“Pedimos justicia por nosotros y por nuestros muertos”

“Pedimos justicia por nosotros y por nuestros muertos”

En un nuevo aniversario de la masacre del taller textil clandestino de la calle Luis Viale, sobrevivientes y familiares de las víctimas siguen reclamando “una justicia verdadera, no a medias”. Los dueños del taller continúan impunes.

El 30 de marzo de 2006, en un taller textil ubicado en la calle Luis Viale 1269, del barrio porteño de Caballito, un incendio causó la muerte de seis personas: Juana Vilca (25, embarazada); Wilfredo Quispe (15); Elías Carbajal (10); Rodrigo Carbajal (4); Luis Quispe (4), y Harry Rodríguez (3). Todas ellas, reducidas a trabajo esclavo y servidumbre por sus empleadores, sobreexplotadas y en condiciones ambientales inhumanas

Hasta hoy, sus familiares y los sobrevivientes reclaman justicia por las víctimas, que trabajaban y malvivían allí. Eran 65 personas en total, en un espacio que no contaba con ninguna medida de seguridad ante posibles accidentes, tampoco ventilaciones adecuadas, ni mucho menos una adecuada infraestructura para albergarlos.

A 19 años del hecho, realizaron un homenaje y reafirmaron el pedido de justicia en las puertas del ex taller textil clandestino, cuyos propietarios eran Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler, quienes por entonces contrataban mano de obra calificada, la mayoría de nacionalidad boliviana, principalmente de pueblos indígenas como quechuas y aimaras que casi no hablaban el español, y que aceptaban pensando que los esperaba un trabajo digno y que les daría un mejor bienestar.

“Los dueños daban las instrucciones de coordinación de su taller textil a sus dos capataces, Luis Sillerico y Juan Manuel Correa, y estos reclutaban a personas migrantes muy necesitadas haciéndolas trabajar jornadas laborales muy intensas, sin beneficios laborales y reducidas al trabajo esclavo, mientras los empresarios hacían la vista gorda de todo lo que sucedía en el taller”, recuerda Lourdes Hidalgo, trabajadora y sobreviviente de la tragedia, en diálogo con ANCCOM.

“Todos sabían lo que sucedía en el taller –prosigue–, tanto funcionarios del Gobierno de la Ciudad como policías. Unos y otros venían, se llevaban ropa en cantidad, los policías cargaban los patrulleros con prendas, nos pedían de sus talles, y ellos veían como trabajábamos, como el lugar no contaba con la debida seguridad”.

“Había muchos cables colgados, comíamos sobre nuestra máquina de coser y muchas veces nos dormíamos sentados porque trabajábamos entre 16 y 18 horitas diarias. No había habitaciones, sólo separaciones que hacíamos con plásticos y cartones. Casi no veíamos la luz del sol, vivíamos manchados de azul por el color de las prendas de jean, y lo peor que para bañarnos contábamos con un solo baño con una ducha muy precaria, que había que hacer una fila de dos horas por la madrugada. Estábamos en condiciones extremas de servidumbre por esos empresarios que se abusaban de nuestra necesidad, pagándonos cada tres meses, todos corruptos y sinvergüenzas. Por eso pedimos justicia por nosotros y por nuestros muertos”, afirma Hidalgo.

En ese año, 2019, en una asamblea abierta familiares y sobrevivientes, se formó la Comisión por la memoria y justicia de los obreros textiles de Luis Viale, para sostener el pedido de justicia y presentar un proyecto de ley a la Legislatura de la Ciudad y al Congreso de la Nación para que el predio sea declarado un lugar de conmemoración a las víctimas, que no serían tales si las autoridades hubieran cumplido las tareas de inspección correspondientes. Hasta el momento no han tenido respuestas. Para completar el círculo de impunidad, en 2022 el poder judicial restituyó el edificio a sus dueños, quienes hoy lo tienen en venta.

Integrante de la Comisión y de la organización Simbiosis Cultural, de la colectividad boliviana, Juan Manuel Charcas reflexiona: “Lo que el incendio de Luis Viale y los talleres clandestinos tienen en común es que surgen a partir de la necesidad de prosperar. Muchos compatriotas bolivianos venían a la Argentina para lograr ‘el sueño boliviano de los 90’: casas, dos autos, la morenada –baile folclórico emblema de la pujante élite aimara–, porque si quieres bailar en la morenada tienes que tener platita, el anhelo de ser tu propio jefe o de alguien más”.

