Cueste lo que cueste, tenemos que ganar

Cueste lo que cueste, tenemos que ganar

Más de dos decenas de futbolistas se rompieron los ligamentos cruzados desde que comenzó el campeonato. Partidos cada tres días, golpes de compañeros y malos campos de juego entre las posibles razones.

Van tres meses del campeonato de Primera División y los jugadores de fútbol están sufriendo una epidemia: la rotura de ligamentos cruzado anterior. La lista de caídos es larga y la integran futbolistas destacados como Gonzalo Martínez, mediocampista de River Plate, Lucas Blondel, volante de Boca Juniors, Gastón Hernández, defensor de San Lorenzo de Almagro y Lucas Passerini, delantero de Belgrano de Córdoba entre otros…

Los motivos que se señalan para explicar el fenómeno van desde lo individual, como la disputa de una pelota o un mal movimiento, pasando por el mal estado de los campos de juego, hasta el estrés que generan los medios y las redes sociales. Lo cierto es que la rotura de ligamentos es una de las lesiones más graves para un jugador de fútbol e implica como mínimo seis meses de recuperación. Para algunos, sin la contención laboral, médica e institucional puede significar el fin de la carrera profesional.

La Copa de la Liga Profesional es el torneo con mayor cantidad de lesiones de esta índole del mundo, seguida muy de lejos por la Bundesliga de Alemania con solamente 8 lesionados. Incluso si se sumarán el resto de las grandes ligas de Europa, la Premier League de Inglaterra, Ligue 1 de Francia, Seria A de Italia y La Liga de España, el número total es de 17 e inferior a lo que sucede en el fútbol argentino.

Al hacer las cuentas, comenzaron a tejerse diversas hipótesis respecto al porqué de esta grave lesión. El profesor Fernando Signorini, histórico preparador físico de Diego Armando Maradona, afirmó a diversos medios que «en otros deportes vos podés prever cuándo vas a frenar, pero en el fútbol a veces no, por la dinámica del juego. Hay una mala distribución en los esfuerzos. Se tiende a trabajar más los músculos de aceleración y no los que frenan. Los jugadores de fútbol parecen coches de alta gama que aceleran pero no tienen freno. Y al no tenerlo, se produce la rotura del ligamento porque el isquiotibial es el principal defensor del cruzado (ligamento) y al no estar suficientemente desarrollado produce este tipo de lesiones»

 Al debate también se sumó el reconocido doctor Jorge Batista de Boca Juniors, quien posteó en su cuenta de Instagram al respecto: “Hace dos semanas subí una publicación que pasó desapercibida. Calendario muy apretado, terrenos de juego en algunos casos en mal estado, modas en el uso de tapones semicirculares en lugar de redondos, estrés psíquico (todos se juegan algo, descenso, clasificar a instancias finales, etc), fatiga física. El fútbol argentino es sumamente difícil”.

Las causas desde la medicina

“La rodilla tiene estructuras que mantienen su estabilidad. Específicamente el ligamento cruzado anterior es el que evita que la tibia se vaya hacia adelante ante un traumatismo”, explica para ANCCOM Walter Quintero, especialista en medicina del deporte.  “Las causas de la ruptura son los mecanismos que provocan una fuerza tal que haga estirar el ligamento cruzado en demasía, como las caídas, frenos o traumatismos de rodilla” sintetiza el médico del plantel profesional del club Almirante Brown de la segunda categoría a nivel nacional hace 28 años.

 Sobre cómo evitar este tipo de lesiones Quintero menciona una correcta elongación, el acondicionamiento físico y fortalecimiento muscular, la utilización de un calzado adecuado, evitar disbalances musculares o entrenar en una superficie correcta. Aún así, el también médico de los excampeones del mundo en boxeo Rodrigo Barrios, Brian Castaño y Marcos Maidana, resalta: “También hay situaciones que se dan en los deportes… son situaciones fortuitas de los deportes de contacto”.

 Con respecto a la recuperación que lleva una ruptura de ligamentos cruzados, Quintero distingue entre una “ruptura total” que requiere sí o sí una cirugía y un trabajo de seis a ocho meses de rehabilitación; y una “ruptura parcial” donde se evalúa semiológicamente “cuán inestable es la rodilla” para determinar si va a ser suficiente el trabajo de fortalecimiento muscular para suplir la acción ligamentaria.

El profesor de educación física especializado en preparación de futbolistas Alejandro Kohan detalló a ANCCOM que para poder explicar un fenómeno como la cantidad de lesiones que van en el 2024 hay que hacer estudios de causa-efecto o preguntarle a gente que haga epidemiología: “Todo lo demás son hipótesis pero no sirven para determinar cuando un evento se produce reiteradamente, para eso hay que estudiarlo con métodos científicos”.

