«Fue un paro contundente»

«Fue un paro contundente»

La CGT realizó su segundo paro nacional en rechazo a las medidas del Gobierno de Milei contra los trabajadores. Se registró una alta adhesión en las grandes ciudades, principalmente en los sectores del transporte, la educación, la salud y la industria.

El paro nacional de 24 horas convocado por las centrales obreras fue contundente, con una masiva adhesión del sector del transporte. En conferencia de prensa, Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato que encabeza la CGT, subrayó que “el ajuste recayó sobre los sectores más vulnerables y se cortaron los planes asistenciales de todos los comedores”, incluyendo la suspensión de planes de ayuda alimentaria y la cancelación de numerosas obras de infraestructura urbana que afectaron a trabajadores y cooperativas.

“Y con este proyecto de ley (en referencia a la Ley Bases), si se llegara a aprobar, una cantidad de trabajadores pasarían de la formalidad a un esquema legal de informalidad”, agregó. También enfatizó la necesidad de que Diputados derogue el decreto 70/23: «El DNU es el instrumento que le da legalidad a lo que pretenden hacer con la empresa Télam o lo que están llevando adelante con un montón de instituciones del Estado”, manifestó.

El dato más significativo de la jornada fue la interrupción casi total del transporte público. La Unión Tranviarios Automotor (UTA), La Fraternidad y Metrodelegados demostraron su compromiso con la medida y colectivos, trenes y subtes no estuvieron prácticamente en funcionamiento.

Por su parte, Pablo Moyano, dirigente de Camioneros y otro de los integrantes del triunvirato, elogió a las delegaciones regionales de la CGT del interior del país por el alto acatamiento al paro en muchas provincias. «Fue un paro contundente», afirmó. “Han abierto algunos negocios, pero estuvieron vacíos, los colectivos también iban vacíos”, añadió, en alusión a las empresas que desafiaron la medida de fuerza, y sugirió que, pese a la presión gubernamental sobre ellas, la gente en general mostró su respaldo.

Moyano también le apuntó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. “Le dolió el paro –dijo–, si hubiera sido tan fracaso o débil, como dijo la ministra, no tendría necesidad de responderlo». Según Moyano, hay un creciente rechazo social y un descontento generalizado en la población. «Todas las movilizaciones de distintos sectores de la sociedad son cada vez más masivas», señaló.

 

El 80 por ciento de las estaciones de servicio adhirieron al paro, tal cual indicó el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio, Carlos Acuña, el tercer triunviro de la CGT, en diálogo con ANCCOM. Acuña alertó sobre la discrepancia entre los aumentos generalizados y la falta de homologación salarial: «Hoy nos están negando un 9 por ciento de aumento, cuando ellos aumentaron el combustible el 400 por ciento en el año». Anticipó además que su gremio se encuentra negociando con la patronal y tienen una cita el 20 de mayo en el Ministerio de Trabajo para fijar la paritaria. “Estamos facultados para convocar un paro en la venta de combustible a nivel nacional si no se alcanza un acuerdo”, aseveró.

Los trabajadores de la salud, la educación y la industria se plegaron masivamente al paro. Tanto los hospitales públicos como los privados operaron con personal mínimo y atendiendo sólo emergencias. La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) informó que la suspensión de clases en todas las escuelas públicas del país fue total. Sergio Romero, secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA), expresó su preocupación por la reducción sin precedentes en el presupuesto educativo y los salarios que apenas cubren las necesidades básicas. “Hay provincias que están con un salario mínimo de 200 mil pesos», contó. La ministra de Capital Humano, Sandra Petrovello, a cargo del área educativa, les prometió «recomponer el ámbito paritario”. “Espero que se cumpla, porque necesitamos esa negociación”, puntualizó Romero. El 90 por ciento de los docentes del país adhirieron a la medida de fuerza.

El paro nacional fue parte de un plan de lucha que continuará. Pablo Moyano dejó abierta la posibilidad de una nueva movilización cuando se trate el proyecto de Ley Bases en el Senado. “Todos los sectores lo están pidiendo”, concluyó.

Jubiladas pero no pasivas

Jubiladas pero no pasivas

Bajo la consigna «Ni una jubilada menos», el colectivo feminista organizó una acción frente al Congreso para exigirle a los senadores que rechacen la Ley Bases que da por tierra con la moratoria.