“Así –continúa–, aceptaban la explotación inicial, para luego terminar por explotar al mismo compatriota, o dejando que los exploten otros patrones del mismo rubro, pero ya siendo empleado y no teniendo la paga en tiempo y forma cambia tu manera de pensar y terminas siendo explotado, reducido sin querer al trabajo de servidumbre. La única forma de cambiar esto es verte desde afuera, sabiendo que estás adentro”.

Sobrevivientes, familiares y miembros de la Comisión exigen una justicia verdadera, no a medias, ya que consideran que los dueños también deberían ser condenados por su responsabilidad como empresarios y además propietarios del inmueble.

“Fuego y muertes alumbran el trabajo textil de Luis Viale –subraya Lourdes Hidalgo–. La sociedad tiene que conocer este hecho y tomar conciencia de cómo surge la ropa barata que llevan puestas, y que detrás de esa ropa están las tristezas, carencias, sueños frustrados y la explotación de muchos trabajadores textiles, inclusive niños, que son víctimas de la trata de personas y el trabajo esclavo. Queremos ver presos y no que anden sueltos por ahí los dueños del taller, Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler. Ni olvido ni perdón”.

Inundación de ajuste

Inundación de ajuste

Las recientes inundaciones en Bahía Blanca y el norte argentino muestran la vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos. El rol del Servicio Meteorológico Nacional es clave para emitir alertas y proteger a nuestra población. Sin embargo, los recortes presupuestarios y de personal amenazan su capacidad operativa.

Al contrario de lo que dijo la Ministra Patricia Bullrich sobre que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) se había demorado en la alerta temprana de las fuertes lluvias en Bahía Blanca, el organismo emitió la alerta naranja —que indica fenómenos meteorológicos peligrosos para la sociedad, la vida, los bienes y el ambiente— el día anterior a la inundación. Esta información le permitió al Municipio suspender a tiempo las clases, una medida que evitó consecuencias mucho más graves. Teniendo en cuenta que continuarían las precipitaciones intensas, a la mañana del 7 de marzo el SMN elevó la alerta a rojo: fenómenos meteorológicos excepcionales con potencial de provocar emergencias o desastres.
Para comprender mejor las implicancias de estos fenómenos climáticos y la importancia de contar con organismos públicos como el Servicio Meteorológico Nacional, ANCCOM dialogó con Paula Zapperi, Doctora en Geografía e Investigadora del CONICET; Silvina Romero, trabajadora en el SMN y delegada de ATE, y Celmira Rey, Profesora y Doctora en Geografía y Magister en Gestión Ambiental y Ecología de la Universidad del Nordeste.

El vaciamiento del Servicio Meteorológico Nacional

A principios de 2024, cuarenta y cinco empleados del SMN fueron despedidos. Luego las renuncias se hicieron habituales: “En la práctica, funcionan como despidos encubiertos porque las condiciones laborales son insostenibles”, explica Silvina Romero, trabajadora del organismo. La falta de aumentos salariales reales y la incertidumbre presupuestaria llevaron a muchos trabajadores a abandonar sus puestos. La sensación general es de incertidumbre, porque no existen garantías claras sobre el futuro del organismo.

Un aspecto clave del vaciamiento es una posible fusión del SMN con el Servicio de Hidrografía Naval (SHN), —un organismo centralizado que depende del Ministerio de Defensa— y con el Instituto Geográfico Nacional. La falta de información precisa sobre esta fusión genera más incertidumbre entre los trabajadores. “No sabemos qué funciones se mantendrán, cuáles se perderán ni cuántos puestos de trabajo quedarán en riesgo”, señala Romero.

La posibilidad de que el SMN pierda su autonomía y pase a depender de una estructura centralizada representa un problema grave: en la actualidad, el organismo cuenta con un presupuesto propio que le permite tomar decisiones rápidas y eficientes para garantizar el funcionamiento de las estaciones meteorológicas a lo largo del país. Otro problema es el riesgo para algunos proyectos clave que fueron paralizados o suspendidos por la falta de personal y financiamiento.

Romero enfatiza que la situación actual del SMN no sólo afecta a los trabajadores, sino también a la capacidad del organismo para cumplir con su misión. “La pérdida de autonomía, la reducción de personal y la falta de recursos ponen en peligro la producción de información meteorológica esencial para distintos sectores de la sociedad, incluyendo la aviación, la agricultura y la prevención de desastres naturales», advierte.

