“Fueron los 18 días más largos de mi vida”

“Fueron los 18 días más largos de mi vida”

El martes se llevó a cabo la 4ta sesión por la megacausa Mansión Seré IV y RIBA II en la que prestaron testimonio de manera virtual el sobreviviente Sergio Giovanni Gobulin y su esposa Ana Zulma Barzola. La defensa pidió que testifique el papa Francisco.

“Fue para nosotros la cancelación de todos nuestros proyectos en la vida: el desarraigo», analizó Sergio Giovanni Gobulin, sobreviviente que testimonió de manera virtual desde Italia en la cuarta sesión por la megacausa de Mansión Seré IV y RIBA II. “Fue un dolor muy grande abandonar mi país, que considero todavía mi patria”, sostuvo el testigo y agregó: «Por un par de años en la casa que alquilábamos, no colgábamos nada en las paredes, porque íbamos a tener que sacar todo para irnos». También declaró en carácter de testigo su esposa, Ana Zulma Barzola quien afirmó que el sacrificio del exilio requirió de una gran resiliencia: “Quizás este proceso me puede ayudar a cerrar una herida que con el tiempo fue cicatrizando, pero que todavía está abierta”, reflexionó la testigo y agregó que “los exiliados tienen un tipo de melancolía diferente, parte de desarraigo e injusticia”. A su vez analizó: “Pudimos continuar haciendo lo nuestro con las cosas que traíamos en el baúl», en relación a la labor de solidaridad social que consolidó la pareja antes del exilio, en el barrio Villa Mitre, localidad de San Miguel, convicción que los acompañó en los años de desarraigo.

En esta jornada se juzgaron particularmente los crímenes imputados a Ernesto Rafael Lynch como teniente primero y luego capitán de la VIII Brigada Aérea de Moreno, centro clandestino del cual dependían las Comisarías 1° de Moreno, la 5° de Paso del Rey y 6° de Francisco Álvarez. La abogada Clarisa Góngora, integrante de la Asociación Civil Moreno por la Memoria, querellante de la causa, expresó en diálogo con ANCCOM la importancia de los testimonios de la pareja que actuó con alto grado de participación y solidaridad, que sirven como forma de “visibilizar y resguardar en la memoria una época de comunidad unida y que, como otros compañeros, vecinos y vecinas organizados del barrio, también sufrieron la persecución de las fuerzas militares, e incluso que hasta la actualidad muchos de ellos se encuentran desaparecidos. No era una comunidad que miraba para otro lado. Se involucraba, participaba y daba sostenimiento”, reflexionó en referencia a quienes compartían con Gobulin las actividades de ayuda social que realizaba en Villa Mitre.

El 11 de octubre de 1976, Gobulin pidió permiso laboral para avanzar en la construcción de la casa de la pareja. En el trayecto hacia el corralón, lo interceptaron tres personas vestidas de civil y lo subieron a un auto. Se dirigieron a la construcción, donde había más personas, algunas uniformadas, y varios vehículos. Ahí le vendaron los ojos, lo esposaron y lo subieron al baúl de un auto. Treinta y cinco minutos tardó el recorrido hasta llegar al que sería su destino por 18 días: un centro clandestino de detención y tortura. Lo dejaron vendado y atado con esposas, en una pequeña pieza con una diminuta ventana. Los interrogatorios comenzaron esa misma tarde y se sucedieron dos veces al día. Mediante torturas siniestras y artimañas macabras, el objetivo de cada sesión era el mismo: hacerle confesar que pertenecía a una agrupación, junto con Rodolfo “Rolo” Freyre, también víctima en este caso: “Yo pensé que me iban a preguntar por la actividad social que realizaba en Villa Mitre, pero me di cuenta que de eso no sabían nada”. Pasaron los días de encierro: “Distinguía el día de la noche solo mirando por la ventanita”, expresó el testigo.

“Una noche me hicieron reconocer la voz de mi hija, me dijeron que mi mujer y mi hija estaban ahí, les dije que sostenía lo mismo, pero que sí implicaba su libertad me declaraba culpable”, expresó Gobulin en relación a una de las situaciones más crueles que le tocó vivir dentro del centro de detención, dado que no estaba en situación de poder distinguir qué de lo que le contaban era mentira o verdad: “Estaba convencido de que las habían agarrado”, sintetizó el testigo, que hoy puede reflexionar que “seguramente usaron a una niña” para ejecutar esta maniobra.

