Reconocieron a los sobrevivientes de la ESMA

Reconocieron a los sobrevivientes de la ESMA

Seguinos en:

Por Naiara Mancini y Joaquín Bousoño

Fotografías: Gentileza Espacio Memoria ESMA

En conmemoración del décimo aniversario de la primera condena a miembros del grupo de tareas por los delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela Mecánica de la Armada, el Directorio del Espacio Memoria y Derechos Humanos entregó el sábado 30 de octubre el reconocimiento «Hacedores de la Memoria 2021» a las y los sobrevivientes de aquel centro clandestino de detención, tortura y exterminio. El reconocimiento es otorgado por el Espacio Memoria a distintas personalidades en retribución a los proyectos que contribuyeron en la construcción de la memoria colectiva. En las anteriores ediciones, fueron premiados la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Rosa Schonfeld de Bru y los artistas León Gieco, Kevin Johansen, Liliana Herrero, Cristina Banegas, Liliana Felipe, Marcelo Carpita y Andy Riva.

En este emotivo evento, realizado en el marco de la Noche de los Museos, se homenajeó a más de 200 sobrevivientes, entre las 5000 personas que se encontraron detenidas desaparecidas en el mayor centro clandestino de tortura que funcionó durante la dictadura en la Ciudad de Buenos Aires. Durante la jornada, se inauguró una placa honorífica en la antigua Plaza de Armas y también se renombró la calle Thorne como “19 de marzo de 2004”, en referencia a la primera vez que un grupo de sobrevivientes volvió al lugar. Por otra parte, se recordó a todas aquellas personas sobrevivientes fallecidas durante el período de pandemia. Especialmente a Víctor Basterra, una pieza fundamental para la reconstrucción, a través de sus denuncias, de lo ocurrido allí dentro durante la última dictadura, y quien fuera declarado personalidad destacada de la Ciudad de Buenos Aires el 5 de marzo del 2020. 

De acuerdo con la placa descubierta, las y los sobrevivientes son reconocidos “por su incansable labor en la construcción de una memoria sobre el terrorismo de Estado entramado con verdad y justicia”, dado que, con sus testimonios permitieron reconstruir lo que sucedió en ese centro clandestino de detención, tortura y exterminio. Asimismo, se reconoció el compromiso de las personas sobrevivientes en la recuperación de la Escuela de Mecánica de la Armada como espacio de memoria. “Necesitábamos este reconocimiento porque por años supimos que éramos testigos ineludibles en este lugar, donde arañamos las paredes y pudimos recuperar mucho de la memoria que después nos sirvió en los juicios para condenar a tantos genocidas”, destacó Ana “Rosita” Soffiantini, sobreviviente del centro clandestino. 

El homenaje, que contó con la presencia de personalidades como Lita Boitano y Eduardo Jozami, significó el reencuentro de los sobrevivientes y sus familias luego de mucho tiempo, y tuvo el agregado de ser uno de los primeros actos realizados de manera presencial en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, luego de casi dos años de verse obligados a mantener los eventos de forma virtual a partir de la coyuntura pandémica. “Yo vine de México para esto, porque quería encontrarme con quienes compartimos esta situación, y quería poder abrazarnos. Mi objetivo era abrazarme con los compañeros con los que estuvimos compartiendo esto. Así que agradezco ambas cosas, el abrazo hacia nosotros y la posibilidad de abrazarnos entre nosotros”, indicó Pilar Calveiro, sobreviviente de la ExEsma.

