Estudiar en Buenos Aires está cada vez más lejos

Estudiar en Buenos Aires está cada vez más lejos

El incremento del alquiler, el transporte y los materiales de estudio hace cada vez más difícil los estudios universitarios, sobre todo para aquellos que dejaron sus localidades para mudarse a la Capital. Tácticas y estrategias para cursar en crisis.

Ciudad Universitaria - Archivo ANCCOM

En los últimos tiempos el recorte presupuestario para la educación está en boca de todos. El foco se suele poner en los sueldos de docentes y no docentes que se deterioran mes a mes. Pero los estudiantes también viven una realidad de precios que suben mientras los ingresos corren desde atrás y quedan cada vez más lejos. En particular, el aumento sostenido del costo de vida en todo el país tiene formas particulares en Buenos Aires y pone en apuros a los estudiantes universitarios que llegan desde diferentes provincias en búsqueda de oportunidades académicas que les deparen un futuro mejor.

“Mis papás pensaron en mudarme más cerca de la facultad para achicar los gastos de transporte”, comenta Antonia Escalante, de Choele Choel, provincia de Río Negro, quien estudia en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). La distancia al estudio se ha vuelto una cuestión vital a la hora de estudiar: en enero del año pasado viajar en tren le costaba 37,38 pesos, actualmente, con la tarjeta SUBE registrada, la tarifa es de 280 pesos, lo que se traduce en un aumento del 649% en lo que va de 2024. Para quienes viven en CABA, el pasaje de subte sufrió una estampida aún más aceleradamente: en septiembre de 2022 viajar en el subte costaba 42 pesos, y con el último incremento, llegó a 757. En resumen, un aumento del 1.702% en dos años.

Frente a este panorama, Antonia y otros estudiantes, optan por modificar su cronograma y cursar la mayor cantidad de materias en uno o dos días a la semana para evitar viajar tan seguido, aunque tengan que esperar varias horas entre una clase y otra.

A estos gastos generales se suman otros específicos de carreras para las que se deben presentar maquetas y modelos: “Hay compañeros que tuvieron que dejar de cursar varias materias y solo hacen una, o una materia que sea teórica y otra práctica, para no tener gastos tan altos. Es cara la carrera”, señala Florencia Mancuso de Puerto Madryn, provincia de Chubut, quien estudia Diseño de Indumentaria en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU-UBA).

La vivienda es otra de las grandes problemáticas para los estudiantes que vienen del interior del país: no es igual la realidad de un joven que vivió toda su vida en el barrio de Almagro con sus padres y la de otro joven de la misma edad que viene desde el interior a estudiar y necesita alquilar. Para muchos chicos y chicas, durante los primeros meses y hasta que se adaptan a una nueva ciudad y puedan conseguir un trabajo que les permita mantenerse, la ayuda económica de sus padres es un pilar fundamental.

“Recibí ayuda al comienzo. Fue indispensable. Luego fue menor. Ahora con mi trabajo de tiempo completo no recibo nada más de ellos”, comenta Estrella Ayastuy, 27 años, de Rosario del Tala, provincia de Entre Ríos, quien estudia Farmacia en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

No todos pueden tomar trabajos de tiempo completo. Por eso, para no descuidar sus estudios, optan por trabajos de media jornada, por lo que el salario, en el mejor de los casos, les alcanza para cubrir lo básico. Con los aumentos constantes en materia inmobiliaria, los jóvenes han tenido que rebuscárselas. Sobre esta situación, Agustín Ayastuy, 23 años, estudiante de Abogacía, en la Facultad de Derecho en la UBA, explica: “Tengo compañeros que empezaron a compartir el alquiler con más personas”. Esta práctica se está volviendo cada vez más habitual entre universitarios. “Tengo amigos y conocidos que vinieron desde otras provincias que tuvieron que mudarse a residencias o alquilan entre varios para reducir gastos”, señala Donna Ottogalli, 20 años, estudiante de la Licenciatura en Desarrollo de Videojuegos en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).

Según la Encuesta Nacional Inquilina de septiembre 2024, realizada por las organizaciones Inquilinos Agrupados y Ni Una Menos, uno de cada cuatro inquilinos tuvo que mudarse en los últimos tres meses por no poder pagar el alquiler. Sumado a eso, el 42,2% de los encuestados dice que tendrá dificultades para afrontar el pago en los próximos meses. Otro punto para tener en cuenta es el porcentaje que destinan las personas de su salario para poder pagar solamente dicho alquiler.