El colectivo Ni Una Menos realizó una acción callejera frente al Congreso de la Nación bajo la consigna “Ni una jubilada menos”. Participaron legisladores, diputados, agrupaciones políticas, sindicatos y jubiladas autoconvocadas. Un inmenso cordón policial rodeó la pacífica manifestación desde su inicio.

La manifestación en la Plaza de los dos Congresos fue para rechazar el proyecto de ley Bases y, en particular, el artículo que deroga las moratorias previsionales, que dejaría a 9 de cada 10 mujeres de nuestro país sin jubilación. “Lo que está intentando hacer el Gobierno es ahorrarse dinero, en vez de sacarle a los ricos y poderosos, se los saca a las jubiladas y a las trabajadoras de la economía popular para pagar la deuda y costear las fiestas financieras del sector especulador –expresaron desde la organización–. Estamos acá para decirle al Senado que los y las jubiladas estamos mirando, y que tienen que rechazar esta ley porque no tiene ni un punto a favor del pueblo trabajador y mucho menos de las mujeres”.

Lucía, integrante de Ni Una Menos y vocera principal de la convocatoria, señaló: “No se puede salir a caminar por la Ciudad de Buenos Aires sin toparse con un sector afectado por las políticas de este Gobierno. A los senadores les exigimos el rechazo de la Ley Bases. La patria no se puede vender, el pueblo los va a condenar si lo hacen”.

Yamila, secretaria de Género de la CTA, remarcó que la convocatoria surgió de los feminismos y de todas las organizaciones que forman parte del movimiento feminista para plantear un absoluto rechazo a la Ley Bases, y particularmente denunciar que su aprobación implicaría, entre otras cosas, la caída de la moratoria jubilatoria, la cual, según ella, “había sido, hasta ahora, un logro fundamental, al ser el reconocimiento de un trabajo que hacemos en nuestros hogares, en nuestras familias y comunidades que no es remunerado pero que es un trabajo, y por lo tanto implica el derecho a una jubilación digna”.

A las consignas de “Ni una jubilada menos, abajo el DNU y el ajuste”, se agregó el reclamo al Senado para que vote en contra de la Ley Bases, y a Diputados para que rechacen el decreto 70/23. “Estas políticas –subrayó Yamila– suponen la desarticulación del Estado en todas las áreas que se necesitan para la protección y la promoción de los derechos, impulsan un programa de extranjerización y privatización de la economía argentina, que a su vez implica un mayor empobrecimiento de nuestra población, pérdida de soberanía, privación de capacidad a la hora resolver qué hacemos con nuestros recursos y de generar un proceso de redistribución de la riqueza que es absolutamente necesario y que es la única manera en que podemos pensar un futuro mejor para todos todas y todos”.

Decenas de jubiladas se manifestaron codo a codo con las nuevas generaciones que apoyan su lucha. Gloria González, jubilada autoconvocada, es el ejemplo de lo que viven miles de mujeres de todo el país: “Sin la ayuda de mis hijos, no podría llegar a fin de mes, sin ellos me estaría muriendo de hambre. Me preocupa pensar cómo harán las jubiladas y adultos mayores que están solos y no tienen el sostén de nadie. Puedo pagar mis medicamentos gracias a los descuentos que encuentro. ¡Menos mal que por ahora solo necesito unos cuantos! No sé cómo haría para afrontar los gastos si necesitara mayor cantidad”. Para Gloria, la crisis está golpeando a toda la población y muy fuerte, ya que los comedores barriales no dan abasto, la juventud no encuentra oportunidades laborales, miles de personas han sido despedidas, y ahora los jubilados no llegan a fin de mes. “Los jubilados muchas veces necesitamos medicamentos para no morir, pero no nos alcanza para vivir. No sé cómo va a terminar todo esto”, dijo.

El diputado nacional de Unión por la Patria, Pablo Carro, acompañó la movilización porque considera imprescindible que el Senado rechace la Ley Bases, al no ser un proyecto que presente un solo artículo para beneficiar a los trabajadores. “La eliminación de la moratoria jubilatoria es un atentado contra las mujeres. La gran mayoría de ellas no se va a poder jubilar. Quieren reemplazarla con una pensión que es mucho más baja que la jubilación mínima, y además subir la edad jubilatoria a los 65 años”. Carro enfatizó el no reconocimiento y puesta en valor de los años que las mujeres han dedicado a prestar servicios. De ser sancionada, la ley desconocería por completo el trabajo que han hecho –y continúan llevado a cabo– dentro del hogar, atendiendo a los hijos, a los enfermos, encargándose de las tareas de cuidado, de limpieza, que tienen que ser reconocidas y remuneradas. La jubilación es un derecho aprobado por nuestra Constitución, afirmó Carro, y debe respetarse.