 Según el preparador físico exFerro, Huracán, Independiente y River, entre otros clubes en Argentina, “desde la preparación se hacen muchos trabajos que tenemos evidencia que disminuyen los factores de riesgo como ejercicios de fuerza excéntrica, propiocepción dinámica y aterrizajes” y que también hay evaluaciones que llevan adelante los kinesiólogos para ver asimetrías, temas vinculados al rango de movimiento, flexo extensiones de tobillo, etc.

 Kohan, integrante del cuerpo técnico de la Selección uruguaya de fútbol entre 1999 y 2001, habla de un calendario competitivo “congestionado”, del estrés emocional que desencadena patologías, como la carga emocional o la tensión que se sufre si los resultados “no se dan como se esperan”, y critica la incidencia de las redes sociales y los opinólogos: “Todo eso influye en los jugadores de fútbol”.

Accidentes laborales

 Desde Futbolistas Argentinos Agremiados explicaron a ANCCOM que la entidad y la Asociación del Fútbol Argentino suscriben el Convenio Colectivo de Trabajo número 557/09 el cual establece en su artículo 17 “obligaciones del club, de la AFA y del futbolista”. En el inciso 1.3 se habla de las obligaciones de la entidad deportiva con el jugador profesional de cumplir las condiciones estipuladas por contrato: “El futbolista profesional que por lesión producida en partido o práctica de su club o en el trayecto entre su domicilio y el lugar de trabajo, debidamente comprobada, no pudiere intervenir en partidos, seguirá percibiendo la remuneración convenida en sus contratos, incluidos premios por punto ganado por la división en que actuaba en el momento de lesionarse, hasta ser dado de alta y aunque el alta médica se otorgue después del vencimiento del contrato”.

 Esto será aplicable para los casos en que el futbolista sufre una enfermedad-accidente, un accidente o enfermedad inculpable y “si el futbolista quedará en libertad de contratación y continuase impedido de cumplir su actividad profesional como consecuencia del accidente o enfermedad, y al expedirse el alta médica se encontrara cerrado el registro de contratos, deberá la AFA otorgarle un plazo adicional de veinte días hábiles a fin de posibilitar su incorporación al club de su preferencia”.

Lo cierto es que no hay un solo motivo que produzca las lesiones de ligamento cruzado, pero estas lesiones son un flagelo que tiene en vilo a futbolistas de 14 de los 28 equipos que integran la Liga Profesional. Exactamente el 50 por ciento de la Primera División tiene al menos un jugador atravesando este padecimiento. Además, estos jugadores llegan a los medios porque representan una pequeña parte del total de jugadores de fútbol del país. Sin embargo, el análisis de su caso puede servir para tomar medidas también con aquellos que no tienen resto para dedicar meses a la rehabilitación porque juegan en el ascenso o las ligas menores.

El cuerpo humano no es una máquina y llevarlo a exigencias límite sin la correcta preparación o los cuidados correspondientes de los campos de juego es perjudicial para la salud y puede costarle hasta la carrera a los jugadores. ¿La “liga de los campeones del mundo” está protegiendo como corresponde su producto?

Cuestión de piel infantil

Cuestión de piel infantil

Las nuevas generaciones pasaron de jugar con muñecas a obsesionarse con el “skincare”, o cuidado de la piel. La obsesión de muchas niñas con productos de belleza dedicados a la piel ha permitido un gran negocio.

Resulta cada vez más llamativo el deseo de las niñas por productos para la piel influenciados por las redes sociales. “Get ready with me”, “hauls” o “mi rutina de skincare” son algunos de los reels o videos principales que utilizan influencers de Tik Tok e Instagram para publicitar diferentes productos de belleza: maquillaje, cremas, tónicos, mascarillas, masajeadores faciales, entre otros. La paradoja es que las cremas y tratamientos prometen una piel suave como la de una niña, algo que ellas ya son: “Es mucho más frecuente que niñas y adolescentes utilicen productos de cuidado de la piel desde edades muy tempranas, desde los ocho o nueve años en adelante, ya sean productos que encuentran en su casa o piden a las familias que les compren”, comenta al respecto la dermatóloga pediatra Jimena Martínez.

Actualmente, el mercado internacional de productos de belleza y cuidado personal es un negocio que no deja de incrementarse. Y la Argentina no es una excepción: según un estudio realizado por la empresa de investigación Mordor Intelligence, se estima que en 2024 se alcance los 2.770 millones de dólares y crezca a una tasa compuesta anual del 2,88% hasta alcanzar los 3.190 millones de dólares en 2029.