 

Acerca de la figura del sobreviviente, Soffiantini declaró: “Este reconocimiento nos reivindica después de muchas cosas que pasaron, porque en un momento fuimos testigos sospechados”. A ella la sucedió la palabra de Nilda Noemí «Munú» Actis Goretta, otra sobreviviente de la ESMA, quien recordó: “Un poco se desconfiaba de nosotros porque estábamos vivos. Y los demás compañeros no”. Continuando con esta línea, Lila Pastoriza, periodista que se encontró detenida en la ESMA entre 1977 y 1978, reivindicó el accionar de las y los sobrevivientes para la reconstrucción de los acontecimientos en su tarea de “cumplir con lo que pensábamos cuando estábamos secuestrados, cuando decíamos: uno que salga y que hable. Y ese uno que salga y que hable, ocurrió”. En este sentido, Pastoriza reflexiona acerca del rol de las personas sobrevivientes en la actualidad: “No estamos solo para dar información, estamos para construir memoria, y para saber cómo construirla, porque no es una cosa de repetir lo que ya se sabe, es la búsqueda de la memoria hacia el pasado a partir de los peligros del presente”.

Hacia el final del acto homenaje, la ex calle Thorne del predio de la ex ESMA pasó a denominarse “19 de marzo de 2004”, acontecimiento realizado en el marco del renombramiento de muchas calles del predio que aún mantienen los nombres designados por los militares. El 19 de marzo del 2004 un grupo de sobrevivientes retornó por primera vez desde su secuestro a la Escuela Mecánica de la Armada, en compañía del ex presidente Néstor Kirchner, funcionarios de su gabinete y la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Antes del 19 de marzo estaba medio perdido, después de salir de la ESMA, estaba en una situación de olvido”, recordó el sobreviviente Alfredo “Mantecol” Ayala, mientras se proyectaban imágenes de aquella recorrida. “Mantecol” relató que Néstor Kirchner le pidió perdón, en nombre del Estado, por los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico-militar: “Ese perdón fue el que me cambió la vida”. En ese sentido, Ana “Rosita” Soffiantini expresó, con respecto a los sobrevivientes, que “una vez entramos como desaparecidos, y gracias a Néstor entramos como sobrevivientes”.

El archivo de la memoria

El archivo de la memoria

Por Agustina Pasaragua

Fotografías: Diego Castro

La TV Pública cuenta con más de 65.000 soportes de aproximadamente 200.000 documentos audiovisuales con registros históricos desde 1956, de los cuales, hasta el momento, están digitalizados unos 29.000. En conmemoración del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, ANCCOM dialogó con Julio Fernández Baraibar, periodista, guionista cinematográfico y director del Archivo Histórico de la Radio y Televisión Argentina para entender la importancia de este acervo en la actualidad.

La última dictadura, además de la censura que aplicó, también significó una tragedia para archivos patrimoniales completos: pérdidas, robos y venta ilegal. Por ello, hasta poco después de la vuelta de la democracia, no hubo una política para la conservación, catalogación y acceso de los documentos producidos por la radio y la televisión.

En 2013, por decreto presidencial, se creó la página web Prisma y el Archivo Histórico de RTA para generar una conciencia sobre lo que ocurrió. Se construyeron bodegas para el almacenamiento y la preservación en Radio Nacional y la TV Pública. El objetivo principal es ordenar, preservar, digitalizar y difundir material audiovisual y sonoro del Estado Nacional a toda la población. Baraibar coordina las distintas etapas por las que pasa el archivo histórico, desde la visualización, reuniones con el equipo de catalogadores y distintas áreas de la TV Pública, hasta la atención de pedidos internos y externos.

Los archivos en construcción de RTA no son una simple recolección de programas, videos y audios: cuentan la historia del Estado argentino durante el siglo XX y en particular su memoria colectiva. “El Archivo democratiza el acceso a este acervo audiovisual, cada lectura genera múltiples interpretaciones y asociaciones, consolida la memoria institucional y popular de la Argentina, trae a las nuevas generaciones momentos y situaciones que, por su trascendencia, por su impacto en la sociedad, por su belleza o por los elementos de verdad que encierran, forman parte del proceso mismo de formación de la conciencia de los argentinos. El Archivo descompone ese momento en sus múltiples determinaciones y en los múltiples efectos que la reconstrucción del pasado genera”, explica Baraibar.