El día de su liberación fue el 29 de octubre. Lo tiraron a una zanja cerca de la casa de sus suegros, hasta la que debió arrastrarse dado que no podía mantenerse en pie. En ninguno de los días de cautiverio comió, le daban agua de forma ocasional y ni siquiera lo sacaban de la pieza para ir al baño. Fue ingresado en el Hospital Italiano por un accidente en la calle, con otro nombre y apellido. “Le preguntaban si antes del accidente comía, porque tenía los valores muy alterados, tenía desnutrición”, declaró su esposa. Allí se reencontraron los tres y recibieron protección consular de la Embajada de Italia. Las consecuencias del secuestro fueron relatadas principalmente por Ana Barzola, esposa de Gobulin, quien dio algunos detalles de las torturas que su marido sufrió y con las que tiene que lidiar hasta la actualidad: “Tiene secuelas físicas, porque le saltaban encima de la columna, como parte de los tormentos que vivió”.

“Fueron los 18 días más largos de mi vida”, declaró Barzola, también víctima de estos crímenes que los llevaron al exilio. Relató cómo vivió el secuestro de su marido y cómo lograron esconderse ella y su hija Natalia para evitar que también las secuestraran. La testigo hizo hincapié en la ayuda que recibió del actual papa Francisco, quien realizó una serie de averiguaciones para lograr dar con su paradero y conseguir su libertad. También narró diferentes peripecias que tuvo que atravesar, como los varios allanamientos que vivió su familia. En uno de ellos, la madre de Ana Barzola increpó a uno de los policías: “¿Ya se dieron cuenta que acá no hay armas?”. Y el policía respondió: “A nosotros nos interesan quienes tienen armas acá”, relató la testigo señalando su cabeza.

Antes de finalizar la audiencia, quedó solicitado por el fiscal Felix Crous, en representación del Ministerio Público Fiscal, el testimonio de Nancy Barzola, hermana de Ana. Por su parte, la defensa del imputado Leston, solicitó el testimonio del papa Francisco, quien en aquel entonces era el padre Jorge Bergoglio, señalado como una figura central en la aparición con vida del detenido Sergio Gobulin: “Se puso en movimiento al día siguiente de mi secuestro, visitó diferentes cuarteles y luego de mi liberación me confirmó que había sido detenido por la Fuerza Aérea”. Sin embargo, antes del inicio del juicio, en la audiencia preliminar, desde la querella de Moreno por la Memoria ya se había presentado la petición para que aporte información en calidad de testigo pero “se desestimó directamente desde el tribunal”.

Desde Moreno por la Memoria reafirmaron la importancia de sumar otros testimonios sobre el caso de Sergio Gobulin, como el de su cuñada, cuyas vivencias fueron relatadas por Ana Barzola: “En el barrio hubo miedo, mi hermana perdió a todas sus amigas, tuvo varias secuelas, entre ellas, facetas depresivas”. Desde la asociación concluyeron que “era una niña cuando allanaron su domicilio y padeció el interrogatorio y el vandalismo de su casa. A eso se suman todas las secuelas de lo que tuvo que afrontar después”. Por otro lado adelantaron que a partir de noviembre, las audiencias de la megacausa serán cada 15 días, ya que se alternarán con el inicio del juicio Campo de Mayo.

Dos testimonios que hilan, desde sus distintas vivencias, una misma historia, conocida en partes, a lo largo de los años, con los aportes de familiares y amigos que siguen reclamando Memoria, Verdad y Justicia.

Los porteños privados de baños públicos

Los porteños privados de baños públicos

La Ciudad de Buenos Aires carece de sanitarios de libre acceso. En sus políticas de privatización de espacios de la comunidad, los gobiernos locales ignoran a las personas en situación de calle pero también a aquellos que caminan la City trabajar o pasear: nadie que no consuma tiene posibilidad de entrar a baños de bares, estaciones de servicio o hamburgueserías.

La problemática de las personas en situación de calle es extensa y compleja. La ausencia de baños públicos es uno de los síntomas de cómo los gobiernos porteños (ahora el de Jorge Macri, antes el de Horacio Rodríguez Larreta) desarrollan su política de desplazamiento de las personas excluidas hasta expulsarlas de la ciudad y también del avance privado sobre el espacio público. Ningún transeúnte de las calles porteñas, viva en una casa o en la vereda, tiene acceso a un sanitario si no paga una consumición en un bar o compra combustible en una estación de servicio.