En el mundo, los números resultan superiores. Allied Market Research detalla que el mercado global de cosméticos se valoró en 429.000 mil millones de dólares en 2022 y prevé que alcance los 864.000 millones de dólares en 2032. Según el estudio, este incremento se debe en gran medida por el aumento del uso de internet en estos últimos años.

Los jugadores clave que forman parte del mercado elaboran estrategias de marketing en plataformas para atraer clientes específicos. Las mujeres todavía predominan como las principales consumidoras. Diferentes marcas de productos de belleza y cuidado para la piel procuran establecer campañas de marketing con influencers, en muchos casos también menores de edad, que atraen al público juvenil e infantil. Las redes sociales no solo alientan un consumo inesperado de estos productos, sino que además pueden apurar una preocupación por el envejecimiento que los niños no tienen por qué sufrir.

 

Pieles sanas

“Ya está instalado hace un par de años que inicien a edades tempranas con el cuidado de la piel” explica Jimena Martínez, quien también es pediatra. “En este último tiempo surgió en redes sociales con ‘Sephora Kids’, un negocio donde venden productos que ahora son diseñados específicamente para niños y niñas. A raíz de eso las familias vienen a consultar para orientar a sus hijas”. El impacto de la campaña de Sephora Kids generó muchísimos debates en redes sociales. De pronto, por todo el mundo, las tiendas de esta marca se convirtieron en uno de los intereses principales de las más chicas.

La especialista en dermatología infantil aclara que no suele observar daños físicos en sus pacientes por el uso de estos productos. Sin embargo, algunos con contenido abrasivo como el retinol, salicílico o glicólico resultan propensos a provocar irritación, inflamación o cambios de coloración en la piel. Sobre el fenómeno, opina: “Este aumento de preocupación en niñas y adolescentes por cuidarse la piel únicamente del rostro, porque no se cuidan la piel de todo el cuerpo, está impulsado a través del uso de redes sociales, las cuales provocan mirar videos repetidos compulsivamente. Es claro que las niñas empiezan a aprender de estos videos, al mismo tiempo que les genera una necesidad”.

Por su parte, Cristina Pascutto, médica dermatóloga y secretaria general de la Sociedad Argentina de Dermatología dirige su crítica hacia los creadores de contenido: “Hay muchísima gente que no tiene ningún tipo de capacitación o de formación profesional y aconsejan un sin número de cuidados inadecuados para la piel que realmente no son necesarios para niños o adolescentes”.

Ambas especialistas coinciden en que pieles tan jóvenes sólo deben ser cuidadas con protector solar en verano a menos que tengan alguna patología. Como mucho, Martínez recomienda una crema hidratante sin ningún activo antiage. En sus consultas prioriza el cuidado de la salud de forma integral, con el objetivo de llegar a un fin saludable y no estético. Lo que más le concierne son las consecuencias a largo plazo: “Muchas veces la imagen que se brinda en redes es una imagen distorsionada. Tiene filtros o la persona de la foto está muy maquillada. Ahí es donde la realidad se confunde. El ideal al que quieren llegar es inexistente. Trato de informar, especialmente a los adultos responsables, que los productos que se muestran en redes sociales se están vendiendo aunque parezca que no. Simplemente se realizan canjes para que del otro lado de la pantalla alguien lo quiera comprar” explica. La especialista asegura que, obviamente, está a favor del cuidado de la piel pero la práctica se está volviendo obsesiva: “Las niñas comienzan a copiar estos videos de influencers repitiendo frases sobre el envejecimiento mientras están en pleno desarrollo. Con toda esta información que están manejando, me preocupa lo que pueda llegar a pasar cuando sean adultas”, concluye.

 

Riesgos en la salud mental

Efectivamente el bombardeo constante de contenido en redes sociales es un problema que trae consecuencias. Un ejemplo concreto es el estudio realizado por Facebook sobre el impacto que genera su aplicación Instagram en millones de usuarios jóvenes. El estudio interno, publicado en un artículo del Wall Street Journal, asegura que el uso constante de estas plataformas incrementó la tasa de cuadros de ansiedad y depresión en jóvenes, mientras uno de cada tres usuarios puede desarrollar problemas con su imagen corporal. En Estados Unidos un 6% de los adolescentes informaron tener pensamientos suicidas originados por lo que ven en Instagram, mientras que en Reino Unido llega a un 13%. Si bien algunos ejecutivos de la empresa minimizan los riesgos y se niegan a hacer públicos los estudios sobre el efecto en la salud mental de los niños, es de vital importancia generar conciencia sobre sus posibles riesgos.

