el Complejo Ítaca puso en cartelera El Grito Sagrado, la historia de María Remedios del Valle. Alejada de la parte más comercial de la avenida, de los teatros de entretenimiento, con grandes luminarias y del Obelisco porteño, la actriz afrodescendiente Dayana Bermúdez Cortez interpreta a la capitana del Ejército del Norte que luchó en las guerras de la independencia y que muchos llamaron la Madre de la Patria. “Nosotras las olvidadas, que solo teníamos para perder nuestras cadenas. Nos habían prometido que al luchar dejaríamos de ser esclavas, pero solo perdimos a nuestros hijos, maridos y la vida. Sabemos que no fuimos nosotras quienes escribimos la historia”, presta la voz Bermúdez Cortez a María Remedios del Valle para dar a conocer su historia.

El unipersonal de la actriz y productora colombiana Bermúdez Cortez, está dirigido por la dramaturga Lorena Romanin, a partir de un texto original de la actriz y dramaturga, Marcela Peidro y acompañado por un equipo en su mayoría integrado por mujeres. En el escenario con pocos elementos, Bermúdez Cortez, vestida con una túnica blanca que contrasta con el color de su piel, interpela directamente al público, lo mira a los ojos y se acerca a la platea. María Remedios del Valle, los interroga y los incrimina: “Ustedes que no pisaron el campo de batalla y disfrutan de las tertulias por la independencia. Su libertad por la que yo peleé me hizo invisible. Ahora no lucho, exijo e imploro”. Una denuncia, en formato teatral, de cómo la historia oficial borró a una prócer argentina por negra, por mujer y por pobre.

“Al momento de escribir el texto –explica Marcela Peidro- me pareció fundamental no sólo relatar los acontecimientos importantes de la vida de María Remedios, cómo ella vivió los hechos concretos e históricos, sino también, hablar de lo que hizo la historiografía con su vida, de qué manera la historia oficial la narra. Así, poder colocar la mirada crítica sobre el tratamiento que se le da a su vida y legado. Para eso necesitaba una voz externa que no sea la de María Remedios, alguien que conociera lo que hicieron con su historia, la que ella no escribió ni leyó porque además, no sabía leer ni escribir. Resaltar así la vida de una persona que fue relegada. Y si bien esta obra es en particular sobre María Remedios, en la historia de nuestro país son varios los personajes que encarnaron la lucha y que por algún motivo fueron invisibilizados. Por eso, creo, la importancia de una perspectiva que dé lugar a las voces de quienes fueron marginados y aún muchas veces, siguen siéndolo”.

Si bien cuando el público entra a la sala es recibido por María Remedios, hay momentos de la obra en que Bermúdez Cortez vuelve a aparecer. Lee una carta, porque Remedios no sabía hacerlo, pide por ella, mantiene aún vigente su reclamo. El recurso teatral, escrito por Peidro, de desdoblar el personaje, “es súper interesante porque coloca la mirada desde la actualidad. Si bien contamos una historia de principios del siglo XIX, la obra está representada por una persona negra que, al igual que el público, hace una lectura desde nuestra época”, explica Romanin y Bermúdez Cortez agrega: “A nivel de la puesta de escena, como actriz me parece fascinante, es un juego que cuando leí por primera vez la obra, lo sentí como un desafío, tenía que ser ella y luego yo de manera alternada. Hablo mucho al público, veo sus caras, hago preguntas que espero que alguien responda. Aunque todavía no tuvimos esa suerte”.

María Remedios, luego de las guerras por la independencia volvió a Buenos Aires. Pordiosera y abandonada, mendigaba y vivía de la limosna mientras esperaba que alguien al verla la distinguiera, incluso por sus cicatrices, y recordara que ella era la capitana del Ejército del Norte. Fue el diputado Juan José Viamonte quien la reconoció y comenzó el proceso para otorgarle la pensión pertinente. Sin embargo, fue el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, quien varios años después le asignó una pensión aún mayor, acorde a su verdadero cargo y por quien María Remedios, en forma agradecimiento, sumó a su nombre el apellido Rosas.