Los soportes audiovisuales representan una herencia para comprender nuestro pasado, pero sobre todo para no olvidarlo: nos cuentan historias de vidas personales, hechos sociales, culturales, políticos que marcan épocas y que deben ser conservados y tratados adecuadamente: “La preservación es una tarea delicada y exige especial dedicación, desde el tratamiento de los originales hasta el mantenimiento de las bóvedas de depósito del material requieren condiciones de temperatura y humedad constantes. Fundamentalmente, exige una permanente actualización de la inversión en infraestructura y personal”.

El equipo del Archivo Histórico está integrado por siete personas: dos son técnicos del personal de la TV Pública y reparan en un taller equipos antiguos y discontinuos de los distintos soportes. Cada formato requiere una preparación específica previa a la digitalización que mejora la calidad del contenido: para los soportes magnéticos se utiliza una máquina que succiona la suciedad adherida a la cinta de video sin dañar la superficie ferrosa donde se encuentra grabada la señal audiovisual. Para el acervo fílmico se realiza un meticuloso proceso que implica la limpieza manual de la tira fílmica, el reemplazo de los empalmes deteriorados por nuevos con cinta adhesiva libre de ácido, y la lata original es reemplazada por un soporte de polipropileno inerte especial para el almacenamiento a largo plazo de soportes fílmicos.

Una vez finalizada esta etapa se lleva el material a la sala de Transfer para su preservación digital. Luego, una persona se dedica a la preparación del material fílmico destinado a ser digitalizado: este proceso incluye la corrección de valores de luminancia para cada toma registrada en el contenido audiovisual patrimonial.

El resto del personal se dedica, de modo permanente, a la catalogación de nuevo material, a mantener en permanente actualidad el Archivo Prisma y, en colaboración con la TV Pública, alimentar las redes, a efectos de hacer conocer y popularizar la actividad del Archivo. La atención de la demanda, tanto interna de RTA, como externa, de instancias públicas o privadas, es otra actividad cotidiana.

En el sitio se ofrecen estos contenidos por medio de una ficha descriptiva con información sobre cuándo y dónde sucedió como también quién o quiénes la protagonizan. Se especifica el área que lo produjo, se le asigna una categoría sobre bloques temáticos y etiquetas que especifican los temas abordados semanalmente. Todo el material publicado en línea se ofrece en una calidad reducida y la versión en alta resolución se encuentra disponible para las producciones que lo requieran técnicamente, solicitándolo mediante el protocolo vigente.

“El personal del canal y de la radio ha sido durante años el guardián de este acervo que sufrió pérdidas de todo tipo, desde accidentales hasta intencionales. En todos estos años han sido los trabajadores quienes garantizaron la supervivencia de lo que logró archivarse y mantenerse en resguardo”, afirma Baraibar.

La pandemia generó nuevas oportunidades para industrias como la audiovisual. Baraibar afirma que a través de las plataformas supieron sacar provecho de la cuarentena y aumentó la audiencia: “La demanda de archivos audiovisuales creció notablemente durante la pandemia debido a las dificultades que presentó el trabajo de filmación”, cuenta.

Otra actividad que suele ocupar parte del tiempo es la discusión y seguimiento de los distintos convenios con otros organismos públicos y universidades que tienen actividad archivística. “La capacidad de digitalización de distintos soportes que tiene nuestro Archivo nos convierte en interlocutores casi obligados de esa actividad, que a la vez permite ampliar nuestro propio acervo”, remarca. Según Baraibar, es necesaria la creación de una Cinemateca que resguarde debidamente la historia de nuestra cinematografía y la ponga al alcance de las nuevas generaciones: “Tanto el cine, como la televisión atraviesan una crisis que los obliga a repensar su función, tanto social como artística, por la variedad y dispersión de medios virtuales que hoy conforman la principal oferta audiovisual”.

El registro, la protección y la difusión de estos documentos audiovisuales no solo forman parte de una identidad cultural y una memoria, sino que además implican la toma de conciencia de la preservación de este patrimonio nacional por parte de los trabajadores audiovisuales.