Acerca de las motivaciones que podría tener el Gobierno o el bloque de La Libertad Avanza para impulsar la ley, agregó: “Simplemente lo que se busca es hacer daño, instalando en la sociedad la idea de que hay personas que son descartables, y que si no han podido a lo largo de sus vidas juntar el dinero para mantenerse no tienen lugar en ella. Por eso lo que estamos discutiendo hoy es qué tipo de Argentina queremos. Yo quiero una Argentina que cuide a sus mayores, a sus jubiladas y a sus jubilados. Ojalá los senadores y las senadoras digan lo mismo”.

Otro diputado presente fue Juan Marino, militante y fundador del Partido y Unidad Piquetera: “Estamos acompañando la movilización convocada por la multisectorial en defensa la seguridad social, compuesta por organizaciones de personas adultas mayores que han venido al Congreso una vez más a solicitarnos, a las diputadas y a los diputados, que votemos una ley en defensa de la jubilaciones, que anulemos el decreto de necesidad y urgencia con el que Milei consolidó la licuación de las jubilaciones y que impuso desde que asumió el gobierno”, sostuvo.

Marino destacó que “han sido las jubiladas y los jubilados, principalmente, quienes han pagado el costo de este ajuste descontrolado y bestial que ha aplicado el Gobierno”, y que desde el bloque de diputados de Unión por la Patria –que él integra– impulsan un proyecto de ley para recobrar lo perdido por la licuación de Milei, para que haya una fórmula que permita que los adultos mayores empiecen a recuperar su poder adquisitivo.

“El Gobierno tiene una meta que es el déficit cero, que intentarán lograr a costa de todo. No les importa si para hacer eso tienen que hacer una sobredosis de ajuste que conduzca al país a una depresión económica. Creen que con la licuadora y la motosierra se puede alcanzar ese déficit cero, de todas formas, no lo están logrando, porque cae tanto la actividad, que cae la recaudación al mismo tiempo, y tampoco consiguen dólares del FMI ni de fondos privados”, opinó Marino, para quien el esquema económico del Gobierno es un completo fracaso.

 

“Es un gobierno fallido y por lo tanto nos parece muy importante que frente a ese fracaso y este ajuste que está dañando tanto al país y al pueblo, en este Congreso nos unamos todos los que somos opositores, que aquellos y aquellas que todavía no saben si son oficialistas o no, se den cuenta de que si quedan pegados al Gobierno quedan pegados al fracaso. Necesitamos construir una oposición mayoritaria que le ponga límites y uno de los puntos clave donde nos podemos poner de acuerdo con una mayoría opositora, es la defensa de las jubiladas y los jubilados”, finalizó.

La ausencia de dirigentes e integrantes del radicalismo, la Coalición Cívica y Hacemos Coalición Federal no sorprendió a nadie en la convocatoria, ya que fueron quienes facilitaron la media sanción de la ley. El cierre de la jornada estuvo a cargo del senador Mariano Recalde, quien leyó una carta escrita por el movimiento de mujeres dirigida, precisamente, a la Cámara Alta.

Con un centenar de despidos en ACUMAR, retroceden las políticas de saneamiento del Riachuelo

Con un centenar de despidos en ACUMAR, retroceden las políticas de saneamiento del Riachuelo

Para hacerle frente al ajuste, sus trabajadores se organizan entre jornadas de visibilización y asambleas. La calidad de vida que pierden los vecinos de la cuenca del río Matanza.

“Están destruyendo las capacidades del Estado, están destruyendo el saber hacer”, declaró el ministro de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires Gabriel Katopodis, que se acercó a apoyar la protesta contra el desguace de Acumar, el organismo que se ocupa del saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo y de asistir a los pobladores asentados a su vera. “Acá hay ingenieros, arquitectos, compañeros y compañeras que saben lo que significa desarrollar política pública, sanear en este caso el Riachuelo, construir obras de mucha envergadura –señaló a ANCCOM–. Y a ese saber hacer la actual gestión nacional lo está destruyendo. Eso es lo que tenemos que poder evitar, porque cuando despiden a cientos de trabajadores están destruyendo capacidades del Estado. Me parece que hay que estar en la calle, que hay que hacerse presente, que la política tiene que estar acompañando para que realmente los trabajadores no estén solos”.