En el mismo sentido, la investigadora del CONICET Paula Zapperi, señaló: “Es fundamental mantener y fortalecer el presupuesto tecnológico y de infraestructura del SMN”. La precisión en las mediciones es cada vez más desafiante debido a la mayor variabilidad climática, lo que hace esencial contar con tecnología avanzada para calibrar modelos predictivos. “Los modelos permiten hacer predicciones, que se utilizan para tomar decisiones”, señaló la investigadora.

Un sistema meteorológico público y nacional

La Doctora Zapperi enfatizó que disponer de un servicio meteorológico público y nacional garantiza que toda la población tenga acceso equitativo a conocimiento clave. Esta información es esencial para diversas actividades económicas, especialmente en un país como Argentina, donde la agricultura es tan importante. Conocer el comportamiento de fenómenos como sequías y las variaciones asociadas a El Niño y La Niña permite a los productores tomar decisiones informadas. Así, conocer el clima afecta al abastecimiento de alimento a nivel internacional.

Como explica Zapperi, un sistema público como el SMN permite que la población pueda “entender cómo el clima afecta a nuestro entorno y cómo podemos responder más adecuadamente”. Además, contar con datos sobre eventos meteorológicos permite salvar vidas, animales, fuentes de trabajo y mucho más. Cuánto más se conoce sobre el tiempo, más fácil es aprovecharlo o amortiguar su impacto negativo, ahorrando enormes costos, algunos de ellos irreparables.

El clima cambia

La frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como huracanes, fuertes lluvias incendios forestales, olas de calor y sequías viene aumentando. “Estos eventos le quitan precisión a los modelos históricos que nosotros ya teníamos funcionando, porque las condiciones actuales no tienen registros previos comparables”, explicó Zapperi.

El problema no son solo eventos aislados: “los cambios en la duración y periodicidad de las estaciones afectan a los sistemas de predicción de inundaciones, nevadas y sequías”, sostiene la investigadora. Estos sistemas dependen de tecnologías de monitoreo como satélites y radares, que recogen datos fundamentales para alimentar los modelos climáticos. Sin embargo, “el aumento de partículas en la atmósfera, producto de la incendios, erupciones volcánicas o la quema de combustibles fósiles puede interferir en el registro de los sensores remotos y perjudicar la calidad de las mediciones que alimentan los modelos predictivos”, explicó Zapperi a ANCCOM.

En el noreste de Argentina, donde se encuentran algunas de las zonas más lluviosas del país, también se atraviesan ciclos secos muy marcados desde 2020, reflejados en el caudal del río Paraná. Celmira Rey, Profesora y Doctora en Geografía y Magister en Gestión Ambiental y Ecología de la Universidad del Nordeste, explica que los últimos episodios de inundación en la región tuvieron diversas causas y consecuencias. Por un lado, en Chaco y Formosa distintas localidades se vieron afectadas por desbordes de los ríos Pilcomayo y Bermejo causados por lluvias intensas en la alta cuenca. “Estos desbordes repercutieron principalmente en poblaciones ribereñas, mayoritariamente indígenas, cuando el torrente se encuentra con la llanura”, explica la profesora Rey. Ahora mismo, hay poblaciones originarias en Chaco y Formosa que no pueden volver a sus casas inundadas o acceder a los caminos destrozados para conseguir alimentos o medicamentos.

En este contexto, un/a trabajador/a del SMN que prefirió mantener el anonimato explicó a ANCCOM que los recortes presupuestarios han paralizado tareas esenciales, como la reparación de radares, por no mencionar su fabricación, tarea que venís realizado INVAP. “Son herramientas fundamentales para poder emitir los avisos a corto plazo”, advirtió la fuente.

¿No future?

La especialista Paula Zapperi explica que la reforestación es una estrategia clave para adaptarse al cambio climático, ya que permite absorber la lluvia, conservar la humedad en períodos de sequía y mitigar el impacto de las altas temperaturas. Además, en muchas regiones del país, la falta de infraestructura agrava los efectos de las precipitaciones extremas. “Muchas ciudades del Chaco no cuentan con sistemas de desague adecuados para drenar el agua acumulada, lo que agrava el impacto de las lluvias cortas aunque intensas”, advierte la Dra. Rey, de la Universidad Nacional del Nordeste.