Industria audiovisual con viento (sur) a favor

Industria audiovisual con viento (sur) a favor

Por Renata Bonetto

Fotografías: Gentileza Polo Audiovisual de Tierra del Fuego

El sector audiovisual fueguino se encuentra en un momento de incipiente crecimiento y gran potencialidad. Dos largometrajes presentados en el último tiempo ilustran el trabajo que se viene haciendo localmente hace ya algunos años y que colocan a Tierra del Fuego en un lugar prometedor dentro de la industria audiovisual: Las intemperies de Guido de Paula y Andy Riva, protagonizada por Alfonso Tort, que se presentó este mes en dos festivales internacionales –en San Francisco y en Seattle, donde obtuvo premios a la mejor fotografía, mejor sonido y una mención especial-  y Río Grande. Lo que el viento no arranca lo arraiga, una producción de la Secretaría de Cultura provincial, en ocasión del festejo por los cien años de la ciudad de Río Grande, dirigida por Ignacio Leonidas y Rodrigo Tenuta y con la participación de actores y equipos técnicos locales. A finales de octubre también se presenta la serie documental No Binario, una coproducción de la Dirección de Produccion Audiovisual (DPA) de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego y Canal Encuentro.

En 2009 la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual supuso la posibilidad concreta de repensar la federalización de la producción de contenidos audiovisuales, históricamente centralizada en Buenos Aires. A más de 10 años de aquellos debates y a pesar de los vaivenes de la ley, el juego parece estar abierto a otras provincias que buscan ocupar un lugar en la industria audiovisual nacional: Mendoza, Córdoba, Tucumán y Misiones son ejemplos consolidados, mientras que Tierra del Fuego, en menor medida pero a paso firme, persigue el mismo camino.

Este impulso del audiovisual en la provincia también se ve reflejado en la creación, a principios de octubre, de la Asociación Civil del Audiovisual Fueguino (ACAF). “La idea es nuclear a productores y realizadores locales, que podamos sentarnos con más peso en la mesa donde se toman las decisiones y plantear las necesidades del sector”, explicó Guido de Paula, realizador, integrante de la asociación y jefe del área técnica de la de DPA.

Laura Piaggio, productora de animación, docente de la asignatura Narrativas Hipermediales en la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) y participante de la ACAF, en diálogo con ANCCOM enumeró cuáles son los lineamientos que guiarán las acciones de la asociación: “Una primera idea es colaborar con el cluster FilmAndes de Mendoza que nuclea a más de 60 productoras audiovisuales y empresas de tecnología y videojuegos, que se han ofrecido a acompañarnos en el proceso de conformación y solidificación. Por otro lado, también queremos presentarnos a convocatorias para armarnos de equipamiento y poder apoyar a productores socios y brindar servicios y líneas de formación. Y a mediano plazo la idea sería impulsar una buena ley provincial para el audiovisual, pensada y validada por el sector, que tenga un apoyo más transversal y no parte de la campaña de nadie, con un compromiso de reglamentación”.

La potencialidad de Tierra del Fuego como polo audiovisual se relaciona con los profesionales formados localmente, con sus escenarios naturales reconocidos internacionalmente y la voluntad de desarrollar el sector.

“Antes no había formación local, el que se iba a estudiar afuera, muchas veces se quedaba allá. Yo confío mucho en los jóvenes, en el sentido de que ahora está la universidad y también hay un terciario de audiovisual: cuando todos esos chicos, que han hecho su vida acá y no quieren irse al norte, egresen, van a empujar, van a exigir, van a querer tener sitio y poder desarrollarse profesionalmente”, opinó Piaggio.