Diana Novominsky es psicóloga clínica y directora del centro “Vivir más liviano”, un equipo dedicado a tratar niños y adolescentes con trastornos en la imagen corporal. Al respecto señala que las redes sociales definitivamente fomentan este tipo de trastornos: “Por un lado es importante recalcar el desarrollo de una niñez donde se pueda jugar y divertirse sin tener que ocuparse de temas aún innecesarios. Sin embargo, pueden aparecer estos trastornos de ansiedad o ideales del deber ser” y agrega: “Me parece que empezar a ver ciertas características propias como defectos  adelantan todos estos problemas”. Sobre una posible “adolescencia temprana” en las niñas de esta generación Novomisky cree que el término correcto es más bien una “malformación” que “complica el desarrollo”. Considera que los padres son responsables de lo que consumen sus hijos, pero que existen otros factores culturales y generacionales que han cambiado el panorama de las infancias: “Hay cuestiones culturales a lo largo de la historia, que siempre han afectado a las mujeres, pero inevitablemente se traen a colación nuevos problemas. Por ejemplo, el tema de la autocrítica en esta generación se ha potenciado con las redes sociales. Todas las miradas parecen multiplicarse y antes eso no pasaba”, reflexiona. 

 

Captadas desde niñas

Evidentemente los avances de la tecnología permiten el bombardeo constante de contenido, que inclusive se autogenera, sobre todo en aplicaciones como Tik Tok. Estas plataformas profundizan los posibles conflictos que tienen las niñas con su cuerpo y su piel. Los mandatos del sistema patriarcal se refuerzan con internet al resultar evidente que el objetivo siguen siendo las mujeres.

“Estos productos no son juguetes” sostiene Esther Pineda, Doctora en ciencias sociales y escritora del libro “Bellas para morir. Estereotipos de género y violencia estética contra la mujer” entre otros. Pineda, plantea que “este malestar o miedo no es natural” sino “impuesto por las campañas mediáticas de productos de belleza” y afirma que: “Desde muy temprana edad les están diciendo a las niñas que su valor social y condición de mujer se organiza en torno a la belleza. Si bien esto siempre ha existido en las diferentes etapas del proceso histórico social, en la actualidad se ha profundizado como consecuencia de la hiperconexión y la ausencia de regulaciones en las redes sociales”.

Valentina Arias, también doctora en Ciencias Sociales y autora del libro “Mandar Fotitos. Mujeres jóvenes, imagen y sexualidad en la era digital” reflexiona sobre cómo ciertos mandatos se reconfiguraron estos últimos tiempos: “Funciona esta idea del cuerpo como un proyecto en donde siempre se lo puede mejorar. Y sobre lo mejorado podés mejorar más. Entonces: ¿qué vas a hacer hoy por tu cuerpo? Siempre tenemos que encontrar la manera de estar óptimas», asevera. La escritora lo describe como “generaciar el envejecimiento” donde no resulta una sorpresa que las campañas de belleza para niñas tengan tanto éxito: “Promueven ‘el hacerse cargo del propio cuerpo’ como un proyecto para aumentar el capital estético, por lo que es necesario prepararlo con la mayor anticipación posible”, remata.

Así como sucede con las infancias, las edades se van acortando en lo que respecta al uso de cirugías estéticas y en la actualidad es cada vez más usual el uso de ácido hialurónico, fillers o botox en jóvenes de 20 años. A pesar de que las rutinas de skincare en un principio parecen un juego inofensivo, resulta fundamental informarse sobre estas problemáticas para orientar no solo a los más chicos, sino también a los adultos responsables. 

De autismo también se habla

De autismo también se habla

Miles de personas se concentraron frente al Teatro Colón por el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo. El Gobierno porteño no habilitó hacerlo frente al Congreso o en la Plaza de Mayo

Miles de personas tiñeron de azul la Plaza del Vaticano, al lado del Teatro Colón, en el marco del Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo. “A diferencia de otros eventos, acá no les vamos a pedir que suban el volumen”, dijo desde el escenario Carlos Fiore, integrante de TGD Padres TEA Grupo Promotor, una de las organizaciones de familias que realizaron la convocatoria. El acto, que comenzó una vez que volvieron los ciclistas de la ONG Empujando Límites de su bicicleteada en tándems hasta Puerto Madero, dio cierre a la Semana Azul, una campaña de visibilización que contó con más de 600 actividades bajo el lema “hablemos de autismo”.

A lo largo de la plaza, sobre el asfalto color ladrillo, los asistentes pasaron la tarde del martes feriado entre picnics, bailes y juegos. Los más chicos andaban con globos y juguetes, se sacaban fotos con Spiderman, Wolverine y Maléfica -voluntarios de la Fundación Che, VOS! que alegran a muchos niños en situaciones difíciles-, algunos adultos, paseaban disfrazados con anteojos, pelucas y todo elemento de cotillón posible en azul. Entre la multitud de remeras azules, algunas indicaban: “Las personas con autismo no están en su mundo, están en el nuestro”.