Fortalecer los sistemas de alerta temprana es esencial para una respuesta eficaz ante futuros eventos extremos.​ En este sentido, un trabajador del SMN señala que “Si el achicamiento continúa, la fuga de personal calificado seguirá en aumento y, sin presupuesto para el mantenimiento de los instrumentos, será cada vez más difícil estar preparados para eventos extremos como el de Bahía Blanca”.

La desprotección ante eventos climáticos extremos no es solo una cuestión de infraestructura o presupuesto, sino de prioridades políticas. Un país sin un sistema meteorológico sólido es un país que elige actuar sobre los escombros en lugar de prevenir el desastre. La negación de la crisis climática (e incluso la prohibición de nombrarla) y el desfinanciamiento del SMN agravan el problema. Cuando la lluvia cede y el agua baja, nos encontramos con vidas perdidas, familias desplazadas y ciudades destruidas. La pregunta no es si habrá otra tormenta como la de Bahía Blanca, o Chaco, o Formosa, sino cuándo ocurrirá y cuán preparadas estarán las ciudades y comunidades para enfrentarlas she’s de que sea demasiado tarde.

Un Trueno sensible

Un Trueno sensible

Tres cosas mantienen al referente de la música urbana en Argentina y el mundo con los pies en la tierra: unión, respeto y diversión. Con esa premisa llegó a la Facultad de Ciencias Sociales a brindar una entrevista en el marco de los 40 años de la Carrera de Ciencias de la Comunicación con otros grandes del género: su padre, Pedro Peligro, y Malena D’Alessio, de Actitud María Marta.

Nadie sabe que en el subsuelo de la Facultad de Sociales hay una estrella. Solo unas veinte personas custodian, con nervios y enstusiasmo, la exclusividad de este acontecimiento. No por egoísmo, sino por una certeza: la noticia de que un joven al que lo siguen más de nueve millones de personas merodea por estos pasillos volaría tan rápido como un mensaje de WhatsApp y convertiría la entrevista programada en una montaña humana intentando atravesar una puerta demasiado angosta.  

Llega Mateo Palacios, alias “Trueno”, cantante y compositor de música urbana. Se toma el tiempo de saludar uno por uno a los presentes. Alguien propone un brindis que distiende lo que nunca llegó a tensarse. El encuentro fluye con la generosidad de un artista masivo dispuesto a compartir no solo sus ideas en una entrevista, sino también una gaseosa, un sanguchito, una foto, un video con quien se lo pida. Todo se vuelve más liviano a su alrededor.

Se escuchan diversas conversaciones.

—Hoy es el día del hincha de Boca —dice Pedro Peligro, activista de la cultura Hip Hop argentina y padre de Trueno.
 —Boca es el movimiento popular más grande de Argentina —responde alguien.
 —Sí, después del movimiento feminista —agrega otra voz.

La directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación, Larisa Kejval, entrevistó a Trueno en la inauguración de un ciclo de entrevistas a personalidades de la cultura para celebrar los 40 años de la licenciatura.

 

Bienvenido, Trueno

La directora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, Larisa Kejval, lo invita al set de grabación para dar comienzo a la entrevista que convoca el encuentro. Se trata de un ciclo de conversaciones con personalidades de la comunicación y la cultura que se dará en el marco del aniversario número 40 de la Carrera que supo ser la más joven de la Facultad de Ciencias Sociales. Trueno inaugura el ciclo con esta charla amena que será transmitida por Youtube y en la que expresa sus convicciones e ideales. Kejval le pregunta por sus aprendizajes. Cuenta que su infancia y juventud estuvieron atravesadas por la educación pública. Que por esa experiencia la defiende, pero también porque quiere que sigan teniendo la oportunidad de vivirla sus seres queridos y conocidos que todavía apuestan por ella. Entre los temas que surgen, menciona tres valores que para él lo sostienen todo: la unión, el respeto y la diversión. Más tarde y habiendo pasado ya por una extensa entrevista, también se toma unos minutos para darle su palabra a ANCCOM:

—Decís que el respeto es una de las cosas más importantes para vos. ¿Cómo se sostiene ese principio cuando vivís bajo una lupa constante? ¿Cuando el ritmo de la fama, los pedidos de fotos, el cansancio o la repetición podrían hacerte perder esa fibra sensible que te conecta con los demás?