Los entornos naturales que presenta la isla también son una fortaleza a la hora de pensar en un polo audiovisual fueguino. “Hay cada vez más producciones de afuera que vienen a filmar acá, y hay equipos técnicos locales que pueden acaparar esta demanda. Generar esa sinergia, ese ida y vuelta es el objetivo de esta dirección”, reconoció Leonidas, co-director de la película sobre el centenario de Río Grande e integrante de la Dirección provincial de Desarrollo Audiovisual. Desde algunas escenas de la película El Renacido en 2014, hasta publicidades y, recientemente, dos videoclips de referentes nacionales de la música urbana como Acru y Trueno, eligieron la provincia y sus técnicos para realizar sus producciones.

Las intemperies es la primera película fueguina a la que el INCAA le da un crédito y un subsidio. Antes hubo películas que vinieron a filmar acá pero nunca un financiamiento directo a un proyecto local”, afirmó de Paula, director de la película. Ésta se terminó de filmar poco tiempo antes de que comience la pandemia y este año recorre festivales antes de estrenarse en salas y en CINE.AR. Para Leonidas, esta película, “junto con otras experiencias anteriores, fueron formando a muchas personas de acá, lo que posibilitó tener un equipo técnico íntegramente local para el rodaje de la peli sobre Río Grande”.

En el contexto del aniversario de los cien años de la ciudad de Río Grande se realizó Río Grande. Lo que el viento no arranca, lo arraiga una ficción que representa cuatro períodos de la historia de la ciudad. Comienza con el momento en que los europeos se asientan en territorio Shelknam y las interacciones que hay entre la comunidad y los estancieros. continúa en la etapa del establecimiento de un frigorífico, la historia del padre Zink (el cura gaucho que recibió a los heridos del Crucero General Belgrano) y la historia de una fueguina que regresa a su ciudad y se reencuentra con un pasado que la interpela.

Entre otras producciones, el 25 de octubre se estrenó por Canal Encuentro la serie documental No binario que se comenzó a filmar en marzo con la conducción de la joven escritora trans Carolina Unrein. La serie busca representar la lucha por los derechos del colectivo LGTBIQ+ y la situación particular de Tierra del Fuego. (Repetirá el jueves 28/10 a las 13, 29/19 a las 17.30, sábado 19hs y domingo 15.30. También por Youtube e IGTV)

Esta suma de eventos y oportunidades, de rodajes y colaboraciones, fueron formando un sector que pretende posicionarse como una industria fuerte a nivel nacional.

De Paula sostiene que en este momento es necesario “tener un respaldo para pegar el envión. Necesitamos del sector privado por la experiencia y la exigencia que tiene trabajar con ellos o para ellos. No nos podemos quedar solamente en los subsidios. Con el Estado solo no alcanza. Pero sin el Estado no se puede”.

Patrimonicidio

Patrimonicidio

Por Mariana Quaglia

Fotografías: Mariana Chichel y Sofía Barrios

Bajo el sol abrasador de la tarde porteña, más de 50 organizaciones sociales y asambleas vecinales protestaron este sábado frente a la Legislatura para frenar el avance del “patrimonicidio”, que arrasa con el entorno urbano y que prioriza los negocios inmobiliarios antes que la calidad de vida, acompañados de las consignas: “Se va Buenos Aires”, “Más cielo menos cemento”, “Más verde menos cemento”, “Una ciudad sin patrimonio es una ciudad sin futuro”. 

“Toda la gente del barrio debería estar acá. Esto está sucediendo en muchos lugares. Durante la pandemia se hicieron demoliciones silenciosas que no dieron tiempo al reclamo”. Miguel López es vecino de Nuñez y junto a Liliana Grande se concentraban en cortar cinta para pegar una cartulina que reclamaba la protección identitaria de su barrio. Liliana agregó, analítica: “Lo que sucede es que en nuestra comuna la adhesión al gobierno del PRO es muy alta, y oponerse y darse cuenta de lo que está pasando cuesta mucho a una inmensa mayoría”.