“Para mí resuena mucho el tema del reconocimiento, porque soy una mujer negra en una sociedad mayoritariamente blanca y he tenido que luchar muchísimo para tener el lugar que tengo. Entonces es un poco, o mucho, de mí misma pidiendo también ser reconocida, visibilizar que el esfuerzo es doble o tripe para poder llegar a espacios como este”, explica Bermúdez que en el escenario vocifera: “La reconocieron pero qué es reconocer a alguien. La borraron de los libros de historia, no se sabe dónde está su cuerpo. Solo quería que la reconocieran por el nombre que sus compañeros le dieron. Tuvo que cambiar su apellido a Rosas para ser vista”.

Romanin concuerda en que uno de los temas centrales y permanentes durante toda la obra es el interrogante por el reconocimiento y el pedido de justicia, pero sin que el reclamo opaque el compromiso con la lucha y los ideales. “Son dos puntos que sintetizan muy bien la complejidad del personaje. Por un lado, María Remedios se pregunta qué hay que tener para ser recordada como heroína de esta patria, y la respuesta es ser hombre, blanco, rico y letrado. Y por otro, habla de sus heridas, ‘estas marcas no las borraría por nada en el mundo’, es alguien que no se arrepiente de su entrega por una causa de bien mayor que consideraba justa. Me parece algo muy importante de rescatar en estos tiempos el compromiso social, creo que se perdió el sentir por una causa”,

¿Cómo comenzó el proyecto?

Bermúdez: Yo sSoy afrodescendiente, colombiana, pero a los lugares a los que voy siempre investigo la historia negra del país. Llegué a Argentina hace diez años, y noté que había una gran falta de conocimiento sobre la historia negra. Comencé a investigar, reunirme con colectivos, y encontré a María Remedios del Valle. En ese tiempo también me estaba formando como actriz, y comenzó a rondar la idea de llevar su historia a algún material audiovisual. No estaba segura del formato pero sí de querer representarla, me parecía un personaje interesante y muy invisibilizado. Como activista, es la forma que tengo de movilizarme con respecto a la afrodescendencia, hacer algo con la historia a partir de lo que sé hacer, desde la actuación. Aunque sea una prócer argentina es parte de mi historia también, no importa el país, porque para mí es historia negra latinoamericana. Es así que en 2022 hice otra obra de teatro sobre ella que se llamó La Madre de la Patria. Luego me pareció más lindo hacer un unipersonal.

 

¿Qué esperan para la obra en el futuro?

B:Tengo muchas ganas de llevar la historia a todas partes. Ir a donde no conozcan tanto la historia negra argentina. Europa es un lugar que me interesa, allí tienen mucho la idea de que Argentina es blanca y me parecería muy bueno contarles este pedacito de nuestra historia.

Romanin: Hay obras que al tener un mensaje tan concreto, tan claro y tan importante de ser transmitido, la verdad que quedarte en un único lugar y que sea Capital Federal, a donde principalmente viene gente que habitualmente ve teatro, no es lo más atractivo del mundo. Sino que viajar resulta más interesante, ir a pueblos que por ahí la gente no va tanto al teatro o directamente no los tiene, o a otros países donde resuene la historia

 Desde el nombre, El Grito Sagrado, la obra retoma parte de la letra del Himno Nacional. “El grito es un pedido y una denuncia. Y por otro lado, hay algo de sagrado en la obra, es un personaje muy vinculado con lo espiritual. Buscamos rescatar lo que para ella era sagrado e importante, y alejarla de la religión que le impusieron cuando fue esclavizada. A partir de la poca información que hay acerca de ella, sabemos que era Yoruba, que es una religión africana, y que la profesaba su madre. Durante la obra hacemos algunos cantos y rezos yorubas y los tambores que toca el músico -Lucas Sanjurjo-, se llaman Batá y son especiales para tocar música Yoruba. Fue nuestra forma de conectarla un poquito más con todo lo que tiene que ver con lo espiritual”, explica la actriz.

Los músicos, Sanjurjo y Pina González, ubicados a un costado del escenario, hacen sonar un ritmo desconocido con los tambores Batá mientras en simultaneo, se escucha el himno argentino. “Ese momento representa la integración de la cultura de ella con la argentina, durante la obra se genera una fusión. Porque en nuestro himno no están representadas todas las voces, solo las de quienes pasaron a la historia. María Remedios y la población negra y afrodescendiente, no están contemplados culturalmente en la música del himno”, explica la directora.