Algunos baños públicos pueden encontrarse en estaciones de trenes o parques y plazas, pero se caen a pedazos o están cerrados. Así ocurre en el Parque Rivadavia, el Lezama, el Centenario y el Los Andes. Están clausurados y, en el mejor de los casos, no cuentan con mantenimiento ni algún tipo de cuidado. El único que funciona es el de Parque Avellaneda que está cogestionado con los vecinos. Nada de esto se asemeja a la ciudad de fines del siglo XIX, que ofrecía baños públicos con duchas como el que se ubicaba en la calle French.

Paola, integrante de la Asamblea Popular Plaza Dorrego, afirma que “todo lo que hace el Gobierno de la Ciudad, está en función del vecino que se queja de las personas en situación de calle, pero no hace nada para mejorar la calidad de vida a aquellos que no tienen donde vivir”. Horacio Ávila de la organización Proyecto 7, que trabajan con personas que duermen a la intemperie, completa: “Parece que ahora ‘público’ es una mala palabra”.

En la actualidad, hasta en las estaciones de servicio piden el ticket para ceder la llave que habilita el ingreso a los baños. Lo mismo ocurre con las cadenas de comida rápida y de cafeterías, las que brindan un código junto al ticket que posibilita el ingreso a los sanitarios.

Esta situación no afecta solo a las personas en situación de calle. Incluso quienes transitan la ciudad por trabajo, para realizar trámites o simplemente pasean están obligados a pagar una consumición para poder acceder a un servicio que es básico. Si bien está legalmente prohibido impedir el acceso a un baño, los comerciantes se excusan en el derecho de admisión y argumentan que les resulta costoso mantener la higiene de los sanitarios.

Las personas en situación de calle,  imposibilitadas de pagar un café en un bar, debieron desarrollar otras estrategias. Los baños de las iglesias suelen tener un día y horario determinado para la higiene. También en algunos comedores populares ofrecen esa posibilidad. “Si pegaste un laburo y querés verte un poco prolijo, no podés” comenta Ávila.

La Ciudad cuenta con un Dispositivo de Primer Acercamiento (DIPA), un centro de día donde la gente puede almorzar y realizar trámites. También tiene duchas disponibles. Pero es uno solo, no da abasto y están en Constitución, un lugar lejano e inaccesible para muchos de quienes viven en la vía pública.  “Como política de Estado -subraya Paola- se debe garantizar un lugar a donde la gente pueda ir,  no sólo unos baños químicos en algunas Comunas.”

La ausencia de baños públicos es concordante con los operativos de expulsión de las personas en situación de calle -que el Gobierno de Macri llama “de limpieza”- denunciadas por numerosas asociaciones civiles, asambleas barriales y organizaciones sociales. Sobre este punto, Ávila comenta que “la estrategia es echarlos para afuera”.

“Durante la pandemia no había donde lavarse las manos” recuerda el referente de Proyecto 7 y subraya: “No te convertís en un animalito por vivir en la calle, no vas a hacer tus necesidades delante de otro, es una cuestión de intimidad”. No obstante, ante la imposibilidad de recurrir a otro lado, muchas veces es la misma vía pública que se convierte en un baño a cielo abierto. Por esa razón, la ausencia de sanitarios públicos no es solo un problema de quienes no tienen un techo para vivir. Impacta también en la salud colectiva y en la higiene urbana.

Las grandes estaciones de trenes, por su parte, resultan lugares muy complejos. Por Constitución, Retiro y Once transitan multitudes, los baños no están en condiciones aceptables y, a veces, son utilizados para negocios non sanctos. “Las personas en situación de calle -señala Ávila- no van a esos lugares porque no están buenos. Además, no tienen ningún tipo de mantenimiento o cuidado, antes quizá había alguien ganándose unos pesos, lo limpiaba y daba papel higiénico. Los baños se tapan, se rompen y no hay mantenimiento del ferrocarril. En esos baños la gente no entra, los evita”.

En Montevideo hay baños públicos que son manejados por personas en situación de calle. Surgió de un proyecto, las personas se turnan y ganan un salario que les permite alquilar una habitación. En Colombia la idea no prosperó. En Buenos Aires, ni siquiera se presentó un proyecto similar para debatir.

 

Esta nota fue publicada también en la edición de octubre de la revista Hecho en Buenos Aires.