“Un 40% de mis ingresos van para el alquiler”, comenta Nicolás Acuña, estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. La cifra que maneja Nicolás se acerca al promedio que arroja la encuesta. “Aproximadamente para el alquiler gasto un 40% de lo que gano”, coincide Agustín, el estudiante de abogacía.

 

La situación de las universidades privadas

Los estudiantes que asisten a una universidad privada deben sumar un gasto adicional a la ecuación: el valor de las cuotas. Por ejemplo, en la UADE, el costo de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en marzo de 2022 era de 17.000 pesos por una sola materia y 60.000, aproximadamente, por el pack de cinco. En agosto de este año, una materia cuesta 54.000 pesos y el combo por las cinco materias 257.000.

Frente a este panorama, muchos estudiantes han modificado los plazos que tenían para finalizar sus carreras universitarias, haciendo que la pregunta “¿cuánto falta para que te recibas?”, sea cada vez más difícil de responder. “A partir del año pasado tuve que pasar de cursar cinco a tres materias porque me mudé sola y fue imposible para mí”, dice Soledad Aurignac, estudiante de UADE. Además, agregó: “Conozco personas que abandonaron la carrera y se volvieron a sus provincias, y también personas que pasaron a vivir de capital a provincia”.

Mientras se asegura a los jóvenes del país que estudiar es la mejor forma de progresar en la vida, el camino hacia las aulas se ve obstaculizado por dificultades crecientes. Para los del interior es particularmente duro y muchos, con pesar, deben volver a sus casas. Es otra cara de una educación un poco menos pública y gratuita.

Un presidente que no escucha

Un presidente que no escucha

Javier Milei vetó la Ley de Financiamiento Universitario a pesar de las multitudinarias marchas que este miércoles se desarrollaron en todo el país. Más de un millón y medio de personas se movilizaron en casi todas las provincias, según los organizadores. Ahora, la última palabra la tiene el Congreso. ¿Rechazará o ratificará el veto?

La segunda Marcha Federal Universitaria desbordó la plaza del Congreso con miles de manifestantes que se unieron para reclamar por la ley del presupuesto educativo, que esta mañana, con una ceguera absurda y haciendo oídos sordos al reclamo popular el presidente Javier Milei vetó. En el interior del país también hubo movilizaciones con asistencia masiva en ciudades como Córdoba, Rosario y Neuquén. Los organizadores calcularon que un millón y medio de personas se manifestaron en todo el país. El tema se definirá finalmente en el Congreso durante las próximas semanas.
El sistema universitario se encuentra en estado crítico, los fondos destinados a las casas de altos estudios cayeron un 30% respecto al año pasado, la inflación continúa en alza y el salario de los docentes está por debajo de la inflación y en muchos casos por debajo de la línea de indigencia. En este escenario el Congreso sancionó La ley de Financiamiento Universitaria el pasado 13 de septiembre que determina un incremento en las partidas presupuestarias para el funcionamiento de las casas de altos estudios y una actualización en los salarios de los docentes y no docente, pero el gobierno de Javier Milei decidió vetarla con la excusa de mantener su consigna de “déficit cero”. Por este motivo, docentes, estudiantes, no docentes e investigadores salieron a manifestarse acompañados de múltiples sectores sociales.

La movilización empezó temprano, a las 12, Constitución estaba lleno de columnas que llegaban desde Zona Sur. “Hoy movilizamos para decirle al presidente Javier Milei que no vete la ley de financiamiento universitario, salimos a las calles, millones de estudiantes, todo el pueblo argentino, en todas las ciudades del país, porque la situación de las universidades desde el principio del año viene siendo crítica”, expresó Ezequiel Godoy, estudiante de Trabajo Social de la Universidad de La Plata y militante, que luego cerró: “también marchamos por lo que significa la universidad para el país, es movilidad social ascendente y es motor de trabajo para la soberanía de este país”, explicó.