Además de la potencia de la música en vivo, una gran propuesta visual acompaña la actuación de Bermúdez Cortez. Ilustraciones de María Remedios y colores fuertes que contrastan. “Las imágenes que proyectamos son dibujos originales para la obra, las usamos como una forma poética de apoyar la historia. Porque es un unipersonal histórico, que tiene una línea narrativa, pero también todos estos recursos que suman a la pieza como construcción de obra de arte”, explica Romanin. Solo hay un momento de completa oscuridad, sin imágenes, y es cuando María Remedios se vuelve un fantasma que recorre las calles de Buenos Aires, el cuerpo de la actriz deja de ser visible y en la oscuridad solo se escucha una voz que reclama.

María Remedios del Valle murió el 8 de noviembre, declarado en su honor Día Nacional de  Afroargentinos y de la Cultura Afro. Murió con el sueño de una Nación Argentina que incluyera y reconociera a las personas negras. “Murió con el sueño escapando por las manos, cuando ella quería vivir” explica Bermúdez Cortez sobre el final de la obra.

 

La obra se puede ver los miércoles a las 20:30 horas en el Complejo Ítaca (Humahuaca 4027). Las entradas se pueden adquirir en boletería o en la página web de Alternativa Teatral.

 

Después de la tormenta, un temporal de solidaridad

Después de la tormenta, un temporal de solidaridad

Clubes, sociedades de fomento y parroquias se organizaron para recibir evacuados y donaciones en Zárate y Campana, una de las zonas más afectadas por el temporal de este fin de semana.

El norte del área metropolitana de Buenos Aires fue una de las zonas más afectadas por el temporal del último fin de semana. Principalmente, en Zárate y Campana llovió en menos de 48 horas lo que suele llover en todo un mes. Las inundaciones ocasionaron grandes pérdidas en áreas bajas y periféricas. Incluso hubo sitios donde el agua superó el metro y medio de altura y los vecinos debieron aguardar en los techos de sus casas para ser evacuados. Ante este escenario, clubes de barrio, sociedades de fomento, iglesias y parroquias se organizaron en solidaridad para funcionar como puntos de recepción de donaciones y centros para recibir evacuados.

“Si bien Zárate tuvo varios barrios anegados, donde más se inundó fue en la zona del barrio San Cayetano y La Lucila que queda sobre la Ruta N° 6, entre Campana y Zárate”, declara Bruno Eckert, vecino de la zona céntrica de Campana y agrega: “La Lucila prácticamente dejó de existir, todo ese lugar quedó tapado por el agua. De la misma manera, en San Cayetano, que es más grande y tiene más densidad de población que La Lucila, el temporal afectó a muchas familias”. Fernando Palau, vecino del Barrio Siderca ubicado en cerca del puerto de Campana, explica: “Otro lugar que se vio fuertemente damnificado fue el Barrio San Felipe, que queda sobre Panamericana y la Ruta N° 6. Yo estuve dando una mano ahí y el agua me llegaba hasta el pecho. Se vivió una situación muy angustiante porque la gente estaba atrapada en sus casas sin poder salir. Tengo amigos y conocidos que lo perdieron todo en la inundación”.

Eckert manifiesta: “El sábado estuve todo el día en el Club Plaza Italia de Campana donde recibimos donaciones de alimentos, vestimenta, productos de higiene, colchones y demás, para después clasificar y distribuir en diferentes lugares que reciben y alojan evacuados”. En esa misma línea, Palau comenta que no se quedó de brazos cruzados ante lo ocurrido: “Puse la camioneta a disposición para trasladar los damnificados, recolectar y repartir viandas, ropa y diferentes donaciones. Mientras tanto, en la “Peña del rojo” que es el lugar donde hacemos base, compañeros y compañeras se encargaron de cocinar, clasificar las donaciones y asistir a los vecinos que se acercaban en búsqueda de ayuda”.

El Club Villa Dálmine, ubicado a pocos kilómetros del límite entre Campana y Zárate, se encuentra cercano a las zonas más afectadas por el temporal y Damian Furchi, socio y miembro de la comisión normalizadora, comenta: “Nos pusimos a disposición y desde la madrugada del sábado que el club está abierto como centro de evacuación. Hubo varios vecinos de la zona se acercaron por sus propios medios mojados y algunos de ellos heridos; nosotros los atendimos y les brindamos asistencia médica”. Describe que en su gran mayoría recibieron evacuados del barrio San Cayetano y agrega: “A la par empezamos a recibir donaciones, entonces les dimos ropa limpia y comida. También habilitamos las duchas de los vestuarios para que se puedan bañar con agua caliente y se quedaron a dormir aproximadamente cincuenta personas”. Villa Dálmine trabaja de manera articulada con el Club Campana Boat Club para derivar evacuados hacia allí, ya que también cuentan con la infraestructura adecuada para contener a muchas personas que se vieron en la obligación de abandonar sus casas.