 

“No voy a esperar a ser flaca para vivir”

“No voy a esperar a ser flaca para vivir”

Por cuarto año consecutivo se llevó a cabo el Encuentro Plurinacional de Gordes. Esta vez, en la provincia de Buenos Aires. Talleres. Debates. La importancia de lo colectivo y de mantener los temas en agenda.

El pasado sábado 28 de septiembre se llevó a cabo el 4º Encuentro Plurinacional de Gordes en Pilar, Provincia de Buenos Aires. A cuadras de la estación de tren Del Viso, en el club Club Municipal de la localidad bonaerense, se encontraron diferentes referentes de la militancia gorda de Argentina, Uruguay, Brasil y Estados Unidos. Bajo la consigna “Sosteniendo comunidad en la incertidumbre”, la jornada consistió de diversos talleres y conversatorios para poner en común las problemáticas de las personas gordas: la discriminación, la falta de implementación de la Ley de Talles ya aprobada, la estigmatización en el sistema de salud, entre otros.

El Encuentro fue organizado por el Colectivo Gordes Activistas de Argentina (CGA), que milita “contra el estigma, la violencia, la patologización y discriminación constante hacia los cuerpos gordos en esta sociedad”, según sus canales de comunicación oficiales. La agrupación nació en 2021 y ya llevó a cabo cuatro encuentros: a éste la antecedieron Rosario, Mar del Plata y Morón.

La jornada, que comenzó bailando al compás de la música, propuso inicialmente un taller para debatir la aplicación de herramientas para la gestión de la salud a través de la ESI, y otro para crear “imágenes de resistencia” a partir de las consignas del activismo gordo mediante la técnica del collage. La idea era, además de conocerse, iniciar el debate y compartir puntos de vista sobre las temáticas planteadas.

A continuación, se inició el conversatorio en el que referentes del activismo gorde internacional compartieron sus experiencias y visiones. Lucia Portos -subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad de la provincia de Buenos Aires-, Laura Contrera -doctora en Estudios de Género e integrante del Colectivo de Gordes Activistas de Argentina-, Tigress Osborn -directora ejecutiva de «National Association to Advance fat Acceptance» (NAAFA) de Estados Unidos- y Vito Romero -integrante de Colectivo La Mondonga de Uruguay- coincidieron en la necesidad de construir redes militantes para desafiar la discriminación basada en el peso.

“Para un gorde –afirmó Contrera- no hay nada mejor que otre gorde”. Esta frase, que se convirtió en el lema del Encuentro, refleja la importancia de la comunidad como un espacio de apoyo y resistencia política. “La situación internacional de ‘ajuste magro’, de represión y violencia, de encajar a la fuerza o extinguirte, nos deshumaniza, nos fragmenta, nos somete a este régimen de austeridad y control donde los derechos pasan a ser privilegios para unos pocos. Por eso insistimos tanto en la importancia de la comunidad y lo colectivo”, apuntó. Con “ajuste magro”, la doctora en Género, se refiere al paradigma que plantea eliminar la grasa del sistema, entendiéndola como el signo que deviene a los cuerpos en improductivos, a los que hay que depurar, de los que hay que extraer el excedente. Además, profundizó en la experiencia de lo que significa ser gorda en un mundo hostil, señalando que la gordofobia no solo es un estigma social, sino también una forma de violencia que busca controlar y disciplinar los cuerpos. “A nosotres nos prometen la infelicidad y la soledad. Pero acá estamos, juntes y riéndonos”, expresó Contrera. Asimismo, la activista argentina hizo un llamado a desmantelar la gordofobia internalizada invitando a las personas gordas a priorizar la organización y la lucha colectiva sobre la búsqueda individual de la delgadez.

Contrera hizo un llamado a desmantelar la gordofobia internalizada invitando a las personas gordas a priorizar la organización y la lucha colectiva sobre la búsqueda individual de la delgadez.

En entrevista con ANCCOM, Lucía González, militante política y parte de CGA, declaró: “El colectivo reúne a personas que venían trabajando en la temática de diversidad corporal, body positive y activismo gordo en Argentina. Armar un espacio de activismo para charlar estos temas no sólo para tratar lo político y las cosas que queremos cambiar a nivel de derechos y leyes, sino también hablar sobre cómo la industria de la dieta cercena y violenta nuestros cuerpos con regímenes que son insostenibles y peligrosos para nuestra salud”. Sobre las actividades del colectivo el resto de año, aclaró: “Sacamos comunicados y hacemos alianzas políticas, trabajamos con el gobierno para instalar y que se consideren estas temáticas también”. En cuanto al encuentro, la militante destacó que se inspiraron en el Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans que se lleva 37 años. “La dinámica es hacer ejes y talleres específicos para tratar la problemática gorda”.