—Tengo una visión de que… no te digo que se lo “debemos” a la gente, pero sí siento que son ellos los que me ayudan a cumplir mis sueños y mis metas. Por eso, no lo vivo como una carga, ni como una obligación. Obviamente, hay días en los que uno se levanta cansado y otros con más energía, como todo el mundo. Pero siempre pienso que hay personas a las que yo también, si me las cruzara, les pediría una foto. Entiendo lo que puede significar ese momento para alguien, ese recuerdo.

Y el respeto, en general, lo mantengo como persona, también es porque sigo con los mismos amigos que tienen la misma realidad de siempre. Mi familia sigue siendo la misma de siempre. Y cuando el foco está tan claro en ciertos puntos, aunque te mareen las otras cosas que llegan, lo más importante sigue estando ahí.

—Y la cuestión de la diversión… ¿Cómo hacés para que te siga divirtiendo, para que te siga gustando lo que hacés, a pesar de las nuevas responsabilidades o compromisos?

Quizás hay nuevas cosas que se ponen en juego cuando se profesionaliza tu pasión. Pero no sé, yo nunca lo vi como un trabajo. Nunca lo viví como «uh, tengo que ir al escenario a hacer esto obligado». Sino que, si me toca ir al escenario, es lo que más me gusta en la vida. Me lo tomo así, trato de divertirme. Lo ejemplifico mucho con el fútbol también. Al que le gusta jugar al fútbol, sea donde sea, juega y se divierte. Eso es lo más importante.

Trueno y su padre Pedro Peligro no son los únicos íconos del Hip Hop argentino en la sala. Malena D’Alessio, fundadora del grupo Actitud María Marta, también está presente y comparte una anécdota inesperada:
—Cuando era chica mi papá… Bueno, mi papá es desaparecido. Pero mi otro papá, el que me crió, dio clases en esta universidad. Me acompañó durante toda mi etapa de rapera feroz, cuando recién empezaba, éramos muy pocos, como Pedro (Peligro) bien sabe. Y lo vivíamos con una pasión enorme. Además, no teníamos acceso a nada. Había que investigar, pedir música de afuera, copiarla en una doble casetera…

Y tratar de explicar a los padres por qué te apasionaba tanto algo así tampoco era fácil. Yo les hacía escuchar lo que me gustaba y ellos me miraban como si estuviera loca. Me la pasaba saltando sola en mi cuarto. Tenía un tema que escuchaba todo el día: “Shut Down”, de PBL. El video de ese tema era muy fuerte, se lo mostré y mi viejo lo usó para dar una clase sobre análisis audiovisual. Por eso digo que el Hip Hop entró en esta universidad hace rato.

 

Cuando se le pregunta el nombre completo de su padre de crianza, responde: “Oscar Landi”. Otro ícono se manifiesta —esta vez uno más local—: el investigador en comunicación y autor del clásico Devórame otra vez, tan leído en la carrera que está cumpliendo cuatro décadas.

Entre Malena y Trueno hay intercambios más públicos (como el momento en el que ella destaca la sensibilidad de este rapero comprometido con su arte y con las luchas sociales) y otros más íntimos, como aquel en el que están apartados hablando con admiración de la música brasilera.

Las autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales llevan a Trueno y a su equipo a recorrer las instalaciones. Llegan al auditorio y Pedro Peligro sube al escenario a probar la acústica. Fantasea con la posibilidad de un nexo entre la universidad y las escuelas de Hip Hop. Hace un chiste sobre la visita de Maradona a Harvard comparándola con esta de Mateo a Sociales. Con su carisma y desfachatez, inconscientemente, ayuda a su hijo a no ser el centro de atención todo el tiempo. Regalándole un respiro para que haga otras cosas más silenciosas que parecen genuinamente gustarle, como darle una alegría a un desconocido con una charla, un abrazo, una foto.

El equipo de Dirección de la Carrera de Ciencias de la Comunicación y la Cátedra de Políticas Culturales encabezada por Luis Sanjurjo, coorganizadores del encuentro reconocieron con un diploma a Trueno.

Gobernar sin Ley de Presupuesto y el deterioro institucional

Gobernar sin Ley de Presupuesto y el deterioro institucional

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia impulsa modificaciones en la normativa para evitar que el Poder Ejecutivo impida discutir en el Congreso el presupuesto y utilizar así los recursos nacionales con total discrecionalidad, tal como lo hace el gobierno de Milei.