Villa Dálmine presta colaboración y a la vez sufre las consecuencias del temporal: el predio de inferiores, donde entrenan y juegan aproximadamente cuatrocientos chicos y doscientas chicas, cuenta con siete canchas y están todas inundadas. El agua superó el metro de altura y además afectó a un salón de usos múltiples, vestuarios y galpones con utilería y materiales deportivos. Para tomar magnitud de las implicancias del temporal, este predio es lindero a un arroyo que llegó a estar a seis metros por encima de su cauce normal.

Además de centro para evacuados y punto para recibir donaciones, el estadio de fútbol del Club Villa Dálmine funcionó como centro logístico de base para la Policía y Prefectura. Agustín Parrilla, miembro de la comisión directiva de Villa Dálmine, comenta: “El sábado se utilizó nuestro campo de juego para que aterricen helicópteros que evacuaron cerca de cuarenta niños de una escuela de Lanús que se encontraban de viaje de estudios, quedaron varados a la altura de Alsina y atrapados dentro del micro”. Una vez que los niños y los profesores fueron rescatados y trasladados al club, Parrilla indica: “Destinamos un sector exclusivamente para ellos, les dimos contención y merienda. Conjuntamente con los socios y socias que estaban colaborando los entretuvimos para que el mal momento que vivieron se hiciera más llevadero”. Horas más tarde, se puso a disposición un colectivo que los llevó a sus hogares.
Furchi y Parrilla destacan la solidaridad y la buena predisposición tanto de los hinchas y socios del Villa Dálmine como así también de los propios vecinos de la zona que se acercaron al club para prestar colaboración: “Es impresionante el movimiento solidario que se generó en Campana y zonas aledañas”, comenta Parrilla y revela que las oficinas del club están colapsadas de donaciones de ropa por clasificar: “Como integrante de Comisión Directiva del club, esta cadena solidaria me despierta un sentimiento de orgullo igual de grande que la tristeza que causa toda esta situación”. Dálmine, como club, va a seguir trabajando de la misma manera hasta que todas las personas puedan volver a sus hogares.“Sabemos que esto no se arregla de un día para el otro y nosotros vamos a estar al pie del cañón mientras sea necesario”, concluye Parrilla.

En Zárate, el Club Atlético Defensores Unidos (CADU) funciona desde que se desató el temporal como punto de recepción y distribución de donaciones. “La iniciativa nació desde la voluntad de ayudar a quienes más lo necesitan y fue impulsada por dirigentes, comisión directiva, familias, socios, hinchas y vecinos. Mucha gente se acercó al club a dar una mano, desde ofrecer las camionetas para llevar ropa y alimentos a las zonas más afectadas hasta para cocinar en la olla popular”, declara Luciana Tabano, colaboradora de la Subcomisión directiva del club, y agrega: “Empezamos a preparar viandas para llevarle a la gente y pudimos llegar a más de quince barrios de Zárate con comida ya preparada y calentita, ropa, abrigo, colchones, productos de limpieza e higiene personal. Todo lo que llega al club, enseguida se clasifica y distribuye”. El CADU logró abastecer con donaciones a gran parte de la zona de la Ruta N° 6 y Capilla del Señor. Recorrieron barrios como San Cayetano, Barrio Bosch, Las Violetas, barrio Cementerio de Zárate, Villa Negri, Malvicino, barrio El Gauchito, El Progreso, Pueblo Nuevo, Santa Lucía,  entre otros.

El CADU también trabajó de manera articulada con varios clubes deportivos del distrito: “Hicimos llegar donaciones al Club Mitre, a Independiente, a Belgrano y a las canchas del DAM”, expone Tabano, quien no recuerda una inundación de esta magnitud en la zona y señala: “Hubo mucha gente tuvo que evacuar y también hubo mucha gente que no quiso abandonar sus casas”.