En los últimos días, más de un centenar de trabajadores de ACUMAR fueron echados de sus puestos de trabajo, muchos otros desde el 22 de marzo que están siendo intimados y los telegramas de despido siguen llegando. Sin embargo, las justificaciones de las autoridades rayan en lo insólito. Ante esta situación, los trabajadores se han organizado para realizar una serie de medidas a lo largo de toda la semana, que ayuden a visibilizar y dar batalla ante la situación acuciante que están atravesando. También adhirieron al paro de este jueves, y tienen pautada una asamblea para el viernes 10.

Ante la sede del organismo, en el centro porteño, ayer se manifestaron para visibilizar la gravedad de la situación. Débora Fretes, delegada de ATE, por la Autoridad Cuenca Matanza-Riachuelo expuso que “la argumentación para los despidos no tiene lógica, porque le piden que justifiquen a trabajadores de territorio, cargas horarias que ellos mismos no han registrado, si bien hay planillas para quienes trabajamos en el campo, no han sido cargadas por Recursos Humanos o por quien correspondía en ese momento”. A su vez, hizo hincapié en la tarea social que llevan a cabo los trabajadores, que se encargan de visitar barrios carenciados y profundamente vulnerados: “Por cada trabajador que es desvinculado de su puesto de trabajo, es un vecino y una vecina menos que tiene nuestra asistencia respecto a mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la cuenca, que quedan despojados de todos los derechos que se vinieron ganando hasta ahora; porque sin Estado no hay nada que el pueblo pueda tener”. Además, agregó que “esta lógica que hay detrás de la pugna por el achicamiento del Estado y el desfinanciamiento de todos los organismos, tiene que ver con las políticas de esta nueva derecha que es colonial, para ellos lo único que importa es venir y llevarse toda la que puedan, y después irse como si no hubiese pasado nada, que también nos trae recuerdos con respecto a la época del menemismo”.

 

Acumar, la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, es un organismo público interjurisdiccional creado en 2006 que se encarga del saneamiento, regulación y recomposición ambiental de la zona que engloba 14 municipios de AMBA y CABA. Esta cuenca es una unidad territorial delimitada donde existe una gran contaminación, provocada principalmente por industrias y cloacas residuales, que afecta considerablemente la calidad de vida de millones de personas que viven al noreste de la provincia. Con la reconstrucción de la zona, llevada a cabo por el organismo, se han mejorado áreas de la zona y parte del ecosistema de los márgenes del Riachuelo, con su fauna y su flora.

Los trabajadores

En la jornada de visibilización hablaron con ANCCOM dirigentes gremiales y trabajadores atravesados por el vaciamiento del Estado. “ACUMAR te enseña otras realidades que detrás de un escritorio no las tenés –se posiciona Mónica, sensibilizada con la situación tras diez años de trabajo abocada al saneamiento de la cuenca y sus implicancias–. Se entienden en la acción. Es uno de los pocos organismos que llega a las comunidades más olvidadas, a las familias en situación de indigencia, empobrecidas. Esto se consigue en la calle, caminando en el barrio, pateando el barro, es lo que hacemos. La ACUMAR, más allá de la limpieza de los márgenes del Riachuelo, tiene una acción muy importante en la salud, que no es tenida en cuenta por este nuevo gobierno, que cree que todo se soluciona a través del mercado. El mercado no se ocupa del indigente, no se ocupa de la olla vacía, no le interesa y está de más”.

En esta misma línea, comentando otras tareas que también desempeña el organismo, se pronuncia Mónica Miranda, una de las trabajadoras intimadas: “Hacemos talleres en escuelas, concientización ambiental, prevención contra el dengue, articulamos con actores sociales, para formar mesas de trabajo en los barrios. En el trabajo de promotora de salud me tocó ser trabajadora social también. En Acumar estás dedicado exclusivamente a los barrios más vulnerables: este desguace va a dejar a esa gente fuera del sistema de salud o va a producir un sistema más exclusivo, sin poder brindarle una asistencia adecuada a muchas familias y chicos que no están siquiera escolarizados”. Por su parte, Laura, también trabajadora intimada, comentó que “ver que no podés llegar a ayudar en la contaminación y el ordenamiento habitacional que implica la salud de los habitantes de la cuenca es muy preocupante”.