El último presupuesto aprobado por el Congreso Nacional fue el correspondiente a 2023, discutido durante 2022 y sancionado a finales de ese año, cuando todavía gobernaba Alberto Fernández. El Poder Ejecutivo ya encabezado por Javier Milei lo prorrogó en 2025 por segundo año consecutivo. En ocasiones anteriores se ha utilizado este mecanismo aunque nunca por dos periodos consecutivos. ¿Qué consecuencias concretas trae esta situación inédita? Entre otras, implica el atraso en las partidas que no tienen actualización por inflación y una discrecionalidad por parte del gobierno en el uso de los recursos.

Sofía Pasquini, abogada y miembro de la Asociación Civil por la igualdad y la Justicia (ACIJ), explicó que hay una situación de avasallamiento constante de los mecanismos constitucionales: “Es el gobierno diciendo ‘a mí no me interesa negociar con el Congreso, voy a hacer lo que quiera, a disponer del presupuesto y del funcionamiento de las instituciones como quiera’.” Esto empieza a hacer ruido en la vida cotidiana porque no es un hecho aislado, se suma a un contexto donde se designan a los jueces por decreto y es allí donde toma relevancia la prórroga presupuestaria.

La pregunta clave en esta situación, agrega, es: “¿Por qué tenés todo el andamiaje legal que le permite a un gobierno que no le interesa negociar con el Congreso, hacer todo lo que está haciendo? Esa es un poco la jugada, un problema más de fondo, que es qué está pasando con la regulación en Argentina de la prórroga presupuestaria que no dispone un límite permitido.”

El Ejecutivo cuenta además con los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que le permiten ampliar las partidas. Mediante la prórroga y los DNU, cualquier gobierno puede eludir la discusión en el Congreso. En las últimas décadas se fue ampliando el porcentaje de las partidas asignadas por los decretos.

El economista Natán Spollansky, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba e integrante de ACIJ, sintetiza el criterio del gobierno hacia la ampliación o reducción arbitraria de las partidas: “Lo que estamos viviendo es la búsqueda del equilibrio fiscal por sobre el rol y las funciones que tiene el Estado de por sí. La no función del Estado como forma de gobernar. Se produce un ajuste de corto plazo que tiene consecuencias sociales y estructurales en el largo plazo.”

La administración actual modificó de hecho las asignaciones para los diferentes sectores. Los fondos destinados a Educación, Cultura, Promoción y Asistencia Social van a sufrir una reducción de un 30%  mientras que Inteligencia incrementará su asignación en un 67% según detalla el análisis de ACIJ.

“A medida que yo me alejo del presupuesto aprobado por el Congreso, puedo hacer cada vez más lo que yo quiero. Tengo un margen más amplio para disponer del paquete presupuestario sancionado en su momento. Esto de no tener un presupuesto o tener uno tan viejo prorrogado, permite cada vez una brecha más grande entre lo que aprobó el Congreso en 2023 y lo que estás tocando de las partidas hoy en día”,  apunta Pasquini. Esto posibilita que cualquier maniobra que se realice con el dinero sea solo ampliar un poco más el margen entre lo legislado y lo que efectivamente se destina.

Por su parte, Spollansky especifica cómo la mayor  discrecionalidad en el  manejo de los fondos por parte del gobierno genera un impacto más directo: “Al no discutirse no se puede hacer un seguimiento de los gastos ya que con las prórrogas esa posibilidad se va diluyendo. La última vez que se discutió un presupuesto y se aprobó fue el de 2023. Desde ahí la inflación superó el 300%. Eso implica que el dinero que tuvo que poner el Estado encima no fue aprobado ni discutido por el Congreso sino que quedó a la discrecionalidad del Ejecutivo. Esto influye en la partidas que no se actualizan y dependen del criterio del gobierno: la construcción de jardines infantiles perdió más del 80% de recursos, por ejemplo.”

En su análisis, ACIJ plantea que la prórroga en Argentina, aunque debería ser excepcional y esporádica, se ha vuelto habitual y en los últimos 15 años se ha utilizado ya en cinco ocasiones: 2011, 2020, 2022, 2024 y 2025. Otro aspecto importante es que se diluye la posibilidad de seguimiento y fiscalización de la ejecución de las partidas asignadas durante el año. El nivel de inflación deja los montos muy desactualizado y no se puede medir lo realizado, lo que vulnera estándares de transparencia y también de control ciudadano. Así, la desactualización de los fondos genera una diferencia que le implica al gobierno poner más dinero arriba de lo estipulado. Y esos fondos extras los destina según su criterio, que en definitiva es lo mismo que el presupuesto no aceptado por el Congreso.