La Asociación del Fútbol Argentino informó a través de un comunicado oficial: “Defensores Unidos, Villa Dálmine y Puerto Nuevo, se encuentran recibiendo en este momento evacuados de zonas afectadas por las inundaciones y todo tipo de donaciones cumpliendo con un importante rol asistencial”. Asimismo, ante la suspensión de los partidos de las categorías de ascenso, en la próxima fecha los clubes locales de las diversas categorías podrán recibir donaciones para la gente de Campana y Zárate. En esa línea, Tabano destaca: “muchos clubes del ascenso se pusieron en contacto con la comisión directiva de nuestro club para hacer llegar camiones de mercadería para los días que siguen, porque el agua empezó a bajar, pero los daños quedan”.

“Esta no fue una movida de fin de semana, es algo que va a continuar hasta que logremos reponernos”, concluye Tabano.

La garra charrúa tiene memoria

La garra charrúa tiene memoria

Cada 20 de mayo, miles de personas en Uruguay se movilizan para recordar a los detenidos desaparecidos de la dictadura cívico-militar.Y como en años anteriores, deportistas de diversas disciplinas alzan la voz para reafirmar su compromiso con el Nunca Más.

“Están en algún sitio / concertados / desconcertados / sordos / buscándose / buscándonos”. Así comienza el conmovedor video titulado Deportistas por la memoria. La pelota, la cultura, la memoria. Presente. ¿Dónde están?, en el que Óscar Washington Tabárez, El Maestro, emblemático exentrenador de la Selección Uruguaya de fútbol, lee el poema “Desaparecidos”, de Mario Benedetti, y con su voz de fondo van apareciendo distintos deportistas charrúas en sus espacios de práctica, también en el Centro Cultural Museo de la Memoria (MUME) de Montevideo, y con la remera de la organización Madres y Familiares de Desaparecidos (Famidesa), que tiene el lema “Todos somos familiares”.

La Marcha del Silencio, como se la conoce popularmente, se celebra en las calles de Montevideo y otras ciudades desde 1996. La fecha recuerda el asesinato, en 1976, de los legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, así como de los militantes Rosario Barredo y William Whitelaw, en Buenos Aires. 30 veces Nunca Más: Sepan Cumplir. ¿Dónde están?, es la consigna de este año.

Entre las personalidades del deporte que aparecen en el spot audiovisual hay futbolistas como Daiana Farías, Sasha Larrea, Sebastián “Papelito” Fernández, Abel Hernández, Maximiliano Olivera y Sebastián Coates. Estos últimos son los capitanes de Peñarol y Nacional, los clubes más populares del país. También están los basquetbolistas Marcelo Capalbo, Horacio López, Josefina Rivera y Patricio Prieto, el rugbier Guillermo Pujadas, los jugadores de handball Gerónimo Goyoaga y Paula Eastman, y la boxeadora Chris Namús.

Federico Bavosi es un basquetbolista de gran trayectoria en la liga uruguaya y actúa como vocero del colectivo Deportistas por la Memoria. En diálogo con ANCCOM, detalla cómo fueron los comienzos de la agrupación: “Surge a partir de la inquietud de Mateo Sarni, colega mío en Aguada (club de básquet con sede en el barrio homónimo). Previo a la Marcha del Silencio de 2023, tiene la idea de que varios deportistas notorios dentro de su disciplina puedan participar en un video donde, de alguna forma, reivindiquemos la causa que pide Memoria, Verdad y Justicia. Para ese año no nos dio el tiempo de hacerlo como entendíamos que teníamos que hacerlo por la calidad de la producción y porque el video tenía que ser algo cuidado”.

“Es un tema muy sensible”, explica Bavosi, por eso entendían que tenían que hacerlo “lo mejor posible”, además de que hasta ese momento “pocos deportistas se habían manifestado”. “Para 2024 tuvimos la fortuna de que el Maestro Tabárez aceptó ser la cara y la voz de la publicación, y a partir de su presencia era más fácil que el resto de las personas aparezca, porque él es alguien muy importante dentro de la cultura uruguaya”, agrega.

Según Bavosi, base del club Biguá, los reclamos “siempre van de la mano de las reivindicaciones que plantean movimientos de familiares año tras año en las marchas, principalmente verdad y justicia”. Se calcula que aproximadamente unas 200 personas fueron desaparecidas por la dictadura uruguaya que se extendió desde 1973 a 1985. A punto de cumplirse 40 años del retorno de la democracia, los tribunales del vecino país sólo dictaron sentencias en 20 casos penales y condenaron a 28 acusados por causas referidas a desapariciones, torturas y asesinatos ocurridas en ese período, lejos de las más de 300 sentencias que hubo en Argentina. “Saber dónde están es el reclamo más grande que Familiares hace y que nosotros apoyamos”, afirma Bavosi.