Este proceso de desfinanciamiento ya tiene su correlato en el proceso de saneamiento a la Cuenca-Riachuelo-Matanza y peligra la transformación que vienen encauzando desde la conformación del organismo hace 17 años. Ante estas medidas de recorte de fondos y personal de distintas áreas, sumado a la finalización del contrato de cooperativas que se encargan de la limpieza del Riachuelo, Natalia, trabajadora territorial del área de intervención social, atravesada por la situación, expuso que “las consecuencias del desfinanciamiento ya se vieron este año, porque muchos de los barrios donde intervenimos se inundaron mucho más que años anteriores: es que justamente los cooperativistas son quienes garantizan la limpieza. Al mismo tiempo va a decaer todo lo que tiene que ver con urbanización, soluciones habitacionales, relocalización a la población que está cercana al río. El organismo existe hace años porque el nivel de contaminación que tiene el Riachuelo amerita una intervención sostenida en el tiempo: retirar toda esa intervención, esa plata, esos recursos humanos y materiales, va a generar un desmejoramiento cuando sabemos que la miseria hace que cada vez más gente, termine siendo empujada a vivir en esa zona”. 

Después de 48 años de silencio, la Feria del Libro tiene sus jornadas de literatura originaria

Después de 48 años de silencio, la Feria del Libro tiene sus jornadas de literatura originaria

A lo largo de tres jornadas, escritores y poetas de distintos pueblos presentaron sus trabajos. «Era una deuda», subrayó Ezequiel Martínez, director de la Feria.

Este miércoles se inauguró en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires el ciclo de charlas La palabra indígena. Diálogo con escritoras y escritores originarios. El encuentro se puso en marcha por primera vez en este 2024, ya que nunca antes en los 48 años que lleva funcionando el acontecimiento cultural más importante de la Argentina se había reservado una sala exclusivamente para que los autores indígenas de diferentes latitudes pudieran visibilizar sus voces y escritos.

“El año pasado, durante la Feria, unos cinco o seis adolescentes que venían de la Patagonia me trajeron dos libros bilingües en castellano-mapuche, que hablaban sobre lo que hacían en su comunidad. Me dijeron: ‘Nosotros queremos que sepa que escribimos en nuestra lengua y queremos que tenga estos libros’. Yo me re emocioné, todavía lo hago”, dijo Ezequiel Martínez, Director General de la Fundación El Libro, en el discurso inaugural. Comentó que meses después de ese encuentro Fabián Martínez Siccardi —quien hoy forma parte de la coordinación del ciclo de charlas junto con Diego Antico y Fiona Martínez— le propuso realizar un diálogo de lenguas indígenas. “Era una asignatura pendiente que tenía la Feria. Hay 15 lenguas originarias activas todavía y si no las ponemos sobre el escenario, corren el riesgo de perderse. Esta sala tan colmada demuestra que no nos equivocamos”, concluyó Martínez.

El encuentro se dio en la Sala Alfonsina Storni del Pabellón Blanco, la cual efectivamente estuvo desbordada de gente. El número de sillas ubicadas en el lugar quedó corto y muchas personas presenciaron la apertura de pie. El evento estuvo protagonizado por Martínez Siccardi —quien, aparte de coordinador de este ciclo de charlas, es escritor— y por Liliana Ancalao, poeta de la comunidad mapuche-tehuelche Ñamkulawen, que vive en Comodoro Rivadavia, Chubut, y quien, además, es profesora en Letras e investigadora.

“Queríamos mostrar que somos las dos caras de una historia. Yo soy descendiente de colonos asturianos y ella es descendiente del pueblo mapuche. Somos personas similares, es decir, nacimos en la misma geografía patagónica, tenemos la misma edad, los dos somos escritores. No hay grandes diferencias en lo superficial, pero sí las hay en lo que no se ve. Yo siempre supe mi origen. En el caso de ella, no fue tan así”, aseguró Martínez Siccardi para dar pie a lo que se convertiría de ahora en más en un diálogo constante entre ambos escritores. “Yo crecí sin saber quién era. Nací en un barrio petrolero de Chubut, Diadema, que estaba partido por una vía que dividía dos barrios: el de los jefes y administradores de la empresa petrolera y el de los obreros. En la escuela, las maestras a mí me llamaban por el apellido y a los hijos de los administradores, por el nombre. Yo pensaba que esa diferencia era social pero con el tiempo me di cuenta de que había algo más”, afirmó Ancalao. Comentó que en los veranos, cuando visitaba a su abuela en Cushamen, tenía la oportunidad de escuchar la lengua mapuche. “Cuando, ya grande, supe que yo era mapuche —con la palabra de mi abuela empezó a cohesionarse todo lo que hasta el momento había estado suelto—, también supe que en realidad no íbamos al campo sino a una reserva mapuche, que era una parte del Wallmapu, del territorio ancestral. Supe, además, que el mapuzungún era mi lengua materna y paterna”, agregó. También dijo que su familia se comunicaba con “palabras impuestas para disimular ese origen”, un hecho que describió como “operaciones de la desmemoria y del avergonzamiento, cuyo lugar de adoctrinamiento fue la escuela”.