En la esquina donde se cruzan Perú y Diagonal Sur, las vallas encierran el edificio de la Legislatura porteña donde cientos de vecinos y vecinas propusieron reunirse. Las inesperadas vallas que impedían estar frente al edificio fueron adornadas con carteles, fotos de los edificios en peligro de extinción (o extintos) por el nuevo Código Urbanístico y con la leyenda “Se va Buenos Aires”. Minutos pasaban de las 16 en una tarde calurosa, y la gente llegaba para encontrarse con sus vecinos, o alguna cara conocida y asumir su lugar en la amplia ronda que se iba quedando sin espacios vacíos. A la espera del inicio de una asamblea a micrófono abierto, con una lista en orden alfabético que ordenaba las intervenciones, se hicieron presentes agrupaciones como Basta de Demoler, Casco Histórico Protege, Tierras Ferroviarias Verdes y el Observatorio del Derecho a la Ciudad. 

La exigencia primordial sostiene la necesidad de un control vecinal sobre los órganos que deciden sobre el patrimonio porteño y la planificación de la Ciudad, como está previsto en el Artículo 1 de la Constitución de CABA y la Ley de Comunas. El nuevo Código Urbanístico amplía los topes de las alturas permitidas para futuras construcciones y abre la puerta de un proceso de «especulación inmobiliaria» de los desarrolladores privados. Como consecuencia, ataca cualquier proyecto de desarrollo sustentable y conspira contra las industrias del turismo y la construcción, ignorando el valor agregado que representan las rehabilitaciones y restauraciones. Sin embargo, lo que se encuentra amenazado no es únicamente la arquitectura, como recurso no renovable, sino la habitabilidad de la ciudad que día a día se vuelve una isla de calor con edificios que la ahogan.

Las campanas de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires marcaron la media hora pasada de las 17 cuando Ana Bas, de Basta de Demoler, una de las primeras organizaciones vecinales que salieron a defender el patrimonio cultural histórico de la Ciudad, tomó el micrófono: 

“Estamos acá organizados, somos más gente de lo que esperábamos, un montón de barrios juntos tratando de que no demuelan Buenos Aires”.

Y llamó a mirar el edificio donde estaban situados, recordando la lucha en favor del patrimonio de la Ciudad del arquitecto José María Peña, cuya mención fue recibida con un elogioso aplauso, quien logró que le cedieran el primer piso del edificio histórico de la farmacia La Estrella, en Defensa y Alsina, una de las esquinas más antiguas de la Ciudad de Buenos Aires, donde está instalado el Museo de la Ciudad. 

Bas recalcó que el Gobierno porteño tiene muchos juicios abiertos por no respetar el patrimonio cultural histórico de la Ciudad, incluyendo hasta “la destrucción de las veredas, los cordones, el adoquinado, los faroles y los edificios que son nuestra memoria”.

La sustitución de piezas patrimoniales por edificios nuevos sin ninguna planificación no es una política urbana sostenible. Desde el punto de vista medioambiental, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se ha comprometido a reducir las emisiones de efectos invernadero al suscribir el Plan de Acción contra el Cambio Climático 2016-2030. Para llegar a cumplir estos compromisos se requiere la revisión de varios de los procesos de la industria de la construcción: desde la huella de carbono del edificio, el uso del agua, la extracción de materiales y la disposición de residuos sólidos son ahora variables muy importantes que considerar para reducir las emisiones y mitigar los efectos del cambio climático. 

“Estamos perdiendo a razón de 7.000 árboles por año en extracciones, 70.000 en poda, de la mano de la falta de conciencia ambiental, de no considerar la preservación como opción. La opción siempre es la eliminación de los ejemplares. Eso significa menos sombra, menos oxígeno, mayores temperaturas y todo lo que ya sabemos que generan los árboles”, explicó a ANCCOM Guillermina Breschi, de Basta de Mutilar, un grupo de ciudadanos que defiende el arbolado urbano y está en contra de su eliminación. Y agregó indignada: “No se hace eco de esto porque los medios tradicionales están del otro lado de esta grieta. Del lado de los negocios inmobiliarios, del lado de los funcionarios que piensan lo patrimonial en términos económicos y nosotros pensamos en el patrimonio en otros términos, en el histórico, en el social, en el identitario.” 