Este contexto y la actuación reciente del gobierno, elegir la prórroga ante la no aprobación del Congreso del presupuesto enviado hace que cada vez quede más lejos un presupuesto democráticamente debatido y aprobado. Grafica Pasquini: “Nunca nos había pasado, pero de repente estás con un Ejecutivo que a viva voz te dice que no le interesa negociar con el Congreso porque porque son todos corruptos”. Y agrega que una herramienta de prórroga indefinida no se sabe cómo va a terminar funcionando porque efectivamente un gobierno con las peores intenciones la puede usar a su beneficio.

El andamiaje institucional para manejar presupuesto, con la Ley de Administración Financiera y todas las facultades que tiene el jefe de Gabinete y el Poder Ejecutivo, le es conveniente a este último poder. Su interpretación extrema casi al margen de la legalidad proporciona situaciones que debilitan las instituciones democráticas. La propuesta de la Asociación es modificar la normativa para impulsar la negociación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.

 

Arte político, feminista y cooperativo

Arte político, feminista y cooperativo

En el Centro Cultural de la Cooperación se inauguró “Luchas feministas del AbyaYala”, una muestra sobre la producción de la cooperativa La voz de la mujer, un emprendimiento productivo de la Asamblea de Mujeres del MTD Lucha y Libertad de la Villa 20 de Lugano.

“Luchas feministas del Abya Yala”, la primera exposición de la Cooperativa Gráfica La voz de la Mujer con la curaduría de Laura Lina, se inauguró en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Una muestra sobre el hacer gráfico de mujeres que se comprometen, diseñan, crean y ponen el cuerpo para mantener viva la llama de la memoria y la lucha feminista.

“Esta publicación fue realizada para arder rojo en nuestra memoria y en nuestras resistencias” está escrito en tinta roja junto al fanzine que describe la Masacre de Avellaneda, con dibujos que recuerdan a los dirigentes sociales asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, que lleva estampada la consigna “trabajo, dignidad y cambio social” sobre un fondo negro, ilustrada con una piedrita sostenida por un hilo rojo. A su lado, fotografías de las primeras asambleas de mujeres en el Puente Pueyrredón, un cuaderno cosido a mano con un grabado de Norita Cortiñas en su tapa, y herramientas de grabado sobre la mesa. Sobre ella, están desplegados los xilobordados que atraviesan toda la sala. Se trata de una técnica que consiste en bordar arriba de la xilografía y que, en su reverso, permite ver el trabajo que hay detrás de cada puntada. 

En cada pieza, distintas imágenes de luchadoras feministas desde el Abya Yala hasta el Kurdistán y palabras significativas en sus luchas quedan al descubierto. Sakine Cansiz, Fidan Doğan, Leyla Şaylemez, tres generaciones de mujeres kurdas asesinadas en 2013 en París, Maite Amaya, militante piquetera travesti y anarquista cordobesa fallecida en 2017, Lolita Chávez, sanadora ancestral guatemalteca e integrante de Feministas del AbyaYala, y Norita Cortiñas como “madre de todas las batallas”, son algunas de ellas. Memoria, virtud, resistir, recuerdo, igualdad y justicia, algunas de las palabras elegidas.

Laura Lina es licenciada en Artes y forma parte del Departamento de Ideas Visuales y el Espacio de Géneros del Centro Cultural de la Cooperación. En diálogo con ANCCOM, la curadora de la muestra comenta que “en verdad, figura mi nombre pero casi podría decirte que también es una curaduría conjunta porque muchas de las decisiones las tomamos con las chicas en el montaje. Partiendo de la base de este arco que ellas habían armado de mujeres del Abya Yala, armamos un posible guion”. Y agrega : “Son muchas manos las que trabajan en una imagen. También era lindo desde la curaduría pensar en esa misma lógica, de trabajar en conjunto. Esta es la primera exposición de ellas”.

Las imágenes están producidas colectivamente por las mujeres que conforman La Voz de la Mujer, un emprendimiento productivo de la Asamblea de Mujeres del MTD Lucha y Libertad de la Villa 20 de Lugano (Buenos Aires), que se dedica a la producción gráfica mediante diferentes técnicas y a la elaboración de agendas artesanales, calendarios, collages, fanzines de poesía, cuadernos, afiches, xilobordados.Desde sus comienzos en 2012 fueron incorporando distintas técnicas como el grabado, que luego se convirtió en su lenguaje de expresión preferido al ser una técnica muy noble por las posibilidades que permite. Hacer el boceto, pasarlo a la matriz (madera o linóleo), tallar mediante incisiones, entintar e imprimir sobre el papel o la tela,les permite diseñarestampas que fortalecen su producción colectiva, en la que recrean sus vidas de mujeres migrantes, trabajadoras y luchadoras populares. La cooperativa está compuesta en su gran mayoría por trabajadoras migrantes de Bolivia y Paraguay.