En la plaza Houssay, frente a Facultad de Economía, el grueso de los gremios y centros de estudiantes de la UBA se preparaba para marchar encolumnados detrás de una bandera negra con la inscripción: “Defendamos la UBA”. Mientras tanto, en el Congreso se desplegaba el operativo policial de Patricia Bullrich: vallas, cordón policial y la avenida Entre Ríos cortada.
La plaza empezó a llenarse a las 15, estudiantes, docentes y diversos sectores le ponían color y música a la marcha con banderas, bombos, trompetas y cánticos. Muchos manifestantes llevaban carteles con diversas consignas y mucha creatividad: “Villeros y universitarios el terror de los libertarios”, “la educación pública no se vende se defiende”, “Acá tenés el frente de estudiantes inventados”, “Estudía, nos seas como Adorni”, decían algunas de las inscripciones. Como era de esperarse los principales  gremios del sector universitario como FEDUBA, CONADU, CONADU HISTORICA, AGD UBA, FEDUN y FATUN estuvieron presentes y lucían sus pecheras de diversos colores encolumnados. A la espera del acto, Ileana Celotto, secretaria general de AGDUBA remarco: “La importancia de la marcha es que cada vez somos más los que nos vamos sumando a enfrentar a este gobierno. La única manera de terminar con esta ofensiva es enfrentarlo todos juntos como viene pasando últimamente en diferentes frentes”. Además remarco que el mensaje de la marcha va dirigido a los diputados: “Creo que la inmensidad de la marcha tanto acá como en 100 ciudades de la Argentina, de las cuales vienen los diputados, también los senadores es una advertencia, es un aviso de que votar esto es votar contra esta inmensa movilización, es votar en contra de la ley de financiamiento”.

Además, podían observarse representaciones de sindicatos de la CGT como la UOCRA, UPCN y la UOM que decidieron acompañar la movilización. Al respecto, Jorge Salazar delegado de UOCRA capital explicó: “La conducción decidió acompañar no solo la marcha universitaria sino cualquier medida que se quiera implementar que vaya en contra de los trabajadores, en contra de la educación, en contra de la salud y en contra del pueblo en general porque nosotros representamos muchísima gente a lo largo y a lo ancho del país que se ve afectada por las medidas del gobierno”.

En la marcha había gente de todos los sectores, y los dirigentes políticos tampoco faltaron, sean opositores oy no tan opositores, que se unían bajo la consigna “no al veto” y “universidad pública y gratuita”. En diálogo con ANCCOM, la diputada de Unión por la Patria Victoria Tolosa Paz explicó: Eespero que la marcha tenga las repercusiones que necesita para que no se apruebe el veto. Que los radicales se acuerden de sus logros y que los peronistas tengan presente que la gratuidad se logró con el gobierno de Perón”. Luego cerró:“Necesitamos que la ley salga adelante para mantener la calidad de excelencia del sistema universitario que abarca todo el territorio nacional”.

En esta misma línea, el actual legislador de la Ciudad de Buenos Aires y exfuncionario del gobierno del Frente de Todos, Matías Lammens, declaró: “Vine porque estoy convencido que la única salida que tiene la Argentina para desarrollarse es defender el sistema de educación pública gratuito y de calidad que tiene, desde el primario hasta la universidad”, además agregó: “Soy hijo de inmigrantes y primera generación universitaria de mi familia, todo gracias a la universidad pública; por eso estoy acá, por agradecimiento”, cerró.

En la plaza también estuvieron organizaciones y partidos de izquierda, como el PTS y el nuevo MAS, y dirigentes como Martin Lousteau, Guillermo Moreno, Horacio Rodríguez Larreta, Leandro Santoro, Daniel Arroyo y Sergio Massa, entre otros. Por su parte, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner salió a saludar a los manifestantes desde el balcón del Instituto Patria desatando la algarabía de los manifestantes de La Cámpora.

Minutos después de las 16: 30, en el escenario colocado en el centro de la plaza, comenzó el acto con la lectura de las adhesiones, una de las más aplaudidas fue la de Abuelas de Plaza de Mayo, mientras que cuando se leyó el nombre de la UCR, el abucheo fue generalizado. Distintos dirigentes dieron su punto de vista sobre la marcha. Francisca Staiti, secretaria general de CONADUH, manifestó “No se puede repetir este modelo de país, tenemos que estar en la calle, tenemos que estar en la universidad, tenemos que defender un modelo de país que nos saque de la dependencia, por eso hoy más que nunca tenemos que estar acá para decirle al Congreso: ´Queremos que la ley sea ley´, porque es justa, porque es equitativa y porque le va a dar un triunfo a nuestra nación”. Daniel Ricci, secretario general de FEDUN, también fue uno de los oradores, desde el escenario resaltó la caída de los salarios de los docentes y en diálogo con ANCCOM expresó: “El pueblo está manifestando que está en contra del sistema que está aplicando el gobierno actual”. Luego lanzó un llamado para los representantes en el Congreso: “Esperemos que nuestros legisladores se despierten y en vez de estar haciendo las roscas o negocios o negociaciones espurias se pongan del lado del pueblo”.
Entre los discursos, los manifestantes se expresaban: “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode, se jode” y “paro, paro, paro, paro general”, vitoreaban a los oradores. El cierre estuvo a cargo de Piera Fernández, presidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), quien leyó un documento redactado entre los rectores, docentes, no docentes y estudiantes de la universidad, “La columna vertebral de la nación es la educación pública que nos igual y nos hace libres, la universidad pública es por excelencia la herramienta de movilidad social ascendente, que no despojen al pueblo argentino de sus sueños de grandeza”, dejó en claro la dirigente y finalizó contundente: “Que no nos roben el futuro”.