Mientras la lista avanzaba, los vecinos y vecinas con atención escuchaban las intervenciones. Fabio Márquez se presentó con su usuario de Instagram (@paisajeante) y se hizo oír ante la ronda, señalando una cruda verdad. “Cada torre que se construye nos va quitando ese vínculo con el cielo que es el aire, el sol”, dijo. 

Algunas miradas se alzaron al cielo, asumiendo que el paisaje del presente puede esfumarse en un futuro. “Debemos sensibilizar a la población con información como estamos haciendo hoy. Mucha gente nos sigue en redes sociales y se está enterando hoy de lo que estamos contando porque los medios masivos de comunicación no lo cuentan. Cada uno de nosotros acá somos propagadores de este mensaje”. concluyó Márquez.

A las 18, Mauro Sbarbati de Basta de Demoler, propuso a los vecinos y vecinas una idea que fue recibida con vitoreos: dirigirse apenas terminada la asamblea hacia el Museo de la Ciudad, a pocas cuadras, donde se estaría dando inicio a “La Noche de los Museos”, para que “Por fin nos escuchen los medios que nunca nos atienden el teléfono.” Pero antes de “levantar campamento”, Alejo Caivano, referente del Observatorio de la Ciudad, se hizo oír: “Tenemos que utilizar todo aquello que sea un mecanismo legislativo y explotarlo al máximo, y también tenemos que generar herramientas que nos permitan confrontar con este Gobierno pero también encontrarnos con el vecino que tiene la misma problemática.”

En ese marco, algunas de las asociaciones iniciaron una campaña de recolección de firmas en la plataforma Change.org  para que los poderes Ejecutivo y Legislativo «suspenda los efectos del Código Urbanístico, aprobado en el 2018, que permite la destrucción de la identidad de los barrios residenciales de casas bajas e impulsa la sobre construcción en otros barrios ya consolidados».

Con las campanadas de media hora pasadas de las 18, las agrupaciones de vecinos se despidieron de la intersección donde se desarolló la asamblea para moverse hacia Defensa y Alsina, al canto de “Demoliendo Hoteles” por Charly García. Al llegar allí, se encontraron con la gente que hacía fila para entrar al museo y alegando que venían en son de paz se pusieron en ronda dando una última intervención de la mano de Ana Bas: “Estamos por quedarnos sin historia y obviamente que saben que un pueblo sin memoria, es un pueblo sin futuro.”

Ahora viene la lucha por la Ley de Envases

Ahora viene la lucha por la Ley de Envases

Por Delfina Villa

Fotografía: Guido Ieraci

Este jueves 28 de octubre, trabajadores nucleados en la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) realizaron una movilización para acompañar la presentación del proyecto de la Ley de Envases con Inclusión Social en la Cámara de Diputados. La marcha partió a las 10 de la mañana desde el Obelisco y concluyó en el Congreso de la Nación junto a un acto de cierre donde participaron dirigentes como Jacquelina Flores -cartonera, miembro del MTE y la CTEP-, María Castillo -directora de la Economía Popular en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación-, Sergio Sánchez -presidente de la FACCyR-, Juan Grabois -abogado y militante del MTE- y el ministro de Ambiente y Desarrollo  Sostenible, Juan Cabandié.

El proyecto de ley está basado en el principio de “responsabilidad extendida al productor” (REP), la cual plantea la obligación de los productores sobre el destino posconsumo de los envases que se introducen en el mercado nacional. Para ello, se propone la implementación de una tasa ambiental destinada a las empresas que los colocan en el mercado, beneficiando a aquellos productores que elijan utilizar materiales más fáciles de reciclar. Lo recaudado será destinado a la implementación de un Sistema de Reciclado con Inclusión Social que permitirá llevar adelante la recuperación de los envases para destinarlos nuevamente a la industria, generar nuevos puestos de trabajo y mejorar las condiciones laborales para los trabajadores cartoneros.