Los que estaban más cerca del escenario bailaron con la música tropical de la mano de Iván y sus amigos, cuyo percusionista, Iván Demirci es un joven con trastorno del espectro autista (TEA). Su padre, Ricardo, subió a presentar a la banda: “Si hablamos de autismo, tenemos que hablar de convivencia de toda la sociedad. Los músicos profesionales que lo acompañan siempre vieron en Iván a un músico primero. Enfocarse en las fortalezas, potenciarlas y ayudarlos es lo más importante”. No tardaron los aplausos, cada uno con su propia cadencia.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en 2007 al 2 de abril como día no sólo para concientizar, sino también para promover la aceptación y el aprecio de las personas con TEA. El organismo internacional lo define como “una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad y se deriva de un trastorno neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro”. Si bien cada persona tiene distintas dificultades y necesidades de apoyo, las características que reconocen las Naciones Unidas incluyen “deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos y repetitivos”. Las convocatorias de reunión a propósito de la jornada se llevan a cabo en Argentina desde 2011, tres años antes de que el Congreso sancionara la Ley 27043, estableciendo la misma fecha a nivel nacional. 

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, estuvo presente durante menos de una hora. Pasó por un par de gazebos donde integrantes de asociaciones o trabajadores estatales se dedicaban a repartir folletería y responder consultas. Desfilaban también fotógrafos, gente de prensa y curiosos. La última vez que se realizó el acto central en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue en 2019. Desde entonces, o se suspendió por la pandemia de covid-19 o se llevó a cabo en Vicente López. 

Entre tanta foto, si bien el mandatario mencionó la cuestión de la inserción laboral, Natalia Burlaka, de TGD Padres TEA Grupo Promotor, se acercó a preguntarle por la situación de los apoyos en la secundaria. “Me dijo que quiere aprender, que este es un espectro amplio y que primero hay que concientizar”, comentó a ANCCOM en referencia a la respuesta del funcionario. Burlaka señaló que, desde que ingresó al nivel secundario, a su hijo le falta el material sensorial para regularse y los pictogramas como tenía en la primaria. “Quise aprovechar a hablar con alguien de una esfera más alta del Gobierno de la Ciudad porque hasta ahora TGD Padres llegó principalmente a las comunas, con las que venimos trabajando. Organizamos charlas abiertas al público sobre autismo”. 

Mariana Carrizo vino desde Temperley con su hija Agustina, de 15 años. Para ella, conseguir la atención necesaria para cada estudiante con TEA es una cuestión de suerte: “Yo no me puedo quejar, si bien estuvimos probando en distintos colegios hasta encontrar el lugar adecuado para ella. En otros casos, capaz tenés docente de apoyo sólo un día a la semana pocas horas, porque no cobran lo suficiente o les atrasan tres meses el pago”. Hace casi una década que asiste a los actos, y sostiene que desde entonces ve mayor interés por el tema en la sociedad, aunque falte mucho por conseguir tanto en conocimiento como implementación de la legislación vigente, sobre todo respecto de las mujeres con TEA, cuyo diagnóstico suele ser más tardío que el de los hombres. 

En CABA, la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS) proporciona capacitaciones a docentes. “Se hace una por año, duran seis meses y se inscriben, en general, alrededor de tres mil docentes, de los cuales por una cuestión de cupo entran ochocientos, en función de si tienen inscriptos con discapacidad en sus escuelas, si tienen experiencia en el aula con este tipo de estudiantes y entonces saben los desafíos que implica, entre otros”, detalló Sergio Placeres, del área de accesibilidad, a este medio. 

Entre los tonos de azul que pueblan la plaza, llamaban la atención dos uniformes acompañados de pañuelos rojos y marrones. “En nuestro grupo nadie se sorprende si hay algún chico deambulando”, contó Mayra Pichelli, jefa del grupo scout Sargento Cabral, ubicado en Caseros. Desde que diagnosticaron a su hija hace 14 años, en una época sin redes sociales donde pudieran conseguir información a través del relato de otras familias, trasladaron todo lo que descubrieron y aprendieron de su propia experiencia al resto del grupo. “Nos tomamos el tiempo para asegurarnos de que los chicos estén preparados para su primer campamento, además de que los padres que la primera semana están muy atrás van confiando más y más a medida que van adquiriendo su autonomía en el grupo, y porque ven que hay padres que entienden lo que sucede porque lo vivieron”, dijo su marido Leandro. “Hay mucho miedo a lo desconocido, entrar a un espacio nuevo, trabajar cada caso atendiendo a sus particularidades con el resto del grupo, sobre todo el de pares, y el riesgo de equivocarse, pero siempre vale la pena intentarlo por mucho que cueste”, afirmó. Si bien la integración es totalmente acorde a los valores que defiende el movimiento, la Asociación Scouts de Argentina no proporciona capacitaciones a sus educadores, así que Mayra y Leandro dan charlas a pulmón en los grupos de la zona y a otros que muestren interés: “Como son personas tan diversas entre sí, en la amplitud se pierde la intención que hay de abordarlo, por eso es tan difícil que desde esferas más altas de la organización haya una intervención, todo suele hacerse desde lo informal”, puntualizó Leandro. “Hay que lucharla, lo mejor es hacer red”, concluyó Mayra.