Antes de las 18 el acto ya había concluido y los manifestantes comenzaron a desconcentrar. De forma pacífica y ordenada el grueso de gente se fue retirando, algunos aprovechaban para comer en los puestos de choripán, un cásico en estos eventos, otros tomaban mate o compartían cervezas. Los niños, que también acompañaron a la marcha aprovechaban el espacio del vacío para jugar. “Vine en primer lugar porque yo soy estudiante, porque mi hermano es primera generación universitaria de mi familia y además porque, por ejemplo, mi hijo tiene escrito en el guardapolvo ´futuro científico´ y mi hija quiere ser veterinaria”, dijo Rosario Carrick, estudiante de la UNSAM mientras señalaba a sus hijos. “A ellos decidí traerlos porque creo que, como dice la frase de Callejeros, educar es combatir. Y pienso que ellos tienen que ser conscientes de que los derechos que tienen son derechos que hay que defender y por los que hay que luchar”. Antes de irse, su hijo Lautaro Mandolini, alumno de primaria, con el anhelo de ser científico quiso hablar y citar a Diego Armando Maradona: “Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados”, dijo al micrófono y se fue tímidamente.
Al caer la noche, mientras algunos continuaban en las inmediaciones del Congreso acompañados por bombos y trompetas, el gobierno de Milei confirmo el veto. Hoy amaneció el veto, pero el escenario de lucha por el presupuesto universitario sigue abierto.

 

La universidad sale otra vez a la calle

La universidad sale otra vez a la calle

Un paro docente de 48 horas preanuncia una nueva movilización masiva para la semana que viene. La comunidad universitaria exige recomposición salarial y aumento presupuestario. Malestar por la amenaza de Milei con vetar la Ley de Financiamiento y por el magro 6,8% de aumento que ofreció el gobierno.

Ante la emergencia salarial del personal docente y no docente, los sindicatos convocaron a un paro de 48 horas y una nueva marcha federal educativa el próximo 2 de octubre. La medida de fuerza es una respuesta en un contexto de ajuste y un casi congelamiento salarial. Por eso, los gremios exigen una recomposición salarial y una mayor asignación de partidas. “Por salarios dignos y presupuesto universitario” y “No al veto de la Ley de Financiamiento Universitario” son las consignas bajo las que la Asociación de Docentes y la Asociación del Personal de la Universidad de Buenos Aires, ADUBA y APUBA, convocaron a las movilizaciones, con una alta adhesión de sindicatos docentes del resto del país. 

Aunque la multitudinaria movilización del pasado 3 de abril logró actualizar las partidas universitarias de gastos de funcionamiento de las instituciones educativas durante el primer cuatrimestre, el rechazo al veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, el pedido de un aumento salarial para los trabajadores educativos y la denuncia de que el presupuesto para 2025 los recursos son insuficiente, impulsaron una nueva jornada de protesta. 

“Los motivos fundamentales de los paros de este año como de la marcha del 2 de octubre  es la recuperación de nuestro salario frente a una pérdida como nunca tuvieron”, afirma Ileana Celotto, secretaria general de AGD UBA, y continúa: “La pérdida salarial afecta enormemente a los equipos docentes y no docentes, y también a los de investigación. El 50% de la investigación argentina se realiza en universidades, el otro 50 en el CONICET. En ese sentido, con los bajos salarios que tenemos tanto los docentes como los no docentes, se está generando la renuncia de trabajadores. Tenemos una cantidad inmensa de docentes y no docentes que plantean dejar la dedicación exclusiva para pasar a una dedicación parcial que les permita dedicarse a otras actividades que les impliquen mejores ingresos”

En línea con esto, Darío Capelli, delegado en la Facultad de Ciencias Sociales del sindicato FEDUBA, dijo a ANCCOM: “La pérdida del salario docente en relación al costo de vida es de alrededor del 50 % desde que asumió el gobierno de Milei”, y agregó. “Tenemos una ley votada en ambas cámaras que actualiza el presupuesto universitario y nuestro salario con retrospectiva a diciembre de 2023, pero el presidente ya anunció que esa ley, al igual que con cualquier otra norma votada por los representantes del pueblo que no se ajuste a lo que él mismo llama déficit cero, lo va a vetar. Para que no se produzca ese veto, o para que en todo caso se revise en el Parlamento es que nos movilizaremos el 2 de octubre”.