Desde el Ejecutivo habían anunciado que la ley se trataría en 2020. Pero aún no ocurrió.

Desde el Poder Ejecutivo se había determinado que la ley sería tratada en el mes de agosto del año 2020. Pero aún no pudo ser discutida dentro de la Cámara de Diputados. ‘’Nos pasa que en muchos municipios nos dicen ‘no hay plata’, ‘más adelante’ y la necesidad de nuestro sector ya viene atrasada hace tiempo’’, comentó Jonathan Castillo, presidente de la cooperativa Recicladores Unidos de Avellaneda y referente de la FACCyR. ‘’Nosotros necesitamos que nos entiendan, porque el reconocimiento de nuestros compañeros y la tarea viene atrasada hace años y siguen diciendo ‘vamos a esperar’. La misma burocracia de siempre. Tenemos que empezar a cortar con eso porque las necesidades de nuestros compañeros se tendrían que haber tratado antes. Yo estoy esperanzado que está ley que se presenta hoy se trate lo antes posible’’, agregó.

 La ley no solo es fundamental para el sector cartonero, sino también para la política ambiental del país. En Argentina el 35% de los residuos que se generan por día terminan en basurales a cielo abierto u otros sitios de disposición irregular, lo cual genera la liberación de los gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. La implementación de la REP permitiría aumentar de manera significativa la cantidad de envases reciclados y la recuperación de los residuos. ‘’Se debería haber pensado antes en nuestra casa común, en el medio ambiente. Nosotros, lo que proyectamos, más allá del reconocimiento económico de todos nuestros compañeros, es el cuidado de nuestra casa común’, señaló Castillo.

 El reconocimiento del trabajo realizado por los trabajadores cartoneros sigue siendo una deuda pendiente. ‘’El sector cartonero estuvo siempre en la marginalidad, en la desigualdad y siempre es la lucha constante’’, expresó Brenda, coordinadora del turno mañana del predio Saavedra del MTE Rama Cartonera. La discusión de la ley significaría un avance en este reconocimiento, brindaría respuestas a sus reclamos y daría cuenta de todo su trabajo y crecimiento. ‘’Queremos el reconocimiento de que el laburo es tan digno como un recolector de basura o un barrendero’’, sostuvo Castillo.

La pandemia de covid-19 que se desató en el mes de marzo del año 2020 afectó duramente al trabajo que realizan los trabajadores cartoneros. ‘’ El ‘quedate en casa’ no es posible para un compañero porque nuestra fuente de trabajo está en la calle. Si el cartonero no sale a la calle no le alcanza, está muy por debajo de la canasta básica y se complica para saber si vas a comer o no vas a comer’, dijo Brenda.
Las malas condiciones laborales de los 150.000 cartoneros y cartoneras ya estaban presentes previamente al desarrollo de la pandemia. Muchos de ellos realizan su trabajo en basurales sin baño, sin agua y sin techo para cubrirse del sol o la lluvia. La imposición del aislamiento fue imposible de cumplir para el sector, por las tareas que realizan, lo que agudizó aún más la problemática. ‘’Tenemos dos realidades muy diferentes: un compañero independiente no ha podido comprar barbijos y lo único que podía hacer era ver si podía comer. Los compañeros que están organizados en una cooperativa tuvieron los insumos, pudieron quedarse en casa a hacer la cuarentena. El compañero independiente no podía quedarse en su casa, aún teniendo covid. Ni el Estado pudo garantizar muchas cuestiones necesarias’, manifestó Castillo.

1.340 puestos de trabajo

Con la implementación de la Ley de Envases con Inclusión Social se garantizaría la generación de puestos de trabajo calificados en recolección, clasificación y acondicionamiento de los reciclables. Se estima que cada $1000 millones recaudados podrían garantizarse 1.340 puestos de trabajo y se reforzaría el Sistema Local de Gestión de Residuos, mejorando las condiciones en las que cartoneros y cartoneras  llevan adelante su trabajo.