Con la actual crisis social, de discriminación y precarización laboral, tuvieron que tomar muchísimos más trabajos para mantener a sus familias sin descuidar su hacer gráfico. Los distintos orígenes de cada una y el intercambio de experiencias les permitió, por ejemplo, aprender unas de otras diferentes técnicas como el grabado y el bordado. Esto llevó a la incorporación de los hilos, a la combinación de colores, a intercambiar experiencias de los puntos con el fin de transmitir la vida del movimiento y de la asamblea de mujeres, y sus vivencias como mujeres, luchadoras, feministas y piqueteras.

María Eugenia Lara, una de las integrantes y artistas de La Voz de la Mujer expresa que “el compartir entre nosotras las ideas y las experiencias es muy enriquecedor porque además de aprender la técnica del grabado encontramos la manera de multiplicar el mensaje que queremos dar. Las charlas se dan en un contexto muy agradable que tiene que ver con los colores, las texturas, los distintos materiales y la creatividad”.

La elección y la configuración, formal y conceptual, de cada una de las imágenes es construida mediante un proceso de decisiones conjuntas en formato horizontal y asambleario. Muchas de estas referentas, algunas con nombre propio y otras en términos grupales, no solo son reconocidas por las diferentes gestas llevadas a cabo en su territorio sino también por su capacidad de movilizar las subjetividades de cada una de las mujeres que componen la cooperativa en tiempo presente.

“Nuestras imágenes y nuestras luchas son parte de un mismo camino. Significan nuestro hacer y reflexionar cotidiano. Que sean del AbyaYala, del Kurdistán y también de Palestina significa que las luchas se van ampliando, internacionalizando y para nosotras tienen un eje común que tiene que ver con la liberación de las opresiones, la rebelión contra el sistema capitalista, el racismo, el patriarcado, la xenofobia, todas cosas que se viven de manera muy fuerte en nuestras vidas cotidianas”, reflexiona Lara.

Es importante destacar que las imágenes de la exposición son intervenciones en lo cotidiano, ya que también se pueden encontrar en agendas, stickers, gráficas en la calle y estampas. Resignificar saberes previos y las experiencias de cada una es el punto de partida de cada imagen y marca el paso a paso del trabajo colectivo. “Nos gustaría que la gente se lleve la sensación de que el arte es una forma de denuncia y que está presente en cualquier espacio, que conozcan nuestras realidades, que nos vengan a visitar, que puedan sentir que lo que ven ahí forma parte de las vivencias de resistencias cotidianas” comenta Lara.

Por su parte, Lina menciona:“Para mí es importante que figuren los nombres de quienes componen la cooperativa. No porque laburen individualmente, sino porque aunque trabajen en conjunto tienen un nombre y muchas cosas para decir.Es un trabajo grupal pero hecho por mujeres que le están poniendo el cuerpo”.

No es una tarea fácil, pero ellas resisten y encuentran en la cooperativa un espacio de trabajo, acompañamiento y disfrute. “Ser mujeres migrantes, latinoamericanas y precarizadas significa ser parte de todo un sistema que nos oprime y que al mismo tiempo sostenemos, porque nuestra vida está muy atravesada por una economía del cuidado, por una sostenibilidad de la vida que llevamos adelante desde nuestras relaciones y vínculos más cercanos, y que también cuestionamos permanentemente”, explica Lara. Y concluye que “nuestra forma de trabajo es una forma de vida entonces buscamos encontrarle la manera de que podamos seguir con nuestras vidas cotidianas que son cada vez más difíciles, sosteniendo estos cuidados que son cada vez más grandes, y también nuestras libertades, encuentros, debates, charlas, y que podamos tener una economía que nos permita vivir dignamente”.

“Luchas feministas del AbyaYala” puede visitarse de lunes a viernes de 12:00 a 20:00 y los sábados y domingos de 14:00 a 22:00, en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, ubicado en Avenida  Corrientes 1543, Buenos Aires, con entrada gratuita.