La Ley de Financiamiento Universitario, aprobada en Congreso, permite una actualización mensual por inflación de los gastos salariales y de funcionamiento de las universidades, además de una recomposición retroactiva por el índice de inflación desde diciembre del año pasado. Ante esto, Milei contestó en X a través de su cuenta: “Veto total”.

Además de este paro de 48 horas, entre las medidas de fuerza  se prevén acciones de visibilización con clases públicas y charlas. Además, el martes 24 a las 10 horas se realizó un Abrazo al Hospital de Clínicas. Finalmente, las medidas culminarán con una marcha universitaria hacia las inmediaciones de Congreso el miércoles 3 de diciembre, como espejo de la movilización de abril.

«Los sujetos de la movilización no fueron solo los trabajadores y trabajadoras de la universidad”, afirmó Capelli sobre la convocatoria del primer cuatrimestre y completó: “El conjunto de la sociedad había tomado el problema universitario del acceso a la educación superior como un problema propio. En ese sentido, la sociedad en su conjunto se movilizó, no solo la comunidad académica. La sociedad organizada como comunidad académica, la sociedad que asume la universidad como un derecho colectivo”.

 “El conjunto de demandas que hicieron que la sociedad se movlizara en defensa de la universidad no fue atendido por el gobierno -comenta Capelli-. Sólo una de esas demandas y de manera parcial, y con eso el gobierno salió a decir que las universidades ya no tenían motivos para protestar. Todo lo que tiene que ver con actualización de los salarios o la garantía salarial, no fueron atendidos. Solo se actualizó en parte el presupuesto para los gastos de funcionamiento. Y esto en parte, porque en realidad, para que la facultad garantice su funcionamiento adecuado, debe actualizar los salarios de sus trabajadores, sobre todo tomando en cuenta el índice inflacionario.”

 Con la alta adhesión al paro y ante la gran convocatoria que se espera para la marcha universitaria de la próxima semana, el gobierno nacional convocó el mismo jueves 26 a paritarias a las 16 en el Palacio Pizzurno. Este llamado, según un comunicado de AGD UBA, fue un intento fallido de sofocar las movilizaciones. El gobierno ofreció solo un aumento de 6,8 % para octubre, y nada para noviembre y diciembre, es decir, menos de una décima parte de lo que se reclama por la pérdida de poder adquisitivo desde diciembre de 2024. En esta reunión, además, el Secretario de Educación, Carlos Torrendell, y el de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, ratificaron el veto del presidente a la Ley de Financiamiento Universitario y el ajuste para el presupuesto del próximo año.

 “Por lo pronto, vamos a la marcha del miércoles 2 y veremos el escenario. Desde nuestro sindicato, creemos que hay que profundizar las medidas si no hay respuesta”, concluyó Celotto.

 Por otro lado, Capelli agrega: “Nosotros así no podemos continuar. La licuación de nuestros salarios incide no solo en nuestras vidas, la organización de nuestro hogares, sino que incide negativamente en decisiones de carácter pedagógico, como comprar un libro o pagar una fotocopia.”

Los universitarios abrazaron al Clínicas

Los universitarios abrazaron al Clínicas

 En una semana signada por las medidas de fuerza para visibilizar el conflicto universitario, miles de integrantes de la comunidad se manifestaron frente al hospital escuela para exigirle al gobierno de Javier Milei mayor presupuesto y aumento salarial para los docentes y los no docentes.

Sindicatos, agrupaciones sociales, estudiantes, docentes y no docentes de diferentes facultades de la Universidad de Buenos Aires, se unieron esta mañana en Avenida Córdoba 2351, para brindarle su apoyo a una de las instituciones más importantes del país, como lo es el Hospital de Clínicas. La movilización se realizó bajo la consigna de abrazo a la institución y abogó por dos claras deudas del gobierno: salarios dignos y presupuesto universitario.

La jornada de visibilización logró unir a miles de personas con el objetivo de evidenciar cuáles son las problemáticas por las que atraviesan la educación y salud pública. Letreros, banderas, guardapolvos hospitalarios y cuerpos deseosos de encontrar respuestas para cambiar el panorama que se vive, fueron las piezas clave para abrazar al hospital desde las 10 de la mañana.

Aplausos, gritos, pancartas y bombos, se hicieron presentes en las calles. Los cánticos que se escucharon con fuerza e hicieron temblar a cualquiera que no formara parte de la comunidad académica fueron:  “Sin salarios dignos, no hay salud y educación públicas”.