Ambos aclararon que ellos siempre se presentan como los papás de Morena, para evitar a su hija cualquier tipo de etiqueta. La plaza está llena de nombres, en remeras y carteles, están los nombres propios en algunos y otros visten sus roles: mamá, papá, abuelos y otros amores en la vida de estas personas. Cada cual con una historia, incluso Claudia, que fue hasta la plaza aún sin tener un familiar cercano con TEA. “Igual es mi sociedad, es mi gente y por eso vine”, aclaró. Con más de 60 años, la indignación por ver la exclusión de uno de sus compañeros de trabajo dentro y fuera de la oficina la movilizó hasta la marea azul: “Trabajamos en una consultora haciendo encuestas telefónicas, y a mi compañero le cuesta reformular alguna pregunta si el encuestado no la entiende, o se le dificulta procesar respuestas no previstas por el cuestionario que tiene que completar. Muchos se ríen si reacciona por frustración y no parecen entender que aunque él también se ría necesita contención y no burla”, dijo mientras se acomodaba los lentes con marco animal print

La marea se volvió río a las 18:30. El atardecer le quitó el azul al cielo, pero no a las calles. De Cerrito a Av. Corrientes, todos pasaban entre los negocios alzando sus carteles. “Derecho a ser como soy: existo. No ocupo un lugar, soy ese lugar, lo habito” en letras multicolor. Otra remera ironizaba a metros del Obelisco: “Especiales son las pizzas”. 

Que el lugar escogido para el regreso de la marea azul a la capital fuera junto al Teatro Colón y no en el Congreso o la Plaza de Mayo, como en los años anteriores, desconcertó a varios padres que valoran la relevancia simbólica e histórica de aquellos lugares. Los organizadores explicaron que ese fue el lugar que les permitió el Gobierno porteño, y argumentaron que las cuadras aledañas cuentan con más movimiento de gente, lo que beneficia el objetivo de la marcha de la visibilización. 

Cayó la noche. Mientras los espacios emblemáticos de la ciudad y el país se iluminaron del color del día, cerraron el acto poniéndole banda sonora: “Brilla de Azul”, compuesta específicamente para estos eventos y que despide a todos, con la esperanza de que se siga hablando de autismo hasta que vuelvan para recordárselo a todos el próximo abril:

 

Iluminemos juntos todo el mundo azul

Si vamos juntos

Más claro es el azul

Prendé tu luz por mí

Por ti prendo mi luz

 

Crisis en el sistema hospitalario de Río Negro

Crisis en el sistema hospitalario de Río Negro

Médicos y enfermeros que renuncian, guardias de emergencia y reducción de servicios, falta de insumos y paros en reclamo de recomposición salarial: la crítica situación de la salud pública en el hospital Carrillo de Bariloche, y en toda la provincia de Río Negro.

En un panorama de progresivo agravamiento de la salud pública de Río Negro, los trabajadores del área realizaron esta semana un paro de 72 horas en reclamo de recomposición salarial e insumos hospitalarios. Particularmente se encuentra en emergencia el Hospital Ramón Carrillo de Bariloche, porque allí presentaron sus renuncias la mayor parte de los jefes de servicios y de los centros de salud, en rechazo a la oferta salarial que les hizo el gobierno provincial.

Los médicos jefes de áreas renunciaron a sus puestos el 20 de marzo, y los trabajadores actualmente se encuentran en un paro por tiempo indefinido. Horas después del comunicado oficial del hospital, una multitud de vecinos se acercó a dar un abrazo simbólico al edificio. Desde entonces, hubo numerosas manifestaciones, carteles y marchas. Existe un comprometido acompañamiento de la comunidad, juntas vecinales y organizaciones sociales para acompañar el reclamo del personal de salud.

Natalia Criado, trabajadora social del Hospital Zonal de Bariloche, dice que “la situación actual de la salud pública es que se encuentra de luto”. “Sin recomposición salarial para el personal, renuncias de trabajadores y falta de insumos básicos que impactan directamente en la población”, agrega. Desde el hospital sostienen que los pedidos de aumentos empezaron en la prepandemia por lo cual se arrastra un importante déficit salarial, más aún con la inflación; y el presupuesto se viene reduciendo desde el año pasado.