Más tarde, el diálogo entre ambos autores viró hacia la pregunta sobre desde qué lugar escribe cada uno, a lo que Ancalao respondió —alternando la lengua mapuche y el castellano—: “Escribo con indignación, impotencia y tristeza cuando recuerdo las atrocidades cometidas en la Campaña del Desierto, como el genocidio fundante, el despojo del territorio y los arreos humanos por cientos de kilómetros. También escribo con nostalgia, de ese idioma que nos perdimos todos, el mapuzungún, y de ese modo de construir el mundo donde todos somos parientes, incluso con los animales, los ríos y las plantas, con quienes nos debemos una buena convivencia. Además, escribo con responsabilidad porque las operaciones de la desmemoria nos abarcan a todos —soy una aprendiz de mi cultura, entonces no quiero tergiversar— y escribo concentrada en mi corazón, donde está mi gente”. Después leyó tres de sus poemas, titulados: La tarde del sábado para lavar la ropa, Una foto en la ruta 40 y Casos de pewma.

Hacia el final, Martínez Siccardi permitió que el público hiciera preguntas a Ancalao. ANCCOM le consultó si siente que se pierde el sentido original de lo que quiere transmitir cuando hace el pasaje del mapuzungún al castellano, y ella respondió: “Lamentablemente no soy hablante del mapuzungún, soy aprendiz de esa lengua. Así que mis procesos de escritura no tienen que ver con ese movimiento. Yo busco las experiencias de espiritualidad de mi pueblo, paso por mi cuerpo el mapuche kimün que me fue negado, después escribo en castellano y me autotraduzco al mapuzungún. Seguramente entre ambos pasajes se pierde y se gana. No son traducciones literales”.

Entre el público presente estuvo Ignacio Prafil, músico del pueblo mapuche y amigo personal de Ancalao, quien en diálogo con ANCCOM aseguró: “Esta convocatoria hace que, después de muchos años, haya participación plena de los pueblos originarios. En un lugar tan emblemático como lo es la Sociedad Rural, está bueno venir a hablar y decir que estamos vivos. Además, sabiendo que iba a estar Liliana, no podíamos estar ausentes”.

Media hora después de que terminó la apertura del ciclo de charlas, tuvo lugar en la misma sala la Mesa redonda I, moderada por Carolina Testa, la creadora de Inspirad@s, una iniciativa cultural que difunde arte y literatura latinoamericana en Canadá. En ese encuentro participaron Silvia Mellado —poeta e investigadora que integró la antología Lof sitiado. Homenaje poético al pueblo mapuche de Chile (2011, LOM ediciones)—, María Carbonetti —profesora del Departamento de Estudios Franceses, Hispánicos e Italianos de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá y creadora del proyecto Palabras Madres— y Javier Viveros —escritor y Secretario de Políticas Lingüísticas de Paraguay—.

La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires confirmó que hoy, jueves 9 de mayo, no suspenderá las actividades por el paro, pero aclaró que cerrará sus puertas a las 20. Este ligero cambio en la agenda hizo que las Mesas redondas II y III se adelantaran en el horario, por lo que comenzarán a las 17:30 y a las 19, respectivamente. Las Mesas redondas IV y V, que tendrán lugar mañana, viernes 10 de mayo, siguen con el horario que estaba previsto: a las 19 y a las 20:30, respectivamente.

 

 

Viajar a Malvinas sin comprar pasajes

Viajar a Malvinas sin comprar pasajes

Pensada y realizada en la universidad pública, una experiencia inmersiva permite recorrer de manera simbólica las islas, conocer las huellas de la guerra y transmitir a la juventud la idea de la soberanía nacional.