En un tono más personal, y con relación a la experiencia de militar en el activismo gorde, González reveló que su participación en CGA le “permitió salir del closet de la gordura. Me dio la posibilidad de proyectar mi vida, reconociéndome a mí misma y no desde la mirada del otro sobre mí, sobre mi cuerpo”. Parte de salir del aislamiento y la discriminación a la que se somete a las personas gordas es conectar con otras personas que vivan lo mismo, de ahí la importancia de organizaciones y eventos como este. “Veo a otras gordas que también me inspiran, personas que viven pisando fuerte, no pasando desapercibidas que es el lugar que se nos asigna. Soy gorda, soy esto. No voy a esperar a ser flaca para vivir. Vivo y lo gozo. Y a través de mi vida lo vas a ver”, cerró contundente González, dejando un mensaje inspirador para otras personas gordas.

Otro eje importante fue la estigmatización de las personas gordas en el área de la salud y la nutrición. Uno de los reclamos es la despatologización y la capacitación de los profesionales de la salud en cuerpos que salen de la norma. ANCCOM conversó con Candela Galante, especialista en nutrición inclusiva y co-creadora del curso de actualización de posgrado «Diversidad corporal gorda para el abordaje integral de la salud» de la Universidad Nacional de La Plata. “La Facultad de Ciencias Médicas –señaló- tiene mucha hegemonía y normatividad de los cuerpos, pero aún así algunes buscamos recorridos que sean más fieles con lo que pensamos, creemos y militamos. Es importante que en los espacios de atención haya cierta sensibilidad y escucha para con el paciente”.

La profesional se acercó junto a un grupo de colegas al Encuentro no sólo para ganar herramientas y mejorar la práctica sino también “para encontrarse con otras personas que sean cercanas al tema y de las cuales aprender. En este contexto es más que importante juntarse, apoyarnos para poder sobrevivir. No hay que perder la perspectiva colectiva”.

Otra de las banderas que se levantó en el Encuentro fue por la lucha de la implementación de la Ley de Talles en Argentina. Esta normativa, que busca establecer un sistema único de talles basado en medidas antropométricas de la población garantizando que la indumentaria se adapte a la diversidad de cuerpos existente, fue impulsada durante años por organizaciones civiles y activistas, y sancionada en 2019. Sin embargo, y aunque es fundamental para reconocer el derecho a vestirse de todas las personas y crucial en los reclamos del activismo gordo, nunca llegó a implementarse. Para la organización, a pesar de que se realizaron estudios y presentado propuestas, la inacción de las autoridades generó la falta de una tabla de talles nacional publicada que frenó por completo el avance en su implementación.

Instrucciones para leer a Cortázar

Instrucciones para leer a Cortázar

La Biblioteca Nacional ofrece un recorrido por la obra del escritor con la intención de llegar a chicos y grandes a través de un referente de la literatura fantástica argentina.

El Centro de Literatura Infantil y Juvenil de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno inauguró la exposición Julio Cortázar. Instrucciones para viajar  que invita a conocer parte de la vida y obra del famoso escritor argentino de una manera lúdica y amena con el fin de acercar su lectura a las nuevas generaciones. 

Las curadoras Eugenia Santana , Solana Schvartzman y María Ragonese proponen un primer acercamiento a la obra de Cortázar para chicos y jóvenes. La muestra cuenta con tres salas:   “Instrucciones para leer”,  donde se aprecia una línea de tiempo con sus datos  más relevantes y donde se exhiben manuscritos originales de Cortázar: el  cuaderno de trabajo donde fue apuntando Rayuela,  capítulos mecanografiados, dibujos y pasajes de esa  novela que nunca fueron publicados.

En la siguiente sala  “Instrucciones para explorar”, se aprecia  el trabajo del autor de Bestiario como traductor, las cartas enviadas a sus afectos desde distintas partes del mundo y algunos de sus libros traducidos en diferentes idiomas.  En la última sala  “Instrucciones para jugar”, el equipo de diseño de la Biblioteca Nacional construyó una biblioteca donde los más pequeños se pueden sentar a leer los libros que el escritor leía en su infancia,  pintar y jugar. En esta sala se exhiben  ilustraciones realizadas por la artista plástica argentina Isol sobre algunos cuentos del escritor, mientras se escucha jazz, música favorita del autor de Final del juego.