Ante la falta de respuesta de parte del intendente de Bariloche y de la provincia, la atención programada está suspendida en los servicios de hospital y centros de salud, se redujeron al mínimo los servicios esenciales y sólo las urgencias se están atendiendo. “Hay responsabilidad compartida –afirma Criado–. Tanto el hospital como los centros de salud en Rio Negro dependen del gobierno provincial, por lo cual este es el principal responsable. Pero también vale aclarar que se cortó la coparticipación a las provincias desde el gobierno nacional”.

Entre el lunes 25 y el miércoles 27 la Asociación Sindical de Salud Pública de Río Negro, Asspur, dispuso un paro de actividades en los hospitales de la provincia, que se llevó adelante con abrazos solidarios, festivales, panfleteadas, carpas y sentadas públicas en ciudades como Cipolletti, General Roca, Viedma y Allen. El gobierno, que denunció a unos 50 trabajadores del hospital de Bariloche por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona”, abrió una negociación con los gremios. Días atrás el gobernador Alberto Weretilneck atacó la huelga a través de la televisión la radio provincial, dijo que no había plata y que no harían otra oferta salarial. “La única respuesta que recibimos de parte del gobernador fue invitarnos a retirarnos al sector privado. Se generó una mesa de diálogo para el sector salud desde el lunes 25, pero es la gente la que se está pronunciando a favor nuestro, de parte de la dirigencia no hay nada”, dice Ariana Curbelis, coordinadora del servicio social en el hospital de Bariloche.

El hospital zonal de Bariloche es de complejidad 6 y es cabecera de zona. Lo que implica que tiene especialidades que otros no, y las personas son derivadas allí para su atención. Las renuncias implican que estas especialidades no van a funcionar. Enfermería ya viene con una reducción del personal, no se llegan a cubrir las guardias y el personal está sobre exigido. Lo mismo pasa con otras áreas, también esenciales en la cadena de atención: trabajadores de mantenimiento, limpieza, cocina, que migran hacia otros trabajos mejores pagos.

“La perspectiva no es prometedora porque en el marco nacional ya se observa una reducción notable de los derechos, una restricción de acceso a prestaciones, al derecho de interrupción legal del embarazo, los derechos de las personas con discapacidad vienen en un deterioro progresivo”, cuenta Criado. Además, desde el hospital subrayan que la tendencia que se observa claramente es hacia una salud privada, el famoso arancelamiento de la salud.

Las áreas de Emergencias, Pediatría, Salud Mental, Farmacia, Oncohematología, Servicio Social, Cuidados Paliativos, Cardiología, Oftalmología, Cirugía y los diversos centros de salud en los barrios más bajos, suspendieron sus actividades, ya que no se encuentran en condiciones de garantizar lo mínimo indispensable para una atención de calidad.

Gastón Vera, jefe del centro de salud de Ojo de Agua, que toma más de ocho barrios de la ciudad, comenta: “Aquí insumos y recursos faltan desde hace meses, pero ahora con la llegada del nuevo gobierno se aceleró; esto se suma al tema salarial, porque no alcanza para vivir, y ahora no tenemos personal estable que pueda atender tanta demanda”.

Esta situación afecta a la población. Existen personas que necesitan tomar sus medicaciones y no lo hace: gente mayor, con problemas psiquiátricos o hasta los métodos anticonceptivos. “Necesitamos que el gobernador vea, porque esto trasciende a los trabajadores de la salud pública, es un pedido de toda la comunidad”, agrega Vera.

“Nos gustaría dejar como mensaje principalmente que la salud pública es un derecho, garantizarla es función de Estado, y tiene que ser de calidad y universal, que abarque a todos y todas”, dice Ariana Curbelis. “Queremos seguir trabajando, sin trabajadores no se sostiene la salud pública, queremos volver a nuestros lugares en el hospital y en los barrios donde tenemos que estar”, concluye Criado.

La odisea de testearse por el dengue

La odisea de testearse por el dengue

Los pacientes deben hacer filas de horas con fiebre y dolores en el cuerpo desde la madrugada. La población acude al Hospital Muñiz por falta de elementos para testear en otros centros de salud. Todos se declaran colapsados. Prometen el resultado para el día, pero es enviado por correo 48 horas después.