Una de las personas con las que ANCCOM tuvo la posibilidad de dialogar en la movilización fue Ileana Celotto, secretaria general de la Asociación Gremial Docente AGD-UBA, quien expresó su preocupación por el presente que les toca afrontar e indicó: “Estamos peleando durante todo este año para que la universidad siga estando de pie, necesitamos una universidad estatal, pública, gratuita y laica. Esto implica tener presupuesto para funcionar, para investigar, para hacer docencia y extensión, pero también para salarios de docentes y no docentes”.

Por su parte, María Fonseca, quién es enfermera en el Área de Control de Infecciones en el Clínicas y que a cargo de ese sector hace más de 25 años, dijo: “Estoy movilizándome porque la situación salarial es terrible, ya es insostenible. No nos alcanza para nada y a eso hay que sumarle que el hospital no tiene los insumos necesarios para la atención de los pacientes. Muchas veces se compran cosas que no son de tan buena calidad y se terminan rompiendo, lo que repercute en los pacientes, ya que hay que retirarles el dispositivo y colocarle otro, con el sufrimiento que eso conlleva, lo que supone más trabajo para los médicos, para los enfermeros y es insostenible esta situación”.

En tanto, Sebastián Rodríguez, trabajador no docente de la Universidad de Buenos Aires, cuando se le consultó porque se hizo presente, explicó: “Tenemos que abrazar a la salud pública y a la educación pública, porque sin salarios dignos la UBA no funciona. Invitamos a toda la comunidad universitaria y a la sociedad en general a que nos apoyen, porque la universidad es el desarrollo para un país mejor, el desarrollo para el futuro de nuestros hijos y de la vida de los ciudadanos. Sin educación y sin salud pública, no hay un país en desarrollo”.

Por otro lado, Celotto se mostró confiada de que las diferentes acciones que se vienen desarrollando en los últimos meses van a conseguir las soluciones deseadas. “Esperamos una pronta respuesta del gobierno, lo vamos a lograr porque la universidad se lo merece y nosotros que la sostenemos, también. Tengo una fe absoluta, a pelearla”, estableció.

Sin embargo, la espera es muy larga. Fonseca,  además de enfermera es madre de un niño con discapacidad y argumentó  sobre lo que debe enfrentarse con el actual gobierno. “No estoy de acuerdo con la política de ajuste que está haciendo Milei, nos está asfixiando y personalmente, me siento como que en nuestro país somos ciudadanos de segunda, los que trabajamos en el Hospital de Clínicas y en toda la universidad”, afirmó.

La trabajadora agregó: “El sueldo no alcanza para nada. Solo tengo este trabajo porque a mi nene lo tengo que acompañar más al tener una discapacidad y me replanteo si vuelvo a tener un segundo trabajo para poder dedicarle las comodidades que él necesita o estoy en casa. Es difícil la decisión.”

Fonseca explicó, además, el por qué llevar a cabo ciertas acciones en el Clínicas resulta complejo. “Venimos haciendo varias medidas para que nos escuchen, como paros sin concurrencia. Pero la realidad es que esto repercute también en los pacientes. Este hospital, siempre se caracterizó por ser emblemático, de reconocimiento a nivel de lo que es la salud pública, la mayoría de los pacientes concurren a este hospital porque no tienen la solución en otras instituciones y tratamos de brindarle lo mejor.”

Celotto adelantó algunas de las propuestas en materia de movilización que llevarán adelante en los próximos días: “En todas partes va haber acciones. Nos nucleamos alrededor de nuestras unidades académicas para convocar con todo al 2 de octubre, nos movilizamos y convocamos a toda la población a salir a defender nuestra universidad.”

 

«Si hay veto, hay marcha»

«Si hay veto, hay marcha»

Docentes, no docentes y estudiantes se reunieron en la Plaza del Congreso para apoyar el tratamiento al presupuesto universitario, que finalmente fue aprobado esta madrugada, por amplia mayoría. Frente al mismo despliegue policial que la jornada del miércoles, los manifestantes defendieron el derecho social a la educación superior.

, Una nueva movilización fue convocada por gremios docentes y no docentes, universitarios y preuniversitarios, sindicatos, estudiantes y representantes de centros de estudiantes de las universidades nacionales de todo el país durante el tratamiento en Senadores del proyecto de ley, finalmente aprobado, que busca garantizar el presupuesto par alas casas de studios superiores.