Al igual que Rayuela, el recorrido de la muestra se puede comenzar por la sala que más guste o convenga,  un homenaje tan lúdico y fantástico al estilo  de Julio Cortázar  para celebrar los  110 años de su nacimiento.

ANCCOM conversó con Eugenia Santana y  Solana Schvartzman dos de las curadoras.

¿Cuál fue la inspiración de la muestra?

Solana Schvartzman: Por un lado es el año Cortázar, pero la idea fue justamente que sea una puerta de entrada distinta de lo que se hace en otras instituciones o museos. Tenemos el cuaderno de bitácora, las cartas manuscritas de Cortázar, tenemos capítulos que él escribió y descartó, tenemos materiales que son riquísimos que pertenecen a la institución y era hora de mostrarlos y exponerlos pero también era una oportunidad de exponerlos no solo para un público interesado en la obra de Cortázar sino especialmente para chicos y jóvenes, los que tal vez no lo leyeron que comiencen a leerlo, la idea es que se acerquen a este autor de una manera distinta.

¿Cuál es el enfoque principal que eligieron?

Eugenia Santana: El enfoque principal de la muestra es, justamente,  recuperar el aspecto lúdico de las instrucciones, la idea de viaje que nos pareció muy amigable para los chicos en general  pero sobre todo el enfoque es casi de divulgación, es como decir cómo hacemos que estos materiales se vuelvan accesibles a los chicos , cómo contemplamos este nuevo público que queremos traer a la biblioteca.

Sch.: La idea se llama “ Instrucciones para viajar” tiene que ver con distintos viajes que hizo Cortazar a lo largo de su vida. Nace en Bélgica muere en París pero más allá de esto la idea también es pensar a la muestra como un viaje, por eso es que tiene tres alas muy distintas pero que se pueden recorrer en un orden o en otro de manera lúdica, como él mismo pensaba en sus libros.

¿Hay alguna obra de Cortázar que haya sido especialmente significativa en el proceso de la curaduría?

E.S.: Para mí fue Los autonautas de la cosmopista que yo no lo había leído antes de hacer esta muestra, había leído bastantes cosas de Cortázar, pero no Los autonautas y cuando entré, dije: “Claro, esto está buenísimo”. Todos estos títulos, medio fantasiosos, refieren a los viajes, había momentos que me hacía mucha gracia, habían registrado todo lo que habían comido en el día, el café, las medialunas, esto, lo otro con lujo y detalle y me pareció espectacular también por eso. Yo decía que lo del viaje es muy importante porque también lo veía en su obra.

S.Sch: En la muestra tienen un lugar muy protagonista  El manual de instrucciones, Historias de cronopios y de famas, de ahí sacamos el título de la muestra y así están escritos los textos de cada una de las salas. Obviamente tienen un protagonismo muy importante Rayuela porque es imposible que no lo tuviese, pero también tienen libros que uno no pensaba , en mi caso por ejemplo Silvalandia, donde se ve un estilo Cortázar que uno piensa que lo escribió para los chicos, es un escritor que se ríe mientras escribe y esa también es una impronta que queríamos que marcase de alguna manera el recorrido de la exposición.

¿Qué aspectos de la vida personal consideran relevantes para entender la obra?

S.SC:  Yo remarcaría muchos datos fundamentales de cuando él era chico, que escribe una primera novela a los 8 años, que lee a Poe a esa edad y el director de su escuela le dice a la madre que por favor lo aleje de los libros, que no le están haciendo bien, que vaya a tomar sol. Pero la madre responde que confía en los libros y confía en Cortázar. Con ese gusto en la lectura es que después se hace escritor y de alguna manera concreta, concretar muchos de sus sueños porque él quería ser marinero y se hace escritor, y de alguna manera viaja por todos lados y con la traducción viaja con sus libros.

E.S.: Una, generalmente, conoce como el producto acabado de Julio Cortázar, alto con barba como una especie de prócer de la literatura y está bueno también mostrarlo más desarmado. Pensamos en su infancia, por eso hicimos esa reconstrucción de la biblioteca para pensarlo a él en la situación de lectura cuando era chiquito: qué cosas lo atraían, le interesaban. Hay muchos viajes que para él son muy significativos: su viaje a Cuba no está tan presente en la muestra, pero si está en la línea de vida, la centralidad de ese viaje para sus ideas políticas, pero también el viaje de la imaginación, poder viajar sin moverse del lugar.