Al igual que de este lado del Río de la Plata, la participación de los deportistas en distintos reclamos sociales también es motivo de debate. “Acá también se discute si tenemos que meternos en este tipo de temas, pero es algo que trasciende la política, no hay ningún partido embanderado con el movimiento, sino que son varios los que lo apoyan –subraya Bavosi–. Y si bien no es algo unánime, los deportistas entendemos que tenemos la responsabilidad por ocupar un lugar importante en la sociedad uruguaya de manifestar y colaborar, aunque sea con el pedacito muy chiquito que nos toca, para que este mensaje llegue lo más lejos posible. De esta manera podemos ayudar a Madres y Familiares a conseguir esa justicia que tanto reclaman y tanto merecen”.  

La pieza audiovisual cierra con el lema de la Marcha del Silencio de este año: “Sepan cumplir, ¿dónde están?”. Así, los deportistas uruguayos, de forma colectiva –y esta es quizás la principal diferencia con sus pares argentinos–, han vuelto a manifestar su compromiso y a unirse bajo el pedido de Memoria, Verdad y Justicia.

«No obtuvimos los resultados que esperábamos»

«No obtuvimos los resultados que esperábamos»

Evolución, la lista encabezada por Lula Levy obtuvo el 2,31% de los votos y no consiguió ningún lugar en la Legislatura. En un búnker aislado del periodismo y las cámaras, la joven candidata y algunos referentes de la UCR reafirmaron su proyecto en una mala noche electoral.

“No son los resultados que esperábamos” fue la frase que sintetizó la performance del espacio Evolución en las elecciones legislativas. La pronunció Martín Ocampo, el procurador de la Ciudad y presidente de la UCR Capital. Hasta ese momento reinaba el silencio en el bunker ubicado en el boliche Morocco, en Costa Salguero. El lugar tenía cortinas negras que aislaban a los periodistas de lo que pasaba dentro. Fue después de informar que ningún miembro de la lista iba a hablar con la prensa que tomaron el micrófono para dirigirse a la audiencia compuesta de políticos y militantes. Sin poder observar sus caras, gestos o quiénes los acompañaban sobre el escenario, solo se podían descifrar sus voces y analizar sus emociones a partir de ellas.

Entre las presencias destacadas estaba el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, el expresidente del Boca Juniors Daniel Angelici y el vicerrector de la UBA Emiliano Yacobitti, que ingresaron y se retiraron del lugar sin hacer comentarios. Tras las declaraciones de Ocampo, fue el momento del senador nacional Martín Lousteau, presidente de la UCR y líder del proyecto. “Creo que Lula, Facundo (Cedeira) y Jessica (Barreto) hubiesen hecho una gran diferencia en la Legislatura, cuando uno ve para qué están yendo el resto de los candidatos. Pero ya sabemos que esto no se trata de ganar o de perder, sino de qué cosas defendemos –expresó–. Argentina tiene una gran polarización y es por eso que una extraordinaria candidata en una extraordinaria campaña no pudo lograr la interpelación en la Ciudad que se merece”.

Lousteau agregó: “Este resultado tiene mucho que ver con el humor social o, en todo caso, con mi responsabilidad”. También pidió que sigan trabajando “para que la próxima vez que esta generación se presente a una elección pueda reírse de los resultados de esta noche”, mientras los aplausos sonaban por primera vez en el bunker.

Después fue el turno de Levy, que emocionada (al menos en su voz) agradeció a sus votantes y a los que habían ido al bunker “a bancar” y en tono de arenga señaló que “esta banda militando le gana a cualquiera”. También apeló a los actuales legisladores que tiene el espacio, para que avancen con sus propuestas de campaña, como la Ley de Educación y el avance en materia de seguridad. “Nos rompimos el culo por esas propuestas”, añadió. Cuando terminó su discurso comenzó a sonar una música que sirvió para amortizar el silencio, mientras los referentes se retiraban cabizbajos en la fría noche de la costanera porteña.