Con tecnología 3D y cascos de realidad virtual, la experiencia inmersiva Pisar Malvinas busca ser un puente entre la educación y el entretenimiento. El proyecto, ahora ubicado de manera permanente dentro del Museo Malvinas, en el predio de la exESMA, apunta a escuelas, familias y otras instituciones educativas. El foco está en propiciar la democratización de las tecnologías y que sean los museos los que se trasladen a las escuelas. En diálogo con ANCCOM, su creador, Federico Ledesma, reflexiona sobre su aporte a la memoria y a la construcción de soberanía en tiempos donde consensos que eran considerados básicos son puestos en discusión.

 

¿Cómo surgió el proyecto?

Nació como una tesis para la Tecnicatura en Animación 3D y Efectos Visuales de la Universidad de San Martín (UNSAM) y en el marco del concurso Activar Patrimonio del Ministerio de Cultura de la Nación. En 2021 la Dirección Nacional de Museos buscaba contenidos que pudieran generar un acercamiento de las nuevas generaciones a los museos, sobre todo porque después de la pandemia estaban fundidos y había una desconexión muy grande con el público. La idea era ver de qué manera, desde la universidad, se podían hacer proyectos que sirvan para la reconexión. En base a esto planteé una tesis centrada en el Museo Malvinas, donde me alejé de la museografía tradicional y propuse un proyecto para pisar las Islas mediante la realidad virtual. Algo de la premisa tenía que ver con conocer un lugar al que nunca había tenido acceso y que, pese a estar en territorio argentino, se debía firmar un pasaporte de un país usurpador para visitarlo. Por eso me pareció que estaba bueno crear un recurso educativo que permitiese caminar por las Islas de una manera simbólica y generar un sentido de pertenencia con nuestro territorio.

 

¿Por qué la opción por la experiencia inmersiva?

Porque lo inmersivo permite que cuando una persona se coloca el casco de realidad virtual no sea espectador sino protagonista de la historia. Es decir, es ella quien pone la visión, no hay planos como en el cine que fijen el encuadre y guíen al espectador hacia algún lugar, sino que en la realidad virtual es la persona quien fija la mirada al vivir la experiencia. Esto es interesante porque hace que cada sujeto tenga su propia vivencia en la superficie, ya que algunos pueden conectar con el paisaje, otros con algún objeto arqueológico de la guerra y otros con alguna gráfica informativa sobre las Islas. Se da una riqueza y un diferencial que no tienen otras narrativas.

 

¿Cuánto tiempo llevó pensar la idea y concretarla?

Como esto se hacía en el marco de una tesina, tuve un año para hacer una investigación previa sobre el Museo Malvinas y pensar en lo que el espacio necesitaba y en qué podía ayudar con mi proyecto. Luego, pasé a una instancia de guión, de boceto y de construcción de un demo, en donde, con un casco de realidad virtual, se podía mirar algún paisaje e interactuar ciertos objetos. En 2022 lo pude llevar al Museo y mostrárselo a Edgardo Esteban, por entonces director del espacio, a quien le interesó tanto que quería que lo presentáramos el 2 de abril, en los 40 años de la Guerra de Malvinas.

 

¿Qué significa, como artista, que Pisar Malvinas sea hoy una muestra permanente del Museo?

Es un orgullo por lo que significa exhibir en un museo nacional. También me resulta gratificante que el contenido haya funcionado como una manera de reconectar con nuestro territorio, no sólo por parte de los alumnos sino también de sus familiares. Esto tiene que ver con que el proyecto no apunta a lo bélico en sí sino a un recorrido desde la actualidad del lugar. Obviamente abordamos la tecnología de la guerra, pero también la idea de la experiencia es ver la arqueología y el paisaje, conocer la flora y la fauna y la historia de Malvinas antes de la usurpación. El eje es ver todas las cosas que pasan en las Islas más allá de la Guerra.

 

También sigue funcionando como recurso itinerante que recorre el país…

Sí, el movimiento siempre genera nuevas cosas. Lo importante es que sea lo más federal posible. Si bien ahora está expuesta en un museo nacional, que es un lugar que me genera una satisfacción muy grande como desarrollador, si el proyecto se quedaba solamente en Buenos Aires iba a sentir que quedaba incompleta su misión. Que recorra el país de punta a punta como un contenido educativo que favorezca la democratización de la tecnología es un objetivo del proyecto. Así como también que cualquier escuela pueda contar con recursos como videojuegos de realidad virtual para que los docentes puedan explicarle la Guerra de Malvinas a sus alumnos de una manera más lúdica. Por eso mi mayor satisfacción fue cuando empezó a ir a provincias como Chubut, Tierra del Fuego, San Juan, Chaco y Córdoba…

 

Incluso salió al exterior en una una visita al Papa Francisco.