¿Cómo creen que Cortázar influyó en la literatura contemporánea?

E.S.: En Argentina es imborrable su huella, el lugar que ocupa en la literatura fantástica es inédito, en comparación con el resto del mundo. Muchas veces hay cierto desprecio por el género fantástico, que se considera una especie de género menor y acá entre Cortázar y Borges es el centro de nuestro canon. Creo que es muy significativa su influencia, también en sus traducciones de Poe porque las traducciones de Cortázar se siguen editando y la mayor parte de los chicos que leen Poe, probablemente lean la traducción de Cortázar.

S.Sch.: No por nada es un autor que se lee en la escuela, especialmente los cuentos, pero Rayuela, que hoy se lee menos, es una novela que si la lees no te la olvidás y en ese sentido marca a quien la lee y creo que va a perdurar en la literatura Argentina.

E.S.: Es un autor inicial, uno está dando los primeros pasos en la literatura y generalmente  alguien te va a acercar un texto de Cortázar y eso también es impresionante, es un autor que abre muchas puertas, si leés a Cortázar después leés otras cosas.

S.Sch.: Atrapa a chicos pero es Interesante como atrapa a adolescentes también, es nuestro esfuerzo que los chicos entren a Cortázar, pero en los adolescentes no hace falta ni hacer ese esfuerzo, entran enseguida.

La exposición “Julio Cortázar. Instrucciones para viajar” se puede visitar hasta el 3 de noviembre de 2024, de lunes a viernes de 9 a 21 y sábados y domingos de 12 a 19 en la Sala Leopoldo Marechal de la Biblioteca Nacional. Entrada libre y gratuita.

“Estamos pidiendo que la modernización se haga con la gente adentro”

“Estamos pidiendo que la modernización se haga con la gente adentro”

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ordenó el desalojo de la Feria Artesanal Vuelta de Rocha, en Caminito, barrio de La Boca, que hace 40 años que funciona allí. Los 120 trabajadores afectados se niegan a abandonar el lugar y llevan adelante medidas de protesta. Enfrentamiento con los gastronómicos.

La Feria Vuelta de Rochafue desalojadapor la policía porteñael 10 de septiembre último,de madrugada, para evitar las miradas tanto de turistas como de los propios artesanos. El subsecretario de Ordenamiento Urbano, Pedro Comín Villanueva, fue quien encabezó el operativo y dispuso, de manera inconsulta, el traslado de los puestos a la plazoleta de Bomberos de La Boca, donde vecinos y organizaciones realizan distintas actividades.

“La Policía llegó con un megaoperativo. No hubo violencia física hacia nosotros, pero agarraron las cosas y las trasladaron. Lo que pensaron que eran puestos viejos o rotos se los llevaron con ellos –denunció Darío Sánchez, delegado de la Feria Artesanal–. El conflicto comenzó en junio con una iniciativa del Gobierno para modificar el espacio que ocupaba la feria, seguido de un proyecto para correrla a la plazoleta de Bomberos”.

Actualmente, la plazoleta está ocupada por puestos vacíos, mientras que los artesanos se mantienen en Vuelta de Rocha, firmes en su negativa a moverse,puesto que el traslado a una zona alejada de los turistas reduce sus ingresos, y exigen que se cumpla con la Ordenanza 46.075 de 1992, que declara a la feria de Interés Municipal.

La relocalización en la plazoleta, además, resulta en la pérdida de un espacio público para los vecinos del barrio. “En esa plaza los chicos juegan a la pelota y los grupos de murga ensayan. Están sacando la feria de su lugar para que ocupe otro que no es nuestro”, afirma Lucía, una de lasartesanas afectadas.

Los trabajadores de la feria están organizados en dos agrupaciones: la Vuelta de Rocha I, que se encarga de ella jueves y viernes, y la Vuelta de Rocha II, que la ocupa sábados y domingos. De lunes a miércoles, hasta hace menos de un mes, había una administración conjunta.

David participa de la feria de Caminito hace siete años y es responsable de la organización de la Vuelta de Rocha I. “Yo vendía cuchillos en la feria de Morón. La oportunidad que me dio Caminito fue la de ampliar el rubro. Además de cuchillos, estaba haciendo tallado de madera, y me especializaba en mates”. Ante la imposibilidad de continuar trabajando en La Boca, tuvo que cambiar de sitio. “Ahora lo que estoy haciendo es ir a otras ferias. Volví a la plaza de Morón, donde trabajé como diez años. Ahí se vende a la gente del barrio, y las ventas bajaron desde la pandemia. Acá no, el movimiento es continuo, siempre hay gente”, comenta.