La plaza del Congreso, a las 13, ya estaba rodeada por un cordón de la Policía Federal. Permanecieron las vallas que utilizó el operativo a cargo de Patricia Bullrich durante la movilización del día anterior, que terminó con jubilados, jubiladas, niños y manifestantes reprimidos y gaseados. Por los parlantes resonaban canciones de rock nacional mientras que integrantes sindicales con pecheras de la CONADU tocaban trompetas y bombos. Algunos de los manifestantes llevaban pañuelos azules en el cuello o en la cabeza con la frase “En defensa de la universidad pública”. Entre una exposición y otra dentro del Congreso, afuera empezaron a cantar: “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”. Los carteles de los manifestantes llevaban las consignas: “Sin docentes no hay universidad. Sin lucha no hay salario digno” y “No regales tu educación. No regales tu futuro”.

Entre los autoconvocados pasaban las rondas de mate, otros almorzaban o se sacaban algunas fotos grupales. Había pecheras blancas y azules y banderas de los principales sindicatos, gremios docentes y no docentes como la CGT, FEDUBA, CONADU, CONADU HISTÓRICA, AGD UBA, CTA, CTERA, FEDUN, FAGDUT, FATUN, UDA, ADUBA, entre otros. Una bandera citaba “En defensa de la Universidad Pública” y agrupaba a todos los sindicatos docentes y no docentes. Era el fondo del escenario donde se fueron sumando las intervenciones: “Si hay veto, hay marcha. Si hay agresión a cualquier sector de los trabajadores o sector social, estaremos los universitarios acompañando y ayudando”, dijo uno de los primeros oradores.

También estaban presentes las banderas de los centros de estudiantes como el CEFYL de Filosofía y Letras y el CECSO de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, junto a algunos partidos políticos de izquierda, organizaciones del campo popular y movimientos socials. Entre los presents, se advertía a algunos diputados del Frente de Izquierda de los Trabajadores y de Unión por la Patria.

En las intervenciones públicas se remarcó la necesidad de construir una unidad más amplia, que exceda el espacio de la universidad e incluya a trabajadores y movimientos sociales: “No alcanza con la lucha de los universitarios solamente. Tenemos que militar en las aulas, tenemos que militar en nuestros barrios, tenemos que militar en las fábricas”, agregó el gremialista.

Los oradores también denunciaron la represión que se estaba llevando a cabo en ese mismo momento en la Ciudad de Santa Fe, durante el tratamiento de una reforma previsional impulsada por el gobernador Maximiliano Pullaro, quien incluyó un tope a las jubilaciones, un aumento de los aportes y la posibilidad de aumentar la edad jubilatoria desde el gobierno provincial.

Además, De Feo recordó la reciente intervención policial en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo y el desconocimiento por parte del Gobierno nacional de la autonomía universitaria a partir del nombramiento del interventor Eduardo Maurizzio, que atenta sistemáticamente contra el funcionamiento de la institución y definió que se trataba de una agresión a todas las universidades en su conjunto “porque si intervienen una, mañana intervienen cualquier otra que se les oponga”.

En sintonía con lo mencionado por el secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios, la docente de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo Paula Torricella, en diálogo con ANCCOM, contó: “Desde principio de año la universidad no tiene ni un centavo ni para salarios, ni para internet, ni para papel higiénico”. Frente al interrogante de cómo logran mantener la sede abierta y en funcionamiento, contestó que: “Con todo el esfuerzo de nuestra comunidad educativa. Como docentes, bancándonos con nuestros propios ahorros, nuestras propias fuerzas, con nuestra propia internet. Pero claramente es una situación muy insostenible y muy injusta”.

Con respecto a la situación salarial y la importancia de la aprobación del proyecto de ley, el secretario general de FEDUBA, investigador del CONICET y profesor de la UBA, Pablo Perazzi explicó: “Nosotros tenemos al 80% de los docentes universitarios por debajo de la línea de la pobreza”. El Consejo Interuniversitario Nacional confirma esta situación en el Informe de Emergencia Salarial de las y los Trabajadores de las Universidades donde se registra que más del 85 % de las y los docentes de universidades y el 60% de las y los no docentes están por debajo de la línea de pobreza.

En consonancia con lo expresado por el secretario Perazzi, el secretario adjunto de la Asociación Docente de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo Ricardo Aguirre, explicó con respecto al proyecto de ley que horas después se aprobara: “Es una ley que contempla, entre otras cuestiones, la recomposición salarial del 30% del salario docente. Nosotros de diciembre a la fecha perdimos un 35% del poder adquisitivo, sin contar el Fonid y, entre otras cosas, está ley nos permite pensar en un futuro a nivel universitario, en un presupuesto y finalmente sostener un pilar fundamental que es la educación pública y el derecho social a la educación universitaria”.