El espacio Evolución, que buscaba con Levy un recambio político y poner en foco el reclamo por la universidad pública, terminó en el octavo puesto con 37,988 votos, detrás de listas con lineamientos similares como Volvamos Buenos Aires de Horacio Rodríguez Larreta y la Coalición Cívica. Para la UCR, su separación de estas agrupaciones y sobre todo del PRO fue lapidaria: es su peor elección histórica en la Ciudad de Buenos Aires. Ahora su objetivo es reconfigurarse si quieren obtener un mejor resultado en los comicios de octubre.

“No alcanza ni para comprar dos kilos de carne”

“No alcanza ni para comprar dos kilos de carne”

Ante la precarización y los salarios de hambre, los trabajadores de Página/12 realizaron un paro de cinco días en reclamo de sus derechos más básicos. “No queremos que el periodismo se convierta en un hobby”, manifestó una de sus delegadas.

“¡Basta! Nos estamos muriendo de hambre. Los salarios de prensa y los pagos por colaboración están en niveles por debajo de la línea de indigencia. Es imposible e inaceptable”, denunció la periodista Ailín Bullentini, delegada de la comisión interna de Página/12, en diálogo con ANCCOM.

La asamblea de trabajadores de Página/12 votó un paro que se extendió desde el miércoles 14 de mayo hasta el domingo 18 a la medianoche. La medida se tomó ante una situación desesperante: los salarios apenas pasan los 500.000 pesos y lo que cobran los colaboradores “no alcanza ni para comprar dos kilos de carne”.

En una semana marcada por movilizaciones del gremio de prensa, Bullentini afirmó: “Uno nunca lo espera de una patronal o de la dirección de un diario como Página/12, que nació principalmente para darle voz al pueblo, para hacer oír este tipo de reclamos. Pero una patronal siempre es una patronal, y un trabajador o trabajadora siempre tiene que ser consciente de sus derechos. No importa dónde trabaje”.

La delegada contextualizó cómo fue cambiando la relación con la dirección en los últimos años. Aunque el diálogo nunca fue sencillo, en 2016, cuando el diario fue adquirido por el Grupo Octubre, dirigido por el empresario y dirigente sindical Víctor Santa María, el vínculo se deterioró notablemente.

Desde sus comienzos, en 1987, Página/12 ha tenido una asamblea y una comisión interna fuertes. Según Bullentini, la intención de Víctor Santa María ha sido tratar de disciplinar y desarmar esa organización. La pandemia agravó el panorama, ya que se eliminó el espacio físico compartido y la redacción quedó atomizada. “Cada uno desde su casa, lo cual dificulta mucho la organización”, agregó Bullentini.

El paro en Página/12 es la punta del iceberg de un conflicto más profundo que abarca a todos los medios, donde también se vienen repitiendo movilizaciones y medidas de fuerza. Hace casi un año, en ocasión del Día del Periodista, una encuesta del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) arrojaba un resultado alarmante: el 76 por ciento de los trabajadores del sector cobraban salarios por debajo de la línea de pobreza. Hoy el panorama es todavía más dramático. No hay profesión posible sin sueldos dignos, sostienen desde el sindicato.

En el actual mes de mayo, el SiPreBA declaró la emergencia salarial, y en este escenario el paro en Página/12 se suma a una serie de reclamos que son parte de una lucha más amplia en contra de la precarización del oficio periodístico. El pasado martes 13 de mayo, el gremio organizó una olla popular frente a la sede de Clarín para denunciar los salarios de hambre en “el gran diario argentino”.

Recientemente, algunas empresas periodísticas, en el marco de negociaciones paritarias, han ofrecido aumentos mínimos, pero aún en esta dura realidad, Página/12 paga los peores sueldos y valores de colaboración. Es más, desde febrero sus trabajadores no han recibido ningún incremento salarial.

 “También hay que decir que cuesta cada vez más organizarnos, porque estamos muy golpeados, y la realidad es que hay compañeros y compañeras que efectivamente no se quedan esperando a que Víctor Santa María nos mejore el sueldo. Tienen que salir a buscar otra cosa porque si no, no viven. Tienen familias que mantener”, remarcó Bullentini, para quien es inadmisible que se paguen salarios de hambre a periodistas, una profesión clave para sostener la salud democrática de un país y sus instituciones republicanas.

“No podemos hacer nuestro trabajo cuando no podemos comer de nuestro trabajo. No es un hobby, no queremos que se convierta en un hobby. Deseamos que sea un trabajo con plenos derechos, como alguna vez lo fue”, concluyó.