David participa de la feria de Caminito hace siete años y es responsable de la organización de la Vuelta de Rocha I.

Marta, que trabaja en Vuelta de Rocha hace 17 años, cuenta que el mismo día del desalojo los artesanos organizaron una asamblea y decidieron realizar medidas de protesta. Ante la orden del juez Gonzalo Ignacio Marconi, a cargo del Juzgado N° 11 en lo Contencioso, Administrativo y Tributario de la ciudad, de prohibir la venta de artesanías en la Vuelta, colocaron telas donde estaban los puestos, junto con fotos de los trabajadores desalojados. Otro recurso que utilizan es el “ruidazo”:una vez por hora se reúnen en el centro de la feria para hacer sonar redoblantes y bombos en señal de reclamo.

Detrás del desalojo de la histórica feria, está el impulso del Gobierno de Jorge Macri a la construcción de unos decks para un paseo gastronómico, que sumado a las instalaciones de iluminación que se están haciendo, pretenden darle al barrio una vida nocturna atractiva para los turistas. El proyecto cuenta con el visto bueno de los dueños de bares y restaurantes, quienes tienen un enfrentamiento de larga data con los artesanos. Según estos últimos, los empresarios gastronómicos ya habrían recibido un subsidio del Gobierno de la Ciudad para construir los decks.

Marta Yane, comunera y vecina, señala como problema que el turismo en el barrio esté concentrado en unos pocos. “Hay aparentemente un proyecto del Ente de Turismo porteño que está planteando remodelar La Boca, hacer toda una puesta en valor, revivir las cantinas y la vida nocturna. Pero son burbujas de turismo cerradas, que en realidad no benefician al barrio ni a los comerciantes”.

Para Yane, la solución al conflicto no va a venir desde la resistencia. “La modernización nos va a llegar queramos  o no, porque estos tipos tienen todo para hacerlo. Lo que la mayoría de las organizaciones estamos pidiendo es que la modernización se haga con la gente adentro. Que las reformas no impliquen la expulsión del barrio. Ahora, si es venir a imponer desde afuera cómo debe ser el barrio donde uno vive, va a ser muy difícil”.

Según Guillermo, delegado de Feria Vuelta de Rocha, quienes impulsan esta transformación no son del barrio, no respetan su historia, ni conocen su dinámica interna. Natalia Quinto, integrante de la organización La Boca Resiste y Propone (LBRP), advierte que las reformas van en detrimento de la identidad barrial. “No quieren el histórico barrio de La Boca con una propuesta telúrica y cultural, quieren la romería gastronómica”, asegura.

Ante la falta de respuestas del Gobierno de la Ciudad, los artesanos, junto a vecinos del barrio, realizaron una asamblea con el objetivo de juntar firmas contra el traslado de la feria y la ocupación de la Plaza de Bomberos, en la cual los delegados leyeron un comunicado conjunto: “Nadie en el barrio conoce el Plan Integral Caminito. Nadie conoce las modificaciones del Código Urbanístico ni los incentivos desmedidos que están ofertando. Nadie en el barrio fue consultado sobre esta absurda decisión”, señalaron.

“Este problema que hoy nos junta a todos y a todas, no lo ocasionan las ferias, ni los artistas, ni Caminito, ni los vecinos. Este problema lo trae el jefe de Gobierno Jorge Macri, lo traen [el jefe de Gabinete] Néstor Grindetti y el ministro [de Espacio Público Ignacio Miguel] Baistrocchi, lo traen Pedro Comín, y un puñado minúsculo de cómplices que dicen ser vecinos, pero hace 40 años que ya no viven en nuestro barrio”, expresaron.

Quinto se pronunció en representación de las organizaciones: “A todos los funcionarios les decimos que el barrio de la Boca tiene 154 años de histórica tradición de lucha. Nosotros, a diferencia de Pedro Comín, pensamos que no tiene por qué dolerle a nadie, pero que si le va a doler a uno, nos va a doler a todos”.

“Abran los oídos y escuchen, porque acá sobran propuestas para arreglar lo que ustedes descomponen. Convoquen a los delegados, convoquen a la comunidad para solucionar esto –exigió–, porque no les pensamos regalar la plaza, ni las ferias, ni el arte, ni la historia, como para que la vendan como una postal estática”.