El movimiento estudiantil

Un representante del movimiento estudiantil de la Universidad Nacional de Cuyo de Mendoza señaló ante sus pares: “Los estudiantes estamos hartos de esta situación que estamos viviendo, desde el 10 de diciembre que asumió Javier Milei. Estamos hartos de no tener previsibilidad, de no saber si el próximo cuatrimestre las materias se van a seguir dictando con normalidad.”. La presidenta de la Federación Universitaria de La Plata Albertina Bidart sumó: “No nos tenemos que olvidar que este gobierno, deshumanizante desde que arrancó, nos está haciendo cagar de hambre. Si pensamos solamente en la universidad escindida de nuestros abuelos y nuestras abuelas que eligen entre comprar los medicamentos y comprar la comida nos estamos equivocando. Si decidimos defender la universidad y no defender que hay un millón de pibes y de pibas que se van a dormir sin comer, nos estamos equivocando” y continuó: “Los estudiantes somos las juventudes que no solo no llegamos a tener nuestro trabajo en blanco para ser jubilados y jubiladas en algún momento, sino que tenemos uno, dos, tres o cuatro trabajos para sostenernos en la universidad pública. Esa es la universidad que estamos habitando hoy. La universidad donde los pibes y las pibas nos estamos quedando afuera”.

En coincidencia con lo expresado, la presidenta del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA Agostina Olivera, en diálogo con Anccom, profundizó: “Tenemos cada vez más compañeros que tienen que tomar la decisión de juntar toda la cursada el mismo día o ir solo dos días porque no les alcanza para pagar el boleto de ida y vuelta. Compañeros que tienen que pasar tiempo en el cyber que está ahí en la facultad, porque no tienen la plata ni para tener una computadora ni tampoco para comprar los apuntes. Y compañeros que directamente están teniendo que dejar de estudiar porque están teniendo que agarrar trabajos de doce horas o conjugar horarios con cuatro trabajos”.

Hacia una nueva marcha universitaria

La solidaridad de la comunidad universitaria busca seguir entretejiendo alianzas con distintos sectores de trabajadores que son el blanco de las políticas del Gobierno de Javier MIlei, además de entrelazar las luchas con los sectores excluidos del modelo económico social y político que quiere imponer el gobierno libertario. La docente universitaria Paula Torricella aportó: “En el día de ayer los representantes universitarios hicieron una confluencia de intereses de acuerdo con los aeronavegantes, los aeronáuticos, sobre la base que son dos actividades que están siendo particularmente agredidas desde el gobierno nacional. Y ahí se empieza a ver una confluencia de diversas luchas de diversos sectores de nuestro pueblo. Eso me da esperanza y ojalá que se replique”.

La presidenta del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA Agostina Olivera, expresó que el desafío será construir la unidad y articulación con otras sedes, facultades, universidades y centros de estudiantes e invitar a los movimientos sociales y populares a participar de las instancias convocadas por la comunidad educativa, a la vez que estar presentes ellos mismos como universitarios en las luchas populares de esos sectores, tal como sucedió el día anterior, con la participación de los estudiantes en la marcha por la movilidad jubilatoria.

Hacia el final de la movilización, la cantidad de policías se duplicó alrededor de la plaza. Sin embargo, los autoconvocados desconcentraron sin incidentes ni represión.

Con respecto a las expectativas de la votación en el Senado y la amenaza latente del presidente Javier Milei de vetar la ley si llegara a aprobarse, la comunidad universitaria ratificó que se realizará otra marcha en defensa de la educación pública. Agostina Olivera opinó: “Sería una muy mala estrategia de este gobierno decidir vetar la ley de financiamiento universitario porque el 23 de abril fue una demostración de que no es solo quienes habitamos las universidades los que las defendemos, sino que es un consenso del conjunto de la sociedad argentina en todo el país”.

En coincidencia con Olivera, el secretario general FEDUBA planteó: “Sobre todo porque la universidad, y después de la marcha del 23 de abril creo que quedó demostrado, es un valor constitutivo de la sociedad argentina que atraviesa todos los sectores de la sociedad argentina. Entonces el aeronáutico tiene un hijo en la universidad, el obrero de la construcción tiene un hijo en la universidad, el trabajador no docente tiene un hijo en la universidad o es él mismo, al mismo tiempo un estudiante de la universidad” y concluyó “Todos conocen a alguien o tienen un familiar en la universidad”.