Mientras el nuevo brote de dengue llega a cifras sin precedentes, con 134.202 casos en lo que va de año y 106 muertes desde mediados del 2023 según el último Boletín Epidemiológico Nacional, los pacientes con síntomas forman filas durante horas en las 18 unidades febriles habilitadas en la Ciudad de Buenos Aires. Una de las más concurridas es la del Hospital Muñiz de Parque Patricios, donde suelen acudir muchos que no pudieron testearse en otros centros debido a la falta de reactivos.

A media mañana, todos los días, alrededor de treinta personas forman una aglomeración silenciosa frente a la entrada de la unidad febril del hospital. A pesar de las caras largas, se mantienen atentos. Esperan escuchar, entre los vehículos que pasan por la calle interna y el sonido de los pájaros, un nombre y apellido: el propio o el de la persona que acompañan. Griselda Segueso se deja caer sobre el costado de la rampa que zigzaguea hasta la estrecha puerta esmeralda de estilo colonial. Con los ojos entrecerrados y los labios violáceos, se apoya sobre la baranda caliente. El sol no da tregua y el malestar tampoco. “Lo que menos me imaginé es que me iba a traer tanto dolor”, dice en una voz frágil. Viene desde Mataderos a confirmar un caso prácticamente seguro de dengue: en su familia ya cursaron la enfermedad su hijo y su marido, mientras que la hija aguarda en Pediatría por un desmayo. Según cuenta, de los cuatro es la que más padece los síntomas: “Al principio te tira la fiebre, pero después el cuerpo ya no te deja dormir. Desde el viernes que no descanso, tengo muchísimo dolor de cabeza y de cuerpo”.

Quince días atrás, también estuvo en el Muñiz para que testeen a su hijo. Llegaron al mediodía y no los atendieron, a pesar de que varios carteles fijaban la hora de cierre a las 16. “Ahora sabía que si vengo temprano me van a atender, hay que esperar mucho”, afirma. Añade que en el Santojanni les avisaron desde el principio que no tenían reactivos, una historia que se repite en otros pacientes que probaron suerte sin éxito en el Hospital Penna –a poco más de diez cuadras – y el Argerich, entre otros. 

Facundo Quiroga está desde las 4 de la madrugada con su cuñado Juan José, de 63 años, que tiene fiebre alta hace cinco días y bajó de peso. Entraron a las 8 de la mañana, horario de apertura de la unidad febril, como los primeros de la fila. No obstante, dice que no los llamaron respetando el orden de llegada. “Somos de Virrey del Pino, pero vinimos de allá porque no hay nada, está todo colapsado”, cuenta. La odisea del cuñado de Quiroga tiene paradas frustradas en el Hospital Paroissien, de Isidro Casanova, y el 32 Simplemente Evita en González Catán donde, a falta de test, le pusieron suero para aliviar la fiebre, que llegó a superar los 40 grados. Después de una hora con suero en el Muñiz, la espera continúa con preocupación: en lugar de las dos horas estipuladas, les dicen que el resultado del test tardará dos días en llegar por e-mail. Juan José permanece sentado, alejado de la gente. Su mirada agotada sigue a Facundo, que entra a reclamar. Un suspiro sale del barbijo requerido para ingresar, prefiere dejárselo puesto. Entre los que preguntan por el dengue en ventanilla, hay consultas por neumonía. Mejor no arriesgarse.

Una enfermera le pide paciencia a la gente, sostiene que no dan abasto con los que llegan de distintos puntos de Capital y Buenos Aires. Explica a ANCCOM que la gran cantidad de cuadros de deshidratación requieren suero, lo cual extiende la demora para el turno del siguiente en la lista hasta tres horas. Entretanto, los mosquitos revolotean alrededor de la calle, que tiene un par de charcos y un tacho de basura sin tapa. Como la mayoría, María Gairo se defiende de las picaduras a base de palmadas en los brazos y las piernas. “Soy recicladora urbana, y es imposible prevenir el dengue en las condiciones en las que trabajamos”. Cuenta que no tiene quien la acompañe, aunque se encuentra en la fila con compañeras de trabajo. 

Al mediodía queda menos de la mitad de gente afuera. Los que llegan a preguntar a la ventanilla son enviados a su casa -a menos que presenten síntomas de alarma como sangrado en encías, nariz, vómitos, orina o heces-, considerados positivos en dengue si coinciden los síntomas y su duración con los indicados por el Ministerio de Salud nacional. Les recomiendan tomar paracetamol y aislarse entre 7 y 8 días. 

De acuerdo a la cartera nacional, se registraron 106 muertes por dengue en todo el país en la temporada 2023/2024, entre julio y marzo. En medio de un brote récord, que suma 41.450 casos confirmados entre la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y sin oferta pública de vacunas, los que se acercan a los hospitales, sin garantía de conseguir confirmar o descartar la enfermedad en el día. La fiebre, denominada quebrantahuesos, no quebranta paciencias.