Fue una sorpresa grande, no estaba en mis planes que pudiera llegar a él. El director del Museo le llevó el proyecto a fines de 2022 y, si bien no tenemos registro de cómo lo experimentó, sabemos por Edgardo que lo recibió con mucha calidez. Incluso nos agradeció la creación del proyecto y lo hizo extensivo a la UNSAM. De hecho, la experiencia siempre se presenta como nacida en la universidad y que fue hecha por estudiantes y docentes de San Martín. Si bien yo hice el guión y el demo, necesitaba de más personas para terminar la estructura, por eso cuando tuve la oportunidad de armar el equipo, opté porque esté compuesto íntegramente por compañeros de la facultad. Y estoy seguro de que salió bien por eso, porque todo lo que se necesita para armar un proyecto así está en la universidad. En realidad, para hacer cualquier proyecto de este tipo, porque el recurso humano de allí es extraordinario. Toda esa simbiosis que se genera y el intercambio de conocimiento permiten que este tipo de experiencias sean posibles.

 

Y en ese sentido, ¿qué opinás del ajuste en educación, ciencia y tecnología?

Es una desgracia para el país, una pérdida de visión total y una falta de criterio y de conocimiento sobre las oportunidades que tiene la Argentina. Es todo muy caótico porque cuando te pegan por todos lados, no sabés por dónde comenzar a defenderte. El punto más importante de todo esto es no sólo defender nuestros derechos, sino también reflexionar acerca de la relevancia que tienen las distintas industrias del país. Por ejemplo, de la Tecnicatura en Animación y Efectos Visuales egresan profesionales que generan ingreso de dólares al país, porque además de crear un polo industrial interno en Argentina también pueden trabajar para otros países desde sus casas. Hay una falta de visión para entender que no todo es un gasto público, sino que hay cosas que tienen que ver con generar un valor agregado para producir nuevas industrias profesionales. Desde el punto de vista profesional, me resulta angustiante pensar que no se pueda tener una continuidad más allá de la política pendular del país y que no se pueda lograr un acuerdo en ciertas cuestiones básicas, como la universidad pública. La educación, al igual que la soberanía, deberían ser un consenso intocable.

 

Hablando de defender la soberanía, pudiste presentar el proyecto a excombatientes en Tierra del Fuego, ¿cómo fue?

Muy movilizante porque la estrenamos en Río Grande el 2 de abril de 2023 y pudimos vivir la vigilia y todos los preparativos. Yo no tenía una pretensión de que la muestra le guste a los excombatientes, me parecía muy ambicioso. Obviamente era un anhelo. Sin embargo, tras la inauguración, los excombatientes nos comentaron que les había gustado mucho e incluso nos invitaron a conocer su Centro de Veteranos, que no estaba abierto al público. Durante el recorrido, uno de ellos destacó la importancia del proyecto para mantener viva la memoria de Malvinas y cómo la realidad virtual generaba un puente con las nuevas generaciones para contarles la historia.

 

Hasta fue declarado “de Interés Tecnológico, Educativo y Cultural”.

Sí, es un reconocimiento que sirve mucho para generar un precedente, ya que apuntamos a que se convierta en un proyecto educativo que pueda moverse y que todas las escuelas lo puedan tener. También el año pasado fue declarado de Interés Social, Cultural y Educativo por la Legislatura porteña y el mes pasado de Interés Legislativo en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Estos reconocimientos sirven muchísimo para seguir proyectando, porque contamos con el aval de que se lo piensa como una política pública y abre una puerta de continuidad para continuar desarrollándolo.

 

Además de las distinciones, ¿qué es lo que más te enorgullece del proyecto?

El recibimiento que le dieron los excombatientes de Malvinas y que funcione como un pequeño aporte a la soberanía, ya sea desde lo educativo o lo social. Me gusta que sea una herramienta que ayude a conectar con el territorio y que apunte a ser lo más accesible e inclusiva posible.

 

Pisar Malvinas se puede visitar de viernes a domingos de 11:30 a 17:30 de manera gratuita con reserva previa de entrada en la página del Museo.